Partida Rol por web

Él observaba Albur desde lo mas altos cielos, disfrutando de su belleza, dejando que su pueblo creciera.

Contemplo las nuevas bestias marinas que dominarian el agua salvaje y ahora embravecida por su descomunal fuerza. A los reyes del cielo, en su palacio de tierra, carente de las leyes que regian a toda Albur. A sus hijos, recorriendo las llanuras, descubriendo nuevos senderos. Disfrutando los frutos que les habian dado sus hermanos. A sus favoritos, que acababan de perder a su padre y guia y se encontraban sumidos en una gran pena, carentes de ilusion y perdidos en la inmensidad que les rodeaba.

Y la pena que sintio, solo pudo equipararse a la fascinacion que acompaño al Dios sin rostro, cuando vio a uno de los Kohiri obrar con el talento de un Dios. Esto, era algo, que escapaba hasta su propio pensamiento.

-Esto seria sin duda alguna, obra de Á - pensaría horas mas tarde.

Pero esa imagen, la interpreto como una señal, un deseo del propio mundo, una visión que el propio Á le había ofrecido, No habría otro lugar mas idoneo, mas destinado, mejor elegido para alzar su segundo sueño. Uno de los Kohiri había moldeado el mundo, había alzado montañas y poblado valles de vida. De un desierto había nacido una hermosa tierra y con la mirada fija en el centro de ese lugar, descendio velozmente y se presento ante el kohiri hacedor.

 - Hijo, grande ha sido tu obra y yo no lo habria mostrado mejor. Pronto llegaran tus hermanos, tu papel en esta tierra es mantenerla virgen hasta su llegada. Así lo he visto y así lo haremos.

Una vez dicho esto, se fundio con el cielo y voló hasta las llanuras del Skraag, donde cuidaría del gran viaje que iban a realizar sus hijos.

Los Tal-Kohiri se estaban preparando para su larga marcha. Tal-Kiron, había soñado con el gran Él y lo que le dijo y él transmitio al pueblo fue lo siguiente:

- Hijo mio, han pasado años, pero el momento ha llegado. La demora del tiempo ha servido para preparar el gran viaje que os espera. Vuestra ciudad y el destino de vuestro pueblo os aguardan.

El centauro desperto sobre saltado y una estrella le hipnotizo.

- Cada noche - le explicaba a su pueblo - viajaremos siguiendo los pasos de nuestro padre. El nos guiara con las estrellas.

No todos parecieron conformes con la noticia del joven centauro. Sobre todo lo mas ancianos, que no querian volver a caminar. Pero Él que los observaba desde el cielo, le hizo aparecer una gran marca sobre el pecho. Era negra, con la forma de la luna cuando esta naciendo, aunque mas cerrada en la parte superior y en el centro de la misma una barra vertical crecia desde el interior terminando al final de la mancha en forma de luna. Y todos lo reconocieron como simbolo de Él. y hasta el mas anciano cedió y esa noche comenzaron su viaje al este.

Era de día y el pueblo de los Tal-Kohiri descansaban en paz. Entonces Él busco desde los cielos hasta que encontro a Karak. Se acerco a Él le hablo.

 - Karak, Hermano de Pyaray. Señor de los Orkhan. Soñe con esa visión y acertada fué, pues son perfectos para mi proposito. Te ruego que reunas a tus seres y los conduzcas al rio Skraag, donde tales bellas criaturas cargaran con mi pueblo y los llevara lejos de su tierra ancestral.

Ailnor escucha las palabras de su hermano desde los cielos, sus centauros vagaban por el mundo buscando un sitio en el que asentarse y habían fijado sus ojos en el valle del equilibrio, resignado, Ailnor no sabia como contestar a su hermano, no sabia como decirle que ese emplazamiento ya estaba ocupado en su mente por una futura raza, pero no quería herir los sentimientos de su hermano negándole ese deseo.

 Jeldhor, que recorre el mundo como centauro junto a los kohiri, los deja un momento para asumir forma de golondrina y ascender a los cielos donde se encuentra Él.

-poderoso Él, Ghiskhaft ha hecho a tu pueblo un gran regalo, creo que los Tal-kohiri necesitarían un lugar que llamar hogar, un lugar donde guardar el fruto del regalo de la diosa de la sabiduría-

C'cl'cl'q'q'q'q

Un sonido irritante, un cloqueo insípido llegaba a los oidos de Kraag, era el eco repetido de los cascos sobre la piedra, sonido aumentado un millón de veces, al bajar la mirada, el dios pudo ver que entre la roca se deslizaba cobarde la temerosa civilización de Él, el camino por mar le había sido negado, y ahora atravesaban sin permiso la tierra hacia un nuevo paraíso prometido.

Pero ellos no podían estar haciendo ese ruido, el ruido provenía del repulsivo de los Señores del Panteón, Pyaray susurraba sonidos criptados, que poco a poco fueron tomando un nuevo sentido

Tú y yo somos los más parecidos de los Dioses

Mi reino el mar, y el tuyo la Tierra

Los mortales avanzan sin miedo por tu reino, guiados por nuestro semejante, al saber que el mar es todavía terreno vedado

Solo informo, pues no sé como deseas, que tu reino sea percibido

si deseas que las entrañas sean para los Kohiri un recurso, o quede reservado para bienes mayorecl

c'ccc'c'c'c

Cl'Q'q'qqqlccc'c'c'c'cc

El sonido volvía a difuminarse, en indescriptibles y crípticos sonidos indescifrables

Pyaray, desde la fosa más profunda de Albur.... observaba

La Diosa de la Sabiduría dejó que su hermano la ayudara a llegar a las profundidades, donde la luz era difusa y los sonidos amortiguados. Paseó a su lado conociendo las nuevas criaturas que poblaban los océanos y admiró de cerca a los Orkhan, la más reciente creación del pequeño Dios desaparecido, en honor de su padre. Eran unas bestias magníficas pero mortíferas. Eran predadores.

Por primera vez en su recuerdo, Knhoss sintió algo de temor. ¿Y si mis hermanos... deciden competir por la vida? Cada vez se esfuerzan más por conseguir seres imponentes, poderosos... hasta ahora sólo los Kohiri poseen el don de la razon. Pero eso no impedirá que los demás pelen por destruirse, por dominar... Una sombra de tristeza se alojó en su corazón. Sabía que sus hermanos por ahora sólo se ocupaban de llenar la creación y que la mayoría de ellos no intervendría para generar disputas. Pero no estaba segura de que su hermano menor, de naturaleza tan errática, no decidiera eso. Debo hablar con Ghiskhaft. Necesitamos replantearnos nuestro lugar en el mundo. Planificar.

Mientras meditaba esos asuntos, el nuevo pequeño de Pyaray hizo su aparición. Era un ser bello y noble, tal vez él atenuara un poco la furia creadora que su querido hermano desataba cada vez que modificaba Albur, permitiendo el equilibrio y la armonía.

Khnoss contempló los maravillosos arrecifes y los manglares, desde otro lugar, desde abajo. Y desde allí también vio a su hijo, realizando la tarea que le había encomendado. Es hora de que vaya a ver tu obra querido Ghiskhaft.

La hora de la despedida había llegado, mas Pyaray la sujetaba cada vez más, con una intensidad desmedida. Knhoss se alarmó, pues no comprendía los sentimientos de su hermano. Ese conocimiento le estaba vedado.

-Hermano, no me sujetes tan fuerte. Podrías dañarme y sé que no lo deseas. Déjame partir ahora que debo continuar con mi obra. Ghiskhaft me necesita. Más tarde volveré y podremos pasear nuevamente juntos.- su voz se oyó suave y distorsionada por el agua, sin ningún rencor.

hoy no puedo postear bien, pongo lo k hago pero k lo relate bien pyaray

Cita de Eria

Yradarkos se transformó ante sus ojos en un terrible y rebosante de poder demonio, y batiendo sus alas con furia declaró inquisitivo y tremendamente enojado por la falta de seriedad y comprensión de su hermana mayor respecto a su petición

Vuestra kreación?!? vuestra kreación no merece mi atención de momento, ya que ha de morir algún dia y entonces será mio, solo mio. Me insultas hermana enviando a este títere ridículo a desafiar mi interés. pareció hablar al aire, ignoraba a la pequeña hija de Shenkis. Es el regalo de Korag el Artesano lo que quiero admirar, la flor, tu corona.

cambió a su forma habitual

Siii, la linda flor. Siii, necesito verla, olerla y tocarla, debe ser tan bonita, siii bonita como mi collar

Risris risris risris, su sonagero sonó de nuevo antes de desaparecer

Risris risris risris sonó el sonagero

oh gran hermanita, sii, bella y sabia hermanita mayor. Me duele decir esto, pero he de ampliar mi hogar, ahora van a habitar allí muchas almas, cada vez más y más. Siii, muchos hijos para mi, siiiiiiiiiiiiii. Por lo tanto la isla es reclamada por todos los creados y los que están por llegar y no solo por mi. Espero no perjudicar nuestra inmácula amistad ni perjudicar a nuestra tregua, pero ha de ser así.

Pyaray era, sin duda, el más extraño de sus hermanos pero eso no alejaba a Kraag, al que poco le importaban las apariencias.

Pyaray, no tengo problema en que los hijos de mis hermanos puedan disfrutar de las maravillas que la tierra les ofrece. Si Él ha querido excavar un tunel, no me parece mal, no le veo inconveniente...para mi. Tal vez tú puedas verlo como una forma de evadir lo que tu ofreces, la belleza de las profundidades. En mi opinión, toda creación debería ser admirada, no esquivada como algo que estorbe.

Kraag mantenia un tono neutro durante todo su discurso.

Encantado de escucharte, hermano

 Padre, lo lamento, pero hay secretos de nuestras profundidades que no desearía que se recelen... Las guerras entre dioses y mortales son cada vez más cruentas... Y sería terrible para el artesano de las 9 coronas darles otra razón por la que pelear: El brillo del metal y las gemas enterradas en las profundidades, yo no quiero que cualquiera pueda llegar a ellas, yo no quiero que se rompan y lastimen las entrañas de la tierra, buscando los tesoros que esta guarda...

Y Korag se retiró del panteón, como enfurecido...

Korag no estaba del todo de acuerdo con la decisión de su superior, pero era Kraag el Sr de la Tierra y el Fuego, y en sus reinos, su palabra era Ley, y no había ser, mortal o divino, que se atreviera a discutirle, pues tras su pétreo e apático rostro, se escondía la mayor fuerza que movía este mundo, el eje de la tierra estaba en sus manos.

Cuando Korag se apartó de su señor para pensar, en la silenciosas cavernas de su creación, un montón de susurros se agolparon en su mente, susurros inocentes, verdades inconcebibles, secretos inoportunos que se vertían en sus oidos, arrastrados musicalmente por el inmaterium, proveniente desde las más abismales profundidades marinas donde Korag ni Kraag jamás descendían.

Ppp'pl'pl'pLLLeeesssssss'p'ppm'nnn

El túnel ha quedado abierto, uniendo ambos continentes, ambas masas de tierra han perdido su independencia, siendo ahora ambas un Uno, ¿Dejarás el túnel abierto? ¿Lo hundirás? ¿Exigirás a Él su hundimiento?

Te propongo exijas al subordinado de Él que repare el agravio a ti cometido

Te propongo plagues tus cavernas de monstruos con los que los Kohiri sueñen el resto de su existencia

Te propongo hagas de las entrañas de la tierra, un lugar tan aterrador, que tan solo el corazón fuerte de la raza que de vuestras manos está por venir, sea capaz de descender al corazón del mundo

Mientras las palabras volvían a convertirse en palabras incomprensibles, una sucesión incontrolable de imágenes de monstruos de pesadilla comenzaron a navegar por la mente de Korag, haciendole por unos momentos gritar por la jaqueca recibida, hasta que todo, volvió a estar tan en calma como de costumbre, una vez más, la roca esperaba inmóbil

Kraag estaba extrañado por la reacción de su hijo ante la intervención de Pyaray.

Korag, hijo mío, ¿por qué te molesta ese tunel? ¿Que hay de malo en que cada criatura pueda disfrutar de los beneficios que la tierra pueda proporcionarle? ¿Acaso no fuiste tú el primero en regalar valiosos objetos hechos con los materiales que las profundidades ofrecen? Creeeme que protegeré cada fragmento de nuestra creación, pero eso no implica negar el buen uso de ella.

El tono del dios de la roca era calmado y esperaba una contestación de la misma forma.

No se si me has entendido. No tengo pensado hacer nada en contra de ese tunel. Ni me molesta ni me agrada, me es totalmente indiferente por lo que si es a ti a quien molesta, puedes derribarlo sin problemas.

Suavizó un poco el tono y continuó hablando

Pyaray, no tengo problemas contigo ni con ninguno de mis hermanos, pero no me gusta que me digan lo que debo hacer. Tomaré tus palabras como simplemente un consejo bienintencionado y te doy las gracias por ello, pero mi decisión está tomada y creo habertela dejado clara.

La conciencia de Kraag no desapareció del Inmaterium esperando alguna respuesta de su hermano.

Yradarkos se presentó ante su hermana mayor con los ojos encharcados en lagrimas y balbuceando maldiciones

Nooo, porqué? Hermanita, que has hecho, nooo, mi casa desmoronada por completo, egoista, tu tienes otras islas. Sii, otras islas, mala, sii, mala y abusona. Mis futuros hijos desterrados y obligados a vivir aciñados en una pequeña jaula, siii jaula, apretados y padeciendo. Muchos morirán, siii muertos, durante todo lo que está por venir, no cabremos, nooo, no cabremos y el inframundo desbordará sufrimiento, sii tus hijos serán mios y sufrirán mucho, pobres tus hijos, pobres mis hijos, pobre de mi, siii, malvada, bruja.

y como si de un niño castigado y maltratado se quedó sollozando y encogido en un rincón

A pesar de hablar directamente con el Sr de los Artesanos, Kraag estaba atento, y se interpuso entre la conversación de Pyaray y su allegado Menor.

Solo hablaba con Korag, gran Kraag... no, me atrevería a contradecir tus palabras... nunca

Si me necesitais.... ya sabeis donde estoy

Glglglglgl ~

Y volvió a desaparecer en una oscuridad a la que ni los ojos divinos alcanzaban a ver, tan solo de la fisura en el caos, podía verse un gran ojo verde observando, con algunos tentáculos moviendo y amontonando piedrecitas de manera juguetona

 No me molesta que los mortales entren y exploren, y que tomen lo que necesiten, me molesta que se dejen llevar por la ambición y la codicia, me molesta que entren y que roben lo que no es suyo sin agradecer ni devolver... cada preciosa gema, toma millones de años en formarse, cada metal, cada piedra, y los que se adentren en nuestros dominios, deben aprender a valorar lo que toman...

Korag había escuchado las palabras del dios de los mares, ¿De que servia destruir ese tunel? Si en esa isla esperaban criaturas mas horribles que las que el podría crear...

No me interesan los Kohiri, rey de los mares... Me interesan los Sekaar...

Igualmente

dijo Kraag a Pyaray y entonces se giró hacia su hijo

Ese será nuestro trabajo, enseñar a los habitantes de Albur a cuidar y proteger lo que les es ofrecido por nosotros, y si alguno maltrata a la creación, no te quepa duda de que deberá ser castigado.

Aildor descansaba tranquilamente en las nubes, observando cómo sus tíos y hermanos seguían regalándole a Albur bellas creaciones. Siguió observando de lejos a sus grifos, que seguían sobrevolando y protegiendo La Balanza. Asintió complacido al ver como todo, a su modo, mantenía cierto equilibrio.

Pero entonces algo sacudió el mundo. La tierra tembló, los mares se embravecieron, y una gran onda expansiva apartó las nubes de la Isla de Dharma. Aildor, sorprendido, extendió sus alas para resistir el envite. Y horrorizado vio a lo lejos como el fuego abrasador engullía toda Dharma, llevándose consigo a los bellos picos de Knhoss. Vio como los pilares de hueso y las cataratas de luz se consumían en la tormenta de destrucción. Se había perdido el equilibrio.

Se aceró a gran velocidad, agitando sus ya curadas alas con fuerza. Y con presteza llegó a la desierta isla. Un lugar tan bello, ahora desolado. Antes las fuerzas estaban igualadas, ahora ya no queda nada. El dios agachó la cabeza, entristecido. Pero no brotó lágrima alguna del interior de su armadura. El fuego divino no podía llorar.

Y entonces apareció Knhoss, que haciendo acopio de su gran poder devolvió a Dharma a su estado original, recuperando el equilibrio que existía antes entre los dominios de los dos dioses. Con nueva determinación ascendió, batiendo sus negras alas. La vacía mirada de su yelmo se clavó en el más allá, proyectándose hacia el Inmaterium. Una vez llegó se materializó, en su forma hasta el momento invariable, expandió su conciencia en una llamada a la justicia.

Un conflicto entre los hijos de Á debe resolverse. Yo os llamo: Knhoss, Diosa de la Sabiduría; e Yradarkos, el Señor Cambiante. Resolveremos esto de manera justa, ante la mirada del Gran Á.

Su padre no podía personificarse ahora mismo en el Inmaterium, por lo que esperó suspendido en el cosmos. Ojalá puedas ayudarme en esto, padre.