Partida Rol por web

Estaban siendo unos días duros. Era primavera, pero en Heinlein eso era algo que apenas se notaba más allá de los Llanos de Thuriz. La única diferencia en el resto del país era su considerable subida de temperaturas y en las zonas boscosas, una animación de la vida tanto animal como vegetal, sin embargo, la nieve no acababa de desaparecer, simplemente reducía sus niveles habituales.

Lunam era, sin embargo, un lugar algo diferente. Pese a no ser inmune a las inclemencias del tiempo y a la climatología, con una situación geográfica limitando al norte justo al final del territorio del país, a lo largo del año fuera la estación que fuera, disfrutaba de una vida bastante más agradable que el resto de zonas de las Montañas del Fin.
Quizás fuera por el hecho de su geografía, oculta entre las montañas, o por las supuestas cualidades sobrenaturales de las cuales este lugar disfrutaba, haciendo de ella un lugar con vida abundante en casi todos los aspectos, de una belleza sobrecogedor a la vista, sin embargo, el único habitante humano que se encontraba allí era incapaz de disfrutar tal espectáculo.

Este año estaba siendo particularmente duro, incluso en esa zona oculta donde apenas unos cuantos sabían o lograban acceder. Y pese a ser primavera las cosas pintaban algo mal. Hacía más frío de lo normal y era algo más complicado conseguir el sustento básico. Aún quedaban varios meses para el siguiente invierno, pero si no se recuperaba, podría ser difícil incluso para alguien que hubiera vivido toda su vida ahí dentro. Y en la actualidad, la necesidad de salir de allí y acercarse a algún poblado humano para conseguir provisiones empezaba a parecer una muy buena opción. A parte, el lugar se había convertido en algo más peligroso de lo habitual.

A Rhyuka no le gustaba demasiado la idea, pero era lo mejor que podía hacer en esa situación de todas las que se hubiera podido plantear. Desde que su madre falleció dos años atrás, se vio obligada a ser independiente por completo, al igual que tener que lidiar con vario individuos que tenían la suerte de acabar allí. Y aquello había originado un mito acerca de un guardián de la foresta que había sido iniciado tras el incidente donde la madre y otros individuos ajenos a ella habían fallecido.

El camino para salir de Lunam era el habitual. La muchacha se lo conocía de sobras, aunque fuera ciega, y en cualquier caso, sus amigos le ayudarían. Hacía algo de frío, así que iba algo tapada, y el viento que lo acompañaba no ayudaba demasiado.
Por otro lado, había algo raro en el ambiente, no se notaba como lo solía hacer.

Tan pronto los primeros rayos de luz iniciaron el nuevo día desperté. El día anterior había decidido ir hacia el lugar habitado mas cercano. Había hecho el trayecto mas de una vez para ir a comprar algunas provisiones, y ahora que el invierno había pasado la nieve empezaba a reducir su altura necesitaba volver a aquel sitio. Suspire mientras me levantaba del simple camastro hecho con hojas secas. Tan pronto partiera mejor, antes volvería. Empecé a meter en mi bolsa algunas de las pocas pertenencias que tenia. Este invierno había sido mas duro que los anteriores. Había agotado casi todos los suministros que tenia. Con cuidado me dirigí hacia un pequeño baúl en una repisa. Fui deslizando poco a poco las monedas que había en el hacia mi bolsillo.-Ch…- Estos dos últimos años había estado usando el poco dinero que había quedado desde la muerte de mi madre, no quedaban mas que una decena de monedas suavemente pulidas por el tiempo. Tendría que encontrar alguna forma de conseguir algo de dinero antes de volver o para el inicio del próximo invierno, cuando realizara este maldito viaje de nuevo no tendría para comprar nada.

Después de coger las armas y colgármelas en la espalda me cubrí de nuevo con mi abrigo. Me agacho donde había estado durmiendo hasta hacia poco y tanteo con la mano hasta que toco un suave pelaje.- Libusa… Voy a salir, ¿vienes? .- No sabia para que preguntaba, desde hacia años habíamos estado juntas y no nos separábamos. Antes de que hubiera llegado a la puerta note como su pelaje rozaba contra mi pierna intentando llegar al exterior antes que yo. No puede menos que sonreír. No me gustaba ir a la “civilización” pero todo mejora si tienes buena compañía.

Nada mas salir del lugar que me hacia de casa cogí el bastón que estaba apoyado junto a la puerta. Habría caminado ya alrededor de una hora cuando escuche un aleteo junto un graznido de saludo cerca de mi. Antes de que pudiese decir nada ya notaba como unas garras se apoyaban en mi hombro.- Hola Tusk, ¿tu también vienes?.- Levanto mi mano izquierda para acariciar su plumaje y tras el breve saludo Tusk retoma el vuelo.  No solía quedarse mucho junto a mi, siempre me acompañaba pero le gustaba mas surcar por encima mía que conversar, era poco hablador, pero un buen compañero… Sabia que estaría sobrevolando por encima de mi y si ocurría algo volvería a alertar.

Ahora que pensaba sobre sucesos, notaba menos animales de lo habitual en el bosque, no tenía claro cual sería la razón. No era normal, pero sin tener ninguna alerta asumi que era algún tipo de migración una vez acabado el invierno y me limite a caminar por el invisible sendero guiándome.

La muchacha seguía avanzando sin ninguna novedad en el camino más que la extraña falta de animales, pero aquello era comprensible debido al tiempo que hacia pese a ser primavera, alejándose cada vez más de la zona interior, tomando el pequeño camino que se había formado disimuladamente.

El trayecto posiblemente hubiera seguido igual de tranquilo si no fuera por que al cabo de unos minutos de revolotear por el aire acompañando a su querida muchacha, el cuervo Tusk bajó algo apresurado al encuentro de la muchacha, no parecía nervioso, pero si algo asustado e intentó comunicarse con ella mediante la conexión que compartían.

-"Individuo, varios, ¿cazadores?, encapuchado, uno..."- Su comunicación era algo parecido a una transmisión de conceptos que tomaban cohesión a medida que estos iban llegando a la mente de la muchacha. Al parecer no muy lejos de ahí había un grupo de individuos, aproximadamente unos 3 individuos, al parecer dos de ellos cazadores a simple vista, el tercero parecía portar una túnica negra que lo ocultaba de arriba abajo. Se encontraban fuera del pequeño camino, que, si uno no se lo conocía, realmente sería difícil de encontrar.
Eso podía ser una tanto una buena, como una mala noticia. La última vez que un humano pisó aquel lugar, acabó con una masacre y la madre de aquella muchacha pereciendo. Por otro lado, era quizás una oportunidad de Rhyuka de encontrar un grupo de viaje con el que acercarse a la civilización.

Si hiciera falta, Tusk la guiaría hasta el punto exacto donde estuvieran aquellos hombres.

Tan pronto como recibí la información de mi compañero note como mi ceño se fruncía. No era habitual gente rondando por el bosque… y los últimos que habían venido… Intente apartar los pensamientos que se arremolinaban en mi cabeza.

Me quede quieta pensando las posibilidades. Un grupo de 3, no tenia muy claro como actuar. Dudaba realmente que aquel grupo resultara ser amistoso, eso explicaría la ausencia de la habitual fauna, si estos huían del grupo… solo podía significar temor.

-Gracias por visar Tusk. Voy a acercarme… quiero saber que traman.- Dije mientras cambiaba mi bastón de mano.- ¿Puedes seguir vigilándolos desde arriba?.- Tan pronto lo comente empezó a batir las alas.- Pero ten cuidado…- No tenia claro si eso ultimo había llegado a escucharlo. Desenvaine la espada con la mano derecha y la deje oculta bajo el abrigo, no quería que se desatara un conflicto, pero era mejor estar preparada.- ¿Libusa? Escucha, mantente detrás de mi un poco alejada, no se que intenciones tienen esos hombres y no quiero que os ocurra nada.- Realmente temía por aquellos hombres, aquellos que se solían aventurar en el bosque no solían traer buenas intenciones. Había establecido relaciones con bastantes animales del bosque, y si sus intenciones eran dañar el lugar no podía permitirlo.

“Espero que no tenga que usar lo que he aprendido estos últimos años” Pensé mientras empezaba a caminar hacia la dirección que Tusk me había facilitado. Estaba nerviosa, mi mano iba empuñando con mas fuerza el pomo de la espada que escondía. Mientras con el bastón me ayudaba a caminar entre la foresta.

No hice ningún amago de ocultarme, quería acabar esto cuanto antes, de nada serviría únicamente enterarme de sus intenciones. No quería que ocurriera nada como la ultima vez.

Una vez que los note suficientemente cerca eleve el tono de mi voz alertándoles de mi presencia.- ¿Puedo saber que es lo que os trae por este bosque?.- Mi voz no sonó tímida, no sonó intimidatoria, sonó como la de una persona irritada al descubrir un intruso no deseado en su jardín.

-"Agachado, uno, observan, tres, extrañados ¿rastrear? Encapuchado ¿peligro?..."- Los conceptos inundaban la cabeza de la muchacha. Estaba acostumbrada a ello y era la forma en que tenía de poder ver el mundo a través de lo que Libusa y Tusk le transmitían. Así, se hacía una imagen de lo que veía, de ciertas situaciones que podría no percibir a causa de su carencia.

Uno de ellos se encontraba examinando algo en el suelo, posiblemente rastrando o eso era lo que sus dos compañeros parecían entender, los otros dos se mantenían detrás. El otro cazador observando el entorno, el encapuchado, simplemente parecía mantenerse de pie completamente inmóvil, algo inquietante y tanto Tusk como Libusa lo reconocían como alguien potencialmente peligroso. Desentonaba con el grupo.
Todos los individuos giraron sus cabezas en dirección a la muchacha en el instante que empezó a gritarles. No parecieron sorprenderse, simplemente se la quedaron observándola unos segundos antes de que el rastreador, según la definición dada por Libusa, contestara, al parecer algo exasperado -"¿Defraudado?¿Enfadado?"-

-Creo que es más adecuado que nosotros preguntemos que hace una muchacha como tu por estas zonas...- Mientras hablaba, te observaban, el otro cazador agarraba su daga. -Acercándose a un grupo de tres hombres armada y completamente sola... en un sitio como este...- Se quedó callado un momento como si hubiera descubierto algo inquietante -¿Eres ciega?- Su compañero miró extrañado. El otro siquiera reaccionaba, simplemente seguía observando como si se tratase de una estatua.
Tanto Tusk como Libusa eran incapaz de darle a Rhyuka una definición acerca de su rostro o incluso su complexión, ya que la túnica lo ocultaba absolutamente todo. Sin embargo, había algo que los dos le comunicaban idénticamente relacionándose con la sensación que la misma chica estaba empezando a sentir. Una siniestra e incómoda opresión. Una sensación desagradable que dificultaba la respiración.

-¿Te has perdido? Podríamos ayudarte...- Dijo el compañero como si se apiadara de la muchacha a la que ahora consideraba incapaz de valerse por si sola. Unos pasos empezaron a sonar. -"Viene"-

“Supongo que no se iban a limitar a contarme porque están aquí” Pensé exasperada tras escucharles comentar que estaba armada. –Supongo que ya no tiene ningún sentido ocultarla.- Dije en voz alta mientras sacaba la espada de debajo del denso abrigo. Mi mente maquinaba a toda prisa para intentar trazar algún plan. Como bien habia dicho eran tres y yo solo era una… ¿o no?.-“Tusk, ramas, arboles, agita”- No tenia claro si comprendería el mensaje, pero empecé la actuación esperando que todo saliera bien.

Agito la cabeza con disconformidad por las palabras del hombre.- No estoy perdida.-digo mientras doy unos pasos hacia atrás para mantener la distancia.- Y tampoco estoy sola.- casi en el mismo momento en el que lo digo, escucho como unas ramas de un árbol cercano se mecen. No tenia claro si esto surtiría efecto sobre aquel grupo, pero era lo único que se me habia ocurrido.

Mirad, no queremos problemas.- Digo intentando sonar calmada y usando el plural intentando no parecer tan sola.- Solo queremos saber el motivo por el cual estáis aquí, y si el motivo es para intentar llevaros algo del bosque dejarme que os advierta que no es buena idea.- Digo mientras saco la funda de la espada y la guardo. Me mantengo alerta ante cualquier sonido que pudiese representar un peligro aun con la funda en la mano, estaba haciendo una apuesta arriesgada. Ya había habido mucha sangre en el bosque, no tenia porque derramarla yo. El día de la muerte de mi madre el bosque se había protegido solo y había matado a aquellos intrusos… a los mismos que mi madre había intentado advertir de que no lo hicieran… “¿Ocurriría lo mismo con este grupo? ¿Harían caso omiso de mis palabras?” En lo profundo de mi ser esperaba que no fuera así, por su tono de voz no les notaba desesperados como a aquellos que mataron a mi madre.- El bosque se protege a si mismo.- Mencione en voz alta intentando advertirles de nuevo.

Al ver que la muchacha mostraba el arma, los dos hombres se tranquilizaron, sin embargo no respondido a todas las preguntas, incluso daba la sensación de que se hacía la misteriosa, sobretodo tras las dos de las respuestas que había dado, sobre su situación y su compañía, a lo que reaccionaron de forma nerviosa, observando el entorno, alterándose cuando, misteriosamente unas ramas empezaron a zarandearse. 
Tusk estaba haciendo su trabajo. Lo que comunicaba Libusa seguía siendo inquietante. El encapuchado no reaccionaba, ni siquiera hablaba, solo observaba, y la zorra empezaba a sentirse algo nerviosa.

-Y quien te acompaña ¿Jovencita?- El rastreador hizo un pequeño movimiento con la mano para que su compañero vigilara, pudiendo oír como preparaba su arco y se mantenía atento a su entrono desde el punto donde había dejado de avanzar hacia la muchacha. -Nosotros tampoco buscamos problemas, somos cazadores, solo hacemos nuestro trabajo- Si decía la verdad, era bien sabido incluso para Rhyuka que los cazadores solo se interesaban por cazar bestias que pusieran en peligro las gentes de Heinlein, así que en un principio no tendrían que suponer un peligro para la foresta de Lunam.

- Simplemente estamos aquí siguiendo unos rumores de hace dos años... Que al parecer se ha vuelto bastante activo por la zona- Volvió a dejar un espacioso silencio entre su charla. -Parece que tu sabes algo... O más bien sugieres... Por la misteriosa forma que estás hablando-  Se calló y se puso a susurrar algo, pero su esfuerzo fue en vano. -_{¿Podría ser ella?¿El espíritu guardián?-} Mientras esperaba la respuesta de su compañero prosiguió para intentar distraer de la acción que acababa de hacer. -Y a ti ¿Que te trae por aquí? Si necesitas cualquier cosa, podemos ayudarte. Es algo peligroso que alguien como tu esté por aquí, podemos llevarte donde necesites.- Su compañero le respondió -_{Podría ser ella... Acabas de ver... Pero ¿La apariencia humana?-} El encapuchado ignoraba y era ignorado, o simplemente estaba a atento a todo pero no decía nada.

Escuche las dudas de los cazadores, el temor, sus miedos. Habia distinguido el sonido característico de tensar un arco. No me gustaba, podría estar apuntándome ahora mismo y no podría saberlo. Confiaba en que mi suerte y que no quisieran provocar daño.

-“Libusa, ven, cuidado”-Me acompaña el bosque.- Dije tranquila, mientras aparecía Libusa y se colocaba junto a mi. -“Alerta, ataque enemigo.” -No me fiaba del tipo del arco, Libusa podría alertarme si estaba apuntándome directamente a mi o simplemente estaba en guardia. Mi cara mostro cierto rencor cuando nombraron rumores de hacía dos años.- Esos Rumores no son mas que infundados. No es una bestia agresiva como las que soléis cazar, solo protege su territorio y a aquellos que quieren dañarlo.- Me reí interiormente de las suposiciones que estaban haciéndose acerca de quien era. Parecía que estaban abiertos al dialogo, excepto el ultimo miembro, aun no había notado nada de el, Libusa y Tusk no hacían mas que darme alertas sobre su comportamiento. – Estaba de camino a la población mas cercana para comprar algunas cosas, cuando el bosque me ha dicho que había individuos sospechosos que parecía que buscaban algo. Simplemente venia a avisaros, no os conviene enfrentaros a el.- Estaba dando demasiada información, me maldije a mi misma, acababa de darles la forma de encontrar lo que buscaban… Aquella vez hace dos años el bosque tarde semanas en calmarse. Tenia que idear algo para desviar sus pensamientos de lo último que había dicho.-Por cierto, seré ciega, pero se que sois tres, que uno de vosotros se quede callado no hace si no reforzar mis recelos hacia vosotros, ¿o es que es mudo?.- Mi tono sonó molesto, casi indignado como si me sintiera ofendida ante algún intento de truco por parte de aquel grupo. En realidad no tenía una verdadera razón para desconfiar de ellos. De momento, parecía que mostraban algo de raciocinio, pero intentaba desviar el tema. Era consciente de que en el bosque había un ser bastante fuerte, pero nunca había realizado ningún acto hostil hacia mí. No tenia ninguna razón para traicionarlo.

-"Convencidos, no"- Al parecer las palabras de Rhyuka no acaban de convencer. Actuaba misteriosa y sus actos sugerían cierta relación con el bosque irritando al que se podía clasificar como el líder ya quien era el que hacía avanzar hacia algún lado la conversación de su grupo. -Si fueran rumores, no estaríamos aquí cazando, jovencita. La IECF no publica trabajos si no está muy seguro de ellos.- Dio unos pasos más intentándose acercar a la muchacha, su compañero del arco seguía con el arma en mano, cargado, oteando los alrededores en busca de que había producido el ruido, llamandole la atención la zorra que se había posado al lado de la chica, pero no se dignaba a apuntar. El encapuchado seguía sin actuar.

-Comprendo... Mira, chica...- Se acercó aún más. Con cuidado, como si intentara avanzar con sigilo pese a que ya había sido detectado -Parece que estás bastante enterada de lo que suceda. Te podemos llevar al pueblo más cercano, está a unos cuatro días de viaje. Y que una joven viaje sola por estos sitios puede ser peligroso. A cambio nos cuentas todo lo que sepas y retrasamos la caza. Salimos ganando todos-  Dejó unos escasos segundos para que la chica se lo pensara. -¿Que te parece?- Siguió acercándose lentamente y con cuidado intentando no resultar amenazador ni para la chica ni para la zorra.

Miró hacia atrás un momento examinando al hombre de la capucha. -¿Hablas de Djevel...? Si... Es mudo... No te preocupes por el, es uno más del grupo. Es algo siniestro pero ya. No tenemos ninguna intención de hacerte ningún daño.- Hizo una señal para que se dejara notar. El encapuchado hizo un movimiento con los dos brazos mostrando un par de guanteletes de hierro con puntiagudas falanges donde los dedos, como si se tratasen de garras. Se oyó un pequeño sonido de metal proveniente de el y un extraño gruñido entremezclado con algo parecido a un gorgoteo.

-¿Si?- Acabó por decir el hombre esperando una respuesta afirmativa de la chica.

Me quede pensando unos breves momentos las palabras de aquel tipo. En primer lugar, no necesitaba ayuda para llegar al pueblo mas cercano, en segundo lugar me preocupaba lo que acababa de decir. Conocía poco del IECF, pero si habían puesto un trabajo sobre el guardián del bosque… estas personas no serian las primeras personas que iban a llegar. Tenia serias dudas porque se mostraban tan amigables aquellos hombres. ¿De verdad salían ganando acompañándome hasta el poblado?… mas de una semana de viaje solo por un poco de información. En ese momento mi mente encajo las piezas, no tenían ni idea del guardián, ni siquiera sabían por donde empezar a buscar…

Mis pensamientos pararon en ese mismo momento tras los sonidos provenientes de enfrente mío, un escalofrió me recorrió todo el cuerpo.- _{…Siniestro… es poco para describirlo…}- Susurre sin darme cuenta. Antes de que pudieran malinterpretar mis susurros inicie a hablar de nuevo, intentando evitar que aquel que parecía el líder avanzara mas.- ¿Una escolta hasta el poblado mas cercano por tres personas por el pequeño precio de la información que se? La información que una persona invidente puede proporcionar… ¿Solo a mi me parece que soy yo la que gana con ese trato? A no ser que necesitéis verdaderamente esa información…- Decía mientras guardaba la espada y empezaba a tantear con el bastón los alrededores. Me acerque al árbol mas cercano y puse la palma de la mano en el. Deslice la mano por encima detectando la parte en la que la vegetación que crecía en la corteza de este era mas densa. Aquellos cazadores no sabían como encontrar la bestia.- Si queréis acompañarme al poblado no voy a quejarme, es cierto que puede ser peligroso. Os contare lo poco que se sobre lo que buscáis cuando estemos allí.-Dije mientras me encogía de hombros. Me di la vuelta, ya después de tocar el musgo del árbol ya me había orientado. -“Vigilar”- Empecé a caminar dirección al sendero que había dejado hacia poco.

No me fiaba de aquel grupo, pero a fin de cuentas, según mis suposiciones, no sabían por donde empezar a buscar, lo mejor que podía hacer era sacarlos de allí antes de que inconscientemente lo enfadaran y acabaran muriendo.

-"Extrañados ¿irritados?"- Los dos hombres pusieron alguna clase de cara extraña enfrente la invitación de la chica a acompañarla. Había cambiado el concepto totalmente, pasando de una oferta donde ellos la escoltaban hasta el pueblo más cercano, a simplemente acompañarla como si ella fuese quien había ofrecido inicialmente la oferta.

El supuesto líder calló un instante y suspiró. -Poco participativa.- Se quejó. -La información nos vendría muy bien, para que mentirte. Con el simple hecho de que, supuestamente vivas por estos lares, ya es suficiente como para que nos proporciones algo de información.- Se detuvo completamente. -Por otro lado. Como ya te he mencionado, estamos aquí por un trabajo de la IECF, y eso debería significar peligro de verdad. Incluso para alguien acostumbrado a vivir en una zona concreta.- Su compañero volvió la mirada hacia el líder que hablaba. -Te estamos ofreciendo protección para llegar donde quieres. Evitando que ese supuesto peligro que pareces conocer... te ataque. Y en cuyo caso, como pago, nos ofrezcas todo lo que sabes ¿Ese es motivo de ser tan engreída?  Si es peligroso, se ha de acabar con ello. Aunque podemos dejarte a tu suerte si lo deseas.- Notaste que Lebusa se agitaba y se ponía tensa, gruñía. -"Arma, amenaza, cuidado"- Oíste como un arma se desenfundaba. -O simplemente, podríamos divertirnos un rato contigo y sacarte toda la información que necesitamos. No creo que nadie eche de menos a una atractiva muchacha invidente que vive perdida tan al norte.- El tono era amenazador acompañada de una pequeña carcajada del rastreador.

Enfundó el arma sonoramente. Lebusa te lo confirmó. Acto seguido se disculpó. -Perdona... Simplemente queremos hacer el trabajo por el que nos pagan...- Aunque aquella amenaza había sonado muy real.

“¿Engreida? ¿Quiénes se piensan que son?” Me giro rápidamente cuando escucho como desenfunda el arma. Y una vez mas las palabras no servían. Escucho como profiere las amenazas y noto como el frio me recorre la piel. La situación no era distinta de la hacia dos años.

Noto como mis ojos arden empezando a mostrar aquel color tan característico.- ¿Poder, Riqueza o Fama? ¿Que crees que buscaban las personas que vinieron hace 2 años aquí?.- Suelto furiosa sin poder contenerme mas.- Yo te lo diré, Dinero, esa fue la única razón por la que intentaron esquilmar la belleza del lugar, únicamente por dinero. Mi madre intento avisarlos para que no lo hiciera, ¿sabes cual fue su respuesta?.- Una vez empiezo a hablar no puedo contenerme. “Nunca hacen caso, nunca debes preocuparte por las personas.” Repito mentalmente como había hecho varias veces “¿Para que intento salvarlos entonces?” Aun no había encontrado la respuesta.- La mataron, con una espada igual que la que acabas de desenfundar, prefirieron matar a aquella persona que les avisaba de su final en vez de escuchar sus advertencias.- Mi mano agarraba el bastón con cada vez mas fuerza, notando como los nudillos empezaban a quedarse sin corriente sanguínea.- ¿Sabes cual fue su final? Después de coger mas de lo que podían portar aquella bestia que queréis cazar los masacro a todos sin que tuvieran una oportunidad… ¿Y me llamas engreída? Hablas de que si es peligroso y que hay que acabar con ello… Eso se aplica también a aquellas personas que vinieron hace dos años, la bestia que intentas cazar utilizo tus mismos argumentos.- Estaba completamente fuera de mi, sus amenazas me habían traído de vuelta al mundo real, no podía fiarme de ninguno. “Todos son iguales”- ¿Quieres tu maldita información para acabar con tu vida? Maltrata al bosque y entonces te darás cuenta de que eres tu el engreído. “Es malo, hay que matarlo…” no sale del bosque, no intenta dañar a nadie del exterior, el os deja en paz, pero tenéis que venir a matarlo ¿Por qué? Dime cuales son esas razones por las que habéis venido. Si es que tienes unas razones validas en las cuales basarte.

Estaba harta de aquella conversación, el viaje hacia el poblado no había iniciado casi y ya me había topado con personas que pensaban que podían hacer lo que quisieran excusándose en ideales baratos.

Los hombres se quedaron extrañados, fuera de lugar tras los exaltados comentarios de la chica. Habían tocado una fibra muy sensible y habían conseguido que perdiera los estribos.
Un silencio incómodo rodeaba el lugar cada vez que la chica se paraba para tomar aire antes de proseguir con su furioso discurso. Por las caras que ponían los individuos parecía que se sentían mal por haber echo que la muchacha reaccionara de esa forma, hasta que hubo acabado.
El hombre del arco, algo dolido, destensó el arco y guardo la flecha. El encapuchado como siempre, ni se inmuto. El líder, arqueó la espalda y tomó una pose algo chulesca.

- Muchacha. Me da absolutamente igual lo que te haya pasado. Que tu madre haya muerto por unos majaderos, no es mi culpa. Que odies a los cazadores por culpa de unos insensatos codiciosos, tampoco es mi culpa.- Calló e hizo unas profundas respiraciones intentando no perder los nervioso. -Hemos venido aquí con un objetivo y es cazar a la bestia que acabas de comentar. Si he de cargarme todo un bosque paracargarme una bestia y salvar a los pueblos de la zona, lo hago. Si he de matarte para cargarme a la bestia, lo hago. Ese es mi puñetero trabajo. Mantener a la jodida gente a salvo de las malditas bestias sobrenaturales.- Su respiración estaba algo agitada y su rostro, según Lebusa era el de alguien a punto de saltar de la ira.

-Oye ¿no crees que te estás pasando? No es más que una niña.- Dijo el rastreador recibiendo una amenazadora mirada como respuesta callando en el acto.

-La verdad, me da igual los traumas por los que hayas pasado. Me da absolutamente igual, como si estás loca de atar. Pero si tan segura estás de que esa maldita cosa no hace daño a nadie, me puedes explicar por que coño ha habido brutales ataques en los últimos dos meses por la zona. Ya ha desaparecido un maldito pueblo.- Se acercó agresivamente. Lebusa se tensó. Parecía que el hombre iba a agarrar el brazo de la muchacha con fuerza. -¿Que es lo que sabes? Hablas como si tuvieras relación, lo proteges... ¿De verdad? Tu arrogancia me aborrece. Vamos, cuéntame ¿que es lo que sabes?- El hombre agarró la mano de la muchacha y empezó a zarandearla agresivamente mientras la inquiría.

Mi mente aminoro sus pensamientos ante los comentarios del cazador… ¿un pueblo desaparecido? ¿Dos meses de ataques? ¿Era posible que hubiera dejado los bosques para atacar los poblados?

 Estaba tan confundida que no me di cuenta del acercamiento del cazador. Cuando me toco la mano un calambre recorrió todo mi cuerpo y en un acto reflejo di un salto para atrás golpeándome contra un árbol la espalda.-Yo… No se nada de el… llevo aquí desde niña y nunca hizo nada contra mi madre y yo… creo era consciente de nuestra presencia, pero… nunca nos hizo nada…- Las noticias de que el guardián hubiera atacado los poblados cercanos me habían sentado como un jarro de agua fría. No lo entendía, según las cosas que me había contado mi madre no dañaba a quienes no hicieran daño al bosque pero… ¿atacar poblados? No tenia sentido si quisiera matar personas me habría matado hacia tiempo. Agito la cabeza intentando centrar mis pensamientos.- No. No creo que estemos hablando de la misma bestia. Y no lo estoy protegiendo…- “Os estoy protegiendo a vosotros idiotas…” No formule el final de la frase, el ambiente ya era demasiado tenso y mi propia consciencia me advirtió de que no era buena idea crispar mas los ánimos. Me gustaría saber que pistas les han traído hasta aquí, el pueblo mas cercano esta a mas de 4 días como el mismo había dicho. Actualmente mis prioridades eran claras, tenia que cuidar de mi propia vida e intentar solucionar el problema que había creado diciendo como despertar a la Ira de la naturaleza.  ¿Pero como? Dudaba que fuera capaz de luchar contra aquellos hombres. Y si fuera cierto y solo buscaban una bestia que había estado atacando a los poblados… no se me ocurría la forma de excusarme después de haberlo matado… si es que no me mataban ellos a mi. Baje los brazos como quien se rinde, mi cabeza estaba hecha un lio.- ¿Queríais un trato verdad? Dijiste que me llevaríais al poblado mas cercano, llevadme al poblado que según tu ha desaparecido. Si compruebo que ha sido la misma bestia os serviré de guía por este lugar y os contare lo poco que se. No se que clase de pistas os han traído hasta aquí, pero no creo que hayáis tomado la dirección correcta. No creo que la bestia que según tu dices intento proteger, si dejara el bosque se limitara a destruir un pueblo. La ultima vez que despertó… El bosque se agito durante semanas… Los animales huyeron e incluso el clima cambio…Además, no creo que se limitara a pasar silenciosamente las montañas… se limitaría a destruirlas a su paso.-Digo recordando en parte asustada.- Tu otra opción es intentar sacarme la información a la fuerza, lo que desembocaría  en un enfrentamiento que dudo que yo pudiera ganar, pero del cual te prometo que no conseguirías nada excepto una muerte en tu consciencia.

Estaba lanzando todas mis cartas sobre el asunto. Si salía bien la jugada los alejaría, e incluso podía que consiguiera que se olvidaran de volver por allí. Si salía mal acabaría muerta, yo y… Libusa. En el momento que pensé en ella me di cuenta cual seria el peor chantaje que me podrían hacer. -“Alejate,cuidado”- Por nada en el mundo queria que mis compañeros salieran involucrados por un error mio.

El hombre parecía estar dominado por la ira. Las voces de alerta de Libusa no paraban de llegar a la cabeza de su dueña en el momento que esta se había apartado, liberandose, indicando que el hombre la iba a acorralar contra el árbol que tenía a sus espaldas. Los gruñidos de la zorra no eran más que otro medio para alertar a la muchacha y amenazar al cazador.

-Y ahora juegas a hacerte la tonta- Dijo en el momento que vio a la chica dudar. -Dime niña. ¿Que es lo que pretendes?- Situándose a escasos centímetros de la muchacha, los suficientes como para que ella lo notara delante, acorralándola, haciéndola sentir incómoda. Sus palabras estaban cargadas de ira. Parecía que el hombre iba a ser incapaz de controlarse llevando aquello a algo más, sin embargo, aún parecía controlarse lo suficiente como para no intentar usar la violencia. -¿Sabes porque la gente muere?¿Porque no podemos hacer bien nuestro trabajo? Por gente como tú.- El hombre empezó a golpear el pecho de la chica con el indice de su mano derecha, dramatizando aún más sus palabras. El silencio que le siguió fue algo incomoda, hasta que lentamente se empezó a relajar, alentado por el rastreador. -Oye, Threy, cálmate...-  Su respiración se calmó y su agresiva presencia disminuyó a medida que la muchacha planteó la nueva posición.

Parecía que la confusión provocada por las palabras del cazador habían alterado algo la forma de pensar de la chica, aceptando la oferta y dándoles algo de información útil para su trabajo. El hombre se alejó dos pasos y suspiró. -Venga chicos... Llevemos a la muchacha donde pide... Y tu chiquilla, resérvate el resto de la historia para cuando lleguemos al pueblo- Volvió junto a los suyos y recogió lo poco que le pertenecía. Los otros dos hicieron lo mismo.

Pese a que se había calmado algo el ambiente, la tensión y la incomodidad de segundos antes seguía presente. ​-Si hace falta lo haré, cariño... Lo haré y no lo disfrutarás... - Dijo casi susurrando, pero lo suficiente como para que Rhyuka lo oyera. -Sorke, cuida de la niña...- El grupo se puso en marcha dirección al pueblo. El rastreador se mantenía cerca de la chica.

-Le has hecho cabrear... Por cierto ¿como te llamas?- Esas fueron las primeras palabras del rastreador nada más iniciar el viaje. Parecía un chico joven, agradable pese a la situación. Detrás se oían los pasos del encapuchado que parecía vestir una armadura debajo de su túnica.

Después de unos momentos bastante tensos empiezo a emitir un pequeño suspiro de alivio. Suspiro que queda interrumpido por un susurro bastante amenazador. Soy consciente de que su tono no marca duda sobre lo que ha dicho, cosa que me asusta bastante. “¿Habría hecho bien viniendo hasta allí?¿No habría agravado los problemas?”. Intente espantar las dudas de mi cabeza, no podía haber hecho otra cosa y no era momento para dudar. Estaba viva y había conseguido convencerles de que abandonaran el bosque.

Una vez empezamos el camino, el rastreador, intenta iniciar una conversación conmigo después de pensarme unos momentos si responder o no acabo por hacerlo. De nada me serviría mantenerme callada todo el trayecto, necesitaba información sobre que estaban rastreando, una vez llegara al pueblo tendría que encontrar pistas que me llevaran hacia otro lugar que no fuera el bosque o simplemente tendría un problema, no sabia mucho mas de lo que ya les había contado, pero estaba casi segura que el causante no había sido el guardián.- Rhyuka.- Respondo escuetamente antes de empezar a hablar de nuevo sin darme cuenta.- No entiendo porque se ha molestado tanto.- Antes de que pueda seguir hablando siento un conocido empujón en mi pierna. Me agacho levemente para acariciarla y susúrrale unas palabras.-_{No te preocupes ya ha pasado.}- No estaba segura que fuera así, pero notaba los nervios de Libusa y quería calmarla.

De nuevo me enderezo y vuelvo a hablar a… Creo que le habían llamado Sorke.-Esto… ¿Sorke? Sigo pensando que no hablamos de la misma bestia. ¿Podrías contarme algo sobre lo que perseguís? Si ha pasado por el bosque es poco probable que no me haya enterado.- No había notado nada raro en el bosque durante los últimos meses, pero quería saber que era exactamente lo que estaban buscando.

El grupo se alejó de aquel recóndito bosque en dirección al pueblo sin mediar muchas palabras. Threy no pronunció palabra el primer día más que ordenes para las acampadas y otros quehaceres, suavizando su humor a partir del segundo, sin embargo siguió con una actitud bastante áspera, reacio a entablar conversación con la muchacha.
Djavel no produjo ningún sonido a lo largo de los cuatro días. En general sus compañeros lo ignoraban, como si el mismo se las apañara totalmente, aunque de vez en cuando Sorke intentaba hacerse el simpático con el captando solo su atención sin recibir ninguna clase de respuesta más que una atenta mirada desde debajo de la capucha y una inquietante atención.

A la chica, el único que le dio entretenimiento y conversación fue el rastreador llamado Sorke. -Un placer Rhyuka.- Sonrió afablemente. -Creo que ya te habrás dado cuenta... Pero andamos un poco perdidos...- Por el ruido parecía estar buscando algo en su bolsa y cuando lo encontró, prosiguió. -Contrato de Caza. Presa: Desconocida. Posibles inconvenientes. Terreno peligroso. Se buscan cazadores expertos para solucionar un problema en la zona norte de las Llanuras de Thome. En los últimos dos meses han habido múltiples desapariciones incluyendo la de un pueblo entero. Urgente. Tengan precaución. Firmado IECF.- Quien había escrito ese contrato o lo que fuera no tenía mucha gracia, por otro lado Sorke había omitido varios puntos a propósito, como la recompensa y otros. -El IECF no ha dado mucha información, así que nos hemos tenido que basar en simples rumores y hacer bastante trabajo de campo, cosa que nos han llevado a ese curioso bosque... que no aparece en los mapas.- Volvió a guardar el contrato. -A lo sumo sabemos que tiene algo que ver con la naturaleza. Su forma de actuar es bastante salvaje. Y que tiene algunas capacidades que siguieren fuego o por el estilo.- Hizo una especie de ruido que sugería estiramientos -Y lo que conseguimos fueron las historias de un extraño bosque muy al norte, escondido, donde se encuentra alguna clase de entidad guardiana. Siendo sincero, yo ni siquiera esperaba que existiera el bosque... Pero visto lo visto... Viendo que es real... No se... No es por ofenderte, pero es lo único a lo que llego.- Una sonrisa melancólica se dibujó en su rostro, pero la muchacha no podía verla.

El resto del viaje fue bastante ameno. El chico se pegó bastante a Rhyuka intentando mantenerla entretenida. Era un joven la mar de activo, de familia de cazadores que se había dedicado toda su vida a ello, apenas llegaba a los 20 años y había visto casi de todo en esos años, sin embargo era bastante mucho más animado y divertido en comparación con sus otros dos compañeros, pero referente a la caza que tenía entre manos, no sabía mucho más de lo que había contado, quien llevaba el tema era Threy.

El grupo no resulto ser tan incomodo como me esperaba, aunque seguía en una situación algo comprometida. Si llegábamos al pueblo y no encontraba ninguna pista que nos diera otra dirección tendría un problema. Después de mi conversación con Sorke, no había despejado del todo mis dudas, la bestia que persiguen tiene poderes de fuego. No estaba segura, pero desde hacia tiempo había tenido la suposición de que el guardián también tenia algo de relación con temperatura. La vez que había despertado las temperaturas habían subido, aunque no podía asegurarlo ya que coincidió con el inicio del verano. De todos modos  Lunam tenia un clima bastante cálido para lo que era el interior de las montañas, cosa que podría explicarse por la presencia de el guardián.-¿Si tiene capacidades de fuego, no te resultaría extraño que se ocultase en un bosque? .- Respondí con total naturalidad reservando mis pensamientos para mi misma. Aun así la información que me había aportado Sorke era incompleta, necesitaba datos para mas adelante intentar conseguir alguna pista. Ya que Djevel no parecía muy participativo deduje tal y como había dejado caer Sorke que el mas adecuado para conseguir información seria Threy. No tenia muchas ganas de dialogar con el pero era la única forma de la cual podría conseguir mas información.

Mientras me dirigía hacia Thery en una de las paradas ya cercanas del poblado por mi mente paso un veloz pensamiento. ¿Estaba haciendo esto para salvarme a mi, al bosque o a aquellos que me acompañaban? No lo tenia claro. En ese momento escuche a Tusk aleteando y posándose en uno de los arboles. Pare mi camino hacia Threy e intente separarme del grupo con la escusa de realizar mis necesidades, no era cierto, únicamente no quería que conocieran la presencia de Tusk. Una vez separada del grupo di un pequeño silbido, lo que hizo que Tusk bajara de los arboles y se apoyara en mi.-Hola pequeño… siento no poder juntarme mucho contigo, estoy bien y Libusa lo mismo.-Dije mientras me agachaba y acariciaba a la zorra, que me había acompañado.-Aunque eso ya lo sabrías, seguro que nos has tenido vigilados desde arriba ¿eh?. -Saque una pequeña porción de mis provisiones, unas vainas de semillas secas con un sabor bastante dulzón. Había partido con pocas pero no me importaba compartirlas con mis compañeros.- Creo que pronto llegaremos al poblado que mencionaron, ¿Podrías mañana vigilar desde arriba si hay algo raro?. Por remota que fuera la posibilidad si Tusk veía directamente a la bestia desde las alturas ahorraría muchos problemas. Tusk emitió un simple graznido de confirmación. Agradecida le atuse las plumas y le deje marchar al árbol en el que parecía que esa noche haría su morada. Realice la vuelta al campamento lo mas rápido posible para que mis compañeros no sospecharan, tenia alguien con quien hablar, tan pronto como llegue fui directa hacia donde me indico Libusa que estaba. - Threy quizá no hemos empezado con buen pie.- Empiezo intentado disculparme, no es que quiera hacerlo, sigo pensando que tenia razón en las cosas que dije, pero creo que era la mejor manera de sonsacarle información. Aun asi tenia que medir con cuidado las palabras que iba a decir, cualquier desliz por mi parte podría suponer alguna clase de conflicto.- He estado hablando con tu compañero sobre el objetivo que buscáis, me gustaría saber si podrías contarme algo mas sobre las pistas que conocéis. Sigo pensando que no puede ser la misma bestia que la que habita en el bosque, pero necesito saber, conocer, que estáis buscando exactamente. Y… ¿Cuando habláis de la desaparición de un poblado… habláis de los habitantes… o de las construcciones también?- Quizá había sido muy directa, pero confiaba en las ganas de encontrar a aquella criatura que había mostrado algunos días atrás. Me resultaba curioso de todas formas que el que parecía ser el rastreador tuviera tan poca información. O había ocultado lo que sabia…

La verdad, por más preguntas que le hubiera hecho a Sorke, este no supo responder más que "Vete a saber" y "En Heinlein hay cosas muy raras" y teniendo en cuenta la existencia de Las Lágrimas de las Estrellas, y el constante desempeño del IECF por mantener un control sobre todo lo que sucedía en Heinlein al igual que un registro de criaturas que vagaban por el reino, no era de extrañar, que pese a esas vagas palabras, tuviera razón. Era de conocimiento común, o más bien, se consideraba un hecho normal pensar que aún había muchas criaturas sobrenaturales desconocidas.

La alternativa que buscó Rhyuka a aquella incógnita que el joven rastreador no le había resuelto, le llevó a Threy, el que parecía el líder.
En el preciso instante que esta se acercó a el, posó su mirada sobre la chica, mostrando desagrado, aprovechando que esta era incapaz de reconocer aquellas expresiones las cuales solo podían disfrutar los que habían sido bendecidos con la capacidad de ver a diferencia de la muchacha, sin embargo, esta era consciente de este tipo de cosas gracias a la ayuda de la zorra que la acompañaba.
En el momento que empezó a hablar, apartó la mirada y siguió cocinando la cena alrededor de la fogata. Se mantenía en silencio escuchando lo que la chiquilla decía, soltando algún que otro suspiro.

Chasqueó la lengua sonoramente. -¿Y porque tanto interés? Parece que sigues queriendo demostrar que tu amiguito no es el culpable- Metió otro leño en la fogata -Maldita sea Sorke. Tu, tu maldita lengua y tu maldito gusto por las mujeres. _{Siempre habla más de la cuenta cuando no debe.}- Dejó ir otro suspiro. Seguramente no quería tener esa conversación, y no se sentía cómodo con la chica. -Me imagino que conoces el trabajo de cazador ¿no? Habrás oído algo...- Suavizo el tono, su expresión facial y continuó con calma. -Generalmente llegan encargos, la mayoría de caza, otros son más aburridos, pero suelen dar la suficiente información... Otras veces, llegan contratos con urgencia sin más información que el posible motivo del encargo. Este es ese caso.- Hizo una pequeña pausa aprovechando para probar el potaje que preparaba. -Apenas llevamos una semana por aquí y no tenemos ni idea de a lo que estamos cazando, y la fuente más fiable que hemos conseguido era un rumor sobre una entidad guardiana de un bosque perdido al norte. Por eso estábamos allí. Acerca del pueblo... Absolutamente todo, edificaciones, y humanos. Lo único que quedaba eran ruinas y cadáveres calcinados. Y de ahí hemos podido deducir que se trata de una criatura con ciertos poderes de fuego y de un tamaño bastante grande, quizás del tamaño de un pequeño edificio.- Empezó a servir cuencos para la comida -Eso es todo lo que sabemos ¿Te sirve? Porque la comida ya está.- Su tono volvió a ser el mismo de siempre, frío y cortante.

Escuche con paciencia las palabras del cazador No había mucha información nueva, fuego y criatura grande, una criatura así tendría que dejar algún tipo de rastro… a no se desplazara por la tierra. Niego con la cabeza ante su afirmación de ayudar al guardián del bosque y que era amigo mío.- Ojala fuera amigo mío, pero por desgracia una no puede hacerse amiga de algo a lo que teme, ya os he dicho que no intento ayudarle a el.

Por el tiempo pasado no creo que quede mucho para que lleguemos al pueblo,  bueno, lo que quede de el.- Empiezo a hablar cuando termina de darme los pocos detalles que tienen.- El trato era llevarme hasta el pueblo a cambio de la información que pudiera daros de la bestia que habita en el bosque ¿Verdad? Aparte de guiaros por el bosque claro.- Guarde un momento de silencio mientras me sentaba en el suelo cerca de la hoguera. Escuchaba como el resto de los acompañantes se dirigía hacia el olor de la comida.- No quiero proteger al guardián, ya lo dije en su momento y me reafirmo. Mi madre me enseño a cuidar la vida como un regalo, ya sea la mia, la de los animales o las de las… personas.- Dije la ultima palabra dolida, recordando como habia sucedido la muerte de mi madre.- El guardián se encarga de que la vida de lo que es su domino no se vea en peligro. El duerme en calma si nadie molesta el territorio, pero si despierta… ¿Alguna vez os habéis encontrado completamente insignificantes ante algo? ¿Como si pudierais ser destruidos simplemente ante el deseo de alguien? Si despierta todo el bosque se entera, todo el bosque queda agitado durante semanas, todo cambia. Y todos los que han provocado su despertar acaban muertos. Estos dos últimos meses no he notado su despertar, además el bosque estaba tranquilo… hasta que llegasteis vosotros. Los animales reaccionan de diferentes maneras ante los extraños, vuestra llegada no fue desapercibida.- Digo mientras acaricio suavemente a Libusa, que se ha subido en mi regazo.- Por eso os dije que no pensaba que hubiera sido el guardián, además, llevo prácticamente desde que naci en ese bosque y mi madre tenia constancia del guardián, seria muy raro que de pronto despertara y abandonara el territorio que había estado protegiendo. También dudo que sea la criatura que buscáis, como tu acabas de decir ha dejado calcinadas casas y cuerpos. Aunque siempre he tenido el pensamiento de que el guardián tenia alguna clase de vinculo con el calor que hay en el bosque, debisteis de notarlo cuando estuvisteis allí, hacia una temperatura algo mas alta que aquí en la montaña.- Digo mientras me cubro un poco mas el torso con el abrigo.-No he visto nunca ningún terreno del bosque calcinado. Y no creo que sea un poder de fuego, no ayudaría al bosque, lo que quiere proteger.

Paro de hablar un momento y presto atención a las respiraciones a mi alrededor, parecía que los tres habían estado escuchando.- Os digo esto por dos razones, es cierto que no quería que os enfrentarais al guardián, pero no lo estoy protegiendo, simplemente temía lo que pudierais hacerle al bosque y lo que pudiera ocurrir si despertaba.- Suspiro sin mucha seguridad, de verdad esperaba que me creyeran.- Cuando llegamos al pueblo creo que todo estará mas claro, aunque como prometí, si no encuentro evidencias de que haya sido otra criatura os guiare por el bosque, aunque nunca antes he intentado encontrar al guardián…y la verdad, no quiero hacerlo- Digo algo apesumbrada, quería decir la información antes de llegar al pueblo para ganar cierta confianza pero como sabia que no seria suficiente continúe hablando.- Con respecto a vuestra presa, decís que ha calcinado un poblado entero seguir a una criatura que pueda irradiar fuego de esa manera no debería ser difícil, sobre todo si tiene el tamaño de una casa como has dicho, debería dejar un rastro por donde se desplaza y creo que si existiera ese rastro lo habríais encontrado. Si ese rastro no esta es porque no se desplaza por donde pensamos, no se desplaza por el suelo si no por el aire.- Digo señalando hacia arriba.- Ante esto diréis que es poco probable, que podrá apagar sus poderes de fuego cuando quiera, pero en ese caso seguiría teniendo una envergadura importante y dejaría huellas.- Mi madre me había contado historias de muchas criaturas, entre ellas una grande con alas que escupía fuego, quizá estaba siendo demasiado presuntuosa, pero era lo único que se me había ocurrido, dudaba que si hubiera huellas en el suelo no las hubieran seguido antes de preguntar por rumores.