Partida Rol por web

La costa comenzaba a divisarse, era como en las maquetas pero más grande, más real y por supuesto más peligroso. Las playas tomaban una extensión considerable hasta una primera inclinación del terreno donde todos pensaron exactamente darle la misma utilidad como parapeto. Después algo alejada, había una elevación montañosa desde donde salían brillantes rafagas de bunkers enemigos con ametralladoras.

Desde la barcaza podían ver explosiones, disparos y el clamor creciente de la batalla. Desconocían en todo momento si las explosiones que veían y escuchaban eran provocadas por el enemigo o por los artilleros aliados que intentaban volar los obstaculos que se acumulaban por doquier en la playa, diseñados para evitar el paso de los tanques aliados, pero que como pudieron ver ya desde aquella distancia los suyos usaban como protección.

El espectaculo era sangriento incluso a esa distancia. Había cuerpos inertes en la playa y conforme se acercaban a la arena se topaban con alguno que flotaba en el agua. Pese a todo, como pudieron saber después, a pesar de las bajas y la dura defensa que estaban ejerciendo los alemanes sobre la primera oleada aquel no fue el sector más castigado por el enemigo ni de lejos.

El capitán Lewis comenzó a dar instrucciones a los hombres que tenía directamente bajo su mando y después se dirigió al Sargento, le sujetó por el hombro con su mano izquierda colocado a su lado, mientras señalaba con la otra mano hacía la izquierda, tuvo que hablar en voz alta para que se le entendiera.

Atención sargento, dirijase con sus hombres a la primera elevación de la playa que queda a nuestra izquierda, desde allí monte las pertigas y elimine esa ametralladora que esta castigando este lado de la playa. Dijo señalando con la mano extendida una posición de la playa que quedaba justo enfrente de la ametralladora a la que se refería el capitán.

El fuego enemigo comenzó a dirigirse hacía ellos, y la fortuna hizó que una rafaga de balas alcanzará a varios hombres matandolos en el acto y que una de esas balas, perdida, fuera a dar en la cabeza del conductor del anfibio eliminandolo en el acto.

Los medicos fueron a intentar a hacer algo por los heridos pero solo pudieron corroborar sus muertes. El capitán se mostró tajante con ellos y con el resto.

Guardad las medicinas y los vendajes para los que lo necesiten. ¡Salgamos de esta lancha, nadaremos hacía la costa!

Todo ocurrió muy rápido, la primera rafaga nos alcanzó sin avisar y el chico que besaba la cruz cayó al suelo
con la garganta destrozada por un balazo. Richard siguió las ordenes de Lewis y subiendo como pudo por un lateral de la lancha saltó al agua.

Las aguas del canal estaban heladas, como si miles de agujas se clavaran en los musculos de Richard mientras se un día en canal por el peso de la mochila. Richard saco su cuchillo, cortó las correas de mochila, y dejó que se hundiera mientras el sacaba la cabeza a la superficie y veía aterrado el tremendo espectaculo.

Había cuerpos esparcidos por todas partes, los soldados se apiñaban buscando refugio en los obstaculos de la playa y los mas afortunados se encontraban en la parte de grava del final de la playa, donde el terreno se inclinaba y proporcionaba una buena covertura.

Richard nadó con todas sus fuerzas entre el silbido de las balas hasta que llegó a la parte trasera de una lancha que ardía en la playa. El corazón le latía a mil por hora, no sabía como iba salir vivo de esa puta playa.
 

De repente el ambiente de la lancha se fundió en el caos. Los solados se lanzaban al agua, algunos fueron alcanzados y se hundieron irremediablemente por el peso y las heridas. Archie agarró fuertemente su BAR y se lanzó al canal cada vez más teñido de rojo, sin pensárselo siquiera. 

Por un momento se le cortó la respiración por el agua helada, y comenzó a hundirse, pero haciendo acopio de todas sus fuerzas, salió a flote, y comenzó a nadar hacia la costa. Los musculos le dolían, por el peso y el agua, pero alcanzó sin saber muy bien cómo, una zona de la playa donde el terreno se elevaba y ofrecía cierta cobertura. 

Las balas rebotaban arrancando arena, el agua del casco le corría por la cara, mezclada con sangre. Lleno de ira e impotencia, contempló los cadáveres de compañeros alcanzados que no habían tenido tanta suerte, y que se amontonaban por doquier.

Casi sin aliento a causa del esfuerzo, pensó en dónde estarían sus compañeros de lancha, mientras recorría la playa con la vista, buscando a sus compañeros de armas. Se aferró al BAR, preparándose mentalmente para salir de ese infierno.

-Sí, señor.- Contestó al capitán. Seguidamente la ráfaga de balas alcanzó a varios soldados de la barcaza, entre ellos un soldado que se encontraba a su lado. David con rapidez, pero sin perder la calma se echo a las aguas del canal.

Le llevo un tiempo salir a flote. Sin embargo en cuanto lo hizo incluso ayudo a un soldado que se hundía sin remedio y  en que momentos antes por su ansiedad ante una muerte lenta por ahogamiento casi había hecho que los dos fueran a parar al fondo del mar.

Nadó unos cuantos metros hasta que hizo pie, y de forma veloz se dirigió hacia un primer obstáculo sobresaliente en el mar, colocado por los alemanes para dificultar el uso de los transportes anfibios, y que en esos momentos sólo era una amasijo de hierros debido seguramente a una explosión cercana, pero que para el sargento ofrecía una cobertura mucho mayor.

Ahí, con una rodilla apoyada, espero a ver como estaba la situación para elegir la siguiente acción a emprender.

Todo había sucedido muy rápido. El anfibio se acercaba y el escenario de la playa era cada vez más visible cuando empezaron a escucharse las últimas órdenes de sus superiores, pero entonces una ráfaga de ametralladora acabó con la charla y de paso con la vida de parte de los hombres . No hubo tiempo para más, con una palabra todos empezaron a saltar al agua a su manera. Robert procuró darse impulso hacia adelante y cayó al agua entre chapoteos. Enseguida notó que el peso de la mochila y las botas junto con el impulso que llevaba lo arrastraban hacia el fondo,y cuando finalmente sus pies tocaron la arena procuró darse impulso y volvió a asomar la cabeza. Comenzó entonces a nadar hacia la playa, luchando contra las olas que se alejaban de la arena y aprovechando como podía las que iban a su favor, en un cansado combate contra el peso del equipo y las botas. Cuando no estaba lejos de la playa notó finalmente que podía apoyar sus pies en el fondo sin que el agua cubriera su cabeza e hizo un alto para escupir el agua salada, tomar aire, y observar lo que tenía a su alrededor. Archie no estaba lejos, ni tampoco Richard. Una bala entró en el agua a pocos centímetros de su cuerpo y recordó el consejo de no quedarse quietos, y al ver como alguno de sus compañeros se refugiaban en alguna de las defensas pensó en hacer él lo mismo y se encaminó hacia un gran bloque de cemento que sobresalía.

Apenas acababan de llegar a aquel lugar y la muerte les sorprendió de súbito llevandose con ella a varios compañeros cercanos, podrían haber sido ellos mismos, pero tuvieron la suerte de seguir con vida.

Sobre la arena la escena era horrible, pero también dantesca. Los artificieros cumplian sus ordenes volando los obstaculos que los alemanes habían dejado para evitar el paso de los tanques, y esto provocaba que los soldados tuvieran que quedar al descubierto en esas zonas. Lo más curioso era que los tanques para los que despejaban el camino se habían hundido en el canal.

Los médicos eran curados por soldados, los soldados morían a manos de médicos que no podían hacer nada, había pocos oficiales capaces, vivos o valientes que manejaran a los hombres y reinaba la anarquia mientras los alemanes seguían disparando desde los nidos de ametralladoras y no parecía cambiar la cosa.

El nido de ametralladora que se les había encargado volar estaba haciendo especial mella entre los aliados. Por lo que eso le convertía en un objetivo primordial.

El sargento Singht dirigía a sus hombres mientras el capitán Lewis iba con los suyos a otra zona, para intentar poner algo de orden en aquella locura.

El sargento miro en dirección al sitio que debían tomar en primer lugar para después encargarse de aquel mortífero nido de ametralladoras, y volvió a poner la cabeza a cubierto cuando la primera bala sonó cerca.

Espero a que la ráfaga pasará,  después apuntó con su fusil al soldado enemigo que podía hacerles más complicado tomar una buena posición en la playa y...

Archie miraba a un lado y al otro, fijando la mirada en esa maldita ametralladora, el objetivo principal al que se refería el capitán Lewis antes de saltar al agua, e instintivamente tocó la mochila, pues los explosivos pronto serían necesarios. De repente se encontró con que Robert y Richard habían conseguido también alcanzar la playa y se refugiaban en posiciones estratégicas.

Sujetando fuertemente su BAR, y cuando creyó ver que miraban en su dirección, les hizo un gesto con la mano, pues era imposible hacerse oír, indicando que tenían que salir de ahí cuanto antes.

Justo cuando iba a asomarse de la cobertura que le ofrecía su posición, una descarga de balas levantó la arena. Joder, no dejes que esos bastardos te vuelen los sesos.. Cuando levantó la cabeza de nuevo, vio a varios boches que se dirigian hacia ellos, así que apuntó en su dirección..

Richard quitó la funda de plástico que protegía del agua al fusíl y revisó sus cartucheras. Tras la pequeña y nerviosa comprobación, Richard abandono corriendo la protección de la lancha estropeada y corrió mientra las balas levantaban pequeños geiseres a su alrededor llegando hasta un obstáculo unos metros a la derecha de la posición de Robert. Dos jóvenes soldados se acurrucaban en el.

-ME CAGO EN MI PENA NEGRA, QUERÉIS DISPARAR O ESTÁIS DE VACACIONES!!

Richard se puso a disparar freneticamente tumbado detrás de la protección, mientras los chicos disparaban tímidamente sus primeros disparos en combate.

Robert aguardó una pausa en el retumbar ldela ametraññadora que dominaba su zona y cuando se produjo saltó de su escondite actual y se internó en la arena llegando al siguiente obstáculo que podía usar como protección. Una vez allí recuperó un momento el resuello y agarrando con firmeza su subfusil se asomó un poco por un lateral y lanzó una ráfaga contra las posiciones enemigas más próximas. Enseguida comenzaron a silbar balas por encima de su posición así que volvió a resguardarse y sustituyó el cargador del arma.

Yo disparo al de la casilla 6, 28.