Partida Rol por web

Uno que no tenga signos de haber sido ocupado, si es posible.

Digo mientras acaricio el pelo de María.

¿Experimentaron con ella? ¿Que le hicieron esos hijos de puta?

Sigue dando vueltas, Trent, podemos encontrar algo mejor.

John rompe su mutismo. Había estado conduciendo para reconocer la zona y ya tenía la señal que buscaba: hay más cosas de esas.

-No se preocupen, retrocederemos y registraremos uno de esos almacenes chinos. De todas formas hoy en día todo lo que comemos y usamos es chino, así que no tendríamos que hacerle ascos -intenta dibujar una sonrisa en su cara, pero todo está demasiado jodido-... Vigilen bien, ahora sabemos que esos yonquis están por todos lados y, como dice míster Brooks, también hay gente con pistolas. Y hasta ahora todo aquel que llevara pistola también ha sido un peligro para nosotros.

La voz se le estaba cascando más y más. Parecía que hacía siglos que no había bebido. Da la vuelta pasándose la lengua por la pastosa boca y deshace el camino con aire sombrío.

Tras unos minutos moviéndoos entre los almacenes veis uno que tiene una pinta desastrosa pero al mismo tiempo parece lo suficientemente resistente como para atreveros a pasar la noche en el.
Cuando llegáis a la puerta veis que la puerta aun se mantiene fuerte y no parece, al menos a simple vista, ni oxidada ni en mal estado.
La cerradura parece difícil de abrir con con lo cual optáis por la opción de colaros por la ventana acercando unos contenedores a ella haciendo el menor ruido posible y rompiendo el cristal de un puñetazo sin mas miramientos haciendo que el cristal si bien no suene demasiado os haba ser consciente del silencio de la noche que os rodea.
Una vez dentro y siempre procurando que Maria haga el menor esfuerzo posible a regañadientes de Trent que no tiene nada en contra de ella pero os retrasa de manera considerable y siendo lo mas caballerosos que las circunstancias os permiten con Emma avanzáis por el almacén hacia el centro de el o al menos buscando algo para orientaros.
Cientos de estanterías enormes se extienden delante de vosotros con todo tipo de artículos desde ropas de mala calidad, pasando por comidas exóticas y de lo mas burgues ha alguno artículos de los que solíais utilizar cuando ibais al colegio y las cosas no eran tan complicadas.
En el lateral izquierdo podéis ver unas escaleras que os llevan a una especie de despacho en las alturas y justo debajo de este entre las escaleras y la estructura que lo sostiene una habitáculo que parece ser el w.c.

Afuera podéis oir esos lamentos y gritos ensordeceros que producen esas criaturas cuando han localizado un objetivo que les parece lo suficientemente apetitosos como para dar rienda suelta a toda su rabia y locura desmedida que los posee.

Busco algo que me sirva para bloquear la ventana rota. Un armario, una nevera de refrescos o algo asi.

Chicas, no os alejeis demasiado hasta que nos aseguremos de que este sitio está vacío.

Trent mira en todas direcciones, ostensiblemente nervioso. Ni siquiera se fija en el material, un pequeño tesoro para alguien falto de suministros, aunque sólo fuera por la ropa.

-Puede que haya alguien o... algo ahí arriba -señala con la cabeza la oficina del gerente-. De todas formas es el mejor lugar para dormir y defenderse, estando en lo alto. Voy a mirar.

Alza la pistola a la vista de todos y le quita el seguro, como añadiendo fuerza a sus palabras y su propósito, o aunque sea sólo para sentirse algo más seguro. Su voz ha sonado mucho más cascada de lo habitual, su lengua chasquea en una boca pastosa. En silencio, sube las escaleras peldaño a peldaño pensando en el líquido elemento y casi rezando por que haya alguna botellita de licor ahí arriba.

Brooks se une al resto mientras empuña su arma. No estaba nada tranquilo, pero lo cierto es que esa era una sensación que permanecía inalterable desde que el autobús de la prisión se estrelló...

- Espera, Foster, te echaré una mano. La prioridad es cubrir los puntos de acceso para que esos bastardos no entren.

Emma se pasó todo el tiempo en silencio y haciendo caso a todo lo que los tres hombres, con los que estaba, le decían, además de abrazar a María para tranquilizarla.

- Será mejor que no vayas sólo Trent, ¿voy contigo?

No sabía lo que le estaba pasando desde que llegaron en helicóptero y los encerraron en aquellas habitaciones, se había pasado todo el tiempo en silencio y haciendo caso a todo sin protestar, posiblemente sería porque estaba muy asustada Pensé que los yonquis se habían quedado atrás pero parece que es un epidemia... ¡Debo ser fuerte por mí, por los chicos y por María!

Trent vuelve la cabeza hacia Emma, echa otro vistazo arriba y luego vuelve a mirar a la muchacha.

-No, no hace falta -sonríe-. El espacio será reducido y si pasa algo sólo nos pegaremos un tiro el uno al otro. Ayude a los muchachos si lo desea, o encuentre algo de utilidad -con el brazo derecho abarca toda la mercancía-. Seguro que hay algo que podamos usar.

Con paso algo más seguro sube las escaleras con la pistola por delante.

Brooks y Foster se apresuran a atrancar la ventana para no tener que lamentar después.
Fuera oís disparos.
Vuestros ojos comienzan a acostumbrarse a la oscuridad del almacén.
Trent comienza a subir las escaleras.
Emma investiga entre todos los alimentos ya que antes que ropa u otras cosas lo que mas os conviene ahora es poder llenar la barriga.

Trent sube las escaleras mientras estas crujen a cada paso que da en ellas.
Una vez arriba abre la puerta con todas las precauciones del mundo y contempla el interior de la habitación.
Es un despacho en toda regla. Al final de la habitación una mesa preside toda la habitación de detrás de estas una butacón tan característico de los despachos.
La ventana que da al almacén tiene la persiana totalmente cerrada incluido el cristal.
Cuando traspasas la puerta un fuerte olor a humedad te rodea. Solo puedes ver por la poca luz que viene del almacén que es escasa por no decir prácticamente nula.
Forzando la vista puedes ver una pequeña lampara encima de la mesa.
Poco mas puedes asegurar ver allí ya que numerosas sombras te confunden.
Tanteas por el suelo procurando no tropezarte ya que ignoras si hay algo en el.

Veis como Trent se pierde en la sombras que parecen salir del despacho.
Foster y Brooks termináis de asegurar la ventana y mientras Emma, mientras vigila con un ojo a Maria, revisa la comida que mas cerca vuestra esta.

La pobre Maria apenas puede consigo misma y entre sollozos pide un lugar donde poder descansar y dormir.

Las conservas nos vendrán de perlas. Esas latas pueden durar cien años y la comida no se estropea. eso si, necesitaremos un abrelatas. -digo mientras me bebo una lata de Foster's. Ah! Que orgulloso estoy de mi apellido cuando me bebo una de estas.

Me vuelvo entonces hacia maría que está desfallecida.

Ahora te buscamos un sitio para dormir, cariño pero, mientras, comete unas lays. Tenemos que estar fuertes para salir adelante.

Busco la mirada de Emma, que parece que por fin está saliendo de su estado de shock.

¿Estas bien? le digo en un susurro.

Con cuidado, Trent se acerca a la lámpara de la mesa. Trata de contener la respiración, todo sea por agudizar el oído.

Emma comienza a beber y comer un poco para calmar su apetito Ummm no recordaba lo buena que estaban las patatas ¿cuánto hace que no me como una bolsa de ruffles? y le ofrece a María.

- Foster tiene razón tienes que comer un poco...- mira a Foster porque le ha hecho una pregunta.- Si estoy bien, han sido demasiadas emociones seguidas pero ya estoy mejor.- le sonríe.- ¿Te apetece a ti algo, Brooks?

- Sí, me vendrá bien comer algo... - Brooks cogió una lata de guisantes y la abrió rápidamente. Sin embargo, parecía pensativo, como si algo más que la comida le preocupara.

- Oidme, chicos, tenía que comentaros algo ahora que no está Trent... no acabo de confiar en él, pero vosotros me habéis demostrado ser dignos de confianza - el anciano hizo una pausa y tragó saliva - era importante salvar a María no sólo por su propio bienestar sino por algo más... me explicaré - añadió mientras alejaba a Foster y Emma de la niña - su abuelo trabajó con los que desarrollaron el virus. Esos cabrones crearon a los zombis como resultado de un experimento genético que no salió demasiado bien... Frank, en el último momento, me dio esto - sacó una pequeña caja metálica con tres ampollas - varias muestras de la cura del virus. Ignoro si me engañó o no, pero lo cierto es que merece la pena conservarlo por si acaso... esto podría salvar muchas vidas, ¿no creéis?.

Brooks se sentó encima de una caja de madera, cansado, como si le costara seguir con la historia.

- Tenemos cuatro viales: uno de la cura contra el cáncer y tres de la cura para el virus Zombie. El vial que falta lo tiene María... se lo di a ella por si yo no llegaba a tiempo al helicóptero. Si esta información llegara a malas manos... María correría peligro. No me di cuenta en el momento, pero ahora lo sé: debemos guardar una muestra cada uno de nosotros y tratar de conservarla hasta ponerla en buenas manos. Llegado el momento, si a alguno de nosotros nos contagiaran... podríamos usar una muestra. Pero alguna debe llegar a las personas adecuadas, para que distribuyan el remedio entre la población... ¿qué pensáis?

Los ojos de Dwayne parecían a punto de salirse de sus órbitas.

¡Tío! ¿Me estás tomando el pelo? ¡La puta hostia! Esto es la leche! Tenemos que encontrar a alguien que pueda hacer algo con esta mierda. Tiene que quedar algún rastro de gobierno o algo así.

Dwayne se tranquiliza un poco y sigue en voz más baja.

Respecto a Trent, tienes razón, yo tampoco le dejaría ni el reloj. En lo que a mi respecta, me fío de vosotros. Hemos pasado por mucha mierda juntos desde que salimos de aquel autobús.

Se queda mirando el vial un momento y continua.

Je. ¿Os imaginais que lo conseguimos? ¿Que salvamos al mundo nosotros? ¿Un puñado de presidiarios fugitivos?

- Creo que con eso y un par de semanas de servicios sociales conseguiríamos un bonito indulto, ¿eh, Foster? - bromeó Brooks - ya os digo, ignoro si es una farsa... pero dudo mucho que un hombre al borde de la muerte bromee con estas cosas.

A continuación les acercó la caja, invitándoles a que cogieran las muestras...

Emma se extraña ante lo que Brooks le cuenta porque a ella Trent si le cae bien pero uno de los puntos fuertes de Emma era que los secretos que ella sabía iban a la tumba con ella.

- Está bien quedaos cada uno con uno y yo hablaré con María... ¿cómo has llamado a los yonkies? Entonces ¿es un virus? Dios esto me supera.... ¿de verdad pensáis que nosotros podremos salvar el mundo?- mira a María La pobre no sabe qué está pasando... tan pequeña y tener que aguantar tantas cosas... entiendo que esté asustada, yo también lo estoy....- Voy a hablar con María.- se agacha y sonríe a la niña.- Hola guapa, ¿cómo estás? Me ha dicho un pajarito que tienes un botecito con un líquido dentro, ¿es verdad? ¿Me lo enseñas? ¿Quieres que te lo guarde para que no lo pierdas?

Brooks y Foster permanecen callados cuando Emma se dirige a Maria.
La pequeña mete una manita en uno de sus bolsillos y de el extrae un botecito de cristal como los que Brooks acaba de enseñaros. Su mano comienza a templar y finalmente se lo cede a Emma como si le quemara.

-Toma pero...comienza a alejarse de ella no mas pincha...zos...por favor...me portare bien...por...¿favor?

La niña mira ahora ahora Brooks y a Foster esperando su reacción. Esta vez no llora pero la expresión de su cara es de autentico temor.

Arriba en el despacho al que accedió Trent escucháis ruidos.

Fuera oís como comienza a llover.Primero solo unas gotas y luego comienza a caer con mas y mas persistencia.

Os dais cuenta de que el almacén ya no esta tan silencioso como antes pero no sabéis si es por la lluvia o por algo mas.

Con cuidado tiras de una cadenita que hace las veces de interruptor de la lampara y una pequeña luz amarillenta debido a la suciedad de la bombilla ilumina la mesa y una parte muy reducida de la habitación.
Y entonces te percatas de la presencia de un bulto en el suelo.
Das un paso a tras tropezándote con la mesa haciendo que cruja y la lamparas y demás cosas encima de ella vuelquen o caigan al suelo.

El bulto resulta ser un perro o al menos lo que queda de el. Todo el abdomen y parte del pecho han desaparecido dejando a la vista la columna vertebral.

Quizás no era humedad lo que olía tan mal después de todo.