Partida Rol por web

Dedicas un rato más a esperar, mientras el tipo fuma con calma. ¿calma? No lo parece. Más bien dirías que está nervioso, inquieto, y que probablemente sea eso lo que le lleva a fumar así. No parece que tenga ninguna rutina especial, simplemente se acerca a la cornisa y observa la calle desde ahí. El agente a tu lado te confirma que las veces anteriores hizo lo mismo.

De repente, la puerta de la azotea vuelve a abrirse. Una mujer, joven, rubia, de pelo corto, sale al exterior, al parecer llamando la atención del hombre. Sin embargo, no se acerca a él, permanece junto a la puerta con los brazos cruzados. El tipo se gira a medias, hablando con ella de costado.

Les separa una buena distancia, son dos disparos complicados, si hay que hacerlos seguidos...

Lo único que me tranquiliza en cierta manera es que el tipo que tengo en la mirilla parece incluso más nervioso que yo. La forma que tenía de moverse no seguía ningún patrón y tampoco parecía que fuera a pararse quieto mucho tiempo en un mismo sitio, además no parecía que el cigarro fuera a durarle mucho más.
Se abre la puerta y sale una mujer rubia de pelo corto, pero apenas avanza, tan solo llama la atención del tipo que se vuelve a hablar con ella, puede que lo esté llamando para adentro, no va a haber mucho tiempo y además son dos tiros complicados.

-Ha salido la mujer, están hablando, pero está cerca de la puerta, igual lo está llamando. Son dos tiros difíciles, intentaré primero la mujer, es la que puede huir más fácil en cuanto todo empiece. Después dispararé sobre el hombre. ¿Disparo?

Y el momento ha llegado, ahora no tengo escapatoria ni marcha atrás. En la mira veo a la mujer, la apunto a la cara, por fortuna está bastante lejos y oscuro, no la veo bien, eso lo hace más fácil, relativamente más fácil. Mi dedo se posa suavemente en el gatillo. Si Vicky da la orden dispararé.

Ojalá que estemos salvando muchas vidas de inocentes, la mía ya no hay quien la salve.

-Ha salido la mujer, están hablando, pero está cerca de la puerta, igual lo está llamando. Son dos tiros difíciles, intentaré primero la mujer, es la que puede huir más fácil en cuanto todo empiece. Después dispararé sobre el hombre. ¿Disparo?

Dudé un instante, pues aquella no era ni de lejos la mejor de las situaciones para comenzar la operación, pero no podíamos perder más tiempo o todo podría irse a la mierda, incluso antes de empezar. Aquella era la primera prueba que debía superar como líder de la operación, y estaba obligada a confiar en la puntería de Igor, a pesar de no confiar en prácticamente ninguna de sus habilidades (salvo en las que había probado con creces, como la de ser un auténtico imbécil). No quedaba otra opción.

- Adelante, que comience la operación - dije a través del comunicador.

Después de eso les hice una señal a los agentes de alrededor para que se preparasen para volar la pared.

- A mi señal activen los explosivos - les dije, y después me concentré en las comunicaciones, en cuando Igor comenzara a disparar les haría la señal

Cierro los ojos un segundo y dejo de ver la cara de la mujer que aparece en mi objetivo. La orden está dada y debo disparar. Respiro profundamente e intento tranquilizarme para que mi ritmo sea estable y pueda apuntar mejor.

Bien, vamos allá y que sea lo que Dios quiera.

Estoy listo y la mujer está en la mira. Juego un poco con el dedo sobre el gatillo y cuando creo que mi respiración está bien aprieto lo suficiente para realizar el disparo. Ya no hay marcha atrás.

Tras apretar el gatillo apenas tengo tiempo a notar el impacto en la cabeza de la mujer y ver como esta se desploma en el suelo. Siento satisfacción por el trabajo bien hecho, técnicamente ha sido un buen disparo, pero a la vez acabo de matar a una persona, eso no es algo de lo que me sienta orgulloso.
Un instante de duda, el suficiente para que el hombre se mueva demasiado rápido de su posición actual y yo falle mi segundo tiro, en otras circunstancias estoy seguro que habría podido acertarle. Sigo atento, quizás tenga la oportunidad de dispararle de nuevo antes de que abandone al azotea, no creo que esperase un ataque, esto lo ha tenido que coger por sorpresa.

-Mujer abatida, hombre huyendo.

Ese es mi pequeño resumen para que mis compañeros se hagan idea de lo que está pasando. Sigo con el dedo en el gatillo dispuesto a disparar si tengo blanco.

Bajo la visera y me coloco en posición, listo para entrar por el butrón en cuanto los agentes nos abran hueco. Aún tengo el miedo de que no lleguemos a tiempo, de que Igor falle alguno de los dos tiros, de que toda esta preparación no sirva de nada y al final se resuma en una entrada caótica enfrentándonos a lo que nos salga al paso. Pero no sería la primera vez, y aquí estoy. Es hora de rock.

Tu primer disparo es un éxito. Aciertas en la cabeza de la mujer, que cae al suelo fulminada, dejando una gran mancha de sangre en la pared tras ella. Inmediatamente, tratas de encontrar al hombre en tu visor. Apuntas, sin apenas tiempo, disparas, pero la bala impacta en la cornisa junto a él.

Avisas diligentemente por la emisora, aunque un dato que augurabas termina siendo erróneo. El hombre no huye, para tu sorpresa. En lugar de ello, el muy cabrón se echa al suelo, encontrando cobertura en la cornisa del edificio, de apenas un metro de altura. Desde tu ángulo de disparo, apenas si logras verle, pues debe haberse tumbado en el suelo para evitar ofrecer un blanco.

Maldición...

Sin embargo, a través de tu visor ves algo más. En el otro extremo de la azotea, una figura aterriza tras dar un increíble salto desde el edificio cercano. La unidad sintética llega a la carrera, sin detenerse, avanzando en línea recta hacia el lugar donde se oculta tu objetivo. Puedes ver un impacto de bala en su pecho, un segundo, parece que ese tipo está armado y trata de defenderse, pero la unidad no se detiene. Recibe un tercer impacto antes de llegar hasta él. Ves cómo alza su puño cerrado y lo descarga. Un puñetazo tras otro, y cada puñetazo hace saltar más sangre, un puño ensangrentado con una fuerza demoledora. Y te dices, como no puede ser de otra manera, que el tipo ha muerto. Y la unidad continúa golpeando. Es... horrible.

Hasta que se detiene. Lentamente, se pone en pie. Su puño gotea un líquido escarlata. Y la unidad mira en tu dirección, sin expresión alguna. Ha matado a ese tipo, y ni se inmuta. Se gira, te da la espalda, y comienza a caminar con calma hacia la puerta de la azotea. ¿Hacia la puerta? ¿O hacia...? El cuerpo de la mujer se mueve ligeramente, aturdida. No está muerta, aunque está muy lejos de poder hacer nada, aparte de respirar.

Al menos, hasta que la unidad le de alcance...

Cita:

Esas sencillas palabras emitidas por radio en la voz de Igor dan aviso de que todo ha dado comienzo. Y no de la mejor manera posible. Un objetivo abatido, pero el otro huyendo, eso podría alertar a los demás, precipitarlo todo.

Vicky le hace un gesto al jefe de escuadrón del operativo GOES, quien da una voz para advertir a todos y hace saltar los explosivos. El muro explota en una nube de polvo que inunda el túnel, obligándoos a cerrar los ojos, a todos menos a Blindado, quien puede permanecer tal cual en el interior de su máscara de metal, a pesar de que ésta no puede ofrecerle visibilidad.

El polvo va disipándose poco a poco, pero debéis poneros en marcha. Los agentes policiales os guían hacia el boquete abierto en el muro, iluminando el lugar con sus linternas, y cruzáis al otro lado, a lo que parece un subsótano junto a unas escaleras que ascienden en una espiral cuadrangular hasta lo alto del edificio.

Es hora de ponerse en acción.

Sin perder la concentración sigo mirando por la mira en busca del hombre, mi dispado pasó cerca pero tras el primero no me dio oportunidad de repetir, se echa al suelo de inmediato sabiendo que estará protegido por la cornisa.

¡Joder que mierda! ¡El muy cabrón es listo!

Paseo la mira por la cornisa intentando localizarlo, puede que se esté arrastrando para salir por otro sitio o simplemente esté ahí parado esperando que sus compañeros vengan a socorrerle, en ese caso debo vigilar la entrada, quizás haya más posibles blancos.
Algo aparece por la otra esquina de la terraza, es la unidad campeador que ha subido de un salto.

Menudo salto...

Se dirige hacia el tipo cuando varios disparos comienzan a impactarle, nuestro amigo fumador está armado y se lo va a cagar. Uno, dos, tres impactos y la unidad sigue a lo suyo como si nada, se que son duros pero tanto... Ya está encima de él y comienza a moler a puñetazos a un enemigo que no puedo ver, aunque si la sangre que salpica con cada golpe demoledor.

¡La hostia puta...!

No se cuantos lleva, pero el tipo debe de haber muerto hace unos cuantos puñetazos, la unidad sigue a lo suyo hasta que da por terminada su matanza. Se pone en pie con los puños chorreando sangre y noto su mirada fija en mi a través de la mira. Se dirige a la mujer, que sigue viva aunque no en buen estado seguramente.

¡Va a destrozarla también!

Verla moverse me relaja un poco, al menos no la he matado, claro que de poco le va a servir cuando el Campeador la alcance. Debo hacer algo.

-¡Enemigos abatidos! -Grito rápido por la radio.- Campeador se cargó al hombre y va a rematar a la mujer, sigue viva. Victoria dile que se detenga, puede sernos útil si sobrevive al disparo.

No entro en más detalle, cada segundo cuenta para que la unidad Campeador no llegue a ella antes de que Vicky pueda ordenar algo, quizás la salve o quizás no. Sigo pendiente de todo a través de la mira, cuando Vicky decida le preguntaré que quiere que haga ahora.

-¡Enemigos abatidos! -Grita Igor por la radio.- Campeador se cargó al hombre y va a rematar a la mujer, sigue viva. Victoria dile que se detenga, puede sernos útil si sobrevive al disparo.

Aquella era una buena noticia y el plan acababa de ponerse en marcha tal y como estaba planeado. Sin embargo, las inquietudes de Igor no terminaban de convencerme. Quiero decir que la que estaba al mando era yo y me parecía arriesgado dejar un cabo suelto que pudiera poner en peligro la operación. Tomé una decisión rápida.

- No, dejaré que cumpla sus órdenes - dije a través del comunicador.- Es demasiado arriesgado dejar un enemigo sin... neutralizar... sigamos con el plan, vamos a entrar.

Una vez dentro del edificio era hora de entrar en acción. Tal y como habíamos planeado me dispuse a activar el sistema de vuelo del traje.

¡Mierda! ¡Joder! No puedes hacer eso.

Podía y lo hacía. No digo nada pero mi cara es un poema que seguro que los soldados que están conmigo pueden ver si es que se han fijado en mi, no me importa. Esa maldita arpía no ha cambiado nada en todos estos años, es capaz de llevarse lo que sea por delante con tal de ascender. Y yo ahora soy un pedazo de mierda cómplice de su próximo éxito.

-¿Que hago ahora? ¿Me muevo hacia la puerta o mantengo la posición por si sale alguien a la terraza o a alguna ventana?

Puede que sea la única manera de avisar a mis compañeros de algún peligro o una oportunidad de neutralizar otro enemigo, pero Vicky está al mando, haré lo que me diga y punto. ¿Que más da ya?
Aunque no me gusta sigo observando por la mira como el sintético se acerca a la chica, sería tan fácil volarle la cabeza a esa hojalata rubia... Pero después ¿Que harán conmigo? Está claro que no voy a volver a la cárcel, supongo que me matarían, ahora sigo siendo tan prisionero o más que antes.

Al menos en la cárcel no hacía esta mierda. Salvar al país sonaba distinto cuando me metieron en el programa.

El sintético se acerca y mientras lo hace dejo la cabeza de la chica justo en la cruz de mi mirilla.

La decisión de Victoria fue difícil, pero en mi opinión, acertada. Una vida era un precio pequeño a pagar por el éxito de la operación. Con nuestros objetivos muertos y el agujero de entrada, me dispuse a seguir a la jefa, con el armamento preparado y listo para derribar lo que se nos pusiese por delante.

Vicky se dispone a emprender el vuelo. Por el hueco de las escaleras, no debería ser complicado alcanzar la última planta en un instante. Sin embargo, cuando trata de activar esa opción del traje, algo falla. El exoesqueleto emite un zumbido, y varias partes del traje brillan de forma parpadeante unos instantes. La agente sabe lo que sucede, le ha sucedido alguna vez durante las pruebas. Un mal funcionamiento, un pequeño falo, y el traje requiere reiniciarse. Es apenas un instante, aunque ya le dijo a los técnicos que ese instante podía ser crucial en momentos como este. Claro que alguno de ellos, listos como ellos solos, tuvo hasta la desfachatez de decir que esos fallos se debían a un mal uso del dispositivo.

Blindado aguarda, expectante a su líder de equipo, su superior directa, comprobando que, al parecer, tiene problemas. Sin embargo, desde lo alto llega un ruido bastante fuerte, mecánico, como de un sistema hidráulico de grandes dimensiones, además de una especie de sirena intermitente. Al mirar hacia arriba, podéis comprobar que en el último piso la escalera se ve iluminada por un resplandor rojizo que aparece y desaparece, aunque cada vez ocupa menos espacio en las paredes...

Vicky no responde a tu última pregunta. Te preguntas incluso si la comunicación ha fallado, pero no, parece seguir funcionando, aunque también te planteas si estarán teniendo problemas allá adentro. Miras alrededor, apenas un segundo, para comprobar el estado de los dos agentes, los francotiradores. Los ves nerviosos, afectados por lo que acaban de ver. Es normal, te repites una y otra vez, incluso hombres bien entrenados como ellos no deben haber visto nunca cómo un ser artificial destroza literalmente el cuerpo de un ser humano a puñetazos, dejándolo como un simple amasijo de carne y huesos.

Vuelves a mirar por el visor, justo a tiempo de enfocar al maldito sintético. Se encuentra junto a la puerta, y parece que se dirige al interior. Sin embargo, se detiene, ladeando la cabeza en dirección a la mujer, que realmente parece estar dedicando todos sus recursos físicos a seguir respirando.

No... lo va a hacer...

Se gira hacia ella, inclinándose hasta cogerla por el cuello, y la alza en vilo con insultante facilidad. Por el rabillo del ojo notas cómo uno de los francotiradores aparta su rostro el visor del fusil, incapaz de verlo. Tienes que tomar una decisión, y tiene que ser ya...

El traje volvió a hacer de las suyas en el momento menos incado, maldije entre dientes a los técnicos y a su falta de experiencia en la acción, si estuvieran aquí ahora me gustaría escucharlos decir que "es apenas un instante". Traté de activarlo de nuevo mientras evitaba mirar a mi compañero, por suerte esa segunda vez funcionó a la perfección.

-¡Cuidado con lo que caiga! -elevé un poco la voz para que me oyesen los componentes de las GOES antes de empezar a ascender -Si vemos las armaduras, las tiraremos por el hueco y seguiremos hacia arriba. -si podía ser no quería que alguno se nos escapase por algún pasillo y se pusiese uno de esos chismes.

Tenía que haber visto venir el marrón, todo había sido demasiado fácil.

¿Creías que te iban a sacar de la cárcel y llevar a hacer la mili? ¡Joder! Siempre has sido un estúpido y Vicky lo sabe, ni siquiera contesta.

Ver a los dos francotiradores y sus expresiones de horror tampoco me consuela, el maldito sintético se está pasando de la ralla.

La bala debería metérsela a él...

Es demasiado tarde para pensar y para esperar por órdenes de nadie. Aprieto el gatillo y la bala impacta directamente en la mujer y esta deja de respirar.
Aparto la vista de la mirilla e intercambio una mirada con los soldados, supongo que comprenderán que era mejor hacerlo así, no creo que ninguno de nosotros deseara ver a esa mujer molida a golpes.

-Mujer abatida. No quedan enemigos vivos en la terraza. ¿Mantengo la posición o me acerco a daros apoyo?

Mientras espero por la respuesta de Vicky vuelvo a poner mi ojo en la mirilla. Con gusto le soltaría un balazo en la cabeza de ese sintético, quizás otro día. Barro la terraza y después voy paseando la mirilla por todas las ventanas del edificio, quizás pueda encontrar algún enemigo y delatar su posición o incluso neutralizarlo desde aquí.

Cuando Victoria despega, dejo que la computadora táctica se encargue de encender el sistema de vuelo. La ventaja de llevar una armadura, es que hay espacio para más sistemas.

- Recibido.

Aunque sabía que el mensaje no era para mí. Mientras ascendía me concentré en los pisos superiores, buscando alguna muestra de resistencia.