Partida Rol por web

- Si, podemos revisar primero el pueblo y luego las afueras - reconoció el enfermero - Pero sigo pensando que mejor vayamos de a pares. Así, precisamente, uno de ambos puede avisar al resto, o a Lerb, si vemos algo raro -

- Veamos que hace Poog en ese pozo y luego nos separamos. Quien me acompaña al corral de los esclavos? -

- Ah! no debemos buscar solo ratas, también cadáveres, o algo que nos haga pensar en un foco infectioso - aclaró demostrando sus conocimientos en la materia - Como... eh... algo como... o sea... como un foco infectioso - repitió sin tener la mas mínima idea de que era eso... aunque lo hubiera escuchado nombrar más de una vez en la vivienda de los matasanos.

Puggo descendía agilmente por la cuerda hasta que el olor lo echó hacia atrás derrepente.

Puaj... trasero de mofeta.

Al frenar en seco, la cuerda empezó a oscilar un poco más y el culo de Puggo se aplastó contra el muro. Sirviéndose de sus pies y apoyándolos en las paredes del pozo, Puggo recuperó el control y siguió bajando, esta vez más lentamente.

Aj, caca.

Ese parecía al menos inteligente, sí, no recordaba su nombre, pero me hizo asentir con la cabeza, como si acabara de decir una gran verdad. Me rasqué brevemente la cabeza tras sus palabras, levantando un poco de la mugre reseca que cubría mi piel y luego me metí ese mismo dedo en la boca, como pensando qué era lo que trataba de decir, eso sí, en realidad tan sólo trataba de recordar dos palabras, foco e infeccionso..

- Vale, ratas y foco... ¿ qué? No sé qué es eso y soy un gran guerrero - saqué pecho tras mis palabras - pero no puedo capturar y matar algo que no sé que es..

 Descendiendo con enorme pericia por la gruesa cuerda que cuelga de la polea de la cubierta del pozo, Puggo se desliza pozo a bajo, el olor que al inicio era como una leve bofetada se va intensificando hasta ael punto que empiezas a respirar por la boca, luego incluso aguantas la respiración respirando sólo cuando es preciso.

  El olor es el de la muerte, cerca de la superfície del agua aprecias unos bultos grandes. Pero antes de distinguir de que se trata te sorprende una leve ráfaga de aire a tu espalda, te giras y ves una menuda apertura practicada en la pared del pozo. Parece ser que haya cierta circulación de aire a través de este estrecho agujero.

 Sintiéndote atraído por la curiosidad decides descender un poco más para discernir en que consisten estos bultos en el agua... Sientes que el hedor es aún mayor una vez por debajo de la altura del agujero que has dejado a unos escasos metros por encima de ti.

El olor se cuela más y más, cala en su pituitaria y se le clava en los pocos sesos que tiene.

Blurp...

Puggo vomita y una lluvia de lombrices y culebras a medio digerir bombardea el fondo del pozo.

Puaj... ahora la boca de Puggo sabe a caca...

¡UOOOOOOOOOOOOOOH! *SPLASH*

Puggo chapotea en aquel mar infecto de aguas fecales.

Sim Salabín que la nariz de Puggo huela jazmín

Tras realizar el conjuro, Puggo inspira una gran cantidad de aire.

Mmmm... ¡Olor rico! Ahora agua seguro que sabe bien.

Se da la vuelta en el agua y allí, flotando, los bultos pasan a tener una forma reconocible.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Desde lo más profundo del pozo se oye una voz aguda:

¡UOOOOOOOOOOOOOOH!

A continuación algo se sumerge en el agua causando un estrepitoso ¡SPLASH!

Para finalmente coronar ambos sonidos con un chillido ridículo.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

 El nivel del agua es poco profundo, pero aún así no tocas fondo si te mantienes en la superfície. Los bultos que están en la superfice son putrefactas carroñas de dos cabras y un venado, los cuerpos están llenos de largas y gusanos blancuzcos paseándose por el cuerpo, parece que hace varios días que están aquí. Fruto de la caída un enjambre de bichos voladores han alzado el vuelo para posarse de nuevo, eludiendo las salpicaduras.

 Tu nariz está embriagada da jazamín, casi lo palpas en el aire.

 Te aferras a la gruesa cuerda que sujeta el cubo, manteniéndoste a flote. A escasa distancia del nivel del agua aprecias otra apertura escavada en la pared del pozo, un agujero lo suficientmente grande como para pudieras pasar por él.

 Procedente de la boca del pozo, distorsionado por el eco del mismo pozo, salen un par de gritos agudos. Inmediatamente tras el segundo grito escuchaís un sordo chapoteo.

- Un foco Intecfioso. Como que no sabes lo que es eso? - pregunta el enfermero mientras menéa la cabeza sorprendido por la falta de cultura de algunos de sus compañeros - Es un... Que fue eso? - evita explicarse al sentir el chapaleo

- Parece que algo atacó al perrito. Alguien debería descender a defenderlo, o rescatarlo, o... a lo que sea. Trainganlo aquí y yo lo curo - insiste dejando en claro que su funcion NO ES correr el riesgo de descender al fondo de un pozo

Empezaba a mirar a aquel trasgo con cara de " si me vas a explicar algo que no sea demasiado largo o te juro que me duermo aquí mismo cuando escuché los gritos que venían del pozo".

- Sí! Seguro que ha encontrado a la rata o al foco ese sea lo que sea.. - Dije con una sonrisa que dejaba entrever como cuatro toneladas de comida entre mis dientes, que ya eran de una mezcla entre verdes, amarillos y marrones.

Sin pensármelo dos veces, colgué a mi amada hacha a mi espalda y me puse a descender por la misma cuerda que había hecho el del martillo, sin borrar mi grotesca sonrisa eso sí. Al menos si había algo que matar no me sentía como que todo era demasiado complicado.

- Ahora lo traigo, y a la rata también.. - Respondí al trasgo listo.

La luz de la boca del pozo se hizo sombra cuando Thok se asomó para disponerse a bajar. Eso hizo que Puggo mirase hacia arriba.

¡Éste es el pozo de Puggo! ¡Búscate tu propio pozo!

Miró la situación y las condiciones en las que se encontraba "su" pozo para el uso y disfrute. Caviló un momento...

¡Espera, no te vayas! ¿Tú quieres ayudar a Puggo? ¡Espera ahí a que Puggo te haga una señal! ¡Entonces, tira de la cuerda y sube el cubo del pozo!

Puggo cogió el martillo y lo usó para desplazar el cuerpo de una de las cabras hasta el lado de la abertura. Después se balanceó en la cuerda y se colocó en aquella ventana en la piedra.

Desde allí alargó la mano y cogió de un cuerno a la cabra. Así, pudo alzarla y ponerla sobre el cubo, dejando los cuartos traseros del animal colgando siniestramente por fuera.

Así Puggo tendrá más espacio para chapotear en el agua con rico olor a jazmín... jejeje...

[¡TIRA DE LA CUERDAAAAA!]*

- ¿ Pozo? ¿ Y yo para qué quiero un pozo si tienen agua? No me gusta el agua..!! - Respondí a sus palabras mientras me quedaba enganchado a la cuerda, esperando que se decidiera, porque como perdiera la paciencia me iba a dejar caer y eso seguro que le molestaba aún más.

Pareció cambiar de idea y eso me pareció fácil de hacer, así que volví de nuevo a pisar tierra firme y le grité para abajo.

- ¿ Has matado a la rata? ¿ Cabe en el cubo? Venga ponla que yo tiro.. - Dije dispuesto a hacer el animal tirando de la cuerda, aunque no sabía hacer las cosas de otra manera tampoco así que..

 Tirando levemente de la cuerda dice a pleno pulmón.

 - ¡TIRA DE LA CUERDAAAAA!

 Thok tira de la cuerda para hizar un peso considerable, suerte de la polea. El pozo es profundo con lo que tarda como un minuto hizando el peso de la cuerda. Pero antes incluso de que el cubo aparezca a la luz del atardecer, un hedor emana de la boca del pozo, una peste a podedumbre. Cuando este sale a la luz del ocaso un cuerpo hinchado y podrido, lleno de larvas y cucarachas, de una cabra cuelga grotescamente del cubo. La peste que suelta es abrumador.

- Que se supone que es eso - comenta el enfermero al ver los restos cubiertos de sabandijas del animal - Debe ser Foco intecfioso. Lo encontramos! - añade alegremente - Deberíamos ir a avisarle a Lerb - comenta olvidándose momentáneamente de sus compañeros. El orgullo del deber cumplido es demasiado como para pensar en quien está en el fondo del pozo... o en la reacción de quienes lo acompañan.

En cuanto alcé aquello que me estaba haciendo sudar, aunque jamás lo reconocería, porque era " Thok el fuerte " en aquellos momentos, lo até lo justo para poder tirar el cuerpo al suelo y aunque olía mal, tampoco era mucho más desagradable de mi choza y me acerqué para darle la vuelta.

- Pues para ser un foco, tiene un color trasgo muerto que a mí me hace creer que es un trago muerto.. - Expliqué con mi inteligencia habitual tratando de ser sarcástico, lo cual, como había quedado patente tras mi frase, era algo que no se me daba nada bien...

Traté de fijarme un poco a ver si conocía al trasgo nadador o simplemente era un muerto normal y punto.

- Estaría meando en el pozo y se caería dentro.. ¿ a quién no le ha pasado nunca?

 A pesar de que el hedor es espeluznante, casi tanto como el resto de la cabra, huinchada y abotargada, con bichos asomando de los restos de carne y demás. Lográis sobreponeros.