Partida Rol por web

Jalles realizó una serie de movimientos acrobáticos con el que mostró gran destreza para el combate avanzando entre el grupo y esquivando a uno de los esqueletos para chasquear con su cadena en el suelo y enrollar al muerto viviente con la finalidad de derribarlo. Justo cuando este perdía el equilibrio intentó arañar el rostro de Jalles sin éxito y quedó tumbado en el suelo de piedra.

Por otro lado, el virote con la flecha especial de Boris impactó en el sangriento esqueleto que acosaba al oso arrancandole de cuajo la cabeza.

El esqueleto que había derribado Jalles trató de lanzar sus garras contra el instruido de Xian pero solo consiguió revolverse en el suelo y resabalar sobre su propio charco de sangre,imagen que resultó patética y tétrica a partes iguales.

Paul, todavía con la "descolocación" de haber recuperado la conciencia hacía escasos momentos, atinó a adelantarse, prodigiosamente, ..., pese a que sus actos indicaban lo contrario, ..., antes que la mayoría de sus compañeros. Invocó un pequeño don para que la divina providencia del cazador guiase el ataque de Bronco....

El osezno corrió por la sala en el momento en el cual, la flecha de Boris acabó con el no muerto que lo acechaba. Tras realizar un pequeño rodeo, se colocó tras colocarse tras él y lanzó una dentellada contra sus sanguinolentos huesos, pues el esqueleto se hallaba derribado y era presa fácil...

Con el esqueleto derribado, Bronco avanzó con su hacha en ristre dispuesto a acabar el combate. Paul, parecía haberse recuperado de su aturdimiento y tras convocar el beneplácito de Erastil, imbuyó al semiorco con el don de la guía del Viejo Tirador. Se acercó hasta donde se encontraba tendido la aberración ultraterrena, y tras darle un pisotón en la clavícula para estirarlo, descargó fieramente su gran hacha...

El último del duo de esqueletos cayó hecho trizas por el hacha de Bronco, que como era habitual, puso fin al combate haciendo gala de una ferocidad y fuerza admirables.

Esta vez el grupo había conseguido vencer a aquellas aberraciones de la no-muerte de una forma rápida y límpia, hecho que demostraba que desde que habían iniciado el viaje hasta ese momento, las habilidades y pericia de los cuatro jovenes se habían incrementado notablemente. Estaba claro que si lograban salir de la cripta, lo harían como héroes hechos y derechos, y se habrían ganado algo más que la adultez.

En aquella sala poco más había que explorar, pero en uno de los esqueletos todos pudieron ver con claridad como uno de ellos portaba un collar de oro, probablemente una posesión del muerto cuando aún caminaba entre los vivos.

Al fin los esqueletos habían caído gracias a la buena coordinación del grupo.
Boris estiró los brazos por encima de la cabeza para desentumecer la musculatura, pues la tensión que había experimentado al enfrentarse a las monstruosas criaturas había envarado el hombro derecho del arquero.

De repente, algo llamó su atención y se acercó a las escaleras que descendían hacia la oscuridad.
- Chicos, escuchad. ¿Qué es eso? ¿Agua? Parece agua cayendo... No, hay algo más, son como unos lamentos... démonos prisa.

El joven extrajo otra flecha de la aljaba y se preparó para lo que fuera que aquél terrible lugar les tuviese preparado.

El hacha de Bronco acabó la faena como la gran mayoría de veces... de forma expeditiva y desproporcionada. No había piedad para aquellos seres sin alma, que se arrastraban contra el orden natural de las cosas. Una vez finalizado el combate, el fino oído del tirador, alertó al grupo de los gemidos de alguien

- ¡Quizás sea la hermana de Roldare!- exclamó el druida, recordando al miedoso orate que casi los ejecuta con la ballesta. - ¡¡Vamoooooossssshh!!- y sus palabras se convirtieron en un rabioso gruñido. El enorme y robusto semiorco volvió a mostrar sus colmillos y sin dudarlo comenzó a bajar las escaleras de aquel letal complejo.

Bronco jamás mostraba miedo, ni tan siquiera cuando el monstruo marino aquel, emergió de las aguas del lago. El chamán sabía que un animal que muestra miedo, está sentenciado a morir y los humanoides, a pesar de poseer intelecto, no eran diferentes.

Silbó a Haggar para que se acercara hasta él. - ¡¡No perdáis más tiempo!!- espetó con su tono severo.

Jalles también oyó aquel sonido de agua cayendo y los lamentos apenas reconocibles se le clavaron en el corazón. Iba a alertar de la situación al resto de sus compañeros pero primero se adelantó Boris y después Bronco les conminó a seguir hacia delante. El joven herrero no dudó, la vida de una persona inocente corría peligro...

Vamos, vamos.....

El sacerdote de Erastil volvió a encontrarse en una situación de tensión, que debido a su estado todavía de "semishock" ante la recuperación de la conciencia hacia escasos instantes.

Escuchó como sus compañeros señalaban que había alguien en peligro, y vio como comenzaban a descender por las escaleras. Con lo que se empezó a ver sólo en una sala, y sus compañeros marchándose escaleras abajo.

Paul se obligó a reaccionar, desdibujar la cara de sorpresa (con la boca abierta), y correr en pos de sus compañeros escaleras abajo.