Partida Rol por web

Leto se apoyó en Moesla para levantarse. Poco después le dijo:

- Tranquila, yo puedo. - Se tambaleó un poco, pero recuperó el equilibrio con rápidez. Era un soldado al fin y al cabo. Avanzó detrás del grupo, con la cabeza un tanto gacha. Estaba pensando muchas cosas, de diferente índole.

Por ello no se percató de la amenaza que se cernía sobre el grupo hasta que quizás fue demasiado tarde.

Los emboscados salen de sus rincones antes de que ninguno de vosotros pueda reaccionar, y se abalanzan sobre Turuk y Farent, el granuja logra esquivar el golpe de la pica de fuerza en el último segundo, pero Turuk recibe un doloroso golpe en el cuello.

En mitad del poblado dos figuras, que han venido sin duda con la nave negra, salen y atacan desde las sombras al cansado y herido grupo que trata de refugiarse en uno de los edificios, los negros encapuchados no demuestran ningún miedo a la hora de salir a campo abierto con armas de cuerpo a cuerpo.

Pero Anzak y Dann reaccionan a tiempo...

-Que? y sin darme apenas tiempo de reaccionar pero con los reflejos conseguidos a lo largo de multiples combates, disparo rapidamente al que ha caido sobre mi compañero Turuk y que al parecer le ha herido, para intentar distraer su atencion y darle una oportunidad a Turuk de recuperarse -nos atacan!

Los disparos de Dann pasan cerca del enemigo, pero sin afectarle en lo más mínimo...

Previo:

Anzak se quedó de piedra cuando, de súbito, vió aparecer a los dos hombres con las picas. En su indecisión, dejó caer al suelo el cuerpo moribundo de Neru. Instintívamente palpó su arma con la mano y la levantó en pos de la amenaza. Mientras, su mente evocaba nuevamente la amenaza que se cernió sobre él y su familia y que les obligó a huir e Moesla y a él mismo. Huir, Siempre huir.

Actual:

Cuando estaba a punto de atacar a los hombres de las picas, un par de guerreros, ataviados con armas cuerpo a cuerpo, les salen a su encuentro desde las sombras.

Sin pensárselo dos veces, el muchacho apuntó su arma contra los recien aparecidos y descargó sobre ellos su fuego. El primer disparo, se perdió alto, debido a la repidez y precipitación del mismo por las circunstancias. El segundo, más certero, alcanzó a uno de sus enemigos. De todas formas, algo le decía que esto no había hecho más empezar y que las cosas iba a empeorar.

El disparo de Anzak impacta de refilón en el oponente que está tratando de matar a Farent, pero a pesar que debe haberle dolido no se detiene y trata de asesinar al granuja...

Sin embargo gracias a la Fuerza, tanto Turuk como Farent salen indemnes del siguiente movimiento de los dos enemigos, que pelean como autómatas, sin proferir ningún sonido, si los heridos compañeros no acababan pronto con ellos, su última visión será una pica de energía.

Desde que aparecieron los nuevos enemigos no tengo ningún momento de respiro, por suerte, no estoy muy herido y eso me permite ir esquivando sus ataques mientras me preparo para realizar el mío. Es complicado, por otro lado, pues no puedo parar de pensar en los enemigos que, sino me equivoco, se acercan mientras tanto.

Tengo que acabar con ésto ya, o puede que ninguno vea el día de mañana.

El recuerdo de su hermano, junto con su promesa interior de volver a verle, le viene a la cabeza mientras alza el arma.

Joder, vaya tipos duros éstos, y mientras, en el grupo, con dos heridos de gravedad...

Disparo al tipo que no me deja respirar, mientras suplico que dé en el blanco...

Leto tosía.

Le explosión había sido bastante dura para él, aunque gracias a la magia de Moesla parecía que se encontraba un poco mejor. Se limpió un poco de sangre que tenía en el labio y se volvió hacia el grupo para darles las gracias. Ya de pie, y con mucho mejor aspecto. Le dolía el brazo, y no sentía una parte de la pierna derecha. Quizás se le pasaría andando.

Las cosas, sin embargo, no parecen mejorar para ellos.

De entre las sombras salen dos guerreros que se ponen a luchar contra Farent y contra Anzak. Leto ve en sus enemigos unos ataques casi perfectos. Una gracia casi de baile a la hora de subir y bajar la pica. Esta claro que se trata de soldados profesionales en cierto modo. No son meros atacantes. También casi con un autómata, Leto levanta el arma y efectúa dos disparos, uno contra cada uno de los recién llegados.

La habilidad de los enemigos embutidos en las armaduras es grande, Farent se echa hacia atrás y trata de desintegrar a su oponente que con un hábil quiebro esquiva el disparo.

Leto por otro lado tampoco consigue conectar ninguno de los disparos...

Moesla lleva unos segundos como atontada mirando a los hombres de las armaduras negras, como si les reconociera... todo su arrojo desaparece y empieza a llorar derrumbándose de rodillas en el suelo y llevándose las manos a la cabeza.

-Noooo... ¡Él está aquí, él está aquí!-