Partida Rol por web

Días extraños

Susurros peligrosos

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11/12/2009, 15:02
Isabel

Isabel apartó la mirada cuando julio terminó lo que ella había empezado. no estaba viendo los cortes, pero el ruido que producía al rasgar la piel le era más que suficiente para imaginarse como la sangre brotaba. Había ido demasiado lejos, si, pero a diferencia de Julio ella estaba dispuesta a echarse atras tras oir el nombre de su hermana.

-¿Qué dices de Marta? No, no, no... a Marta no la vas a meter en esto -le dijo con fuerzas recuperadas y señalándole con el índice desde arriba tras dar un par de apsos hacia él-. Te lo advierto.

 

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11/12/2009, 15:49
Julio

-Bueno, pues ya sabes -dijo tendiéndole el cuchillo por el mango-. Queda otra en el pecho. Y te aseguro que a tu hermana le quedará mucho peor que a esta pobre.

La mirada de Julio ya no era la misma. Ahora no parecía cálida y amistosa, sino despiadada.

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11/12/2009, 17:51
Isabel

Isabel cogió el cuchillo con rapidez sin saber muy bien lo que hacía.

-¡Ya está bien! -exclamó-. ¿Estás loco? No le vas a tocar ni un pelo a mi hermana. ¿A qué juegas?

La hermética agitaba el cuchillo frente a ella a la vez que hacía frente a su Maestro.

-No se que coño te pasa, pero esto va a acabar aquí. Nos vamos.

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11/12/2009, 18:19
Julio

-¿Qué piensas hacer con eso? ¿Matarme? -Julio se echó a reír-. Hace falta más que un simple Aprendiz para lograrlo, Isabel.

De pronto, cortando el silencio sólo roto por los gemidos de Lucía, se escuchó un llanto. Era uno de los niños, en la otra habitación. El Maestro echó un vistazo en esa dirección y frunció del ceño.

-Las cosas se complican.

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12/12/2009, 17:13
Isabel

Una idea había cruzado la mente de Isabel, pero había estado negándola hasta ahora que Julio amenazaba con hacer daño a su hermana. Julio era un nefando y la había engañado como a una tonta. Isabel apretó las mandíbulas. Aquel hombre tenía razón, no podía hacer nada contra él… Debía pensar en algo, pero el llanto de un bebé la distrajo y miró en la misma dirección que Julio.

-Los niños no te van a hacer nada, olvídate de ellos –dijo intentando captar su atención.

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12/12/2009, 17:22
Julio

Julio desvió su mirada hacia Isabel una vez más y sus cejas bajaron con mezquindad. Se dibujó en sus labios otra sonrisa.

-Los niños. Por supuesto. No sé cómo se me había pasado...

El mago se puso en pie y dio un paso hacia el lugar de donde procedía el llanto.

-Si te niegas al trato... los mataré. Y no hay más que hablar. Tú eliges. Tu integridad moral o la vida de esos dos pequeños inocentes.

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12/12/2009, 17:41
Director

Isabel estaba frente al médico, con la mano de Andrés entre las suyas. El doctor sacó un informe y unas arrugas muy profundas aparecieron en torno a los ojos. Miró a la pareja con una mezcla de gravedad y sinceridad.

-Señora Salazar, siento decirle que hemos recibido los resultados a las pruebas y es usted estéril. Las posibilidades de concepción son casi nulas, ni siquiera mediante fecundación in vitro. Lo siento mucho.

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13/12/2009, 02:17
Isabel

Isabel había estado albergando durante los días de espera la esperanza de que los resultados de los análisis fuesen buenos, así que las malas noticias la golpearon con una fuerza terrible. La pobre mujer estaba deshecha, derrotada, y buscaba con desesperación la mano de su marido para aferrarse a ella con fuerza.

-Pero… Pero casi nulas puede significar que tengo una pequeña posibilidad de quedarme embarazada. ¿No es así?

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13/12/2009, 14:34
Andrés

-Eso es -dijo su marido-. Podemos... podemos hacer algo. Quizás podamos mirar en otros paises, en Estados Unidos. La medicina hace milagros. -Andrés parecía tan derrotado como ella-. ¿Verdad?

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13/12/2009, 14:36
Director

El médico sacudió la cabeza.

-Las posibilidades son tan ínfimas que no hay nada que hoy en día pueda hacer la medicina. Es usted estéril. Después de todas las pruebas realizadas no hemos podido encontrar una razón clara por la cual sea así. Un diez por ciento de las personas incapaces de concebir lo son por causas desconocidas. Hasta el momento, la medicina no ha llegado a conocer el por qué de esto.

Entrelazó las manos y miró a Isabel negando con la cabeza.

-Continuar con un proceso de pruebas tan agresivo como este sería agotador.

Isabel ya había sufrido una laparoscopia y días y meses de incertidumbre. No era algo que quisiera repetir. Pero aún así, se les caía el mundo encima.

-Existen otros medios para ser padres... -empezó.

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17/12/2009, 22:02
Isabel

Ya está. Todo se había acabado. Nunca sería madre de sus hijos ni de los de Andrés. Isabel intentaba aguantarse las lágrimas como siempre lo había hecho, siempre había sido una mujer fuerte.

-¿Se refiere a la adopción? –preguntó a la vez que miraba a su marido.

Isabel sabía que aquel tema nunca convenció mucho a Andrés y se esperaba una reacción por su parte.

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17/12/2009, 22:11
Andrés

Andrés le devolvió la mirada a Isabel. El médico asintió. Su marido le apretó la mano y asintió a su vez.

-No te preocupes, mi amor. Todo saldrá bien.

Pero semanas después, decidió que no era suficiente. Y comenzaron los reproches y las peleas, o más bien, se puso de manifiesto que su matrimonio estaba más que acabado. Era estéril, tanto como lo era ella. Andrés logró tener a sus retoños, sangre de su sangre... mientras Isabel se pudría en una biblioteca intentando descubrir el modo para engendrar.

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21/12/2009, 20:50
Isabel

No había tiempo para pensar en un plan. Los niños eran su prioridad en  aquel momento, así que Isabel apartó la vista y se agachó de nuevo junto a Lucía mirándola con pena. Tardó bastante en dar la vuelta al cuerpo de la mujer y cuando lo hizo pudo ver la expresión de horror que había en sus ojos.

-Es por tus hijos... Piensa en tus hijos... -murmuró Isabel antes de llevar la mano temblorosa con la que sujetaba el cuchillo al vientre de Lucía.

Los cortes no fuero tan rápidos como los de Julio, pero si más vacilantes. Era irónico que el único que podía ayudarla en esta situación era Quinto... Si consiguiese escapar y llegar a la Capilla... O avisarle de algún modo...

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21/12/2009, 21:00
Julio

Julio sonrió, complacido, y dejó que su ahora compañera de ritual terminase lo que estaba haciendo mientras él preparaba otras cosas. De pronto la estancia empezó a oler a azufre, tanto que embotó el olfato de Isabel mientras intentaba borrar de su mente los gritos de Lucía, sus lloros y sollozos. Julio tarareaba una canción feliz. Fue entonces cuando la Hermética se dio cuenta de que era un auténtico demonio que disfrutaba con el sufrimiento y el dolor ajenos.

Cuando Isabel terminó el pentáculo. Julio ya había sacado otra cuchilla, ésta mucho más fina, casi como un bisturí.

-¡Abbadon, toma la fuerza vital de esta mujer y dámela! -pronunció en voz alta. Y clavó la cuchilla en el ombligo y de un rápido corte sajó el vientre hasta el pubis descubierto de Lucía. Ahora los gritos de la mujer eran pobremente acallados por la mordaza. Julio cantaba algo en un lenguaje que Isabel no conocía. Su cuchilla abría la carne de Lucía hasta llegar al centro mismo de su fertilidad. El útero.

Ahora había mucha sangre y carne mezclada, la mano blanca de Julio internándose en las entrañas de Lucía mientras ésta se retorcía en vano e Isabel observaba todo atónita.

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26/12/2009, 15:26
Isabel

Aquel parecía haberse convertido en una extensión del mismísimo infierno. Incluso el brillo en los ojos de Julio era demoniaco. Isabel estuvo a punto de salir corriendo cuando el nefando abrió casi en canal a Lucía, pero algo en su interior la obligó a coger firmemente el cuchillo y a clavárselo a Julio en la espada con todas sus fuerzas.

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26/12/2009, 16:06
Julio

El cuchillo se internó en la carne del nefando con un chirrido cuando rozó un hueso. Julio lanzó un grito y se llevó una mano llena de sangre a la espalda, volviéndose y mirando a Isabel con gran odio.

-¡PUTA! -gritó. Lucía gritaba. Los niños gritaban. De pronto la atmósfera era asfixiante, tóxica, asquerosa-. ¡VOY A MATARTE!

Julio se arrancó el cuchillo mientras su piel se tornaba verde oscuro, como si de la herida hubiesen surgido hilos de podredumbre que lo llenasen de la cabeza a los pies. Sus ojos se tornaron rojos y en su boca aparecieron dientes afilados como una sierra. Las manos se volvieron garras.

-PODRÍAS HABER SIDO GRANDE -dijo el Julio a medio transformar-. AHORA VAS A MORIR.

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29/12/2009, 00:00
Isabel

Isabel, dándose cuenta de lo que había desencadenado con aquella cuchillada, retrocedió hacia atrás tropezándose varias veces mientras observaba absorta y aberrada como Julio se transformaba en algo horrendo. ¿Qué podía hacer ahora? Lo primero que se le ocurrió fue sacar su teléfono móvil para llamar a Quinto rezando porque le diese tiempo a marcar el número mientras seguía retrocediendo.

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29/12/2009, 12:01
Julio

Un Efecto tan vulgar tendría consecuencias. Era una de las primeras lecciones que el hombre al que Isabel intentaba llamar le había inculcado. Pero Julio estaba realmente enfadado, lo suficiente como para obviar el efecto de la Paradoja que vendría después.

Las gafas le colgaban de una oreja. Julio tenía un rostro demasiado deformado para que pudiesen seguir ahí. Le habían crecido púas en los hombros y en los brazos. Los ojos se le habían achicado y enrojecido, los arcos ciliares se habían agrandado, haciendo que las cejas fuesen tan gruesas como dos dedos. La boca era lo más terrible de todo. La mandíbula parecía dislocada para poder albergar en la boca aquellos dientes afilados y enormes, aquella lengua negra y bífida.

Julio emitió un rugido y cogió a Isabel del cuello.

-TENDRIAS QUE HABERME MATADO. AHORA LA QUE VA A MORIR ERES TÚ.

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31/12/2009, 00:49
Isabel

Isabel consiguió marcar el número de Quinto antes de que Julio la cogiera por el cuello. El pánico se apoderó de la hermética y comenzó a golpear la mano que la apresaba con todas su fuerzas. Isabel tanteó su alrededor con la mano que no sujetaba el móvil hasta coger una lámpara pequeña, la cual no tardó en intentar estamparla contra la cabeza del nefando.

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31/12/2009, 18:40
Quinto

La lámpara se rompió en mil pedazos contra el rostro de Julio, que se apartó de ella soltando un gruñido. Al otro lado de la línea la voz de Quinto resonó con potencia.

-¿Quién es?

Mientras, Julio le lanzó una patada en el costado a la mujer.