Partida Rol por web

Finalmente lográis remontar el vuelo, ascendiendo verticalmente. El vuelo es algo dispar entre los dos, como lo son vuestros sistemas. El exoesqueleto energético asciende como si flotase, de forma fluida, como deslizándose por el agua a gran velocidad. Blindado, en cambio, fuerza una intensa corriente de aire a su alrededor, ardiente, expulsada por la fuerza motora de sus propulsores. Es como un transbordador espacial tomando impulso hacia las estrellas, luchando contra la gravedad en un duelo de titanes.

Estáis ascendiendo, cuando en vuestros comunicadores suena con algo de estática la voz de Igor.

Cita:

Puede que de tiempo a dar una respuesta antes de llegar a lo alto o no, pero llegáis igualmente, alcanzando la planta superior justo a tiempo para descubrir con gran sorpresa un enorme portón, justo en el instante en que termina de cerrarse con un sonido metálico de gran intensidad. Es una gruesa plancha metálica que ha descendido desde una posición superior, merced a un sistema hidráulico propio de una gran maquinaria industrial. No cabía esperar algo de tal envergadura en este viejo edificio.

Y os corta el paso al interior.

Envías el mensaje, aunque la respuesta no es del todo inmediata. Tampoco cabe esperarlo, es muy posible que tus compañeros estén ocupados. De hecho, te dices, podrían estar en muy peores condiciones que tú, enzarzados en combate sin que puedas prestarles apoyo. Y sólo lo sabrías si te informan de ello.

Aprovechas el tiempo revisando la zona por la mira telescópica de tu fusil. Vuelves a ver a ese sintético, soltando el cuerpo sin vida de la mujer. Te está... ¿Te está mirando? Su rostro inexpresivo mira en tu dirección, sólo es un instante pero te pone los pelos de punta. En seguida te da la espalda y desaparece por la puerta, encaminándose al interior.

Realizas un barrido por la terraza, pero no ves nada inusual. Te dedicas a recorrer las ventanas, pero tampoc... Espera, sí, pasa algo. Al principio no te das cuenta de qué se trata. A través del brillo sucio y traslúcido de los cristales, ves un cambio de luminosidad, como si se estuvieran bajando algún tipo de persianas interiores. Pero ¿quién pone persianas por dentro de las ventanas...?

No, no son persianas. Son planchas de metal. Están sellando el lugar.

Debido a la diferencia en los sistemas de vuelo me adelanté ligeramente a Óscar en el despegue pero enseguida rectifiqué la velocidad para ir acompasados, al oír el mensaje por radio asentí.

-Mantén posición "X", en cuanto entremos y centremos su atención, los sorprendes por detrás a mi orden. -contesté.

Justo en ese momento llegamos arriba, sólo para vernos sorprendidos por el estrépito de la enorme placa de acero al cerrarse -¡Maldición!- pensé mordiendo la cara interna de mi mejilla para no soltar el exabrupto en voz alta.

-Contratiempo inesperado nos hará demorarnos. Mantener vía de entrada abierta pero esperar. -añadí para que no se impacientase Igor.

Luego me giré hacia mi compañero de incursión.

-¿Tienes algún as ahí dentro? O la derribamos con fuerza bruta.

La verdad es que me hubiese gustado saber qué eran capaces de hacer los componentes de mi equipo, no sé cómo pretendían que liderase a nadie sin el conocimiento de sus habilidades, por lo que tenía que ir preguntando primero en vez de tomar las decisiones directamente -Una inútil pérdida de tiempo-.

-Mantén posición "X", en cuanto entremos y centremos su atención, los sorprendes por detrás a mi orden. -contesté.

Un corto silencio fue seguido por otra frase.

-Contratiempo inesperado nos hará demorarnos. Mantener vía de entrada abierta pero esperar. -añadí para que no se impacientase Igor.

Asiento ante la pregunta de Victoria.

- Tengo artillería pesada, pero igual hace mucho ruido... o la necesitamos para más tarde. Quizá sólo sea una cuestión de empujar.

Sonrío bajo la armadura, sabiendo que los músculos mecánicos de Blindado han sido capaces de derribar un muro. Pongo ambas manos sobre la plancha metálica y empujo, poniendo a prueba la resistencia de la puerta.

Aquí tumbado mientras espero la respuesta el tiempo parece que se detiene por momentos. No tengo ni idea de lo que está pasando ahí dentro, aunque supongo que mis compañeros estarán muy ocupados con los terroristas como para hablar por la radio, solo espero que sea buena señal.
Paso la mirilla por la terraza en un último barrido para asegurarme que todo va bien. El sintético está soltando al fin el cuerpo de la mujer y parece mirarme. Me da un escalofrío y veo como se aleja hacia la puerta. Con la terraza controlada y despejada me dedico a observar las ventanas en busca de algún movimiento que pueda delatar a mis compañeros o algún enemigo. No veo nada, hasta que el interior parece oscurecerse.

¿Que cojones pasa?

No creo que nadie se esté dedicando a poner cortinas o stores y las persianas estarían por afuera. Ajusto la mirilla en una de las ventanas para comprobar que son planchas metálicas, están cerrando el lugar.
La voz de Vicky (Ahora Victoria Vega) me saca de mi sorpresa, no me gustan sus órdenes pero no seré yo el que se las salte, ella sabrá lo que hace.

-Están sellando todas las ventanas, es imposible ver nada de lo que pasa en el interior. Y la mierda del sintético ya está dentro. -Hago una pausa y me quedo pensando en la última orden de Vicky (Ahora Victoria Vega).- Supongo que te refieres a la puerta principal, por donde entró Oscar. Apuntaré allí mi rifle y si sale alguien disparo.

Supongo que se refiere a esa puerta pues nadie en su sano juicio intentaría escapar por la terraza y no tengo visión de la zona por donde entró Vicky (Ahora Victoria Vega).

Escuché la respuesta de Blindado, la voz se oía distorsionada por el metal pero tenía un deje extraño, luego le preguntaría, añadí mis manos a la tarea de empujar. Al oír a Igor apreté los dientes por las malas noticias e hice rodar los ojos -El puto robot dentro y nosotros jugando a un, dos, tres, pica pared-.

-Nosotros entramos por el subsuelo, estamos derribando el cierre de la planta superior. Si no puedes seguir al robot vigila la puerta de la azotea, que no salga nadie. Si se sella vente.

-Campeador, informe de situación. 

-Debí haber ido con el sintético y entrar por la azotea...- pensé mientras empujaba con fuerza y me preparaba para entrar rápidamente.

-Nosotros entramos por el subsuelo, estamos derribando el cierre de la planta superior. Si no puedes seguir al robot vigila la puerta de la azotea, que no salga nadie. Si se sella vente.

De nuevo las órdenes de Vicky resuenan por el comunicador y en mi boca se dibuja una sonrisa.

-¿Seguir al robot? ¡Claro! ¡Sin problema! Dadme unos minutos y estaré en la azotea.

No pensaba quedarme ahí tumbado sin hacer nada mientras ellos se jugaban la vida. No soy ningún héroe, pero con el entrenamiento y todas las operaciones que me hicieron me siento superior, al menos físicamente. Y visto lo visto era mejor que nosotros acabáramos con esos terroristas desgraciados que lo hiciera la unidad Campeador.
Me pongo en pie y me sacudo un poco el polvo del suelo mientras miro a los soldados.

-Me reclaman, supongo que no os importa que deje esto aquí -Digo señalando al rifle de francotirador.- Guardármelo bien chicos.

Sin más me dirijo a la salida de la azotea en dirección de la forma más rápida de bajar del edificio donde estamos. Ni siquiera me detengo a dar más explicaciones al resto, los que mandan seguro que están escuchando todo así que estarán al tanto. Me acerco al lento montacargas, no tengo buen recuerdo aunque bien es cierto que esta vez no viene Oscar. En cualquier caso no se si es más rápido bajar por ahí o corriendo por las escaleras.

¡Que narices! ¡Siempre quise hacer esto!

Llevo prisa y desde pequeño he visto como mis héroes o protagonistas favoritos de series y películas se deslizaban por los cables de los ascensores y ahora podría emularlos. Sin pensarlo mucho y sabiendo que aquella sería la forma más rápida de llegar abajo intento hacer lo mismo.

Blindado sitúa sus manos sobre la plancha, aplicando toda la fuerza de sus motores hidráulicos de forma progresiva, comprobando la resistencia de la plancha. Efectivamente, en un principio el sistema resiste, está preparado para soportar una fuerza aplicada enorme, así como impactos de gran potencia. Es un sistema de seguridad bien elaborado. ¿Demasiado para unos terroristas? Sin embargo, pronto queda claro que no será suficiente. Con un estridente chirrido, la plancha comienza a ceder, abriéndose lentamente a medida que Blindado aplica toda su fuerza motor sobre ella. Y como Atlas sosteniendo el mundo sobre sus hombros, el poderoso hombre acorazado logra elevar la plancha de metal sobre su cabeza.

Y con ello, desvela el interior del lugar, una amplia nave de corte industrial con múltiples cables conectando un buen número de ordenadores, maquinaria diversa, y unas vainas acristaladas de gran tamaño en cuyo interior descansan varias tecnoarmaduras abiertas.

Hay diverso personal en el interior, más de lo que esperabais. Tres personas, dos hombres y una mujer, vestidos con trajes tácticos ajustados a sus cuerpos en plena forma; y otros cuatro más, dos hombres y dos mujeres, vestidos con batas blancas. En el techo del local, de doble altura en la zona más cercana a vosotros, una alarma hace girar una luz roja que advierte del peligro. Más al fondo, la doble altura se convierte en un altillo cerrado con ventanas, la que suponéis sirve de vivienda. El lugar es un caos: las dos mujeres con bata teclean sin parar en un par de ordenadores, inclinadas sobre ellos sin sentarse, lanzando mirada apresuradas en vuestra dirección; otro de ellos coge algo de un estante de la pared, algo parecido a un fusil de alta tecnología, al parecer dispuesto a repeler la intrusión; la mujer con traje táctico, con lo que parece una pistola en la mano, sujeta al hombre con bata que queda y tira de él hacia la parte trasera del almacén, como si pretendiera escapar o, al menos, ponerle a salvo; mientras tanto, sus otros dos compañeros corren hacia las vainas de las armaduras.

Igual que en las malditas películas. Así lo haces, lamentando que no hya nadie con un maldito móvil para inmortalizar el momento. Te sujetas con tus manos robóticas a los cables y te dejas caer. La inmensa fuerza de tus sistemas es suficiente para frenar la caída cada vez que lo ves necesario, y con ello regular el descenso. Ni siquiera necesitas los pies, aunque los empleas igualmente.

Detienes el descenso en la planta baja, apoyando los pies son problemas en el bordillo frente a la puerta cerrada. Tampoco ésta se resiste a tus rotores hidráulicos de alta tecnología, que abren las puertas sin problemas. Ante ti se ponen en actitud defensiva un par de agentes de las GOES, que se cuadran inmediatamente al ver que se trata de ti, llegando a apartarse a un lado para dejarte pasar, aunque adivinas el temor en sus rostros.

Se ha detectado actividad en el interior del edificio. -Te informa uno de ellos, al pasar a su lado. Cuando te detienes para mirarle, da un paso atrás y agacha la mirada- En la última planta, se ha conectado algún sistema mecánico, hay mucho jaleo y movimiento. -Es todo cuanto te dice, dejando que abordes el exterior del edificio. Parece que la fiesta ha empezado...

Veo la situación en el interior. Con la puerta aún entre las manos, dudo de a quién disparar. Identifico tres amenazas serias. Una de ellas más inmediata que las otras dos. Aunque menos preocupante, espero. Las mujeres que teclean pueden estar activando algún sistema de defensa adicional. Y el cuarto técnico, supongo que son técnicos, está siendo llevado hacia otra parte. Aquello no tiene pinta de ser una célula terrorista. Está mucho más organizado.

En cualquier caso, es hora de neutralizar amenazas.

Una cosa es verlo por la televisión, pero hacerlo, es una pasada. Llego al suelo en un santiamén y sin apenas esfuerzo. Abro la puerta del ascensor sin mucha dificultad y sonrío cuando los agentes del GOES parecen ponerse a la defensiva, deben pensar que es un ataque, pero al verme simplemente se cuadran y me informan de lo que ocurre en el edificio.

-Podría ser el Campeador... -Digo como posibilidad, aunque podría ser que nuestros enemigos hayan conseguido ponerse esos trajes que queríamos evitar.- Yo me encargo.

Lo digo seguro, como si todo dependiera de mi y Vicky, Óscar el sintético estuvieran tranquilamente sentados sin hacer nada. Pero veo el respeto y el temor con el que me miran esos hombres y quiero hacerme notar. Por primera vez en mucho tiempo soy alguien y si nuestras sospechas son ciertas quizás no tarde mucho en dejar de serlo.
Salgo del edificio y me dirijo hacia el de nuestros enemigos. Si la cosa va de películas ahora pienso emular a otro clásico del cine: King Kong subiendo en Empire State.

Me dispuse a ayudar a Óscar pero comprobé que no hacía falta. Los músculos en tensión esperaban el momento de ver el interior y detener a esos terroristas, pero cuando instantes después eso sucedió la escena que vi no tenía nada que ver con lo que nos habían dicho. No había tiempo para cuestionar nada en ese momento, demasiadas personas y amenazas abiertas.

-Las tecnoarmaduras, -dije hablando con Blindado -inutilízalas. Esa puerta puede servir... 

Estaba claro que con un buen lanzamiento podríamos quitarnos el problema de que se las pusieran, yo me dirigí hacia el técnico que había cogido un arma dispuesta a que no la utilizase. A pesar de lo que habia dicho Igor no había ni rastro de la "Unidad Campeador" y eso me mosqueaba mucho.

-Campeador neutralice amenaza más cercana.

Todo sucede muy rápido. La mujer en traje táctico logra arrastrar al hombre de la bata hacia la parte de atrás, desapareciendo tras una esquina y oyéndose inmediatamente el ruido de un golpe de chapa metálica. ¿Quizás el cierre de una puerta o trampilla? Sus homólogos varones, en cambio, no tardan en alcanzar las vainas que contienen las tecnoarmaduras, las cuales Oscar puede ver que, al menos en apariencia, están realmente bien construidas y conservadas en buen estado. Pero no es tiempo de analizar la tecnología con que cuenta el enemigo. Es hora de tratar de que no logren usarla contra vosotros. Sin embargo, los dos tipos logran acceder al interior de las vainas, y un sistema automático comienza a acoplar los distintos componentes de las mismas a sus cuerpos. No tardarán mucho en estar operativos...

Y mientras tanto, Campeador no responde a las transmisiones de radio...

Cruzas la calle a toda velocidad, no teniendo siquiera que preocuparte por el tráfico, ya que los chicos de las GOES se han encargado de cortar el tráfico. Tampoco hay peatones, aunque eres consciente de que sí habrá curiosos asomados a las ventanas de sus casas u oficinas. Eso no importa ahora, tienes un trabajo que hacer y estás dispuesto a hacerlo. Golpeas, te agarras, asciendes... trepas por la fachada del edificio, una labor sencilla pero al mismo tiempo lenta. Desde luego, un ascensor te llevaría muchísimo más rápido, y por las escaleras podrías llegar antes. Pero este camino alternativo te evitará muchas sorpresas.

En la parte de arriba, oyes el ruido de lo que parece un tiroteo. La fiesta ha comenzado, tu equipo está metido en harina... Va siendo hora de que aceleres.

Cruzo la calle a toda velocidad sin que nadie me detenga, ni siquiera hay coches ni gente por la calle, los chicos del GOES han hecho bien su trabajo, aunque supongo que con todo el jaleo que estamos montando haya alguien asomado a alguna ventana o balcón, la gente nunca ha podido controlar su curiosidad, y si yo estuviera en su caso haría lo mismo.

Pues ahora vais a ver algo alucinante.

Me paro frente a la fachada y me quedo quieto un instante, después pego un puñetazo hacia arriba y me agarro del agujero que acabo de hacer, hago lo mismo con mi otra mano y voy ascendiendo. No es algo muy ortodoxo ni tampoco rápido, pero se que por allí no me molestará nadie y que al igual que pasaría con el sintético, nuestros enemigos no esperarán a nadie por la zona de la azotea. Tras una larga escalada llego arriba y me paro un instante a recobrar el aliento mientras sonrió satisfecho por haberlo conseguido, esta es una de esas historias alucinantes de las que fardar con tus amigos.

Si me queda alguno ya. Los que no se hayan olvidado de mi pensarán que estoy muerto.

Comienzo a andar hacia la puerta y saco mi pistola, dentro parece que ya están viéndoselas con los terrorista, enseguida sumaremos un efectivo más para acabar con todo cuanto antes.

-¡Ey chicos! Igor en la azotea se suma a la fiesta, voy a entrar. ¿Situación? ¿Donde estáis? Escucho disparos.

El ruido del metal desvió por un momento mi atención -Ese científico debe ser importante- pensé, pero teníamos frentes más importantes que solucionar. Dejé la neutralización de los hombres que se intentaban poner los trajes en manos de Blindado y me centré en el bata-blanca que empuñaba un arma mientras maldecía mentalmente al sintético y a su mutismo -El culo de lata posee inteligencia... a saber que cojones está haciendo en vez de responder a su superior-, levanté la mano y apunté hacia el hombre.

-"X" ¿como va la cosa por ahí fuera? 

Estuve a punto de preguntarle por Campeador, pero no tenia ganas de aguantar su más que predecible gracieta. 

-"X" ¿como va la cosa por ahí fuera? 

Vi cómo Victoria se encargaba de disparar contra el científico. No me parecía uno de los objetivos prioritarios, puestos a quitarnos del medio amenazas más inmediatas, me daban más miedo las armaduras. Fuera como fuese, tenía claro a quién disparar.

Así que apunté con con mi cañón de partículas hacia una de las armaduras y disparé, esperando que la computadora táctica ayudase a dar en el blanco.