Partida Rol por web

Yumi no Sekai (+18)

Promesas [Finalizada]

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25/02/2014, 00:11
Yumi no Sekai

Promesas

 

Una poderosa sacerdotisa, y un poderoso mago. Una promesa, pero ¿De que clase? Un compromiso. La promesa de un amor. Una promesa sobre el futuro. Una trampa cuyas redes son ineludibles: La pasión. La ignorancia de no saber que caer en esa trampa hará que muchos salgan lastimados. ¿Qué precios se pagan para obtener lo que queremos?

 

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25/02/2014, 19:08
Edward Hayashi

Notas de juego

Te hablo por aquí para no llenar las demás escenas de posts ^^

¿Cómo quieres hacer ésto? La idea que tengas para el momento. La abuela... ¿la roleas tú? Al fin y al cabo es cosa tuya, si no tienes problema.

¿Hace cuanto de ésto? ¿Y cómo es la relación en este momento de los dos? Es importante para saber cómo rolear.

Por cierto, la última foto de la historia de Hotaru me da calores... xDDDDDD

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25/02/2014, 19:20
Hotaru Fukuhoshi

Su abuela había hecho una cena para personas cercanas a la familia, y ella misma había cocinado, y cuando Hotaru apareció en el comedor, con su mejor kimono, encontró que la mesa estaba puesta sólo para tres personas, y cuando la puertas e abrió, se dio cuenta que era Edward,  su abuela les pidió que se sentaran, y disfrutaron de la cena, Hotaru sirvió sake para ambos, y luego sirvió el té verde, la muchacha estaba incómoda, como si presintiera lo que iba a pasar, pero de pronto su abuela saca el tema:

- ustedes dos deben casarse, nos harían felices a todos - deja la tasa de te sobre la mesa ante la mirada perpleja de ambos chicos. Luego de eso se reunió con cada uno de ellos, y ninguno de los dos había dicho que no, simplemente habían guardado silencio, la anciana estaba muy feliz de comprometerlos, y que, a la larga, se amaran, estaba en sus últimos años y deseaba lo mejor para su familia.

De eso había pasado un mes ya, Hotaru estaba en su jardín descansando un poco luego de haber trabajado en el templo y en sus deberes, su abuela apareció y le dijo que Edward vendría a verla por las clases, Hotaru se sintió nerviosa, más cuando habían hablado algunas veces, decidiendo intentar ver como funcionaba aquello. Luego de estudiar, se hizo de noche, y la abuela insistió que Edward durmiera en casa, a sólo una puerta del cuarto de Hotaru, ella se sentía nerviosa, mirando hacia la puerta, Edward era un hombre alto, inteligente, dulce, era un hombre, precisamente, eso era, un hombre y ella una niña...

Hotaru se levantó, iba a ir a su cuarto, para hablar, para..¿para qué? Se mordió el labio inferior, y miró por el espejo en donde ojos ojos rojos la estaban viendo... la chica se asustó realmente, no era como los onis u otros espíritus era, era distinto, aquellos ojos le helaron la piel, y pegó un fuerte grito, la impresión había sido tan enorme que cayó desmayada, y quedó tendida en medio del piso de su cuarto...

Notas de juego

creo que ahí aclaré las cosas que me preguntaste 

y me alegro que te dé calor :*

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25/02/2014, 20:04
Edward Hayashi

Se encontraba enfrascado en la lectura del siguiente libro de su lista personal, era bien pronto por la mañana cuando un mensajero llegó a su tienda con una carta en sus manos. Provenía de la familia Fukohoshi: él conocía bien a la abuela de la familia, con la que había tenido algún que otro trato en su carrera como invocador.

La oferta le pilló por sorpresa, pero respondió para afirmar que acudiría a la cita. Vistió sus mejores galas y una vez allí, se sorprendió al ver a la joven Hotaru allí, en una cena solo con él y su abuela.

Ante la proposición de la anciana, Edward se quedó helado. Era algo más inesperado de lo que esperaba y realmente no sabía cómo reaccionar. El silencio le acompañó hasta que la anciana pidió hablar con él a solas, mostrándole todas las ventajas que un matrimonio así le daría. Realmente sería una buena vida, pero la falta de amor era algo que el joven necesitaba para poder vivir una historia así. No rechazó la propuesta, dejando en el aire que debían conocerse primero, algo que le gustó a la mujer.

Insistió en que se quedara allí a dormir y aunque rechazó la idea, la anciana insistió hasta que no tuvo más remedio que quedarse. Ella le había ayudado en el pasado y aunque él le había devuelto los favores, la posición de poder de la familia Fukuhoshi le ponía en una grave posición de desventaja. Si rechazaba el matrimonio de repente quizás las represalias cayeran sobre él durante el resto de su vida. Además, Hotaru había resultado ser una joven encantadora y preciosa, y eso había hecho dudar al rubio.

Estaba ya en el cuarto y procedía a desvestirse para echarse a dormir y consultar con la almohada todo lo que le pasaba por la cabeza. Se había quitado la chaqueta y la camisa cuando de repente un grito rompió el silencio de la noche. Asustado, el joven se dirigió corriendo a la habitación de Hotaru al darse cuenta que provenía de ahí. Abrió la puerta con rapidez y se la encontró tirada en el suelo, acercándose a comprobar su estado.

- ¡Hotaru-chan! ¡Responde, Hotaru-chan! ¡Por favor! ¿Qué ha ocurrido? - exclamó, incorporando su cuerpo y zarandeando con cuidado sus hombros para despertarla

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25/02/2014, 21:24
Hotaru Fukuhoshi

cito:

De eso había pasado un mes ya, [...]

Hotaru estaba helada, pero apenas el hombre entró en su habitación y la tomó de los hombros, Edward sentiría que su piel estaba demasiado helada, demasiado, sin embargo ella comenzó a reaccionar y abrir sus ojos color violeta intenso, la chica se sentó en el suelo,  y llevó su mano blanca a su frente, le dolía, pero para su desgracia no recordaba lo que había visto, por más que sintiera que algo había pasado. Hotaru estaba con una sudadera blanca, entallada a su cuerpo, y que llegaba hasta la mitad de su abdomen plano, mostrando su ombligo  y su piel clara. Para sólo llevaba sus bragas color negro con un gatito en el elástico. La joven agito su cabeza y lo quedó mirando, primero pensó que era Yami, pero el roce tibio de sus manos y el color inconfundible de sus cabellos le indicó que no era su travieso amigo.

-Hayashi-sempai!- exclamó, asustada, no esperaba verlo ahí, pero recordó que él se había quedado en casa, en uno de los intentos de su abuela de que ambos congeniaran , Hotaru tragó saliva,  y en vista de la situación, era mejor actuar lo más natural, así que simplemente quedó sentada en el suelo, y le sonrió ligeramente sonrojada a su maestro y ¿prometido?

- la...lamento haberlo despertado...- se mordió el labio inferior, y miró hacia un costado, hacia el espejo, ese era el último de los recuerdos que tenía, además del frío, la chica se abraza así misma, sus pezones asomaban bajo la sudadera blanca-hace mucho... frío - exclamó sin poder recordar que había pasado - no.. no sé que pasó..- dice bajando la mirada, y abrazándose así misma, estaba temblando

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25/02/2014, 21:47
Edward Hayashi

Edward frunció el ceño y miró a todos lados, como esperando ver la esencia de un espíritu rondando por la habitación. Pero a priori no parecía haber nada especial en la sala, así que pensó que todo podía haber sido un mal sueño...

Sus ojos inconscientemente la recorrieron un momento, quitándose aquellas ideas de la cabeza y la cogió en brazos y por las piernas. Hotaru pudo sentir como su codo se clavaba contra los abdominales de Edward, que la levantó. - Ahora estoy a tu lado, no tienes que preocuparte de nada. Te llevaré a la cama para que entres en calor, ¿de acuerdo? - él esperó a que asintiera para caminar hasta la cama la chica, tumbándola encima y abriendo la cama, mientras sentía la suavidad de las sábanas con sus manos. La tapó y sin decir nada más se metió en el interior con ella. - Ven aquí, puedes cerrar los ojos, yo no tengo frío así que puedo compartir mi calor. Sólo date unos minutos y te sentirás mejor, ¿de acuerdo? -

Aquella situación era algo surrealista, pero el joven únicamente la cubrió con un brazo para juntarse a ella y apoyó la cabeza de Hotaru en su pecho, compartiendo su calor corporal con el de la joven. Si bien era cierto que no podía evitar pensar en otras cosas estando allí las prioridades eran la salud de la chica.

Notas de juego

Oops, malentendí completamente eso. Bueno, la diferencia no es mucha así que no pasa nada ;) Disculpa

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25/02/2014, 22:02
Hotaru Fukuhoshi

La tomó en brazos, y la llevó a la cama, Hotaru estabas más preocupada por el frío que en fijarse en la situación, incluso cuando estaba en la cama, en encogió como un ovillo tiritando, sin embargo, Edward se metió en la cama con ella, y Hotaru reaccionó, sonrojada y nerviosa, pero aun así, pegó su cuerpo al costado del joven, apoyando su cabeza en el hueco que se forma entre su brazo y su torso,  y su mano blanca se quedó sobre el pecho trabajado de su maestro. Hotaru, suspiró, y rodeo con sus piernas las piernas de él, buscando que se quedara ligeramente de costado,  para que la abrazara más. En silencio abrió sus ojos, y se encontró con los de él... Su corazón estaba latiendo con fuerza, mucha fuerza, sin poder dejar de mirarlo desde una posición más abajo...

- gra... gracias... Hayashi-sempai - murmuró, y se fijó en sus labios, hasta ese momento no había reparado lo atractivo que era, y sobre todo lo que le provocaba, su cuerpo tembló, y pasó su lengua por su labio inferior delinéandolo. Deseaba besarlo, y mucho.

-¿ Hayashi-sempai... real...realmente piensas que... podríamos ... comprometernos?- pregunta al fin, acurrucad a su lado y recuperando lentamente el calor, ambos escucharon algunos pasos que iban hacia su cuarto, pero luego se devolvieron, de seguro era su abuela, y que al "saber" que estaban cuidando su nieta se retiraba. Hotaru sonrió sonrojada, y lo abrazó con más fuerza - me... me puede frotar la espalda? - preguntó sonrojada.

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25/02/2014, 22:14
Edward Hayashi

El joven librero reaccionó a sus movimientos y la abrazó por completo, pegando su cuerpo al de la joven como buscaba. Se mantuvo en silencio mientras le dedicaba una sonrisa reconfortante, transmitiéndole paz. La chica estaba muy nerviosa y él se vió ligeramente contagiado de ese nerviosismo.

Atendió a los pasos y supo también que la abuela se había acercado a comprobar cómo estaba su nieta, pero había cambiado de opinión a medio camino. Todo aquello parecía planeado por la anciana, y le resultó gracioso tanto eso como la forma en la que estaban ambos vestidos. Mientras que ella estaba semidesnuda de cintura hacia abajo, era él el que no tenía ropa de cintura hacia arriba.

- Bueno... no lo sé. He estado pensando sobre ello, pues no es algo que podamos tomar a la ligera. Eres una joven maravillosa... bella como ninguna y muy atractiva... - abrazándola, recorrió su mano por su espalda bajando y parándose antes de llegar a su trasero, respetuoso - ...muy deseable. Pero el matrimonio es un asunto muy serio y ambos debemos tenerlo muy claro antes de aceptar. Vamos... vamos a necesitar un tiempo, Hotaru. Espero que no me malinterpretes, pues creo que sería todo un honor compartir mi vida contigo. -

- Puedo darte un masaje, si así lo deseas... pero deberías subir tu sudadera para ello, es muy difícil hacerlo con esa prenda encima. -

Notas de juego

He añadido la última frase en el edit, que se me había olvidado lo de la espalda ^^

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25/02/2014, 23:10
Hotaru Fukuhoshi

Contra su cuerpo y su torso desnudo, suspiró y sintió su aroma varonil, él, en realidad, era todo lo que una chica podría esperar, todo y más, Hotaru, rozó con su nariz la piel de su torso, cayendo en cuenta que no había estado así con un chico, se mordió el labio inferior, y aunque aun estaba helada, no estaba tiritando por lo menos. Hotaru, escucharía  sus palabras y también las había meditado, su abuela estaba loca, pero tenía razón, lo mejor era poder conseguir a una persona con sus mismos poderes para desposarse, pero por desgracia, de su edad no habían invocadores, o por lo menos, no de la categoría de Edward, pero para Hotaru no sólo era esa la razón por la que meditaba lo del compromiso, sino porque era él..

yo...- abrió sus labios, había sonreído complacida con los masajes, y más por sus palabras, pero no sabía si él decia todo aquello para hacerla sentir bien, o para no decepcionar  a su abuela, ella también hacía dicho que lo vería, para precisamente no entristecer a la abuela.- también creo que eres un chico increíble, guapo... inteligente y fuerte como ningún otro... y que sería un honor ser tu mujer, pero... no sólo de admiración se puede mantener un matrimonio, debe... haber amor, Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor... *- se separó un poco de él y lo quedó observando, había citado a algún libro, el brillo en sus ojos la delataba.

- por eso... eres mi Gato de Schrödinger...sólo podemos saber si el gato está vivo, si abrimos la caja - sonrió, a pesar de su edad, era muy madura y sobre todo inteligente, Hotaru, se fue inclinando sobre él, lentamente - me... me ofreciste un masaje... yo te ofrezco que comprobemos si el gato está vivo... bésame... y veamos que se siente - lo miró directamente a los ojos, colocada sobre él, apoyada con sus brazos pálidos, y apoyando su torso en el costado de chico, él podría ver desde esa posición sus bellos pechos que rozaban su piel por la gracia de la gravedad.

Notas de juego

*Mario Benedeti -Gracias por el Fuego.

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25/02/2014, 23:15
Edward Hayashi

- Estoy totalmente deacuerdo contigo... y no habrá un matrimonio hasta que los dos sepamos del todo que inspiramos el amor que merecemos en el otro, te lo prometo... - susurró, levantando una de sus manos para posarla en su mejilla, acariciando con el dedo pulgar su suave piel, mirando a sus ojos con dulzura y cariño, junto a una taza de deseo - ¿Así que soy tu gato de Schrödinger? ¡Jajajaja! Que así sea entonces... sólo espero no morir después del beso para poder permanecer junto a ti más tiempo. -

Y con una sonrisa se inclinó hacia su rostro, cogiendo mejor su mejilla con la mano y juntando los labios de ambos en una sinfonía que comenzó lenta y armoniosa, como la banda sonora perfecta para la escena de una película. Sin dejar de besarla su mano prologó una caricia desde su cuello hasta su cintura, apoyándose en la cadera con delicadeza y perdiéndose en sus labios como si bebiera el maná de los dioses. Sus ojos, cuando se abrían y miraban los de Hotaru, mostraban algo nuevo: una fiereza que no había notado antes en él. Su cuerpo reaccionó y Hotaru pudo notar como algo comenzaba a hacer presión en una de sus piernas, muestra de una parte de lo que sentia en ese momento.

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26/02/2014, 01:08
Hotaru Fukuhoshi

Afortunadamente para ambos,el gato no estaba muerto, y sus bocas danzaron deliciosamente al compás de sus movimientos, de sus roces, sus labios se acoplaron  y la chica delineo con ellos la boca de su maestro, respirando suavemente y jugando  con su lengua en los labios de él, y al terminar  la chica estaba sonrojada, se fue alejando de su boca, pero sus cuerpos seguían rozándose. Le había gustado y mucho.

- no está muerto...- susurró, traviesa y en un acto que no obedecía necesariamente a su razón, sino, a un deseo que su cuerpo estaba pidiendo, el no tener novio, el tener que estar entrenando siempre hacía que simplemente deseara sentirse deseada, tocada... Hotaru pasó su pierna por las caderas de él, y quedó montada sobre las caderas de Edward, sintiendo la presión de su entrepierna contra la de ella. La joven bajó sus brazos que quedaron a los costados de la cabeza del rubio y lo miró con demasiada atención a los ojos, en os violeta de ella estaba la misma fiereza que en los ojos de Edward - creo... que podemos... seguir.. viendo si esto... funciona - murmuró, aún seguía pensando que él necesitaba una mujer y no una niña como ella, aunque su cuerpo no fuese el de una niña. Hotaru contuvo su deseo, y terminó apoyada sobre el pecho de él, sus pechos cedieron ante su propio peso, y se acomodaron sobre el pecho desnudo de Edward, el sentía su cabeza en su hombro, y el sedoso cabello oscuro, este tenía un delicioso aroma a chocolate.

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26/02/2014, 10:23
Edward Hayashi

El rubio notó como el calor recorría cada centímetro de su cuerpo debido al beso, y más sintió cuando la muchacha se puso sobre sus caderas. La joven en su entrepierna no llevaba más que la ropa interior y el contacto era muy directo, pues los pantalones de traje que no había tenido tiempo a quitarse en su habitación eran de una tela muy fina.

Ahora llevó su mano a los labios de Hotaru, pasando su dedo pulsar por éstos, deseando volver a unir sus labios con los suyos. Hotaru pudo ver claramente como su mentor cerró los ojos y respiró muy hondo, como si hiciese acopio de todas sus fuerzas. También pudo notar claramente lo que el cuerpo de Edward estaba pidiendo y que presionaba con fuerza la propia entrepierna de la joven.

- Claro que podemos... pero no sé si me podré contener estando aquí, en una cama contigo... - le confesó al oído, sensualmente - Eres demasiado deseable y si me quedo aquí no responderé de mis actos... -

 

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26/02/2014, 15:38
Hotaru Fukuhoshi

Sentía la excitación como una corriente eléctrica que desentumecía cada parte de su cuerpo delgado, de ese cuerpo que ya era el de una mujer en muchos sentidos, menos en el de la edad. Hotaru soltó un pequeño gemido,  y abrió sus labios pero la voz no salió de su garganta contenida por ese estremecimiento que rayaba en lo indecoroso y que le producía el sexo de él chocando contra su entrepierna que comenzaba a humedecerse ante la expectación de las primeras sensaciones con un hombre, en donde incluso los dedos de él, rozando su mejilla la podrían hacer delirar...

Edward pide distancia, lo que era muy sensato, distancia de la tentación de tener a una joven sobre él, pero Hotaru pensó dos cosas más, la primera, es que él si reaccionaba ante su presencia, lo que revelaba definitivamente que el gato estaba vivo en la caja, y segundo, que ella tampoco sabía muy bien si deseaba controlarse, pero ¿hasta donde llegarían?... Hotaru mordió su labio inferior y cuando sintió sus dedos sobre su boca, ella tomó con sus dedos delgados su muñeca y acercó esos dedos sus labios, primero un beso, y luego los introdujo en su boca, lamiendo suavemente y sólo la primera falange de su dedo índice.

Hotaru soltó un gemido pero terminó bajando de las caderas de él, con su pecho bajando y subiendo, sí, era mejor esperar, esperar... pero es que los deseos estaban ahí, apretó los ojos, y llevó su mano a su pecho, intentando calmarse. Tiempo... tiempo...

- Edward-kun - giró su rostro hacia él, seguramente el hombre estaba que explotaba como ella, y no quería jugar a ser mojigata, no iba con ella, pero ¿acaso no empezar algo en esa cama no respondería solo a una calentura del momento y no a ese amor que quizás podrían tenerse? Odiaba a su abuela, sí, ella la puso en esa situación! y Yami también lo estaba haciendo, dudar...- si sigues aquí, yo seré la que no responderé de mis actos y no.. no es lo que deberíamos hacer... - se pone de costado - si estoy contigo... no quiero que sea por el calor del momento, una pasión alocada, me gustaría que fuese por algo más... ¿no... crees?... pero podemos besarnos... y esperar no quemarnos - eso era jugar con fuego, pero es que le gustaba el calor de él en su cama. Malditas  hormonas!!!

 

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26/02/2014, 17:24
Edward Hayashi

El contacto de los labios de Hotaru en su dedo índice fue demasiado para Edward, que tuvo que cerrar los ojos y profirió un leve gruñido como el de una bestia que está aplacando su propia ira con toda la fuerza de su voluntad. Pero aquello estaba siendo demasiado para Ed que luchaba por no volverse totalmente loco.

- Una pasión alocada... - su respiración se había hecho más pesada y profunda, bebiendo de los ojos de Hotaru con una mirada cargada de un deseo incontenible - Estamos siendo sinceros... el uno con el otro... y no nos casaremos cegados por ninguna pasión estúpida... pero eso no implica que no desee entregarme a ella. -

Colocó sus dedos bajo el mentón de Hotaru y se acercó unos centímetros hacia su rostro, en una debacle interna que estaba perdiendo. - No voy a rechazar jamás uno de tus besos... pero cuando lo haga... será tarde para controlarme. Quizás lo sea ya... -

Se inclinó un poco más y levantó con cuidado el mentón de la joven para volver a besarle apasionadamente, deslizando la mano hasta su cuello para acariciarlo con las yemas de los dedos y hacer el beso más profundo. Su lengua pidió paso en la boca de Hotaru y comenzó a jugar con ella dentro, totalmente cegado por el placer que había acumulado desde que habían empezado a tontear en la cama. Su otra mano volvió a recorrer el costado, rozando su pecho con los dedos para continuar bajando hasta su cintura, clavando los dedos en ella como si fuese su salvavidas para no perderse en el torbellino de deseo que la recorría. - Si sabemos que vamos a dar todo lo que esté en nuestra mano por amarnos... yo deseo entregarme a ti... -

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26/02/2014, 18:11
Hotaru Fukuhoshi

Estaban rodeados por el fuego que ellos mismos habían iniciado, era un fuego envolvente que no los dejaría libres, sólo había un camino, caer en esa tentación enorme que los estaba llevando a volverse locos, a gemir y gruñir ante el momento antes de juntar sus cuerpos, antes de besarse con una pasión indomable y que definiría lo que eran. Hotaru perdió el aliento, cada una de sus palabras lo hacía, y cerró sus ojos, intentando encontrar esa calma que siempre tenía, pero ¿dónde estaba su calma?, solo podía sentir el fuego de su vientre, ese calor que había descubierto en soledad, pero que no se comparaba con esto.

- Ed..- no pudo decir su nombre él tomando su mentón la besó con pasión, la besó y hundió su boca en los labios carnosos de ella, juntando sus lenguas, que se rozaron y danzaron en la boca, delineando cada espacio de su boca, cada lugar en busca de un punto en donde el deseo fuese superior, y venciera los peros. Hotaru abrió su boca, y  sus manos lo jalaron de su nuca, deslizando sus dedos por sus cabellos rubios, sus labios se separaban y sus cabezas buscaban la mejor manera de volverse a acoplar, Hotaru delineo con sus dientes su labio inferior, y soltó un gemido mas fuerte cuando los dedos de él rozaron su pecho. Edward revela lo que desea, y ella también lo quería, cierra sus ojos,  y los dedos clavaros de él en su vientre la hacen reaccionar. 

- pero... cuando.. cuando haya amor... - dice al final echando mano a las ultimas fuerzas de voluntad que habían en su cuerpo lleno de deseos - cuando... me ames... me ames si... logras amarme... entrégate a mí... y yo... también, cuando te ame.. cuando suceda.., me entregaré.. Edward, no he estado con nadie así... no he tenido sexo con nadie y no quiero que sea así, ni sé cómo quiero que sea, pero así... en medio de la noche y furtivamente... no, no es así, -  toma su mejilla, y besa sus labios - te deseo.. no lo niego, te deseo y mucho, pero... vamos lento, vamos... más lento, me gustas mucho Edward, eres fantástico...  pero quiero estar segura, quiero que no sea sólo una noche y que luego no nos podamos ver a la cara por la vergüenza o que tú te sientas obligado a casarte conmigo, sé que es... es una mala jugada de mi parte, y  ni te imaginas como deseo que me toques que me hagas gritar, pero... por el cariño que te tengo, no permitiré que caígamos en esta pasión, pero no sé si tenga más voluntad para... para resistirme a tu boca - mira sus labios, y se muerde su labio inferior, estaba deseosa, sus pezones estaban erizados y se asomaban bajo la tela de algodón de su camiseta - a ti... - contuvo sus ganas de besarlo, su cuerpo por completo templaba como si fuera un pajarito, quizás,  si fuera sólo eso, una noche, una pasión tan sólo, se hubiera entregado y al carajo eso de la virginidad, pero Edward podría ser su marido, el hombre al cual amaría con todas sus fuerzas, ¿no debería poder existir algo mejor en otro momento en donde sus corazones estuvieran unidos antes que sus cuerpos?.

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26/02/2014, 18:55
Edward Hayashi

Jadeó con fuerza, escuchando sus palabras y sus ojos parecieron volverse más oscuros y salvajes. Asiente casi temblando a las palabras de Hotaru y se aleja un poco de ella, hasta el límite de la cama. Él había pasado el límite y apenas era capaz de mirarla sin lanzarse a recorrer todo su cuerpo con su lengua y sus labios. Agarró las sábanas con fuerza y tiró de ellas, liberando una pequeña parte de la tensión que había en su interior.

- Sí... sí. Tienes razón... pero si permanezco aquí esta noche no me podré controlar. Soy... suelo ser un caballero en estos casos, pero no soy de piedra, Hotaru. Si me quedo y te veo vestida sólo con esa camiseta y tu ropa interior te lo arrancaré para poseerte... - dijo, mordiéndose el labio, a punto de salir de la cama. Su propia entrepierna aún se marcaba mucho contra el pantalón. - Pero cuando nos amemos y demos el paso... no será aquí donde ocurra. Será en un lugar donde sólo estemos tú y yo... y te haré de gritar de placer como no has gritado en toda tu vida. -

Salió de las sábanas y se puso de pie, llevando una mano a su frente, que ardía. Sus jadeos continuaban y su puño estaba apretado, fruto de la tensión que le recorría. - Te lo prometo... -

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26/02/2014, 19:34
Hotaru Fukuhoshi

Escucharlo hablar, escucharlo jadear como ella también lo hacía, era muestra de sólo desear estar juntos, unirse porque la pasión así era, la pasión no conocía de limites, de sentimientos, de nada, era pasión pura y sencilla, una fuerza irrefrenable que sólo tenía un objetivo, conseguir que el otro gima envuelto en el placer de cada roce, de cada embestida de cada movimiento. Hotaru apretó las sábanas como Edward, y por unos segundos dudó en su decisión, jalar de su mano y desnudarlo para que encontrara en su intimidad un lugar donde descansar... Tragó saliva, necesitaría una ducha helada para bajar el deseo y la tensión de su cuerpo...

- quiero... que me hagas gritar.. y suplicar con tu nombre en mis labios, que sigas... poseyéndome - sincera, directa y con ese dejo de descaro que siempre tenía, le dijo lo que quería y otra vez, su mano se mueve, ella se pone boca abajo, y su palma se desliza por la cama hasta casi el roce de la pierna de Edward que estaba de pie, penas mirándola, agitado y con su miembro duro, ella podía verlo perfilado por la escasa luz que entraba  por la ventana, se contuvo de agarrarlo y jalarlo hacia si, pero sus dedos rozaron sí la tela de su pantalón, ya no tenía certeza de resistirse, no podía, lo que había dicho era para auto convencerse de algo que su cuerpo rechazaba.

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26/02/2014, 19:46
Edward Hayashi

Había ganado parte de la fuerza que necesitaba para alejarse de allí, pero entonces observó el cuerpo a cuatro patas de Hotaru que se acercaba a él por la cama, llegando a rozar su pantalón con los dedos.

Aquello fue como la detonación de un poderoso explosivo. El rubio se acercó a ella y la cogió por los hombros, colocando la rodilla en la cama para girarla y tumbarla boca arriba. De un rápido movimiento acabó sobre ella, sintiendo como su visión se emborronaba ligeramente por la pasión desenfrenada. Puso su pierna entre las de ella e hizo presión, inclinándose sobre su rostro. La besó una vez más, como si fuese la última de su vida, devorando sus labios y usando su lengua para acompasar aquella unión. Así se mantuvo unos segundos hasta que se apartó unos pocos centímetros de su rostro.

- No puedo seguir así... empújame y sácame de tu habitación si lo deseas y me iré, pero si no lo haces te juro que no pasará de esta noche... te volveré a besar y mis labios bajarán por tu cuerpo hasta que llegues al mismo cielo, lo juro por todos los dioses. - le susurró con rabia y ardiente de deseo, incapaz de contener más todo aquello, pues para haberlo evitado tendrían que haber parado todo aquello mucho antes

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26/02/2014, 21:05
Hotaru Fukuhoshi

Por todos los dioses, no podía no podía, él estaba sobre él, la había tumbado en la cama y su cuerpo delgado quedó de espaldas en esas sábanas, se estremecía temblaba, su humedad aumentaba y el calor había teñido sus mejillas de rojo, así como sus labios que era un faro incandescente de pasión y lujuria, se deseaban, ya no había para nada más, se deseaban, y ella tomo su nuca y lo jaló a su boca para besarlo también con pasión, sabiendo que su promesa iba a cumplirse, él al tomaría esa noche, la haría gemir en esa cama y se llevaría su virginidad... Hotaru sedienta de sus labios, de su cuerpo que ahora descansaba sobre su cuerpo curviléneo, sus pechos erizados, su entrepierna caliente. Se besaron y ella deslizó sus manos por la espalda del rubio,  memorizando la forma de sus músculos tonificados,  era tan fuerte tan... por eso no pudo decirle que no, no podría sacarlo de encima, no tendría la fuerza ni física ni mental para sacarlo de encima...

Lo rodeo con sus piernas, eran torneadas y blancas,  lo rodeo e iban a perderse en ese momento cuando ne la puerta se escuchó algo caer y luego un maullido, meowww... Hotaru abrió los ojos, y apartó a Edward de ella demasiado brusca, casi botándolo de la cama.

- Yami!..- exclamó asustada,  sin darse cuenta que había casi botado a Edward de la cama, pero al darse cuenta, se puso demasiado roja  y  lo miró apenada - lo... lo siento, creí que era Yami... - espiándola, eso era lo que le faltó decirlo, el Oni le gustaba espiarla, y si la sorprendía con Edward en su habitación. El ruido en la ventana continuo y se vio la cola de un gato y luego su cabeza, sus ojos brillantes y su pelaje blanco, era Moka,la gata de su abuela, Hotaru soltó una enorme carcajada,   y pasó su mano por su cabello, aún abochornada por lo que había pasado y más con Edward, apenada se encogió de hombros y lo observó,  el momento había acabado de manera abrupta, aunque por poco habían lo habían hecho, Hotaru, jaló de las sábanas y se cubrió, recordando lo que le había dicho, de verla vestida así.

- creo... que... que es mejor que... vayas a descansar - levantó su rostro, aún muy sonrojada, sin poderlo ver de nuevo a los ojos, se mordió el labio inferior, aun sintiendo el sabor de sus labios sobre los de ella.

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26/02/2014, 21:24
Edward Hayashi

Edward se había entregado al cuerpo de Hotaru, cubriéndo sus labios y su cuello de besos mientras sentía que las piernas de la muchacha rodeaban su cuerpo. Pero algo perturbó aquel momento y el invocador se vió empujado hacia un lado de la cama, sorprendido por lo que podía estar ocurriendo.

Un gato. Un simple gato había conseguido romper lo que toda la fuerza de voluntad de ambos no había conseguido. Fue todo lo que necesitó para controlarse y recuperar la noción de lo que estaba ocurriendo. Hotaru rió por la presencia del gato, pero Edward no esbozó ni una sonrisa. No estaba frustado, pero su interior estaba luchando por volver a guardar algo que había estado a punto de florecer. Inclinó ligeramente la frente para que el pelo le cubriera los ojos y se quedó mirando a la puerta.

- No pasa nada. - susurró él, y su tono de voz había vuelto a la normalidad. Pero no entró en contacto visual con la joven, asintiendo cuando le pidió que se fuese a descansar. Caminó hasta la puerta despacio y recto, con el porte de un príncipe. Estuvo a punto de cruzar el umbral cuando puso una mano en el marco de la puerta y paró. - ...Hotaru. No te preocupes, no estoy enfadado. Nos volveremos a ver en la próxima clase, más calmados. Que tengas... una buena noche. -

Y cruzó la puerta para dirigirse a su habitación. Una vez allí fue hasta el montón de ropa que se había quitado y metódicamente comenzó a vestirse de nuevo, mientras todo volvía a la normalidad en su cabeza. Aquello había estado cerca, pero no se refería precisamente a poseerla. Sin embargo, tenía que irse de allí. De lo contrario...

Salió de la habitación ya vestido del todo y fue a buscar a una de las personas del servicio. El silencio que había en la casa permitió a Hotaru escuchar el sonido de su voz ahogado por las paredes que habían entre ellos. - Sí, me ha surgido un asunto de urgencia y debo irme de inmediato. Pídale disculpas de mi parte a Fukuhoshi-sama, por favor. Lamento las molestias. - le dijo al servicio antes de abandonar la casa en mitad de la noche

Notas de juego

Si se quedaba ahí las cosas podrían haber acabado muy mal jajajaja