Partida Rol por web

Encrucijada

Acto I: Inquilinos. Escena 1: El faro pródigo

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20/02/2015, 15:48
Carmen María Acosta

Mientras la gente habla, los observo atentamente. No me interesa solo lo que dicen, si no como actúan unos con otros. Al fin y al cabo, voy a relacionarme frecuentemente con ellos y, como se comporten ahora puede ser una muestra de como serán como vecinos; atentos, callados, voluntariosos...

Y, entonces escuchó a la chica que dice que es no-se-qué-cosa sexual... y la veo que nos observa esperando una reacción. Y, después, cuando se sube en el barco nos comenta que se marea y, aunque me parece que es la viva imagen de la salud, no puedo evitar sonreír,  rebuscar en mi bolsa y entregarle otro nudo de Ismael...

- Ten, querida - le digo sonriendo mientras se lo doy 

Pero cuando finalmente dice lo del silencio, ya no puedo evitarlo y se me escapa una pequeña carcajada alegre

- Ja ja ja... perdona,  perdona, es que estoy acostumbrada a ser la única que dice cosas... "diferentes". Hija, te has ganado mi aprecio, así,  sin más. 

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20/02/2015, 16:04
Blanca Quintana

Mientras Blanca sigue ayudando a subir y acomodar las maletas, reconoce a tres de las personas que allí se encuentran. El pelirrojo había pasado antes por el bar, pero al parecer no la recuerda. Eso la hace sentir... extraña. No es común que la gente no la recuerde. Desde pequeña ella saludaba y era saludada de vuelta, siempre con una sonrisa. Los parroquianos que iban al bar siempre recordaban su nombre y le dejaban buenas propinas, y esto era nuevo para ella. Otra cosa más que sumar a la lista.

La segunda persona que reconoce es aquella que intenta ayudar a la rubia con mala pinta. Una sonrisa amable es todo lo que alcanza a dedicarle, ya que mientras abría la boca para saludarla, trastabilla un poco tomando la siguiente maleta (y casi cae al agua) cuando reconoce a Lea Boulé: joven arquitecta consumada y exitosa, dueña de uno de los mejores restoranes de Aquilea y famosa mundialmente por sus diseños. Pasmada, se queda quieta, no mirando el horizonte como muchos compañeros, pero perdida en recuerdos, frustraciones que creía habían cicatrizado. De pronto, el frío de la mañana se vuelve punzante, como si la atravesaran cientos de pequeñas agujas, y ya no puede mantenerse parada. Simplemente se sienta, como desplomándose, en una de las tablas, dejando a la mitad el trabajo... y ya no dice nada más.

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20/02/2015, 16:35
Darío Hernández, "Hache"

Entre el bullicio y mi propia excitación por el momento, no me había fijado en Lea hasta ese momento. Su cara me resulta familiar y no paro de darle vueltas hasta que finalmente caigo en donde la he visto antes. De todas maneras, tampoco ha hecho mucho por destacar desde que ha llegado, así que tampoco voy a ser yo el que haga saltar la liebre...

Anayansi me descoloca con su comentario...¿¡eso existe!?. Menos mal que se adelanta Carmen ofreciendo otro remedio y me permite borrar la cara de pasmarote que se me tendría que haber quedado.

Mientras voy ayudando a Blanca a bajar las maletas del resto como buenamente puedo, me llama la atención como Blanca ha dejado de estar a mi lado para sentarse y quedarse apartada...

- Sí, sí Blanca, claro, siéntate, con estás ya puedo yo!!! - digo intentando hacer que pase desapercibida su reacción como algo normal... y dudando entre si acercarme o no para preguntarle que tal se encuentra.

Y es ahí cuando finalmente caigo en la realidad de la situación...10 personas totalmente desconocidas, cada uno de su padre y de su madre, en una barquichuela, con rumbo a una torre extraña y guiados por Phineas y Threpwood. Bueno, si algo es cierto, es que es un buen inicio para una aventura

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20/02/2015, 19:30
Anayansi Méndez

 - Gracias hermana - le digo a Carmen en plan colegas.

Aprovecho para cambiar de postura y cruzar las piernas. Saco del bolso una barrita energética y tiro el envoltorio al agua.

- Me gusta tener una nueva amiga, sí. ¿Te dedicas a echar las cartas? Yo lo intenté una vez y se me daba fatal, tenía que estar muy colocada para ver cosas y supongo que no te podías fiar de mí, así que me hice asistenta sexual. No soy puta, mi trabajo y el suyo son muy distintos.

Miro fijamente a Carmen para saber qué le parece mi profesión.
A priori parece que estoy obsesionada con que la gente entienda realmente cual es mi papel en la sociedad y la verdad es que sí, me preocupa mucho. Yo no soy de juzgar mucho a la gente y las veces que lo hago luego reflexiono.
Por ejemplo, no voy a ser la asistenta del chico gordo y seguramente habré pensado que la barca iba a volcar por su culpa, lo admito. Pero llevo cinco minutos en esta barca, he reflexionado al respecto y he decidido hacer un par de cosas por él para compensar mi karma.

1 - Decirle que está gordo para que reflexione y haga dieta.
2 - Decirle que no puede ser mi cliente para que se dé cuenta de que su cuerpo es desagradable y tiene que cambiar.

Mi mente vuelve a la conversación con Carmen y la miro fijamente para saber si me puede leer la mente.
 

"Poquito a poquito Paquito empaqueta poquitas copitas para que le quepan" - pienso para ponérselo difícil

 

 

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20/02/2015, 22:01
Phineas Imeldus

Pip miraba con satisfacción cómo el grupo interactuaba con fluidez. Su selección había sido un éxito en cuanto a la mezcla de caracteres aunque lo más importante era cómo lograran enfrentarse a lo otro. Pero lo otro ya no formaba parte de su cometido y sólo los viejos dioses sabrían si serían el grupo adecuado. 

De momento se conformaba con contemplar sus rostros y lo que habían intervenido

Quien más le preocupaba era Nathan, el entusiasta estudiante de arte. Apenas había saludado a los otros. ¿Habría tenido un arrebato de melancolía poética viendo zarpar aquella barquita o le pasaría algo más?

John Smith en seguida había hecho preguntas. Sabía lo de la Plaza de la Encrucijada... O le había ocultado todo lo que sabía, cosa improbable, o había aprovechado muy bien la jornada de reflexión para informarse. Que fuera curioso precipitaría las cosas pero no suponían problema alguno. 

Lea Boulé también había estado investigando. Se había colado ¿dentro? Era imposible. Se lo hubieran dicho. Nadie podía haber visto la Torre aún. Al menos acaparaba tanto la atención por su salud y por su fama que puede que los demás no hubieran atendido mucho. 

Martin Aguerre también había hecho preguntas. Al parecer fue él quien mandó a Lea a la entrevista. Ese encuentro casual no le sorprendió nada. ¡Si ellos supieran...! También había demostrado fortaleza y sus cualidades físicas eran impresionantes. ¿Cuánto tardarían los demás en solicitar su ayuda? 

¿O en la de la buena samaritana Carmen María Acosta? Cada vez que había mencionado la palabra "amuleto" o "magia" la Señora Threpwood le había dirigido una rápida y preocupante mirada sólo para volver a tranquilizarse al segundo siguiente al saber lo que ofrecía. 

Palabras tal vez. Como las de Anayansi Méndez. Y sin embargo todo al final son palabras. Las que usamos para describir y las que usamos para transformar. Palabras. 

Algo le sacó de su ensimismamiento. Miró su reloj de oro de bolsillo sacándolo de la chaqueta y vio como a estribor todos contemplaban Lalengua en su cara norte. El enorme paseo comercial estaba cerrado aún y más en aquel día brumoso que amenazaba con llover... (Lluvia, qué raro..) pero ya había gente corriendo por allí y haciendo deporte como todos aquellos humanos modernos ávidos de superación... 

Pronto llegarían al cabo de Oriente.  

Rob McNulty remaba con convicción. Sin duda sabía cómo orientarse allí y previno de que el oleaje en seguida empezaría a aumentar al llegar a la punta. Preguntó incluso si había algún timón para corregir el rumbo en caso de que la fuerza de la marea les alejara de la orilla. La Señora Threpwood solo dijo uno de sus "Incorrecto" 

Blanca Quintana miraba a todos insegura. A algunos pareció reconocer, otros la intimidaban. Se había mostrado cordial hasta que sus propios complejos la habían hecho dudar. Debe ser difícil para ella dar un salto tan grande de repente. 

También debía ser difícil el cambio de vida para alguien tan seguro en su zona de confort como Hache Hernández. Pero él sí parecía seguro de sí mismo. Sin duda el humor era la clave. 

- ¡Pero qué grupo más amable y simpático! Miren, ya estamos llegando a la punta. Ahí arriba está, si no me equivoco, el parque de esculturas que corona el cabo: Los Hijos del Mar, lo llaman ¿verdad? Sus estatuas parecen estar desperdigándose por el espolón. ¡Qué arte tan moderno vais a tener tan cerca de casa! ¿Todos bien? 

Miró instintivamente a la Doctora Montes quien tan conciliadora se había mostrado convenciendo a los demás del paseo en barca. Su vocación sería también su herramienta más poderosa pero también podían conducirla a la perdición.

¿No había venido también con Ochi Davenport aquella noche? Su apellido le sonaba de algo... El extranjero era quien menos llevaba en Aquilea así que pensó que sería una buena excusa para contarle cosas de Aquilea. Le entusiasmarían, sin duda. 

Pero no hubo tiempo. Al girar el cabo y empezar a ver el lado sur de Lalengua, en medio de la bruma y de un oleaje que hizo que todos tuvieran que agarrarse la vieron aún sin estar iluminada por el sol

- Ahí está: El Faro Pródigo, queridos. No podía ser más lleno de épica este momento eh- dijo Pip sujetándose. 

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20/02/2015, 22:34
Señora Threpwood

Rob y Martín no podían parar de remar, porque en aquel momento la corriente era demasiado fuerte y si no terminaban de dar la vuelta y refugiarse en el lado sur, corrían riesgo de ir a la deriva. 

Y sin embargo Rob notó como su remo levantaba algo del mar. Era una carcasa negra. Un pedazo de ropa flotando allí. 

Y a la derecha había otro. Y otro... Varios uniformes negros, una carcasa, un bota, todos entre el mar y las rocas que les separaban del cabo... 

Tal vez los otros no se hubieran dado cuenta de aquello sino fuera porque la misma Señora Threpwood que parecía a punto de volar por el oleaje sobre su paraguas extendido, lo cerró y lo blandió como si fuera un arma. 

- Pip, tenemos problemas...¡Pip! 

Todos entonces se percataron de aquellas ropas negras atrapadas entre los acantilados de la tierra y el oleaje contra la barca... 

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20/02/2015, 22:40
Director

Reconoces esas ropas, son las mismas que llevaba el guardia que te sacó el día que te colaste dentro de las vallas para ver la Torre. 

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20/02/2015, 22:41
Director

Reconoces esas ropas. Son las mismas que llevaban los hombres que montaron la oficina inmobiliaria aquella noche y a los que sorprendiste y te siguieron un rato. 

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21/02/2015, 00:07
Helena Montes

Las termitas me habian enseñado que lo importante no eran los medios, si no los resultados. Si el efecto placebo de aquel lazo le servia de algo, bienvenido sea. Asi que sonrio y me quedo en un lateral de la barca, intentando no estorbar. Ademas, tampoco habria sabido que decir sobre la profesion de Anayansi. Sonaba a... ¿terapeuta? Miraba a los ojos para ganar la confianza. Pero en su linea de trabajo, lo normal seria que la gente la evitase. No sabia si trataba la impotencia, la eyaculacion precoz o problemas de excitacion, lo que si imagine era que en el caso de que alguno de los presentes requiriese sus servicios, era improbable que lo hiciera abiertamente. Y su aclaracion de que no era una puta me hizo pensar que estaba a la defensiva. 

Pero quien me preocupo fue Blanca, parecia... sentirse mal. Pero a diferencia de la rubia, ella no parecia mareada. Claro que antes de que pudiera decir nada, empezaron a aumentar las olas. Y luego vimos las ropas negras que se habian enganchado en los remos. Me agarre al borde de la barca y mirar hacia las rocas. 

Podria haber algun herido - dije claramente preocupada - ¿Alguien ve algo? - me sujete con fuerza, no queria caer y ser otra accidentada mas, entonces no serviria de nada. Mire al resto buscando algo de ayuda. 

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21/02/2015, 04:29
Nathan Navarro

Nathan se despertó entre sus dos maletas, sobresaltado. ¿Qué hacia ahí y no en su cama? ¿Quién era toda esa gente? Los recuerdos llegaron a su mente como una ola. Se había revelado contra su padre… y había quemado los barcos.

La angustia cayó sobre él como una tormenta de nubes negras. Al fin y al cabo, por muy adulto que se considerase el pintor, con apenas 18 años era casi un crio que no había tenido que ocuparse de su propia vida hasta ahora: ganar dinero, pagar facturas, hacer las cosas de la casa,… Su ánimo se turbio un poco: Ayer se sentía como un soldado escuchando el discurso del presidente sobre llevar la libertad y proteger las familias. Hoy se sentía como un soldado al que le dan la orden de salir de su trinchera y cargar contra el enemigo.

Al menos los que serian sus vecinos parecían gente agradable. Un par de veces intento meter baza pero no se vio con ímpetu para lograrlo, cuando reunía valor para abrir la boca ya había otra persona hablando. Pero era culpa de su estado de ánimo.

Se subió al bote con una sonrisa a modo de saludo. Y un poco sorprendido por contar con una bruja en el edificio y una entrenadora sexual. Jamás habría imaginado que ese oficio existiera, se imagina que será algo parecido a la sexología pero desde un enfoque más cercano. Si el coach del gimnasio insistía en que levantaras más peso y que tú podías lograrlo… ¿un coach sexual te animaba para que hicieras los ejercicios de respiración para retrasar el orgasmo y cosas así?

No obstante la preocupación se perdió en la bruma. El ruido del agua chocando contra la embarcación le relajaba. Amaba el mar, aunque el fuese un agnóstico convencido, su alma vibraba con el mar. Así, rodeados de niebla, se sentía desconectado del mundo. La bruma llamaba al misterio, a imaginar que con el próximo golpe de remo encallarían en la costa de otro continente mil años de la fecha de partida.     

-¡Pero qué demonios?- Exclama al ver ropas negras salir del agua, pegada a los remos. Rápidamente lanzó su mirada a la superficie del mar, en busca de los dueños de tanta tela negra.

Trata de atrapar alguna prenda con la mano, para examinarla de cerca, no es del CSI pero supone que si la ropa esta entera será solo contaminación marina. Si se ve deteriorada como si la hubiese llevado puesta un naufrago o con señales de mordiscos ya será otro cuento…

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21/02/2015, 08:55
Rob McNulty

' ''Bueno, por cierto, me llamo Rob''...no, qué cutre; ''¿vais todos bien? mi nombre es Rob y...'' buah, muy cursi' Mientras Rob pensaba qué decir en su presentación, como romper el hielo, remaba con fruición y conocimiento. Ya todos se habían intercalado palabras, y él seguía sin pronunciar ninguna; y el faro ya asomaba. Así que con determinación empezó:

- ¡Qué despistado soy! Ni siquiera me he presentado. Me llamo...- su patética intervención se vio cortada repentinamente por el grito de la señora notaria. 

Al ver esos trozos de tela negra flotando, Rob aflojó la marcha de la barca e intentó atrapar con los remos alguna de las prendas para levantarlas y verlas mejor. 

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21/02/2015, 09:50
John Smith

John se sentía incómodo en aquel sitio. No le sorprendía que le hubiesen ignorado al llegar. Tan solo Carmen María había mostrado algo de cortesía, pero estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones. Su carácter retraído le hacía pasar casi siempre desapercibido. Pero lo que más le molestaba es que nadie hubiese contestado su pregunta, ni siquiera con un "ya hablaremos de eso más adelante" que no comprometía a nada.

Así que se quedó en silencio mientras el barquichuelo avanzaba mar a dentro, mecido por las olas hasta que de pronto, una de las mujeres que lo acompañaban trastablilleó con riesgo de caer al agua 

-¡Cuidado!-grita echándole la mano para agarrarla.

Resultó que la mujer fue capaz de recuperar el equilibrio por sí misma y se le quedó mirando.

-P...perdón pensé que...-dijo soltándola como si de pronto le quemase la mano-.

Desvió la mirada pues detestaba ese tipo de situaciones. Miró hacia el horizonte y fue entonces cuando vio a lo lejos dibujarse una forma como de un macizo rocoso; probablemente una isla. Poco a poco fue perfilándose ente la bruma lo que parecía ser una torre; sin duda se trataba del Faro Pródigo.

"Ahí está: El Faro Pródigo, queridos. No podía ser más lleno de épica este momento eh" 

La presentación de Pip acabó con cualquier resquicio de dudas que pudiera existir al respecto.

La construcción le resultó vagamente familiar. A esta distancia se le antojaba muy parecida en sus formas a la Torre de Hércules, de A Coruña, con su base cuadrada de piedra granítica, con ventanas en cada planta y el remate superior escalonado. Estaba observándola con curiosidad cuando se dio cuenta que el oleaje había aumentado de intensidad.

"Pip, tenemos problemas"-anunció la voz de la mujer de la inmobiliaria que había venido con Pip

Problemas.

Entonces vio el remo salir del agua envuelto en aquella casaca negra. ¿Qué estaba pasando?

La navaja de Ockham decía que la teoría más sencilla para explicar un hecho tenía más posibilidades de ser la correcta. Con ese oleaje y viendo el tipo de embarcaciones que usaba esta gente, lo más probable era pensar en un naufragio. Pero John sabía que Ockham no era más que un charlatán y que la sencillez o complejidad de una explicación dependía de los factores que se tuviesen en cuenta. 

Nada podía hacer salvo esperar. Se limitó a buscar restos del supuesto naufragio. Vio las otras casacas contra las rocas y buscó restos de alguna embarcación con la mirada.
 

Notas de juego

 

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21/02/2015, 10:57
Darío Hernández, "Hache"

Efectivamente, el ver aparecer el faro entre la bruma tiene un algo...místico. Aunque no puedo evitar que mi mente vague de esa imagen a una película de hace unos añitos sobre una niebla que cubría un pueblecito costero con su faro, y una tripulación fantasma que...bueno, que narices!, hace un día maravilloso, así que...

¿Qhe ha dicho la señora T.

Bajo de las nubes para ver lo que el resto han visto ya, y en un primer impulso mi intención es acercarme a uno de los costados de la barca para verlo mejor y si eso, coger una de las prendas, cuando caígo que sigo en la barca y que a lo mejor tanto peso cambiando de lado con este oleaje...

- ¿¡Y eso!? -pregunto desde donde estoy - ¿ha podido ser un naufragio?...pero...bueno, si fuese así, a gente seguiría dentro, que tontería...a lo mejor ha sido un naufragio de un barco de transporte de Emilio Tucci o algo de eso, como el barco ese de los patitos de goma...

Espero curioso a las respuestas de Nathan o Rob, que están tratando de hacerse con alguna de ellas para analizarlas

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21/02/2015, 11:47
Director

Rob coge con destreza una de las prendas con el remo y la deja sobre la barca. Una especie de camiseta extraña negra. Nathan examina que no tiene ningún deterioro, ni mordisco. Los demás constatan que flotando por diversos puntos hay sombreros, guantes, casacas, botas y  pantalones y todos parecen intactos aunque no deja de parecer extraño que conformen la vestimenta completa de una persona.

- ¿Si provienen de un barco de mercancías no deberían ser prendas de un mismo tipo?- pregunta Helena. ¿Seguro que no hay nadie por ahí? 

- Si hay gente van a estar muy en pelotas... oh... También puede ser el cargamento de vestuario de una película- dice Hache

John busca otros restos de naufragio y no encuentra nada pero siente un agudo y habitual dolor en su cabeza. 

Notas de juego

No voy a hacer tiradas para maniobras sencillas, simplemente miro vuestros marcadores y ya está. En este caso la destreza de Rob, la percepción de Nathan y John, la inteligencia de Helena y de Hache...

 

La construcción le resultó vagamente familiar. A esta distancia se le antojaba muy parecida en sus formas a la Torre de Hércules, de A Coruña, con su base cuadrada de piedra granítica, con ventanas en cada planta y el remate superior escalonado. Estaba observándola con curiosidad cuando se dio cuenta que el oleaje había aumentado de intensidad.

¡Pero no desveles los trucos del Director, hombre! Jajaja. Temo que me he topado con un gallego orgulloso de su tierra, pero ya me dirás cómo puede resultarle familiar a John Smith, jajaja

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21/02/2015, 13:41
Phineas Imeldus

- No... no pasa nada...será mejor que tiremos de nuevo esa ropa al mar... y sigamos, por favor, no podemos detenernos aquí, el oleaje es grande y esto sí puede ser peligroso, debemos avanzar... vamos, vamos...

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21/02/2015, 14:41
Helena Montes

 

El tipo de prendas, sobretodo la casaca, reforzaban la teoria del atrezzo. Solo que un cargamento de atrezzo parecia... raro. ¿La ropa de una obra completa? ¿Pero que hacia ahi? No tenia mucho sentido. Lo que ai esyaba claro era que el oleaje estaba aumentando y que alguno de mis compañeros no se sentia bien. 

- ¿Migrañas? - le pregunte a John - A veces se deben a una contractura en las cervicales.

luego Pip comento que continuasemos y tirasemos las ropas. Pero no le veia ningun sentido, se podian lavar para quitarles el salitre y darselas a alguien que lo necesitase. 

- Dejame guardarla - le dije a Rob - hay gente a la que le vendra bien.

Ademas, habia algo raro en la conversacion entre Pip y la notaria, como si... ¿ no quisieran que la viesemos? pero eso no tenia mucha logica...

 

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21/02/2015, 16:22
John Smith

John estaba pensando en lo que estaba sucediendo. Algo no iba bien.

 "¿Migrañas? A veces se deben a una contractura en las cervicales."

-¿Qué?-contesta John mirando hacia atrás, hacia Helena, soprendido por su aparente interés en su dolor de cabeza-.

-N...no. Es...otra cosa-dijo tímidamente intentando sonreír-Yo...es igual. No tiene importancia.

¿Tanto se notaba?. De pronto se dió cuenta que tenía la mano derecha apoyada sobre las cervicales. Sí, se nota.
 Se frotó la cara y miró a Pip. Se tomó un momento para pensar lo que iba a decir antes de hacerlo. 

-S...señor Imeldus...Pip. Sé que ropas son esas y es extraño que las quiera devolver al mar como si nada ¿Qué está pasando? Algo...algo no va bien, ¿verdad?
 

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21/02/2015, 21:25
Lea Boulé

Lea ya no se sentía mareada y solo pensaba en llegar al faro que ya se veía cerca.

Se disponía a contestar a John cuando todos se sobresaltaron de repente y el chico de los remos sacó del agua unas ropas. La imagen la alteró porque no tardó en reconocerlas. Ya las había visto antes. 

John también parecía que sabía lo que era y le preguntó: ¿Dices que sabes lo que son?

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21/02/2015, 22:29
Carmen María Acosta

Desvío mi atención de la conversación al ver la torre. Y lo siento... las luces envueltas en la bruma, esa sensación... y las estatuas no me gustan, las estatuas son una energía retenida... "No, Carmen María, otras veces te has equivocado y esta también, ya verás"

Y, entonces vuelvo al "presente", con mis compañeros, porque sus voces suenan agitadas. Miro las ropas que intentan coger y no entiendo  qué les altera tanto. Es cierto que parecen extrañas pero, como he visto a gente hacer cosas muy raras, tampoco me preocupa mucho de donde hayan salido. "Me preocuparía más si fuese un tiburón,  la verdad" pero sé que no debo decirlo en alto, nunca debe reírse uno de los resquemores de otros...

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22/02/2015, 07:41

-Tanto alboroto por un poco de ropa- pensó.  Si fuesen cuerpos se hubiese preocupado pero ¿Ropa?  hasta donde sabía los muertos no se desnudaban y si había habido algún naufragio a una distancia cercana como para que pudieran ayudar, habrían escuchado algún pedido de ayuda, o algo por el estilo, sin embargo allí no había más que ropa, agua y olas, olas que podrían presentar un peligro si se dejaban estar.

-Rob.  No desatiendas los remos.  Si esto se da vuelta o la corriente nos aleja mucho...- no era necesario continuar, si eso pasaba las cosas se complicarían de verdad.

Haciendo caso al consejo que le daba a Rob continuó remando con el oído atento, no estaba de mas estar alerta por si había algún peligro cerca, se tratase de un naufragio, alguna saliente rocosa o, por qué no, unos contrabandistas de ropas.  Sonrió ante aquella idea imaginando cómo unos marineros koreanos, no sabía por qué pero los imaginó koreanos, lanzaban por la borda un cargamento de ropa mientras los guardacostas los perseguían.