Partida Rol por web

BUSCANDO JUSTICIA

1 de Noviembre: Domingo

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16/02/2016, 15:17
Allan Jefferson

Me quedo sin saber qué decir, cuando Melissa vuelve a insistir en el asunto de la comida. Supongo que debo darle algo de lástima, ese concepto del "pobre niño rico", tanta pasta y tanto lujo y tener claro que me falta lo más importante. Lo que ella tiene, sentarse a la mesa con seres queridos alrededor, sonrisas, el calor de un hogar. Es lo que más envidio, lo que más anhelo, lo que más deseo.

Lo que no puedo tener.

Ni siquiera temporalmente, aceptando su invitación. Hoy no. No es trabajo, pero tengo algo que hacer, algo que debo hacer hoy, esta misma tarde. Si no, perderé la oportunidad, y no se cuando voy a poder tener una nueva sin levantar sospechas. La tumba de mi hermano, los fantasmas que la moran, pesan más que mi deseo personal.

Sin embargo, es Geofrey quien realmente me sorprende, lanzando esa frase tan contundente acerca de mí. ¿A qué se refiere? Me conoce desde hace muchos años, desde que era pequeño, sabe mucho acerca de mí, pero el tono que ha empleado...

¿No habrá...?

No, no puede ser eso. Lo tengo todo bien guardado, bajo llave. No he dejado cabos sueltos... ¿No? Además, si lo hubiera descubierto, no me lo soltaría de este modo. No lo creo.

Para ser mayordomo es... peculiar. -Le digo a Melissa con una sonrisa de circunstancia, observando cómo Geofrey se aleja, desapareciendo por la puerta del fondo del pasillo- Entró muy joven a trabajar con nosotros, como jardinero, mantenimiento, limpieza... un poco de todo, y se acabó volviendo imprescindible. Al final, mi padre le ofreció ser mayordomo. Antes de llegar a Estados Unidos, fue militar, aunque mintió sobre ello en su currículum, nos enteramos después. De pequeño solía bromear con él diciendo que había sido miembro del MI6, como James Bond. -Recuerdo esos tiempos con añoranza, sonriendo al vislumbrar momentos de mi vida más felices.

Lo siento de veras, Melissa. -Me disculpo de nuevo- Por no poder aceptar tu invitación, no quiero que creas que no quiero, porque no es así. Nada me gustaría más, pero es cierto que tengo trabajo pendiente que no puede esperar y me es imposible, al menos hoy. No llevo, lo que se dice, una vida muy... ordenada. -Ni sencilla. Ni siquiera se si puede catalogarse como "una vida".

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18/02/2016, 18:52
Melissa Whedon

El mayordomo sonrió con cortesía, asintiendo cuando le expuse lo que Allan quería que hiciera por mí, pronunciándose únicamente cuando hice aquel comentario sobre lo que me estaba costando que mi protegido se viniera a comer.

¿Qué quiere decir con que “nunca se hace el duro”? ¿Qué es alguien duro, difícil de convencer? Lo ha dicho con cierto orgullo… A saber a qué se refiere.

Me despedí de Geofrey cuando se retiró a la cochera, y entonces Allan comenzó a hablarme de él, aludiendo que era un tanto peculiar. A decir verdad lo era, dudaba mucho que un típico mayordomo inglés tuviera esa carrera a sus espaldas, pero más que parecerme algo peculiar, me parecía fascinante.

Sonreí ante el comentario de mi protegido sobre su niñez, pero en seguida me vi forzada a atenuar mi sonrisa ante una nueva negativa de Allan. Lo hizo disculpándose, otra vez, e insistiendo en que no se trataba de que no le apeteciera, pero tenía trabajo, y según sus palabras, una vida no muy ordenada.

Como si la mía lo fuera mucho, je.

- No te disculpes, por favor. No debí insistir, un no es un no. Y después de lo que he dicho Geofrey… Está claro que no te haré cambiar de opinión. – llevé mi maletín hacia la espalda, sujetándolo con mis dos manos tras de mí y mostrando una pícara sonrisa. – Eso sí, la pelota queda en tu tejado. Así que si de verdad te gustaría… Esperaré tu proposición.

Di un paso atrás, soltando una mano del maletín para señalar en la dirección por la que se había alejado Geofrey.

- ¿La cochera es por allí? – pregunté, dispuesta a retirarme para no seguir importunándole. – Llámame o escríbeme cuando quieras que venga a buscarte, si es con algo de tiempo, mejor que mejor. – levanté mi mano para despedirme. – Que le vaya bien con ese trabajo, Señor Jefferson.  – le sonreí, volviendo a hablarle de usted adrede, antes de retirarme.

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19/02/2016, 01:31
Director

Allan sonríe, presa seguramente de la vergüenza de encontrarse en esa situación. Realmente parece debatirse entre el deseo y el deber, y tal vez una parte terca de su personalidad, esa que defines como "hacerse el duro", es la que le lleva a mantenerse firme en su decisión. Sin embargo, recibe de buen grado la idea de que espere una proposición por tu parte.

Puedes darlo por hecho, Melissa. -Afirma con ese encanto que le es tan natural- Sí, está tras la puerta del fondo, a la derecha, no tiene pérdida. Llamaré al sastre para concertar esa visita, y te aviso con la hora, ¿de acuerdo? -Te recuerda, antes de que te desoídas hablándole de nuevo formalmente- Disfrute esa comida, agente Whedon.

Tras despedirte, te alejas por el pasillo hasta encontrarte con la puerta entreabierta por la que se marchó Geofrey. Al cruzarla, te encuentras en un recibidor, del que parten un par de pasillos y, a tu derecha, una puerta que da a unas cortas escaleras, y de ahí a un garaje. Al descender, ves varios coches de alta gama aparcados en diagonal, perfectamente conservados, algunos de ellos modelos clásicos. Como el que tienes en frente, junto al que espera el mayordomo sosteniendo una puerta abierta.

Y una sonrisa curiosa.

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19/02/2016, 23:33
Melissa Whedon

Una extraña alegría me invadió cuando Allan no sólo aceptó que la siguiente propuesta saliera de su parte, sino que dijo que lo diera por hecho, asegurando que sucedería. Aun así, no las tenía todas conmigo. No dudaba de que como decía le hubiera apetecido el plan, o que quisiera tratar de montar otro en otra ocasión; pero a pesar de resultarme un hombre de palabra, también parecía un hombre muy ocupado.

Y él mismo ha dicho que no lleva una vida muy ordenada, aunque… Eso tampoco es sencillo cuando no dejas que nadie entre en tu vida. Ojalá aprenda a confiar.

Asentí cuando me comentó lo del sastre, dedicándole una última sonrisa cuando me llamó agente, y agitando mi mano un par de veces antes de comenzar a alejarme por el pasillo. El lugar era un tanto laberíntico, demasiado grande para lo que estaba acostumbrada, pero aun así no me resultó difícil dar con el garaje.

Varios coches de alta gama se encontraban en la estancia, y al ver algunos modelos antiguos recordé aquello de que el Señor Jefferson, Jefferson padre, los coleccionaba. Geofrey se encontraba junto a uno de estos, sosteniendo la puerta abierta mientras me sonreía de forma peculiar.

Subimos al vehículo, aunque el mayordomo no lo hizo hasta que se aseguró de que estaba en el interior y me cerraba él mismo la puerta. Por el retrovisor volví a observar aquella sonrisa, preguntándome a qué podía deberse. No sabía si preguntar, ese hombre parecía algo serio, aunque también había demostrado tener sentido del humor.

- Gracias por llevarme, Señor Miller. – le dije sinceramente. – Supongo que es parte de su trabajo, pero aun así, gracias. Al menos esa sonrisa deja ver que no lo hace a disgusto… - reí ligeramente, esperando sacar conversación de aquella forma.

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22/02/2016, 02:12
~A~ Geofrey Miller

El curioso mayordomo te observa por el retrovisor interior del coche, y por las arrugas en torno a sus ojos te parece intuir que sonríe.

Señorita Whedon... Oh, disculpe, ¿señorita o señora? -Pregunta, aparentemente poco apurado más allá de saber cómo dirigirse a ti- Tengo la fortuna de disfrutar de mí trabajo, algo que no es muy frecuente hoy en día. -Detiene el coche al alcanzar la intersección que da acceso a la carretera, incorporándose con suavidad- No cuento con familia alguna, pero los Jefferson-Kennedy serían lo más parecido. Nada de lo que mi trabajo me exige lo hago a disgusto. Bueno... -Parece querer corregir- ...tan sólo he tenido que hacer dos viajes en este automóvil que sí me causaron esa desagradable sensación. -Tras esta confesión, se hace el silencio. Por el retrovisor ves los ojos entristecidos del mayordomo, fijos en la carretera.

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23/02/2016, 00:48
Melissa Whedon
Sólo para el director

Esbocé una sonrisa melancólica ante la pregunta de Geofrey sobre cómo referirse a mí, y es que yo tampoco estaba segura de ello. No sabía si existía algún tipo de norma social sobre cómo debía ser llamada una viuda, aunque en realidad poco me importaba. Había pasado varios años siendo Señora, la Señora Dixon, pero suponía que nuevamente volvía a ser Señorita, la Señorita Whedon. Aquel apellido siempre había sido con el que me había encontrado más cómoda, antes y después de enviudar; incluso estando casada, siempre había sido la Agente Whedon.

- Señorita Whedon está bien. – dije tras unos segundos pensativa. – Aunque en realidad preferiría que me llamara Melissa. – esbocé una sonrisa, sin estar segura de que pudiera verla.

Mientras salíamos de la propiedad, el mayordomo comenzó a contarme cómo tenía la fortuna de disfrutar de su trabajo, desempeñando este para quienes consideraba casi como su familia. Por la forma de comportarse con Allan, había pensado que debía tenerle mucho cariño, pero las palabras de Geofrey lo dejaban claro. No pude evitar sonreír ante ello, pero mi sonrisa desapareció en cuanto escuché al mayordomo decir que sólo había habido dos ocasiones en las que había realizado su trabajo con aquel coche a disgusto y vi su triste mirada por el retrovisor.

Me quedé callada, sin saber si decir algo al respecto o no. Quizás no fuera muy adecuado, pero finalmente no pude evitarlo.

- Imagino que se refiere a algo relacionado con Austin, ¿No? Allan me ha hablado de ello… Siento su pérdida. – le dije de corazón, por mucho que no fuera familia suya, había dejado claro que así lo sentía.

Volvió a hacerse el silencio, hasta que reparé en algo.

- Disculpe, mi dirección… - comencé a decirle, indicándole calle y número, e intentando encaminar la charla anterior, queriendo eliminar posibles tensiones. – Sé lo duro que es, perdí a mi marido hace casi un año… Pero lo importante ahora es que se apoyen entre ustedes. Se ve que le tiene mucho cariño a Allan, y él a usted. Igual le suena un poco tonto, pero… - comencé a decir, en un innecesario alarde de sinceridad que me salía de dentro. – Ahora que veo que Allan cuenta con usted, me quedo más tranquila. – le dediqué una tierna sonrisa, mirándole por el retrovisor.

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23/02/2016, 12:07
~A~ Geofrey Miller

Puedes ver los ojos de Geofrey entrecerrarse al detenerte a pensar una respuesta acerca de cómo referirse a ti. Posiblemente pensando en si ha cometido algún tipo de imprudencia al preguntarlo. Sin embargo, cuando finalmente aclaras tus deseos al respecto, las arrugas en torno a sus ojos muestran un atisbo de sonrisa.

Bien, eso no será problema, Melissa, siempre y cuando usted me llame simplemente Geofrey... -Añade con humor y cierto encanto.

Se hace un breve silencio al nombrar a Austin, aunque cuando le das la dirección el mayordomo abre la guantera del vehículo extrayendo un pequeño navegador GPS que sitúa cerca de su rostro, pronunciando lentamente la dirección en voz alta. Una vez el aparato confirma haber captado correctamente, lo sitúa en la bandeja delante del volante.

Lamento mucho su pérdida, Melissa, la acompaño en el sentimiento. Yo... se lo que se siente. -Se confiesa- Fue hace mucho, pero aún así... -El mayordomo guarda silencio un instante, cambiando de tema- Austin... Sí, todo está relacionado con él, supongo... -Medita en voz alta- De los dos trayectos que he comentado, uno fue llevando a los señores al hospital, el día de su defunción, en efecto. El otro... bueno, fue llevar a Allan al aeropuerto, cuando se alistó. Ni siquiera me atreví a tratar de convencerle, en el fondo aún hoy no estoy seguro de que fuera un error realmente. Pero se marchó destrozado por dentro, y su marcha terminó de destrozar a su familia. Nadie tuvo la culpa, pero fue triste. Eran tan felices... -Es evidente lo cerca que le toca todo este asunto. Este hombre siente a esa familia casi como propia, y los conoce desde hace demasiado tiempo- Pero se equivoca en una cosa, Melissa. Allan no cuenta con nadie, no tiene a nadie. -Sentencia- Me llevo bien con él, eso es todo, hay confianza, posiblemente se lleve mejor conmigo que con su familia. Con su padre la situación es... tirante. Siendo suave. Con su madre... La señora es una experta en guardar las apariencias, pero entre ambos hay una conversación pendiente que ninguno de los dos está dispuesto a iniciar. Se limita a comportarse como si nada hubiera sucedido, pero eso no hará que el problema se solucione. Allan es la viva imagen del hombre que está sólo en medio de una multitud. -Aclara chasqueando la lengua con desgana- No ha hecho un sólo amigo desde que regresó del ejército, y por más que me ha contado acerca de su estancia allí, nunca ha mostrado que hiciera amigos. Conocidos sí, muchos, gente con la que pasar el rato ¡Por dios, si este hombre tiene un donde gentes espectacular! Pero ¿amigos? ¿Amigos de verdad? Es muy posible que haya dejado gente allí que le considerase a él de esa manera, pero... -Suspira- Cuando la persona en quien más confías en este mundo te traiciona, nada vuelve a ser lo mismo, supongo. Tengo la impresión de que Allan ha creado un escudo a su alrededor, tratando de evitar que nadie se acerque demasiado.

En ese momento, el rugido de un motor zumba brevemente al lado del vehículo, cuando una moto de gran cilindrada os adelanta a gran velocidad. Te asomas para ver de qué se trata, pero apenas logras ver al motorista, que desaparece tras una curva de la carretera.

Maldito loco, cuando me entere de quién es se va a enterar, el otro día me hizo lo mismo...

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01/03/2016, 20:00
Melissa Whedon
Sólo para el director

Geofrey aceptó llamarme Melissa, con la condición de que yo también le llamase por su nombre de pila, y así lo hizo al comenzar a responderme. En seguida quedó patente que había metido la pata, y además hasta el fondo.

Primero, resultó que el hombre también era viudo, y por su reacción era obvio que no le gustaba hablar de ello, ya que en seguida cambió de tema. Pasó a hablarme sobre Austin, otro tema que tampoco era muy agradable, y me confirmó cómo efectivamente sus malos recuerdos unidos a ese coche tenían que ver con él. Por un lado estaba la propia muerte de Austin, el largo trayecto hasta el hospital tras su defunción; pero el otro se trataba de la huida de Allan, el momento en que decidió escapar a través de alistarse.

Y ahí vino mi segunda metedura de pata, puede que la más grave de las dos, al haber dado cosas por hecho que no eran; aunque creía saber el motivo para hacer aquella interpretación, deseaba realmente que Allan tuviera alguien en quien apoyarse.

Geofrey me respondió tajante que Allan no tenía a nadie, haciendo que se me encogiera el corazón, y me relató cómo era su relación con él y el resto de la familia, inclusive el trato con sus compañeros del ejército. Me resultó inevitable agachar la cabeza, entristecida por lo que escuchaba, y sintiendo cierta impotencia. Me asomé por la ventanilla al escuchar el silbido de aquella moto, sin lograr ver gran cosa, mientras Geofrey se quejaba del rápido conductor.

De vuelta en mi asiento, sentí la necesidad de responderle algo a Geofrey, no sabía si para su tranquilidad o para la mía; seguramente la de ambos.

- Hemos hablado algo del tema y… - dije mirando hacia abajo – Puede contar conmigo. Así se lo he dicho, espero que lo tome en serio. – me encogí de hombros, sin estar segura de que lo fuera a hacer, no sabía cuán duro y grueso sería aquel escudo, y aún era muy pronto para que confiara en mí. – Apenas le conozco, pero siento que es de fiar; quizás sea por ese don de gentes que tiene, como usted dice, no lo sé. – alcé la mirada, buscando sus ojos por el retrovisor. – Puede que exista ese escudo, pero… Quiere romperlo. Sé que quiere. Y ese es el primer paso. – sonreí al hombre, tratando de transmitirle algo de esperanza.

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01/03/2016, 20:35
~A~ Geofrey Miller

Geofrey te escucha en silencio, observándote todo cuanto puede a través del retrovisor interior. Tus palabras le hacen mantenerse especialmente silencioso, como pensativo, pero también ligeramente apesadumbrado, melancólico.

No es el don de gentes. -Dice finalmente, soltando acto seguido un suspiro- Es de fiar. No parece de fiar por su capacidad de caer bien, es al contrario. Al menos, yo siempre le he visto así. Desde que era joven. No, desde que era pequeño. -Geofrey se frota los ojos con una mano, apenas un instante, mientras los primeros edificios de la ciudad comienzan a pasar a vuestro lado- Le curé muchas heridas, cuando sólo era un niño. Brechas, moratones, todo eso, por peleas de colegio. Sus padres se enfadaban con él, creían que era un gamberro. Un día, cuando le estaba echando yodo en una herida, le pregunté "¿por qué ha sido esta vez?". Nunca olvidaré su respuesta. -Le ves negar con la cabeza- "Por lo mismo de siempre, Geof, abusaban de un chico más pequeño, ¿qué iba a hacer, quedarme mirando?" -Al mayordomo de le escapa un nuevo suspiro- Qué iba a hacer, quedarme mirando... Ese corazón no ha cambiado, Melissa, sigue estando ahí. A medida que fueron creciendo, Allan quedó a la sombra de su hermano, el idealista, el que quería cambiar las cosas. Pero tampoco a él le dio nunca la espalda. Allan es el tipo más de fiar, Melissa.

Cita:

Ha llegado a su destino.

El navegador avisa justo antes de que el coche se detenga. Geofrey se apresura a salir del vehículo y abrirte la puerta, mirándote con una entrañable expresión.

Espero que ese escudo pueda romperse. Me encantaría que usted lo lograse, Melissa. Sinceramente, la veo muy capaz. -El mayordomo sonríe, ofreciéndote la mano para salir- Ha sido un placer conocerla, espero que volvamos a vernos pronto.

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02/03/2016, 01:46
Melissa Whedon
Sólo para el director

El mayordomo sintió la necesidad de compartir algo más conmigo, haciéndome saber que mi sensación no era fruto de los buenos modos de Allan o una simple primera impresión, sino que se trataba realmente de alguien de fiar. No lo ponía en duda, pero no le conocía lo suficiente, y escuchar aquello por parte de Geofrey me alegró; además la pequeña anécdota que utilizó como ejemplo me tocó el corazón.

- Estoy segura de que así es. – le dije con una sonrisa cuando terminó de hablarme.

Entonces el navegador anunció la llegada, momento en que el mayordomo se bajó del coche y me abrió la puerta. Cuando me disponía a salir, el hombre me dedicó una entrañable sonrisa, recibiendo después unas palabras por su parte que me dejaron sorprendida.

¿Le encantaría que yo…?

Tomé su mano y salí del coche, momento en que Geofrey se despidió de mi.

- El placer ha sido mío. No sé si será pronto, pero me encantaría volver a verle. – estreché su mano, dedicándole una tierna sonrisa, ese hombre me había causado muy buena impresión.

Al quedarme sola en la acera, caminé calle abajo pensando en las palabras del mayordomo, hasta dar con un restaurante cercano. Compré el pollo frito para la comida, un dulce para mi pequeña, y me dirigí a casa; dispuesta a pasar un grasiento y divertido rato en familia.

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02/03/2016, 11:28
Director

Dedicas unos instantes a caminar con calma, dejar que tu cabeza analice los muchos acontecimientos que han dado un vuelco a tu vida en tan sólo una mañana. Las maniobras políticas de Johnson, tu cambio laboral, los problemas legales de Rick... Allan...

Ha sido demasiado, y demasiado rápido. Por fortuna para ti, hay un ancla en tu vida, y faro en la oscuridad que siempre hace que te reencuentres contigo misma. Y al comprar la comida, sonríes al pensar en ella, en tu pequeña Liss, esperando en casa a que llegue ese pollo frito que tanto le gusta, en sus deditos grasientos y su morro manchado.

Te apresuras en llegar a casa, caminando y más ligera de regreso calle arriba. Subes a tu piso por las escaleras, agitando las llaves, y antes de abrir la puerta te detienes, oyendo la voz de tu pequeña pegando gritos y cantando.

¿Qué está pasando?

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02/03/2016, 11:38
~M~ Melissa Dixon "Liss"

¡Fieeesta, fieeesta, fieesta! ¡Me voy de fieeesta, fieesta, fieeesta!

La voz emocionada y divertida de tu pequeña se adueña de tus sentidos en cuanto abres la puerta y te adentras en la casa. Al cerrar a tu espalda, te asomas al salón, donde Liss está pegando saltos sobre el sofá, en pijama, mientras tu hermano Gary la observa con una amplia sonrisa, pero gesto de circunstancia.

¡MAMIIIIII! -grita la pequeña, al verte, y corre por encima del sofá hasta el extremo de este, saltando desde el reposabrazos a tus brazos- Mehaninvitadoaunafiestaconhinchablesychuchesypinchitos... -Se detiene a tomar aire, apresurada- ytodosmisamigosvanairytumevasadejaraquesíaquesíaquesí...

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02/03/2016, 11:44
~M~ Gary Whedon

Liss se abraza a tu cuello, esperando una respuesta por tu parte. Miras a Gary, extrañada, y este mira al techo lanzando un bufido mientras se encoge de hombros. Parece que lleve aguantando esto ya un buen rato.

La fiesta de inicio de campaña. -Te aclara, algo desganado- Algunos padres se han organizado para llevar a toda su clase a la fiesta, ha llamado la madre de Margerith hace un rato. Ya le he dicho que eso depende de ti...

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03/03/2016, 21:48
Melissa Whedon
Sólo para el director

Aquella mañana había sido larga, mucho, y es que era demasiado lo que había cambiado mi vida en tan sólo unas horas. Pero decidí olvidarme de todo aquello por unos instantes, era la hora de volver a casa, y mi pequeña se merecía toda mi atención.

Aceleré el paso, deseando llegar cuanto antes para ver a Liss y Gary, agitando las llaves con alegría al acercarme a la puerta; pero antes de disponerme a abrirla me detuve.

¿A qué se debe ese griterío?

Finalmente abrí la puerta, escuchando con mayor claridad aún los gritos y cánticos de mi pequeña, diciendo algo sobre una fiesta. No pude evitar sonreír al escuchar semejante alegría en su voz, pero aquello no impedía que me sintiera desconcertada. Cerré la puerta y comprobé los sistemas de alarma, asomándome entonces al salón.

Allí, Liss daba saltos sobre el sofá con un superado Gary mirándola con una sonrisa, seguro que llevaba rato dando saltos de aquella forma; a veces no entendía de dónde sacaba tanta energía. Mi niña no tardó en reparar en mi presencia, gritando un fuerte “Mami” mientras corría por el sofá y se subía al reposabrazos, lanzándose desde este hacia mí.

- ¡Ey! ¿Dónde vas tan rápido? – le dije con una sonrisa, cogiéndola rápidamente en brazos y dándole un fuerte beso en la mejilla, con la bolsa de la comida aún en mi mano.

Entonces Liss comenzó a hablar, sin tan siquiera coger aire, mas que una pequeña pausa que se vio obligada a hacer entre medias. Mientras se agarraba a mi cuello mirándome en espera de una respuesta, mis ojos se posaron en seguida en Gary, yo también necesitaba respuestas.

Fruncí el ceño un segundo al escuchar a mi hermano, sonriendo en seguida a mi pequeña para que no se percatara de cómo me había sentado aquello. La posé en el suelo con cuidado y me agaché junto a ella, dándole un beso.

- Cariño, ve a lavarte las manos, ¿Quieres? La comida ya está aquí. – le sonreí, levantando la bolsa que llevaba. – Y te he traído una sorpresa. Vamos, renacuaja. – le di un suave azote en el trasero, instándola a dirigirse al baño.

En seguida volví a erguirme, girándome hacia Gary en cuando Liss se alejó un poco.

- ¿De quién ha sido la magnífica idea? ¿Y por qué lo sabe mi hija antes que yo? – le pregunté, esperando que lo segundo no hubiera sido cosa suya. – Si antes le digo a Allan que no me gusta que los niños vayan a ese tipo de eventos… - murmuré y emití un suspiro. - ¿Y cómo le digo ahora que no? – le pregunté preocupada. - ¿Has visto lo emocionada que esta? Bueno, claro que lo has visto, seguro que llevas rato “viéndolo”. – sonreí apurada, consciente de que era él quien había tenido que aguantar el ataque de emoción de la pequeña. – No son horas, y podría ser peligrosno… - le expliqué mis motivos. – Lo paradójico del asunto es que yo tengo que ir también a la fiesta… No sé, ¿Tú que opinas? – pregunté a mi hermano, teniendo claro que antes no hubiera apoyado que Liss fuera a algo parecido, pero temiendo ahora quitarle la ilusión a mi pequeña.

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04/03/2016, 12:39
~M~ Gary Whedon

La pequeña Liss obedece casi inmediatamente, sin rechistar. La listilla de ella parece tratar de hacer méritos, ya que no le has dado una respuesta sobre eso de la fiesta. Una vez desaparece, te diriges a tu hermano, que sonríe con cara de circunstancia, sobre todo cuando le interrogas sobre el asunto.

Ya te lo he dicho, la madre de Margerith. -Responde encogiéndose de hombros, con las manos en los bolsillos de su sudadera- Liss se ha enterado por una torpeza mía. Estaba en su cuarto, jugando, y yo en la cocina preparándome un café, sí que cuando llamaron conecté el manos libres. Escuchó toda la conversación... -Gary saca una mano del bolsillo y se rasca la nuca, avergonzado- No me enteré hasta colgar, que entró como un torbellino dando saltos y cantando. -No necesitas ni imaginártelo, has visto la escena nada más entrar- Sólo es una niña, Mel, si no crees que deba ir, se le dice que no va y punto. Ya se le pasará. Además, si tienes que currar vas a estar preocupada por ella toda la noche, yo puedo jugar con ella a los videojuegos o ver una película ñoña de dibujos. Esta semana sólo hemos visto Frozen cuatro veces... -Bromea, acercándose a ti y poniendo una mano en tu hombro- Tu hija no va a dejar de quererte por preocuparte por ella y ponerle normas. Demasiado bien lo estás haciendo... -Dice, y su gesto está lleno de ternura y tristeza- Él estaría orgulloso de ti. -Añade dándote un beso en la mejilla, sin nombrarle, aunque no hace falta. Sabes que habla de Aidan- Voy poniendo la mesa, ¿vale? ¡Pollo frito! ¡Ñam! -Bromea, guiñándote un ojo, antes de alejarse hacia la cocina.

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05/03/2016, 18:09
Melissa Whedon
Sólo para el director

Mi pequeña obedeció en seguida, demasiado rápido, en realidad; estaba claro que había activado el modo de niña buena para ir a aquella fiesta. Escuché con atención las explicaciones de Gary, mirando hacia arriba y soltando un ligero suspiro ante la forma en la que Liss se había enterado de aquello.

- No te preocupes, Gary, no es culpa tuya, pero ya es casualidad… - le respondí, tratando de tranquilizarle, al ver cómo se rascaba la nuca avergonzado.

Mi hermano fue el que trató de darme algo de tranquilidad después, diciéndome que no pasaba nada por negarle aquello a mi hija y que él podía encargarse. Bromeó con el asunto, acercándose a mí y apoyando una mano en mi hombro, añadiendo que mi niña no iba a dejar de quererme por ponerle límites, y que muy bien lo estaba haciendo ya.

Mi rostro se entristeció algo con aquellas últimas palabras, la verdad es que no estaba nada convencida de aquello. Como madre lamentaba mucho no pasar más tiempo con ella, teniendo que dedicarme a mi trabajo en la comisaría, o mi otro “trabajo”, ese del que nadie sabía nada; aunque a veces me daba la extraña sensación de que Gary sabía algo. Además, era consciente de lo sobreprotectora que era con mi pequeña, no dejándole hacer cosas por temer que algo le pudiera pasar si no estaba conmigo o a salvo en casa. Y ahora estaba a punto de caer de nuevo en aquello.

Miré al suelo, apesadumbrada, pero cuando escuché a mi hermano decir aquello sobre Aidan levanté la mirada rápidamente, con el corazón encogido. Así esperaba que fuera, con todas mis fuerzas, deseaba que estuviera donde estuviera, se sintiera orgulloso de cómo estaba haciendo las cosas con nuestra pequeña; más de lo que yo lo estaba.

Volví a sonreír ante el beso de Gary y su posterior broma, viendo como se alejaba rumbo a la cocina. Me quedé sola unos minutos, pensando en todo aquello, en qué sería lo mejor, pero me faltaban datos. Me apresuré entonces a alcanzar a Gary antes de que Liss volviera.

- ¿Qué padres irán? ¿Cuántos niños? ¿En coche? ¿Hora de entrada y salida de la fiesta? – le solté a mi hermano de repente, entrando en la cocina. – Dime todo lo que sepas. – añadí poniendo voz de tipo duro, dándome cuenta de la retahíla de preguntas que acababa de soltarle, como si se tratara de un interrogatorio.

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09/03/2016, 12:20
~M~ Gary Whedon

Pillas a Gary desprevenido, casi entrando en la cocina. Se gira, sorprendido, alzando las cejas en una expresión divertida, mientras le sueltas la lista de preguntas una tras otra sin dejarle ir respondiéndolas. De hecho, levanta las manos, divertido, apoyándose contra la pared.

¿No debería ir llamando a mi abogado antes? ¿Vas a hacer eso de echarme el humo en la cara y ponerme un foco delante de los ojos? -Ríe, invitándote a entrar en la cocina delante de él- No se cuanta gente se apuntará al final, estaban organizándose para hablar con todos los padres del curso de Liss, podrían ser más de treinta o sólo unos pocos. -Gary se encoge de hombros, abriendo un cajón y comenzando a preparar cubiertos y servilletas sobre la mesa- La madre de Margerith, Melody, es fija. A esa mujer le encantan estas cosas, vive para organizar actos sociales, a veces creo que su hija sólo es una excusa, jaja. Los padres de Whitney y de ese chico de ojos saltones... Paul, también se habían apuntado ya. Del resto no se nada. -Abre un armario y saca los vasos, así como una botella de agua de la nevera- Los padres de Whitney se han ofrecido a llevarnos, si al final nos apuntamos. Tienen una monovolumen de esas. Y en cuanto a los horarios... la idea es cenar allí, que por lo visto se van a servir canapés y pinchos, cosas así, para los peques y sus familias. Pero como seguramente lo sirvan tarde, tendrían que merendar un poco fuerte. Melody hablaba de estar allí sobre las nueve, para que puedan jugar un buen rato antes de cenar. -Gary te mira de reojo, con una sonrisa de oreja a oreja- Te lo estás pensando, ¿eh? Blaaaaaaaanda... -Bromea.

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10/03/2016, 01:16
Melissa Whedon
Sólo para el director

Mi hermano me siguió la broma, dejándome pasar a la cocina por delante de él justo después. Entré a esta riendo, pero en seguida me puse seria, escuchando con atención lo que Gary tenía que decirme sobre aquella fiesta. Al parecer la idea inicial era informar a todos los padres del curso de mi pequeña, pero hasta el momento sólo estaba segura la asistencia de tres niños. Mientras me hablaba, mi hermano iba sacando lo necesario para comer, y yo iba tomando algunas cosas, dispuesta a llevarlas después al salón.

Gary continuó explicándose, apuntando algo que no había entendido hasta el momento. Él también iría a la fiesta, y además ya tenía medio de transporte. Tras comentarme el plan que había, me miró de reojo con una gran sonrisa, burlándose de mí llamándome blanda.

- La verdad es que sí, me lo estaba pensando. – reí por su broma. – Y eso que no había entendido que tú también ibas. Pensaba que se encargarían algunos padres de llevarles, no que cada niño iría con algún familiar.– dije pensativa. – Si tú fueras con ella… Eso cambia mucho las cosas. Me quedaría mucho más tranquila. – sonreí ampliamente, demostrándole la gran confianza que tenía en él. – Así que si no tienes inconveniente, creo que podría dejarla ir.

Esperé a que me respondiera, y una vez teníamos todo lo necesario, comencé a regresar al salón; preparando la mesita frente al sofá para poder comer viendo alguna película de animación.

- Yo estaré por allí hacia las once. – comencé a explicar a mi hermano mientras volvíamos. – El motivo de que Ethan viniera esta mañana es que me han cambiado de puesto, parece que temporalmente. Mientras dure la campaña tengo que escoltar a un político. Sí, ya sé que eso no tiene nada que ver con mi trabajo habitual… - dije con cierta desgana al ver cómo me miraba, descontenta por la forma en que se había producido todo aquello. – Pero bueno, al menos Allan es agradable. – añadí cambiándoseme el rostro, esbozando una sonrisa. - ¿Y esta niña dónde se ha metido? ¡Liss, cariño, a comer! – llamé a mi hija, sentándome finalmente en el sofá. 

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15/03/2016, 22:05
~M~ Gary Whedon

¡Claro que iría con ella! -Exclama Gary, haciéndose el exageradamente ofendido- ¿Crees acaso que, con lo sobreprotectora que eres, me plantearía siquiera la posibilidad de dejar a la pobre y desamparada Liss en manos de alguno de esos monstruos de padres? ¡Válgame el cielo! -Continúa, sobreactuando tan en exceso que parece sacado de un musical de Broadway, aunque es incapaz de mantener el tipo y acaba echándose a reír- Además... esa Melody no está nada mal... para su edad, jajaja. -Continúa descojonándose. Gary siempre tuvo un gran sentido del humor, pero hoy está especialmente chisposo.

Se pone un poco más serio cuando comienzas a hablar de tu presencia en la fiesta, y frunce el ceño al ver que has tenido cambios en el trabajo. Que no haya seguido la tradición familiar no significa que no se tome en serio el trabajo que desempeña su familia. Sin embargo, cuando le hablas de tu nuevo puesto de escolta, se adueña de su rostro una expresión de absoluta incredulidad.

¿E-escolta? No, espera, me tomas el pelo... -Pero no, no te estás riendo- ¿En serio? ¿Escolta? -Te mira de arriba a abajo, en un gesto que podrías llegar a considerar ofensivo. De hecho, él mismo parece pensarlo así, porque se apresura a disculparse- P-perdona, no quiero decir que no estés capacitada, es sólo que... b-bueno, ¿para ese tipo de puestos no suelen coger a tiarrones enormes? -Es entonces cuando nombras a Allan, y su expresión se vuelve absolutamente indescriptible, con los ojos entrecerrados y los labios luchando por no esbozar una sonrisa- Espera... espera... espera... ¿Has dicho Allan? ¿Allan Jefferson? ¿El boy scout ese de los marines, o lo que sea, el ex militar? ¿Me estás diciendo que te han puesto a ti a proteger a un ex fuerzas especiales que, presumiblemente, acabará siendo tu jefe? -Levanta las manos, echándose hacia atrás como si temiera recibir un guantazo sólo por lo que ha dicho, aguantándose la risa- Yo no digo nada... -Añade, llevándose una mano a la boca e imitando el gesto de cerrar una cremallera y cerrar un candado con llave.

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15/03/2016, 22:18
~M~ Melissa Dixon "Liss"

¡Mamiiiiiiiiiii! -Exclama Liss pareciendo por el pasillo, corriendo como alma que lleva el diablo y lanzándose en tus brazos. Se ha quitado el pijama, y se ha puesto un vestido de primavera, floreado y de tirantes, casualmente del revés. Tiene los morros pintarrajeados con carmín rosa, a buen seguro arrebatado de tu cajón de maquillaje, y arrastra en su carrera un par de zapatos rojos tuyos de tacón alto.