Partida Rol por web

Samuel se mantuvo inflexible. Estaba realmente disgustado por el desdén conque aquel hombre los trataba. Obviamente allí era quien mandaba y tenía el control de la situación. No era tan estúpido como para pensar que tenía alguna posibilidad de ponerle en una situación comprometida, pero tampoco quería que lo tomase por tonto y desde luego que lo estaba haciendo.

-Solo una última cuestión y discúlpeme que insista en este punto, pero ya que no contesta a mi pregunta, le haré otra. A nuestra llegada se me hizo saber que mi pérdida de memoria era debido a una lesión cerebral consecuencia de un "proceso de adaptación" a algo. Nada que ver con lo que usted nos cuenta ahora, que si ha sido algo premeditado; una medida de seguridad para garantizar el secretismo del proyecto ¿Cual es la verdad?¿Nos han hecho...algo?¿Quizá algo como lo que le hicieron a Szala?

Abro los ojos, sorprendida por todo lo que Aedrel me va mostrando. Cada vez comenzaba a sentirme mejor en aquel sitio, como si perteneciera ahí y no a los laboratorios donde había pasado casi media vida trabajando. La universidad, Human Insight no eran nada en comparación a lo que mis ojos atisbaban en cada rincón de ese lugar. Desaparecer de la Starnet y hacer creer a todos que había muerto era un pequeño sacrificio.

-El placer es mío por estar aquí- estrecho su mano, con los ojos brillando de pura ilusión.-Me gustaría ver todo... Ahora que supongo que trabajaremos juntos. Encantada, doctor Wyatt- añado quitando importancia a su olvido.

Atiendo con calma a las explicaciones del Director Järvinen sin dejar de mirar a mi alrededor, hasta que una de sus frases me hace girar la cabeza hacia él y decir en voz baja, casi inaudible:

- No todo el mundo se siente cómodo con las armas, hay veces que hay que usarlas, pero no debemos olvidar que la violencia es el último recurso del incompetente.

Cuando el director termina de hablar y se queda a la espera Thorn vuelve a la carga mientras la doctora LeCompte decide que es el mejor momento para irse a conocer el sitio. Lo medito unos instantes y me levanto detrás de ella.

- Si me disculpan, director Järvinen, caballeros. - Digo inclinándome levemente a modo de despedida. Después miro al director antes de continuar. - Yo no tengo dudas que plantear, ni me parece que mi presencia sea indicada para las que se van a plantear ahora. Por ello, con su permiso, me gustaría ir a conocer las instalaciones que van a ser nuestro hogar en los próximos días, o semanas, para ir conociendo el entorno en el que nos moveremos. Confío en que se me indicará mediante el omnipad la hora, el lugar y la forma de llegar al sitio de la próxima reunión.

Con una nueva inclinación, mucho más pronunciada ante el Director Järvinen, me despido antes de girar y seguir a la doctora LeCompte hasta el ascensor que nos permitirá abandonar el Pináculo. 

El científico recibió con tranquilidad las suspicacias de Samuel, como si fuera algo que esperase desde el primer momento. Sin tono de arrogancia, el director respondió al hombre tratando de subsanar los vacíos que intentaba rellenar.

No sé a qué pregunta se refiere, señor Thorn. Si puede formularla con mayor claridad, trataré de ser más escrupuloso. asintió con educación, luego respondiendo a tus dudas añadió. Así es. La extracción del nanochip a veces causa fuertes mareos y períodos de tiempo perdido. Pero Aedrel ya la informó de ello, a la pérdida de memoria a la que se refería fue durante el proceso de extracción del mismo. Este a veces es traumático, pero tales recuerdos le irán volviendo a los pocos días, salvo los más desagradables. Nuestro cerebro es sabio, señor Thorn, sabe eliminar aquellos pasajes más traumáticos de nuestros recuerdos. Y que nos abran la cabeza no suele ser uno de los más agradables.

Con una pausa de por medio, el doctor reflexionó detenidamente.

Algo les hemos hecho. asintió. Les extrajimos los recuerdos de nuestros encuentros previos, señor Thorn. Recuerdos que podrían haber sido secuestrados por las tecnología que maneja Ramsey y su legión, ¿cree que esta técnica surgió de la noche a la mañana? No, ya teníamos constancia de ella, seguíamos su pista y sabíamos de lo que era capaz. No podíamos correr el riesgo de que la mera existencia del Celaeno se pusiera en peligro.  con el rostro arrugado apretó los labios, mirando directamente a Thorn. ¿Estuvo mal que les arrebatáramos los recuerdos? Éticamente sí, esa es la verdad, pero a veces hay que sacrificar esa ética para que otros que se aferran a ella puedan seguir haciéndolo. Tiene acceso a todos los documentos del proceso de selección en su omnipad, y también estoy dispuesto a responderle a todas las preguntas que tenga sin poner en riesgo la seguridad de terceros. Es cuanto puedo ofrecerle.

Järvinen se despidió de los tres que se marchaban, la rauda LeCompte tomó el ascensor rápidamente obligando a esperar a Alexander y a Jack a la llegada del mismo. No tardaría demasiado.

Con la doctora LeCompte casi a la huida del Pináculo, os encontrasteis en la.. ¿incómoda? situación de compartir el ascensor. Por suerte la voz digital de Aedrel brotó de los altavoces invisibles del mismo, ahora no aparecía como una silueta virtual prefiriendo mantenerse como un ente de la base.

Bienvenidos, señor Wong y señor Smith. ¿Hacia dónde se dirigen? ¿Puedo ayudarles? preguntó solícita la IL. 

Asiento ante las ultimas palabras del anciano.

-Eso me parece más sensato. Temía que hubiera dejado un rastro que permitiera infiltraciones, aunque eso no despeja del todo mis dudas respecto a la seguridad electrónica de este lugar, o las posibilidades de que en alguna parte pueda haber una conexión con la Starnet que nos afecte de forma negativa.

-En el Caledano, aplique todos los protocolos y...- Hago una pausa significativa y cambio de tema. -Creo que tal vez debería buscar a algunos de los de seguridad que sobrevivieron, tal es eso pueda aportar algunos datos. Después de todo no ha dicho cuál es mi papel en todo esto.

Samuel parecía satisfecho con las respuestas de Järvinen.

-Gracias, doctor. Le agradezco su paciencia y su franqueza. Lamento si le he hecho perder el tiempo, pero necesitaba una respuesta a mis dudas para saber si podía confiar en usted y su proyecto. Y ya que han quedado sobradamente contestadas, no le entretengo más.

Sam se dio la vuelta y siguió a sus compañeros con los que coincidió en el ascensor. Mientras esperaban sus miradas se cruzaron.

-Bueno, ¿qué les ha parecido? Bien ¿no?
 

Järvinen asintió a Samuel con diligencia.

Las dudas son lo que nos hace mantener la guardia alta, señor Thorn. Mi tiempo es para con los que tengo bajo mi mando, no cambie de actitud, señor Thorn. Será valiosa para los tiempos venideros. Hasta pronto. dijo mientras volvía su atención hacia Allan.

Su papel, señor Grant, será la de otorgar sus conocimientos técnicos y de ingeniería al equipo que se está formando. explicó llanamente. En tierra la capacidad de adaptarse a las diversas situaciones serán vitales para la consecución de la misión, y cada uno de ustedes tendrá el papel adecuado para sortear esas situaciones.

El doctor seguía tranquilo, con su inquietante aspecto cibernético pendiente de múltiples cosas a la vez, pero se veía bien capaz de atenderos sin mayores problemas. Sus ojos, desde luego, parecían pendientes de vosotros.

Antes de que las puertas del ascensor se cerraran, entró Samuel saludando a los presentes. Advertida de la presencia del nuevo usuario, la voz de Aedrel brotó de todas partes en armonía con el hilo musical de la base saludando.

Señor Thorn, saludos de nuevo. Preguntaba a sus compañeros si podía ayudarles, o aconsejarles hacia donde dirigirse. La base no es muy grande, pero lo suficiente si no la conocen.

Acto seguido, las puertas se cerraron y empezó a bajar al nivel de donde lo cogisteis antes.

Llego tarde al ascensor y me quedo esperando con mi gran amigo Jack. Suspiro, que pena que no cogí a la bióloga por banda. Miro los números como cambian sin hacer otra cosa.

-¿Que de cosas eh?- comento por buscar algo de conversación, con las dos manos en los bolsillos del mono, al llegar el tal samuel. Luego sigo mirando los número cambiar.

Al entrar en el ascensor, saludo con la mano a la IL y le digo:

- Aedrel, el bar, necesito una copa- el resto, seguro, que puede esperar.

Recibo con una sonrisa y un gesto de la cabeza la reaparición de la IA:

- ¡Hola Nora! - Hago un gesto con la cabeza hacia la sala de la que vengo. - ¿No te dejan entrar ahí?

Miro durante un instante a Alexander, antes de decir:

- De momento sólo quiero conocer las instalaciones, los planos están muy bien, pero para conocer un sitio hay que "patearlo", para conocer los recovecos y las diferentes rutas entre los sitios. 

Cuando Thorn se acerca me giro para mirarlo saludándolo con un leve gesto de la cabeza antes de responder a su pregunta:

- Por mi parte todo ha ido bien, no tengo ninguna queja, salvo la parte del manejo de armas, no me malinterpreten, si hay que defenderse uno se defiende, pero no me gusta la violencia sin sentido. Mi estilo es otro.

Dejo escapar una amplia sonrisa ante el comentario de Alexander antes de añadir:

- No es mal plan, pero es algo temprano para mi. Por ahora me conformaré con pasear por el lugar.

A pesar de mis comentarios ligeros y despreocupados, no puedo evitar sentirme suspicaz ante Thorn, ya que se ha mostrado muy agresivo desde el principio y luego se ha retirado con demasiada facilidad, aunque este sentimiento también puede verse influido por su trabajo anterior. Aún así, habrá que mantener un ojo en él, sólo por si acaso pienso para mi mismo.

Sonrío con calma y volteo a ver a Samuel.

-Entonces, ¿por donde empezamos?

-Tampoco el mío, se lo aseguro-dijo Sam sonriendo a Jack-Estoy seguro de que nos llevaremos bien. Y Aedrel, querida, creo que podrás satisfacer a todos si te las arreglas para hacernos un tour por la estación, pasando por los lugares más interesantes y haces para que acabe en la cantina...siempre y cuando la copa del señor Smith pueda esperar hasta entonces, claro. Yo brindaré con usted, descuide. 

El humor de Sam había mejorado notablemente, ahora que tenía una idea de lo que se cocía allí dentro. A veces resulta sorprendente la forma en que la duda afecta a las personas. 

Me llevo la mano a la barba y me la meso mientras sonrío amigablemente para contestar al padre preocupado.

- Encantado de brindar con usted, pero voy a saltarme el tour, jejeje- señalo a la IL- Aedrel puede hacer casi infinitas operaciones simultáneas tan sencillas como mantener una conversación, no hace falta que vayamos todos juntos.

Espero no haber quedado muy pedante, pero es que mataría, literalmente, por tomarme algo fuerte. Beber solo no nunca me ha gustado así que espero que luego nos veamos.

Samuel asiente.

-En ese caso, podríamos hacer al revés. Empezar por la cantina. Dejamos allí al señor Smith y seguimos. Para cuando terminemos el tour, prometo volver a la cantina para acompañarle con la segunda y contarle los detalles. ¿Qué me dicen?.