Partida Rol por web

-Uh...¿Que te parece 2490 dolares?

El barman claramente estaba incomodo e incluso asustado de vosotros, pero su codicia aun seguia luchando por no ser robado del todo por aquellos desconocidos, aunque ello implicara enfrentarse con un perro de 1,80 metros de altura.

-Y por supuesto, en cuanto dijo la palabra "Asesino", usted penso que nada mas y nada menos, en los matones de la corte de Verano como primeros sospechosos ¿Me equivoco?- Pregunto disgustado Trueno, preguntando algo que ya sabia por experiencia propia y desgastada.- Normalmente, cuando alguien me llama asesino a la cara, suelo como minimo llamar seguridad y echarles a patadas de mis dominios, pero comprendo que siendo nuevo en la ciudad y estando preocupado por su amigo, es dificil no hacer errores. Pero quiero que comprenda esto...- Trueno acerca su rostro hacia ti, y las arrugas de su cara aumentan al fruncir el ceño.- Si Lancelot, sea por lo que sea, tuviera que matarlo, me habria acercado a su tienda con mis hombres, le hubiera roto cada uno de sus huesos hasta que me hubiera pedido piedad y perdon, y su cabeza ahora mismo estaria en lo alto de una lanza enfrente de su tienda, para que cada Perdido supiera cual es el destino de aquellos que traicionan al Feudo de Miami. Soy un soldado, hijo, no un asesino, no tengo necesidad de ocultar mis intenciones, como los miembros de tu corte.- Trueno se retira, y otra vez vuelve a coger la pluma y un puñado de papeles.-Puedes retirarte, Señor Etrius, ojala pudiera ayudarle mas en su investigacion, pero mi tiempo es limitado y no tengo mas informacion util que decirle, pero este tranquilo, si encontramos a su amigo, le avisaremos el primero.

Eck se encogió de hombros:

- Cuando dije asesino me refería a que quizás podía haber muerto a manos de cualquiera de este Feudo, sea de la corte que sea. Si he venido a preguntarle a usted es por que es el lider de facto del Feudo. Yo tambien soy un guerrero, lo mio es el camino de la espada, no el de la noche y el asesinato, por eso le entiendo. No he venido a insultarle, de hecho, tenemos más en comun de lo que muchos Perdidos tienen en esta ciudad. - Cuando coje los papeles, apura el té y acaba de hablar.- Ha sido un placer y entiendo que esté ocupado, si en algun momento estimo que puedo ayudarle en algo, lo haré. - Dijo retirándose con tranquilidad de la sala.

Lobo se queda un tanto impresionado por el descuento que consiguen con la escopeta. Con la "nos-sé-qué-nata" no han tenido mucho éxito pero al menos ya cuentan con algo y supone que alguno de sus compañeros sabrá utilizarla... aunque no está muy seguro de que vaya a servirles para pasar desapercibidos precisamente.

-Bueno pues creo que eso es todo. Hora de largarnos, ¿no?- mira a Andrew ya que parece ser el más interesado en las transacciones porque el resto no han abierto la boca ni para saludar. Espera fervientemente que cuando haya que tomar decisiones y planear estrategias no sigan así...

Pues nada, nos marchamos. Extiendo el brazo para sellar el trato y de pasada conseguir un poco de su miedo Gracias!

Gracias Lobo, necesitaba algo de esto...

Me encojo de hombros al comporbar que el barman es plenamente consciente del valor del arma que tiene entre manos. En fin, supongo que podemos ir a una ferretería normal a ver si encontramos algún cuchillo de acero o algo así.

- Bien, el winchester entonces, y las ganzúas... 230$, como estos... - saco un fajo de billetes pequeños y cuento rápidamente la cantidad -. Repasa la cuenta, a ver si me he equivocado.

Luego después miro a mis compañeros.

- ¿Alguno de vosotros sabe usar esto?

-Si, 230$, ni uno menos ni uno mas.- Afirmo el barman, repasando de manera muy eficiente y rapida el dinero otorgado por Andrew, e igualmente metiendosolo en el bolsillo con la misma celeridad.- Ha sido un placer hacer negocios con vosotros.- Se despidio cordialmente, dandole la mano a Elias aun con cierto temblor.- Pero me tengo que largar, asi que... Uh, el brazo ¿Me lo puedes devolver?

Elias desperto del trance y retiro la mano a tiempo para no inquietar aun mas al proveedor y hacerle gritar de panico, ha costado sacar provecho del glamour producido por otro, pero nota como un poco de poder le recorre el cuerpo, suficiente para usar un pequeño contrato en caso de necesidad.

El bar se cierra tras vosotros y un panel metalico os separa de estar en la oscura y urbana callejuela a volver a la iluminada y apestosa barra con bebida y armas para aquel que quiera jugar a peleas de bar con dificultad mortal añadida. Es tarde para cenar, pero la noche aun es joven y podeis hacer una ultima incursion antes de volver a vuestra rutina diaria, o por lo menos, tiempo suficiente para decidir quien se va llevar consigo una ganzuas y una escopeta a casa, presuntamente, mejor aquel con una gabardina suficiente larga para que la policia le detenga por uso ilegal de armas de fuego.

Despues de tu entrevista con Trueno, sales sin nigun problema a la calle, recorriendo las avenidas de Downtown Miami mientras las luces de neon de color verde chillon te iluminan el camino y atraen a tu atencion a las miles de tiendas y negocios cerrados que hay en las proximidades, desde "Alimentos ecologicos de la abuela gertudris" a "XXX-private: investigamos los trapos sucios que nadie quiere investigar", pero solo una te atrae realmente la atencion, una pequeña tienda de antiguedades, una parecida a la que regentas tu, y regentaba Lancelot, pero quizas no el mismo Lancelot que conocias, o quizas, uno que nunca pudiste conocer.

En mitad de tus pensamientos, notas algo raro y giras la cabeza, viendo como un coche enciende el motor y continua su camino hacia dios sabe donde, pero mientras le ves marchar, habrias jurado que has visto ese coche antes, despues de salir de las oficinas de Trueno, detras tuya unos minutos despues de que salieras por la puerta.

Una vez fuera Lobo está a punto de suspirar de alivio, pero eso no llega a producirse dado que el local no puede decirse que le infunda mucha tranquilidad.
-Supongo que nuestro compañero agente sabrá usar esas cosas- dice a Andrew en relación al arma que acaba de adquirir al parecer sin que ni siquiera sea para él. Menuda sorpresa encontrarse con alguien que no actúa por interés propio.

-Podríamos ir a la dirección que nos ha dado Rollo y echar una ojeada. Desde luego no vamos a intentarlo hoy pero podemos hacernos una idea de la zona y demás- se encoge de hombros dejando claro que no tiene nada mucho mejor que hacer. Al menos hasta que llegue el martes.

Eck memoriza el tipo de coche que es, y luego sigue su camino con nostalgia, camino de una cafeteria donde tomarse algo con energía y despejarse. Luego, una vez sentado al lado de la barra, con relajación llama por movil al resto, marca el numero de Lobo:

- Lobo, ¿Donde os encontráis? Necesito hablar con ustedes.

Miro a Eckahart.

- ¿Entonces este regalito es para ti? - le digo tendiéndole la escopeta - Al menos guárdanoslo mientras vamos por la calle, no creo que vayamos muy lejos con un rifle en la mano...

Escucho la propuesta de Lobo.

- Uhm... no se si andar merodeando por allí va a ser una buena idea... Tal vez podríais ir dos de nosotros... Los que seáis más discretos y penséis que seréis capaces de que nadie os vea. Quizá incluso podría ir yo...

Una melodia artificial suena en el ambiente, y algo dentro de los bolsillos de Lobo empieza a vibrar, cuando Lobo comprueba de que se trata ve que su movil esta recibiendo una llamada de Eckhart. Este acepta la llamada y comprueba de que se trata.

- Lobo, ¿Donde os encontráis?-Preguntan por la linea con una voz que estas seguro de que se trata de Eckhart.- Necesito hablar con ustedes.