Partida Rol por web

 Finalmente, de una u otra forma, el grupo de valientes snagas recorren de nuevo el camino que han hecho con esfuerzos a lo largo del complejo subterráneo. Cargados con un par de prisioneros que os podrán aportar, suponéis, información importante sobre lo sucedido... más aún, que os podrán reportar grandes favores.

 Cuando llegáis al pozo más próximo soltáis un grito y os bajan una especia de arnes sujeto a una gruesa cuerda por el que podéis ascender sin problemas hasta la superficie. Cosa que agradecéis pues todos estáis cansados y alguno muy mal herido.

 Cuando terináis de ascender el cielo se tiñe con los colores del amanecer, el azul marino abre paso a los colores morados, rojizos, anaranjados y finalmente el azul celeste se adivina en el horizonte.

 Los trasgos que os suben miran asombrados como vaís apareciendo, con pintas horribles, como si vinierías de una terrible batalla librada en el mismísimo infierno! Además, portando nuevas armas y la llamativa armadura que viste Thok. Pero a parte por esos dos prisioneros y el enigmático cuerpo caído de un trasgo al que no reconocen... ¿pudiera ser que bajo todo ese pelo blanco, así fuera Chiux?

 Sin atreverse a preguntaros, para no caer víctimas de la cólera de Lerb al reteneros.

 Escortados por un par de guerreros, que parecen ester cansados y algo debilitados, vigilando a los cautivos kóbolds, os conducen ante Lerb.

 Cuando llegáis finalmente ante el barracón de Lerb, este os espera an el umbral, a su lado está Pringo.

 El apergainado consejero os mira mientras llegáis y sus ojos se entrecierran al ver que os acompañan un par de kobolds atados y el cadáver de un desconocido trasgo.

 - ¿Son estos los causantes del envenenamiento de los pozos? Contadme que os ha pasado.

Re-tomando su papel de "lider" el enfermero cuenta su versión de los hechos - Tras recorrer los túneles encontramos a estos... y a varios kobolds más... discutiendo sobre si debían huir por haber terminado su "tarea" - se explica.

- Tras un feroz combate, que le costo la vida al albino, conseguimos matar a la mayoría y capturar a estos. Al trasgo lo trajimos para ver si lo conocíais y este era el jefe de los kobolds - continúa dando su versión de los hechos - Incluso tenían a un mago entre ellos. Fue complicado, pero lo pudimos matar y os trajimos este cetro, que usaba para potenciar su poder. Trajimos tambien algunas ballestas, aunque quedaron mas armas allá abajo, nos pareció que traer a estos era un botin más importante. Seguramente vos sabreis sacarle información mejor que nosotros -

- Fue realmente complicado, eran muchos, pero la habilidad en la lucha de mis compañeros decantó el combate en nuestro favor... aunque no pudimos evitar que Chiux cayera - agregó compungido - Si no fuera por su arrojo, y mi dirección, no lo habríamos conseguido - completó sin dejar de arrogarse meritos que, probablemente no le correspondían - Con un poco de curación estaremos como nuevos... listos para disfrutar de la recompensa que nos querais dar... unos días de visita al haren serían una buena manera de disfrutarla - agregó, demostrando que las palabras de Thok habían sido registradas

 El anciano trasgo mira a Grolm y a Thok. Esperando algún asentimineto o reacción por vuestra parte sobre el relato de Akrate.

 Finalmente el consejero asiente y comenta.

 - Merecéis un descanso, id al barracón de los matasanos y que os den un vistazo.- Luego se gira a Pringo y a los centinelas que vigilan a los dos kobolds capturados.- ¡Vosotros! llevad a esos miserables ante Gurd y que los haga cantar, dentro de un par de horas acudiré a verlo.

 Se gira de nuevo hacia vosotros.

 - Vosotros descansad, habéis mostrado no ser unos auténticos ineptos y os habeís merecido pedir barra libre a Tasko o a visitar a las hembras si os apetece, pero no os relajéis demasiado por si os hago llamar.

Dejé hablar al listo, pues sus palabras siempre sonaban bien y yo en aquel momento estaba herido y cansado y veía que allí había de todo menos mi recompensa.. fruncía el ceño simplemente escuchando. Cuando vi que me miraban a mí expresamente, levanté el hacha, llena hasta el mando de sangre reseca para corrovorar la versión del listo y en ese momento apreté los dientes, pues la ropa se me había pegado a una de las heridas y me dolía al moverme.

Al bajar mi mano el dolor menguó y cambié mi expresión por una de alegría pues podría echar mano de las hembras y estaba tan contento, que me daría un baño antes de hacerlo e incluso me lavaría los dientes.. pero no se lo diría a nadie, claro.

- Gracias.. - respondí y todo aquella vez e intenté hacer algo parecido a una reverencia, pero me volvieron a tirar las heridas y tuve que jurar por bajo.

En cuanto me dejaron salir de allí prácticamente me fui a que me remendaran, luego a darme la ducha, a pasar por el bar a por una jarra de algo y luego, tardando en todo lo anterior como mucho media hora, iría a donde las hembras, corriendo..

Con una sonrisa en los labios, Akrate se plantea cual será su próxima acción... si la curación, la bebida, ó las hembras. Finalmente se decide. "Todas. Y en ese orden" - Estaremos listos - asegura a Lerb sin saber si podrá cumplir con su palabra.

Sacando pecho ante los goblins que observan la escena se dirige lo más dignamente que puede a la enfermería, dispuesto a recuperarse de las heridas antes de emborracharse y en ese estado dirigirse al dormitorio de las hembras... esperando que el brebaje que suelen servir en la taberna no le impida cumplir con sus tareas reproductoras

 Cuando emprendéis vuestro camino hacia las dependencias médicas véis como Lerb indica a Pringo para que entre el cuerpo del otro trasgo, el extraño hacia dentro de su choza, para poderlo examinar bien...

Al fin una buena recompensa! y no nos ha quitado las cosas que cogimos!.. si va a ser un buen día al final...

Al escuchar a Lerb hablar de tan grata recompensa, la cara de Grolm se parte con una sonrisa de oreja a oreja que le hace aún más feo de lo que normalmente es.. pero repentinamente recuerda donde se encuentra y recupera su semblante serio para que Lerb no piense peor de él.

Tras un escueto Gracias.. seguido de un no lo haremos.. sale de la estancia para dirigirse, con los demás, a que le remienden lo suficiente para así poder disfrutar tanto de la bebida como de las hembras...

 Los tres snagas, termináis tomando la misma dirección... el barracón de los sanadores.

 De nuevo, como anteriormente Grolm y Thok ya tuvieron ocasión de percibir, está todo lleno. Un hedor se percibe ya a escasos metros del edificio, una peste de vómitos, diarreas y demás. Un orco y un desdichado enano acarrean unos desbordados cubos, vigilados de cerca por un trasgo con un látigo en las manos. Parece que están vaciando parte de los efluvios de los enfermos.

 Una vez entráis en el umbrál de la puerta, podéis ver dos largas hileras de literas en las que yacen decenas de debilitados trasgos, el lugar tiene un pestilente ambiente cargado, en parte por las pocas aperturas con las que cuentan vuestras edificaciones estandarizadas. Al fondo véis unos pesados cortinajes que separan esta zona comunal de otra. Thok y Grolm ya saben que hay más allá.

 Des de la entrada véis a unos de los acólitos de Lerb y colega de Akrate, con ojeras en las ojeras, parece que hace tiempo que trata a enfermos sin parar.

- Hola..

Mi saludo no fue demasiado elocuente pero servía para decir. " Siento molestar, pero es que me han herido de nuevo y el jefe me ha mandado aquí.. ". Eso sólo no se me iba a ocurrir a mí así que empecé a quitarme la armadura, por lo que ya quedaba claro donde tenía los cortes, pues tenía cachos de ropa incrustados en las heridad y ahora, la ropa estaba oscura y acartonada.

- Eso me pasa por ponerme ropa y no un taparrabos..

- Duele si me muevo aquí dentro.. - Expliqué señalándome a la herida más gorda.

Simplemente me quedé ahí de pie, ya estaba pensando en las hembras y la armadura empezaba a hacérseme pequeña en la entrepierna.

- Putas coquillas estrechas..

 El trasgo se gira al veros, tarda un rato al reconoceros.

 - ¿Pero no os atendía hace unas horas? Y ya volvéis a estar así?- Se acerca para examinar la fea quemadura que tiene Thok en la espalda.- Eso son quemaduras, son difíciles de sanar chicos.

 Se gira un momento para dar un vistazo al barracón, es como si el cansancio se apoderara de él.

 - Ahora no puedo usar la sanación mágica, simplemente estamos desbordados, estamos atendiendo a la mitad de la tribu casi, los más enfermos, y para salvar a los casos más extremos hemos tenido que usar nuestras aptitudes especiales.- Dice antes de miraros.- Tendréís que guardar reposo hasta que recuperemos parte de nuestro poder.- Dice tras un suspiro.- Mientras tanto podéis ir al otro lado de los pesados cortinajes. Seguidme.

 Seguís al acólito a través del barracón hasta cruzar los pesados cortinajes, tras ellos hay algunas hembras también enfermas y unas camillas vacías.

 - Tumbaros, ahora vendremos y os aplicaremos unos cataplasmas y desinfectaremos las heridas.

- Esperar? Sí claro.. para una vez que me dejan a las hembras voy a esperar..

Comencé a ponerme la armadura de nuevo, como mucho caería enfermo como los demás y me tiraría en una cama a vomitar mientras no tenía otra cosa que hacer..

No dije nada ni hice ningún comentario, simplemente salí por el mismo lugar por el que había entrado, sin despedirme de ninguno de los que estaba allí, dispuesto a encontrar un barreño con agua en el que lavarme.

- Las hembras curarán todos mis males..

Pata Akrate resultaba una sensación extraña estar "del otro lado" de las curaciones, pero era consciente que el tampoco tenía magia para aplicar ni a el, ni a sus compañeros, ni a nadie más. Simplemente analizó sus propias heridas y decidió que, si bien podía sobrevivir con ellas, no tenía sentido sufrir porque si

- Yo me quedaría - le insinuó a Thok - Si nos llaman mejor estar en el mejor estado posible - agregó mientras se tendía en uno de los camastros y cerraba los ojos - Se lo que es quedarse sin aptitudes - le reconoció a sus compañeros - Yo estoy totalmente "seco". Supongo que en un rato tendré fuerzas para ayudarlos, pero en este momento no puedo hacer nada. Además Lerb nos ordenó recuperarnos para poder volver a salir... así que hagan lo que puedan -

Ya había dado un par de pasos cuando escuché las palabras del listo y gruñí, literalmente. Yo quería irme a pasar un buen rato.. ya me habían pegado demasiadas veces y había cumplido con mi parte que era matarlos a ellos.. Sólo quería divertirme..

Tan sólo me faltó hacer unas pocas pataletas, como un bebé, pero era un trasgo muy simple y me gustaban las cosas simples.. no entendía por qué no podían curarme ya..

Al final y muy a mi pesar, prefería que el jefe no me arrancara la piel a tiras así que me volví a desmontar la armadura y me quedé ahí, esperando a que viniera alguien a tocarme la herida para nada.. al menos, esperaba que tuvieran cuidado despegándome la ropa de ella porque sino me liaría a puñetazos y luego tendrían que curarse ellos..

- Al final, estoy viendo que me vuelvo a quedar sin ir donde las hembras y como me pase eso otra vez..

- Siempre tienen que joderme la diversión.. empiezo a odiar este sitio.. - Refunfuñé.

 Finalmente, algunos más a regañadientes que otros, terminaís por tumbaros y recibir las atenciones de los acólitos de Lerb.

 Os dejan en paños menores mientras lavan vuestras heridas y os aplican unos cataplasmas que, a pesar de oler a matadero sobresaturado de trabajo, os calman el dolor probocando un efecto similar a un hormigueo cálido recordando ligeramente a un escozor.

 A pesar del hedor a vómitos y otros efluvios desagradables, termináis por dormiros pues el cansancio os embriaga... Cerraís los ojos, mientras varias imágenes, sonidos y olores os inundan mientras recordáis entre sueños las vivencias de las últimas horas... las trampas de los pozos, las ratas mutadas, el terrible ente pétreo que terminó con la vida de Puggo, los kóbolds... Chiux.

 Pero finalmente termináis por despertaros cuando sentís que os atienden de nuevo, nos podríais asegurar cuanto tiempo ha pasado des de que os tumbastéis, esta vez en lugar de vendas y cataplasmas usan el ya familiar poder de las aguas.

 Finalmente los acolitos, con aspecto de estar despiertos des de hace varios días, os despiertan con sus atenciones. Sentis asombrados como vuestras heridas y dolores han desaparecido en su mayoría, tan solo algunas cicatrices recuerdan las más duras de las heridas sufridas, como el lanzazo que recibió Akrate en sus vísceras o la quemada de la espalda de Thok.

 - Bien nenes, ya estáis listos para ir hacer lo que os hayan dicho hacer y dejar libres las literas para otros enfermos- Task se gira para hablar a Akrate, a modo de colegas.- ... no sé cunato tiempo más podremos aguantar a este ritmo, a pesar de nuestros esfuerzos no logramos que se recuperen, al inicio usamos unos remedios y reslutaron ser efectivos... pero el alud de enfermos nos ha desvordado y ha acabado con las existencias de medicina... creo que estamos mal... muy mal.

- Tranquilízate - Akrate mira a su compañero - No deberían aparecer nuevos casos. Ya eliminamos el foco infectiso y Lerb está averiguando el porqué nos quisieron enfermar - completa seriamente, dándose importancia por la tarea realizada - Por eso nos quería en buen estado. Supongo que cuando tenga información nos mandará de nuevo tras ellos -

- Pero os dejamos libres las camillas - accede - Veamos si un poco de una buena bebida nos permite terminar de recuperarnos... alcohol y mujeres - sonríe complacido - es lo que nos ganamos por nuestra tarea - Sacando pecho sale de la enfermería y va en busca del bar, dispuesto a conseguir un par de jarras de cerveza antes de ir a buscar a las mujeres

Como siempre, cuando los demás hablaban yo permanecía en silencio, porque la mitad de las veces ( o más ) tenía que estar pensando en qué era lo que querían decir y bueno, resultaba más fácil no decir nada y sobretodo menos cansado.

Al final acabé asintiendo por lo que había entendido y luego, como haciendo gala de también saber hablar, saqué pecho y sonreí.

- Menuda paliza se llevaron..

Dicho eso, que ya era mucho, me dispuse a ir a darme el baño ese del que tenía hasta antojo, porque estaba hecho un trapo y como hacía mucho tiempo que no tenía que salir fuera y la lluvia no me bañaba así que.. hoy tocaba.. asi luego las hembras me tocarían a mí..

Grolm despierta algo desorientado pero tras escuchar los gimoteos de la sala de al lado rápidamente recuerda donde se encuentra. Sin prisa, se baja de la camilla y comienza a estirar los músculos y crujir varios de sus huesos.

Como nuevo... dice al terminar gracias por curarme... de nuevo

Sin decir nada más, pues no es snaga de muchas palabras, sale de la tienda en dirección al harén

Primero las hembras y luego la bebida para celebrarlo, no vaya a ser que Lerb nos haga llamar pronto...

 Los recién recuperados trasgos no tardan en partir del barracón, pero cada cual se va a su bola, para aprovechar el incierto tiempo del que disponen de la forma en que creen mejor.

 Akrate se dirige hacia el gran edificio que sirve tanto para daros el rancho como para beber esos extraños licores y bebidas a base de hongos y cactus que destila Trock.

 Thokk se va para la zona cercana a los pozos de los eclavos donde hay unos muros con algún barreño que hacen las funciones de baños, con los cubos vaciados regularmente por los desdichados esclavos.

 Grolm le falta tiempo para dirigirse hacia los harenes, al otro lado de la plaza, con una sonrisa de oreja a oreja.