Partida Rol por web

Dragonlance - Reconquistando Silvanesti

Capítulo I

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24/07/2016, 11:15
Director

Luindai, 18 de Bran del 353 A.C

Han transcurrido ya cuatro largos años desde que los elfos silvanesti tuvisteis que dejar atrás vuestro hogar ancestral, huyendo de los bosques de vuestra patria retorcidos en un grotesco paisaje de pesadilla.

Entonces no lo sabíais, pero ya os habéis enterado de por qué os obligaron a marcharos. El ahora difunto rey Lorac de la casa Caladon utilizó un artefacto terrible en un esfuerzo por expulsar de vuestro territorio a los ejércitos invasores. En vez de aportar la salvación, el poderoso objeto mágico se adueñó de la mente del rey y corrompió Silvanesti de una manera innombrable.

Ahora, finalmente, la guerra que comenzó en la cuna de la civilización élfica y se extendió por todo el continente ha terminado. Al menos eso es lo que os quieren hacer creer, aunque todavía circulan rumores de que buena parte del ejército de los dragones está reagrupándose en algún lugar al norte de vuestro hogar perdido.

Desde el exilio, los elfos silvanesti volvisteis a mirar hacia oriente con el objetivo de reclamar vuestras tierras, evaluar los daños e intentar repararlos. Pero, antes de lanzarse a ello, el sentido común y la prudencia apelan a una serie de viajes de reconocimiento por parte de exploradores particularmente entrenados en la vida del bosque y la supervivencia.

Hace falta ser muy bueno para enfrentarse a lo desconocido sin el respaldo de grandes ejércitos o poderosos hechiceros y regresar con el relato exacto de lo que se ha visto. Esos elfos de élite son conocidos como la Vanguardia de la Esperanza, los kirath.

Tan solo a través de estos viajes, vuestros gobernantes podrán obtener la información necesaria para determinar dónde tienen que enviarse los soldados, los sanadores y los druidas para hacer el mayor bien. Hasta entonces, el futuro de vuestra gente descansa sobre los hombros de los kirath.

Probablemente, en otras circunstancias, jamás os habrían permitido a algunos de vosotros formar parte de este grupo de luchadores especialmente preparados. Por fortuna para vosotros, los oficiales de los kirath no sólo buscan tipos musculosos, violentos o abiertamente combativos. Los exploradores necesitan ser inteligentes, observadores y rápidos tanto de pensamiento como de movimiento y está claro que vosotros sois todas esas cosas. Las proezas en el combate son importantes, pero la misión principal es explorar, ver lo que hay que ver y volver para decírselo a los líderes. Un kirath debe estar preparado para luchar contra todo lo que no pueda esquivar y para huir de todo lo que no pueda vencer en la lucha.

Después de dos años de intenso entrenamiento, por fin vuestros superiores en las filas de los kirath os consideraron preparados para vuestra primera misión en territorio hostil.

Tras un penoso viaje marítimo de varias semanas de duración y una caminata a marchas forzadas de casi 200 kilómetros con vuestras pertenencias a cuestas a través de invernales llanuras desérticas, finalmente alcanzasteis el campamento que os habían asignado junto a la frontera de Silvanesti.

Por lo que habéis podido saber, aproximadamente medio centenar de elfos desembarcasteis hace casi cinco meses (dos días antes del nuevo año) y fuisteis repartidos entre los cinco campamentos de los kirath distribuidos a lo largo de la frontera. Los más afortunados tal vez hayan ido a parar a Rocío Matinal, la ciudad temporal que se ha convertido en el centro neurálgico de la reconquista. Es allí donde se encuentra el alto mando de los kirath, pero también algunas tabernas y posadas, una Casa de Curación, un templo y una casa gremial de hechiceros.

Conserváis la esperanza de que vuestros oficiales directos os permitan algún día visitar la ciudad, pero lo cierto es que el inhóspito campamento ha sido vuestro nuevo hogar desde que recitasteis el juramento de los kirath:

Soy los ojos y los oídos de Silvanesti. Mi presencia anuncia el regreso
de mis compatriotas al hogar que nos corresponde por derecho.

Mantengo mis sentidos siempre alerta, observándolo todo y grabándolo en mi memoria
de modo que mi pueblo pueda ser bien servido y su regreso resulte más rápido y seguro.

Soy primero y antes que nada un observador. Vivo para informar de los
obstáculos, no para superarlos. Un kirath muerto no transmite ninguna información.

Viajo ligero. Si mis habilidades son agudas, mis sentidos están alertas y
mi valor es inflexible, entonces tengo todo el equipo que necesito.

La violencia no es el camino para resolver un problema si la astucia, la
estrategia o la diplomacia pueden proporcionarme una solución mejor.

Dedico mis energías a la reclamación, restablecimiento y preservación de
Silvanesti. Animales, plantas, agua o cualquier otro recurso natural deben
ser usados sabiamente y no malgastados.

Ajusto. Adapto. Improviso.

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24/07/2016, 11:50
Director

El invierno ha sido duro. Los que pensábais antes de enrolaros que tomaríais Silvanost, la capital del reino, en unas pocas semanas pronto os habéis dado cuenta de que aquello no era más que una ilusión infantil.

Las tareas rutinarias, el frío y el hambre han sido una constante a lo largo de los últimos meses. Habéis conseguido ganaros es respeto de vuestros pares pero todavía no habéis tenido ocasión de demostrar realmente de qué pasta estáis hechos.

Sin embargo, parece que la monotonía finalmente ha tocado a su fin. La semana pasada llegó un jinete de grifo al campamento con un mensaje para vuestro comandante. Los restos del llamado Ejército Verde de los Dragones, comandados por el Señor del Dragón Salah-Khan, se están reagrupando y ocupando la región de Khur y el norte de Silvanesti.

Los oficiales de los kirath han sido convocados al cuartel general de la ciudad de Rocío Matinal para discutir el mejor modo de afrontar la nueva amenaza. Eso ha hecho que vuestro oficial al mando abandone el campamento, llevándose consigo como guardia personal a los exploradores más veteranos.

Como si supieran de la debilidad de vuestro campamento, una partida de goblins ha sido vista recientemente en las proximidades del río Thon-Varah. Demasiados para que pudiérais hacerles frente en solitario. Se ha enviado una petición de auxilio al campamento más cercano, el del legendario comandante Thlörendil pero éste también había partido hacia Rocío Matinal.

Afortunadamente el oficial al mando en ausencia de lord Thlörendil, el sargento Thorian Caladrun, ha respondido a vuestras demandas y se dispone a encabezar una expedición para descubrir el número exacto de las fuerzas trasgoides y, si es posible, aniquilarlos.

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24/07/2016, 12:09
Director

Esta misma mañana vuestro superior directo os ha enviado a patrullar las inmediaciones hasta que lleguen los refuerzos. A lo largo de toda la jornada habéis avanzado en dirección noreste y, tras recorrer los kilómetros de llanura estéril que separa el campamento kirath de los bosques, os habéis internado en el suelo patrio.

A pesar de estar acostumbrados, no podéis evitar sentiros tristes ante la ruina que se presenta a vuestro alrededor tan pronto como os adentráis en la espesura. Los árboles están ennegrecidos y deshojados y de sus cortezas mana una savia de color rojo sanguinolento y olor nauseabundo que pone de manifiesto el grado de enfermedad y corrupción que se ha apoderado de Silvanesti.

Pero tal vez peor que el paisaje son los sonidos que os rodean. No se escuchan cantos de pájaros sino gritos agónicos y pisadas que resuenan imposiblemente cerca de donde os encontráis.

Una rama que se mueve sin razón aparente, el sonido de algo arrastrándose por el suelo justo detrás de vosotros... todo a vuestro alrededor contribuye a crearos un estado de paranoia prácticamente insoportable.

Os movéis envueltos en vuestras capas de kirath. Son impermeables y han sido tratadas, además de con diversas tinturas, con las hojas de la planta de elathas que le dan ese color verdoso que os ayuda a ocultaros incluso de los enemigos con infravisión. Cada capa cuenta con dos bolsillos interiores a cada lado que se cierran mediante un botón, también dispone de capucha y de una tira de cuero cosida en el dobladillo a la altura de la garganta que hace las veces enganche. El nudo usado para asegurar la capa está configurado de tal modo que, tirando de uno de los extremos de cierta manera, el portador pueda deshacerse de la capa en pocos segundos si tiene la necesidad de librarse de ella con urgencia.

Lleváis andando un buen trecho cuando algo llama particularmente vuestra atención: el inconfundible sonido de un atrakha.

Los kirath acostumbráis a utilizar este silbato para imitar un amplio abanico de llamadas de pájaro. Haciendo deslizarse los tubos, un explorador puede variar el tono y el volumen consiguiendo así un sonido que va desde un chillido agudo y penetrante hasta un ronco graznar o un quejumbroso susurro. Además de los ruidos de pájaro, el atrakha  puede ser usado para imitar los ruidos comunes de pequeños animales como roedores, el charloteo de una ardilla o el grito de terror de un conejo.

El atrakha es usado principalmente como un medio de comunicación entre los kirath, estableciendo una serie de elaborados códigos. Lo que para un oído inexperto puede sonar como una bandada de pájaros en realidad puede ser una detallada conversación entre exploradores comunicando el número y fuerza exactos de los intrusos.

Pero lo que transmite en estos momentos el atrakha que escucháis es la señal universal de apuro que se crea haciendo girar rápidamente el atrakha sobre la cabeza de uno utilizando la tira de cuero y que un aullido oscilante que puede ser oído a varios kilómetros de distancia. Esta señal es la más importante de todas y únicamente se emplea para informar a todos los kirath de la zona de una amenaza tan grande que pone en peligro no sólo al que emite la señal, sino también a todos los demás exploradores de las inmediaciones. Nunca debe usarse a la ligera, pues es un sonido que todo kirath teme oír.

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24/07/2016, 15:21
Director

Encaramada a lo alto del árbol, contemplas la desolación que se observa desde allí como en un sueño, en estado de shock. Has estado disparando una flecha tras otra tanto tiempo que tu brazo te duele horriblemente pero aún así le obligas a obedecerte y bajas de tu improvisada atalaya.

Los restos calcinados de uno de los hombres-arbusto todavía humean después de que lograras alcanzarle con tu frasco de aceite y tus flechas incendiarias. La vasija hecha añicos está esparcida por todas partes.

Al lado de tu víctima descubres a Keradriel arrodillado junto al pálido cuerpo de Lothas. El explorador niega con la cabeza indicándote de forma inequívoca que está muerto. Sermë parece incluso más conmocionada que tú y, sentada en el suelo, se balancea atrás y adelante abrazada a su propio cuerpo enfermo, con la mirada perdida.

No hay rastro de Manveru, Lenwë y Elianss, que huyeron perseguidos por la segunda criatura arbórea. La cabeza de Tasarë está doblada en una posición imposible y junto a su cadáver, que parece el juguete roto y abandonado por un niño, puedes ver el cuerpo destrozado y prácticamente irreconocible de Skýlos; fiel a su amo hasta la muerte.

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24/07/2016, 15:58

De manera repentina resuena detrás de ti el inconfundible aullido de un atrakha emitiendo la señal universal de peligro. Te quedas paralizada durante un instante de pánico hasta que te percatas de que es Keradriel quien lo emite, haciendo girar rápidamente su silbato por encima de su cabeza valiéndose de la tira de cuero que habitualmente sirve para llevarlo colgado al cuello.

Esta señal es la más importante de todas y únicamente se emplea para informar a todos los kirath de la zona de una amenaza tan grande que pone en peligro no sólo al que emite la señal, sino también a todos los demás exploradores de las inmediaciones. Nunca debe usarse a la ligera, pues es un sonido que todo kirath teme oír.

—Si los demás han logrado dar esquinazo al otro, podrán regresar junto a nosotros guiándose por el sonido —argumenta tu compañero cuando le fulminas con la mirada—. Todavía tenemos que encontrar a Ojos de Luto y llegar hasta el pueblo de Sermë para comprobar si hay supervivientes. La misión es más importante que cualquiera de nosotros.

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07/08/2016, 12:36
Ashe
Sólo para el director

El deber por encima de todas las cosas. Pero nuestro deber era explorar, no ponernos en peligro. ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Cómo ha podido caer medio grupo y desaparecer la otra mitad? Esto... esto no era lo que estaba previsto.

Sin embargo, ya nada podemos hacer por los caídos. Los enterraría como se merece un guerrero que ha perdido la vida en combate, pero no tenemos tiempo. Me acerco a Sermë despacio para no asustarla e intento comprobar en qué estado se encuentra.

—¿Estáis heridos? No podemos quedarnos aquí a esperar, tenemos que seguir avanzando. Si esa cosa vuelve, terminará lo que ha empezado. Deberíamos seguir adelante y marcar el camino con el atrakha por si alguien puede ayudarnos.

Saco el mapa e intento orientarme. Esperemos que Ojos de Luto acuda a nosotros al escuchar la llamada de auxilio.

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07/08/2016, 13:31
Kenthalas Quinnay (Kento)

Kento apoyó su ballesta sobre el tronco caído sobre el que descansaba. Echó  hacia atrás la capucha de su capa de Kirath y miró hacia las copas de los árboles. Cerró los ojos y suspiró...

Se quedó así unos segundos. La imagen de su madre le vino a la cabeza una vez más. Hacia más de un año que no sabía nada de ella. Exactamente desde que le ordenó marcharse para limpiar el nombre de su familia. Todo había sido culpa de su padre. Había abandonado la Túnica Blanca para pasarse a los Túnicas Rojas. Toda una vida dedicada a la magia del Bien, toda una vida enseñándole a Kento el poder de la Luna Solinari...para terminar huyendo como un vulgar ladrón. 

Y ese era el motivo por el cual Kento ,o mejor dicho, Kenthalas Quinnay, formaba parte de los Kirath. Una penitencia. Una forma de ganar experiencia y poder para demostrarles a todos que Kenthalas Quinnay era capaz de seguir su propio destino y no los pasos descarriados de su padre. Así podría ganar la Túnica Blanca y devolver a su madre el honor que merecía. Abrió los ojos y buscó con la mirada a Solinari la Plateada...

-Algún día todo volverá  a ser como antes- susurró en lo que parecía más un credo que una frase de autoafirmación.- Algún día estaremos de nuevo entre los magos Blancos. Algún día Silvanesti será nuestra de nuevo. Algún día los magos volveremos a gobernar por el bien y la paz...

De repente un  ulular recorrió el bosque. No sólo era una señal de alarma. Era la señal de alarma de los Kirath. Rápidamente kento se colocó de nuevo la capucha, recogió su ballesta y se reunió con el resto de sus compañeros mientras cargaba uno de los virotes. 

 

- Tiradas (1)

Motivo: AVISTAR

Tirada: 1d20

Resultado: 2(+5)=7

Notas de juego

Tiro AVISTAR  para intentar ver si hubiese algo raro/peligroso en los alrededores del punto en el que nos encontramos.

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07/08/2016, 14:10
Lithiniel

 Lithiniel permanecía caminando por el bosque cumpliendo su cometido de ese día junto al resto de compañeros de su grupo, en los que destacaba su esposo. La elfa no paraba de echar la vista al pasado y rememorar como había llegado hasta allí...

Había sido una época muy dura, pero no se arrepentía de nada, desde que decidió seguir a Tërevan en su deseo por unirse a los respetados Kirath, había vivido un sinfín de situaciones difíciles pero todas fueron a lado de su amado cosa que le daba las fuerzas suficientes para seguir adelante. Así fue como poco a poco al final consiguieron entrar a formar parte a sus filas y les encomendaron la misión que el guerrero elfo tanto ansiaba, y la druida no dudó en seguirlo. Por lo que allí estaban, haciendo realidad su sueño de reparar el bosque marchito y el de permanecer al lado de su esposo.

No obstante el sonido más temido por un Kirath llegó a sus oídos, vio como el tal Kento empezaba a buscar la fuente y se preparaban para lo peor. La elfa sacó su arco y cargó una flecha, para acto seguido soltar a su halcón que descansaba en su hombro y decirle con un tono imperante:

-¡Busca, Renan! y vuelve de una pieza pequeño -dijo para luego frotar su rostro contra la pequeña cabeza de la rapaz y soltarla a las alturas para que cumpliera su misión.

Finalmente echó un vistazo alrededor y afinó sus oídos para percibir el foco del peligro e ir acercándose con cautela.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+6)=15

Tirada oculta

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+6)=13

Notas de juego

Tiro avistar y escuchar en oculto, ya me dirás lo que sea máster. Un saludo.

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07/08/2016, 14:39
Erindel

Estaba absorto en mis pensamientos mientras avanzábamos. Y probablemente hubiera seguido así gran parte del viaje, de no ser porque un sonido me puso en tensión todo el cuerpo. Rápidamente, afiné el oído por si sonaba algo más, pero al no sonar nada, me preocupé. Creo que deberíamos ir a investigar, puede que estén en problemas.

Un temor crecía en mi interior, un temor con un nombre: Dragón. Sólo esperaba poder equivocarme.

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08/08/2016, 04:49
Gwyndrahir

Al escuchar el inconfundible ulular que se extendía por el bosque, el achaparrado personaje detuvo de inmediato su marcha, allí mismo donde estaba, permaneciendo tan inmóvil e imperturbable como un trozo de roca olvidado a la intemperie. Al instante, y siempre sin producir el más mínimo sonido, fue poco a poco flexionando las piernas y encorvando la espalda hasta quedar prácticamente arrodillado, adoptando una postura tan extraña como antinatural, que asemejaba a un felino acechando en la espesura.

Los dedos de sus manos no llegaban a tocar el suelo, y su cabeza se alzaba de tanto en tanto, moviéndose lentamente a un lado y a otro para escrutar cada palmo del denso follaje que lo rodeaba. Por momentos (y aquello solía parar los pelos de la nuca de sus camaradas) parecía que olfateara el aire como una bestia salvaje.

En verdad, ninguno de sus compañeros sabía que diablos pasaba por la mente de aquel extraño sujeto. Y lo cierto era que a pocos le importaba. Pues en el campamento, se había mantenido siempre hosco y distante, y casi nunca hablaba con nadie. De modo que la mayoría no conocía ni su nombre. Pero todos coincidían en que a menudo podía resultar bastante perturbador.

Solo unos pocos creían reconocerlo de su etapa de instrucción, aunque ninguno entendía como diablos había llegado hasta allí. Simplemente, se trataba del elfo más bajo y rechoncho que hubieran visto jamás, y nunca había demostrado ninguna destreza que valiera la pena destacar. Bien por el contrario, se trataba de un auténtico inepto, alguien completamente inútil, al que no podía asignársele ninguna tarea. Todo el tiempo era vencido en las pruebas de fuerza, incluso por los contendientes más torpes o debiluchos, y su desempeño era aún peor en las de resistencia. Además, tampoco parecía tener demasiadas luces, a juzgar por el visible esfuerzo que le demandaba el aprender los rudimentos más básicos de su oficio.

Con todo... siempre era el primer voluntario para cualquier misión. Sobre todo las de riesgo. Y contínuamente se empecinaba en encabezar las marchas. Casi como si no le temiera a nada. O simplemente, no le importara...

- Tiradas (2)

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d20

Resultado: 20(+4)=24

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+4)=13

Notas de juego

Tirada de "Escuchar" para identificar de donde proviene el sonido. Y si es posible la distancia a la que nos hallamos. También me gustaría saber si pueden percibirse otro tipo de sonidos, además de la alarma.

Tirada de "Avistar" para estar atento a cualquier movimiento en las inmediaciones.

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08/08/2016, 10:18
Director

Aprestáis vuestras armas y miráis con intranquilidad a vuestro alrededor esperando ver surgir de la espesura cualquier innombrable peligro de un momento para otro. Los sonidos y las sombras del bosque resultan tan amenazantes como siempre y eso contribuye a aumentar vuestro estado de agitación. Sin embargo, los segundos transcurren sin que ninguna criatura os salga al encuentro.

En algún lugar por encima de vuestras cabezas podéis escuchar el grito de Renan, la majestuosa águila real de Lithiniel, sobrevolándoos. El animal describe círculos en torno a una sección del bosque que se encuentra hacia el este de vuestra posición, indicándoos la dirección a seguir.

El área que sobrevuela el ave reafirma la percepción de Gwyndaewar. La alarma, que ya se ha detenido, sonaba a poco menos de un kilómetro. Si estuvierais en una llanura podríais estar viendo al emisor sin problemas pero aquí, en medio de la espesura, os resulta imposible distinguirlo.

Sabiendo que hay otros kirath en las inmediaciones que se encuentran en peligro, os movéis atentos a su presencia o a la de cualquier otra criatura que haya podido sentirse atraída por el ruidoso aviso del atrakha.

De este modo alcanzáis finalmente una zona de densa vegetación convertida en escenario de una auténtica carnicería. El primer cuerpo que reconocéis es el de un kirath que yace en el suelo con el cuello doblado en una posición imposible y junto a su cadáver, que parece el juguete roto y abandonado por un niño, podéis ver el cuerpo destrozado y prácticamente irreconocible de un mastín de buen tamaño. El perro parece haber sido apaleado hasta quedar reducido a un amasijo sanguinolento de huesos rotos.

Un poco más allá descubrís lo que parece una pequeña hoguera ardiendo sin control y, a su alrededor, cuatro figuras. Una de ellas está tendida junto al fuego, con la cabeza aplastada y vestida con ropajes de los kirath similares a los vuestros.

Los otros tres individuos que descubrís en la arboleda sí están con vida y relativamente ilesos. El primero de ellos es un varón silvanesti con el cabello largo y blanco, complexión delgada y estatura media; un tipo de apariencia bastante común si no fuera porque va fuertemente armado y su indumentaria lo identifica inequívocamente como un kirath.

Le acompaña un segundo kirath, una semihumana de melena dorada y ojos verdes de mirada fiera, vestida con un pesado camisote de mallas y armada con un arco largo que apunta directamente en vuestra dirección.

El trío lo completa una elfa cuya piel es de un inquietante blanco lechoso, casi diríais que antinatural. Sus orejas son más largas y puntiagudas de lo que se considera normal y también lo son sus delgados dedos. Pero lo más perturbador de todo son sus ojos, rojos y enmarcados en párpados surcados de negras venas, que miran hacia el vacío en evidente estado de conmoción. Es la única de todos los presentes que no luce una capa de elathas como las vuestras.

Notas de juego

[Prueba de " Trato con animales" de Lithiniel: 5+4+4 (CD 10), éxito]
[Prueba de "Avistar" de Renan: 17+14 (CD ?), éxito]

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08/08/2016, 10:27

Keradriel está tan ileso como tú misma y Sermë parece haber sufrido algunas contusiones durante la refriega, pero no lo suficientemente graves como para impedirla continuar el viaje.

Echas un vistazo a tu copia del mapa de Silvanesti. Tienes fundadas sospechas para creer que no es del todo exacto pero, si no hay más contratiempos , deberíais ser capaces de alcanzar Sithelnost en cuatro días. Suponiendo, claro está, que tuvieseis comida y agua suficientes como para no tener que demoraros cazando o recolectando.

Keradriel registra su propia mochila y confirma que entre los dos tal vez juntéis provisiones suficientes para tres días. Tal vez menos si encontráis a Ojos de Luto, dado que Sermë no lleva nada consigo.

Estáis comenzando a plantearos la posibilidad de desvalijar a vuestros compañeros caídos cuando un ruido os sobresalta. Echáis mano a las armas, preparados para afrontar la nueva amenaza, pero lo que encontráis es a una cuadrilla de kirath desconocidos.

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08/08/2016, 14:02
Tërevan

De pie, en medio de la espesura del camino, su grupo aguardaba alerta cualquier tipo de indicación que pudiese darles una pista sobre la localización de la amenaza y del emisor de la llamada. Tëveran sonrió orgulloso a Lithiniel cuando sacó a Renan para localizar el sonido y éste volvió con las indicaciones precisas.

 Maravillosa criatura, mujer - felicitó a la joven elfa, mientras desenvainaba sus espadas encaminándose hacia el foco del peligro.

El aire era fresco, y Tëveran llenaba sus pulmones de él, pues quizás fuese la última vez que pudiese hacerlo. El ansia de batalla llenaba su corazón, como cada vez que se cernía sobre él la posibilidad de entablar combate. Una sonrisa torcida se dibujó en su rostro, mientras el sonido de los latidos en su pecho le animaban a ir cada vez más rápido. Mientras avanzaba, se preguntaba qué tipo de enemigo se encontrarían, e intentaba aplacar el ansia de repartir justicia que ardía en su interior. 

Cuando por fin la espesura del bosque dio paso a la escena, sus pies se pararon, y su cabeza se mantuvo en alerta. Los cuerpos de varios kirath yacían esparcidos en el suelo, mientras que tres figuras se alzaban contra una gran hoguera. Su corazón latía más deprisa al comprobar los ropajes de aquellos seres.

- ¿Quienes sois vosotros y que le ha pasado a nuestros compañeros? - su lengua fue más rápida que su mente, y se limitó a pedir explicación de lo obvio, sin pararse a pensar que la razón de su presencia allí podría ser otra. El carácter impulsivo del elfo se hacía cada vez más patente, mientras empuñaba las espadas en posición para lanzarse al ataque.

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08/08/2016, 15:30
Kenthalas Quinnay (Kento)

En lo alto de las copas de los árboles una lechuza blanca les sigue. En pequeños saltos el ave va desplazándose de rama en rama siguiendo sus pasos. Podría adelantarse y dejarlos atrás pero su amo se encuentra ahí abajo.

Kento alza la cabeza y  ve a la lechuza. "¡Sunnay! ¡Ten cuidado y no te separes!". El pensamiento del mago llega a su familiar gracias al vínculo telepático que les une. Kento , por medio de este vínculo, siente lo que siente su familiar."¡Peligro!" parece decirle Sunnay. Kento asiente mientras continúan avanzando hasta llegar a una zona de densa vegetación.

Mentalmente el mago repasa su repertorio de conjuros para ese día. Si tiene que usar alguno no quiere que le asalten las dudas en el peor de los momentos. Los recursos de los que dispone un mago son valiosos pero escasos. Saber qué usar y cuándo usarlo es un arte tan importante como el de la propia magia.

Hay varios cadáveres...

Instintivamente se pone tras un árbol preparado para defenderse de cualquier ataque. Ve movimiento junto a una hoguera y a unas figuras. Una de ellas es una elfa con unos extraños ojos. Intenta recordar lo que conoce de este lugar y de los Kirath para saber si se trata de una fuerza amiga u hostil.

 

 

- Tiradas (1)

Motivo: Saber Arcano

Tirada: 1d20

Resultado: 12(+10)=22

Notas de juego

Defensa Total.

Tiro Saber Arcano para averiguar algo de la elfa ( si es de los Kirath, si es una maga, etc)

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08/08/2016, 18:31
Lithiniel

La elfas silvana siguió a su majestuosa águila para llegar con celeridad al claro de la sanguinolenta masacre; sus ojos no podían creer que clase de bestia podía haber realizado aquella destrucción en tan poco tiempo.

No obstante le llamó la atención el extraño trío que se erguía en el lugar, algunos eran compañeros, pero no le gustaba la actitud de la semihumana rubia que los mantenía apuntados con su arco. Pero mientras escrutaba la escena, su marido se le adelantó dejándose llevar por sus impulsos y sus ansias de lucha, ante las cuales Lithiniel bajó la cabeza y negó un tanto contrariada para suavizar su rostro al hablar con él y decirle en tono dulce:

-Tranquilízate querido, están en nuestro bando -dijo para acto seguido pasar su mirada a la mujer de los ojos rojos que era la mayor sospechosa de momento- o al menos la mayoría -continuó hablando para luego dirigirse abiertamente a aquellas figuras y decirle con voz sosegada- perdonar nuestro tono directo pero este espectáculo es bastante aterrador y no podemos quedarnos de brazos cruzados ante tamaña maldad, ¿habéis visto algo de lo acontecido? -preguntó en tono tranquilo que rallaba bastante con la sangrienta escena, manteniendo su arco bajado pero aún cargado y tensado.

Notas de juego

Una duda dire, ¿cada vez que de una orden a mi águila debo tirar trato con animales?

Pd: perdón por la errata anterior que puse que era un halcón.

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08/08/2016, 22:45
Ashe

Mientras hacíamos recuento de nuestros recursos para intentar llegar a nuestro destino, escuchamos de pronto un ruido entre los árboles cercanos. Mi instinto me hace levantarme del suelo como un resorte y apuntar el arco tensado en dirección al ruido. ¿Habría vuelto aquella monstruosidad arbórea a por nosotros?

Entonces veo a varios elfos saliendo de entre las ramas. Sin duda han acudido a la llamada del atrakha, pero ¿cómo saber si son aliados o enemigos? Por su apariencia parece una cuadrilla de kirath, pero después de nuestro primer encontronazo con los draconianos y de la masacre que acaba de tener lugar, prefiero pecar de precavida.
Entonces escucho hablar a uno de los elfos, cuya impulsividad no me genera mucha confianza, pero que sin embargo llama compañeros a nuestros caídos. Una mujer habla después, yo decido bajar el arco poco a poco, tal como hace ella.

—Mi nombre es Ashe, y él es Keradriel. Ella es Sermë, nuestra cuadrilla de kirath tenía como misión llevarla de vuelta a Sithelnost, pero por el camino nos hemos encontrado con un enemigo que nos ha superado en fuerzas —hago una breve pausa, mirando primero a los ensangrentados cuerpos de mis compañeros y después a la enorme pira con los restos de una de las criaturas—. Otro como el que aquí arde ahora se perdió entre la espesura persiguiendo al resto de mis compañeros. Aún no ha regresado ninguno, y a estas alturas y tras el sonido del atrakha, si no lo han hecho ya, mucho me temo que no lo harán.

Les miro durante unos instantes, en silencio, sopesando qué posibilidades tenemos ahora.

—Vuestro turno. ¿Qué hacéis vosotros por esta zona? Habéis llegado rápido, ¿hacia dónde os dirigís?

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08/08/2016, 23:05
Director

La mujer a la que flanquea la pareja de kirath que tienes ante ti no parece formar parte de vuestra hermandad. No viste ninguna de las prendas típicas, ni parece que vaya armada. Bien al contrario, lleva ropas sucias y raídas que, junto con su mirada enloquecida, le confieren la apariencia de alguien asalvajado.

Con un simple vistazo no puedes estar seguro de si es o no una bruja, pero desde luego tiene pinta de ser alguien desequilibrada, o enferma, o puede que incluso adicta a algún tipo de sustancia nociva aunque nunca has encontrado en tus estudios como alquimista síntomas como los suyos.

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08/08/2016, 23:09
Sermë

¡Sithelnost! —grita de pronto la mujer con una voz que se asemeja al graznido de un cuervo— Sithelnost está perdida. Hay hombres-dragón por todas partes. ¡La joya de Silvanesti! ¡La cuna del Orador de las Estrellas Sithel Silvanos y de tantos otros grandes héroes de nuestra patria! ¡Perdida, perdida para siempre! ¡Los dioses nos han abandonado!

La mujer, arrodillada en el suelo, se cubre el rostro con sus pálidas manos de largos dedos y llora de manera desconsolada, con sus hombros agitándose con cada espasmódico sollozo.

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09/08/2016, 14:43
Lithiniel

Lithiniel echó un vistazo a sus compañeros y viendo que ninguno se disponía a responder tomo ella nuevamente la palabra, no sin antes mirar alrededor y buscar la bestia quemada para intentar averiguar que clase de criatura es y cómo es la que aún anda suelta. Tras ello miró a la denominada Ashe, que es la que parecía con mayor entereza y autoridad en dicho grupo y le respondió con tono serio:

-Somos Kirath como vosotros, estamos vigilando la zona pues se ha detectado una horda goblin en las inmediaciones y no sabemos si nos atacarán. Nuestro líder y algunos otros de las fuerzas silvanesti se han reunido a varias leguas de aquí para decidir que harán con el ejército de draconianos que ya parece haberse asentado en el norte. Mientras tanto podremos llevaros con nuestro lugarteniente y presentarle a él vuestro informe, por lo que veo parecéis traer noticias sobre los hombres dragón... -termino diciendo un tanto taciturna mientras miraba a la elfa que no paraba de llorar.

La druida se quedó esperando la respuesta de la semihumana, pero antes de partir nuevamente llamó a su águila que sobrevolaba los cielos diciendo:

-¡Vuelve Renan! -dijo a la vez que alzaba su brazo y esperaba unos segundos a que el majestuoso ave se posara en él, para acto seguido señalar la criatura abatida y decirle en tono imperativo -¡Busca! -y finalmente movió su brazo y la rapaz volvió a surcar los cielos.

Debían volver al campamento a informar, pero el monstruo que realizó dicha carnicería, o al menos uno de ellos, aún seguía suelto y no quería que los alcanzara sin previo aviso, así que confió en su fiel compañero para que los tuviera alertados.

- Tiradas (3)

Motivo: Saber naturaleza

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+5)=11

Motivo: Trato con animales

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 4(+8)=12 (Exito)

Motivo: Trato con animales

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 5(+8)=13 (Exito)

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09/08/2016, 15:13
Tërevan

Tëveran miró a Lithiniel por el rabillo del ojo cuando ésta le habló para intentar calmarlo. Nunca se había acostumbrado a un trato cercano e íntimo con una mujer, y hacerlo con la suya le costaba aún cierto trabajo. De mala gana relajó el cuerpo, destensando su espalda y bajando las armas.

Se dirigió a la semihumana, que parecía ser la portavoz del grupo. Le dirigió una sonrisa de disculpa mientras llevaba una mano inconscientemente a su pelo para echárselo hacia atrás.

- Mis disculpas mi señora - su voz había perdido la agresividad con la que había obsequiado al grupo al principio - tiempos oscuros nos acontecen, y uno a veces no distingue amigos de enemigos. Mi mujer ha hablado sabiamente, será mejor que nos acompañéis mientras su animal busca cualquier rastro de la bestia que os ha atacado o del grupo que ha huído.

El guerrero kirath dirigió la mirada a la elfa de tez pálida que lloraba desconsoladamente.

- ¡Que se calle! si no quiere atraer a todas las bestias a dos kilómetros a la rendoda - ordenó con voz autoritaria mientras se dirigía a su grupo - que alguien la calme mientras volvemos, debemos informar de esto. - dirigió una última mirada al resto del grupo para ver que opinaban ellos.