Partida Rol por web

La boca de Aika era muy cálida y su lengua aun mas, la espíritu agarraba su cabeza con poca fuerza pues no quería que se perdiera ese contacto. Sus labios apenas llegaban a cerrarse, solo sutilmente pues constantemente debía abrirlos para dejar escapar los gemidos que su nueva invocadora le provocaban. Como hombre no había sido tan fuerte la sensación como la que estaba sintiendo en esos momentos. Se sentía totalmente a merced de Aika, quería sentir sus manos por todo su cuerpo, su piel junto a la suya, sus labios jugando con los suyos. No quería que esa sensación parase.

Los dedos de Aika continuaban jugando con su sexo hasta llegar a invadirlo por dentro, al hacerlo, las piernas le empezaron a temblar obligando a su cuerpo a apoyarse en el de Aika. Una corriente eléctrica empezó a recorrerle el cuerpo de un lado a otro, podía sentir como sus pezones se endurecían aun mas que con el contacto de su boca. Una especie de liquido empezaba a escurrirse de su interior. Sabia que no era agua pues no existía en su organismo, era el mismo fluido cargado con su esencia. La sensación al bajar y empaparse en la mano de Aika le hacia perder el control. Cuando la invito a acercarse y abrazarla ella se dejo sin dudar.

-A...Aika.... dejo escapar en un gemido. Las manos del espiritu volvieron a rodear su espalda esta vez juntando los pechos de ambas, eran mas suaves de lo que recordaba, ademas de que la sensacion de tocar sus pezones junto con los suyos era bastante extraña y a la vez excitante. Las manos del espiritu volvieron a recorrer tu espalda entera hasta que una de las manos se deposito en tu intimidad, separando sutilmente los labios. -Quier....quiero..hacerte sentir...bien.. Los ojos de la espiritu te miraban brillantes, sin poder contener las ganas que tenia de yacer a su lado. Daba igual en que forma pues no podia partar sus ojos de ella.

Las caricias que le daba a Ogami daban resultados. Sentir el cuerpo de el frotandose contra el de ella, jamas hubiera creído que ella era capaz de algo asi. Y sabia tan bien, sus pecho, tenían un sabor increíble, dulce y salado, y sus labios. Quería comérselos cual fresas. Escucharla gemir era mágico y le daba cada vez mas calentura.
Pudo sentir sus dedos cubriéndose del jugo del yokai, y quiso saber que sabor tenia, llevo su mano húmeda a sus labios y lamio sus dedos. Era cálido, dulce y a la vez..algo diferente a lo que pensaba. Mágico. Ella gemía y pronunciaba su nombre, lo cual aumentaba la lujuria y el deseo de Aika.

Al acomodarse, los pechos de ambas chocaron, los pezones frotándose unos con otros. Aika dejo escapar un gemido bajo, ya que no esperaba que un cuerpo así se sintiera tan bien. Sintió la mano de Ogami deslizándose en su entrepierna y gimió adelantándose a la sensación y todo lo que el espíritu podría hacerle sentir.
Sus ojos sen entrelazaron con los del Yokai, que apenas podía hablar. -y yo a ti...- Volvió a besarle y se giro, colocándose sobre el yokai, dejando la abertura de sus piernas y la mano de Ogami libertad para hacerle sentir todo y mucho mas, mientras que su propia mano volvía buscar la perla de placer que se escondió entre sus cuerpos entrelazados, mientras que su cara se ocultaba entre los pechos suaves del espíritu. Sin darse cuenta empezaba a gemir mas fuerte, jadeando y resoplando, pero sin dejar de atacar los pezones que quedaron a su alcance nuevamente.

Los dedos del espíritu se movían incansables por el sexo de Aika, se sentía atrapada por el caliente cuerpo de su invocadora. Era una visión hermosa el poder verla desde abajo, como gemía por sus caricias y sentir como sus labios se envolvían en sus pechos. Con un dedo volvió a adentrarse en el interior de Aika de la misma forma que la ultima vez, haciendo que el calor atravesara todo su interior inundandola de su fuego. Sabia que aquello le gustaba, por si fuera poco con un segundo comenzó a acariciar sus paredes con algo mas de fuerza, una presión que sus llamas de por si no podrían hacer.

Apenas podía gesticular palabra y se sentía extraña por dentro, como si algo estuviera viniendo del fondo de su ser. La respiración se le agitaba y sus dedos se movían mas rápido, tanto las caricias internas como las externas, pues en estos momentos dos de sus dedos tenían aprisionado el clítoris y lo movían suavemente restregándolos entre los dos.

-Aika...me siento extraña... Le susurro al oido mientras dejaba que sintieras su calido aliento. -Es...como si...quisiera mas...aun teniendo....estas sensaciones... No podia explicarlo con palabras, pues todo su cuerpo deseaba fundirse con Aika, queria mantenerla en sus brazos, sentir su intimidad, sus besos, escuchar sus gemidos, sentir sus caricias....eran demasiadas emociones a la vez que no podia explicar de ninguna manera y apenas entenderlo. Dejo reposar los labios en el cuello de Aika y empezo a lamerlo despacio, pues aparte de acariciarla, no sabia como complacerla en este cuerpo que parecia ser demasiado sensitivo en comparacion con el antiguo.

Otra vez volvio a sentir el calor intenso provocado por el yokai, sabia que utilizaba su magia para excitarla mas, y no le molestaba en absoluto. Sentía su sexo humedeciéndose y chorreando al calor y la fricción de los dedos de Ogami, y quería sentir mas aun.
Sonrió al escuchar las palabras de desconcierto, y aumento la rapidez de sus dedos y la presión en el clítoris de su compañera. Quería sentir todo el cuerpo del yokai temblar y acabar como lo había hecho ella hace unos momentos. Dejo que le lamiera y mordiera el cuello, pero a cambio acariciaba sin piedad los pechos y pezones de l de Ogami. -Debes seguir...debes pasar ese limite...que parece haber....y luego...vas a explotar en placer..- No sabia sis sus palabras eran claras, por que tampoco podía coordinar sus pensamientos. El espíritu, a pesar de su inexperiencia, parecía saber innatamente donde acariciar, que parte de cuerpo recibía y era mas sensible a las caricias.

Podía sentir como una creciente sensación empezaba a acumularse en el estomago, cada vez mas grande. Apenas podía concentrarse en sus dedos ni en manejar su calor por el interior de Aika, estaba concentrada en le placer que estaba recibiendo. Apenas podía respirar con normalidad, y su cuerpo ya no respondía, se movía al compás que Aika marcaba sin poder hacer anda al respecto, tampoco es que quisiera detenerla.

Con un fuerte gemido, un poco mas altos que el resto y dejando que su cabeza se echara hacia atrás, ya que la espalda no podía levantarse por el peso de Aika, un fluido cálido recorrió todo su interior hasta acabar cayendo en las sabanas. Podía sentir como cada gota salia de su cuerpo dándole un alivio y un sentimiento de plenitud que le hacia sentir como el placer rodeaba su cuerpo con su calido abrazo. Su pecho se fue agitando cada vez menos y sus dedos volvieron a concentrarse en Aika. Ahora quería verla a ella sentir lo mismo. Pues le había encantado. -Es tu turno Aika...quiero ver como vuelver a arder por dentro. Con la mano libre te atrapa uno de los pechos y comienza a masajearlos con su calor.

La explosión en le cuerpo de Ogami llevo una sonrisa a los labios de Aika, y a la vez, un gran deseo de sentir lo mismo,y de saber que su cara, Dios, su cara se veía así cuando llegaba al Orgasmo? Era una visión única. Los labios partidos del yokai, el gemido, jamas se hubiera imaginado que era algo tan hermoso . -Te ves..increíble cuando acabas..Ogami-. Beso sus labios una vez mas antes de sentir que el espíritu se recuperaba rápidamente y enfocaba sus caricias en ella. Esta vez con mas fuego que antes, el calor recorriendo su piel, dándole escalofríos de placer.
Se dejo llevar por el renovado ímpetu que venia del espíritu.- Y yo quiero que me hagas arder de nuevo...- Se sorprendió a si misma al escuchar lo que decía..desde cuando ella tenia esos deseos, esa lujuria? habrían estado siempre allí. -Quiero ser tuya..una vez mas- Le susurro al oído.
Se dejo llevar en el beso del espíritu, volviendo a usar su lengua, jugando con la de Ogami, sintiendo el sabor de su boca, de su saliva. Sus manos, en sus pechos, la hacían suspirar de placer, y sus dedos, en su sexo, se sentían tan bien, deseo poder estar así por siempre, abrazando al espíritu, en un eterno ida y vuelta de lujuria y placer. Su corazón latía fuerte y podía ver la cadena que los unía otra vez, siempre presente.
-Cambiemos de posición, quiero sentir tu cuerpo increíble cubriéndome, la presión de tus pechos en los míos, sentirme capturada por tu calor.- Le susurro al oído, pidiéndole, rogándole.

Ogami sonrió ante tal petición pues deseaba tenerla entre sus brazos y hacerla experimentar lo que recién había aprendido. Los dedos del espíritu abandonaron su sexo dejando en su interior las llamas danzar mientras continuaban estimulándola sin necesidad de que se mantuvieran allí y la mano del pecho también se aparto. Con un sutil movimiento pero acertado la dejo nuevamente debajo de la espíritu. Las manos instantáneamente se colocaron en las muñecas de las de Aika, dejándolas a cada lado de su cabeza. Las caderas de Ogami reposaban gracilmente sobre el sexo de Aika rozándose suavemente con cada bocanada de aire que aspiraban. Los labios de la espíritu se acercaron a ti y te sonrieron con lujuria.

-Ahora... te susurra pues no hacia falta levantar la voz para hacer ese momento mas intimido de lo que ya era. -Estas a merced de mis llamas Aika...dejate llevar por su calor.

Dicho esto los pechos de Ogami rozaron los de Aika hasta que coloco los pezones en una posición que le agradaba, ademas de hacerla sentí bien, y dejarse caer con parte del peso. Era una sensación distinta a la de estar debajo, pues la presión era menor, aunque igualmente agradable. Dejándose deslizar le dio un pequeño beso en los labios, esta vez los separo rápido pues los quería mantener ocupados en otras tareas. La lengua de la espíritu descendió por el cuello de su invocadora, dejando que su rastro de calor se quedara impregnado en la piel. Dejando que sus pechos se deslizaran hasta el vientre, podías sentir el cálido aliento en tus pechos.

-Dulce tentacion... dijo antes de introducirse parte del pecho en la boca. En su interior la lengua describia pequeños circulos alrededor de los pezones sin llegar a tocarlos antes de atraparlos con los dientes sin hacer nada de presion y estirarlos sutilmente.

Dejando de lado los pechos y después de darle una ultima lamida a ellos su cabeza continua descendiendo hasta ponerse entre sus piernas. Con dos de tus dedos te separa sutilmente los labios y sonríe avergonzada. -El contraste entre el rosa y el azul...es muy hermoso. Te...favorece Aika.

La cálida lengua de la espíritu empieza a recorrer tu intimidad, lamiendo tanto el fluido que sus llamas habían obtenido como rodeando la perla con sus lamidas. Era muy dulce a su gusto, ya que no lo tenia y estaba absorbiendo parte de la lujuria de su invocadora. Con cada segundo que pasaba mas aumentaba la velocidad y incluso llego a introducir su lengua en el interior de Aika, alargándola para que palpara las paredes de su interior

Aika se dejo llevar por el Oni, sus manos, arriba de su cabeza. La nueva posición, con el cuerpo femenino sobre ella, le causaba mucho placer, sentir toda o la extensión de Ogami sobre ella, y las llamas quemandola suavemente en su sexo. Se estremeció de placer, su cuerpo le pedía arquearse, pero el peso de Ogami no la dejaba, era una dulce tortura, seguida de suaves y deliciosas caricias.
Los susurros del Yokai le provocaban mas excitación, y se veía reflejado en sus mejillas y su piel, que se sonrojaban a medida que el espíritu la rozaba. El beso en los labios, en esos labios que sabían a fuego y a algo mas...que no sabia que era. No quería separarse pero siguió descendiendo sobre ella, su cuello, el valle entre sus pechos. La antelación de lo que venia la volvía loca. - Ogami..tus besos...me excitan mucho..y tu calor...me quema tan...dulcemente...no te detengas, por favor...- Le dijo entrecortadamente, deteniéndose entre beso y beso del espíritu.
Cuando uno de sus pechos se vio atrapado entre los labio del yokai, emitió un gemido de placer y su cuerpo entero se retorció de placer, suspirando y jadeando. No había bajado los brazos, y se aferraba a la almohada, sabiendo que era lo que el Oni quería.
Al sentir que ella seguía bajando, hasta la entrada de su sexo, suspiro -Ogami...que...- Se detuvo al sentir los dedos explorando, abriendo los labios de su sexo, observando. Se sintió mas desnuda que nunca, sus mejillas enrojecidas. Y la lengua... cuando sintió la lengua no pudo evitar llevar sus manos a la cabellera negra de Ogami, y aferrarse suavemente a el, ya que la sensación entre las llamas cálidas y la lengua húmeda la consumían lenta, pero inexorablemente. Sus piernas se abrieron, dejando le mas espacio a Ogami para que se divirtiera con sus partes interiores. Los rosados muslos invitaban a ser agarrados, exprimidos por las manos del espíritu.
Cuando el aumento la velocidad y la profundidad de su lengua, Aika no pudo contener sus gemidos, sus ruegos, y la tension en todo su cuerpo comenzó a aumentar. No quería tirarle del cabello a Ogami y hacerle doler, pero no podía controlar sus dedos, que se enredaban en el y apremiaban al espíritu a ir cada vez mas rápido, mas fuerte y mas profundo.

Con cada lamida que daba al sexo de Aika mas se dejaba hacer, las manos de Ogami se apoyaron en los muslos de su invocadora para poder profundizar en sus caricias. La lengua de la espíritu recorría todas las paredes interiores bajo la suave melodía de los gemidos de su invocadora. Era difícil de expresar el sentimiento que le ocasionaba que su voz sonaba por ella pues no podría soportar que fueran provocados por cualquier otro. Sentía como las suaves manos de Aika se apoyaban en su cabeza, sin querer que se apartara, y no lo iba a hacer. El néctar que estaba sorbiendo estaba cargada de lujuria y no dejaría de lamerla hasta que no le entregara toda la que tuviera en el cuerpo. Pues era uno de los mejores manjares que podría haber pedido. La lengua se movía incontrolable, se retorcía en su interior acompañando a las llamas que previamente ya se encontraban allí.

-Aika.. Balbucea pues tiene la lengua introducida en tu sexo. Se separa sutilmente, parece que su lengua sea de reptil pues aun esta en tu interior. -ee...dus..e....(eres dulce)...uieo...orate...as..(Quiero probarte mas)

Con un suave movimiento y teniéndote agarrada de los muslos te obliga a levantarte y antes de que te des cuenta te encuentras sentada cerca de la clavícula de Ogami. No parece que le incomode esa posición ni tu peso, tu sexo se encuentra enterrado en los labios de la espíritu que continua con su tarea, esta vez recorriendo su lengua por tus labios y describiendo pequeños círculos en tu clítoris antes de atraparlo en sus labios y lamerlo en el interior.

La lengua de Ogami la llenaba completamente y la fricción seguía aumentando su libido, cada vez humedeciéndose mas. Las manos tibias del yokai en sus muslos le daban aun mas excitación. No quería que nunca acabase, ya la vez quería llegar al orgasmo y acabar, dejando que Ogami probara toda la miel que saldría de su sexo.
Cuando Ogami la movió, ella se dejo guiar, ya que quería cumplir los deseos del yokai. Se sentó sobre el, dándole mas acenso a su vagina, a su interior, dejandole mas campo de ataque. Se recostó hacia atrás, el placer era demasiado. Comenzó a estremecerse con todos su cuerpo y a gemir aun mas de placer, Otra vez llego al clímax, bañando la boca de Ogami con jugos dulces.
Su cuerpo temblaba, y se estremecía alrededor del cuerpo de Ogami, suspirando y jadeando luego la emoción de alcanzar el orgasmo. -Otra vez...Ogami...eres...insaciable..-
Intento levantarse pero el agotamiento era muy grande, se giro a un costado, quedando al lado del espíritu, su cabeza cerca de su abdomen. Se recostó sobre el observándolo a los ojos, con una sonrisa somnolienta, pero llena de felicidad. Busco su mano, y la tomo entre las suyas. -No quiero que esto se termine mas....-

Se toma su tiempo para degustar los fluidos de Aika, tal como había podido probar anteriormente ese liquido estaba cargada de la lujuria de Aika. Lamerla era diferente a penetrarla, de esta forma podía cargarse de una manera diferente, era mucho mas dulce de esta forma ademas de poder saborearla. Después de dejarla limpia nota como Aika se desliza a un lado y le tomo de la mano. Como muestra de afecto entrelaza los dedos en una de sus manos y se incorpora levemente para poder verla mejor.

-Siento ser insaciable Aika... Empieza a decir mientras se pone en la misma direccion que Aika. -Me haces perder la cabeza y solo quiero sentirte. Cada vez mas, ademas de que tus sentimientos hacia mi son muy....hermosos. Parece que cada vez se acostumbra mas y mas al habla humana, pues puede hacerlo mas seguido.

Los ojos de Ogami te miran con cariño y se acerca a ti dejando su cabeza reposar mientras mueve los dedos en tus manos, sintiendo tu calor y ternura. -Durara todo lo que mi invocadora desee, ya que estare para complacerla y aceptar sus sentimientos hacia mi. No me alejare de ti Aika.

Escuchaba la voz del Yokai, en realidad, la mezcla de voces, y no pudo evitar conmoverse. La abrazó fuertemente, sus pechos volviendo a chocarse, pero esta vez no había lujuria, sino pura alegría. -No sabes lo que me alegra, Ogami..tenerte aquí conmigo.- Le acaricio la mejilla, el cabello, mirándolo a los ojos. -No importa la forma que tomes, eres hermoso, y espero estar a la altura de las circunstancias, ser la mejor invocadora para ti.- El abrazo estaba húmedo, y frió, ya que la transpiración de Aika comenzaba a enfriarse sobre su piel, luego del acto sexual.
Pero el contacto con la piel de Ogami le daba calor, y hacia que sus músculos agarrotados luego de la acción se relajaran.
Todo lo que habían hecho, mas el largo día empezaron a llevarse su precio en Aika, que se encontraba agotada. -Necesito..descansar un poquito...Ogami..si? mañana...tengo colegio... pero no quiero que te vayas, quiero que te quedes conmigo. -Sus palabras dejaban de tener mucho sentido a medida que sus ojos se cerraban, y su respiración se relajaba. Pronto se quedo dormida, en los brazos del espíritu. Sus manos inconscientemente se agarraron a los pechos del espíritu y apretaban suavemente los mismos, una sonrisa en su cara.

Soltando un débil suspiro por el contacto de Aika la espíritu se quedo mirando como los ojos de su invocadora se iban cerrando, pues la ultima visión de ese día era su rostro y el de ninguna otra. Las manos la apretaron contra su cuerpo y dejo reposar su cabeza en uno de sus brazos. La acariciaba suavemente el cabello con su mano diestra sin despertarla.

-Duerme Aika...duerme...pues cuando despiertes aun estare aqui....no me voy a ir a ninguna parte....Descansa... Se quedo asi lo que restaba de noche, acariciando a su invocadora y amante. A aquella que habia compartido su soledad y sueños, esta vez en el otro lado del cristal y no viendolo todo a traves.

La noche pasaba y lentamente el sol hacia su ascenso hacia los cielos, iluminando la antes oscura noche con su resplandor. La espíritu continuaba en la misma posición, Aika se había movido en algunas ocasiones pero siempre en el resguardo de los brazos de Ogami que continuaba ,en actitud protectora, rodeándola con los brazos. Cuando ve que aquel artefacto que sonaba cada mañana iba a sonar, las llamas se acercaron para quemar las piezas sonantes haciendo que quedara inservible.

Las llamas de Ogami se extendieron por el aire haciendo que una decena de luciérnagas azules revolotearan por el espacio como manifestación de su poder que en estos momentos estaba completo. Con un suave beso en los labios espero que Aika se despertara, pues parecía importante que se levantara a estas horas del día. Una vez no se despertó y ni siquiera se despidió del espejo antes de salir por la puerta.

-Aika...despierta...el sol ya a salido... Susurraba su voz cerca de su rostro.

Los ojos de Aika se abrieron lentamente. Lo primero que noto era el cálido contacto de Ogami, la piel suave y la comodidad de sus pechos. Luego, las llamas azules que las rodeaban y las luciérnagas. Pero lo que mas le gusto, fue despertarse con un beso. -Mmmmm...buenos días...-Le devolvió el beso, jugando suavemente con su lengua y lamiendo apenas los labios del espíritu. -Dormiste algo? Me encanta despertarme asi...- Abrazo con fuerza al espíritu, buscando su calor. -Me quedaría aqui contigo...pero tengo que salir...- Continuo besándolo, bajando por sus cuello, hasta sus pechos. Mordió uno suavemente...-tal vez...tenga un rato...-Beso el valle de los pechos, y el abdomen plano del cuerpo de Ogami, y siguió descendiendo hasta los muslos. Observo al yokai, buscando permiso para hacer lo que iba a hacer, y luego, con su mano acaricio el sexo, los labios, y los abrió suavemente, deslizando un dedo, buscando el clítoris. -Me desperté...con ganas de mas de ti...- Luego bajo y comenzó a deslizar la lengua sobre la entrada, lamiendo suavemente los labios, absorbiendo la humedad suave y cálida que se acumulaba allí. Continuo con sus besos, cada vez hundiendo la lengua y buscando mas entre los pliegues, buscando el punto en el que el Yokai temblara de placer. Sus manos acariciaban la cola del espíritu, las caderas, y cada tanto volvían a la perla de placer cercano a su lengua, o metía un par de dos mientras lo lamia.

La vuelve a besar con ternura correspondiendo su gesto, buscando su tibia lengua para juntarla en sus labios y dejarla deslizar al salir. -Espero que no te moleste, pero yo no necesito dormir asi que...Me he quedado....en vigilia guardando tus sueños... Va diciendo mientras sus labios empiezan a abrirse por el contacto de los labios de Aika sobre su piel, deja escapar un débil gemido junto con una exclamación cuando siente tus dientes sobre su pecho.

-A..A..A..Aika...no....te ibas...cada mañana...a...estas..horas. Balbucean sus labios pues habia estado toda la noche esperando que los ojos de Aika se abrieran para volver a sentir su cariño.El cuerpo de Ogami se mueve al sentir tus caricias en su vientre y al llegar a su intimidad, inconscientemente separa las piernas para dejarte mayor acceso. No entiende por que lo hacia ya que para ella era una sensación nueva. Pero quería sentir cada caricia de Aika. -Mi...invocadora...puedes probarme..cuando quieras.. Mira con los ojitos vidriosos a Aika. -Aika....soy tuya... Gime de placer al sentir tus dedos en su interior y se pone uno de los dedos en los labios, mordiendolo debilmente intentando reprimir las fuertes sensaciones que sentia.

La reacción de Ogami, era deliciosa. Se abría como una flor para dejarle paso, mientras gemía, ante los movimientos que Aika hacia con su lengua. Era una sensación increíble, y ella...sabia tan bien, como algo dulce y cálido, algo que no había probado jamas, pero no dudaba que le tomaría el gusto.
Su lengua intentaba llegar mas profundo, y por un momento deseo tener el poder de Ogami de estirar su cuerpo con el poder de su mente, y llegar a ese punto pequeño, oculto, centro del placer. Sus dedos no dejaban de moverse, acariciando los labios de su sexo, apretando suavemente el clítoris, los muslos, suaves y cremosos.
Al escuchar las 3 simples palabras, declarando que Ogami era suya..sintió una remolino de placer entre sus piernas, una excitación que no había sentido jamas. El deseo la estaba consumiendo, y lo dejo ver, en un arranque de pasión contra el sexo del espíritu. Sus labios chupaban y su lengua no paraba de recorrer cada pequeña superficie de la zona intima de Ogami. Quería sentir como el espíritu acababa, como explotaba de placer en su boca, en su cara, los jugos con sabor único del espíritu.
Sus manos bajaron a los glúteos de Ogami y , durante el ímpetu de su ataca la sujetaron ya trajeron aun mas contra ella, hundiéndose en su sexo mas aun. Incluso su cálida respiración generaba olas de aire caliente sobre las zonas erógenas a su alcance.

Los dedos de Ogami comenzaron a jugar con su propia lengua, apenas sabia como contener el ardor que sentía por dentro. Con cada pasada de la cálida lengua de Aika su calor aumentaba ademas de que sus mejillas estaban ardiendo. No entendía ese sentimiento que crecía en su interior. Al sentir las manos en su trasero las manos abandonaron sus labios para taparse unos instantes los ojos pues sentía....vergüenza quizás? No quería separarse pero a la vez no quería que la vieran en una posición tan vergonzosa. No entendía aquel remolino de sensaciones que sentía. Las manos querían sujetar algo. Querían envolverse en alguna cosa. No podía soportar aquel ardor que sentía, apenas podía contenerse. Su sexo se empapaba con la energía que se le escapaba del cuerpo y no podía detenerlo. Se parecía a la sensación que había tenido la noche anterior.

El aliento de Aika le producia demasiado estimulo, tanto como sus incansables labios que cada vez aumentaban mas el ritmo y la intansidad. El pecho de la espiritu se agitaba, al igual que su espalda se arqueaba con cada lamida. Los ojos de la espiritu te miraron con lujuria mal ocultada.
-Aika....es....demasiado... Balbuceaba entre gemidos. -m... Mira un momento hacia otro lado avergonzada a mas no poder. Con un debil suspiro, parecia a una pequeña brisa de aire la espiritu deja escapar sus palabras. -..m...mas...

Aika sonrió traviesa. Luego de unos segundos mas...se alejo del sexo de Ogami, y rápidamente le dio un beso en los labios, incluso con el sabor de Ogami aun en ellos. Sus ojos brillaban de maldad..maldad inocente. - Tengo que prepararme para el colegio...- Le beso la punta de la nariz. Se levanto rápidamente de la cama. y se fue al baño, para lavarse un poco y salir, casi corriendo. Sabia que el espíritu se iba a enojar un poco con ella, pero tal vez..estaría mas expectante de ella cuando regresara. A mitad de camino, a medio vestir y mostrando su ropa interior, y la camisa sin cerrar, Aika volvió a acercarse...-Vuelvo en unas horas...espero que me esperes..con ganas de continuar esto..puedes hacer como te plazca aquí... mientras que mi familia no te vea..se sorprenderían un poco.- Le sonrio dulcemente, con muchas promesas en su mirada. Y le dio un suave beso en los labios, luego salio por al puerta. -Nos vemos pronto...- le dijo antes de irse.

Ogami quedo solo en la habitación, con acceso a todas las cosas de Aika, su ropa, su computadora y por supuesto la oportunidad de salir e investigar el mundo que era completamente nuevo para él.

Sus labios se quedaron abiertos al sentir su beso antes de irse a cambiar. Sentía un ardor por todo su cuerpo y su ausencia no hacia mas que intensificarse. Las piernas de la espíritu se movieron un poco haciendo que las sabanas la taparan sutilmente, sin dejar de revelar gran parte de su piel. Cuando se acerco Aika para darle su ultimo beso, los ojos de Ogami la miraban con pasión, pero no podia negarse pues tenia una vida que cumplir. -No tardes....por favor... Dice al verte marchar.

Se quedo un largo tiempo mirando la puerta a sabiendas que tardaría hasta que el sol empezara su descenso. Por tanto por mucho que se quedara esperando, por el momento no vendría. Tuvo la tentación de pasar sus dedos por su nuevo sexo, pero lo descarto de inmediato. Le produciría placer pero no satisfacción ya que sin Aika el quedar complacida era imposible. Se levanto de la cama y se quedo mirando la habitación. La había visto innumerables veces desde el espejo. Pero ahora tenia la libertad para moverse como quisiera y se encontraba muy curiosa.

Paseo por la habitación tocando algunos de los objetos, los humanos guardaban extraños líquidos y polvos en cajitas y frascos. Al tocar uno y darle presión le roció el rostro con un aroma afrutado que la hizo estornudar. No le gustaba oler a eso, ademas de que era liquido. Al poner la mano en uno de esos aparatos, comenzó a sonar una música. Al principio el espíritu se asusto pues el sonido no venia de ninguna parte. Pero era la voz de Aika, se quedo sentada en el suelo mirando al aparato mientras escuchaba las canciones que tenia. La puerta se abrió y entro una mujer. Por un momento Ogami se puso en guardia pues le había dicho que no la podían ver. Hasta que se puso a reir, la mujer paso de ella y cerro el aparato a, igual que abrió la ventana. Se marcho murmurando alguna cosa pero ya no le prestaba atención. Los humanos no podían ver a los espíritus. Con una mano la despido antes de que cerrara la puerta, por hacer la broma fue despidiendola hasta que se cayo, se quedo unos instantes en el suelo. Los ojos de Ogami miraron debajo de la cama y solo vieron polvo, debería limpiar allí abajo. Al girar la cabeza miro un ropero bien surtido. Su curiosidad como siempre iba a mas.

Se probo uno de los sujetadores de Aika, pero no eran de su talla. Al mirarse en el espejo ladeo la cabeza y le parecía ridículo. Hizo crecer su pecho hasta que le quedara bien, pero le empezó a doler la espalda así que los volvió a disminuir. Esa prenda parecía que la ayudaba a que no pasara pero.....no le gustaba. Cuando acabo de jugar con la ropa de Aika, la única prenda que se quedo puesta eran una braguitas azules que había encontrado. Todo lo demás estaba escampado por el suelo sin orden. Como podían los humanos llevar tanta ropa encima?

Un objeto brillante le llamo la atención, era una pantalla negra con una especie de tabla con números y letras debajo. Al tocar la tabla se encendió una luz que hizo que se pusiera en guardia encima de la cama. Se quedo mirando la pantalla y al ver que no hacia nada volvió a ponerse enfrente a toquetear la tabla. Se empezaron a visualizar imágenes por la pantalla, algunas eran fotos de Aika, otras eran letras interminables que arrancaron mas de un bostezo a la espíritu. Continuo jugando hasta que se le abrió una imagen en la que se quedo mirando con curiosidad. Eran unos objetos muy raros y si no lo había leído mal parecía que los humanos los usaban, parecían palos y bolas.....no lo entendía. Escucho unos ruidos provenientes de detrás de la puerta, peor ella seguía atenta a la pantalla. Esa luz hipnotizaba.

Aika había regresado a su casa, después del largo día escolar. Le había costado mucho concentrarse, y estaba muy ansiosa por volver a su casa y estar de nuevo con Ogami. casi que corrió a su casa, y saludo rápidamente a su madre al llegar. Le dio una excusa del tipo, "tengo mucha tarea para el colegio" y subió.
Al abrir la puerta del cuarto, sus ojos buscaron al espíritu. Lo encontró frente a su computadora. Estaba muy concentrada mirando algo. Sonrió al ver que llevaba una bombacha suya, una de sus favoritas, azul con encajes.
Parecía super concentrada en el monitor. Aika avanzo lentamente hacia ella, dejo su mochila cuidadosamente en el suelo y cuando estuvo cerca, la abrazo por detrás, besando le el cuello. -Hola... me extrañaste? -Continuo besándola y acariciándola en el abdomen, de donde la tenia agarrada. Con el rabillo del ojo, miro hacia la pantalla, curioseando que estaba mirando el espíritu. - que miras?-