Partida Rol por web

Me apetecía ponerme cómodo, así que lo primero que hice fue quitarme el calzado. Me cambié a una ropa mas de estar por casa, doblé con cuidado lo que llevaba puesto y me tiré, cogiendo el mando de la TV, sobre mi cama.

En la televisión portuguesa no echan gran cosa, te sorprende que las series estén en versión original subtituladas en casi todas las cadenas. No estaría mal hacer eso en España así los jóvenes aprenderían seguramente mejor el inglés.

La noche va a ser tranquila aunque los nervios empezarán a aflorar cuando quede poco la empezar la misión. El plan parece sencillo y todos sois expertos en vuestros campos pero...no podéis predecir los movimientos del enemigo. Y ese tanto por ciento que no se puede planear siempre pone algo nervioso.

Mañana rescataréis a un compañero y acabaréis con una amenaza. Si todo sale bien será un gran día para Heracles.

      Nada más llegar al hotel, me excusé un momento para llamar a Anabel, y, tal como era de esperar, me tocó una buena bronca por tardar tanto... al menos hasta que, por mi tono de voz, dedujo que estaba bastante preocupado. Era mucho tiempo juntos, y ya nos conociamos bien... no podía decirle nada de la misión por telefono, pero para tratar de que no se preocupase en exceso, a modo de clave le informé de que iriamos a cenar por navidad con sus padres.

      Tras la llamada, subí a la habitación para encontrarme a Sócrates viendo la televisión. Sentándome en la cama, presté atención a la programación unos momentos, pero no lograba distraerme, asique me giré hacia mi compañero.

Esperemos que las cosas salgan bien, ya me dijeron que no debia comprometerme con este grupo teniendo familia, y es ahora cuando entiendo el por qué... ¿Sabes? Es una sensación extraña, pensar que puedes acabar muy mal y que no sea tu propia integridad física lo que te preocupe, sino los que quedan atrás. Asique ya sabes, más te vale hacerlo todo bien, o mi mujer te perseguirá para vengarse.

      Con una carcajada, me quité los pantalones y me metí en la cama. El sueño siempre me ayuda a despejar la mente, por corto que sea el tiempo de descanso... y sabia que iba a necesitar mucha claridad.

Miré a Esteban con seriedad, quizás mas de la que hubiera querido expresar.

-Yo estoy sólo, déjame hacer ami.

La noche pasa y por fin llega la mañana. El despertador suena a las 5:30 en punto. Es un sonido repetitivo y aburrido pero sirve para despertaros. Tras ducharos y vestiros os preparáis para reuniros con Cástor y Seoane. La mañana es fría y aún no ha salido el sol, según la prensa debería de amanecer cerca de las ocho de la mañana. Aún quedan muchas horas de oscuridad. Perfecto para vuestro plan.

Llegáis al punto de encuentro. Al momento aparece Seoane, va vestido de colores oscuros con un gorro en la cabeza. Se acerca a Sócrates y le lanza una especie de gorro...al abrirlo ve que es un pasamontañas. Saluda a Esteban y os dice:

- Seguidme, los vehículos están aquí cerca...Cástor los custodia...

No hice preguntas, simplemente me limite a seguir a Seoane. Me coloqué el pasamontañas a modo de gorro, ya me lo bajaría mas tarde, no era plan de llamar la atención desde el principio.

      Tras un sueño reparador, el despertador nos alerta de que ha llegado la hora de ponernos en acción. Tras la ducha, salí del hotel con el pelo aun mojado, encendiendome un cigarrillo y cerrando al máximo la cazadora. Al menos el trabajo prometía acción, porque si no iba a quedarme tieso de frio... Opté por no dar mucha conversación a mi compañero, pues iba haciendome a la idea de que eso no le agradaba, pero cuando llegamos al punto de encuentro, palmee su espalda antes de seguir a Seoane, y esperé que con eso entendiese todo... agradecía sus palabras de la noche, pero no tenía la menor intención de dejar que se arriesgase solo, esperaba que todos saliesemos lo mejor parados posible.

Cástor os espera dentro de un vehículo. Es un Opel Corsa City de 4 marchas y seguramente de 75 caballos. Un motor fuerte y unos 140 Km/h de velocidad punta; a su lado hay una preciosidad de moto (para los cánones de los 80)

Es una Montesa Cota de 247 cc por lo que podéis observar. Seoane hace el gesto para que Sócrates vaya hacia ella. Al parecer es la que le toca pilotar.

Cástor sale del coche y se acerca a vosotros para estrecharos la mano. Luego señala a otro coche aparcado a unos doscientos metros.

- Perdonad que esté tan lejos pero es que no había aparcamiento. Esteban tu llevarás el bólido hoy... - dice mientras señala un Renault Copa Turbo aparcado a lo lejos

Dos coches y una moto. Esos serán parte de vuestras armas hoy. Cástor os hace un gesto para que os acerquéis al maletero del corsa. Al abrirlo con cautela podéis observar armamento ligero (subfusiles y pistolas) y también algún fusil de asalto (un par de cetmes).

- Aunque sé que confiáis en vuestros poderes llevad algo de plomo...nunca se sabe si nuestras habilidades pueden fallar...

      Contemplé el coche que iba a conducir con los ojos como platos. En Madrid tenia mi propio R5, y como casi todos, soñaba con haber podido comprar la versión deportiva del mismo... ahora, al menos, podría conducir uno... solo por eso valía la pena haber venido.

¡Me das la caja de muertos! Ese no es un buen augurio - bromee, mientras seguía a Cástor hacia la parte posterior del corsa, cuyo maletero parecía el baúl de los recuerdos - Vaya... esto me recuerda a la mili...

        Tomé un cetme, y mientras comprobaba su estado, reflexionaba sobre ese periodo de mi vida. Como casi todos los españoles, había tenido que realizar el servicio de joven. Podía haberme librado por mi trabajo en Heracles, pero consideraba que una formación militar podía serme util en un futuro, a la hora de mejorar la disciplina y forma física, y algunas habilidades de combate más mundanas que las que entrenaba a diario en la organización... por desgracia, no fue el caso, pues no se me daban demasiado las armas y mucho menos las regañinas, asique ejercitaba disimuladamente mis poderes para acertar al blanco.

Una montesa era el sueño dorado de cualquier motero que se preciara, más si era de campo, donde su suspensión dura y su manejabilidad eran perfectas para meterse en cualquier camino, aparte de su fuerza y potencia. Era mas de motos que de coches, así que habían acertado al darme el gusto de llevar esa preciosidad, una moto que en su versión de 2T le mojaba la oreja a muchas de las nuevas 4T que estaban en el mercado.

Al acercarme al coche escogí el mismo arma que mi compañero, me la colgué al hombro y la escondí bajo el abrigo, no era plan de conducir por toda la ciudad con un fusil de asalto a la vista, no quedaba bien.

-Suerte - deseé amis compañeros mientras me dirigía a la moto, aún con el pasamontañas a medio bajar.

Cástor saca un mapa y os indica en qué punto os pararéis cada uno.

- Seoane y tú entraréis a través de este muro. - señalando un punto del perímetro que está protegido por una pequeña arboleda -  Estaban cortará la luz con una sobrecarga en este punto - señala una alcantarilla donde seguramente esté el cuadro eléctrico de la manzana - ...yo me encargaré de ser vuestros ojos desde este punto. Es el edificio más alto de la zona y tendré visibilidad total.

Os pasa unos walkies a todos y os indica:

- Los canales están grabados ya. Usaremos el canal 5 en la primera fase, luego cambiaremos al 7 cuando saquen el paquete...¿alguna duda de última hora?

- Ninguna Cástor...Sócrates y yo les haremos salir enseguida...será un espectáculo digno de ver... - dice con seriedad Seoane - ...Esteban cuando fundas todo avisa y empezará el baile...

Coge una Skorpion y la guarda bajo la cazadora imitando a Sócrates.

- Ellos tendrán la diversión dentro...pero nosotros la tendremos fuera... - dice mirando a Esteban. -...tendremos que limpiar el perímetro. Nuestros ojos han visto que esta mañana la dotación es de ocho. Es posible que haya alguno más pero me encargaré de detectarlos...tengo muy buen ojo para ello...te iré guiando para que no tengas ningún problema...

Señala un par de zonas y explica que es allí donde pueden encontrarse en un principio. En cuanto caiga uno el resto irá a esa zona por lo que lo tendréis medianamente fácil para reunir a varios y acabar con ellos.

Dentro las cosas serán algo diferentes, ya que será casi todo improvisación. Lo que no parece ser un problema para Sócrates y Seoane.

El contacto de la montesa estaba rígido, lo que quería decir que la moto estaba bastante nueva. Aquello me gustaba, la sensación que daba una moto como aquella no la daba ningún coche, eso seguro. Arranqué de un seco y rápido golpe de pedal, presioné el freno y me subí, esperando que Seoane me acompañase. Le dí gas, pulsando freno, para escuchar el ruido y la potencia de mi nueva amiga.

- Nos vemos en un rato - dije con una amplia sonrisa de oreja a oreja. ¿Acaso aquello me divertía?. En cuanto Seoane se subiera, saldríamos hacía el punto ya memorizado.

      Había seguido estudiando el cetme mientras mirabamos el mapa, considerando su peso y dimensiones, y finalmente opté por devolverlo a su sitio.

Demasiado aparatoso, es posible que tenga que trepar, ¿no? ¿Han dicho algo nuestros "ojos" al respecto? - Tomé una pistola en su lugar y, tras comprobar que tenía puesto el seguro, la escondí en el vaquero, a mi espalda - Porque si es asi me temo que con la pistola y mis habilidades tendrá que bastar.

- Los agentes de seguridad rusos usan una makarov...no se atreven a llevar nada que sobresalga mucho para evitar problemas con la policía portuguesa... - le pasa una LLama M-82 española - ...con esta vas bien...es similar a la que usaste en el ejército español si hiciste la mili...

Es una buena pistola, pesa 1,30 cargada. Posee 15 balas y una en la recámara. Sin duda más que suficiente. Cástor te pasa un supresor de sonido para que se lo pongas al arma.

- Tu misión es no hacer ruido. Con esto no se escuchará nada..

Seoane sube a la moto con Sócrates y se coloca bien en el asiento de la moto. Cástor le indica a Esteban que se prepara para marchar. Aquí vuestros caminos se dividen durante un tiempo. Sócrates acompañará a Seoane al interior mientras que Esteban y Cástor se encargarán del perímetro. Pero antes de todo apagarán las luces.

Todos montáis en los vehículos y os acercáis a los puntos marcados. Sócrates y Seoane están el el muro norte del perímetro. Preparados para entrar en acción en cuanto Esteban corte la luz.

Cástor toma posiciones en la azotea de un edificio y prepara su fusil de francotirador para otorgar cobertura a sus compañeros.

Esteban tiene ahora la parte más difícil. Tras aparcar el coche logra abrir una tapa de alcantarilla y desciende para encontrar la caja que tendrá que fundir.

Paré justo en el lugar indicado, me gustaba seguir las instrucciones al pie de la letra, por lo menos los previos a entrar en acción, después ya era otra cosa.

Puse la patilla y esperé que Seoane se bajase para hacerlo yo también. Me preparé junto al muro esperando la señal: que la luz se apagase , entonces sería el momento de entrar y empezar la fiesta.

Decidí ir haciendo los preparativos ... debía llamar amis amigos. Me concentré cerrando los ojos  y extendiendo las manos, intenté disimular un poco.

Visualicé una paloma ... y me concentré en llamar a todas la posibles. 

Me encanta el olor a alcantarilla por las mañanas...

      Resignado, trataba de animarme a mí mismo con bromas, para no terminar vomitando el desayuno. Dados los años que llevaba en mi trabajo-tapadera como electricista, no fue dificil encontrar lo que estaba buscando. Cogí el walkie y avisé por la frecuencia indicada por Cástor.

¿Todos listos? Apagando las luces en 3... 2... 1...

     Tras retirar la protección, acerqué mis manos y concentré mis energías en una potente descarga eléctrica para freir la caja... Seguramente, al que le tocase repararlo no lograría comprender lo que había pasado.

Los cables se funden en cuestión de segundos mientras Esteban lanza su descarga contra la caja eléctrica. En unos segundos puede ver como la luz fluctúa y finalmente varias bombillas estallan en los oscuros pasillos de los sumideros. Toda la luz de esa manzana y de varias alrededor se apagan. Paso 1 del plan realizado con éxito.

Sócrates visualiza una paloma y se concentra para llamarlas. Al poco rato nota que cientos de ellas contestan a su llamada y se apresuran a venir hacia la embajada rusa. Algunas de ellas tardarán minutos en llegar pero en poco tiempo las tendrá a todas sobre la embajada.

Cástor divisa la zona situado en las alturas y dice por el walkie:

- Luces apagadas. Esteban sal rápido de allí y dirígete al muro este. Diviso a dos agentes rusos, cuando estés allí me encargaré de uno y tú del otro. Doble S - Seoane y Sócrates - podéis acceder al recinto. No hay moros en la costa...estoy viendo acercarse a varios grupos de palomas pero asumo que es normal ¿no?

Seoane y Sócrates pueden saltar el muro, es un muro normal de tres metros y medio de alto. Parece cosa fácil para los dos, habrá que ver que decide hacer Sócrates con las palomas. 

Esteban tendrá que dirigirse al muro Este, tardará sobre cuarenta y cinco segundos en llegar allí. Al llegar allí podrá ver a dos hombres con trencas de color negro y sombreros que parecen llevar algo en el interior de su abrigo. La verdad es que tienen pinta de agentes rusos y dan bastante el cante.