Partida Rol por web

Expedición al Castillo Ravenloft

Día 3. El despertar de la luz

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17/03/2018, 17:27
Narrador

Otro flechazo por parte del mago hizo que la araña cada vez se debilitara más. Su cuerpo no dejaba de sangrar y, aunque su piel era dura, su baja vitalidad parecía bloquear sus defensas. Pero esta vez no fue la maestría de Ashlyn la que consiguió acabar con la vida del monstruo, si no la rabia de Irina, la verdadera. La pelirroja dejó descender la espada varias veces sobre lo que ella entendía que era el cuerpo de la araña. Grito tras grito, consiguió que la cabeza se desprendiera del cuerpo, haciendo a la criatura inservible para la lucha.

Los demás esperaron, no iban a abandonar ese puesto donde eran fuertes. Y, como si fueran un caramelo, el otro arácnido, babeando por la emoción de las presas, y por el instinto asesino, se lanzó hacia Walt. Irina intentó frenarla, pero fue el tahúr el que, con la gran maestría con la que utilizaba su hacha, dio por finalizado el combate. Con la hoja, rompió los quelíceros al monstruo. Mientras se retorcía de dolor, alzó el arma de nuevo y lo dejó que se clavara en sus ojos. Y con una rápida y certera patada, el arma penetró el cráneo de la araña y, con un sonoro crack, la araña cayó derrumbada sobre el cuerpo de la primera.

- Tiradas (10)

Notas de juego

Combate finalizado

Araña 1: Muerta

Araña 2: Muerta

Walterly: 41/48

Walt está enmarañado: Mitad de velocidad, no puede correr o cargar, -2 tiradas de ataque, -4 a DES, Concentración CD 15 + nivel de conjuro para lanzar conjuro.

Hay un error en mis puntos de vida

No tengo ni idea de cómo calcule, pero ya lo he corregido. Estás a 41 puntos.

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18/03/2018, 23:58
Elyzabeth Ildemar

Ely se puso de puntillas para mirar por encima de los hombros del bárbaro:

-Bien hecho compañeros. Una disciplina admirable- Les felicitó orgullosa del grupo.

Cualquier amante de los venenos habría corrido a diseccionar a las arañas, pero la siniestra Elyzabeth tenía sus propias obesiones y arrimó su afilada naricilla al enmarañado bárbaro:

-¿Y si prendemos fuego a las telas de araña?-Sonrió con voz inocente-. Oye Zack, ¿Te queda una de esas cartas?- Preguntó al taúr, tan aficionado a las deflagraciones.

-Pero antes déjame guardar un recuerdo- Ely se aprovechó de la vulnerabilidad del tepestaní para cosechar otro mechón de su melena. A falta de un disolvente específico, echó mano de lo que tenía y regó su cuerpo con aceite. -Es solo para que prenda mejor- Bromeó para no demostrar cuánto le importaba en realidad.

Notas de juego

Si el aceite da algún bono para una tirada escapismo, lo gasto. En caso contrario ayudo con cualquier tirada que propongáis (fuerza, etc.)

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19/03/2018, 11:42
Walterly Wallace

Gracias, Irina. La verdad es que prefiero el fuego antes que tener que darme un baño.

Hay un dicho tepestaní para ese tema. Sí, también para ese tema. Es el famoso "si te llenas de mugre, el sobaco de ogro rehuye". ¿Y qué tiene el sobaco de un ogro? Sudor. ¿Y que es el sudor? Agua salada. He ahí la relación entre el sobaco de un ogro y un baño o una ducha: el agua. Pérfida agua. Cada vez que Walt se ha tirado un pedo sumergido en agua, la superficie burbujeaba como si estuviese confabulando contra él, en breves farfullos conspirativos.

Mira una cosa... ¿Y lo del pelo a qué vino?-preguntó, al ver que le cortaba un mechón.

Se notaba que esta Irina no era Elyzabeth, porque la verdadera Elyzabeth era más de vello púbico que de cabello de cabeza, así que debía de tratarse de Ashlyn o la Irina de verdad. Como ahora eran todas pelirrojas no había modo de distinguirlas, por lo menos para Walt y sus limitaciones en el reconocimiento facial.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dos prestar ayuda en fuerza CD 10, y creo que me libro de las telarañas.

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20/03/2018, 11:45
Don Urik

Finalmente las arañas sucumbieron ante la arremetida del grupo. El caballero del cuervo limpió la espada antes de guardarla de nuevo, no le gustaba que los jugos de esas arañas quedasen impregnados en ella.

Mientras Ely ayudaba al tepestaní a salir de la telaraña, Don Urik echó un vistazo a la sala donde moraban las arañas, a ver si veía algo que le llamase la atención.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Miro sin entrar de momento.

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20/03/2018, 13:46
Zack "El Oscuro"

Zack negó con la cabeza a la Irina-Elizabeth. No voy a gastar una de mis cartas en prender fuego a Walt, creo que podría ser muy peligroso y salir todos ardiendo. Ya ves que no suelen ser muy discretas, precisamente. Luego miró a Don Urik que se asomaba con cuidado ante la sala, como si no hubieran entrado ya antes. ¿A qué le temes ahora? Preguntó al caballero del cuervo mientras entraba y analizaba como se había quedado la sala después de su bola de fuego.

Será mejor que nos pongamos a buscar. Luego miró a Relue. Mira a ver si hay rastros de magia diferentes al efecto de mi carta.

- Tiradas (1)
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21/03/2018, 18:39
Reluë Dranohel

- Lo siento, Zack. Gasté el conjuro antes, en la habitación de Gertruda. -le informo de que no puedo seguir detectando magia por el día de hoy.

Lo que sí puedo hacer es entrar con él en la sala contigua -mientras otros ayudan a Walt a desenmarañarse- y dedicarme a investigar qué hay por ahí ahora que no hay arañas en la costa.

Le digo a mi leal sirviente que baje de su cómoda posición y que se venga conmigo. Recuerdo haber atisbado una intrigante cuerda colgada en el centro de la habitación antes del episodio con las arañas.

- Ya sabes... sin tocar nada ¿eh? -le inico a mi servidor que siga el recorrido de la cuerda hacia arriba, a ver si descubre dónde está atada y para qué puede servir.

- Tiradas (2)
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21/03/2018, 21:31
Narrador

Las tres Irinas rodearon a Walt, que estaba indefenso e inmovilizado. Todas pelirrojas, todas observándole y agarrando las sedas de la araña para ayudarle a escapar. ¿O serían brujas? Todos conocían los prejuicios que tenía el tepestaní con las pelirrojas. Podían lanzarse contra él, aprovecharse que los demás habían decidido dejarle atrás mientras investigaban la otra habitación...

Había muchas posibilidades, pero resultó que eran buenas samaritanas y le liberaron. Las telas de araña cayeron al suelo rotas por la fuerza de todos ellos, y Walterly quedó libre sin que Ely tuviera que usar su aceite para hacer más lustroso al guerrero.

La investigación en la habitación contigua no parecía dar sus frutos hasta que llegó Reluë. El mago, guiado por su mitad elfa, descartó rápidamente la cuerda que llegaba hasta una campana para centrarse en una pared. En un acto inconsciente, tocó una piedra, que se hundió. Una nueva sala aparecía ante sus ojos.

Las opulentas riquezas de un tesoro secreto se desvelan ante los ojos. Un rápido vistazo a la habitación revela montones de piezas de oro y plata, cuadros con costosos marcos, estatuas, urnas, armas, instrumentos musicales y muchos otros objetos semienterrados entre las monedas. Algunos de ellos destellan a causa del metal o las joyas que los adornan, e incluso los de apariencia más mundana tienen una manufactura de primera.

- Tiradas (3)
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22/03/2018, 11:28
Walterly Wallace

Me siento violado...-se lamentó Walt, después de haber sido tocado tan indecorosamente por un ejército de pelirrojas, y por tanto hijas de satanás.

Fue de los últimos en entrar en la sala del tesoro, aún traumatizado por el suceso. Lo único que quería era encontrar el dichoso libro y marcharse de allí cuanto antes. Abrió una de las urnas para ver si dentro estaba lo que habían venido a buscar.

Mirad lo que os voy a decir... en este jarro no está.

Es como decía aquel viejo dicho tepestaní: "el tesoro del djinn no tiene fin". Rebuscar por toda la habitación les iba a llevar un rato largo. Por otro lado, allí había demasiadas riquezas como para que cargaran con todo, y las estatuas y cuadros eran muy aparatosos de llevar. Al final, aquella deslumbrante fortuna solo era una distracción que les ralentizaría. Walt siguió buscando...

- Tiradas (1)
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22/03/2018, 12:53
Don Urik

Buscando se encontraban por la sala, cuando el elfo dio con otra entrada secreta. Una sala se abrió ante ellos llena de montones de monedas. Una autentica sala del tesoro... y eso no le gustaba al Caballero. Para empezar su fin era superior a cualquier riqueza material, él estaba allí para librar a Barovia de un mal ancestral, no para llenarse los bolsillos. Sí a eso le sumamos que una sala tan llena de riquezas, tendría que tener algún tipo de trampa o guardián...

El Caballero Cuervo desenvainó la espada.

-Cuidado amigos, yo iría con mucho cuidado antes de poner un pie en la estancia. Y no os dejéis llevar por el brillo del oro, recortad lo que hemos venido a buscar.

Dijo observando desde la entrada, escuchando por si percibía algo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Utilizo detectar el mal.

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22/03/2018, 19:42
Zack "El Oscuro"

De no haber sido por las palabras de Don Urik, el codicioso tahúr hubiera salido corriendo a tirarse en el montón de monedas que veían sus ojos. Pero tras la petición del caballero se quedó expectante a ver si un nuevo enemigo vigilante salía al encuentro con ellos. Por si acaso se vio tentado en buscar de nuevo su carta del Sol. Quizá podría prender de nuevo la habitación, total las monedas aguantarían la baja temperatura del fuego mágico.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Avisto a ver si veo alguien escondido

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24/03/2018, 16:01
Reluë Dranohel

Es impresionante la cantidad de riquezas que tiene este Señor escondidas en esta sala oculta, así como el desorden reinante entre todas ellas.

Advertido por las palabras del Caballero del Cuervo, demoro el comienzo de la búsqueda hasta que nos confirme que la sala es segura. Una vez confirmado tal asunto, el quid de la cuestión va a ser por donde empezar a buscar. Espero que, dada la importancia que ha de tener el Tomo, se encuentre en algún lugar de privilegio. Porque como esté descuidadamente sepultado bajo algún montón de monedas, tenemos para rato.

- Tiradas (2)
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25/03/2018, 18:42
Narrador

Los ojos expertos de Urik y Zack revelaron que allí no había nadie oculto, al menos en apariencia. El semielfo no lo tenía tan claro, y les entorpecía señalando los lugares donde veía sombras, o algo moverse, siendo sólo espejismos. De tanto señalar, estampó su mano contra la pared, haciéndose daño en el índice.

Poco a poco fueron entrando en la sala del tesoro. Algunos ojos codiciosos miraban más allá del libro que buscaban, imaginándose su vida con ese sin fin de monedas y tesoros. Sólo los que tenían el corazón totalmente puro empezaron a buscar con especial interés. El tomo de Strahd y, por tanto, un paso más cerca de la derrota del conde, estaba en esa sala.

Las primeras búsquedas fueron infructuosas. Tuvieron que dedicar más tiempo del que hubieran querido. Y, al final, debajo de un montón de monedas, un pequeño cofre ocultaba un libro, encuadernado en grueso cuero negro, con goznes y cerrojo de bronce, mientas que sus páginas son de quebradizo pergamino. Está escrito en común, pero la letra es muy pequeña, abigarrada y resulta difícil de leer. Las manchas y el paso del tiempo han hecho que gran parte del libro sea ilegible, salvándose sólo un par de hojas

Soy el Venerable, soy la Tierra. Mis orígenes se pierden en la oscuridad del pasado. Fui el guerrero, fui el bueno y el justo. Azoté la tierra como la ira de un dios justiciero, pero los años de guerras y los años de matanzas consumieron mi alma igual que el viento convierte la piedra en arena.

Toda bondad abandonó mi vida; mi juventud y mi fuerza se habían desvanecido, y sólo me restaba la muerte. Mi ejército acampó en el valle de Barovia y se hizo con el poder en nombre de un dios justo, pero sin la gracia ni justicia de una divinidad.

Llamé a mi familia, apartada desde hacía tiempo de sus antiguos tronos, y la traje a este lugar para asentarse en el castillo Ravenloft. Acudieron en compañía de mi hermano menor, Sergei. Era joven y hermoso, y lo odié por ambas cosas.

De entre las familias del valle, un espíritu  brillaba por encima de ningún otro. Una rara belleza, a la cual llamaban "perfecta", "querida" o "tesoro". Su nombre era Tatiana y yo deseaba que fuera mía.

La amé con todo mi corazón. La amé por su juventud, la amé por su vitalidad. ¡Pero ella me despreció! "Anciano", me llamaba, o también "viejo" o "hermano". Su corazón era de Sergei. Ambos se comprometieron y se fijó la fecha del compromiso.

Con sus palabras me llamaba "hermano", pero cuando la miraba a los ojos veía reflejado otro nombre: "muerte". Era la muerte de los ancianos la que ella veía al mirarme. Tatiana amaba su juventud y la disfrutaba, mientras que yo había malgastado la mía.

La muerte que veía en mí la alejó de mi lado. Y así yo llegué a odiar a la muerte, mi muerte. Mi furia era enorme; nadie me llamaría "muerto" tan pronto.

Hice un pacto con la muerte, un pacto de sangre. En el día de su boda maté a Sergei, mi hermano. Mi pacto se selló con su sangre. 

Encontré a Tatiana llorando en el jardín al este de la capilla. Huyó de mí. No me dejó explicarme y una gran ira explotó en mi interior. Tenía que entender la clase de pacto que había cerrado por ella. La perseguí, pero ella, desesperada, se arrojó desde las murallas de Ravenloft, mientras yo contemplaba todo lo que había deseado en mi vida alejándose de mí para siempre.

Era una caída de 1.000' a través de la bruma. Nunca se encontró ningún rastro de su cuerpo. Ni siquiera yo conozco su destino final.

Las flechas de los guardias del castillo me perforaron hasta el alma, pero no morí. Ni tampoco estaba vivo. Me convertí en un muerto viviente, para siempre.

He estudiado mucho desde entonces. "Vampyr" es mi nuevo nombre. Sigo ansiando la vida y la juventud y maldigo a los vivos que me las arrebataron. Incluso el sol se ha vuelto en mi contra. Es el sol y la luz lo que más temo, ya que pocas otras cosas pueden hacerme daño. Ni siquiera una estaca en el corazón me matará, aunque evitará que me mueva. Pero al espada... ¡esa maldita espada que Sergei trajo consigo! ¡Debo librarme de ese horrible objeto! La temo y odio tanto como al Sol.

También he aprendido mucho sobre esta tierra de Barovia. Antiguas son sus costumbres, antiguas más allá del conocimiento de los palurdos lugareños del valle. He recorrido las antiguas sendas, los caminos secretos que unen los tres santuarios del poder, y así me he convertido en la Tierra.

Tres antiguos santos vivientes en este valle mucho antes de mi llegada, y tres santuarios ocultos aún reverencian su recuerdo. Visité el santuario del Pantano, el santuario del Bosque y el santuario de la Montaña, donde reclamé su poder para mí. Así reforcé mi dominio de esta tenebrosa vida mía.

He hecho míos los santuarios y me he convertido en la Tierra. Y también he hecho míos a los guardianes de las capillas, por lo que ahora me sirven como antaño sirvieron a los santos.

He buscado a menudo a Tatiana. He llegado incluso a sentirla a mi alcance, pero ella siempre escapa. ¡Me provoca! ¡Me provoca! ¿Qué hace falta para que su amor llegue a mí?

Ahora resido muy por debajo de Ravenloft. Vivo entre los muertos y duermo bajo las mismas piedras de este hueco castillo de desesperanza. Sellaré los muros de las escaleras para que nadie me moleste.

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26/03/2018, 12:26
Walterly Wallace

Walt entrecerró los ojos, tratando de enfocar mejor la letra del libro. Siempre quiso darle al señor del castillo el beneficio de la duda, pero si mató a un familiar no tiene perdón de dios. Matar a un hermano está más feo que pegar a un niño. Y no, esa frase no forma parte del refranero tepestaní. Porque los tepestaníes son buena gente, y no matan a sus hermanos en ninguna situación.

Sol. Estaca en el corazón. Espada de Sergei. Poder de los santos. Tres santuarios: bosque, montaña y llanura, perdón, estepa, perdón, pantano. Sep. Todo en orden. Y aquí dice que vive bajo el castillo, nosequé de unas escaleras y un muro. Okey. Vale. ¿Nada más? A lo mejor lo del sol, si vive bajo tierra, es un pelín complicado. Y la estaca solo lo paraliza. Bien, bien...

Mirad lo que os digo... Busquemos la espada de Sergei. Aunque solo sea por justicia poética, matarle con la espada del hermano que mató estaría bien. Entiendo que si no quería esa espada cerca, se desharía de ella dándosela a alguno de los guardianes de las capillas. Creo.

Según el refranero tepestaní: si no quieres coger la varicela, mandas al mágico del cáncer fuera. A lo mejor la espada de Sergei produce en Strahd algún tipo de alergia. Algo del estilo de una erupción cutánea por contacto con el níquel de la empuñadura, que le cause al vampiro terribles picores.

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26/03/2018, 13:51
Don Urik

El caballero asintió a las palabras de Walt.

-Entonces... hemos de ir a esos tres santuarios a ver si la encontramos ¿no? O quizá a destruirlos para debilitarle... sea como sea, hemos de estar preparados antes de bajar por esas escaleras.

El caballero apretó con fuerza el pomo de su espada. Empezaba a vislumbrar la luz al final del largo túnel que tenía que recorrer... y ese túnel acababa con la muerte de Strath.

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26/03/2018, 18:12
Ashlyn, cazadora de muertos vivientes

La cazadora escuchó con atención las palabras de Walt leyendo el libro, atenta en todo momento a las posibles formas de acabar con aquel bien llamado muerto viviente. Al fin y al cabo, para eso había llegado ella hasta allí. 

-Pero... -interrumpió las cavilaciones de ambos hombres, antes de que fueran más allá- ¿No será quizás ésta, la espada que menciona el libro? ¿La de su hermano Sergei? -preguntó, alzando la espada que habían encontrado en aquel cementerio y que ella portaba ahora, aún desenvainada-. Es posible que vayamos al fin un paso por delante... es posible que ya la tengamos... ¿puede ser?

Se giró, mirando alternativamente a Walt y Don Urik y, después, al resto de sus compañeros, para saber qué opinaban ellos de la susodicha espada. 

Notas de juego

 

Una de las Irinas le había halagado, y había un 33% de posibilidades de que se tratase de la bella Ashlyn (que se rebajaba a un 28% por las toscas y primitivas matemáticas del Tepest).

Ojalá fuera Ashlyn. La realidad era muy distinta. Que tuviera la fuerza de marimacho para apuntalar la puerta, y que tontease con Walt, era prueba más que suficiente para suponer que se trataba de la vacilona de Elyzabeth. Por otro lado, otra de las Irinas le pedía pelo a Zack, que era un fetichismo típico de Elyzabeth, o por lo menos decía usar el pelo para poder hablar con los muertos. ¿Había dos Elyzabeths entre las tres Irinas? ¿Cómo era eso posible?

XDDDD Esto me ha matado... XDDDD

De nuevo debo disculparme, compañeros... por mucho que lo intento, no me da la vida estos días para entrar un ratito en la página más que de vez en cuando ^^'

Máster, muchas gracias por llevar a Ashlyn cada vez que yo no aparezco :D

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27/03/2018, 14:08
Zack "El Oscuro"

Zack negó las palabras de Walt y asintió ante las palabras de Ashlyn. Yo creo que esa es la espada que teme. Dijo señalándole. Es la misma espada que encontramos y creo que con ella podremos derrotar a Strahd. Pero antes habrá que hacer una visita a esos tres santuarios de los que habla. Dijo asintiendo. Tenemos que encontrarlos y destruirlos y también acabar con sus guardianes. Eso debilitará a Strahd y será más fácil que le derrotemos. Dijo mirando con atención el libro que habían encontrado. Por fortuna habían encontrado la clave par vencerle, así que sería mejor largarse de allí cuantos antes. 

Creo que ya tenemos lo que hemos venido a buscar. ¿No será mejor que dejemos de tentar a la suerte? Lo mejor sería salir de aquí y si queréis, llevarnos a Gertruda también.

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27/03/2018, 14:14
Reluë Dranohel

Para mí está bastante claro que "esa maldita espada" que Strahd teme y odia "tanto como al Sol" es la Espada Solar que tiene Ashlyn, tal como ella ha dicho.

- Yo estoy convencido de ello. -convengo con la paladina.- Y pienso que el  lugar "donde la luz yace muerta, asesinada por su propia oscuridad" al que se referían las palabras de Madame Eva,  donde hay que llevar la Espada  para despertar su poder, tal vez sea la cripta donde el Señor Vampiro pasa sus noches. Quizás en su presencia el arma mágica reaccione.

Es solo una posibilidad, y estoy dispuesto a admitir que puede ser arriesgado bajar esas escaleras -si encontramos su paradero- sin saber si el arma va a funcionar o no. Pero ahí queda la idea.

Recuerdo también otra frase de la vidente:

- Respecto a los santuarios, la Madame nos dijo que mantuviéramos una vigilia durante toda la noche en cada uno de ellos y que así obtendríamos su poder.

Antes de eso, también dijo "Tendréis que encontrar los tres lugares profanados descritos en el tomo", así que quizás no sean lugares muy conocidos. ¿O sí?

- Irina... -comento, sin mirar a ninguna de las tres en particular- ¿Conoces esos santuarios que nombra Strahd?

Si la respuesta es negativa, no pasa nada. Sabemos su ubicación aproximada: un bosque, unos pantanos y alguna montaña.

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28/03/2018, 21:32
Elyzabeth Ildemar

    Elyzabeth levantó la mirada del pergamino. Había estado copiando minuciosamente un resumen de las revelaciones del libro. –Ashlyn tiene razón, creo que tenemos la espada y ahora también el tomo.- Después miró al caballero –Destruir a esos guardianes de las capillas nos facilitará el combate final contra Strhad- Coincidió con El Oscuro.

La joven rozó sus labios con la pluma en un gesto pensativo y añadió: -¿Creéis que Dánovich podría haber sido uno de esos guardianes de las capillas?- No le encajaba del todo con la descripción de los lugares, pero apostaba por ello. –No me importaría hacer vigilia en la iglesia- Sus ojos buscaron los del semielfo y disimuló una mueca de complicidad.

La clériga señaló las últimas líneas que habría transcrito: -“Ahora resido muy por debajo de Ravenloft. Vivo entre los muertos y duermo bajo las mismas piedras de este hueco castillo de desesperanza. Sellaré los muros de las escaleras para que nadie me moleste”- Levantó la vista de nuevo y sonrió a Walt: -Ese vampiro se ha emparedado en una cripta bajo las escaleras. ¡Vas a tener que usar tu pala de nuevo!-

La joven se recostó en la montaña de monedas como un dragón avaro y acarició el tesoro. -…Si. Tenemos que sacar a Gertruda de aquí- Repitió sin el entusiasmo de antes. Con toda aquella riqueza a su alcance le costaba pensar en otra cosa. Sacó el mechón del tepestaní para olerlo y lanzó un conjuro:

†Østeηdγʓ otεηtiam ȶûam†

Los ojos de la muchacha refulgieron de nuevo y comenzó a revolver la montaña de objetos.

-Toma- Dijo poniendo un delicado instrumento musical en las manos de Reluë –Ahora te digo si es mágico o no. ¿Qué clase de semielfo eres que no tocas por las noches?- Bufó con su teatralidad habitual.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lanzo: Detectar magia para ayudarme a buscar los objetos de mayor interés.

 

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29/03/2018, 14:55
Walterly Wallace

Mirad una cosita... A ver, me parecería mucha coincidencia que la espada solar y la espada de Sergei fuesen la misma. El mundo está plagado de espadas mágicas de leyenda. Cuando un mago piensa en encantar un arma, nunca dice "oh, vamos a hechizar este curioso y exótico kukri, que seguro que no le faltan compradores". No, se van a las armas más populares que se puedan vender bien: muchas espadas, quizás en alguna ocasión una daga, de vez en cuando un bastón... cosas normales. Y eso suponiendo que la espada de Sergei sea mágica, y el repelús que le da a Strahd no venga por algún mal recuerdo, trauma de la infancia o alergia al níquel.

Sobre la capilla del Padre Danovich, sí que tiene pinta de que sea el Santuario del Bosque. No sabemos cuando fue escrito el tomo, así que puede que cuando Strahd plasmó esas palabras, el pueblo fuese más pequeño, y lo que ahora conocemos como el cementerio fuese otrora una verde arboleda.

Se puso muy contento cuando una de las Irinas puso en valor su preciosa y especial pala, a la que tanto quería. Sin embargo, quizás convenía volver al pueblo y comprar un pico y una almádena, más adecuados para esa tarea. Como dicen en Tepest: paladín, pala dong, para el Grinch, para el terrón.

Supongo que cuando hay que secuestrar una joven doncella, lo lógico es recurrir a un tepestaní. Pero es que eso es cuando te vas a casar con ella, y no sé... ¿Alguien tiene una magia para hacer que Gertruda colabore por las buenas? Un conjuro de "quítale la tontería" que use de componente material más pelo como ese. No me importa quedarme calvo si es por una buena causa.

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29/03/2018, 21:40
Narrador

Irina intentó recordar si había escuchado algo de los santuarios, pero desde luego en su paso por ese pueblo, o lo que había leído de Ravenloft, nada le indicaba cuáles podían ser esos sitios. Urik también intentó recordar, pero con el mismo resultado. Encontrar los tres santuarios iba a ser algo complicado sin saber dónde podían hallarse. Quizá Madame Eva sabía la respuesta a sus preguntas... ¿Estaría igualmente receptiva?

Notas de juego

Os dejo seguir hablando