Partida Rol por web

El agreste valle

Aventura | 3. La hechicera de las montañas

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25/02/2014, 01:42

La vida no había sido muy buena contigo, una juventud marcada por el salvajismo de los Enanos grises, o como se conocen comúnmente, los Duérgar. Aún los oscuros pensamientos llegan a tu cabeza, los recuerdos que llegan cada vez que pasas tus manos por la espalda y hombros y sientes las cicatrices hechas por los látigos. Aún te preguntas como pudo tu padre venderte?. Eras muy pequeño entonces, pero algo recuerdas.

Pero el pasado había quedado atrás, y en el último año habías empezado a forjar una nueva vida, una vida que ocultara los sufrimientos pasados, te enlistaste en la milicia de Riba de Ashaba, un pueblo que se erigía sobre el río Ashaba, en el valle de la bruma, Al sur del valle de la sombra.
Las dotes y el talento eran evidentes y rápidamente pasaste a ser jinete de la bruma, lograste hacerte la confianza del capitán de los jinetes y pronto te convertiste en el sargento más próximo a él. Tu misión principal consistía en enviar y recibir mensajes a lo largo y ancho del Valle.

Pero una misión especial llegó a tu puerta justo antes de que saliera el sol. Dos cartas que debías llevar: Una al Valle de la sombra y la otra al Valle de la Daga, más precisamente a cataratas de la Daga. 5 Jinetes de la bruma partieron a tu servicio, como escolta de los mensajes, el camino por la ribera del Ashaba no era muy peligrosa, pero habían notificaciones de actividades Drow en la Zona, así que un grupo de espadas suficiente llevabas para no ser blanco de una emboscada.

Y así fue, el mensaje se entregó en el valle de la sombra sin ningún tipo de problemas, pero sabías que el camino más corto hasta cataratas de la Daga era también el más peligroso. O dabas un rodeo hacia el oeste y un poco al sur a través del camino Norte hasta que se interceptara con el camino de Tethyamar, o atravesabas las colinas de la daga por un sendero oculto y en desuso que llevaba directo a la ciudad, te ahorrarías mucho tiempo por ese trayecto.

No eras tan estúpido para ir 6 hombres solos por el sendero oculto, pero el destino quiso que tu decisión cambiara: Una caravana mercante tenía el afán de llegar rápido a cataratas, la caravana estaba bien custodiada por soldados a sueldo, además se le habían adherido un mediano mercenario de nombre Benen y un bardo trotamundos. Decidiste unir fuerzas con la caravana y avanzar juntos para entregar el mensaje rápidamente, no fue la mejor decisión......

En medio del camino, fueron emboscados por orcos, pero no era una patrulla común, habían orcos en un gran número y lobos huargos con ellos montados por Goblins guerreros, también un par de Ogros y hasta un gigante Ettin. La emboscada fue una carnicería completa, nada pudieron hacer ante la fulminante emboscada. 

El bardo sin mucho que hacer en el combate, encontró una madriguera vacía y se escondió allí, tú lo seguiste, sabías que pecarías de cobarde y no era justo que tus hombres murieran y tú no, pero el instinto de sobrevivir era más fuerte que el del honor, la vida te lo había enseñado.
Juntos se escondieron hasta que todo pasó, los orcos se llevaron el Botín y quemaron los cadáveres de los muertos en una pila, a los pocos sobrevivientes se los llevaron a rastras, entre golpes y abusos.

Al poco tiempo, apareció en la escena el mercenario mediano, él se había logrado esconder también, eran los únicos 3 sobrevivientes de la caravana que estaban libres. Seguir a los orcos era una decisión que halaba al guerrero para liberar a los prisioneros, pero también era estúpido, muy estúpido y así lo dejó claro el mediano que empezaba a aflorar un carácter recio y duro. 

Decidieron entonces seguir adelante, estaban más cerca de Cataratas de la Daga que del Valle de la sombra, además, El mensaje debía ser entregado. La fortuna tampoco los acompañaría. El trío de viajeros fue capturado por una partida de guerra compuesta de solo orcos, quizá una veintena que portaban dos símbolos diferentes en tatuajes y en dibujos en sus armaduras, yelmos y escudos: Un ojo sin párpado y una mano blanca sobre un fondo negro.

Luego de un par de días de marcha como cautivos, llegaron al lugar de destino, una caverna excavada sobre un risco, allí fueron conducidos a una habitación oscura con olor a mierda y humedad. Fueron encadenados con grilletes empotrados a la pared, pero no eran los únicos prisioneros: Un semiorco, Un SemiDrow, una Mediana y un Enano (Códice, Fewyhn, Ladfiena y Klain) también permanecían encadenados a las paredes de la caverna.

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25/02/2014, 01:43

¡A la mierda todo! 

Fue tu expresión antes de huir del puente de la serpiente, Malditos enanos, pensabas constantemente mientras cogías camino al sur, de regreso a hondonada de Anathar.

¡A la mierda todo! Pensaste cuando llegabas a la pequeña villa, no querías ni debías dar explicaciones al semielfo que los contrató para recuperar el libro perdido, así que seguiste de largo.

¡A la mierda todo! Dijiste para tus adentros cuando el valle de la daga quedó atrás, las esperanzas rotas de un futuro lleno de proezas y riquezas, el valle de la daga estaba contratando mercenarios y pagaban muy bien. Pero ahora tenías a tus pies el valle de la sombra, quizá algún aventurero pasara reclutando gente, o el alguacil necesitaría ayuda con algo, quizá un mercader en apuros necesitara alguien con cualidades especiales.
Los días pasaron y nada de eso llegó, el dinero empezaba a escasear por los lujos que se daba el mediano mercenario y por la exquisita hidromiel de la famosa posada de la vieja Calavera.

Un buen día, el destino quiso jugarte una carta.

Una caravana mercante tenía el afán de llegar rápido a cataratas, la caravana estaba bien custodiada por soldados a sueldo, además se le habían adherido un sargento de la guardia del valle de la bruma con otros 5 soldados y un bardo trotamundos. Decidiste unir fuerzas con la caravana y avanzar juntos para llegar rápido a cataratas de la daga dónde las promesas de trabajo pululaban, decidiste darle una oportunidad más a ese territorio del norte de los valles, no importaba que eso implicara atravesar las colinas de la Daga por un sendero en desuso y peligroso, no fue la mejor decisión......

En medio del camino, fueron emboscados por orcos, pero no era una patrulla común, habían orcos en un gran número y lobos huargos con ellos montados por Goblins guerreros, también un par de Ogros y hasta un gigante Ettin. La emboscada fue una carnicería completa, nada pudieron hacer ante la fulminante emboscada. 

Como instinto salvaje, corriste a esconderte, sabías que no tenías oportunidad contra los atacantes. Empezaba a ser una constante en tu vida de aventurero. El bardo sin mucho que hacer en el combate, encontró una madriguera vacía y se escondió allí, junto al sargento de la guardia quien cobardemente dejó que sus hombres fueran masacrados para él salvar el pellejo.
Los tres se escondieron hasta que todo pasó, los orcos se llevaron el Botín y quemaron los cadáveres de los muertos en una pila, a los pocos sobrevivientes se los llevaron a rastras, entre golpes y abusos.

Eran los únicos 3 sobrevivientes de la caravana que estaban libres. Seguir a los orcos era una decisión que halaba al guerrero para liberar a los prisioneros, pero también era estúpido, muy estúpido y así lo dejaste claro con caracter recio y determinado.

Decidieron entonces seguir adelante, estaban más cerca de Cataratas de la Daga que del Valle de la sombra. La fortuna tampoco los acompañaría. El trío de viajeros fue capturado por una partida de guerra compuesta de solo orcos, quizá una veintena que portaban dos símbolos diferentes en tatuajes y en dibujos en sus armaduras, yelmos y escudos: Un ojo sin párpado y una mano blanca sobre un fondo negro. Ni siquiera tuviste el tiempo suficiente para ocultarte.

Luego de un par de días de marcha como cautivos, llegaron al lugar de destino, una caverna excavada sobre un risco, allí fueron conducidos a una habitación oscura con olor a mierda y humedad. Fueron encadenados con grilletes empotrados a la pared, pero no eran los únicos prisioneros: Un semiorco, Un SemiDrow, una Mediana y un Enano (Códice, Fewyhn, Ladfiena y Klain) también permanecían encadenados a las paredes de la caverna.

¡A la mierda todo! musitabas mientras ajustaban tus brazos a la pared mediante los grilletes, quizá hasta aquí habrías llegado en tu corta vida.

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25/02/2014, 01:43

La vida te había llevado al Valle de la sombra, por diferentes razones, la principal era que no eras un hombre de estarse en un solo sitio y siempre querías estar viajando. Luego de una temporada en el Valle, empezaste a querer seguir el camino, y justo la oportunidad llegó a tus pies, en dirección norte.

Una caravana mercante tenía el afán de llegar rápido a cataratas de la daga, aventurándose por un sendero peligroso que atravesaba las colinas de la daga, pero la caravana estaba bien custodiada por soldados a sueldo, además se le habían adherido un mediano mercenario de nombre Benen y un sargento de la guardia del valle de la bruma con otros 5 soldados a su cargo. Decidiste unir fuerzas con la caravana y avanzar juntos para llegar lo más pronto posible al destino......

En medio del camino, fueron emboscados por orcos, pero no era una patrulla común, habían orcos en un gran número y lobos huargos con ellos montados por Goblins guerreros, también un par de Ogros y hasta un gigante Ettin. La emboscada fue una carnicería completa, nada pudieron hacer ante la fulminante emboscada. 

Sin mucho que hacer en el combate, encontraste una madriguera vacía y allí fue el lugar para esconderte, te llevaste casi a rastras al sargento del Valle de la Bruma (Lance), dejando atrás a sus hombres para morir, pero salvando su vida.
Juntos se escondieron hasta que todo pasó, los orcos se llevaron el Botín y quemaron los cadáveres de los muertos en una pila, a los pocos sobrevivientes se los llevaron a rastras, entre golpes y abusos.

Al poco tiempo, apareció en la escena el mercenario mediano, él se había logrado esconder también, eran los únicos 3 sobrevivientes de la caravana que estaban libres. Seguir a los orcos era una decisión que halaba al guerrero para liberar a los prisioneros, pero también era estúpido, muy estúpido y así lo dejó claro el mediano que empezaba a aflorar un carácter recio y duro. 

Decidieron entonces seguir adelante, estaban más cerca de Cataratas de la Daga que del Valle de la sombra. La fortuna tampoco los acompañaría. El trío de viajeros fue capturado por una partida de guerra compuesta de solo orcos, quizá una veintena que portaban dos símbolos diferentes en tatuajes y en dibujos en sus armaduras, yelmos y escudos: Un ojo sin párpado y una mano blanca sobre un fondo negro.

Luego de un par de días de marcha como cautivos, llegaron al lugar de destino, una caverna excavada sobre un risco, allí fueron conducidos a una habitación oscura con olor a mierda y humedad. Fueron encadenados con grilletes empotrados a la pared, pero no eran los únicos prisioneros: Un semiorco, Un SemiDrow, una Mediana y un Enano (Códice, Fewyhn, Ladfiena y Klain) también permanecían encadenados a las paredes de la caverna.

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25/02/2014, 01:43

Poco recordaban después de despertar ¿Qué había sucedido?, eran muchos los enemigos que los rodeaban, Abrahel y Klain yacían moribundos en el suelo, mientras Ladfiena caía pinchada por varias flechas, y Fewyhn la seguía después de un tajo del Alfajón del orco. Eso fue lo que observó Códice antes de que su vista se nublara por el puñetazo del gran orco sargento. Antes de caer al suelo, vio como la sombra del Elfo Beleg empezaba a correr hacia afuera de la caverna para salvar su pellejo.

El semiorco fue el primero en despertar, estaba encadenado con unos grilletes empotrados a la pared, la habitación era muy familiar: Era la misma habitación donde hacía unas horas habían rescatado a un grupo de esclavos. En su misma situación estaban algunos de sus compañeros: Ladfiena, Fewyhn y Klain permanecían inconscientes todavía, amarrados igual que codice pero con las heridas toscamente tratadas. Fewhyn estaba completamente desnudo salvo un pedazo de tela que le rodeaba su torso una y otra vez, cubriendo la fea herida que le había ocasionado el Alfajón del orco. Ladfiena estaba vestida con un camisón que ciertamente no era de su talla, pero le cubría todo su cuerpo al menos, no habían rastros de flechas y sospechaba que donde penetraron, ahora habían bandas de tela y harapos para cubrirlas. Klain, al igual que el clérigo vestían únicamente con sus pantalones, pero el Enano había podido ocultar una cosa (o la cosa se había ocultado en el Enano): Su pequeño ratón de campo salía de su maraña de pelo y de su barba, buscaba algo de comida que hubiera quedado enredada en las marañas y volvía y desaparecía. No había rastro de Beleg ni de Abrahel. Códice se temió lo peor.

El tiempo pasó, difícil era discernir cuánto pasaba, la habitación era completamente oscura y de cuando en cuando ingresaban un Goblin acompañado del sargento orco, al que se refería como Reklag y revisaban las heridas de los moribundos que aún se debatían en contra de la muerte. Codice permaneció en silencio durante esos días silenciosos antes de que el primero de sus compañeros despertara: Ladfiena. Más tiempo pasó y despertó Klain, luego más tiempo y despertó Fewhyn. Todos preguntaban que había sucedido, todos tenían esa misma expresión de miedo en sus ojos, pero todos habían sido calmados por el clérigo del grupo.

A partir de allí, los días o las horas (?) pasaban un poco más rápido, las conversaciones hacían que el tiempo avanzara más deprisa, o al menos eso creían ya que de cuando en cuando, el mismo sargento orco (Reklag) traía algo de comer y de beber para los prisioneros y él mismo se las daba para que las ingirieran. Agua del arroyo, pan podrido y queso con gusanos era todo lo que recibían, aunque aún recuerdan el guiso de lombrices que prepararon un día. Pero el tiempo seguía pasando y pasando y todos los días eran iguales, oscuros y largos. Poco a poco las heridas fueron cerrando hasta quedar completamente sanadas, el tiempo se había encargado de ello, pero habían heridas que ni la magia podía curar: La fatiga y el hambre, las condiciones eran infrahumanas.

El tiempo seguía transcurriendo y observaron como Reklag iba perdiendo la paciencia, al principio se divertía dándole una cachetada al semiorco, pero no tardó mucho en que la cosa se pusiera más violenta. Llegaba de la nada a la celda junto con un par de orcos armados, desataba al semiorco y se lo llevaban. Al rato volvían con Códice completamente destrozado, con heridas abiertas, labios inflamados, moretones en los pómulos y cortes en la frente, las palizas cada vez se tornaban más violentas. Luego Klain pasó a ser víctima de dichos juegos de orcos también. El Enano y el mestizo la pasaban muy mal, pero incluso ellos se apiadaron del pobre Beleg:

La habitación a la que eran conducidos para las palizas, era el lugar donde el Elfo permanecía, aún vivo, pero irreconocible completamente. Siempre lo encontraban completamente desnudo y amarrado a una mesa, con el cuerpo extendido completamente. Su cara hinchada carecía de expresión y la falta de dedos en las manos y en los pies dejaban evidencia de una tortura implacable por parte de los orcos, su miembro viril había desaparecido también, y cada vez que El semiorco o el Enano ingresaban, Beleg ni se inmutaba, no se movía, no decía nada. A duras penas respiraba.

El tiempo siguió transcurriendo y las esperanzas de que Gastlod Manodura (Capitán de los guardianes del alba) enviara un contingente de guerreros a rescatarlos se había desvanecido por completo! Justo cuando la muerte empezaba a tener mejor sabor que seguir con vida, los orcos desataron a los cuatro prisioneros y los llevaron a través del pasillo que ya había recorrido antes, giraron a la izquierda, y llegaron a una habitación llena de huesos en el piso, era una habitación de unos 5 metros de diámetro con huesos esparcidos en todo el suelo y las paredes, huesos de animales, pero también cráneos humanoides. La habitación finalizaba en una puerta con inscripciones, simbolos y runas hechas en sangre que ya estaba seca. La puerta se abrió de par en par y dejó ver una habitación rectangular, alargada, un par de columnas sostenían el techo excavado y al final un altar con dos símbolos adornaban la estancia: El primer simbolo era el de un ojo sin párpado, el simbolo de Gruumsh, todos lo conocían. Pero el otro simbolo, solo Códice, con un gran esfuerzo por parte de su mente, pudo reconocer: Una mano blanca en un fondo negro. Era el símbolo de Yurtrus, un antiguo Dios de los orcos, el Dios de la muerte y las enfermedades.

Un contingente de Goblins (quizá unos 10) y un par de orcos se arrodillaban en el suelo cerca al altar, en oraciones precedidas por otro orco vestido de negro, un orco que ya era conocido: El Shaman orco por el que todo esto había empezado, al que los orcos se referían como Sok Ul Makum. Las oraciones siguieron por horas en un ritual donde los presentes ni se inmutaban y los prisioneros eran obligados a ver.
De una puerta posterior al altar, salieron 9 hombres completamente desnudos y encadenados; 6 prisioneros y 3 exploradores, quizá esos eran los 9 prisioneros que tenían en frente, o quizá no. A cinco de ellos ya conocían, eran los prisioneros que habían rescatado. Una tristeza recorrió los corazones de los héroes al enterarse de que habían sido recapturados, pero lo peor estaba aún por llegar.... 

El ritual continuó y como cerdos en un matadero, fueron asesinados uno a uno los nueve, ante las alabanzas que se iban convirtiendo en éxtasis con las palabras del Orco nigromante, cuando el cuchillo se clavó en el corazón de la última víctima, un silencio sepulcral invadió la estancia y una ráfaga de viento helado llegó los cuerpos de los presentes. Era la presencia de Yurtrus en la habitación, satisfecho por el sacrificio, todos lo sabían y ninguno pronunció palabra ni forzó movimiento hasta que pasaron unos minutos que parecieron horas. El sacerdote culminó el ritual y mientras los creyentes se retiraban, se acercó a los prisioneros y los examinó uno a uno, acariciando los rostros con sus carrasposas y cayudas manos. -El gran rey tomará de buen grado estos prisioneros. -Le dijo el shaman al sargento en su idioma natal (luego fue traducido por Códice o por Klain) -Aceptará a Ighnomer como su consejero de guerra, no hay duda! -Sonrió y dejó ver sus colmillos afilados y amarillentos. -Que coman algo, la partida de guerra ya está por llegar.

Como un esbirro entrenado, el sargento orco de nombre Reklag obedeció al Shaman y llevó a los prisioneros a la celda, les brindó a todos una manta para invierno y un plato de comida caliente: Alas de codorniz con pan viejo, gachas y queso relativamente fresco. Todo un banquete que los cuatro prisioneros disfrutaron al máximo, incluso después de ver la espantosa escena de sacrificio.
Al siguiente día los alimentaron igual de bien, dos veces y se veía notoriamente como recuperaban las fuerzas, las palizas cesaron completamente. Hasta que las puertas se abrieron de nuevo: El sargento llegó con tres prisioneros nuevos, nunca los habían visto antes. Un mediano (Benen), un Hombre fortentoso (Lance) y otro hombre con mas delgado (SIR EDRICK).

Notas de juego

Primer castigo por haber muerto: Leer y leer!!

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26/02/2014, 04:52

Se encontraban los siete a solas en la habitación, luego de que el sargento orco los llevara a los tres nuevos prisioneros junto a los otros en la celda, los dejara bien asegurados y se retirara.

No había mucho que hacer, salvo hablar en susurro, esperando, en el mejor de los casos, un plato de comida. O en el peor de los casos...... Mejor ni pensar en eso.

Es su turno.

Notas de juego

Bueno amigos, así iniciamos el capitulo 2 de esta historia, al final son 6 en el grupo + 1 PNJ (Klain).

Por ahora no hay nada que puedan hacer salvo interactuar entre ustedes!!

Proximo turno: Viernes en la madrugada (Hora servidor)

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26/02/2014, 19:07
Fewyhn Drazth

El pecho de Fewyhn ardía era ese calor lo que despertó... Al abrir los ojos todos estaban allí, pero no todos estaban. Sus ojos fueron directos a Ladfiena La había visto caer... parece estar bien. Luego repasó una a una las caras que allí estaban Sucios humanos y elfos... pero no estaba Abrahel. Su corazón se encogió y sus ojos se llenaron de odio. Su odio resbalaba por sus mejillas. Estaba atado y despojado de todo orgullo, su odio no paraba de crecer dentro suya... Imbécil, eso es lo que he sido. ¿Cómo pude...? Vio al semiorco y vio lo patético que se veía con esas ropas, casi le parecía una mofa. El enano parecía también vivo. Y Fewyhn forcejeaba con los grilletes, parecía inútil salir de ahí.... pero lo seguiría intentando.

- Tiradas (1)
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26/02/2014, 20:24
Benen Bajorrama

-Mierda de..-Juramentó el mediano intentando salir de sus grilletes.-Joder, salir de mi tierra por la invasión de los orcos y encontrármelos aquí... Puta mala suerte... 

Allí había un grupo de lo más variopinto. Casi le recordaba a aquella caterva de suicidas que había muerto junto al puente de la serpiente... lo que a la vez le preocupaba y le calmaba. No moriría solo después de todo.

Sin sus herramientas ni posesiones nada podía hacer. Su mejor baza era salir de allí en cuanto se presentara la ocasión. Al ser de natural sigiloso no lo encontrarían si no se dejaba... Pero debía ser más precavido.

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27/02/2014, 00:01

La muerte cayó sobre la Paladina, o al menos eso creyó cuando sus heridas se hicieron más fuertes de lo que su cuerpo pudo soportar.

Durante mucho tiempo la sirviente de Torm soñó, sueños con demonios, con antepasados infernales que llegaban del abismo para asolar las tierras de Faerûn y las gentes que habitaban en ella. Ejércitos enteros de demonios que atravesaban portales e invadían los bosques y esterilizaban las fértiles tierras por las que pasaban. Ejércitos enteros de hombres caían como moscas ante las espadas de fuego y los látigos de sombras.

Allí se encontraba Abrahel, con su espada bastarda, pero se encontraba sola acompañada únicamente de una oscuridad profunda que sus ojos no podían penetrar, los latidos del corazón retumbaban en su interior BUM BUM BUM como tambores de guerra BUM BUM BUM
El llanto de un niño desvió u atención, pero nada podía ver. Luego el chillido de una mujer la hizo girar 180 grados. El susurro de un anciano hizo que volteara de nuevo y luego varias voces empezaron a hablar desde todas las direcciones, acercándose cada vez más y más, pero sus ojos no percibían nada, solo la amarga oscuridad negra como el mar en las noches sin luna.
Se seguían acercando hasta que casi sintió que estaban cerca a su cara, pero nada aparecía delante de si. Empezó a gritar lo más fuerte que pudo, quizá de miedo o quizá de desesperación, pero de su boca no salió ni un solo sonido. Intentó gritar más fuerte, pero solo logró brotar sus venas del cuello y acelerar aún más los latidos de su corazón. Todo se puso en silencio de repente.

Y así de repente, un rostro apareció en medio de la oscuridad, una mujer hermosa, pero de una belleza exótica, diabólica, con alas de murciélago y cuernos de cabra, pero con rostro delicado. Pequeñisimos colmillos salieron de su boca mientras susurraba -Hija, hija mia.... Es hora de despertar!.

Y de repente todo cambió. Despertaste. Ya no te encontrabas en esa habitación oscura y silenciosa, ahora te encontrabas en una habitación adornada con antorchas en las cuatro paredes, estaba acostadas sobre un colchón de paja con varias cobijas de piel de oso, lobo y castor encima, completamente desnuda. Tus heridas ya habían sanado y te encontrabas bien, pero bastante desorientada. Solo podías pensar en el sueño, habías oído la historia de un ejército de demonios que llegó a Faerûn, pero fueron derrotados, y había sido muy lejos al norte y al oeste, atravesando el gran desierto, la última imagen seguía llamándote la atención.

-Estuviste varios días inconsciente -Dice una voz ronca y áspera en idioma común, te levantaste de un solo movimiento, pero las cadenas atadas a tu pie izquierdo impidieron que pudieran avanzar. No habías visto al hombre encapuchado que se encontraba sentado en en una silla, detrás de una pequeña mesa que sostenía un enorme libro abierto, una pluma, algo de tinta negra, una jarra de plata y un cuento con algunas frutas..

Notas de juego

Castigo por haber muerto= A leer se dijo!!

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27/02/2014, 00:37
Ighnomer

- No temas, tranquila, no te voy a hacer daño -Dijo el hombre mientras se levantaba lentamente. Agarró el cuenco ed frutas y la jarra y las llevó hacia ti. -Toma, debes tener sed y hambre, no bebas ni comas todo de una o tu cuerpo no podrá soportarlo. -El tono parecía amable y ciertamente era muy bien educado, al menos muy bien letrado. -Mi nombre es Ighnomer, o como quieras llamarme Lady Abrahel Ishtar. -Sonrió mientras tú lo mirabas desconcertada, comiendo y bebiendo tímidamente.

Empezó a mover los dedos haciendo un gesto extraño y luego bramó unas palabras en un idioma que jamás habías escuchado. -Tú serás mi esposa y yo seré tu protector -Dijo en tono suave y apacible a la vez que exhibía una sonrisa amena.
La cabeza te dio vueltas durante un par de segundos pero después volviste en si, te llevaste las manos  la cara para frotarla y no entendías lo que sucedía ¿A qué se debía esa exclamación? y todas esas palabras?, comprendiste rápidamente que te había lanzado un hechizo, pero ciertamente no te había hecho ningún efecto, pero ¿Sabría él que no había hecho efecto? -Quiero que seas mia y quiero que me des un hijo! Descuida que yo te protegeré siempre de las desgracias que azotan el universo!

El hombre se quedó esperando tu respuesta durante unos instantes....

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tu turno. A medida que vayas respondiendo yo voy posteando.

Recuerda no poner a nadie más como destinatario. 

A JUGAR!

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27/02/2014, 00:31
Lance Brazolargo

El guerrero, cansado de la marcha forzada que había hecho como prisionero y de pensar en sus compañeros caídos, se encontraba cabizbajo con las manos atadas a la pared por los grilletes, pensando en la buena fortuna que habian tenido al haber escapado de un primer ataque, pero maldiciendo el haberse encontrado con otro grupo de orcos despues...esa celda le recordaba parte de su vida pasada, el olor a inmundicia era insoportable...y además habia un enano alli!....

el forcejeo de aquel extraño Drow con los grilletes le hizo despertar de su ensimismamiento, levantando la cabeza para inspeccionar detalladamente el lugar en donde se encontraba y para detallar mas a aquellos individuos que se encontraban allí, quienes le producian algo de desconfianza...

Miró a Benen y le dedico una pequeña sonrisa, en respuesta a su histeria...Tranquilo compañero, salimos de una y saldremos de esta...solo intenta escabullirte como lo hiciste hace algunos dias, eres el experto en estos asuntos

 

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27/02/2014, 20:48
Rivoel Docanto

El joven y, a pesar de la situación, afable medioelfo, miró a los presentes, quedó pensativo uno segundos y luego, con dulce y amable voz  pronunció dirigiéndose a todos:  ¿Se han dado cuenta de que representamos a las principales razas humanas? Sin duda parecemos elegidos para protagonizar una epopeya. Aunque la situación no sea del todo digna, si lo parecemos los aquí presentes. Auguro pues que en breve mejorará nuestra situación, aunque nuestros captores no creo que estén  de acuerdo con esta idea…. Si somos, como así lo creo,  oportunos personajes de futuras leyendas, deberíamos encontrar, en no mucho tiempo,  el modo de salir de aquí… de una pieza… se entiende…

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01/03/2014, 02:41

El Enano bufó ante el comentario del recién conocido bardo, pero permaneció en silencio con la mirada perdida. De repente y para sorpresa de los tres recién llegados, un pequeño ratón de campo salió de entre sus barbas y empezó a hurgar en el suelo en busca de boronas y de comida sobrante, luego volvió a meterse entre sus marañas de pelo y barba marrón

Benen intentó zafarse de las cadenas, pero sus esfuerzos solo consiguieron que sus muñecas empezaran a sangrar un poco y que la carne viva quedara expuesta, esas cadenas no iban a ceder por más que lo intentara. 

Esa misma noche, se escucharon gritos de jolgorio y algarabía, provenientes de algún lugar del complejo, los orcos celebraban, los cantos y las maldiciones llegaban como susurro a la celda, cargadas de excitación. La cena nunca llegó y la noche fue larga y silenciosa, dormir con esas cadenas era un verdadero suplicio, en especial para los tres recién llegados. Al menos, los otros se habían acostumbrado parcialmente.
El siguiente día llegó, o así lo entendieron, cuando un orco de hombros anchos y brazos gruesos apareció en la instancia acompañado de otros tres orcos a su servicio, llevaban cuencos con algún guiso que obligó a trgar a los prisioneros, el sabor era repugnante, pero los estómagos pedían algo a gritos.d 

 -Pequeños Mozhog* tener que comer y descansar, partir cuando luz irse. -- Embutió con sus manos las partes sólidas del guiso e hizo beber el resto a los héroes.

El día transcurrió como los otros, con apenas palabras cruzadas entre los desmoralizados prisioneros. Pocas palabras pero al menos sabían porque se encontraban allí:
El trío que llegó a lo último fue emboscado por una partida fuerte de orcos y goblinoides, acompañados de lobos huargos y hasta un Ettin, venían en una caravana mercante. Solo ellos tres lograron escapar, para luego ser aprisionados por una partida de una veintena de orcos guerreros, una partida de guerra que portaba símbolos de Gruumsh (ojo sin párpado) y de una mano blanca sobre un fondo negro, la partida de guerra los había traído directamente a la prisión.
El relato de los que estaban ya en prisión era un poco más extenso, pero básicamente era un grupo de 6 aventureros unidos por el destino, por casualidades de la vida se encontraban reunidos en una posada de Cataratas de la daga cuando un orco nigromante hizo presencia con su ejército de esqueletos y atacó las afueras de la villa, el grupo lidió muy bien con ellos, pero el sacerdote oscuro escapó. Fueron contratados para seguirlo y terminar con sus prácticas, el orco ya se había llevado algunos prisioneros de granjas alejadas a la villa y los aventureros fueron encomendados para traer dichos prisioneros. Las cosas no salieron como estaban planeadas, y una emboscada liderada por el orco que recién había ingresado casi acabó con las vidas de los héroes, todavía no entendían que hacían con vida, pero pronto lo iban a averiguar. A parte de los cuatro encadenados, un Elfo y una Tiflin componían el grupo. El Elfo sufría torturas, golpizas, violaciones y mutilaciones en una habitación diferente, los Orcos disfrutaban con él. Sin embargo a la Tiflin no la habían visto desde aquel día en que todos cayeron. Estaban seguros que había muerto, ya habían pasado aproximadamente un par de Dekhanas desde entonces, o al menos eso calculaban.

La puerta volvió abrirse y el mismo orco tuerto ingresó a la habitación, vestido con armadura metálica y con sus armas encima, al igual que sus tres lacayos. Uno a uno iban soltando a los prisioneros y los iban guiando por los pasillos del complejo, hasta el exterior, donde la luna llena brillaba en lo alto del cielo despejado. Un carromato tirado por dos caballos los esperaba...

Notas de juego

* Gusano en orco para los que sepan el idioma.

 

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01/03/2014, 03:14

El Mago se quedó unos instantes aguardando, pero no recibió la respuesta que esperaba, frunció el cejo y desapareció por la única puerta de la estancia, dejando a Abrahel firmemente encadenada de su pie a la pared.
Pasó el tiempo y lo único que Abrahel veía era un fortentoso orco con un parche en el ojo entrar con un cuenco de comida de vez en cuándo, el orco ni se inmutaba cuando Abrahel intentaba hablarle. 

Así transcurrieron los días, el mago jamás volvió a presentarse y el aburrimiento empezaba a hacer mella en los pensamientos de la descendiente de la Succubo. Sus sueños lascivos se hacían cada vez más frecuentes y algunos pensamientos pecaminosos pasaban con más frecuencia por su cabeza mientras estaba despierta, pero nada podía hacer mientras estuviera encadenada.

Finalmente, el orco entró por última vez en la habitación, acompañado de tres orcos, la desencadenaron y la guiaron a través de los pasillos del complejo, hasta que salieron a la luz de la luna, fuera de la caverna ¿Hacía cuanto que no respiraba el aire virgen de las colinas? pronto descubriría que habían pasado dos dekhanas desde la última vez que respiró ese mismo aire, cuando salió de la caverna para acomodar a los prisioneros y dejarlos a salvo ¿Qué habría sido de ellos?, esperaba que hubieran escapado al menos, aunque era poco probable.

En las afueras de la caverna, un carromato los esperaba, allí acomodaron a la paladina, amarrada de las muñecas hacía atrás......

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01/03/2014, 03:28

Para sorpresa de todos -Al menos los que la conocían-, el grupo volvió a reunirse con Abrahel, estaba sentada y amordazada en el carromato. 
Los héroes iban llegando uno a uno, azuzados por las lanzas de los orcos que acompañaban a su capitán. Amordazados de las muñecas y con los brazos en la espalda, los iban sentando a todos en el carromato. La alegría invadió a Códice más que a nadie más, él clérigo había desarrollado una afinidad especial con la Paladina. Klain esbozó no menos que una sonrisa y Ladfiena y Fewyhn la saludaron sonoramente, era lo único bueno que les había pasado desde hacía incalculable tiempo. Abrahel se encontraba casi en perfecto estado de salud, quizá un poco más delgada (o será porque ya no cargaba con armadura?), en cambio, sus otros cuatro compañeros estaban completamente acabados, delgados y demacrados, en especial Códice y Klain, quienes habían sido víctimas de golpizas brutales durante el cautiverio.

Las sonrisas se borraron rápidamente cuándo la comitiva empezó a andar y no se vieron señales del Elfo Beleg, bastó el silencio para darse cuenta de su desafortunada suerte ¿Cuánto habría tenido que sufrir a manos de esos degenerados? sin duda mucho.

La caravana la encabezaba un orco encapuchado, era el orco nigromante que había atacado la villa de cataratas de la daga, había tomado 6 prisioneros inocentes y tres exploradores que intentaron adentrarse en el complejo. A todos los 9 los sacrificó en un ritual profano, un ritual que obligaron a presenciar al Semiorco, al Enano, a la mediana y al Semidrow. El crazón de Abrahel se encogió al enterarse de tan terrible noticia.
Una decena de esqueletos caminaban junto a él, armados con cimitarras y armaduras de mallas oxidadas. detrás de ellos, otra decena de orcos andaban a paso firme escoltando un carromato cubierto, seguido de 15 pequeños goblins que eran pateados, maltratados y ultrajados constantemente, eran los sirvientes esclavos de los orcos, pero estaban armados con pequeños arcos y con espadas apenas más largas que una daga humana.
El carromato iba posterior, con los 8 prisioneros. Tres orcos montados a caballo vigilaban cada flanco del carromato, armados con alfajones y camisones de malla. Detrás del carromato iba el sargento orco tuerto montado en un caballo negro como el ala de un cuervo, con poderosa musculatura, su nombre era Reklag que significaba "filo" en orco, a su lado iba un extraño hombre también montado a caballo. Portaba una capucha y no tenía apariencia de tener armaduras o armas grandes debajo de su capa. Su nombre era Ighnomer, Abrahel lo conoció una vez, mientras duró cautiva en una cómoda habitación durante todo este tiempo. La marcha la cerraban 5 orcos a pie, fuertemente armados y con aspecto fiero que llevaban halando a una mula (perteneciente a códice) y a un pony (Krisslar, el pony de Klain).

Extrañamente, el lider de los orcos que había capturado a Lance, Benen y Rivoel no estaba presente, pero el orco tuerto de hombros anchos llevaba su mandoble reluciente. No sería extraño que lo hubiera asesinado la noche anterior durante el jolgorio y la fiesta. Así lo descubrieron más tarde en el viaje al escuchar a dos orcos hablar entre si.

La noche iba llegando a su fin y el cielo empezaba a pasar de un negro azabache a un azul de océano profundo y luego a púrpura, entre las colinas, los orcos localizaron un lugar adecuado para pasar escondidos de la molesta luz del sol. Ese día transcurrió dentro de una fría caverna, con intenciones cada vez más crecientes de escape, pero la oportunidad nunca se dio, cuándo el sol se ocultó de nuevo, los orcos preparaban un festín: Sin previo aviso y ante una señal del hombre encapuchado, el Mandoble del orco aterrizó sobre la nuca del Pony de Klain, le cortó medio cuello con el poderoso ataque y bastaron 3 golpes para despegar su cabeza del resto del cuerpo. 

La furia del Enano no dio espera, se levantó del lugar donde descansaba y apretó su mandíbula lo más fuerte que pudo, los músculos se tensaron y aumentaron su tamaño, corrió en dirección al orco tuerto, con las manos amarradas y sus ojos inyectados con odio irracional, se necesitaron 5 orcos para someterlo en el suelo, mientras el Enano maldecía un sin fin de palabras en su idioma natal. Esa noche, los orcos se dieron un festín con el equino. Los prisioneros no quisieron probar bocado por respeto a su compañero.

Luego del banquete, los orcos reanudaron su marcha, dirigiéndose al sur, o al menos así lo intuyó Ladfiena, juzgando por las posiciones de las estrellas y la luna llena, fue una noche cargada de silencio y tensión, parecía como si el Enano en cualquier momento fuera a saltar contra uno de los orcos..... Nunca lo hizo. El día volvió a llegar y rápidamente llegó la noche, la tercera jornada de viaje iniciaba, las colinas suaves y fértiles habían quedado atrás, ahora el terreno era más agreste, escarpado y desolado, el camino iba a través de riscos y estribaciones en las caras de las colinas empinadas, muchas de ellas terminaban en filosos picos hechos por la erosión del viento.

A mitad de la noche, quizá en lunoscura, algo perturbó la -hasta ahora- tranquila marcha: Tres lobos gigantescos se lanzaron contra los que iban en vanguardia, eran un poco más grandes que los caballos que montaban los orcos en los flancos del carromato de prisioneros, las fauces destrozaban los cráneos de los orcos con solo un movimiento. Desesperados y en desorden, todos acudieron al combate, dejando desatendidos a los prisioneros.

Grave Error.....

Era la oportunidad de escapar, quizá la única que tendrían durante el resto de camino, pero había un pequeño problema: Todos los prisioneros estaban atados al carromato mediante una cuerda de cáñamo amarrada a ambos extremos del mismo, intentaron halar con todas las fuerzas, pero la cuerda no cedió. Lo volvieron a intentar una vez más, y tampoco....
Pero de repente, algo extraño apareció de repente, una criatura extraña y alada, del tamaño de un gato, alas de murciélago y diminutos cuernos de cabra. Con sus garras afiladas, la criatura de aspecto infame cortó la cuerda que ataba a los prisioneros al carro. La criatura tomó vuelo y se alejó varios metros y señaló una abertura sobre la cara de una escarpada colina, parecía una boca negra y oscura con ganas de tragar lo que se atreviera a entrar en su interior.

Por fin respiran la libertad, pero aún están amarrados de las muñecas, la extraña criatura los invita a ingresar a una caverna oscura, una señal clara de llevarlos hacia una trampa ¿Se arriesgarán a entrar en la caverna? ¿Serán buenos prisioneros y permanecerán sentados en el carromato hasta que mueran los lobos? ¿Atraparán a la criatura entre todos para tener un juguete de distracción durante el tedioso viaje? ¿Harán otra cosa mientras los orcos están distraídos?.... El tiempo apremia si lo que desean es huir, no faltará mucho para que los lobos se den cuenta que mordieron más de lo que podían tragar..........

Es su turno.

Notas de juego

25 px a Fewyhn, Benen, Lance y Rivoel por postear (No modificar la ficha, yo lo hago).

Próximo Post: Martes.

@Todos: Se me olvidó aclarar que todos visten con harapos deshechos y con una manta para invierno!

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01/03/2014, 09:22
Fewyhn Drazth

Al entrar Fewyhn en el carromato y ver a Abrahel una sonrisa pícara y cómplice se iluminó en su cara. El viaje fue toda una tortura en la que el semidrow aprovechó para dormir. El día del festín era el único que quería comer, pero una mirada sensata a Klain le hizo reflexionar Este enano loco capaz de matarme a mi. Y eso le quitó el apetito. Todo transcurría sin más... ¿donde nos llevarán? Hasta que por fin un diablillo les liberó. Esshta eszta esh la nueshtra... huyamos.  dijo el semidrow, tras bajarse de la caravana. Antes de bajar Fewyhn observó detenidamente la criatura, que clase de ser les ayudaba?* Contempló el paisaje.* Y con sumo sigilo fue hacia el emplazamiento que sugería la criatura. Esz un buen primer shitio para quitarnosz lash cuerdas y bushcar un emplazamiento mejor... dijo Fewyhn partiendo hacia la cueva.* E intentando quitarse las amarraduras.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Para escapar de unas cuerdas (10+pueba en uso de cuerda del que las atase)
*Saber naturaleza. ¿Qué ser es?
*Saber geografía ¿Es el mejor sitio para esconderse de los orcos?
*Intención de partir si mis compañeros deciden otra cosa, pues postraré again.

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01/03/2014, 10:53
Ladfiena Correestepa

La mediana había estado callada mucho tiempo, los horrores de su cautiverio perturbaron su sueño  y el estomago vacío resulto ser una mordaza de lo mas eficaz sin embargo  un extraño animal les libero ¿era acaso uno de sus nuevos amigos? no lo sabía pero pensaba preguntarselo, asintió a la propuesta de Feewyhn y salto del carro mientras buscaba algo que usar como arma y forcejeaba con las cuerdas

- Tiradas (2)
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01/03/2014, 20:00
Códice [PNJ]

Al verse a sí mismo y a sus compañeros libres por semejante intervención, Códice se puso a pensar a toda prisa: ¿cuál era la mejor opción: esperar a que el grupo de Ul Maluk fuera debilitado por los lobos e intentar atacar y huir entonces o confiar en aquella criatura de aspecto infame que parecía querer llevarles a una trampa? La duda no duró demasiado: ni siquiera tres lobazos como aquellos podrían hacer mucho daño al pequeño ejército de pielesverdes y no-muertos del chamán (¿cuántos eran? ¿45? ¿50?) y ya habían visto el “uso” que daba aquel siervo de Yurtrus a los prisioneros... Por mala que fuera la mano que se les ofrecía, al menos tendrían la ocasión de jugar un par de rondas. Puede que incluso aquella fuera la señal que el fraile llevaba esperando desde la captura.

Mi señora —susurró a Abrahel, a la que inconscientemente había llegado a considerar la líder de su grupo—, ¡debemos aprovechar la ocasión! —Miró al resto de sus compañeros en busca de algún gesto de aprobación, especialmente a los tres nuevos—. No tendremos otra oportunidad como esta, señores.

Notas de juego

¡Hola, gente! Lamento la tardanza: lo fui dejando y... En fin: podéis ver en mi perfil la descripción de Códice y lo que respondería a una pregunta directa sobre su historia. Por cierto: ¡no tengo mi símbolo! Es decir, puedo realizar pocos conjuros.

Otra cosa... Máster: mi mula, Primavera, y algunas más de mis pertenencias están en Cataratas, en manos de los lathanderitas del padre Tunfer, como indica mi mensaje del 27 de agosto... de hace 8 meses, sí, XD.

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02/03/2014, 00:59
Lance Brazolargo

El guerrero le hace un gesto de aprobación al semioroco y sin detenerse a pensar en lo que debia hacer,rapidamente salta del carromato y se dirige a sus compañeros en un susurro...El semioroco tiene razon...debemos aprovechar esta oportunidad! vamos rapido hacia aquella cueva ...luego se detiene junto al carro, echando furtivas miradas hacia el combate para vigilar que los orcos no se den cuenta de la huida de sus compañeros, mientras ellos bajan del carro y se esconden, tal como lo hacia el drow y la mediana en ese instante...

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02/03/2014, 02:28
Rivoel Docanto

Durante el viaje, Rivoel intentó dar ánimos a sus compañeros contándoles alguna fábula o historia con final feliz. También con alguna cancioncilla alegre, cantada eso sí en voz baja, para no herir la asquerosa  sensibilidad de los orcos. El semielfo se esmeró en su cometido al enterarse de que sus acompañantes habían perdido a uno de sus compañeros. Cuando Abrael apareció, Rivoel no pudo evitar adularla por su belleza y porte. Debéis ser una noble dama - dijo el semielfo- pues tan solo con verla, estas personas  han mostrado por primera vez  un gesto alegre y de esperanza. La tranquilidad y templanza  que transmite vuestra mirada es bienvenida por todos. Parecéis  tener vos la bendición de mil dioses...
Todo sucedió muy deprisa. Los lobos atacaron a los orcos y una posible escapatoria apareció en forma de extraña criatura. Parecía que la mayoría empezaba a decantarse  por seguirla, a pesar de su diabólico aspecto.
Vaya, no voy muy desencaminado con mi teoría de la epopeya… éste parece ser el modo de salir de aquí, digno de la mejor de las historias de taberna… tan increíble como cierta.
Y al instante, Rivoel se acercó al enano ¿Su pequeño y roedor amigo sigue con vos, señor Klain?  Quizás él pueda morder nuestras ataduras para liberarnos. 
Y mientras esperaba una respuesta, permanecía atento a los movimientos de sus acompañantes. Rivoel no iba a ser el primero en desaparecer de allí, pero tampoco sería el último. Si la mayoría se acercaba hacia la extraña criatura,  los seguiría, aunque solo fuera para poder ver como acababa la historia... Y contarla, por supuesto.

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02/03/2014, 16:01
Lance Brazolargo

Os aseguro señor elfo que, a menos que nuestras ataduras esten cubiertas de queso y nueces, ese raton no movera un diente para desatarnos...y de ser así, no creo conveniente que esperes a que termine de roer, pues para ese entonces los orcos estaran de vuelta! - intervino el guerrero tan pronto escucho la pregunta del elfo...asi que os recomiendo saltar de una buena vez del carro y seguir al drow...rapidamente volvio a echar miradas de vigilancia...