Partida Rol por web

BUSCANDO JUSTICIA

1 de Noviembre: Domingo por la noche; muelles fríos, plomo caliente

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23/01/2020, 10:11
Montaraz

Lanza la bombona y yo lanzo la primera flecha, fallo estrepitosamente pero puede que alcance a alguno de ellos. En la segunda noto la adrenalina que me invade y sin apenas pensar disparo. Veo que acierta de pleno la flecha en la bombona y se va a liar la mundial.

- Toca correr... - digo mientras corro y espero que ella y la niña lo hagan al mismo tiempo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto 24 PV para aumentar mi probabilidad de acierto (no recuerdo ahora si era 2x1 o 3x1 así que usaré la peor. Sumo 8 y resto 25 para una dificultad de 60.

Primer tiro: fallo 

Segundo tiro: crítico

Reservo la 3ª acción.

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23/01/2020, 12:54
# MUELLES DE METRO CITY

Misery se asoma al corredor del almacén, saliendo de su parapeto, y arroja con destreza la pequeña bombona en dirección a la pasarela. Tiene tiempo de disparar su arma, esa que el justiciero del escudo le ha prestado, con intención de librarse de uno de los delincuentes más alejados, pero con un visible chispazo, el proyectil rebota en la propia barandilla ante el matón, siendo desviada en otra dirección. Era un buen tiro, pero ha habido mala suerte.

No así con la bombona, que toma la dirección adecuada para que Montaraz, saliendo también de su cobertura, dispare para hacerla estallar. La primera flecha pasa justo bajo el explosivo improvisado, perdiéndose en la distancia. Sin embargo, el arquero no tarda en cargar su arma de nuevo y disparar una segunda saeta, que acierta en el blanco.

La explosión causa una gran deflagración de gas, una onda expansiva que hace a los matones sobre la pasarela cubrirse los rostros y quejarse de los oídos. Algunos de ellos se tambalean, sujetándose en la barandilla para mantener el equilibrio. Puede verse en sus movimientos que están atontados por la explosión, aunque es difícil saber cuánto durará ese estado. Probablemente, no demasiado. Y aún así, todos ellos tratan torpemente de continuar con el tiroteo, aunque sus manos sostengan sus armas con torpeza, dubitativamente, oscilando al apuntar.

Al apuntar hacia abajo, hacia el justiciero del escudo, que corre ágilmente tratando de evitarles.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Los matones estarán aturdidos durante 2 asaltos, durante los cuales tendrán un penalizador de -30. Atraídos por la acción de Armour, se disponen a disparar contra él a pesar de su aturdimiento. Ambos os habéis reservado 1 acción cada uno, así que decidid si queréis emplearlas antes.

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24/01/2020, 00:05
Misery

Mierda, mierda, y mierda.

Aquel disparo tenía que haber dado en uno de aquellos tipos, pero acabó rebotando contra la dichosa barandilla. Seguro que si hubiera intentado darle a la bombona no habría tenido tanta puntería.

En seguida me di cuenta de que más suerte había tenido el arquero, reventando aquel elemento y provocando una deflagración que llevó a aquellos indeseables a tener que cubrirse, mientras parte de ellos parecían incluso necesitar agarrarse a la barandilla para mantenerse en pie. Daba la impresión de que habían quedado medio atontados, pero aun así no desistían en disparar. Lo bueno era que con aquella forma en la que se movían, esos disparos serían mucho más fáciles de esquivar.

Me encontraba lista para evitar aquellas balas si era necesario, pero la presencia del justiciero había captado por completo la atención de los aturdidos matones, así que me centré en continuar atacando.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Acción 3: Disparar matón. Fallo
Balas: 6/8

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24/01/2020, 17:21
Montaraz

Cargo una de las tres fechas que me quedan y disparo contra uno de los matones, al menos intentaré que las pocas flechas que me queden se cuenten como muertos. Luego espero poder usar mi espada para acabar con aquellos que queden si llega a ser necesario.

Un mierda menos espero...siguen siendo muchos y encima vienen refuerzos de camino...

Lo importante era que dejaran de disparar y pudiéramos trasladar a la niña a una zona segura, devolverla con los suyos y luego descansar tras una noche demasiado ajetreada. 

- Tiradas (1)
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28/01/2020, 09:02
. Matones doscaras

Ambos justicieros, Montaraz y Misery, se asoman nuevamente para tratar de menguar las fuerzas del enemigo, antes de que los delincuentes comiencen a disparar sin control. No obstante, ambos padecen dispar fortuna en su intento. Mientras que el arquero logra acertar a uno de los matones en el hombro, haciendo que retroceda con un grito de dolor y termine precipitándose por encima de la barandilla de la pasarela hasta caer al suelo en el nivel inferior, relativamente cerca de Armour, el disparo de Misery se pierde en el techo del almacén muy lejos de acertar a ninguno de los enmascarados.

Y lo peor de todo, es que ni siquiera parece importarles la presencia de sus agresores, obcecados como parecen en seguir al soldado del escudo estadounidense. Los matones que quedan en pie, cinco en total, se acercan tambaleantes a la barandilla de la pasarela y, asomándose con sus armas en ristre, comienzan a disparar sin control alguno, en lo que se convierte en una auténtica lluvia de balas que cae sobre el justiciero de aspecto militar. Éste, sin embargo, se mueve rápida y ágilmente, cambiando su dirección en una zigzagueante carrera, saltando y girando sobre sí mismo y cubriéndose con el escudo todo lo posible, de modo que, por el momento, logra evitar que ni uno sólo de los proyectiles le alcance.

Un par de los delincuentes, uno frotándose los ojos y el otro sacudiendo su cabeza para tratar de aclararse las ideas tras el aturdimiento causado por la explosión, deciden alzar sus armas y apuntar a los justicieros armados, el peligro que, según calculan, resulta más inmediato. Parecen haberse dado cuenta de que Armour es tan sólo un señuelo. Uno demasiado difícil de acertar.

- Tiradas (10)

Notas de juego

5 matones en pie, aturdidos (-30) durante 1 asalto más.

Actuad libremente, sin iniciativas. Los matones van al final.

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28/01/2020, 09:50
Montaraz

Cojo las dos últimas flechas que me quedan y comienzo a disparar a los matones que quedan, hay que eliminarlos como sea. Mi primera flecha falla por bastante pero la segunda sé que acierta en uno de ellos, ni me molesto en mirar si ha muerto o no. Compruebo que ya no me quedan flechas, las he gastado todas incluido la flecha especial.

Ahora sólo me queda mi espada curva para acabar con todos aquellos que pueda, espero que mi compañera tenga mejor puntería que yo en este momento ya que será ella quien salve la situación en este momento.

- Dales duro... - le digo animándola a ver si con ello acaba con los que queden en pie.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Error mío: sólo me quedaban dos flechas. Tercer tiro se anula. Así que tengo una última acción disponible que guardo para esquivar si es necesario.

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30/01/2020, 18:47
Misery

Sin duda el encapuchado estaba teniendo mucha más suerte que yo, y es que por el momento no había logrado dar a ninguno de aquellos matones. Menos mal que al menos había estado acertada lanzando aquella bombona, porque sólo me hubiera faltado fallar también en aquello.

No utilizaba habitualmente armas de fuego, y puede que ello me estuviera pasando factura, si bien estas habían regresado a mi vida con más fuerza al adoptar esta otra identidad; pero aun así, solían ser el último recurso. Y aquello eran también en ese momento, resultando la única esperanza que tenía de deshacerme de aquellos matones para que no dañaran a los míos. Ni a mi hija, ni a mi protegido, con el cual tendría que tener unas palabras cuando todo esto terminara. Porque tenía que terminar, y tenía que terminar bien.

Aquellos indeseables estaban empecinados en atacar a Allan, a pesar de que ya habían descubierto que no estaba solo. Así, quienes continuaban allí arriba avanzaron acercándose a la barandilla para tratar de acertar al justiciero enmascarado, quien esquivó todas sus balas a la carrera; entre piruetas y con la ayuda de aquel llamativo escudo.

Impresionante...

Me alegré por aquello, pero no había tiempo que perder, y en seguida busqué un nuevo objetivo; viendo cómo dos de los matones ponían ahora su atención en el arquero y en mí. Apunté con el cañón del arma en dirección a ellos, dispuesta a abatirlos si el encapuchado no lo hacía antes. Una de mis balas acertó por fin, pero la otro se perdió nuevamente.

¡Maldita sea!

Dije para mis adentros, dispuesta a buscar un nuevo blanco. Fue entonces cuando escuché las palabras de ánimo de Robin Hood, quien parecía haberse quedado sin flechas.

- Se hace lo que se puede. - respondí sin mirarle, atenta a los que aquellos malnacidos hacían para actuar en consecuencia.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción 1: Disparar matón. Éxito.
Acción 2: Disparar matón. Fallo. (Tiré dos dados por error, el primer resultado es el que cuenta.)
Acción 3: Reservada 

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03/02/2020, 12:55
Armour

Aún no podía creer que ni uno sólo de los proyectiles me hubiera alcanzado. Era cierto que me movía rápido, aunque era consciente de que no sería capaz de seguir aquel ritmo mucho tiempo. tarde o temprano, todo el mundo encuentra su límite. También era cierto que contaba con el escudo, y que había sentido cómo algunos de los disparos habían impactado en él; así como del hecho de que, fuera lo que fuera que habían hecho aquellos dos, había tenido su efecto con aquella explosión.

De hecho, no lo estaban haciendo nada mal hasta el momento. Mucho me temía que al arquero se le iba a terminar la munición pronto. Las flechas tenían sus limitaciones, aunque le reconocía el valor sigiloso que atesoraban. Y el cargador de la pistola que le había prestado a la pelirroja daba lo que daba.

Entonces me fijé. Yo también podía conseguir un arma. Había caído uno de los matones de arriba, por la parte trasera de la pasarela. Estaba allí, al alcance de mi mano... si lograba llegar hasta él. Sin embargo, viendo el cruce de disparos no podía sencillamente buscar ese arma. Conocía el valor de la anticipación, el "quién golpea antes, golpea dos veces". De modo que, cuando uno de los matones se asomó por la pasarela para apuntar mejor, no lo dudé. Tomé impulso y arrojé mi escudo todo lo vertical que pude, para golpearle en la cabeza con él, antes de huir hacia la cobertura que me daba la propia pasarela bajo ellos, rodando por el suelo para alcanzar aquel cuerpo y el arma que había caído con él.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Acción 1: Lanzar escudo
Acción 2: Desplazamiento hacia cobertura
Acción 3: Coger arma

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03/02/2020, 13:28
. Matones doscaras

Diferentes proyectiles surcan los aires de aquella sección del hangar en una danza mortal, entrecruzándose entre ellos. Flechas, balas, incluso un escudo circular de metal, vuelan en todas direcciones, con dispar fortuna. El arquero logra acertar a uno de los matones con sus últimas flechas, el tipo que se había atrevido a apuntarle a pesar de su aturdimiento. Al igual que su compañero caído, se precipita por la parte trasera de la pasarela, aunque intenta sujetarse a la barandilla en el último instante, sin éxito. Se precipita girando en el aire, hasta caer de cabeza partiéndose el cuello. El matón a su lado se agacha en el último momento, inconsciente de la flecha que ha estado a punto de acertarle en plena cara. Tampoco importa, pues un disco de metal le golpea en la frente, haciendo que suelte su arma y caiga de espaldas en el suelo de la pasarela, inconsciente y sangrando profusamente por la nariz. Al otro extremo del grupo, otro matón recibe un disparo en pleno vientre, dando un paso atrás y soltando su arma para sujetarse la tripa, antes de caer de rodillas y desplomarse.

Los dos delincuentes que quedan se miran entre sí. En un instante han perdido su superioridad numérica, han perdido de vista al tipo que estaba bajo ellos y saben que hay al menos otros dos parapetados más adelante. ¿Dónde están los refuerzos? Se habían oído pasos acercándose, pero ya no se oyen. Apenas tardan un segundo en atar cabos y, renunciando a los disparos que pensaban hacer hacia la parte inferior, comienzan a correr por la pasarela mientras disparan sin siquiera mirar en dirección a los justicieros, tiros al aire sin ton ni son que se pierden en ninguna parte.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiradas de Percepción

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03/02/2020, 17:20
Montaraz

Viendo que los dos huyen es hora de salir de aquí. Armour lanza bien el escudo y nos ha ahorrado mucho tiempo de seguir luchando.

- Coge a la niña y salgamos... - digo mientras desenfundo la espada y miro si puedo recuperar rápidamente alguna flecha ya que ahora mismo mi arco está sin munición y puede que aún necesite obrar algo de magia con el.

Espero a que Misery o Armour coja a la niña y luego la escoltaremos hasta un lugar seguro. Por último creo que me iré a dormir a pierna suelta tras comer algo decente. Mañana me toca preparar más flechas y mejorar algunas cosillas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si puedo recuperar alguna flecha uso mi acción anterior para recogerla y tener al menos una o dos como último recurso.

Perdón por la brevedad. Lunes duro duro...presagio de semana jodida.

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06/02/2020, 14:48
Misery

Ya fuera por los proyectiles que surcaron el aire hasta ellos, el contundente y llamativo escudo, o aquella bala que por fin llegó hasta su destino; la mayoría de aquellos matones terminó por no ser un problema. Quedaban dos, encontrándome dispuesta a esquivar los disparos de estos antes de volver al contraataque, pero entonces cambiaron de opinión.

Me pareció apreciar cierta confusión en su forma de actuar antes de salir corriendo, alejándose por la pasarela mientras pegaban tiros al aire, a buen seguro queriendo alertar al resto de esbirros del terrorista del casco.

Antes siquiera de reaccionar, escuché al encapuchado diciéndome que fuera a por la niña para largarnos de allí. Mis ojos buscaron a Allan de inmediato, pues en aquellos momentos mi hija se sentiría más tranquila con él que con quien no sabía que era su madre, pero este se encontraba más lejos de mi pequeña que yo.

Así, puse el seguro al arma y la guardé, apresurándome a volver junto a aquella caja en la que Liss debía continuar. Abriría la caja de aquel frigorífico y ayudaría a mi hija a salir de ella.

- N-nos vamos de aquí, cariño, agárrate a mi cuello. - le dije con voz suave y temblorosa mientras la alzaba para llevarla en brazos, con una sensación que aunaba el miedo y la más absoluta felicidad. - T-tranquila, tu amigo vendrá en seguida. - añadí, aún con aquella sensación, una similar a la que había sentido la primera vez que la tomé entre mis brazos tras nacer.

- Tiradas (1)
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11/02/2020, 09:30
Armour

Todo había salido sorprendentemente bien. No es que hubiéramos ejecutado el plan de intervención más preparado del mundo, pero sin duda a pesar de la improvisación y las prisas el resultado era incuestionable, y las expectativas respecto a nuestra capacidad de ejecución estaban fuera de toda duda. Al ver a aquellos últimos matones huyendo a la carrera, decidí no hacer nada más. "A enemigo que huye, puente de plata", solían decir. No pensaba perseguir a nadie ni ejecutar por la espalda, ese no era mi estilo. Además, lo importante siempre, siempre, era la misión.

Comprobé el cargador del arma que me había agenciado, una Astra A Cien, de esas a las que muchos llamaban "Panther" por ser la estrategia de marketing de la marca. Un arma relativamente convencional, y sencilla de conseguir en las calles, pero nada desdeñable. Tiré de la corredera, comprobé el estado del mecanismo y que nada pudiera encasquillarla, y con ella en la mano me acerqué a donde reposaba mi escudo. Estaba boca abajo, lo que me permitió alzarla con un brusco pisotón en el extremo más cercano a mi pie, haciendo que oscilase bruscamente por su oblada superficie hasta ponerse vertical y permitir que pudiera agarrarla por el extremo, alzándolo y elevándolo lo suficiente para soltarlo y meter mi mano por el asidero con soltura. En apenas un instante, lo tenía debidamente sujeto al antebrazo.

Señorita, tal vez quiera ahora devolverme mi arma. -Sugerí con un gesto galante a la desconocida, ofreciéndole la pistola que había conseguido- Ésta le hará el mismo servicio, y el cargador continúa lleno. Estoy seguro de que podemos conseguir otra para usted. -Añadí mirando al encapuchado, que curiosamente estaba sacando una espada. Pero ¿quién era yo para decir nada al respecto? Portaba un escudo circular en el brazo- Me pueden llamar Armour, por cierto. Creo que ésto será más sencillo si nos ponemos nombres, ¿no creen? -Sugerí, interesándome por el estado de la pequeña Lis mientras prestaba atención a nuestro alrededor.

Aquello no había terminado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pistolas automáticas (1d10x2 – Recarga 1 acción)
ARMA – POTENCIA – DISPONIBILIDAD – DxA - CARGADOR
Astra A 100 – 8 – F – 2 - 15 (lleno)

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11/02/2020, 09:53
# MUELLES DE METRO CITY

Los justicieros obtienen un instante de calma, en medio de tanta lucha. Con la mayoría de los enemigos presentes caídos, y unos pocos en retirada, pueden permitirse recuperar al menos el aliento. No sólo eso, sino que Montaraz puede recuperar algunas de sus flechas, al menos las de los delincuentes que han caído de la pasarela. Armour, por su parte, propone un intercambio de armas con Misery, recuperar la que le había prestado e intercambiarla por la que ha obtenido de uno de los caídos.

La justiciera, por su parte, se encuentra comprobando el estado de la niña. Lis se sobresalta un poco al ver que la puerta de la nevera en que se encuentra refugiada se abre, pero al ver el rostro que parece al otro lado se calma un poco. Aún así, se asoma con cierta inquietud hasta comprobar que el justiciero militar con el que había huido también está allí, y a salvo. Incluso se permite sonreír, alzando una mano para saludarle.

Sin embargo, la expresión de Armour, pese a sonreír a la niña en un principio, se vuelve bruscamente seria, girándose al oír algo, un sonido que también le llega a Montaraz, ocupado en recuperar sus flechas, y a una Misery que aún no ha llegado a tomar a Lis entre sus brazos. Ninguno de los tres sabe exactamente de qué se trata, pero el sonido, una especie de sucesión de chasquidos metálicos, es inconfundiblemente no natural.

Y entonces lo ven, y lo oyen nuevamente, pequeños objetos que aparecen desde debajo de los estantes de almacenamiento, rodando y deslizándose. Tres en total, uno dirigido a cada uno de los justicieros, arrojados a conciencia en su dirección. Objetos metálicos cilíndricos, pintados en verde mate y con inscripciones.

Granadas aturdidoras.

Notas de juego

Disponéis de vuestras AxA de este asalto para poneros a cubierto, o seréis afectados por la explosión cinética de la granada más cercana (y estaréis aturdidos con -30 durante 1d6+1 asaltos). Para poneros a cubierto deberíais pasar una tirada de esquivar (AGI/2) para buscar una cobertura, o en el caso de Armour una tirada de Escudo.

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11/02/2020, 19:55
Montaraz

 El sonido de las granadas golpeando el suelo activa al máximo mi instinto de supervivencia. En  un abrir y cerrar de ojos, guardo las flechas en el carca que recuperado de los hombres caídos. Luego busco con la mirada una cobertura para evitar que la explosión de las granadas pueda afectarme, en cuanto veo un sitio óptimo para evitar el daño corro hacia el con  movimientos ágiles. En el momento en que logro ponerme a cubierto cargo una flecha en mi arco y apunto hacia la zona donde veo que han sido lanzadas las granadas esperando ver un blanco fácil y acabar con el de un solo disparo.

- A cubierto... - digo para avisar al resto por si no las han visto u oído.

Parece que la fiesta no termina todavía. Al menos tengo algo de municiones para cargarme a un par de ellos.

 

- Tiradas (1)
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13/02/2020, 13:42
Misery

Antes de poder abrir la puerta de aquel refrigerador para tomar a mi pequeña y largarnos de allí, me vi sorprendida por la voz de Allan, ofreciéndome de manera galante otro arma que tenía en la mano; una con el cargador lleno.

- Gracias. - le dije con una sonrisa más propia de haber recibido un regalo que una pistola para continuar abriéndonos paso en aquel infierno, aunque pensándolo bien, precisamente por ello aquel arma suponía ser todo un regalo. - Muchas gracias. - repetí tras tomar el arma con una de mis manos y devolverle la otra, guardando la nueva adquisición en la funda aferrada a mi muslo derecho.

Tras ofrecer otra pistola al arquero, el justiciero se presentó como Armour, encontrándome ya abriendo la puerta de aquel frigorífico.

- Misery. - respondí a su presentación, dirigiéndome inmediatamente después a mi pequeña, habiendo visto ya su rojizo cabello.

Se le notaba algo inquieta, pero pronto pareció calmarse un poco, aunque no fue hasta que comprobó que Armour estaba allí que pudo relajarse aún más.

Antes de poder cogerla entre mis brazos, escuché unos sonidos metálicos que no supe identificar en un principio, pero que tenía claro que no eran nada bueno. No tardé en comprobar de qué se trataba, y ante la posibilidad de que alguno de aquellos artefactos nos dejara fuera de juego, me apresuré en primer lugar a poner a salvo a Liss.

- Cariño, tienes que volver dentro. - le dije mientras la ayudaba a regresar al interior del electrodoméstico, con toda la delicadeza que la premura me permitía, y cerré la puerta.

Traté entonces de evitar el efecto de las granadas, corriendo en busca de algo tras lo que ponerme a cubierto, pero no tuve suerte... Al menos había logrado que mi pequeña estuviera segura, y eso era lo más importante.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción 1: Poner a salvo a Liss.
Acción 2: Cubrirse. Fallo
Acción 3: Cubrirse. Fallo

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13/02/2020, 16:30
Montaraz

Viendo que la pelirroja justiciera tras poner a salvo a la niña lo tiene difícil decido intentar ayudarle. Cargo una flecha y disparo pero fallo por bastante, me he precipitado y no he apuntado con seguridad. Pero no me voy a rendir mientras haya alguna oportunidad. Me concentro un segundo y disparo mi última flecha, la última esperanza que tengo de salvarla de una explosión.

Tenso la cuerda y disparo contra ella esperando que el golpe oblicuo la haga rodar hacia donde ha venido y si hay suerte puede que alguno de nuestros enemigos se la coma.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Disparo 1: fallo

Disparo 2: acierto

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14/02/2020, 10:08
Armour

Aquella mujer agradeció el ofrecimiento de intercambiar las armas de un modo que me pareció incluso algo cándido, impropio de alguien metido en una situación tan comprometida. Hizo que me preguntase de dónde había salido, de dónde habían salido ambos, qué historia tendrían detrás para haberse metido en semejante fregado. Llevaban unas pintas curiosas, en ambos casos, y no menos curiosa era su elección armamentística, y aún así, tuve que reconocer que yo mismo no me quedaba atrás.

Guardé mi pistola en su funda, tomando nota del nombre que ofreció la dama. Misery. ¿Qué había detrás de aquel nombre? ¿Miseria? ¿La que pretendía causar a sus adversarios, la que le habían causado a ella? ¿Misery, el libro de Stephen King? A saber de qué iba aquello, y no era el momento ni lugar para averiguarlo.

Me giré, dispuesto a oír el nombre que el arquero pudiera ofrecer. ¿Robin Hood? Esperaba que no, y Kevin Costner ya estaba pillado. Pero no dio tiempo a continuar la conversación, pues un sonido nos alarmó rápidamente. Conocía ese sonido, y siempre me causaba un escalofrío. Las granadas tenían ese efecto, sobre todo si no las veías venir. Por fortuna, al verlas rodar, me di cuenta de que no eran de fragmentación, sino aturdidoras.

Algo era algo.

Aún así, me giré bruscamente para mirar a la niña. Había que cubrirla. Pero Misery ya la estaba cerrando de nuevo en la nevera, bien protegida, por lo que lo que tocaba era quitarse de en medio. No tenía gran cosa tras lo que ocultarme, no lo bastante cerca, de modo que clavé rápidamente una rodilla en el suelo y elevé el brazo hasta cubrirme con el escudo, esperando que resistiera y me ofreciera la cobertura necesaria.

- Tiradas (1)
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14/02/2020, 10:19
# MUELLES DE METRO CITY

La situación es apresurada y vertiginosa. Las granadas no tardan en hacer explosión, pero para cuando lo hacen Montaraz ya está lejos de ellas, cubierto tras una buena cobertura por parte de las torres de almacenaje. Misery no es tan veloz, y se queda a medio camino de lograr ocultarse del foco de la explosión de la granada más cercana. Por suerte para ella, al arquero le da tiempo a disparar dos rápidas flechas a la granada en cuestión, ojo avizor al destino de su compañera. La primera de ellas rebota en el suelo, perdiéndose debajo de unos palés. La segunda, en cambio, impacta directamente sobre la superficie metálica del cilindro y la granada sale despedida lejos de Misery, implosionando en un punto lo bastante apartado como para, a pesar del molesto destello, no causarle la menor conmoción.

Por su parte, Armour se agacha, clavando una rodilla en el suelo y haciéndose un ovillo tras el escudo que sujeta con fuerza contra su cuerpo. La granada que le han arrojado explota relativamente cerca de él, y siente la brusca presión en su brazo, pero aparte de una ligera molestia en el hombro y un zumbido en los oídos que pronto va desvaneciéndose, no le causa el menor mal.

¡Sorera no tame ni ikimasu! -Se oye a alguien gritar, al tiempo que varias voces alzan un grito conjunto desde varias direcciones, que resuena en todo el hangar.

Para sorpresa de los justicieros, más de media docena de hombres enmascarados surgen de detrás de las torres de almacenaje, procediendo de varias direcciones, y corriendo en dirección a ellos sin la menor precaución, en una carga salvaje. Algunos portan navajas o puñales, mientras que unos pocos llevan pequeñas hachas de mano.

Parece que quieran hacerlo esta vez a la antigua.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Los matones son 7, y se reparten acudiendo 2 a por cada uno pero en el caso de Misery, que van 3. Ante cada Justiciero, uno de los matones lleva un hacha.

Iniciativa matones: -25

Tirad Iniciativa, y si sacáis más que ellos actuáis antes. Recordad que son matones random, masillas, así que con tener éxito al darles ya caen (sin tiradas de daño). Intentad molaros al cargaros a estos tipos :P

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15/02/2020, 22:14
Montaraz

Matones con armas blancas, parece que aún quedan cabrones en el almacén pero mientras no me disparen mejor. Desenvaino mi espada. Saludo al que tengo delante con una floritura que he visto en La princesa prometida y decido darle un toque de humor a la situación imitando a Iñigo Montoya.

- Tú mataste a mi padre, prepárate a morir... - le digo con el fingido acento inglés al matón con un hacha que tengo delante mía. Lugo fijo mi vista al otro que espera su turno y le adelanto su futuro - No te alejes demasiado, luego morirás tú.

Sin mayor dilación lanzo un tajo cortante de abajo hacia arriba al matón que sostiene un hacha que intentará que sus intestinos decidan salir a tomar un poco el aire. A continuación decido lanzar otro corte hacia abajo intentando acertar a su cuello y rematarlo del todo, con tal mala fortuna que mi espada choca contra el metal de su hacha.

Y para mi desgracia y deshonra, la hoja no está bien templada y se parte en mil pedazos fallando además el golpe. La cara de tonto que se me queda en esos momentos sería para enmarcar. Tengo que revisar la calidad de las espadas al estilo "Forjado en Fuego" antes de utilizarlas en el próximo combate.

Pero no es tiempo de ponerse nervioso, a pesar de no tener la espada tengo mis puños y piernas. Así que antes de que el otro matón que está esperando su turno se envalentone y crea que su turno de morir no ha llegado todavía decido lanzarle una patada voladora a su cara para dejarlo fuera de combate al estilo Bruce Lee. Uso métodos antiguos como el arco y la espada, pero las artes marciales son también muy antiguas.

Tras golpearlo saco los dos cuchillos para lanzar que llevo encima por si las cosas se ponen muy feas, al menos con ellos podré cargarme a alguno más si la situación empeora.

- Tiradas (4)
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17/02/2020, 16:07
Misery

Tenía que haberme afectado. Aquella granada tenía que haberlo hecho, pero por algún motivo no fue así, uno que no tardaría mucho en descubrir. Intuyendo que mi tiempo llegaba a su fin, había cubierto mis oídos y parte de mi cabeza con mis brazos, pero al no sentir la energía de aquellas granadas terminé girando la cabeza y dejando que mis gafas asomaran entre mi pelirroja cabellera. Me di cuenta entonces de que había sido cosa de uno de los proyectiles del arquero.

En ese momento escuché un grito en lo que debía ser japonés. No me dio tiempo a accionar mis gafas para que me tradujeran lo que aquellas palabras significaban, pero tampoco hizo falta, y es que en seguida se unieron varias voces gritando; encontrándonos poco después ante varios matones armados dispuestos a hacernos frente. Estaba claro por dónde iban los tiros de aquel primer grito.

Los enmascarados corrían hacia nosotros, acudiendo tres de ellos en mi busca, ante lo que me puse en guardia de inmediato; creyendo que en aquella ocasión no necesitaría más armas que mi determinación por tumbar a aquellos malnacidos.

- Tiradas (1)