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Bethlem Asylum Project

La ciudad al descubierto (Información y ambientación)

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07/01/2014, 21:31
Director

Peculiaridades de la edad victoriana

 Innovaciones victorianas:

  • Iluminación a gas: En principio, una de las aplicaciones más útiles de este descubrimiento fue en el teatro. La iluminación a gas se aplicó con éxito por primera vez a los escenarios en 1803 en el Lyceum Theater de Londres. Tras sucesivas mejoras del método, en 1850, varias ciudades, incluida Londres, comenzaron a incorporar fábricas e instalaciones de gas. 
  • El código Morse: por menos de dos libras un ciudadano de Londres puede enviar unas cuantas palabras cuidadosamente escogidas a los lugares más recónditos del imperio, siendo estas recibidas en un intervalo aproximado de tres horas. El código Morse se ha convertido en la lengua tecnológica de las comunicaciones internacionales.
  • Transporte para masas: Media docena de compañías de ferrocarril han estado ocupadas en los últimos años en construir cualquier ruta que les parezca que pueda producir beneficios. La maraña de railes y estaciones ha crecido considerablemente, y con ella la ciudad, que se ha extendido hacia la periferia, absorbiendo lo que antes eran pueblos de las afueras de Londres. Además, desde 1884, miles de pasajeros pueden disfrutar diariamente del transporte subterráneo o Metropolitano de Londres, que con su línea "Inner circle" circunda las zonas más importantes de la ciudad.

 Aunque desde la década de 1880 era posible usar vehículos a motor, aún no son poco más que diversiones mecánicas para los ricos. Para los victorianos el método de transporte principal es el caballo, ya sea como cabalgadura o como bestia de tiro para carromatos, carruajes o vehículos similares.

  • Los puentes: Durante el último siglo, con los nuevos métodos más rápidos y económicos de construcción, se han construido dieciocho puentes distintos a lo largo del Támesis, unificando así ambos lados del río y solucionando el problema que suponía tener que manejar todo el tráfico entre la orilla norte y sur a través de un solo puente.
  • Los muelles: Al crecer el Imperio Británico, también lo hizo la cantidad de naves que llegaban al corazón de la ciudad, el Támesis. Para dar cabida a este aumento de tráfico marítimo se han instalado diferentes puertos a lo largo del río.

 

Reforma social: El gobierno en esta época consistía en una monarquía constitucional encabezada por la Reina Victoria. Sólo la nobleza podía gobernar. Otros políticos venían de la aristocracia. El sistema fue criticado por estar a favor de las clases altas, y durante el final del siglo XVIII los filósofos y escritores comenzaron a cuestionar el estatus social de la nobleza. Muchas de las obras de Karl Marx se imprimieron y tradujeron después de su muerte en 1883 trayendo consigo ideas contrarias al sistema monárquico vigente. A finales del siglo XIX, los movimientos obreros y sindicalistas se volvieron más radicales.

 

Prostitución: La doble moral sexual es propia de la era victoriana. La reina mandó alargar los manteles de palacio para que cubrieran las patas de la mesa en su totalidad ya que, decía, podían incitar a los hombres al recordar las piernas de una mujer. Sin embargo, paralelamente a las estrictas costumbres de la época se desarrollaba un mundo sexual subterráneo donde proliferaban el adulterio y la prostitución. También existían las "cortesanas" que eran personas que, en el principio, asistían a los monarcas.

La noche se encargaba de ocultar los vicios de las personas, en el este londinense se albergaban muchos burdeles, salones de espectáculos, salas de juego. Pero también se desarrollaba un ambiente callejero de drogas, sexo y apuestas sin escatimar en variantes como las orgías, espectáculos del tipo erótico, relaciones homosexuales, abuso de menores y azotes. En esta Inglaterra se desarrolló el primer preservativo realizado en látex, aún cuando se suponía que las relaciones sexuales debían mantenerse con fines reproductivos.

La prostitución era una actividad muy frecuente en la Inglaterra del siglo XIX. Tan sólo en Whitechapel la policía metropolitana calculaba que existían unas 1.200 prostitutas de clase social baja y unos 62 burdeles. Generalmente éstas eran mujeres que hacían la calle por unas pocas monedas y que procedían de las más diversas nacionalidades. Londres era una capital terriblemente pujante y era un destino muy popular en los flujos migratorios. 

Las prostitutas poblaban los bares y las calles de Whitechapel, uno de los barrios más pobres del East End. Pero también se encontraban cerca de teatros y establecimientos de ocio masculino, desde burdeles hasta locales donde los hombres bebían y disfrutaban de espectáculos eróticos que muchas veces estaban protagonizados por menores de edad. La prostitución homosexual también existía, aunque lógicamente el secretismo en torno a ella era mayor.

 

Trabajo infantil: La industria de la Revolución acaparó mano de obra infantil para trabajos como la minería o la industria textil, provocando accidentes y muertes a menudo por hacer trabajar a los niños bajo las máquinas en marcha, además eran azotados si la producción comenzaba a descender. En Inglaterra los niños desfavorecidos se encontraban a cargo de las iglesias, quiénes los vendían a las industrias a través de anuncios en los periódicos cuando ya no querían mantenerlos o cuando tenían demasiados. El comercio muy a menudo se realizaba sin consentimiento de los padres.

Desde los cuatro años de edad eran buscados para ser "entrenados" en las máquinas, trabajar en las minas, limpiar las partes de las maquinarias o ir tras los hilos rotos en los telares.

 

La cultura del opio y sus derivados: Pese a la rigurosa moral victoriana, eran extendidas las prácticas non sanctastales como la toma de opio. Esto no resulta extraño si se conoce que en la botica real se distribuía libremente el opio a los cortesanos. El opio era libremente consumido como "droga social", con el tiempo cambiando su concepto a los lugares como los antros donde se podía, además, encontrar la prostitución. Los británicos no sólo habían vislumbrado en el opio los supuestos efectos médicos, sino que además iban tras los grandes beneficios económicos que les propiciaba -aproximadamente un 400%- al exportarlo. 

Para dimensionar la aceptación del opio y sus derivados en la era victoriana se puede nombrar que ha aparecido en obras de notables escritores como Charles Dickens, Oscar Wilde y Arthur Conan Doyle, quiénes demuestran la profundidad con la que había penetrado en la sociedad. Para mayor información sobre este apartado, visitar este artículo.

Perseguir al dragón

Traducción literal de "Chasing the dragon". Viene a ser una forma metafórica de referirse al consumo de opio en forma inhalada (en pipa, por ejemplo). Hoy en día se sigue utilizando esta expresión, relacionada con el consumo de algunas sustancias como la heroina. 

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07/01/2014, 21:33
Director

Sociedad victoriana:

Querido vástago:
Es un placer para mí el darle la bienvenida a Londres, la más grande ciudad del Imperio y sede de los gobiernos del Príncipe Mithras, Señor de Londres y de toda Gran Bretaña, y de Su Majestad la Reina Victoria, Emperatriz de la India.

Estoy seguro de que no necesito informar a un huésped como usted de los detalles relativos al singular honor que el príncipe le ha concedido al permitirle permanecer en esta poderosa metrópolis. Sepa que es usted, por el momento, su invitado en esta la más grande de todas las ciudades sobre la faz de la Tierra.

Un honor como este acarrea, por supuesto, ciertas obligaciones y responsabilidades con las que estoy seguro gustará de cumplir. Una sociedad como la nuestra sólo puede funcionar con las más claras reglas y directrices, y cualquier violación de las mismas sería respondida con el apropiado castigo. No creo que sea necesario recordarle la posible severidad de dichas medidas punitivas. Debería usted, mi querido Vástago, tener esto muy presente durante las próximas noches. Las demandas concretas de nuestra propia sociedad le serán aclaradas de la forma usual. Siento que es mi deber, sin embargo, el guiarle en la onerosa tarea de cenar fuera en sus primeras semanas en Londres.

Cenar fuera
Como recién llegado a esta ciudad, sospecho que es poco probable que ya haya hecho los preparativos necesarios para obtener sustento en sus propios aposentos. Por ello, le ofrezco algunas recomendaciones apropiadas para el caballero o la dama de nuestra sociedad que persigue el cenar con los mínimos inconvenientes. Cuando esté seleccionando su ágape para la noche, haría bien en tener en cuenta los tres estratos sociales existentes entre el ganado de Londres. Cada uno de estos estratos es distinto de los demás y posee unas responsabilidades y comportamientos relacionados.

La clase trabajadora
La clase baja o trabajadora está compuesta de aquellos hombres y mujeres que llevan a cabo un trabajo manual como medio de vida. Son los limpiadores, obreros, cocheros y estibadores de Londres. Realizan las tareas básicas que mantienen esta ciudad en funcionamiento, pero que no requieren una medida excesiva de raciocinio o iniciativa propia. Sus atuendos encajan con su lugar en el orden natural: son simples y descuidados pero robustos. Cuando están entre ellos, los trabajadores hacen gala de modales rudos y groseros, pero siempre muestran la deferencia apropiada hacia aquellos de mayor posición, al menos en apariencia. Sus discusiones en las barriadas miserables y superpobladas que habitan tienen sin embargo un carácter diferente. Las viviendas de la clase trabajadora pueden ser encontradas en varias partes en concreto de la ciudad. El East End, por ejemplo, contiene montones de estas casuchas que proporcionan la mano de obra perfecta tanto para la City como para los muelles que facilitan la comunicación con el Imperio.

(Si se me permite insertar un paréntesis, debo decir que se debería distinguir siempre la ciudad de Londres en general de “La City”, que es una zona de una extensión de una milla cuadrada dentro del casco antiguo de Londres, en la que se llevan a cabo los más importantes negocios financieros de la ciudad. El mostrar semejante ignorancia acerca de esta distinción tan básica es suficiente para marcarse a uno mismo como un bufón inculto y provinciano)

A aquellos de la Estirpe cuyas costumbres o linaje les unan con las clases bajas les será fácil encontrar sustento en las partes de la ciudad que estos mortales habitan. Siempre correrían el riesgo, no obstante, de que su comida esté mancillada por el alcohol o el opio que tantos mortales consumen para sustraerse de la realidad. Londres puede ser un lugar duro para aquellos demasiado débiles o ignorantes como para aprovechar las oportunidades a su alcance, como sin duda descubrirá usted.

La clase media
La clase media está compuesta de aquellos que se ganan la vida merced a las habilidades de sus intelectos. Son los académicos, hombres de negocios y abogados de la ciudad; el mismísimo corazón, si se me permite, que genera el poder y la riqueza de la ciudad de Londres. La mayor parte de los burgueses han recibido una buena educación, y en el caso de algunos de los hombres, podrían haberlo hecho en uno de los mejores internados provinciales. El atuendo típico de los miembros de la clase media incluye ropas de buena factura y con estilo, aunque no está de ninguna manera sujeto a los excesos de las modas como el de la clase alta. En general, los burgueses forman un grupo adusto y serio, con una férrea ética profesional y con unas creencias morales y religiosas muy estrictas, lo cual les lleva a menudo a reprimir sus pasiones y emociones. Esto les hace, obviamente, deliciosamente fáciles de manipular para los Vástagos, y los compañeros ideales para la cena.

Muchas familias de clase media residen en el centro de la ciudad, en áreas cercanas a sus lugares de trabajo. Las casas de Mayfair y Knightsbridge, o incluso de las mejores partes del Soho, son su entorno natural. Hay, por supuesto, otros lugares apropiados para tales personas, pero no le importunaré por ahora con más detalles acerca de la compleja geografía de Londres. Muchos de los burgueses de hoy en día eligen vivir en los nuevos suburbios de la ciudad, que se han desarrollado rápidamente merced a la espléndida red de ferrocarril de Londres. Muchos de nuestra Estirpe se han percatado de que los suburbios son sin duda lugares apropiados para procurarse una cena, si bien antes se debería consultar al General Sir Arthur Halesworth antes de acometer un viaje de tales características. El protocolo debe ser respetado cuidadosamente en estos casos.

La clase alta
La clase alta está compuesta de todas aquellas familias que han gobernado Londres, Inglaterra y todo el Reino Unido durante la mayor parte del último milenio. Ésta es la gente “de sangre azul”: son los señores y las damas, los barones y baronesas del mundo de los mortales. Puede reconocerlos por sus atuendos, caros, exquisitos, y siempre a la última moda; por su arrogancia y, muy a menudo, por su total libertinaje. La mayoría tiene suficientes recursos económicos como para no necesitar trabajar, y por lo tanto ocupa su tiempo con actividades como la caza, la política, el servicio militar… O las aventuras sexuales. Debería olvidarse de tenerlos como sus compañeros de cena: para moverse incluso en los márgenes de su sociedad es necesario haber nacido aristócrata, poseer una riqueza considerable, y tener a alguien que le haya presentado. Aquellos pocos Vástagos que podrían introducirle en esta sociedad a menudo preferirían no hacerlo, salvo que se esté dispuesto a pagar un alto precio por ello.

El derecho de la clase alta a gobernar es incuestionable, pero pocas veces se ejerce en la práctica. Las casas gemelas del Parlamento del Reino Unido, sitas en Westminster, trabajan conjuntamente para crear la legislación que marca los destinos del país y del Imperio. Los miembros de la Cámara de los Comunes, elegidos por hombres de todos los estratos sociales, deciden sobre la naturaleza de la legislación que se necesita, y los miembros de la Cámara de los Lores, en las cuales se sientan por derecho los aristócratas, aconsejan y ayudan a sus inferiores, merced a su amplia experiencia y noble crianza.

Muchos de nuestra Estirpe se ven impelidos a tratar de conseguir alguna influencia sobre la sociedad mortal. Si usted también sugre de esta aflicción, le aconsejaría que se aproximase a la burguesía, que no a la nobleza. Los miembros de la clase media nos ofrecen una mayor influencia sobre el día a día de la sociedad, del comercio y de la política. Os daréis cuenta de que si se aplica la presión apropiada a un miembro de esta clase, los efectos son siempre muy satisfactorios. Los miembros de la Cámara de los Comunes son especialmente susceptibles a presiones del tipo financiero: muchos de ellos aceptaran cualquier incentivo económico, considerándolo un medio de suplementar el estipendio que reciben por sus servicios en el Parlamento.

Nota: aquellos que han sido nombrados caballeros por su Majestad, siendo conocidos por el título de “Sir”, son normalmente individuos de clase media cuyo servicio a la corona les ha hecho merecedores de esta distinción. Su lugar en la sociedad está tanto con los burgueses como con las personas de clase alta, por lo que son un útil puente entre ambos estratos.

En conclusión
Los mortales de Londres son muy conscientes de su lugar en el orden de la sociedad, y poseen por lo tanto una desconfianza natural hacia aquellos que intentan moverse en círculos que no les corresponden. Sus ropas, lenguaje y comportamiento deben identificarle como miembro de una clase social en concreto. Debería tratar de cenar entre aquellos miembros del ganado que pertenecen a su estrato social aparente. Cualquier intento de hacer lo contrarío atraería la atención y hará que sus posibilidades de permanecer en la ciudad sean prácticamente nulas, a menos que sea realmente habilidoso. Por ejemplo, un caballero de clase media o alta al que se le encuentra caminando a través de las barriadas del East End levantará las sospechas de aquellos de la clase trabajadora y podría en realidad atraer la atención de la Policía Metropolitana. Un señorita que hiciese lo mismo atraería sobre sí una atención aún mayor, exponiéndose además a un peligro considerable, a menos que algún sirviente fornido pudiese responder de su seguridad.

Espero que estas líneas le hayan resultado edificantes y que le ayuden a prevenir cualquier posible falta de comportamiento futura. Ansío poder colaborar de su educación en el Eliseo en noches venideras.

Su más obediente servidor   -Sr. D. Stephen Lenoir.

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07/01/2014, 21:33
Director

Geografía de la ciudad

El lejano norte: Suburbios septentrionales de la ciudad situados en las colinas que se yerguen sobre el Támesis. Zona rural, rodeada de bosques, prados y brezales.

  • En Hampstead, se encuentra la posada "El Castillo de John Straw" frecuentada por miembros del clan Brujah, y la "Posada del Español" que atrae a muchos Toreador debido a sus ilustres clientes de antaño (Byron, Dickens o Shelley se cuentan entre ellos). 
  • En Highgate encontramos su famoso cementerio, que tiene la reputación de ser uno de los lugares encantados más prominentes de la ciudad.
  • En Muswell Hill encontramos el Palacio de Alejandra, que es sede de numerosas galas y conciertos. También se sitúa en esta zona Colney Hatch, un enorme manicomio cuya reputación es sólo inferior a la de Bedlam (ver más adelante)

El cercano norte: Aquí se sitúan el Parque del Regente (Regent's park) y el canal del Regente (ambos deben su nombre al Príncipe Regente Jorge, coronado Jorge IV en 1820). El Parque del Regente se encuentra rodeado por las casas de la Regencia (lugar donde habita la clase media y alta). También las barriadas de Candem y Somers Town (este último reconocido como el peor barrio de todo Londres) Entre Candem y Highgate se encuentran los hogares de numerosos inmigrantes, sobre todo irlandeses. La Urbanización Tuffnel, al final de Holloway Road (carretera en dirección a Highgate) conserva cierta respetabilidad a pesar de situarse cerca del Correccional de la Ciudad

En el norte también se encuentra Islington (fue muy popular por su balneario, pero desde la construcción del canal del Regente la zona ha entrado en declive por el incremento masivo de población) y el Teatro de las Fuentes de Sadler, un teatro respetado pero con menor fama que la de los situados en el centro.

El Londres Occidental: Zona por lo general más rica que otros distritos, y contiene muchos de los hogares de la clase alta.  Encontramos el barrio de Chelsea, con su Hospital de Chelsea y el Jardín de Medicina (creado por la Real Sociedad de Boticarios en 1673, famoso por su increíble variedad de plantas medicinales). También están los barrios deKnightsbridge y Kensington, donde se sitúan el Salón Real de Alberto, sede de muchos conciertos, así como muchas instituciones culturales como el Museo de Historia Natural y el Museo de Manufacturas. También es famoso el parque Hyde, situado al norte de Kensington.

El West End: Donde se sitúa Westminster, lugar en el que encontramos el Palacio de Westminster y la Abadía de Westminster. La plaza de Trafalgar aloja numerosas Galerías, y se encuentra cerca del Parque de San Jacobo (St James Park) y éste a su vez, cerca del palacio de Buckingham, residencia de la Reina. También encontramos el parque verde, y al norte Picadilly (donde se situan muchos clubs de caballeros, teatros y locales de variedades) y Mayfair (donde se encuentran varias de las viviendas más caras de toda la ciudad). 

El caracter elitista del West End cambia radicalmente en algunas partes del Soho que han caido en desgracia y ahora es hogar de inmigrantes y de prostitutas de ambos sexos, así como lugar de negocios de alcohol y opio. Sorprendentemente, el Museo Británico no se encuentra muy lejos de aquí.

La City: O también "la milla cuadrada", es el emplazamiento del casco antiguo romano y medieval de la ciudad, además del distrito financiero de Londres. Aquí encontramos lugares emblemáticos como la Catedral de San Pablo, la casa de Somerset (aunque ésta está más cerca del West End), la Torre de Londres, el Banco de Inglaterra y la Casa de los Gremios, así como el Hospital de San Bartolomé.

El East End:Al este de la City se encuentran los barrios marginales del East End, como Whitechapel y Spitafields. Esta es un área donde abundan los inmigrantes y la prostitución (según un estudio de 1857, una de cada dieciséis mujeres de Whitechapel era prostituta, y la Policía Metropolitana de Londres contabilizó aproximadamente 1200 meretrices en esta zona en el año 1888) En Whitechapel encontramos además el Hospital de Londres. En Ejército de Salvación (El Ejército de Salvación es una denominación del cristianismo protestante fundada en 1865 por el pastor William Booth y por su esposa Catherine Booth. Sin embargo, es mucho más conocido como organización no gubernamental de beneficencia social privada) tiene una fuerte presencia en esta zona de la ciudad, controlando diversos comedores sociales y hogares para alcohólicos, ex-convictos y mujeres de "mal vivir". 

Hacia el noreste del East End se encuentran los pantanos de Hackney, que impiden que la ciudad pueda seguir expandiéndose en esta dirección. Hacia el sureste encontramos la isla de Perros, donde se alojan los muelles de las Indias Orientales y Occidentales. 

Al sur del río: Al sur del Támesis encontramos lugares notorios como el Palacio de Lambeth, residencia del Arzobispo de Canterbury, y el Hospital Real de Belén, más conocido como Bedlam.