Sala de Interrogatorios del CNI

Adele decide quedarse y usar sus poderes para sonsacar información a los detenidos en el día anterior. El teniente Valladares la guía hacia los subterráneos de la sede del CNI donde están las salas de interrogatorios y según comenta también los calabozos; aunque en el caso de las dos personas que vas a interrogar hoy vienen de una prisión externa debido a su peligrosidad. 

La sala es fría y con luz artificial que molesta a los ojos, está preparada para que el detenido no se encuentre cómodo. Es un factor psicológico que podrás aprovechar y hará tu trabajo más sencillo.

Te muestra la sala mientras comenta:

- Las paredes de la sala están reforzadas y electrificadas por paneles. Por lo cuál si se acerca a un panel podemos lanzarle una descarga siempre que queramos. En la sala detrás tuya estarán dos miembros del GEOM armados para tu seguridad, los detenidos van a venir sedados y esposados de manos y pies. - hace una pausa y suspira - Pero aún así su fuerza es peligrosa por lo que no correremos riesgos. En caso de emergencia saldrás de la sala y la gasearemos para dejarlos totalmente inconscientes, sé que eres capaz de neutralizarlos pero su velocidad puede ser muy alta en distancias cortas y un golpe podría dejarte inconsciente antes de que pudieras usar tus poderes. No voy a correr riesgos innecesarios...¿alguna pregunta? El primer detenido está llegando...

Con el apoyo de mi jefa, finalmente decidí quedarme en el CNI, creyendo que sería más útil en aquel lugar. Tomé nota de su petición, aunque dudaba que Valladares me dejara meter demasiado las narices en nada que no le conviniera, pero estaría atenta.

El teniente me guió hasta la zona subterránea, donde se encontraban los calabozos además de la zona de interrogatorios, aunque los sujetos a interrogar no se encontraban allí; serían traídos de una cárcel externa dada su peligrosidad.

Una vez en la sala, el teniente me habló del equipamiento de esta y de las medidas de seguridad, así como del modo en que debía proceder en caso de peligro. Asentí ante todo ello, confirmando que seguiría sus órdenes, mostrándome pensativa cuando me preguntó si tenía alguna pregunta.

- ¿Hay algún dato en concreto que les vendría bien saber? Ustedes conocen mejor los pormenores de todo esto… - comenté antes de mirar un instante hacia atrás, en dirección al lugar donde se encontrarían los agentes del GEOM. - Por lo demás, creo que no tengo ninguna pregunta.

- Necesitamos saber dónde están...su base de operaciones para cuando nos deshagamos de Ángel Negro ir a por ellos. No sé si estos dos metahumanos lo sabrán...puede que no se lo comentaran pero sí que sin querer les dieran alguna pista o dijeran algo delante de ellos que nos sirva... - comenta Valladares.

Los agentes del GEOM asienten ante las palabras de Valladares y se mantienen en sus posiciones.

- Ahí viene el primero, en cuanto llegue yo iré a la sala anexa desde donde veré por vídeo el interrogatorio. En ella hay cuatro agentes más por lo que si pasara algo entraríamos todos si fuera necesario...

Se escucha una puerta abrirse y un caminar pesado. Parece que en breve estarás delante de tu primer objetivo.

Gargantúa entra en la sala con grilletes en manos y piernas. Lo acompañan un equipo de cuatro agentes armados con lo que te parecen porras eléctricas de alto voltaje.

Lo sientan en una silla metálica. Un agente engancha los grilletes a una sujeción en el suelo y otro a una sobre la mesa para limitar aún más sus movimientos. Valladares abandona la sala con dos de los agentes ya que otros dos permanecen detrás de Gargantúa con sus porras preparadas para actuar si es necesario.

El metahumano te mira y masculla:

- Así que ponen una puta cara bonita para interrogarme...así va España...

En uno de sus brazos aprecias un tatuaje de la Falange. Es un franquista así que tiene una motivación ideológica para ayudar a los nazis. 

El teniente me dejó claro cuál era el dato principal que necesitaban conocer, aunque exponiendo también sus dudas acerca de que les hubieran revelado dónde se encontraba la base de operaciones. En cualquier caso, puede que sí conocieran algún detalle que nos pudiera guiar hasta ella, lo cual también ayudaría.

Valladares anunció la llegada del primer preso y trató de nuevo de tranquilizarme haciéndome saber que en la sala en la que él se encontraría habría cuatro agentes más.

- Gracias, teniente. – le dije antes de que abandonara el lugar, quedándome sola en aquella sala que desprendía un aura tan desagradable.

Pero aquello duró poco tiempo, pues en seguida dos agentes trajeron al llamado Gargantúa, sentándolo en una silla y fijando sus grilletes en distintos puntos para inmovilizarlo aún más.

- Siento que no le agrade mi presencia, pero piense que cuanto antes empecemos, antes acabaremos. – respondí ante las palabras de aquel tipo, tomando asiento en una silla al otro lado de la mesa, sin acercarme mucho a esta. - ¿Podría contarme cómo conoció a Kruger? – comencé a preguntar, fijándome con disimulo en el tatuaje de su brazo, y empleando mis capacidades para hurgar en su mente.

Accedes a su córtex con cierta facilidad, no es una persona que brille por su elevada inteligencia aunque ha recibido formación para evitar que le saquen demasiada información aunque por la facilidad con la que has entrado o no estaba preparado o no es que se entregara a fondo.

- Lo conocí por internet, en un chat de nacionalistas españoles... - te dice y observas que no miente - ...se ofreció a pagarme una buena suma por ayudar a derribar este gobierno y a traer el falangismo de nuevo al poder de este glorioso país... - tampoco miente aunque notas que se ha dado cuenta de que estás observando su cerebro aunque no te intenta expulsar - ...así que eres la telépata de la que me hablaron...tienes algo además de una cara bonita...

Intenta soltarse invocando la fuerza de sus músculos pero no lo logra. Los grilletes son extremadamente resistentes y tras un par de forcejeos decide no esforzarse más. Lo notas sudoroso y la cara ha tomado un color rojizo, su esfuerzo ha sido considerable.

- Mierda...parece ser que los grilletes son buenos...pero tenía que intentarlo... - te mira desafiante y te dice - ...sigue con tus preguntas muñeca, aunque no lograrás sacarme mucho...Kruger ya había pensado en esto...

Entré con tanta facilidad en la mente de aquel indeseable que no sabía muy bien qué pensar. Puede que no estuviera preparado para una intromisión así, o quizás no se entregaba lo suficiente a aquel encargo, aunque dudaba que se tratara de esto último; una idea que cobró fuerza en mí cuando respondió a mi pregunta.

Me explicó el modo en que contactaron con él, dejándome clara su motivación para haberse unido a Kruger, como claro me dejó que no mentía. Entonces sentí que había advertido mi presencia en su cabeza, mas no trató de echarme de allí.

- ¿De verdad creías que iban a dejar a cualquiera para interrogarte? – respondí cuando hizo palabras que sabía que era capaz de leer la mente, tratando de mostrar mucha más seguridad de la que sentía en aquel momento.

Me sobresalté cuando forcejeó con aquellos grilletes, tratando de soltarse por la fuerza, pero no consiguiendo más que acabar sudoroso y con la cara roja por el esfuerzo.

- Parece que Kruger ha pensado en todo, sí. – respondí con sarcasmo ante las palabras del mercenario. – Imagino que han contactado con más gente “excepcional” como tú, ¿qué puedes decirme de ellos? – pregunté sin dejar de hurgar en su cabeza, queriendo que me facilitara información de otros aliados que pudieran resultarnos peligrosos, incluido ese Ángel Negro.

Gargantúa asiente y te contesta sin esconderte nada, sabe que al fin y al cabo tienes un poder que él no puede parar.

- Kruger no solo contactó conmigo, habló con otros que pensábamos parecido. Por ejemplo la bestia parda de Ogro que al igual que yo añoramos tiempos mejores... - sonríe recordando tiempos mejores aunque en su mente las imágenes que se dibujan son de grises golpeando a obreros indefensos, no son para nada imágenes bonitas - ...a otros los contrato por dinero como a Varano y Davenfort, que se alquilan a los que pueden pagar su precio. Nosotros somos los menos especiales, sólo músculo para dar hostias y crear caos...pero los que no habéis pillado sí que son jodidos...

Sonríe de oreja a oreja e incluso suelta una sonora carcajada.

- Algunos de los más especiales ya los conocéis seguramente...Alaska por ejemplo. Junto a su inseparable Decibelio, también añoran tiempos mejores y no costó mucho convencerlos... - hace una pequeña pausa para pensar en más nombres - ...luego hay otros que no conozco demasiado pero sé que son muy poderosos como Ángel Negro. Y luego están Salamandra que es un puto pirómano y creo que habéis visto su última obra en el Windsor...mmm...y luego están sus hombres pero no creo que sean metas, son leales a Kruger y morirán por él sin dudarlo. Son verdaderos soldados sí señor... - una lagrimita se le escapa, en ese momento notas que cierra su mente un poco intentando pensar en otra cosa para que no veas ninguna imagen, aunque no es muy efectivo pero sí lo suficiente para que no puedas ver la cara de aquellos de los que habla aunque ves una imagen de varios políticos, pertenecientes a la derecha española, incluso algún socialista. Ves uniformes y te parece ver un ave rapaz - ...luego hay otros que parece que están de vuestro lado pero llegado el momento se cambiarán al nuestro.

Tomé nota de cuanto me contaba Gargantúa, aunque no era mucho, pues a la mayoría de quienes mencionaba ya los conocíamos del encuentro del día anterior. Parecía conocer a Ángel Negro también, pero por desgracia no sabía mucho de este. Insistir sobre ello sólo valdría para ponerle sobre aviso, así que lo descarté. En teoría no había forma de que el mercenario transmitiera información al exterior, pero estábamos tratando con gente que tenía poderes… ¿Quién me decía que no había algún modo con el que lograran ponerse en contacto con él?

También mencionó a un tal Salamandra, y a aquellos hombres que no tenían nada de metahumano, pero cuyo fanatismo y lealtad a Kruger podían resultar también muy peligrosos. Sentí en ese momento cómo se resistía, sin permitirme ver los rostros de esos hombres, tras lo que pude ver otra imagen. Se trataba de varios políticos, de la derecha española e incluso algún socialista, y lo que parecía… ¿Un ave rapaz?

La última frase que emitió el preso me alertó sobremanera, tanto que mis ojos se abrieron como platos. ¿Teníamos al enemigo dentro? Aquel ave… No, no podía ser… ¿Pero y sí…?

- ¿Quiénes? ¿Quiénes son esos? – insistí nerviosa, esperando a que respondiera para ponerme en pie. – Sáquenme de aquí. – pedí con contundencia, queriendo hablar con Valladares cuanto antes.

Gargantúa sonríe ante lo nerviosa que te has puesto. Aunque sabe que te ha dado demasiada información pero parece no importarle.

Un agente te abre la puerta de la sala de interrogatorios y vas a la sala contigua donde se encuentra Valladares con varios agentes. Todos te miran para saber qué ha pasado.

El viejo teniente te pregunta:

- ¿Qué has visto en su cabeza?

La tensión se acentúa porque que hayas salido así de la sala de interrogatorios ha pillado por sorpresa a todo el mundo ya que tenías la situación controlada sin ningún problema.

Gargantúa no me dijo nada más, limitándose a sonreír ante mis nerviosas preguntas. Pedí entonces que me dejaran salir, y la puerta no tardó en abrirse, encontrándome pronto en la sala en la que el teniente Valladares permanecía con varios agentes.

El hombre en seguida me preguntó qué había visto, mientras nerviosa miraba a unos y otros. A punto estuve de preguntarle si podíamos hablar a solas, no estando aún acostumbrada del todo a aquellas extrañas capacidades, pero al caer en aquella posibilidad no dudé en usarla; se lo transmitiría mentalmente.

- Señor, ha escuchado lo que ha dicho Gargantúa… Que hay gente que lo traicionará… - comenté a decir haciendo uso de mi telepatía. – He visto políticos, de la derecha y socialistas, y uniformes… Y un pájaro. Un gavilán, si no me equivoco. – compartí, terminando por apretar mis labios con preocupación, preguntándome si aquello sería una especie de referencia al metahumano llamado del mismo modo.

La voz del teniente se escucha claramente en tu cabeza. Sientes el miedo que tiene al escuchar lo que acabas de decir, sobre todo la parte del ave rapaz.

- ¿Un gavilán? ¿Estás segura?...eso significa que...mierda no...la base está comprometida. Gavilán viene de camino y estará cerca de llegar. Y si Gavilán es uno de ellos seguramente lo pongan al tanto de nuestros planes si no lo han puesto ya...debemos avisar a Isaac para que movilice a sus hombres, sé que él no es un traidor...pero no respondo de sus hombres...

Puedes ver con claridad en la mente del teniente que el general Isaac Saavedra es padrino de su sobrina y que ayudó a ocultarla. Parece que es de fiar o eso cree Valladares.

Valladares ordena a los miembros del GEOM.

- Saquen a Gargantúa de las instalaciones, llévenlo a Aquera en el menor tiempo posible. Quiero hablar con sus superiores inmediatamente, la información que posee la señorita Arjona es de vital importancia para nuestra supervivencia.

En tu mente escuchas de nuevo su voz:

- Contacta con Bergara y avísalo. Necesitamos que avisen a Isaac rápidamente y al resto del equipo...no hay tiempo que perder.

El miedo que sintió Valladares al escucharme se coló de inmediato en mi mente, así como las palabras con las que me explicaba su inquietud y lo que debíamos hacer. Parecía estar muy seguro del teniente Saavedra, quien era padrino de su sobrina y había ayudado a ocultar a esta, pero no podía responder por los hombres de este.

- Sólo puedo decirle lo que he visto… Podría ser una treta de Kruger, pero… Deberíamos tomar precauciones. – le transmití en seguida, estando de acuerdo con él en que había que darse prisa.

Tras dar instrucciones a los miembros del GEOM, el teniente volvió a dirigirse a mí, dándome órdenes concretas.

- Ahora mismo, señor. – le dije, dispuesta a contactar con Josu y ponerle al corriente.

Me concentré un segundo, cerrando mis ojos incluso, para dar con aquella otra vía con la que podía comunicarme con el detective y con el chico.

- Josu, la cosa se está poniendo fea. Valladares necesita que contactes con el general Saavedra cuanto antes, con él y con el resto del equipo. - comencé a transmitir de carrerilla, con notable preocupación. - Hay traidores en las filas del teniente, y Gavilán podría ser uno de ellos. Venía ya hacia aquí, se trata del metahumano oficial del gobierno... Que nadie le cuente nada, absolutamente nada. - le pedí, inquieta, esperando que el detective me tomara en serio y se diera prisa.

En tu cabeza resuena la respuesta del detective:

- Tarde, guapa. Soldados de fuerzas especiales se han llevado al general y vienen a por nosotros. Me doy el piro con Parkour, no sé dónde están los demás. Intenta contactar con ellos mentalmente, establece un punto de reunión, y pásame indicaciones de donde está cada cual empezando por los que necesiten una salida rápida, para ir a buscarlos. Eso te incluye a ti. ¿Me has oído? No sé si esta mierda sigue funcionando...

Antes incluso de que el detective terminara de hablar, agarré a Valladares del brazo y lo situé tras de mí de forma instintiva, queriendo protegerle. Desplegué también aquel escudo que era capaz de crear, mientras Josu terminaba de ponerme al corriente de la situación.

Estaba asustada, la situación se había puesto muy fea, pero no era momento de quedarse paralizada. No como muchas otras veces en las que mi integridad física había estado en juego por causa de mi marido. En esta ocasión, era la vida de otras personas la que estaba en peligro, y puede que fuera eso lo que me ayudaba a actuar; eso y el recuerdo de mi abuelo.

- Te he oído, sí. Intentaré contactar con el resto. Yo estoy con Valladares, en los subterráneos del CNI, ven a por él en cuanto puedas, por favor. – le pedí mediante aquel enlace mental, casi en tono de súplica. – Está bajo mi escudo, pero no sé cuánto puede aguantar este si se complican mucho las cosas... Hay agentes del GEOM aquí, se van a llevar a Gargantúa, pero ya no sé de quién puedo fiarme. – le expliqué, pudiendo apreciarse que estaba asustada. – Josu, Saavedra sabe dónde está la sobrina de Valladares… - añadí preocupada, antes de disponerme a contactar con el resto.

Valladares debía estar confuso, pero no podía detenerme ahora a explicarle lo que sucedía. Me concentré, queriendo establecer una conexión con los demás. Sentí cómo esta se establecía, y rápidamente les expliqué lo que pasaba.

- Parte del equipo de Valladares se ha vuelto contra el gobierno, puede que entre ellos Gavilán. Se han llevado al teniente Saavedra y vienen a por nosotros. – comencé a explicar, tratando de mantenerme lo más serena posible. - Indicadme dónde estáis y cuál es vuestra situación. Informaré a Josu y él irá a buscaros, comenzando por quienes lo tengan más complicado para huir.

Mientras esperaba las respuestas del resto, contacté de nuevo con el detective.

- El parque de atracciones. No debe haber nadie allí, creo que es un buen punto de encuentro. - le comuniqué, quedando nuevamente a la espera.

Valladares te indica que la sigas:

- Saldremos de aquí por una salida de emergencia que pocos conocemos...nos llevará a una vieja estación de metro abandonada. Desde allí tendremos que huir a través de las vías...a no ser que el señor Bergara venga a buscarnos...o a buscarla a usted. Yo creo que me quedaré con los agentes del GEOM e intentaremos darles algo de trabajo... - se queda pensativo y dice - ...su objetivo principal soy yo, así que les haré perder su valioso tiempo buscándome.

El teniente parecía estar impacientándose, y me planteaba ya una salida, pareciendo además su objetivo el quedarse con los agentes del GEOM. Estaba claro que aquel hombre no me conocía en lo absoluto.

- Usted no se mueve de aquí. – le dije con firmeza, haciendo uso de mi telepatía. – Josu está avisado, vendrá en breve a buscarnos. Espere, por favor… - le pedí, relajando el tono de mi voz. – No sabemos de quién nos podemos fiar, será mejor que se quede con nosotros. – afirmé. – Sí, ya sé que apenas nos conoce… Pero créame cuando le digo que somos su mejor baza. – le dije realmente convencida, lo que me sorprendió incluso a mí misma.

La voz de Josu resuena en tu cabeza:

- La caballería está en camino, preparaos para un truco de magia...

Parece que viene para llevaros a un lugar seguro.