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El agreste valle

Aventura | 6. A la caza de la bestia

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27/08/2015, 00:40
Códice [PNJ]

Cuando la mejor de las señales posibles llegó desde lo profundo de la chimenea, Groland soltó la cuerda y se frotó las manos. ¡Aquello había sido más doloroso de lo que esperaba! De acuerdo a la lógica y a lo que habían convenido, el siguiente debía ser Dorn o él mismo. Tomó la lanza de Morgan de las manos de Rivoel mientras este y Lirian ayudaban a Dorn a atarse la cuerda*. En ese momento, escuchó la pregunta de Rivoel y tuvo una idea.

¡Esperad, amigos! —dijo entre susurros—. ¡Hagamos nudos a la cuerda que nos sirvan para escalar!

También propuso atar el extremo superior a algún saliente fijo que fuera adecuado, a alguna roca pesada o a algún objeto que pudiera servir bien de garfio con el que anclar la cuerda al borde de la chimenea o a algún otro lugar. (Él tenía más cuerda, por si no llegaba la que tenían.) Con estas dos medidas, podrían usar la cuerda para salir de allí, si fuera necesario. Por lo demás, alguien debía bajar ya para explicar a Morgan la demora.

Notas de juego

Si no atamos la cuerda y le ponemos nudos, en la práctica es una vía de un sólo sentido. Preferiría que no fuera así.

(Máster: tú dirás si esto que digo es posible y si tenemos que tirar por algo.)

Si nadie se opone, Códice ayuda primero a que quien sea se descuelgue hasta Morgan y luego se pone a la tarea de hacer nudos y fijar la cuerda.

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27/08/2015, 09:35
Dorn Palabrasagrada

La bajada fué sencilla, suficientes manos y músculos para que el peso fuera ligero incluso siendo la enorme semiorca quien bajaba.

Un tirón

Silencio

Era seguro - bien, creo que me toca bajar - se quito los guanteletes guardándolos en la bolsa y procedió a asegurarse de que todo estaba bien cogido y no haría ruido durante el descenso.

Notas de juego

Cuando llegue abajo me pongo a vigilar la entrada a la cocina por si aparece el cocinero u otro orco, miro donde esta el prisionero y le digo que ahora lo soltamos.

 

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27/08/2015, 11:39
Abrahel Isthar [PNJ]

Amigos... el corazón de Abrahel pareció encogerse sobre sí mismo. Cuando notó que la liberaban de sus ataduras, abrió y cerró las manos miientras se frotaba las muñecas. Tenía marcas de ligadura amoratada y sentía un hormigueo desagradable mientras circulación regresaba con fluidez a sus miembros.

La mujer le ofreció saciar su sed  y no pudo negarse.

-Agua, por favor...

Deshidratada, Abrahel notó como su glotis se movía, ansioso por beber agua, pues tenía la boca terriblemente seca.

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27/08/2015, 12:43
Morgan, alias Shea

Morgan asintió y descolgó uno de los dos odres de agua que portaba -El otro para cuando haya saciado su sed- se dijo mentalmente mientras lo destapada y se lo ofrececía.

-Despacio.

Aconsejó pues demasiada agua de golpe podía sentarle mal, aunque posiblemente ya lo supiera, su constitución hablaba de una mujer guerrera que sabía lo que hacía.

-Soy Morgan, bajarán más amigos.

Informó mientras la tiefling bebía.

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27/08/2015, 21:40
Abrahel Isthar [PNJ]

La tiefling tomó el odre y se lo llevó a sus labios. Aunque su cuerpo le pedía a gritos que saciara por completo su sed, tuvo la voluntad suficiente para beber a pequeños sorbos.

-Soy Abrahel Isthar, paladina de Torm- dijo aún en susurros -... o al menos éso era.

No sabía si su dios había denegado de ella. Todo el tiempo que había estado cautiva, oraba sin cesar, pidiendo perdón por la flaqueza de su brazo ante los enemigos, por la impotencia que sentía al no poder hacer justicia a sus amigos caídos...Era una carga, una penitencia encadenada a su alma por toda la eternidad.

-Ighnomer...-musitó mientras apretaba los dientes, mostrando sus caninos afilados. Una sombra de ira cruzó su mirada. Sin duda, a pesar del tiempo de cautiverio, aquel nombre lo recordaría hasta quedarse sin aliento.

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27/08/2015, 22:14
Lirian Ventormenta

La señal de que todo estaba en orden allí abajo fue como quitar de los hombros del norteño una pesada losa de piedra. Respiró aliviado y agradeció enormemente a Tymora aquel buen comienzo; no le hubiese gustado lo más mínimo tener que bajar a la carrera por aquella chimenea sabiendo que abajo se desarrollaba un combate a vida o muerte.

Lirian optó por ser él el último que descendiese por la cuerda, Kraum no le caía en gracia y se negaba completamente a dejarlo a él atrás a cargo de la única vía de escape. En esas reflexiones andaba cuando Rivoel se acercó a él para preguntarle sobre si podía bajarlo como se había hecho con Morgan. ¿Pu…puede un oso cagar en el cam..campo? – Se atrevió a bromear ahora que los oídos de la única mujer del grupo estaban lejos. Su sonrisa sincera y un leve asentimiento confirmó al semielfo que podía contar con ello. Para Lirian el peso del bardo no resultaría demasiado ya que desde bien joven había ayudado a su padre y a su tío a izar pesadas redes repletas de truchas de jarrete a bordo de aquellas inestables embarcaciones. Su manos, aunque hacía tiempo que no sujetaban aquellas gruesas y ásperas sogas, aún mostraban los endurecidos callos en la parte inferior de sus rollizos y fuertes dedos.

Uno tras otro descendieron los compañeros hasta que sólo él quedó atrás. Lanzó una mirada nostálgica hacia la espalda y por algún extraño motivo se sorprendió a sí mismo pensando en su mulo y si éste estaría bien alimentado. Alejó aquel pensamiento de su cabeza y se dispuso a descender hacia las oscuridades aprovechando los nudos que habían hecho entre Códice y él. La cuerda había quedado firmemente asegurada por lo que no había nada que temer; al menos por el momento.

El descenso fue lento pero seguro procurando no rozar las paredes y asegurar bien ambos pies sobre un nudo antes de probar suerte con el segundo. Así fue hasta que el tenue fulgor rojizo de los últimos resquicios llameantes de la hoguera confirmó que había llegado a su destino. Las difusas siluetas de sus compañeros se sucedían alrededor de la boca de la chimenea. Quietos como estatuas.

Listo. – Susurró a la vez que palmeaba con cuidado la espalda del que suponía debía ser Códice o Kraum; o quién sabe si Morgan. 

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27/08/2015, 23:05

Dorn empezó el descenso como lo hizo Morgan, al principio su testarudez enana lo hicieron querer bajar sin amararse la cuerda a la cintura y descender a punta de mano y pie, pero el sano juicio de sus compañeros y la lengua de Rivoel fueron suficientes para hacerle saber que no había nada de malo en descender amarrado de la soga.

Después fue Rivoel y luego Vizko quien no dudó medio instante en amarrarse él mismo la cuerda a sus caderas.

Solo quedaron Códice y Lirian, quienes rápidamente recogieron la cuerda, la ataron a una roca alargada (suficientemente resistente) y empezaron a atarle nudos a intervalos más o menos iguales para facilitar el ascenso/descenso.
Códice fue el primero en descender y Rivoel lo siguió no sin antes contemplar aquella zona montañosa que se asemejaba a su hogar, tomó un último suspiro y descendió a la completa oscuridad.

Uno a uno, los compañeros fueron descendiendo, llegaron a una habitación irregular vacía a excepción de unas cuantas ollas y trastes viejos y unas cazuelas de barro rotas y casi inservibles, un fuego casi extinto se posaba en el centro de la habitación, apenas eran cenizas y algo de leña en sus últimos instantes como combustible.

Al descender, observaron a Morgan, ofreciendo algo de agua y armas a una extraña de colmillos filosos y cuernos cortos, una Tiefling mujer que se veía en mal estado, era sin duda la prisionera de las que le habló aquel orco en el exterior, tenía signos y heridas en las muñecas y en los tobillos (Morgan la había desatado ya) y estaba vestida con sucios harapos.

Cuando códice descendió y observó a la mujer, se quedó sin reacción por unos instantes, como si un necrófago lo hubiera alcanzado con sus garras que paralizaban. Lirian alcanzó a llegar para notar la expresión estupefacta del sacerdote ¿Qué le había ocurrido?...

Notas de juego

A ver como le dan la bienvenida a una vieja nueva compañera!

Que harán para la visión de Rivoel y de Lirian? prender una antorcha es fácil con el fuego casi consumido.

Editado: Pisé a Morgan mientras posteaba, ella ofrecía armas y agua a la prisionera (espada, escudo y daga)

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27/08/2015, 23:31
Morgan, alias Shea

Cuando la mujer se presentó algo se removió en la memoria de la mestiza -Paladina... ¿No dijo Rivoel algo de haber dejado atrás a una?- el nombre susurrado a continuación casi se lo confirmó y estuvo a punto de decirle que Códice venía con ella, pero en vez de eso solo dijo una ambigua frase con un atisbo de sonrisa en sus labios.

-Eso sigues siendo para los amigos.

En vista de que no se había equivocado en sus apreciaciones y la mujer sabía luchar, se descolgó el escudo y la espada larga de la espalda -Ni los he probado todavía- pensó diciéndose que había sido buena idea pedirlos, y se los ofreció junto a la daga que llevaba en la mano.

-Necesitarás esto. -dijo con confianza en que sabría qué hacer con ello.

Por el momento no podía ofrecerle nada de ropa pues no llevaba más que la que usaba, pero esperaba que eso cambiase pronto.

Notas de juego

Escudo Pesado de Madera +2CA  -2Penalizador 15%Fallo arcano  10lb.

Espada Larga G.C.  1d8 daño   19-20/x2 crítico  Cort.  4lb.

Daga  1d4 daño  19-20/x2 crítico  Cort/Perf  10' alcance   1lb.

P.D.Me has pisado dire,  podrías cambiar que le doy agua por armas  ;D

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27/08/2015, 23:48
Abrahel Isthar [PNJ]

Los ojos de la paladina se abrieron de par en par. ¿Están vivos?

Luego escuchó cómo alguien más bajaba por las escaleras, aunque no reconoció a ninguno. Entonces lo vio. 

-Códice...- musitó. Sus ojos amarillos se llenaron de lágrimas. Soltó el odre de agua y corrió hacia el semiorco, a pesar de su cuerpo debilitado. Sin pensarlo, abrazó al mestizo con fuerza, enterrando su cabeza entre el cuello y el hombro del clérigo.

No dijo nada. Sólo quería que aquel abrazo no tuviera fin.

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28/08/2015, 00:04
Códice [PNJ]

Cuando llegó al extremo inferior de la cuerda, Códice se soltó y sus pies cayeron pesadamente sobre las brasas, haciendo saltar chispas. Mientras se soplaba en las manos escocidas, rezó para sus adentros, pidiéndole a la diosa que la cuerda estuviera bien anclada allá arriba y los orcos no la descubrieran. Una vez abajo, comenzó a reconocer la estancia... Y entonces la vio.

Abrahel.

-¡Por los Santísimos Brotes de...! -exclamó después de ahogar un grito y pegar un bote en el sitio, lo que sin duda percibió Lirian, que había apoyado la mano en sus espalda.

Para cuando fue capaz de reaccionar, la tiflin ya estaba firmemente agarrada a su cuello y Códice sólo pudo devolverle aquel abrazo, tan fuerte como pudo.

-¡Oh! ¡OH! ¡Alabada sea la Gran Madre! ¡Alabada sea una vez y mil veces! -comenzó a decir en susurros, pasados unos segundos, apenas conteniendo las lágrimas y mordiéndose la lengua para no hablar más alto-. ¡Lady Isthar...! ¡ABRAHEL! ¡Mi querida amiga...! ¡¡¡Loados sean todos los dioses de todos los cielos!!! ¿Cómo es posible...? ¿¡Cómo!?

Para cualquiera que pudiera ver la escena, era obvio no sólo que Códice conocía a la tiflin, a la que había llamado «Abrahel» y «lady Isthar», sino que sentía un gran aprecio por ella. La abrazaba con firmeza pero con mimo, como para envolverla y protegerla, y le preguntaba con preocupación por sus heridas. Al primer siseo de sus compañeros, Códice se controló y comenzó a hablar más bajo, si cabe, dando las gracias a mil y un entes sobrenaturales distintos y mostrando su maravilla, incapaz de entender cómo podía la compañera, a la que creía ya muerta, haber llegado hasta ahí.

Notas de juego

Morgan deberían reconocer el nombre debido a que Códice ha hablado de ella en el curso de la aventura (en el viaje a Qark, p. e.). Si Rivoel se acerca y me oye llamar, también, claro. Si Dorn, Morgan o Kraum le dan la descripción, debería corroborar que es ella, pues coincidieron en la celda de Ul Makum y en el carromato.

¡Dejo las preguntas técnicas para después de este emotivo reencuentro!

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28/08/2015, 00:17
Abrahel Isthar [PNJ]

La tiefling no quería separarse de él, pero la razón le dijo que no era el momento, que aún no era libre. Cuando se separó del semiorco, tomó su cara entre sus manos. Lo miró fijamente con una sonrisa de oreja oreja mostrando sus caninos infernales, pero sus ojos mostraban la emoción del momento. Lágrimas descendían con timidez por sus mejillas pálidas sin poder evitarlo. La imponente paladina, la tiefling que luchaba contra el mal y la corrupción, lloraba de alegría.

Dejó a semiorco y miró al resto de personas allí presentes.

-¿Y el resto?- preguntó -El drow, la mediana... ¿dónde están?

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28/08/2015, 00:46
Rivoel Docanto

A Rivoel le costó entender la broma del norteño, al que le devolvió una media sonrisa un tanto forzada. El semielfo no estaba para bromas en ese momento. Cuando llegó su turno se aferró a la cuerda con ambas manos y cerró los ojos a la espera de que Lirian  lo bajara a pulso. Y dando vueltas sobre sí mismo sin saber como parar, el mareado bardo llegó abajo, donde necesitó la ayuda de sus compañeros para desatarse, pues todo le daba vueltas y a penas veía nada. Mientras Lirian bajaba Rivoel sacó de su mochila una especia de antorcha para encenderla y que pudieran ver, no sin antes preguntar a Morgan si era seguro hacerlo.

Fue entonces cuando pudieron presenciar un milagro. Al parecer, la prisionera a la que Morgan estaba atendiendo era una vieja conocida y gran amiga de Códice. Se trataba de la paladina Abrahel Isthar, a la que el bardo había podido conocer cuando cayó prisionero de los orcos y con la que compartió condición por unos pocos días. Sin duda la tieflin estaba tocada por los dioses, pues en dos ocasiones ( que Rivoel conociera)  la muerte había pasado por su lado dejándola olvidada en su camino. Por segunda vez parecía un milagro que la paladina estuviera allí, pero el caso es que allí estaba, aunque por desgracia, casi en la misma precaria situación que la primera vez, pero al menos estaba viva. Tras el efusivo abrazo con su viejo amigo Códice, El bardo se acercó para saludarla con una sonrisa en los labios, pero entonces Abrahel preguntó por el drow y la median y a Rivoel se le encogió el corazón y la sonrisa desapareció del rostro del bardo....

-Saludos de nuevo bienaventurada Abrahel. -Pronunció el bardo tomando con delicadeza la mano de la paladina - Nadie puede negar que los dioses se han fijado en vos. Sin embargo los amigos por los que preguntáis no han tenido la misma fortuna... Ahora estarán ya haciendo compañía a sus más queridos antepasados, pues ambos recibieron la temprana pero ineludible visita de la muerte y con ella se fueron...   Susurró con tristeza Rivoel -No hace mucho que les dimos triste sepultura después de que fueran cruelmente asesinados por unos orcos, cuyos amos quizá os suenen...

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28/08/2015, 01:15
Abrahel Isthar [PNJ]

Abrahel se giró y vio un rostro conocido, aunque no podía ubicarlo. Tal era el estado demla paladina. Cuando el bardo tomó su mano, un leve rubor alcanzó sus mejillas, pero desapareció rápidamente al enterarse del destino aciago que habían corrido sus amigos.

Soltó la mano del semielfo y sus piernas flaquearon, obligando a sus rodillas a caer.

-No...- susurró. Pensó en Ladfiena, siempre alegre, con su pequeña locura y su "orden de paladines", y en Drazth, siempre luchando contra la oscuridad de su sangre. Abrahel se sentía turbada en presencia del drow, por sus semejanzas y su parte de súcubo -Les he fallado. Os he fallado a todos...

Se quedó ahí, de rodillas, derrotada.

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28/08/2015, 02:14
Códice [PNJ]

La visión de una tiflin llorosa era más de lo que el buen clérigo de Chauntea podía soportar en aquellos momentos. «Ah, bien. Muy bien. Estupendo. Allá voy: a llorar como una viuda y a despertar a los orcos, al dragón, a Ulfe y hasta a sus malditos perr...». Entonces, la paladina le interrumpió: quería saber por los demás. Códice, sin saber qué decir, comenzó a balbucear algo. De nuevo fue interrumpido, esta vez por Rivoel.

¡Lady Isthar, no! —intervino Códice, ya algo recompuesto, arrodillándose y cogiéndola a la tiflin por los hombros; con cariño, pero obligándola a ponerse de pie—. No os rindáis, por favor: puedo imaginar las penurias por las que habéis pasado hasta llegar aquí, y sé que estas duras noticias no son las buenas noticias que queríais oir... —Con su zarpa velluda y nudosa, secó una de las mejilla de su compañera.— Pero no debéis mustiaros ahora: ¡no podéis! El bardo tiene razón: la Gran Diosa ha querido que viváis... ¿No lo entendéis? —Le sonrió.— Lo que debéis hacer ahora es coger esas armas que os han dado, reunir las fuerzas que podáis...

La zarpa de Códice señaló el agujero del techo de la sala.

...y trepar por esa cuerda. —No dejó a la tiflin reaccionar.— Al salir os encontraréis en una montaña que los lugareños llaman el Colmillo de Piedra. Os indicaré ahora un sendero: por él llegaréis a un pueblo llamado Qark y allí debéis buscar el templo de Dumathoin y al clérigo que vive en él, un enano llamado Enethek. Él os cuidará...

Códice no iba a parar de hablar, explicando cándidamente con detalle a la tiflin qué era exactamente lo que tenía que hacer para ponerse a salvo mientras ellos seguían hacia lo más profundo de la montaña.

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28/08/2015, 02:29
Abrahel Isthar [PNJ]

La paladina se incorpora, escuchando atentamente a Códice. Entonces ve las armas. Ni siquiera se había fijado en que la semiorca se las había dejado en el suelo. Se secó las lágrimas y las recogió. Hacía tanto que no sentía su peso...

Comprobó el peso del escudo y maniobró con la espada, haciendo girar su muñeca dolorida sin mostrar un atisbo de dolor. De pronto, su porte había cambiado. La tiefling otrora cautiva y desaliñada, adoptó un aire de fuerza y poder indescrptible. Su dios no la había abandonado. 

-Vamos- dijo segura de sí misma.

Se acercó decidida al hueco que habían usado sus compañeros para sacarla. Habrá justicia, se prometió, y mi brazo será el que la traiga, en nombre de Torm

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28/08/2015, 03:18
Códice [PNJ]

Códice detuvo en su explicación cuando la tiflin reaccionó y cogió las armas. Parecía satisfecho. Sin embargo, el rostro se le ensombreció cuando Abrahel dijo aquel «Vamos».

No... No, no lo entendéis, lady Isthar: iréis sola. Nosotros... —Miró al otro varón sangreverde que había en la sala*. Volvió a mirar a la paladina.— Nosotros debemos quedarnos. Hay un trabajo que debemos hacer.

Se acercó mucho a ella y la llevó a un aparte, como para que el otro mestizo no les escuchara. La tensión de Códice era notoria.

Debéis iros, Abrahel: debéis salir de aquí, ¿entendéis? Debéis encontrar a Klain, en Cataratas o junto a lord Alba, y decirle que el Libro está en Qark y que lo tiene el Puma. —Su voz sonaba decidida, aunque sus ojos estaban teñidos de una profunda tristeza: la del que teme morir, pero sabe que no puede hacer nada. Suspiró.— Él sabé lo que hay que hacer.

Códice estaba ahora muy cerca de Abrahel. A esa distancia, la tiflin pudo percibir un cambio en su compañero. Fuera lo que fuera lo que había vivido Códice desde la última vez que estuvieron juntos, aquello le había hecho crecer por dentro... ¡Y adelgazar por fuera!

Notas de juego

Grrrrr... Vale, no: pequeña broma.

Por cierto: * el mestizo es ese PNJ de aspecto chungo y poco hablador que nos acompaña y del que seguramente no te habrás dado ni cuenta.

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28/08/2015, 03:35
Abrahel Isthar [PNJ]

Abrahel frunció el ceño y luego miró a los demás: -Sea pues, querido amigo- mirando a Códice y luego a los demás añadió -. Cuidaos todos. Gracias por salvarme, que el Leal esté siempre con vosotros. 

Y, sin más dilación, emprendió la marcha en solitario con el corazón en un puño y el semblante de un guerrero.

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28/08/2015, 06:52
Lirian Ventormenta

Lirian agradeció de corazón la luz de la antorcha que Rivoel acababa de encender. El brinco del compañero que tenía frente a él, que posteriormente resultó ser Códice, hizo que el corazón del norteño se desbocase como un caballo asustado. Sin embargo, pronto logró tranquilizarse cuando vio el motivo por el cual el clérigo se había sorprendido tanto. ¿Un tiflin? - Se dijo completamente turbado pues era la primera vez que veía uno de aquellos seres. ¡Por todos los anzuelos! ¡Es UNA tiflin! - Se corrigió al instante cuando distinguió el contorno de sus pechos bajo las mugrientas y medio destrozadas ropas. No escapó tampoco a la mirada escrutadora del antiguo pescador los brazos torneados de la mujer y su fornida figura. Su gestos con las armas eran dignos de un avezado guerrero ya que pese a apreciarse en ella los estragos que el cautiverio había dejado en sus extremidades ésta sujetaba con estilo tanto la espada como el escudo. 

Calló durante los breves e intensos segundos en los que los antiguos compañeros de penurias se abrazaban y se ponían al día de las funestas noticias que habían sacudido al grupo pocos días atrás. No obstante, aunque Lirian no era dado a hablar frente a desconocidos, no tuvo más remedio que intervenir cuando vio como la mujer se dirigía hacia la cuerda para emprender la marcha hacia el exterior. El norteño dio un paso hacia un lateral e interpuso su cuerpo entre la cuerda y la que más tarde se revelaría como una paladina. 

No...no...deberíamos despa...despachar brazos fu... fu... fuertes tan a la liiigera Pa...Padre. - Tartamudeó mientras buscaba los ojos de Códice bajo la mortecina y titilante luz de la antorcha. No... no... ahora. Ni... ni... en este lugar. - Añadió con toda la seguridad que sus titubeos le permitían expresar. 

 

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28/08/2015, 09:26
Rivoel Docanto

Creo que Lirian tiene razón. Si conseguimos la cabeza de ese dragón el viaje de Abrahel será en vano, pues ya habremos conseguido nuestro objetivo.  Y si no lo conseguimos también será en vano, pues para cuando vuelva con la ayuda apuesto a que lo que necesitamos habrá pasado ya a otras manos... Pero marchar sería tan arriesgado como quedarse, por los peligros que encontrará en el camino, sin ir más lejos un orco solitario pero  bien pertrechado en las cercanías... Y seguro que a estas alturas, el ejercito de orcos dispondrá de  patrullas y avanzadillas por todo el valle y sobre todo en Quark, cuando sepan que lo que buscan sigue aquí.

Si como parece los dioses están del lado de Abrahel, quizá si nos acompaña  esa bendición nos llegue a nosotros también... y saben bien que la necesitamos... la bendición, digo....

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28/08/2015, 09:51
Abrahel Isthar [PNJ]

Abrahel se detuvo al ver a otro de sus rescatadores interponerse en su camino. Lo escuchó atentamente mientras escruba su rostro. Al fin y al cabo, para ella la luz de la antorcha era más una molestia que una ayuda. Lo que más le extrañaba era el cabello del humano, o lo que a ella le parecía humano, pues creía que sólo los drows y los seres celestiales lucían cabelleras níveas.

Frunció el ceño. Las palabras de aquel extraño contradecían las de Códice, pero si le pedían ayuda, ella no podía negarse. La tiefling, asintió. No podía rehuir de un combate así porque sí, menos si habían vidas en juego. Luego miró a Rivoel, que reforzó el argumento del extraño.

-Está bien- dijo con certeza -. Me uniré a vosotros en las batallas venideras.

Miró al resto. Como sus anteriores compañeros, era un grupo variopinto. Luego hizo una inclinación de cabeza y dijo: -Mi nombre, para aquellos que no lo sepáis, es Abrahel Isthar, humilde paladina de Torm, el Leal. Será un honor combatir a vuestro lado.

Notas de juego

Miré tu descripción anoche, Lirian ;)