Partida Rol por web

Gran A`Tuin evocando a su memoria, entornaba su aleta izquierda para virar su dirección acorde en torno a una inmensa estrella. Su dirección era incierta y los habitantes del disco lo aceptaban siempre y cuando no se detenga abruptamente sin avisar.

* * *

El sonido de un árbol cayendo en el bosque es inexistente si nadie está allí para escucharlo. De igual manera un trozo de pizarra cae de un tejado junto a un grupo niños provocando un gran estruendo y un gran revuelo, revuelo en los padres de aquellos niños con el dueño de aquel bonito chalet. - Imaginase usted, que hubiese pasado si uno de los pequeños salía lastimado porque no se ha hecho el mantenimiento de primavera, obligatorio, para cada vivienda de la ciudad. ¿Quién iba a responder si Rupino, el pequeño de risos dorados hijo de la panadera, resultaba lastimado? O el pequeño Anin o la chiquilla de Sarina, tan bonita ella. Una imprudencia, sin duda una imprudencia.

Según la lógica del disco si algo cae y nadie está allí para escuchar que ha caído nada malo puede pensar. No importa que sea una manzana o un puñado de nueces, una pequeña piedra o una enorme muralla, una pequeña rama con bonitas hojas verdes o un bosque de robles viejos, un sombrero aplastado o un grupo de magos magulladlos por llamas, polvo y energía octariana. Claro que no, si nadie escucha los gritos desesperados, de pánico, alegría y excitación (cada uno se hace cargo del que más le gusta) entremesclados de aquel pintoresco grupo. ¿Han caído en verdad por un túnel ocatariano infinito?¿han seguido en verdad a los lavanderos a través de aquellos pasajes mágicos en forma de laberinto?¿Han perdido el rastro de los ladrones tras ver un pintoresco streep bar a la vuelta de la esquina?¿A caso han vagado por un sin fin de callejones que pretendían embaucarlos para que el grupo caiga en las dimensiones mazmorras?¿O alguien habrá escuchado cuando nuestros héroes corrían hacia aquella bonita arcada por la que se podía ver el cielo, el bosque y los rayos cálidos del astro sol?

¿Alguien tiene alguna duda a todas estas preguntas? Claro que no, el narrador no es tan bueno para ahorrarles una dolorosa caída como esta. Hay muchas voces indiscretas escuchando lo que no deben como aquellos gritos de nuestros héroes cayendo. Cayendo, atreves de un mullido colchón de nubes, las cuales se esfumaron rápidamente dando lugar a un agradable cuadro de la naturaleza de un bosque visto desde el aire. Un bosque que afortunadamente para las almas que lo veían asustadas era mucho más mullido de lo que parecía desde las alturas.

Las miradas indiscretas se ocultaron al ver aquella escena, pero no así sus oídos. Por lo que sin demora el sonido de la caída llego a ellos, mucho más ruidoso y escandaloso de lo que hubiesen imaginado. No por el golpe en sí, sino por el estallido sónico, ectoplasmico y flatulento del derrumbe de la sala de Merligo. Y ni hablemos del lloriqueo de Larry, el tintinear del esqueleto de Billy que aún vibraba tras la caída, los gritos desquiciados y emocionados de Oz, el balbuceo de Ramirus quien trataba de desprenderse de un retorcido arbusto o los estornudos de Aurora que no amagaban a disminuir tras tanto paseo por campos mágicos. No así los quejidos del viejo Romitelli que por una de esas tantas vueltas del azar habían terminado acallados, nuevamente, por las nalgas de Aurora.

* * *

¡Vuestro turno!

- ¡Ouch! -comentó el viejo Ramirus al impactar contra el suelo. Estaba agotado de la frenética persecución tras los lavanderos. Lástima que les hubiesen perdido la pista pero sus enclenques piernas no daban para más.

Finalmente habían encontrado aquella puerta que, sin lugar a dudas, era por donde habían huído los malvados. Por fin retomaban la pista después de encontrarse totalmente desorientados por un laberinto de callejas y callejones, y el viejo se notó juvenilmente excitado al reanudar la persecución. Subieron corriendo la escalera y el primero de ellos frenó justo a tiempo, así como el segundo, el tercero,... hasta que el empujón del último produjo un efecto dominó y todos salieron volando.

- Ouch... -repitió más pausadamente cuando logró deshacerse del arbusto que le retenía y pudo incorporarse. Le dolían todos los huesos.

Dispuesto a seguir cuanto antes con su cruzada, miró a su alrededor buscando alguna pista y vio toda aquella naturaleza.

- Qué raro... -les dijo- Esto no parece un sitio adecuado para poner una lavandería...

Un lugar cálido y oscuro. ¿Cuántos lugares cálidos y oscuros puede haber? ¿Cientos? ¿Miles? Y más también. Pero Romitelli conocía ESE lugar cálido y oscuro. Ya había estado allí no hacía mucho. Lo reconoció por su perfume y por la plácida sensación que le producía estar allí. Sin embargo ninguna precaución sobraba en esa peligrosa aventura en la que se habían embarcado y quería estar seguro. Por ese motivo llevó sus manos hasta sus cachetes, y luego a los costados de sus cachetes. A los costados de sus cachetes halló a su vez otros cachetes aún más grandes, y recién al apoyar sus manos en ellos pudo sentenciarlo: definitivamente ya había estado allí.

Con toda la naturalidad del mundo se puso de pie y miró a su alrededor. Era un bonito bosque, un lugar donde no le molestaría pasar una tarde sentado mirando el atardecer, bebiendo en compañía de bellas mujeres. Pero desafortunadamente no podía darse ese lujo en aquel momento, pues la persecución no había terminado.

Se pasó el dedo índice por la lengua y luego lo levantó al viento. No sabía para qué diablos servía, pero había visto que en una película los protagonistas habían hecho eso para orientarse. Como de cualquier forma no sabía interpretar el resultado de su acción, miró a sus compañeros, varios seguían tirados en el suelo. No todos habían tenido su suerte, de caer en algo tan mullido.

_¿Se encuentran bien todos? -preguntó- ¿Alguien sabe dónde estamos?

Bueh, creo que Romitelli se merece un escarmiento por acosador. Master, si me dejás, quiero crear una ilusión sobre el mago, de manera que tenga cara de trasero de puerco, por lo chancho XD

Pensaba en una ilusión cosa de que no pueda resistirse al hechizo, cosa de que salga sí o sí. Tampoco quiero decirle los efectos que le traen, es decir, postear para todos que hago algo y luego para el resto el resultado, ya que el no tiene espejo para verse XD

Si estás de acuerdo, indicame la dificultad :D

Otra vez la historia se repetía. Un nuevo efecto dominó había hecho que el grupo cayera de bruces, en un amasijo innombrable de cuerpos, aunque esta vez la caída había sido muy dura. Los seis aventureros junto al carro de café habían sido lanzados a través de un portal mágico, un supuesto portal usado por los secuestradores del sombrero de Merlingo y habían aterrizado quién sabía donde. Pero lo peor de aquella situación no era que estaban perdidos. Al menos no para la pequeña Aurora.

Para ella, lo más molesto, inoportuno e indignante era que, no sólo no podía dejar de estornudar a causa de los campos mágicos desatados, si no que nuevamente, el libidinoso mago toquetón había vuelto a enterrar su nariz entre sus nalgas. Como si esto fuera poco, el muy degenerado no se cortaba ni un poquito a la hora de tocar para salir de allí.

Harta de tanta violencia de género, pero sin un abogado cerca ni una comisaría de la mujer en la cual presentar su denuncia, la chica decidió hacer justicia por mano propia. Ya estaba totalmente impregnada de Dholar, con lo cual, lo peor que podría ocurrirle es que empezara a estornudar fuego, o escupir otra vez moco violeta, esputos que irían a parar sobre el fruto de su venganza, mejorando aún el efecto de la misma ante sus soñadores ojos.

Con cara de niña inocente, pronunció bajito una oración que había aprendido a hurtadillas una vez en la biblioteca, cuando un mago anciano intentaba volver a la normalidad al monomago bibliotecario. De más está decir que el hechizo no había dado el resultado esperado, pues el bibliotecario siguió siendo mono, salvo que por un buen tiempo, su aspecto se vio un tanto diferente. Por lo que había podido averiguar la bruja, el hechizo no tenía efectos secundarios y no resultaba una molestia... ni siquiera para el afectado, con lo cual, ese conjuro era el ideal para la ocasión. Billy lo calificaría de "broma inocente" como mucho.
Tras terminar de pronunciar su frase, la chica aprovechó que el mago terminaba de levantarse usando sus posaderas como apoyo para rozar sus manos sutilmente y transferir la caprichosa magia hacia su cuerpo. Ahora solo restaba esperar.

El misterioso y caprichoso Dholar, siguió el camino que la joven hechicera le marcara. por una vez decidió que era buena idea hacerle caso a la brujita y no propinó efectos extra en la lanzadora. Poco a poco, los que allí se encontraban, vieron como la cara de Romitelli dejaba de tener su apariencia habitual y mutaba en otra mucho más graciosa en cuestión de segundos. Cuando el conjuro alcanzó su cima, el resultado fue mucho mejor de lo esperado. Ahora, Romitelli tenía en su cara lo que tanto había deseado:

Reprimiendo la risa, la chica se incorporó y se acercó hasta donde descansaban los huesos de Billy para ver si éste se encontraba bien o si necesitaba ayuda para rearmarse. Luego se encargaría de Larry, ya que Ramirus estaba sano y salvo por lo que se veía y el cafetero estaba siendo atendido por su carro charlatán.

Sabes? las drogas que me ofrecieron para esta aventura no son suficientes - gritó Billy mientras caía a través del enorme hueco/boquete/bache de camino por donde los malos escapaban.

Cuando se encontró, porque lo hizo, lo hizo con el piso; y que madrazo!!. Por un momento perdió la consciencia (aunque ya fuera él un inconsciente) y tuve que narrar yo, su jugador, mientras él despertaba...

***

Ouh... ouh ... ouh... - Abrí los ojos poco a poco mientras recuperaba la conciencia. El golpe habia sido lo suficientemente fuerte como para noquearme unos segundos, pero por suerte para mí, me desarmé estando dentro de los ropajes y los huesos no se desperdigaron por el campo. Escuchaba a muchos hablar (a decir verdad eran un par de voces pero para mí atormentaban); eran las de Ramirus y el Farsante de SoyFenix (CÁLLATE KNIGHT!!, estoy narrando yo) Romitelli

Podrían hacer algo de silencio? algunos intentamos despertar sin molestias - Me levantaba cuando vi a Aurora balbucear algunas palabras que apenas entendí. Sonreí y no pude evitar mirar con cierta estupefacción como el Gran farsante Romitelli se transformaba en alguien que me parecía familiar - mmm... Definir este momento es simplemente épico XD XD XD

Caminé y me paré al lado de Aurora mientras los otros aún se recuperaban. me acerqué a su oido y le dije en baja voz - necesito descansar, usé demasiada magia... necesito recuperarme - Estaba bastante cansado, no puedo negarlo; y no sabemos que podriamos encontrar mas adelante. Me senté con las piernas cruzadas y, mientras esperaba a que los otros se levantaran, me puse a meditar con una pequeña pipa de hierbas del herbolario.

el ajetreo de los comañero y los gritos de Oz terminaron de despertar al Cafetero, quien se encontraba soñando con tener una gran negocio cafetero en el cual servir cafes de todos los estilos, Oz encerrado en algun lugar lejano donde su voz chiyona lo lo malestara...empleados trabajadores y tambien personas de la tercera edad para descontar impuestos...CAFES...!!!Miles de cafes....

Muchos cafes....pero todo era un sueño, un hermoso sueño del cual fue arrancado por la voz chillona de Oz.

- ey...ey...Larry!!! Despierta!!! vamo' hombre!!! deja de soñar y abre los ojos....

La voz era estridente y molesta, pero era cierto, debia depertar. Abrio los ojos y quiso incorporarse, pero eso le trajo más desconsierto porque no se habia dado cuenta que estaba colgado de una rama y aún le quedaban un par de metros por caer.

- AHHHHHHHHHHhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.........

Se escucho un grito culminado por un ruido seco, como una bolsa de papa cayendo al suelo.

Larry se levanto secudiendo el polvo de su dolorido cuerpo, miro a los alrrededores y solo encontro cerca a Oz, quien ante su alegria de tener de nuevo al cafetero a su lado solo recibio una fuerta patada como recompensa.

- Porque no me avisaste que estaba colgado de un arbol...

Evidentemete enojado se expreso el cafetero, quien rengueaba de su pierna izquierda al acercarse al resto del grupo.

Aurora rió al ver la expresión de Billy. Sí, ya todos sabemos que Billy tiene por cara una calavera, pero como siempre está sonriendo, la chica asumió que esta vez era a causa de su broma.

-¿Estás entero al menos? No te muevas mucho. Voy a despertar al tonto de Larry que parece que Link está bien... o algo así- la bruja vio como renqueaba el cafetero y dedujo que apenas era un golpe, nada que requiriera el uso de la magia. Estornudó una vez más por los residuos del campo mágico y fue hacia donde estaba tirado, boca abajo, el chico de la cicatriz y con un poco de grima, lo volteó para ver si aun respiraba.

Agudo e intermitente era el sonido que llegaba a sus oídos, casi como un millón de campanillas sonando aquí, sonando allá, y más allá. ¿Qué diablos es aquello? Se preguntaron todos, todos menos el tonto y perezoso de Larry que parecía haber perdido la lengua en los túneles mágicos de conexión interzonal.

Observando todo lo que los rodeaba solo pudieron ver ramas, árboles, árboles, arbustos, pastos, montones de tierra, árboles, zapatos, árboles, ramas… ¡Momento! ¿Zapatos? La cámara volvió atrás rápidamente en busca de aquello que parecía ser un par de zapatos verde musgo con punta retorcida, abandonados junto a un bonito alerce del que parecía colgar un gusano enorme, largo y retorcido (como si de un cable de teléfono se tratara).

Lo más raro de todo aquella bonita escena no eran los zapatos o aquel largo y fino gusano, sino que el árbol parecía hablar, en realidad eso no sería extraño para esta aventura donde ya nos hemos topado con un carro de café parlanchín, hombres de piedra que no paraban de contar historias o un muro ectoplasmico con sentimientos de familia. Entonces no era raro que el árbol hablara, por lo que era extrañísimo que no hablaba. Y que detrás de aquel tronco de corteza rasgada por el paso del tiempo y por la cuchilla de algún gracioso…

…una sombra de uno cono de no más de veinte centímetros de alto, probablemente un honguito, hablara con aquel fino gusano, que viéndolo bien parecía perderse en una portezuela ubicada en aquel árbol que todo lo escondía y no hablaba ni una palabra.

Al prestarle atención a aquella vocecita:
-Si, si, ya han llegado… Parecen ser, mmm… siete, cinco…. Ochooo!!

- Nunca aprenderas a contar, son seis, bueno, cinco y un enano, pero podríamos decir que son seis –dijo una vos diferente a la anterior mientras la primera volvía a tomar la palabra.

- Entonces son seis y uno tiene una cara cachetona terrible. Si jefe, entiendo… ¿En verdad quiere que hagamos eso con ellos?¿No, claro que no les tengo miedo?¿podemos usar las herramientas especiales?¿en verdad?... pero sería una buena oportunidad, ¿no lo cree?... Ok jefecito, no se preocupe, lo que usted diga señor. Muy bien señor.

Al acercarse un poco más a aquellas voces logran ver por detrás de los arbustos, arboles y lo que sea que haya dejado el creador en aquel lugar, tres pequeñas figuras con bonitos sombreros en punta que se golpeaban entre ellas dándose empujones y hablando con señas. Al parecer tratado de decidir qué hacer.

Aurora seguía riéndose de Romitelli por su espalda mientras intentaba despertar a Larry. Pronto, la paciencia dio lugar a la impaciencia y la chica comenzó a picar con un palo el cuerpo caído del mago lector. Como nada pasaba, le dio un par de cachetazos suaves y luego un par bien dados, con ganas, de esos que suelen crear una escena de "Ooohhhhhh" en las  películas... pero nada ocurría. Cansada de que el chico siguiera ahí tirado, como si estuviera durmiendo la siesta, pensó en ir y pedirle una taza de café a Oz y lanzársela por la cara... pero estaba sin dinero y tampoco es que  le importara tanto.

Para colmo, algo más llamó su atención, así que dejó de mirar al desmayado Clotter y se acercó al árbol donde se encontraban esas extrañas criaturas, para escuchar a hurtadillas.

Su camuflaje con la naturaleza habría sido perfecto si los duendecillos (pues eso parecían por las imágenes que encontramos en este libro) se pusieron a hablar de ellos... en especial del mago cachetón, y ahí la risa de la chica no aguantó más. Mucho tiempo había estado conteniéndola y cuando esta escapó, lo hizo en sonoras carcajadas, algunas finitas, otras más gordas, pero todas eran señoras carcajadas, imposibles de confundir con nada más.

-Jajajajaja, jijijiji, jojojojoj, JajajajajJAJAjajaaj, jUJUjuujuUJUjUjUjUUUj- agarrándose la panza, se dobló sobre si misma y se sentó en el piso a reír, reír y reír, tanto que se le saltaron las lágrimas y la risa seguía sin remitir. -Juaz, juaz, juaz! JeeejEjejEjEEeejEjEJejej-

Ensimismado en sus propias reflexiones, Ramirus se retiró hacia atrás el sombrero para poder ver mejor cuanto le rodeaba. Raro en él, pero escuchó como Romitelli cerca suyo les preguntaba por su estado de salud.

- Bien joven, gracias -le respondió- Una magulladura sin importancia. Ahora lo importante es saber por dónde habrán escapado los lavanderos... -Ramirus miró a Romitelli a la cara, buscando su opinión y sus sabios consejos, y notó que algo era diferente o que no estaba donde debía estar. Extrañado, Ramirus dio la vuelta alrededor del otro mago hasta colocarse detrás suyo, para encontrarse que en la parte baja de la espalda todo parecía correcto, y que allí no estaba la barba blanca que Ramirus echaba en falta.

Intrigado por todo ello, el viejo iba a completar la vuelta alrededor del mago del amor cuando los vio. Diminutos como pequeños hongos, los simpáticos duendes susurraban cosas que Ramirus no pudo entender. Se acercó a ellos despacito y, apoyando sus manos sobre el bastón, miró hacia abajo y les preguntó:

- Hola niños, ¿no sabréis dónde hay por aquí una lavandería, verdad?  

¿Qué les estaba pasando a todos? La niña rara se echaba al piso para estallar en carcajadas; Ramirus lo inspeccionaba como si tuviera algo muy raro; Link caminaba con más dificultad que Ramirus; Billy no estaba siendo lo desagradable que solía ser; y finalmente el niño loco seguía durmiendo.

Si bien todos se comportaban raro, el único comportamiento que podría haber resultado molesto era el de Ramirus, pero Romitelli no podía molestarse con él. Era el único en posiblemente cientos de millas a la redonda que lo llamaba "joven" (por no decir el único en el mundo).

Cuando iba a preguntarle al anciano el motivo de su inspección, éste fue a hablar con unos pequeños seres que aparecieron tras un árbol. Aprovechando la distracción y esperando que todos pusieran la atención en ellos, Romitelli se acercó al alerce del cual colgaba el gusano y tomó los zapatos para probárselos. ¿Quién sabe? Quizás fueran de su talla.

Suspiré cansado (aunque no tenía pulmones) y me tiré al lado de Aurora que se estaba haciendo de la risa (casi literalmente). Aunque valía la pena tirar a Larry por alguna zanja lo mejor era recuperarme por si tocaba de nuevo sacar la cara (o huir rapidamente)

Ommmmmmmmmmm.... ooooooommmmm... - saqué un cigarrillo de... "orégano" y empecé a aspirarlo para poder entrar en conexión con la fuente. Era lo mejor, "Orégano" 100% natural.

Me levanté de nuevo y miré a todos - entoooonces... Soy solo yo o todos vemos a los duendes verdes? Digo, para estar seguro que no me adulteraron mi Mar... "tabaco" - Me acerqué a ellos y con la punta inferior de la hoz empecé a picarlos a ver que hacían

Link le pego una patada a Oz en su rueda y luego le hizo un ademán con su cabeza para que lo siguiera.

- Vamos, clientes....

Fue todo cuanto dijo el cafetero mientras se asomaba por detrás de un arbusto, observo y luego salto en en medio de los  tres chiquillos cantando...

- Hola como estan! supongo que cansado de trabajar en el bosque encantado...- (con melodia de looney toon)- tal vez quieran descanzar y tomar un café, para eso es que ha llegado Link y su fiel amigo Oz...

Mientras cantaba brindando un espectaculo pauperrimo, parecia no bastar con su tono horripilante, sino que también se habia puesto a bailar moviendo las piernes, la cintura y haciando danzar su melena mugrienta llena de hojas y pasto del bosque.

En ocasiones se vuelve bastante tedioso esperar por los nuevos capítulos de nuestra serie favorita, los días pasan ajenos a nuestros deseos dejándonos vacios, sin otra cosa que hacer que ver una y otra vez aquellos episodios donde aquellos héroes que tanto amamos emprenden una aventura que queda inconclusa por un desperfecto técnico. Un pequeño problema con la antena trasmisora, que luego afecto al tendido eléctrico y por ultimo al servidor de procesamiento digital de imágenes. Por ende los sonidos de sirenas, luces centellantes y explosiones podrían considerarse como percances menores ante el gran plato volador, que ya escaso de espaguetis en su parte superior, que amablemente llevo a cabo un acto de abducción sobre el narrador de esta emociónate historia (dejen que me tire un poco de flores XD

Solucionados los desperfectos tecnicos...

... y de recalentamiento del motor, podemos proseguir XD

* * *

Tres pequeñas criaturas con sombreros de punta, al parecer se estaban poniendo de moda incluso fuera de la universidad, pero estos no eran tan finamente elaborados con exquisitos bordados y bien planchados como aquellos que se podían encontrar en las cabezas de los magos. Como para que después no digan que hay magos que no poseen nada en sus cabezas. La cuestión era, sin embargo, que estas tres personitas los observaban mientras ustedes, los héroes de la aventura, observaban inquisidoramente a las tres personitas… Esto podría seguir por mucho tiempo así, los sabios dicen que las actividades de observación pueden ser tan prolongadas como las de meditación, o algo así, por suerte aquí no hay ningún sabio…

Cortando una con esta cháchara una de las tres personitas, aquella con sombrero verde decorado con bonitas hojas, se acerco aún más al grupo de magos para, extendiendo su mano, decir con vos de niña pequeña:

- Bienvenidos seáis forasteros de la puerta del cielo, ¿de qué oscuro mundo venís? – sin dar tiempo a una respuesta prosiguió acelerando aun más su vos mientras los otros dos discutían a sus espaldas tratando de decidir si acompañar a su compañera o quedarse en la retaguardia – No importa eso en realidad, mi jefe nos ha mandado a que los llevemos con él, al parecer los estaba esperando… sus bolas lo saben todo, sabéis, no, no creo que lo sepáis, no parecen ser tan sabios como el jefe. Pero eso no importa… ¡Hola! Soy Venaí – volvió a extender su mano, brazo y antebrazo lo más que las articulaciones se lo permitían - ¡Bienvenidos! Aquellos dos de atrás son mis hermanos, Tomacá y Mirallá. Ahora será mejor que me sigáis antes de que sea tarde, el jefe ha dicho que debíamos llevarlos cuanto antes… mmm, ha dicho algo del fin o de que no tiene fin… mmm, no creo que sea importante… Aunque recuerdo – la pequeña se llevo la mano bajo el sombrero meditando en lo que se había olvidado y si en verdad era tan importante como su jefe le había dicho que lo era – recuerdo… recuerdo que ha mencionado que tenían poco tiempo… si, era eso, pues vamos entonces, no se querrán perder de los fantásticos panecillos de Tomacá, son deliciosos ¿Donde están mis zapatos, alguien los ha visto?

Vuestro turno!!

Medio atontado aún veo como unos pequeños hombrecitos se nos acercaban y decían algo de ir con ellos a ver a su jefe. Mientras sentía un dolor en mi brazo derecho me levanto mis ropas y veo unos moretones pequeños.

Pero que horror! quien me ha eztado picando o algo azí? No ez manera de dezpertar a nadie... que niñoz que zon

Me levanto de la tierra acomodándome noto que mi lengua estaba adolorido, al parecer me la había mordido en la caída. Es lo único que me faltaba en todo este embrollo. 

Zerá cueztión de de ir con loz hombrezitoz.... 

Ramirus asintió a todas y cada una de las palabras que pronunció la pequeña duende, mientras la observaba mirando hacia el suelo y se rascaba la cabeza.

- Ya veo, ya veo... -iba diciendo de tanto en tanto, sin que realmente se estuviese enterando de nada de lo que decía aquella fina vocecilla.

Lo que sí le quedó claro por los gestos de aquella criaturita era que les quería llevar a algún sitio y que les instaba a que les acompañasen. Eso fue suficiente para el viejo mago y sonrió satisfecho. Era evidente que aquellos seres sabían del paradero de la lavandería que Ramirus sospechaba que tenía que haber por allí cerca, y que ahora les guiarían hasta ella.

Aurora aún se reía de Romitelli cuando la pequeña duende habló. Reprimiendo sus carcajadas, cerró la boca para escuchar con atención, pero seguía tentada, tanto que las lágrimas se saltaban de sus ojos al no poder soltar la risa. Para colmo la repentina recuperación de Larry no ayudaba, ya que su nuevo tic al hablar volvía la situación aún más graciosa.

-Jajajaj- largó cuando la pequeña terminó de hablar. -Vamos, vamos... si nos quedamos mucho rato aquí podría terminar descompuesta de la risa. Ustedes dirán por donde pequeños amigos.- Luego codeó a Billy en su inexistente estómago para que se despertara y se moviera el también. -Saco de huesos, deja ya tus ensoñaciones... el sombrero de Merlingo nos espera y es un sombrero que no puede esperar!!! así que mueve tu esqueleto de una buena vez, jejeje.

Al escuchar al pequeñín preguntar por sus zapatos, Romitelli se miró los pies y luego otra vez al duende.

No, no pueden ser, si a mi me quedan bien ese bicho podría vivir adentro de ellos -pensó-.

Romitelli ya había demostrado su destreza en el hula-hula en la habitación de Merlingo, pero ésa no era la única danza que el mago dominaba. Contento con sus nuevos zapatos se puso a bailar tap hasta que recordó que Venaí había hablado de panecillos. Se acercó entonces al resto del grupo, acariciándose la panza.

_Vamos, vamos.