Partida Rol por web

Te resulta imposible ver qué es lo que se oculta en el interior del cambiante remolino de tierra y hojas muertas que parece haberse materializado de la nada, pero sospechas que se trata del origen del movimiento que creíste vislumbrar en las alturas un momento antes de que tus compañeros embarcaran.

La criatura te recuerda de algún modo a los elementales de viento, sólo que pervertido por la misma magia oscura que ha corrompido los bosques de tu patria durante los últimos años. Si la criatura del río a resultado ser un vardigg, un espanto de agua, no te resulta complicado inferir que este invisible atacante debe ser un violento y caprichoso ildriss, un espanto de aire.

- Intenta lanzarle otro hechizo a ese monstruo, ¡pero esta vez apunta bien! 

Condenación! Debemos reunirnos con nuestros compañeros!- Dice el mago – Si lo que nos ha atacado no es un hechizo y es un ser invisible…. Tenemos que ayudarlos.

Perezoso, escondete en mi túnica... dice en un susurro. Y estate atento por si hay algo que no podamos ver...

Nada más acabar el parlamento, empieza a recitar en voz alta. Al acabar un orbe brillante como el fuego sale despedido de su palma hacia el monstruo acuatico...

Tercer Asalto (Se mantienen las iniciativas)
[Orden de iniciativas: Lithiniel (23), Tërevan (21), Kenthalas (20), Erindel (19), Ashe (14), Keradriel (10), Gwyndaewar (9), Ser invisible (6), Ser de agua (4)]
Lithiniel (ilesa)
Viendo que el arco no le resulta una herramienta adecuada para esta batalla, la druida decide emplear sus poderes sobrenaturales para auxiliar a su apurado esposo [conjuro lanzado: "flamear", ataque de toque a distancia: 14+3 (CA ?), golpe, tirada de daño: 2+2]. Lithiniel se acerca cuanto puede a la orilla, llevando su sortilegio hasta el límite de su alcance e impactando con un ígneo proyectil a la criatura acuática. Una nueva llama aparece en su mano lista para ser arrojada de nuevo si desea hacerlo.
Tërevan (herido)
Aprovechando la distracción propiciada por su mujer, el guerrero retrocede ante el ataque de su enemigo para recuperar su arma caída mientras describe un amplio arco con su espada para mantener a raya a la criatura [tirada de ataque: 5+5 (CA ?), fallo]. No logra herirla, pero sí contenerla el tiempo suficiente como para hacerse nuevamente con su espada corta.
Kenthalas (ileso)
El sacerdote de Solinari baja la ballesta y estudia el trascurso de la batalla sabiendo que las actuaciones irreflexivas de poco servirán contra un enemigo desconocido y al que ninguno de vosotros podéis ver. Aunque se haya permitido unos momentos de inactividad física para reflexionar, su mente trabaja a destajo para recordar cualquier cosa que pueda resultaros de utilidad para salir con vida del encuentro.
Erindel (ileso)
Consciente de que no puede lanzar el más efectivo de sus hechizos ofensivos con garantías de éxito en un tiempo razonable, el mago decide poner a prueba la espada que recogió hace un rato del cadáver del clérigo asesinado [tirada de ataque: 13+2 (CA ?), golpe, tirada de daño: 5+1]. Mientras Tërevan retrocede, Erindel hunde la hoja del arma hasta la empuñadura en el acuoso ser. Éste emite un gorgoteante alarido y estalla en cientos de fragmentos líquidos, dejando tras de sí únicamente una extraña roca nacarada.
Ashe (ilesa)
Viendo que el gordezuelo kirath ha sido derribado por un invisible enemigo y escuchando las advertencias de Kento, la semihumana decide tirar de creatividad para localizar al atacante y echa mano a su manta de invierno con la esperanza de poder cubrirle con ella [prueba de "avistar": 11+6 (CD ?), fallo]. Por desgracia, por más que estrecha los ojos tratando de detectar la posición del remolino, le resulta imposible. Tal pronto zigzaguea entre vosotros como se desvanece pare reaparecer unos metros más allá.
Keradriel (ileso)
Todavía armado con su arco, el explorador aguza sus sentidos con la esperanza de rastrear al adversario invisible allí donde su amiga Ashe no ha tenido éxito [prueba de "avistar": 20+7 (CD ?), éxito, tirada de ataque: 7+5 (CA ?), fallo]. Tiene mejor fortuna a la hora de localizar al enemigo, pero no a la hora de alcanzarle con su flecha, que se pierde entre la espesura del bosque circundante.
Gwyndaewar (herido)
Obligándose a recuperar la verticalidad, el orondo kirath blande a ciegas su estoque con la esperanza de vengarse de su agresor [prueba de "avistar": 8+4 (CD ?), fallo]. Sin embargo, la criatura parece hacerse desvanecido.
Ser invisible (?)
Reaparece un instante después a espaldas de Gwyndaewar, como materializándose de la nada [tirada de ataque: ? (CA 15), fallo]. Pero ésta vez el bajito elfo está sobreaviso y se arroja al suelo justo un instante antes de ser golpeado por su invisible adversario.

-¡Ildriss! ¡Es un Ildriss! ¡Un elemental de aire corrupto!- gritó Kento al resto de sus compañeros.

Tiene muchas dudas de la eficacia de una ballesta contra un ser de este tipo. Así que decide aplicar el método del ensayo-error. Viendo desaparecer al ser acuoso con un golpe de espada se mueve para buscar un tiro lo más limpio posible contra el torbellino. Cuando cree encontrarlo alza su ballesta en dirección al enemigo y presiona suavemente el disparador hasta que le sorprende el disparo...

Me quedo un momento quieta al ver cómo el ser informe del río explota, dejando una roca extraña. ¿Qué demonios será eso? No importa, lo comprobaremos más tarde. Ahora hay que conseguir destruir a esta cosa invisible de una vez. Escucho a Kento, que ha conseguido averiguar a qué nos estamos enfrentando. Como es poco probable que ninguna de mis armas haga nada contra el elemental de aire, persevero con mi torpe intento de cubrirle con la manta para conseguir hacerle visible.

El guerrero seguía herido, por lo que después de que aquel ser de agua estallase y tan solo dejase tras de sí una piedra, se cortó un trozo de capa y se vendó la quemadura que su compañero le había causado por error. Los demás peleaban al otro lado de la orilla contra algo que parecía invisible, pero ellos estaban a medio camino en el centro de aquel río, y debían continuar. De poco servía volver a deshacer lo andado, debían avanzar y mirar como estaba la oficial kirath, pues sus compañeros eran muchos y podrían acabar con aquel elemental.

- Erindel, voy a seguir remando para llegar a la otra orilla, ¿o puedes hacer algo desde aquí? volver a ellos sería poner en riesgo la barca, y es la única que tenemos - le informó debidamente a su compañero - si puedes ayudarlos, intentaré mantener la barca aquí quieta, si no es así, sigamos adelante.

La alta elfa contempló aliviada como su marido al fina estaba fuera de peligro, por lo que ahora pasó a centrarse en el ser que los acosaba en aquella orilla, parecía imposible acertarle, por lo que acudiendo a su fiel mascota le dijo en tono serio:

-¡Renan! ¡busca y ataca! -dijo señalando a la masa de aire que se movía casi imperceptiblemente.

Por lo que tras ver como su águila se dirigía ante el ser invisible, aprovechó para intentar acertar con su segundo proyectil ígneo a la criatura.

El mago aún no se ha recuperado de su sorpresa trás acabar con el elemental corrupto. Eh..increible. farfulla. todavía anonadado oye como Tërevan, un guerrero con mas experiencia en combates, ya esta pensando en como actuar.

- Erindel, voy a seguir remando para llegar a la otra orilla, ¿o puedes hacer algo desde aquí? volver a ellos sería poner en riesgo la barca, y es la única que tenemos - le informó debidamente a su compañero - si puedes ayudarlos, intentaré mantener la barca aquí quieta, si no es así, sigamos adelante.

Eh.. como quieras....yo.. necesitaría unas flechas. ¿tienes?  De forma mecánica, casi en trance Erindel recoge la extraña pieza nacarada y envaina su espada. Esto puede ser importante, lo estudiaré después.

-¡Renan! ¡busca y ataca! 

La voz de su compañera le saca de su ensimismamiento. Todavía nota el miedo de su murcielago, pero sabe que debe exigirle más aún, si quieren salir de esta. Perezoso... te necesito...- Hermano, no pierdas la localización de nuestro enemigo. Si se acerca avísame.

Tërevan, aún puede lanzar un hechizo más, pero me gustaría que nos acercáramos. No quiero fallar.Tras un instante de vergüenza, el amago añade. Se que te acabo de decir lo contrario, pero es la primera vez que mato en combate...

Sin mirar a la cara al guerrero, el mago se concentra en la magia, y de nuevo comienza a recitar

Tërevan escuchó a su compañero y acercó la barca para que pudiera lanzar el hechizo.

- ¿Está bien así? -  comentó con dureza, no sabía cuanto tiempo podría aguantar manteniendo la barca a flote en aquel río embrujado, pero Lithiniel estaba allí, en peligro, y todo lo que pudiera hacer por salvarla lo haría.

- ¡Mujer! -  gritó a Lithiniel - ¡abre bien los ojos! ¡que no os pille por sorpresa! - mientras él abría bien los ojos haciendo lo propio.

Cuarto Asalto (Se mantienen las iniciativas)
[Orden de iniciativas: Lithiniel (23), Tërevan (21), Kenthalas (20), Erindel (19), Ashe (14), Keradriel (10), Gwyndaewar (9), Ser invisible (6)]
Lithiniel (ilesa)
Invocando la ayuda de su águila para localizar al invisible atacante, la druida agudiza todos sus sentidos en busca de indicios de la ubicación de la criatura [prueba de "avistar" de Renan: 12+14 (CD ?), éxito, tirada de ataque: 1+ (CA ?), pifia, ataque de oportunidad: ? (CA 14), fallo]. La vista sobrehumana del ave de presa localiza el movimiento del atacante y se lanza a por él, pero se retira en el último instante, temeroso de hacer frente a un enemigo que le supera ampliamente [prueba de "avistar" de Lithiniel: 6+6 (CD ?), fallo]. Su ama trata de descargar las energías arcanas restantes de su último conjuro, pero le resulta imposible detectar la ubicación de su objetivo.
Tërevan (herido)
Aliviado por la destrucción de su acuático oponente, el guerrero se dispone a retomar el lento avance hacia la orilla opuesta cuando Erindel le alerta de que algo no va bien con el grupo de compañeros que han dejado atrás. El espadachín mira en esa dirección pero lo único que ve es a Gwyndaewar rodando por el suelo como una croqueta.
Kenthalas (ileso)
El clérigo de Solinari reconoce la naturaleza sobrenatural de vuestro enemigo, pero una cosa es identificarle y otra lograr acabar con él [prueba de "avistar": 8+5 (CD ?), fallo, tirada de ataque: 10+3 (CA ?), fallo automático]. El remolino viviente parece detenerse continuamente sólo para reaparecer en otro lugar un instante después. Para cuando Kento encuentra un lugar seguro desde el que disparar, el ildriss ya no está donde debería.
Erindel (ileso)
Por los gritos de Kenthalas, Erindel toma consciencia de la amenaza real que amenaza a sus compañeros. Sus conjuros ofensivos no tienen un alcance suficiente y únicamente cuenta con un carcaj vacío con el que aprovisionar su recién adquirido arco corto. No le queda más remedio que resignarse y hacer nuevamente uso de su magia [conjuro lanzado: "impacto verdadero"].
Ashe (ilesa)
La semihumana ve al rechoncho explorador arrojarse al suelo y rápidamente intuye que su invisible atacante debe estar cerca [prueba de "avistar": 19+6 (CD ?), éxito, ataque de toque a distancia: 15+5-4 (CA ?), éxito, superar fallo por ocultación: 99 (CD 50), éxito]. Haciendo gala de un ingenio y una destreza admirables, arroja su manta en la dirección que un instante antes ocupaba Gwyndaewar y ésta se agita violentamente en el aire, poniendo de manifiesto que ha aterrizado con éxito sobre el identificado enemigo.
Keradriel (ileso)
El explorador no desaprovecha la ocasión presentada por su compañera, apresta dos flechas y dispara contra la fantasmal criatura [tirada de ataque 1: 7+5-2 (CA ?), fallo, tirada de ataque 2: 11+5-2 (CA ?), éxito, superar fallo por ocultación: 84 (CD 20), golpe, tirada de daño: 1]. Sendos proyectiles atraviesan la manta flotante y resulta imposible saber si han herido de algún modo o no al ser atrapado en su interior.
Gwyndaewar (herido)
Deteniendo su rodar incontrolado, el orondo kirath echa mano al cuchillo que guarda en su bota y se lo arroja a su atacante [tirada de ataque: 12+4-4 (CA ?), fallo]. Por desgracia, el arma arrojadiza pasa a escasos centímetros del sorprendido elemental.
Ildriss (?)
Furioso y cegado por la pesada manta que le cubre, el espanto de aire se eleva tratando de desembarazarse del lastre antes de cobrarse cumplida venganza.

Tërevan. ¡Necesito estar más cerca! grito el mago al ver como el engendro se elevaba en el aire. ¡Quizás pueda incendiar la manta!

El mago empieza a murmurar de nuevo, preparándose para actuar en cuanto el engendro se encuentre a su alcance

bir ildırım onlara bütün master...bir ildırım onlara bütün master...bir ildırım onlara bütün master...

Repite sin cesar la misma frase mientras su frente se perla de sudor debido a la concentración. El´Li ahora es el momento de echar una mano...

Kento ve como la manta se envuelve entorno a una figura. La criatura asciende en el aire intentando deshacerse de la manta. La buena idea de Ashe parece marcar la posición de su enemigo. Esta ocasión no puede desaprovecharse. El mago vuelve a cargar su ballesta. Al fallar su anterior disparo se había planteado recurrir a su magia para atacar a la criatura. Pero los recursos de un mago son valiosos y limitados a partes iguales. Tan difícil es aprender la magia como saber el momento adecuado en el usar esta.

Por otra parte, un virote bien apuntado puede ser tan mortal como cualquier otro hechizo. Kento disparó de nuevo su ballesta...

Con enorme esfuerzo, el elfo guerrero comenzó a remar en sentido contrario, de vuelta a la orilla en donde estaban sus compañeros.

- ¡Avísame cuando estemos lo suficientemente cerca! - su voz tronaba a través de la refriega que se estaba produciendo en la orilla, mientras sus músculos se tensaban en un esfuerzo por vencer a la corriente y llevar esa maldita barca a flote de nuevo al otro lado.

- ¡Avísame cuando estemos lo suficientemente cerca!

Verás.. un.. estallido..dijo el mago mientras mantenía la concentración.bir ildırım onlara bütün master...seguía recitando No me quedan... muchas fuerzas .. resolpló. Espero.. que funcione..bir ildırım onlara bütün master..

Hermano, mantente atento... manta al suelo... cuidado..intentaba transmitir a su familiar a la vez que se mantenía. Tenía que descargar el conjuro lo más rápido posible, antes de que el monstruo se destrabase. Que inteligente ha sido lo de la manta...Ashe SÍ merece ser una Kirath...

La druida vio con el rabillo del ojo como se acercaba su marido, esperaba que no estuviera muy grave, pues el ser al que se enfrentaba requería toda su magia y no podría atenderlo como se merecía, dado que notaba como sus poderes iban mermando...

Por ello concentró en su nuevo ataque su última llamarada, apuntó lo mejor que pudo, fijándose detenidamente en los surcos y los cambios de aire, en la manta que Ashe había usado tan inteligentemente y el lugar al que su águila intentaba atacar. De esta forma cuando creía que adivinaría el lugar de la bestia, lanzó las llamas sobre un punto en concreto, totalmente segura de que esta vez le acertaría...

¡Sí! Al final la estúpida idea de lanzar una manta al aire no había resultado tan estúpida. Al segundo intento consigo acertar y atrapar al elemental, consiguiendo hacerle más o menos visible para el grupo. Espero que mis compañeros sepan aprovechar el momento, pues no creo que dure mucho tiempo.

Con miedo de que el monstruo logre escaparse y deshacerse de la trampa, saco rápidamente dos flechas de mi carcaj y las disparo en dirección a la manta flotante.

Quinto Asalto (Se mantienen las iniciativas)
[Orden de iniciativas: Lithiniel (23), Tërevan (21), Kenthalas (20), Erindel (19), Ashe (14), Keradriel (10), Gwyndaewar (9), Ser invisible (6)]
Lithiniel (ilesa)
Ahora que la ubicación de la criatura ha sido fijada gracias a la encomiable labor de Ashe, la druida se encuentra en disposición de emplear su magia antes de que el atrapado ser se libere o vuele hasta quedar fuera de vuestro alcance [ataque de toque a distancia: 17+3 (CA ?), éxito, superar fallo por ocultación: 84 (CD 20), golpe, tirada de daño: 1+2]. La esfera ígnea brota de las manos extendidas de Lithiniel y prende fuego a la manta. Con buen criterio, el águila decide mantenerse a una distancia prudencial.
Tërevan (herido)
Si al guerrero le sorprende ver la tela flotante envuelta en llamas, no da muestras de ello y se limita a conducir obstinadamente la balsa de regreso a la orilla de la que salió.
Kenthalas (ileso)
En un alarde de prudencia, el clérigo de Solinari decide reservar su magia para una situación más desesperada que la presente y opta por disparar nuevamente su ballesta ahora que por fin dispone de un blanco contra el que hacerlo [tirada de ataque: 13+3 (CA ?), éxito, superar fallo por ocultación: 70 (CD 20), golpe, tirada de daño: 4]. La flecha parece alcanzar a su objetivo, aunque resulta difícil afirmarlo con certeza.
Erindel (ileso)
La embarcación progresa lentamente a través de las sucias aguas, en parte porque ahora es únicamente Tërevan quien la impulsa y en parte porque no parece probable que la soga o la balsa resistan si no se opera con precaución. Así pues, el instante de presciencia del adivino se disipa y la pareja de navegantes todavía está demasiado como para que Erindel pueda hacer uso de sus conjuros ofensivos.
Ashe (ilesa)
Aprestando rápidamente su arco largo y una pareja de emplumadas saetas, la semihumana dispara de manera simultánea los dos proyectiles [tirada de ataque 1: 16+6-2 (CA ?), éxito, superar fallo por ocultación: 5 (CD 20), fallo, tirada de ataque 2: 5+6-2 (CA ?), fallo]. Una de las flechas vuela considerablemente desviada, la segunda se pierde entre el humo de la manta ardiente y os resulta imposible saber si ha alcanzado o no a su objetivo.
Keradriel (ileso)
Inasequible al desánimo, el explorador prepara dos nuevos proyectiles y dispara uno tras otro sobre la ardiente figura que se aleja por el aire [tirada de ataque 1: 2+5-2 (CA ?), fallo, tirada de ataque 2: 12+5-2 (CA ?), éxito, superar fallo por ocultación: 44 (CD 20), golpe, tirada de daño: 4]. La primera flecha pasa muy por debajo de su objetivo, en cambio la segunda sí logra hacer diana en la criatura.
Gwyndaewar (ileso)
Todavía agazapado, sin acabar de incorporarse del suelo por completo, el achaparrado kirath prepara una flecha en su arco (casi tan largo como él mismo) y dispara contra la criatura en llamas aire [tirada de ataque: 20+4-4 (CA ?), éxito, superar fallo por ocultación: 53 (CD 20), golpe, tirada de daño: 2]. La ennegrecida manta comienza a descender en un suave planeo y aterriza en el suelo, a escasos palmos de la orilla.

-¡Por todos los...!- exclama Kento casi para sus adentros. Pero no termina la frase. Es mejor no hacer ruidos innecesarios en combate.

Hablar más de la cuenta , algo propio de las situaciones estresantes, sólo sirve para que no pueda escucharse a aquel que tenga algo importante que decir. Así que mejor no terminar el aspaviento producido al ver caer la manta cerca del agua. ¿Estaba el Ildriss muerto? ¿Se había esfumado? Desde luego jamás había pensado que uno de los problemas de los elementales de aire era averiguar si había sido derrotado o si, simplemente, había huido.

Prefirió colocar otro virote en su ballesta antes que nada. Y luego echó un vistazo alrededor...