Partida Rol por web

Anima: El Sollozo de las Estrellas

Capítulo 1.5: Rhyuka

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04/09/2016, 22:20
Samantha Heileen

Al principio Heileen se mostraba reticente a recibir la ayuda de Rhyuka en cualquier aspecto.
Los primeros días se negaba, aunque dubitativa, a darle ningún trabajo y por mucho que le insistiera a ella o a cualquier otro trabajador o trabajadora de la posada que pareciese poder asignarle alguna tarea, actuaban de forma parecida, mandando a la muchacha a mendigar por trabajo a la que era la la jefa de la posada, es decir, Heileen.

Al cuarto día, y tras la insistencia de la muchacha, quizás algo preocupada por como Rhyuka pasaba los días, muy probablemente aburrida, y otros muchos pensamientos que no expresaba pero que sin duda alguna tenía, acabó por aceptar y proponer que trabajara como camarera aunque más bien con un objetivo puramente comercial.

-N-No tienes mal tipo... Podrías hacer, alguna cosa de camarera- Propuso mientras se fijaba en ella, de arriba abajo comprobando como podía sacarle partido. -Tampoco tendrías... que tomártelo muy a pecho... Y teniendo en cuenta...- Se paró indecisa, decirlo le suponía dificultades, pero no podía, de alguna forma u otra, sentirse mal por ella. -Tu condición... física, no hace falta que te esfuerces mucho... Tampoco nos debes nada. Pero... si es lo que quieres.-
Otro punto a tener en cuenta, era el uniforme. Toda una sorpresa. No había de sobras, y en general los hacían a medidas. Pero encontraron una alternativa que acabó por mostrarle el mundo de Heileen a Rhyuka.
La posadera le prestó una de sus prendas, que como bien podía comprobar, la función de esa prenda parecía hecha para atraer a los clientes y hacer pasar vergüenza a quien las llevara.
La blusa interior, para la sorpresa de Rhyuka se ajustaba bastante bien, ya que de base era holgada, ciñéndose al final de los brazos y del vientre, manteniendola bien sujeta aunque notándose muy ligera alrededor del pecho debido a la gran diferencia entre las dos mujeres, donde la posadera le sugirió que mantuviera cerrado los botones para que se ajustara al cuello, no dijo el motivo.
La parte de abajo consistía en una falda marrón extremadamente corta y muy ceñida a la cintura al estilo corsé cerrado por varios botones, aguantada por dos cintas que pasaban por los hombros. Como su diseño era apretado, no tuvieron ningún problema para ajustarla, ya que le quedaba perfecta a Rhyuka pese a la diferencia de cadera, descubriendo el suplicio que debía pasar Heileen con aquello.
Por otra parte, el corto de la falda, gracias a que la muchacha era algo más baja, no mostraba tanta carne, pero podía resultar algo incómodo para alguien como Rhyuka.
Por último, le cedió un par de botas gruesas de piel de algún animal, bastante cómodas.

Heileen ayudó a Rhyuka a vestirse y cuando acabaron, le explicó un poco que hacer, cosas sencillas y simples. Mantenerse en la entrada dando la bienvenida a los clientes. Si se agobiaba en el interior podía salir fuera a llamar la atención.
Acerca de las tareas interiores, evitara tomar ninguna pedido, pero podía dedicarse a ayudar a llevarlos, siempre y que no fuera mucha carga y pudiera tener una control de la situación del lugar. Y en cualquier otro caso, que probara cerca de la barra. No dio mucha información más.

-¿Lo... lo has entendido todo?- Preguntó antes de acabar todo aquello.

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05/09/2016, 01:02
Rhyuka

Después de insistir cada día a Samantha al fin conseguí que me prestara atención. Camarera, hubiera preferido algo en lo que tuviera menos relación con la gente, pero después de tanto pedir que me diera algo que hacer, no iba a rechazarlo. Me había molestado que mencionase mi “condición” pero decidí ignorar aquellas palabras y demostrarle que no era cierto.

Me ajuste las ropas con ayuda de Heileen. No eran muy cómodas, pero si era según Samantha la ropa de trabajo tendría que aguantarme. Quizá la parte que menos me gustaba era la inferior, siempre había acostumbrado a llevar pantalones holgados… dejar las piernas al aire me resultaba extraño.

Escuche con atención todas las instrucciones que me iba dando, en silencio mientras tiraba de la tela que me cubría la parte superior de mis piernas hacia debajo. Finalmente asentí con la cabeza a su pregunta. -¿Puedo empezar ya?- No era mi intención, pero mis palabras sonaron secas, quizá aburridas por las explicaciones de Samantha.

Me dirigí hacia la puerta con intención de hacer lo que me habían pedido. Libusa me acompaño, aun parecía igual de asustadiza con la gente, pero tras casi una semana en el pueblo parecía que se acostumbraba poco a poco. Me quede esperando en la puerta a la espera de que se abriera con un nuevo cliente.

No tardo mucho en aparecer el primero.- Bienvenido a… El Reposo del Jeger.- Dije de forma interrumpida ante un lapsus de mi memoria.-Si me dice que va a tomar lo pediré por usted y se lo llevaran en cuanto sea posible. Libusa le llevara hasta una mesa libre. Disfrute de su estancia.- Mientras lo decía Libusa dio un par de vueltas alrededor de mi  y la mande unas pocas ideas.”- Mostrar, mesa, vacía, señor.-“Después de anotar mentalmente que quería me dirigí a la barra y le espete a otra camarera lo que había pedido el cliente. Demostraría a Samantha que podía hacer lo que fuera incluso con mi “discapacidad”.

O así lo pensaba…  El cuarto cliente que entro quizá no era lo que esperaba. Antes de que hiciera mi presentación empezó a hablar, diciendo algunas cosas que bien podía guardárselas para los momentos en los que estuviera a solas.- Usted puede irse a sentarse a aquella esquina. Dije señalando uno de los extremos de la posada. No se preocupe, en algún momento le llevaremos cualquier liquido para hacerlo sentir mas inferior de lo que es.

Por algún extraño motivo una de las camareras que pasaba por allí me dio un toque de atención y se llevo al cliente, el cual, por alguna razón parecía ahora de un humor aun peor. Al rato, la camarera volvió y me dijo que podía ir a descansar.- Pero, aun queda gente por venir. Saldré fuera para traer clientes.- Dije segura de mi misma, Libusa me acompaño mientras me hacia saber que aquella camarera había puesto una mirada algo extraña en mi espalda.

Cuando salí al exterior sentí como el viento frio se hacia paso por la piel de mis piernas.- Vengan a El Reposo del Jeger, todo aquel que quiera un merecido descanso tras sus insulsa vida venga a tomar un trago.- Dije a voz en grito intentando hacer entrar a la gente.

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05/09/2016, 20:48

El resto del día transcurrió bastante calmado, de vez en cuando iba a pareciendo algún que otro cliente, de todos modos, por la mañana se notaba que no era precisamente un lugar muy frecuentado, la gente tenía más bien trabajo que hacer, sin embargo a medida que se acercaba lo que debía ser el mediodía, algo más caluroso aligerado por una suave brisa que refrescaba evitando que la muchacha sudara, a cambio de, muy de vez en cuando arrastrar su falda hasta una altura más que inapropiado para una persona vergonzosa o que pretende ocultar lo que hay debajo, llamando la atención de cuantos había alrededor, poniendo los ojos en la muchacha que allí se encontraba llamando la atención, ahora de una forma más efectiva, aunque inconsciente en parte, hasta que Libusa se percató de lo que realmente sucedía.

La camarera con la que anteriormente había tenido un pequeño contacto apareció rato después. -Chiquilla, ven, me da igual lo que digas, tomate un descanso.- La arrastró dentro hacia la barra. -Tomate descansos de vez en cuando, te va a coger algo.-  Dijo algo hastiada sirviendo un vaso de agua para Rhyuka. -Y ten claro que a los clientes no se les puede hablar así, solo si manosean o llegan a actuar de forma inapropiada. ¿Entiendes?- Se sirvió ella misma otro vaso. -Y si estás incómoda o quieres parar ven a la barra y tomate un respiro.- Tras aquello dejó que volviera a su trabajo.

Desde ese momento, ya tocando alrededor de mediodía, empezaba a acercarse más gente, todos ellos saludando, por alguna razón desconocida "Falda, viento, levantar" de forma amigable, llegando a notar que realmente la posada empezaba a llegar mucha gente. Más de la habitual a aquellas horas.

-¿Así que tu eres la nueva camarera?- Alguien que se acercaba por allí, al parecer con un grupo de cinco personas se dirigió a Rhyuka. El hombre que había hablado, de mediana edad, silbó. -Vaya pedacito de pan nos han dejado por aquí. ¿Que te parece si te vienes con nosotros a dar una vueltecita en vez de quedarte aquí delante perdiendo el tiempo? Y así arreglamos lo de tu vestido.- Dijo algo sarcástico.

-¿Cuantos años tienes cariño? Seguro que puedo ofrecerte un mejor trabajo.- El resto de hombres rió.

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05/09/2016, 23:58
Rhyuka

Escuche las palabras de la camarera algo confundía. ¿Había hecho algo mal? Y a que se refería con “manosear”. Asentí  de todas formas para no hacer entender que no entendía nada de lo que me estaba diciendo y volví a la calle.

Parecía que cada vez se acercaba mas gente, pero por alguna razón algunos no entraban a la posada y se quedaban fuera. Algunos de ellos empezaron a hablar conmigo. Escuche sus palabras confundida y respondí sin mucho reparo.- No, aquí no hemos sacado pan, pero dentro puede comer todo el que le permita su dinero. Y tengo que rechazar su oferta sobre dar una vuelta, estoy trabajando, no como otros.- Me quede algo extrañada tras su mención al vestido, era lo que me habían mandado poner, que la falda se levantara no me hacia ninguna gracia, pero era lo normal… ¿no?

Cuando escuche la nueva pregunta sobre mi edad, seguida por una propuesta de trabajo  seguida de las risas de aquellos hombres empecé a pensar que realmente no querían entrar a la posada. Simplemente estaban molestándome por entretenimiento. Sin mucho reparo les respondí.-No tiene por que saber mi edad. Y seguro que el trabajo que me ofrece es tan nimio que no merece la pena aceptarlo.- La verdad es que no sabía realmente mi edad, nunca la había contabilizado y el tiempo. Respecto al trabajo no tenia mucho que comentar, acababa de conseguir que Samantha me diera algo que hacer, si hubiera sabido que la gente iba ofreciendo trabajo por la calle quizá abría salido antes… bueno, no, si había aceptado este trabajo es porque no quería tener una deuda con Heileen.- Bueno, si no van a entrar me retiro a dentro, es una tontería hablar con gente que no va a ser parte de la clientela.

Sin dilación empecé el camino hacia la puerta, quería preguntarle a la camarera si habría algo raro en mi vestido, aquellos comentarios me habían hecho dudar. ¿Quizá se había roto alguna parte? Y ya de paso quizá podría ser interesante probar el trabajo en la barra.

Notas de juego

No tiene por que saber mi edad. Y seguro que el trabajo que me ofrece es tan nimio que no merece la pena aceptarlo.

Quiero que se interprete como una indirecta, aunque Rhyuka no lo sepa.

PD. La he dejado avanzando hacia dentro pero sin entrar por si los tipos esos quiera bronca. (Aunque la verdad no me apetece pegarme con gente en el pueblo que es el centro de los cazadores G, quiza alguno me puede dejar inconsciente de una toba)  xD

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06/09/2016, 20:07

El hombre se quedó algo perplejo tras la primera respuesta de Rhyuka, sin entender muy bien lo que decía, al mismo tiempo que tomárselo como una ofensa. Luego siguió con lo de su edad, dejando a entender que no tenía ningún interés en ellos, de ninguna clase, y los dejó ahí a su suerte con las últimas duras y características palabras que solía usar Rhyuka en general y sobretodo con gente que ella consideraba molesta, aunque a veces era difícil de diferenciar debido a su carácter.

-Espera chiqui...- El hombre gritó empezando a perder los nervios justo cuando la muchacha entraba dentro del local, dejándolo con la palabra en la boca. No hubo ningún problema más con ese grupo.

El interior a esa hora estaba bastante animado, mucha gente observaba a la muchacha cuando entró, expectantes, esperando algo de ella.
Esta simplemente se acercó a la barra, y antes de pedir para ayudar allí, consultó acerca de sus ropajes. -La ropa está bien chiquilla, el problema... más bien es sus características, muy corto. Me imagino que allí fuera ya te habrán visto todo lo de abajo.- Dijo una de las camareras algo atareada. -Y ni se te ocurra abrirte el cuello a que te apetezca enseñar los pechos. Como te inclines, vas a montar un buen show sin que ganemos nada. Aunque creo que con lo arisca que eres ese no es tu propósito.- La camarera en cuestión acabó de decir aquello y apresurada cogió los pedidos preparados y se fue a repartirlos.

-¿Ayudar aquí?- Preguntó al hombre que debía ser el tabernero, justo detrás e la barra. -Has hecho un muy buen trabajo fuera.- Puntualizó, indicando al cantidad de gente que había allí dentro. -Mira, quédate de momento aquí detrás conmigo y te ayudo, es bastante sencillo, mira...- El hombre le puso un nuevo trabajo bastante simple.
Consistía en coger las ordenes de las camareras y llevarlas a la ventana de la cocina. Luego llevar lo preparado a la barra y gritar los pedidos listos para que las camareras se los llevaran. Algún que otro pedido directamente en la barra, generalmente de bebida, aunque alguno de comida de vez en cuando. Era una tarea muy fácil, el camino hacia la ventana era rápido de aprender desde la barra y mientras se hablara, no habría ningún problema con los pedidos.

Al principio fue sencillo, pero rápidamente muchas de las ordenes empezaron a caer directamente en la barra. -Guapa, una cerveza.- Muchas de ellas directamente a Rhyuka hasta el punto de poder llegar a sentirse avasallada. -Preciosa, un estofado y un buena jarra de birra  por acá- Empezaba a parecer como si ella fuera una novedad y mucha de la gente simplemente estuviera para echarle un ojo. Alguno incluso intentó entablar conversación con ella, aunque también alguna que otra mujer y muchacha que se encontraba por ahí, en menos cantidad. Los temas pasaban desde intentos corteses de comunicarse y presentarse a alguno más agresivo y fuera de lugar.
Al final, acabaron ahuyentando a gran parte de la gente obligando a tomar sitio en las mesas vacías.

El resto del día hasta bien entrado la noche, fue bastante bien, con ese característico ajetreo pero sin haber ningún problema ni conflicto mayor que el que tenían las camareras de la taberna, con los borrachos y otros que se intetnaban propasar.

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06/09/2016, 22:22
Rhyuka

Las explicaciones de la camarera no me quitaron mucho las dudas que tenia. No entendía a que se refería con mis “características”. Y tampoco sabia la razón de querer enseñar los pechos… ¿Seria algún tipo de dicho de por allí? ¿Para que iba a hacerlo? Bastante frio cogía por culpa de aquella falda como para airear el cuello también.

Me dirigí hacia la barra para intentar ayudar por allí, las instrucciones del tabernero parecían sencillas, trasmitir órdenes y transportarlas. Los primeros pedidos los realice con cuidado, contabilizando el número de pasos entre un lugar y el otro. Todo iba bien mientras no se pusiera nadie en medio o me hiciera perder la cuenta. Alrededor de los primeros 10 trayectos ya lo realizaba con soltura. Cuando ya le había cogido el ritmo, los pedidos a la cocina empezaron a disminuir, probablemente, ya que pasado el medio día, la gente quería comer menos. Las siguientes órdenes casi todas eran sobre bebidas, y mas concretamente sobre una llamada cerveza. Nunca la había probado, pero el olor que desprendía no me atraía mucho.  Era cierto que aunque tenía gente a mi alrededor, estar detrás de aquella pequeña muralla de madera me hacía sentir más segura, y los consejos dados por el tabernero siempre facilitaban  las cosas.

Mucha gente se acerco simplemente a charlar. No entendía el motivo, aquello era un negocio, si no consumían algo no salía rentable su estancia, pero recordé las palabras de la camarera sobre comportarse, si bien era cierto ahora no estaban tomando nada, podrían volver en un futuro para hacerlo, así que simplemente me mordía el labio inferior y dejaba que hicieran su presentación aunque en algunos momentos, hastiada de aquella tarea simplemente respondía con algunas palabras cortantes haciendo entender que tenía trabajo. De vez en cuando en la posada se escuchaba alguna discusión entre los borrachos y las camareras.  De esas conversaciones entendí a lo que se referían con “manosear” Algunos clientes se tomaban la libertad de tocarlas en partes en las que no querían… Seguía sin sacarle relación, yo no quería que me tocase nadie en ningún sitio. Aun así me parecía unas acciones bastante maleducadas por parte de los clientes, si alguno hubiera hecho eso mientras estaba fuera habría echado de menos no tener mi espada a mano.

Ya entrada la noche el sitio empezó a vaciarse hasta que finalmente solo se oía como se recogían las mesas. Cansada me apoye en la barra, cosa de la que me arrepentí, estaba pringosa, seguramente por el derramamiento de algún liquido. Quería descansar realmente no sabia que fuera tan cansado atender en una taberna, aunque quizá también hubiese tenido la culpa que hubiera estado en tensión para no equivocarme en nada.

Me despedí con palabras escuetas de los que habían sido mis compañeros ese día, estaba cansada, el traje que me habían prestado se me pegaba ligeramente a la piel por el sudor que se iba quedando frio. Iba a empezar a subir las escaleras con intención de volver a mi habitación y dormir plácidamente cuando me di cuenta de que si me dormía con aquellas ropas, o así de sucia seguramente no sería bueno, me di la vuelta buscando a Heileen para preguntarla sobre un sitio cercano donde poder limpiarme tanto a mí como a las ropas.

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07/09/2016, 16:07

La noche fue bastante propicia y a la hora de cierre, los trabajadores, aunque cansados, sus ánimos estaban bastante altos debido a las generosas propinas de los clientes. Había sido un día ajetreado pero reconfortante. El ejercicio físico siempre sentaba bien, liberaba tensiones y dejaba a todo el mundo de mejor humor. Y eso se notaba en los que ahora, por poco que fuera, podía llamar "compañeros de trabajo", que, pese a sus recelos a comunicarse debidamente con Rhyuka, alguno que otro le daba unas palmaditas en la espalda y la felicitaban por el trabajo duro. Incluso alguna que otra camarera que podría haber cogido cierto odio personal hacia ella.
De todos modos, a esas horas de la madrugada, ya solo quedaba Heileen, el encargado nocturno que tenía su propio horario y alguno de los clientes que iban a pasar la noche ahí, que para ese entonces ya debían estar durmiendo.

Rhyuka se puso a buscar a Heileen, encontrándola, siguiendo las indicaciones de los trabajadores rezagados en lo que debía ser algo parecido a su despacho.
La posadera, efectivamente, se encontraba en la habitación. La puerta estaba cerrada así que la muchacha tuvo que golpear la puerta, a la que escasos segundos después, una voz algo baja y tímida sonó desde el interior. Al parecer Heileen se había dormido encima de un montón de hojas que había por ahí encima en las que estaba trabajando. Sin embargo ayudó a Rhyuka en lo que necesitaba, y se apuntó, aunque estuviera muy cansada.

Dentro del edificio había algo a lo que había llamado baño. Era un habitación bastante ancha y caldeada situada en lo que era la parte inferior de la posada casi detrás de todo del edificio. Antes de entrar en ella, había una pequeña sala con varios recipientes donde pode dejar las pertenencias, básicamente para desnudarse antes de entrar.
Heileen, pese a su general actitud vergonzosa, en esta ocasión parecía dejarse llevar sin importarle mucho, desnudándose, ayudando a Rhyuka si fuera necesario y luego, posando sus manos encima de la espalda de su compañera, llevarla hasta lo que era la habitación contigua donde había una tina de madera, rellena con agua caliente.

Notas de juego

Una pena que no tengas el sentido de la vista XD

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07/09/2016, 17:38
Samantha Heileen

Heileen había dejado espacio para la otra chica y para su mascota, aunque la tina tenía espacio para cuatro personas más.

Nada más entrar ahí dentro, la posadera dejó ir un suspiro de alivio. -Aaaaaahhh... Que bieeeen...- Empezando a relajarse ahí dentro. Por el lugar había algunos utensilios para lavarse. -Me han dicho que hoy has hecho un buen trabajo. Buena chica.- Se la notaba cansada, aunque más abierta de lo habitual, como si no acabara de ser ella misma, quizás por el cansancio.
-Si hubiera sabido que ibas a tener tanto éxito quizás hubiera arreglado más las cosas. Perdona.- Dejo ir una risa sincera aunque algo sarcástica. Quizás simplemente intentaba romper el hielo con la chica. No parecía que estuviera incómoda con ella pese al trato que en un momento habían tendió y a como Heileen se tomaba las cosas. -Bueno, cariño ¿tu como lo ves?- La posadera cada vez se acomodaba más en la tina, casi estirándose dentro tocando las piernas de la muchacha.

Notas de juego

Voy a dejar algo de espacio para el FanService XD.

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07/09/2016, 19:20
Rhyuka

Seguí a Heileen hacia la habitación a la que Heileen había llamado baño, por lo visto era una sala donde podía limpiarse. Legamos a un lugar donde dejar las cosas, me desvestí sin mucho apuro. Tenia ganas de quitarme aquellas ropas así que me deshice de ellas dejándolas sin mucho cuidado en uno de aquellos recipientes.

Cuando termine note como Heileen me ponía las manos en la espalda y empujaba hacia mi. Aquella muestra de contacto en un principio me asusto, pero después de algunas explicaciones provenientes de Libusa, comprendí que simplemente me estaba mostrando el camino hacia otra sala.

Al entrar en la nueva habitación el vapor caliente me golpeo en la cara y me quede aturdida, hacia mucho calor en aquella sala, casi como si estuviera en la cocina… Por un momento me inundo el pánico. Por mi mente pasaban ideas demasiado espeluznantes para ser ciertas. Finalmente me relaje al escuchar el movimiento de agua provocado por Heileen y su suspiro de alivio. Con cuidado, metí en aquella tina un pie, el agua estaba caliente, nunca había usado el agua caliente para algo que no fuera cocinar, pero al meterme finalmente en el agua comprendí la razón de porque estaba caliente. El agua relajaba todos los músculos en estado de tensión tras el día de trabajo.  Libusa por su parte, prefirió quedarse en la sala anterior, no parecía gustarle aquellos vapores.

Las primeras palabras que me dirigió Samantha me hicieron en parte sentir algo de orgullo. Aunque pronto me di cuenta de que ser camarera no era algo que quisiera ser durante mi vida. Podría seguir trabajando, pero me gustaría seguir practicando durante una parte de mi tiempo con la espada y el arco. Antes de que pueda decir nada Heileen vuelve a hablar. Me quede pensativa un momento. Sus palabras no habían sido las mas correctas, pero… Me había quejado hacia unos días ya que ella había intentado ayudarme por mi ceguera. ¿Estaba intentado hacer todo lo contrario y hacer como si pudiese ver? ¿O era simplemente un desliz? Si me quejaba le estaría dando la razón. Involuntariamente solté una pequeña carcajada al verme en aquella situación.- Creo que no podre responderte a eso.- Dije mientras me calmaba con cierta ironia.- Supongo que te referirás a que me parece el trabajo. Si no fuera por que me sentiría en deuda si no hiciera nada, no realizaría tal trabajo. Seguiré ayudándote hasta que pienses que puedo regresar a mi hogar pero… Me gustaría tener algo de tiempo para mi. Unas pocas horas en la mañana seran suficientes.- Mis deseos de enfrentar a aquella bestia no habían desaparecido, los días que Heileen no me había dejado ayudar había seguido con mi entrenamiento, y no pensaba dejarlo ahora. Aunque fuera poco, si seguía entrenando al menos unas horas al día, podría mejorar.

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08/09/2016, 16:01
Samantha Heileen

No parecía que Heileen acabara de percatarse de como ella actuaba, ni como lo había hecho Rhyuka.

-¿Estás segura? Podría alojarte y ofrecerte este trabajo indefinidamente. Comida, hogar... Un lugar al que pertenecer...- La posadera hablaba como si supiera algo más acerca de la muchacha que le hacía decir aquellas cosas con cierta melancolía. -​Una familia, por ejemplo...- Mantenía los ojos cerrados mientras se relajaba.

Rápidamente cambió de materia, moviéndose dentro de la tina, para encararse a la muchacha -Con ese cuerpecito tuyo, debería haberme imaginado que tendrías mucho éxito.- Empezó a tocar el suyo. -A fin de cuentas, somos polos opuestos. ¿Estas segura de que no quieres el puesto?Te podrás quedar las propinas. Te auguraría un buen futuro como tabernera.- Se acercó lentamente hacia la muchacha gateando a cuatro patas dentro del agua. Rhyuka podía oír el  líquido impactar contra los bordes y sentir las ondas de esta cuando su compañera de baño se acercaba hacia ella, hasta que, sin previo aviso, la agarró por la cintura y la arrastró hacia el centro del ancho recipiente sorprendiéndola, sujetándola con suavidad sin parecer amenazante aunque dejando a la joven en una posición algo vulnerable de piernas abiertas y boca arriba. Heileen tenía más fuerza de la que aparentaba tener con su delicada figura femenina. -No te asustes preciosa. Vamos a dejarte bien limpia, que seguro hay zonas a las que no puedes llegar.- Actuaba demasiado lanzada para como acostumbraba a actuar la posadera.

Colocó a la muchacha en mitad del recipiente de rodillas. -Puedes llamarme Samantha, si no te importa. Heileen es mi apellido, cariño. Es demasiado formal. A excepción que quieras seguir refiriéndote a mi por el apellido, pero entonces te pediría que me dijeras el tuyo.- Empezó a acariciarle el pelo a la muchacha tranquilamente de una forma quizás demasiado pegajosa, dejando poca distancia entre su cuerpo y el de ella, aún sin llegar a tocarse.

Tras limpiar el pelo a conciencia, echándole varias veces agua por encima para sacarle el jabón, siguió con lo que era el cuerpo, cogiendo alguna especie de objeto esponjoso al que le había aplicado jabón, sacando mucha espuma cuando lo pasaba por encima del cuerpo de Rhyuka con detenimiento, como si la examinara y lo disfrutara, llegando al punto de resultar algo incómodo para la muchacha, pero no lo suficientemente desagradable. Quizás a causa del cansancio, que dificultaba oponerse a ello y hacía que aquello tuviera algo de agradable, emulando a una madre cuidar a su hija.

-Se que quizás no estás contenta con el resultado de tu viaje hasta aquí. Tengo la sensación de que no era lo que esperabas, como si en la conversación que tuvimos no fuera a ayudar, o no fuera a servir de ayuda. No te equivoques, el tema se resolverá. Solo has de confiar en mi.- Acarició la mejilla de la muchacha. -Al menos me alegra que no te hayas marchado por tu cuenta. Me preocupa lo que pueda pasarte. De todos modos, no has de sentirte en deuda con nadie... No deberías. Yo estoy aquí para ayudarte a ti y a todos.- Su voz era dulce, su hablar tranquilo.

Heileen, desde la espalda de la muchacha, lavaba con cuidado cada parte de la muchacha, empezando por el cuello, los hombros, luego, con cuidado, levantó cada brazo por individual limpiando desde los sobacos hasta la punta de los dedos con pausada calma, ahora ya rozando la verdadera incomodidad cuando con sus manos se dedicaba a tocar los músculos de estos. -Tienes un bonito cuerpo.- Empezó a bajar desde los hombros alcanzando los pechos y el torso con la esponja. -Bastante firme. ¿Que clase de vida llevabas antes?- Con la otra mano empezaba a acariciar y toquetear la parte del costado izquierdo.
Heileen, pese a la situación seguía completamente calmada. -¿Tienes algún familiar?- Acabó preguntando algo desconfiada.

Pese a la situación, aquel lugar era relajante y Heileen, pese a estar actuando de una forma algo más agresiva de lo habitual, hablaba con tranquilidad y con un tono de voz muy suave evitando llegar a resultar una amenaza para aquel desconfiado e insufrible animalito.

Notas de juego

Para que te hagas una idea, porque creo que no he conseguido plasmarlo bien. La situación es muy tranquila, relajante. Heileen pese a ser algo más lanzada, parece una persona normal, que desprende un aura de seguridad, actuando de una forma casi maternal y hablando con mucha suavidad.

Ya como actúe Rhyuka es cosa tuya, debido al "atrevimiento" de la posadera, pero a tener en cuenta eso.

La música, para darle el toque.

PD: Que se desate el fanservice!!!!

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08/09/2016, 20:11
Rhyuka

Escuche las palabras de Heileen estaba pensando en sus palabras cuando de pronto me cogió de la cintura  haciéndome soltar un pequeño gritillo. Pero tras su explicación y puesta en marcha limpiándome el pelo agradecí estar dándole la espalda, ya que por alguna razón notaba como mi cara se me ponía caliente.

Me coloque de rodillas mientras me acariciaba el pelo y empezaba a limpiarme. De alguna forma empezaron a venir a mi mente recuerdos de mi madre y yo en un pequeño riachuelo de Lunam.- Samantha…- mis labios pronunciaron aquel nombre, únicamente para ver como sonaba desde mi boca. Pronto Heileen empezó a limpiarme el cuerpo, de alguna forma, cansada por el día de trabajo y con los recuerdos de mi niñez a flor de piel me deje limpiar. La voz de Samantha tranquila y sosegada, hablando de temas sin mucha importancia, sonaba de fondo mientras aquel objeto esponjoso recorría mi cuerpo.

No hacia mucho interés en responder los comentarios que me formulaba, escuchaba pero simplemente me quede callada. Hasta que unas preguntas me devolvieron a la realidad. Vida que llevaba antes… y familia. Hasta ese momento no me había dado cuenta, pero de mis ojos corrían pequeñas gotas que no provenían del agua de la tina. Me aparte con cierta incomodidad de Heileen, quizá el ambiente, los recuerdos o el cansancio me había hecho bajar la guardia. Hice un cuenco con mis manos y después de llenarlo con agua me salpique la cara.

Me voltee con seguridad hacia Heileen.- Libusa siempre ha estado conmigo.-Y también Tusk” pensé sin pronunciarlo.- Pero supongo que por familia no te refieres a eso. – Solté un pequeño suspiro.- Si no te molesta yo también te limpiare… quiero… saber como eres.- Me había echo una vaga idea de cómo era Heileen con las descripciones de Libusa, pero limpiándola me haría una mejor idea de su cuerpo, así como rasgos característicos.

Heileen no parecía muy convencida pero finalmente se dio la vuelta. Eleve mis manos, acaricie su pelo antes de empezar a deshilar con mis dedos la cabellera mojada que tenia.- La única familia que tenia era mi madre. Pero murió hace ya tiempo, vivíamos en Lunam. Era una vida tranquila. Mi madre tenia un pequeño huertito del que nos alimentábamos y a veces viajábamos a un pueblo cercano a comprar cosas. Pero no era habitual, por alguna razón la gente nos evitaba.- después de desenredar su pelo baje mis manos a sus hombros y segui deslizándolas por sus brazos, haciéndome a la idea de su fisonomía.- Despues de que la mataran todo fue mas difícil… - Cogí la esponja y empecé a limpiar a Samantha.-No te preocupes por que me pueda escapar, gaste todo lo que me quedaba para llegar aquí, si intentara marchar ahora seguramente no llegaría ni al pueblo mas cercano.-Dije con una voz bastante triste.- Pero no me quedare. Has dicho que el tema se resolverá, pero… - agite la cabeza y deje momentáneamente de limpiarla para apretar con fuerza aquel objeto esponjoso.- Aquel señor del dia que nos conocimos lo dijo… quiza aquella bestia ataque el bosque o algún poblado… No lo entiendo… ¿Porque esa criatura mato tanta gente sin ninguna razón?

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09/09/2016, 14:32
Samantha Heileen

Samantha se dejaba limpiar con total tranquilidad, completamente relajada sin proferir ningún sonido más que el de su tranquila respiración, disfrutando de que otra persona la lavara y le quitara la suciedad de su complicada melena y de su voluptuosos cuerpo. Profirió una pequeña risa cuando habló acerca de Libusa. -No, no me refería a eso, cariño- Una pequeña sonrisa afloró en su rostro. 

Con los ojos cerrados, de rodillas y de espaldas a la muchacha, escuchaba a Rhyuka hablar acerca de su vida, de su madre, de como era todo antes, prestando atención a las inquietudes que la muchacha tenía. La posadera simplemente asentía con suavidad dejándose hacer. -Curiosa forma de vivir... Muy... Autosuficiente... Supongo- Sorprendía lo enmarañado que llegaba a tener el pelo debido a la suciedad y al poco cuidado que podía dedicare. Era largo y sedoso y olía realmente bien.

Su piel era suave, casi como la de un recién nacido, pero estaba marcada por alguna que otra cicatriz alrededor de los brazos, las muñecas y las manos, donde Rhyuka deducía que se trataban de heridas producidas por el trabajo. La posadera no parecía que tuviera ningún inconveniente en que su compañera se percatara de ello.
El resto del cuerpo estaba intacto, bien definido y femenino, dejando sentir un cuerpo algo frágil, con un busto que era el deseo y la envidia de muchos y muchas, y unas anchas caderas.

Mientras la chica limpiaba el cuerpo de la posadera, y continuaba hablando, pareciendo caer en la melancolía y mostrando sus verdaderas cartas, Samantah parecía intentar entrar en contacto con la mano de la muchacha, justo cuando pasaba por encima de su vientre, hasta que hablo sobre aquella criatura, agarrando la mano de Rhyuka haciendo que soltara la esponja. -No, Rhyuka...- Se giró y se le encaró, posando la otra mano en su mejilla, mientras la usada para sujetar la de la muchacha era arrastrada hacia el pecho de la posadera.
-Se que es difícil para ti. Pero todo se solucionará. No dejaré que nadie ni nada corra peligro.- Acariciaba con ternura la mejilla de la chica, acompañando la otra mano hacia el pecho de la muchacha. -Yo tampoco lo entiendo.  Y dudo que llegue a entenderlo si no nunca llego a encontrarme a ese ser.- Posó la mano de la muchacha como si intentara hacer que notara los latidos de su corazón. -Tampoco se lo que viviste, el miedo que pudiste llegar a pasar, pero quizás tu comprendas mejor que nadie. A fin de cuentas sobreviviste.- Presionó su mano contra la tuya haciendo que los latidos traspasaran y pudiera notarlos. -¿Verdad? Y estoy segura de que no te has dado por vencida. Estoy segura de que no quieres abandonar ese lugar al que consideras tu hogar. El cual debe de tener tus memorias más tiernas- Bajó la mano de su mejillas y la puso encima del cuello, empezando a pasarla por detrás de este. -Te prometo que te ayudaré. Te juro que estoy haciendo lo que puedo, así que por favor.- Empezó a soltar la otra mano bajándola hasta la cintura de la chica. -Por favor, confía en mi. Haré que todo salga bien. A fin de cuentas, el mundo es un lugar donde todo el mundo debería vivir en paz.-

Acabó por abrazar a la muchacha, pegando los dos cuerpos desnudos, acariciando el pelo de la chica. -No dejaré que nada de eso vuelva a suceder, te lo prometo- Susurró.

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09/09/2016, 20:16
Rhyuka

Por alguna razón me sentía inquieta, me sentía extraña mientras las palabras de Samantha sonaban en aquel lugar, intentando tranquilízame de alguna forma. Mi quietud se rompió como un cristal al escuchar la frase que había pronunciado Heileen.

 “El mundo es un lugar donde todos deberían vivir en paz” Era una frase que mi madre pronunciaba y en la que creía firmemente,  escuchar una frase tan parecida de labios de la posadera hizo que prorrumpiera un pequeño llanto mientras me abrazaba. No hizo ningún ademan de moverse y mantuvo esa posición hasta que un breve momento despues ya me había recuperado.

“¿Pero que te pasa Rhyuka? Esta muerta, la mataron y no volverá. Deja de regodearte en tus pesares y empieza a pensar en como avanzar.” Mis pensamientos revolotearon, tenían razón, aquella manera de comportarme no era la habitual. Empuje levemente a Samantha saliendo de sus brazos mientras me levantaba  y empezaba a salir de la tina.-Yo tampoco dejare que suceda de nuevo.- Formule para Heileen y para mi misma. No dejaría que la gente sufriera y no pudiese vivir en paz, y no dejaría que aquellas emociones salieran de mi una vez mas. No creo que lo mejor sea que ahogue mis penas mientras me doy un baño, podría haber usado ese tiempo para entrenarme, por muy cansada que estuviese. Empecé a pasarme las manos por mi piel haciendo que el exceso de agua salpicara los alrededores, no tenia nada con lo que secarme, y no quería estar empapada cuando me pusiera la ropa… que por otro lado estaba sucia. –Hei... Samantha, ¿Donde puedo limpiar el traje que me has prestado?.- Si podía dejarlo secándose quizá para la mañana siguiente pudiese ponérmelo para trabajar. Tampoco necesitaba esa ropa para dormir, en mi cuarto aun tenia mis prendas habituales. Mi voz sono brusca a comparación a hacia unos momentos, pero no tenia muchas ganas de continuar con aquel disfrute, intentaría acostarme pronto y madrugar para entrenar un poco.

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12/09/2016, 01:22
Samantha Heileen

Samantha acariciaba la cabeza de Rhyuka con ternura, mientras la abrazaba y la mecía colocando la cabeza por encima de sus pechos, sosegando las penas de la muchacha. -Esta bien cariño, no pasa nada- Se parecía a una verdadera madre, en alguien en quien poder confiar.
La posadera siguió hasta que la chica empezó a relajarse y entonces, tranquilamente aflojó para dejar espacio a que Rhyuka volviera en sí.

La muchacha, una vez se había calmado, se escapó del abrazo, decidida, pronunciando unas decisivas palabras y salió de la tina, quizás de forma demasiado brusca, cosa que sorprendió a Samantha quien hizo un gesto de preocupación, como si quisiera atraparla y decir algo. -Ah...- Interrumpió lo que iba a decir y simplemente miró algo entristecida el agua. Algo le preocupaba, pero prefirió reservarlo para sí misma.

-Erm...- Lentamente volvía a ser la de siempre. -Sí, mira... Deja las cosas en la cesta...- Sonrió de forma melancólica. -Yo me ocuparé de eso ¿de acuerdo? Meilena se encargará de ello.- Empezó a salir siguiendo a la muchacha lentamente. -Puedes... secarte con una de las toallas de ahí fuera y luego coge uno de los albornoces, no te preocupes por el resto- Empezó a sacarse de encima el agua acumulada en su piel y en su pelo con suma tranquilidad y luego, aprovechando que no podía verla, posó sus manos en los hombros y la rodeo abrazándola. -Rhyuka.... No te fuerces. Por favor. Y si tienes cualquier problema... Estoy aquí para ayudarte...- Susurró en su oído.

La empujó hacia la sala contigua y cerró la puerta, evitando que pudiera entrar. -Por cierto ¿Necesitas que te levantemos? Puedo ir yo personalmente.- Se oyó ruido de algunos utensilios, posiblemente estaba ordenando. -En cualquier caso, mañana hemos de hablar. Debería presentarte a alguien debidamente.- Y tras ello, siguieron unos murmullos incomprensibles. -Ah... Y buenas noches, preciosa.- Empezaba a sonar más cohibida.

Fuera se encontraba Libusa durmiendo dentro de la cesta donde la muchacha había dejado su ropa.

Notas de juego

Me he acordado que mañana tenía cosas que hacer, y quizás no me daba tiempo a postear. Aquí tienes.

PD: Buenas noches.

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12/09/2016, 22:51
Rhyuka

Escuche como Samantha salía de la tina, por alguna razón, su manera de comportarse había vuelto a cambiar. Aun me resultaban extraños aquellos cambios, algún día le preguntaría. Asentí secamente como respuesta al tema relacionado con la ropa. Antes de que me pusiera en marcha se volvió a acercar y, esta vez hablando de forma mas cohibida, intento tranquilizarme.

Levemente me empujo y, sin que me percatara, me encontré en la sala contigua. Cerro la puerta al yo salir. Me quede un tanto confusa ante tal acción, pero le reste importancia. Escuche su voz desde el otro lado. Me quede pensando un momento, mi respuesta rápida habría sido un no, pero el día anterior me había dormido de nuevo.- Si tienes que hablar conmigo puedes despertarme cuando quieras.- Me pregunte a quien se referiría sobre presentarme mientras buscaba una toalla para secarme, finalmente encontré unas pocas ya preparadas y dobladas en un estante de la sala. Procedí a secarme, el tacto esponjoso de la toalla absorbía la humedad de mi piel con facilidad. Me acaricie la parte trasera de la cabellera, últimamente el pelo había ido creciendo sin control y empezaba a tener una longitud mas larga de lo habitual, mañana si tenia tiempo le daría un recorte.

Cogí uno de los albornoces cercanos y me dirigí hacia el cesto de la ropa con intención de depositar la toalla. Antes de dejar la toalla dentro note algo raro y al meter la mano dentro me encontré con el suave pelaje de Libusa. No pude evitar mostrar una sonrisa en mi rostro, me coloque con cuidado el albornoz, recogí a Libusa con cuidado y me dirigí hacia el exterior. Escuche como Heileen  se despedía desde el otro lado de la puerta e hice lo mismo con un escueto.- Hasta mañana.

Camine por los pasillos de la taberna, a los pocos pasos note como mis pies descalzos, en contacto con la fría y áspera madera, se iban entumeciendo poco a poco. El trayecto fue tranquilo hasta mi cuarto, a aquellas horas casi no había gente.

Finalmente llegue y abrí con cuidado la puerta con una mano mientras la otra sujetaba suavemente a Libusa. Camine hacia la cama y deposite a mi compañera en los pies de la cama. Me tumbe un momento en la cama antes de vestirme con mi ropa habitual, pero sin darme cuenta cerré los ojos y me quede dormida por el agotamiento.

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13/09/2016, 02:29
Meilena Grogdan

El sonido de los pájaros empezó a despertar lentamente a Rhyuka quien, a juzgar por la cantidad de sonidos que se oían, se había vuelto a dormir, aunque después del trabajo del otro día, era sin duda alguna algo completamente normal.
Rhyuka estaba por levantarse dando las últimas vueltas en la cama, cuando alguien tocó la puerta, aunque se podría haber ahorrado la acción teniendo en cuenta lo que iba a suceder posteriormente y el hecho de que esta estuviera abierta de un buen principio. -Con permisoDijo una mujer casi susurrando desde el otro lado de la puerta y acto seguido, sin esperar ninguna respuesta, se internó dentro cogiendo a Rhyuka completamente indefensa, quien aún somnolienta empezaba a salir de su sueño recordando que había dormido desnuda y ahora quizás hacía algo de frío como para no ir tapada, sin llegar a poder reaccionar. El albornoz había acabado abierto y apenas hacía la función. Incluso podía ser que alguien hubiera entrado y lo hubiera desatado.

-¿Mmmm...?¿Así que a esta chica le gusta dormir a pelo? Quizás debería probarlo.- Empezó a hacer algo de ruido por la sala como si estuviera recogiendo ropas y otros, organizando el lugar y dejando cierto orden en la sala. -Bueno, creo que es hora de despertar a la bella durmiente.- La voz de la mujer sonaba algo mayor de lo habitual en aquel lugar, sin llegar a la ancianidad, tranquila y pausada, como si tuviera todo el tiempo del mundo.

Los pasos del individuo se acercaron a la cama y desaparecieron sin que sucediera nada más.
Fue entonces cuando Rhyuka acabó de salir de su sueño abriendo sus ojos, dando a entender a la otra mujer que se acababa de despertar, pero incapaz, como siempre, de ver nada.
La mujer se encontraba justo enfrente de ella, examinándola con detenimiento como si disfrutara del cuerpo desnudo de la muchacha. -¿Ya te has despertado? Entiendo que te pueda gustar mostrar tu cuerpo desnudo. Es bonito sin lugar a dudas- Miró la parte de abajo. -Pero deberías preocuparte un poco más... Te has dejado la puerta abierta y no estabas tapada.- Señalizó tocándole el bajo vientre de Rhyuka con un dedo. -Ponte esto guapa.- Dejó justo encima de la zona donde había tocado anteriormente algo que parecía ropa, tapando la ingle de la muchacha.

Se movió hacia la puerta y la cerró evitando que ningún curioso pudiese echar un ojo. -Cuando te vistas, deberías ir a ver a Heileen. Ha... estado preguntando por ti. Yo me ocuparé de arreglar tu habitación.-

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14/09/2016, 20:38
Rhyuka

Empecé a tener consciencia de lo que ocurría a mi alrededor cuando escuchaba levemente los pájaros, antes de que terminara de volver en mi, pidiendo permiso una mujer entro en la sala, empezó a hablar consigo misma sobre cosas que no llegaba a entender. “¿A pelo?”

Empecé a escuchar como se acercaba hacia mi cama y abrí los ojos para hacerla saber que estaba despierta. Sus primeras palabras me resultaron confusas pero al notar el contacto de su mano con mi vientre me puse en tensión  y me intente levantar para notar como ropa caía encima de mi. En mi mente recorren todo tipo de pensamientos. “¿Puerta abierta? ¿No estaba tapada?” El peso en mis hombros me hace notar como aun llevo puesto el albornoz, pero casualmente se ha abierto por la parte delantera. Me recorren algunas sospechas, pero confió en que si alguien hubiese entrado me habría enterado yo, o al menos Libusa. Me arrastro hasta el borde de la cama sin mencionar nada sobre la ropa. Parece ser que es la que deje ayer en el baño.

Empiezo a vestirme meticulosidad. Debía tener mas cuidado, podía haber cogido frio en la habitación, sobre todo teniendo aun húmedo el pelo. Finalmente me levanto para colocarme la falda.  Después de unos tirones para dejarla lo mas baja me dirijo hacia la mujer. –Supongo que gracias.- Le respondo escuetamente, agradecía haber sido despertada, pero podía haberse ahorrado el tocarme.- ¿Donde esta Heileen?.- Pregunte secamente dando por hecho que era mas una obligación que me respondiera que un favor que me hacia.

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17/09/2016, 22:41
Meilena Grogdan

-¿Supongo que gracias?¿Mmm...? Curiosa respuesta, princesa. Deberías tener un poco más de cuidado. La próxima vez quizás me aproveche.- Río disimuladamente, dejando oír una risa muy poco audible pero femenina. -Así al menos cumpliré con las expectativas.- Volvió a reír mientras seguía con los quehaceres de la habitación.

-Heileen debe de estar en su despacho. Creo que ya sabes donde es ¿verdad? A fin de cuentas, ayer por la noche estuvisteis juntas.- Añadió cariñosa pero maliciosamente. -Ten cuidado lo que haces con esa chica. Es terreno prohibido.- Su tono, pese a aquellas palabras, no sonaba para nada amenazador. Más bien como el que usaría en una conversación mundana, donde aquella mujer, al parecer feliz, hablaría normalmente. -No se si me entiendes. Es algo así como el jardín prohibido... En más de un aspecto...- Dijo otra vez con la mayor naturaleza del mundo.

Prosiguió con lo que parecía su trabajo dejando marchar a Rhyuka y apenas unos pasos antes de que pasara el umbral de la puerta interrumpió la salida de la muchacha con unas cuantas preguntas. -Antes de que te me vayas, princesa ¿Estás cómoda aquí?¿Necesitas algo?¿Tienes suficiente ropa? La que tienes está bastante vieja y es algo... poco... ¿adecuada?- Dijo sin encontrar una mejor palabra para definir con la que Rhyuka se pudiera entender. -Me puedo encargar de ello, no es ningún problema. Algunas bragitas nuevas, y creo que algún que otro conjunto debería irte bien. Mmmm... ¿Entonces?- Pasó de preguntar a directamente dar por hecho que la muchahca necesitaba alguna cosa, intentando concretar el como y cuando para conseguir lo necesario. -¿Vamos las dos juntas?¿O prefieres que me encargue yo de todo ello? Bueno, tu ya me dirás, sin prisas, pero en cualquier caso, puedes dejar que mama Meilena se encargue de todo.- Calló de golpe pensativa. -Y ahora que lo pienso... No nos hemos presentado. Soy Meilena Grogdan, la encargada de la posada y del servicio. Un placer princesa.-

No esperó ninguna respuesta y continuó. -Bueno, no te entretengo más. Debes tener prisa. Ves a ver a Heileen. Y no te olvides de darme en alguna respuesta, si no mama Meilena se encargará de todo sin tu permiso y no creo que quieras que suceda eso.-

Después de aquello se puso a canturrear alegremente y a seguir a lo suyo mientras dejaba que la muchacha a la que ella denominaba princesa se marchara del lugar hacia donde debía estar Samantha.

Notas de juego

Imaginate a Meilena como una mujer de 40 años que se conserva estupendamente, y que habla con una voz muy femenina, de forma pausada y muy tranquila, aunque algo pícara.

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18/09/2016, 10:26
Rhyuka

Me quede una vez mas confundida, “Expectativas?¿Princesa?” Esta ultima palabra la relacionaba con los cuentos que me leía mi madre de pequeña, y no encajaba con mi  descripción.

Asentí levemente cuando me informo que Heileen estaba en su despacho y escuche sus recomendaciones mientras estaba acariciando a Libusa. Cuando la mujer empezó a hablar sobre si necesitaba algo me volví a enderezar y me encogí de hombros ante su pregunta, con lo que tenía estaba cómoda. Aunque cómoda no era la palabra, seguía prefiriendo la compañía de los animales que la de las personas. Finalmente hizo su presentación. Meilena Grogdan, efectivamente era la persona que había mencionado Samantha por la noche.

Finalmente termino su pequeño discurso dándome paso a marcharme de la sala. Me quede dubitativa  sobre coger mi espada. La verdad es que no me sentía segura sin ningún modo de defenderme y el día anterior había estado un poco molesta. No quería llevarla ya que podrían tomarla como un acto algo agresivo. En ese momento me acorde de Meilena.- Quizá si hay algo que necesito.- Ande hacia donde estaba apoyada la espada y la cogí con una mano.- ¿Sabes donde puedo conseguir algo mas pequeño que esto? Por seguridad, ya sabes por si alguien intenta “aprovecharse” mientras duermo.- Añadí al final de la frase remarcando la palabra haciendo referencia a uno de sus comentarios. Era una pequeña broma sin mala intencion, pero las palabras junto a un rostro que no mostro ninguna sonrisa o algo parecido quiza hicieran pensar otra cosa. No estaba muy versada sobre los diferentes tipos de armas, pero seguro que habría alguna como la que usaba pero mas pequeña y que pudiera ocultar fácilmente.

En ese momento me di cuenta que prácticamente no sabia que diferentes tipos de armas había, solo tenia el arco que usaba mi madre y que usaba para defendernos cuando alguna bestia no atendía a razones y aquella espada… que habían dejado los que la mataron.

Finalmente deje la espada apoyada en la pared y me dispuse a salir de la sala en dirección del despacho de Heileen, aun me preguntaba a quien quería presentarme.

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18/09/2016, 21:52
Meilena Grogdan

-¡Oh! ¿Eso es una de tus principales preocupaciones? Ya soluciono ese tema yo, no te preocupes.- Respondió alegremente. -Creo que no habrá ningún problema en que meta la mano en la armería. Así llevas algo más oculto y a mano y nos evitamos que se aprovechen de ti.- Siguió con el juego que había empezado la muchacha. "guiñar, ojo". -Que una princesa como tu vaya zarandeando una cosa como esa- Dijo haciendo referencia a la espada. -No es que de muy buena impresión. Y con el carácter que dicen que tienes será mejor arreglar tu apariencia, así nos ganamos unos favores- La mujer empezaba a hablar sola.

Se dio cuenta de lo que había dicho cambiando de tema rápidamente. -Bueno, creo que deberías darte prisa, no vas a querer hacer esperar a Heileen esperar para siempre ¿verdad?- Continuó con lo suyo empujando a la muchacha aunque fuera en contra de su voluntad sacándola de la habitación haciendo que cruzara el umbral de la puerta y una vez fuera, le dio una palmada en el culo. -Venga princesa, no te demores mucho. Podría ser algo importante. Yo me ocupo de todo esto.-

Al final, la muchacha no tuvo más remedio que dirigirse hacia la habitación que había mencionado. El supuesto despacho de la posadera. Habitación en la que había estado la noche anterior, así que guiarse no era demasiado problema, y como siempre, con la ayuda de Libusa todo iba a ser más fácil.
Por el camino, la gente la saludaba, al parecer con algo de ánimos por lo de ayer, ya que habían visto que no se trataba de una amenaza, pese a su carácter, aunque quizás los ánimos estaban algo más fríos que tras un duro día de trabajo.

Al final, tras cruzar varias salas y algún que otro pasillo, llegó al lugar que esperaba, escuchando de fondo como un hombre pronunciaba su nombre, seguido de un pequeño golpe accidentado que provenía de la misma habitación.

Notas de juego

[CORTE PROVISIONAL: PROSIGUE EN EL CAPÍTULO 2]

[Si quieres hacer algún post más, adelante, de todos modos seguiremos en breves, el capítulo 2 aún no empezará]