Partida Rol por web

Durante tu estancia en la Meseta Añil decidiste alojarte en un buen hotel de la ciudad, el Meseta Center. Un sitio tranquilo, con habitaciones cómodas, y con todos los servicios necesarios para disfrutar de una buena estancia.

Esta tarde hablaste con tus padres por teléfono, que están impacientes por verte, ya que desde que derrotaste a Sabrina en su gimnasio no has vuelto a verles en persona. Les has dicho que en unos días volverás, pues mañana por la tarde se celebra la gran final de la Liga Pokémon, y una vez que termine ya nada te retendrá aquí.

Estás paseando de noche, como te gusta hacer con frecuencia, por el gran jardín del hotel.

Aurea y Silver caminan a tu lado, tranquilos. Es una noche despejada, hace buena temperatura, y las lámparas del hotel no logran enmascarar un precioso cielo estrellado.

Decides volver al hotel y dormir un poco, pues ya son las 2 de la mañana. Las puertas automáticas del hotel se abren, dándote paso a recepción, donde te encuentras una escena que te resulta bastante extraña. Normalmente cuando vuelves de noche tarde, el sitio está casi desierto. Ahora te encuentras un grupo de gente, vestidos con pijamas y ropa de dormir, hablando entre ellos. Todos te parecen visiblemente preocupados.

Micaiah entró al hotel bostezando, campana propia de que ya era hora de dormir. Rascó la cabeza de Silver y Aurea mientras se acercaba a la puerta, pero en lugar de pasar de largo hacia el elevador y su habitación, se quedó de pie y ceñuda ante lo que veía. Decidió acercarse a la persona mas cercana, para preguntar.

-¿Que pasa?

Un rápido vistazo por la zona te hace darte cuenta de que Jim, el recepcionista nocturno del hotel, no está presente. Debido a que sueles irte a la cama tarde, has trabado una especie de amistad con él, pues siempre está atento en la zona de recepción para saludar y dar las buenas noches. Es un chico de origen americano, pero que lleva unos años ya viviendo en Kanto. Además Silver y Aurea se llevan bien con él.

Es por eso que te resulta bastante extraño que no esté aquí, no ya saludando ni dando las buenas noches, si no calmando al alterado grupo de gente.

La persona a la que has preguntado, una anciana vestida con una bata encima de un camisón, se gira hacia ti.

Puedes ver que la anciana tiene lágrimas en los ojos.

- ¡Hija mía! ¡Una tragedia! ¡Jim, el recepcionista, está muerto! Lo han encontrado tirado sobre el mostrador hace una hora, y todavía no ha venido la ambulancia, ni la policía, ni nadie. - conforme la mujer va hablando, va pasando de la tristeza al enfado - ¡Es que no hay derecho! Una hora y no se ha presentado aquí nadie. Si hubieran venido a su tiempo, estoy segura de que ese muchacho ahora estaría bien. - las lágrimas vuelven a aflorar a sus ojos - Tenía toda la vida por delante. No somos nada...

Unos cuantos más de los presentes secundan los comentarios de la anciana, adscribiéndose al enfado por la aparente negligencia de los servicios de protección al ciudadano.

Micaiah parpadeo, como si le costara procesarm lo que le acababan de decir.

-Wowowo...un segundo...¿muerto? ¿De verdad? -preguntó incrédula. Era un joven saludable aparentemente y no había ninguna lógica, natural al menos, para que muriera.

-¿Como?

- No lo sabemos. La persona que lo encontró dice que tenía sangre por la cara, y estaba como temblando. Pero eso fue hace una hora, ahora ya no respira. - las lágrimas vuelven recorrer la cara de la anciana - Está ahí, detrás del mostrador, tapado con una manta.

¿¿Y sigue aqui??...vaya.

-¿Y la policía porque no viene? -sacó su teléfono móvil de inmediato para marcar el 911. No quiso mirar al otro lado del mostrador. Se sentía aturdida realmente por semejante noticia. Le hubiese gustado pensar que todo era una gran broma montada por algun canal de televisión que estuviera grabando con cámara oculta para la televisión, pero no parecía muy realista creer eso.