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Comisaría en ruinas, tarde del 23 de Octubre de 2291

Ascender al piso superior no resultó ser complicado, las escaleras, tanto de subida como de bajada, estaban bastante bien conservadas. A pesar del estado ruinoso, la estructura parecía bastante intacta, y pudisteis barrer el nivel superior. No es que hubiera mucho que encontrar, ya que la planta superior se reveló desierta, salvo cuando llegasteis a la azotea de la comisaria, donde había un pequeño puesto de vigilancia, allí encontrasteis algunas cosas útiles.

Comisaría en ruinas, tarde del 23 de Octubre de 2291

No fue costoso llegar al piso inferior, aunque este estaba hecho un desastre. Los cascotes poblaban lo que fueron las celdas de la comisaría, pero había una sección bastante bien conservada que, como pronto descubristeis, había sido usada para lo que fue concebida. En las celdas habían restos humanos, recientes, destrozados por terribles palizas y a saber qué más. Había dos prisioneros muertos en las celdas, y había tres más vacías. Tanto Satán como Azeroth se lanzaron a comer los cuerpos, salvo que sus dueños les dijeran lo contrario. Michael no parecía verle impedimento a ello.

Para fortuna de Maddy, encontró una computadora aun en funcionamiento, y se conectó a ella evitando ver la desagradable escena para quien no estuviera acostumbrada a esas cosas. Pero el premio gordo fue encontrar una taquilla lo que parecían distintas armaduras que se habían guardado para ser recogidas más adelante.

Al sumergirte en la computadora no te fue difícil hackearla, con un solo intento lo lograste. Buceaste un poco en los archivos, la mayoría corruptos y perdidos, pero sacaste una antigua lista de presos anterior a la guerra y, lo más interesante, el protocolo de activación de un Protectrón. No teníais ninguna pista de dónde podría encontrarse el robot, pero a juzgar por lo que te decía la pantalla, éste seguía operativo y desde la terminal te veías capaz de ponerlo en marcha, además de ajustar sus parámetros de comportamiento.

Maddy se entretuvo con el ordenador hasta el punto de que pasó un poco de entrar a las celdas. Los perros aquellos parecían una bendición, reaccionando a muchas cosas mucho antes que ellos mismos fueran conscientes de que existían, empezaba a pensar que criarlos no era tan mala idea después de todo…

-Bingo.- Dijo al entrar al ordenador, casi tan pronto como lo reinició en modo administrador, encontrando una brecha fácil por la cual colarse.

-Vaya chufa de seguridad, ¿no?. Bueno, tenían pistolas, eso siempre ayuda.- Dijo razonando la brecha de seguridad de una comisaria. Acercó el pip boy a sus labios y activó la radio.

-Holi, acabo de ver un protectron en el sistema del edificio, puedo configurarlo como queráis en cuestión de interfaz de comportamiento, pero no sé en qué parte exacta de la comi está la cabina que lo contiene. Vosotros veréis si queréis luz verde, pero si funciona, me pido ponerle nombre.- Empezó a fantasear con nombres para un protectron, cosas como “Agente ClankClank” rondaba su cabeza. Cortó comunicación.

-Uuuuh sexy.- Dijo al ver las armaduras, la de Vault City que solo llevaba el mono estándar. Se levantó del ordenador para ojear la taquilla y ver si algo de eso podía encajarla.

-¿Necesitáis algo de esto?, la de metal y cuero os pegan.- Dijo en dirección de Michael I Kath mientras se probaba el casco militar de la armadura de combate, y hacia un saludo militar. Se lo estaba pasando pipa.-¿Qué dices al protectron?-Observó a Kath con una sonrisa.- ¿Qué hay en las celdas?

-Holi, acabo de ver un protectron en el sistema del edificio, puedo configurarlo como queráis en cuestión de interfaz de comportamiento, pero no sé en qué parte exacta de la comi está la cabina que lo contiene. Vosotros veréis si queréis luz verde, pero si funciona, me pido ponerle nombre-La voz de Maddy venia desde los pipboys, ligeramente fascinada por el hallazgo, mientras se escuchaba el ocasional tecleo en el ordenador.

Kath dejaba que su perro rebuscara y se alimentara de aquellos cadáveres, después de todo seguía siendo alimento y en el yermo se debía aprovechar todo cuanto se encontraba. 

La exploradora yermense caminaba con cautela atenta a todo cuanto les rodeaba e incluso se permitió mirar sorprendida las aptitudes de su acompañante con aquellos cacharros.

- Eres buena con esas cosas... Bien hecho. Si puedes activar a esa cosa, hazlo, siempre que no nos ataque a nosotros, claro. 

Observó las armaduras con detenimiento, comparándolas con la suya y mirando después a Michael.

- La de cuero endurecido es mejor que la mía y podría darme mayor protección sin molestarme. Prefiero llevar armadura que me permita moverme con facilidad. Si te esperas me cambio la mía por la endurecida. - Comenzó a cambiarse la armadura y dedujo que el resto podían llevárselas - Podemos llevarnos las otras dos, quizás alguien pueda aprovecharla so sino podríamos venderlas y sacar algunas chapas. 

- ¿Hasta qué punto puedes manipularlo Maddy? ¿podrías hacer que nos siguiera a cierta distancia y atacara a todos los que nos atacaran con armas letales?- preguntó Davo para, acto seguido, seguir hablando por el comunicador del PIP BOY- Por donde estamos no hay nada, salvo en la azotea en donde hemos encontrado algunos objetos de interés. No mucho pero... algo es algo.

Mientras usa el pip boy para responder a las palabras de Maddy, Davo aprovecha la posición estratégica en la que se encuentra para echar un vistazo a toda la zona de alrededor. Busca si hay cualquier cosa de interés... o cualquier persona o monstruo o animal que resulte interesante o peligroso.

Ante la petición popular, que venía a ser la de Kath y Davo y eso la bastaba para poner a funcionar a ClankClank, Maddy se sentó en la silla delante del ordenador y empezó a picar código, distrayéndose brevemente cuando Kath empezó a cambiarse…Hasta la silla crujió para acompañar el estiramiento de cuello que hizo la moza mirando a la otra mujer, estaba claro que si veía algo de carne mejor para ella. Luego se llevó la mano al casco y tamborileo los dedos sobre este, finalmente dando el código por finalizado.

-Ya está, si os cruzáis un protectron en modo securitron os preguntará por identificación…Ay coño que no he activado el pipboy.- Le dio al pip boy para activar la radio.- A ver…¿me ois no?, si os cruzáis un protectron en modo securitron os preguntará identificación, le teneis que responder “Soy Davo y me gusta el mambo” o se liará a coseros con fuerza letal. Si le escucháis disparar es que está en algún sitio y alguien no ha sabido identificarse. Repito “Soy Davo y me gusta el mambo”, aunque no seáis Davo. Repito fuerza letal autorizada. Cambio y cambio.-Se puso en pie para ir a por la armadura de combate y tratar de ajustársela.

-Ñih.- Dijo señalando a Kath su espalda con el pulgar, girándose para darle la espalda.- No sé si esto va así o qué.-Dijo teniendo algunos problemas para ajustarse la armadura.- La de metal pesa un quintal pero estas sé que son de fibras y no pesan tanto.

 A ver…¿me ois no?, si os cruzáis un protectron en modo securitron os preguntará identificación, le teneis que responder “Soy Davo y me gusta el mambo” o se liará a coseros con fuerza letal. Si le escucháis disparar es que está en algún sitio y alguien no ha sabido identificarse. Repito “Soy Davo y me gusta el mambo”, aunque no seáis Davo. Repito fuerza letal autorizada. Cambio y cambio.

- Buen trabajo Maddy, muy buen trabajo.

Aunque no lo parecía no era extraño que la dura exploradora yermense felicitara a alguien por un buen trabajo bien hecho, después de todo había instruido a varios niñas y niñas de los Cancerberos. 

- Me gusta esa identificación - Le guiñó un ojo con una risa clara, aunque en tono muy bajo, pues tampoco era cosa de hacer demasiado ruido. 

Nyx no dejaba de mirar alrededor, con su mano sujetando firmemente el mango de su mazo. Miraba de vez en cuando a Torx o al menos estaba pendiente de su rastreo, para no perderle de vista.

Cuando escuchó hablar de los ahorcaperros, su cabeza giró bruscamente mostrando su ceño fruncido. Miró a Kath cuando esta la miró, también miró a Michael y compartieron impresiones. - Si vemos alguno, lo mataremos. - Dijo con la misma frialdad. Es que para ellos era así, no había discusión.

Al final la idea de los pip boys que ella había tenido era la más válida, aunque su comentario se había quedado un poco más vacío, quizá por llamarlo "trastos". Cuando se separaron, fue con su grupo, se quedándose la última para guardar las espaldas de sus compañeros. Emitió un silbido a Torx para que fuera a su lado.

Comisaría en ruinas, tarde del 23 de Octubre de 2291

El tema de los ahorcaperros la ponía tensa, y aunque la expedición era igual de peligrosa con esos mosntruos, que sin ellos, ya llevaba la tensión marcada en su rostro, y miraba todo a ceño fruncido.

Subieron sin dificultad, aunque Nyx cuidaba sus pasos porque no sabía hasta que punto aquel lugar estaba deteriorado, además que no mirar ciertos puntos muertos podía costarles la vida. Cuando llegaron al puesto de vigilancia se detuvo y esperó fuera, y observó alrededor, olisqueando el aire como un perro de presa.

Escuchó la conversación por los pip boys con el otro grupo, todo parecía ir bien.

Comisaría en ruinas, tarde del 23 de Octubre de 2291

Aunque no había esperado una reacción distinta cuando mencionó a los Ahorcaperros, se permitió sonreir de manera ténue. Al menos era agradable ver que su opinión no era muy diferente a la propia, aunque ella habría preferido evitarlos completamente. 

Se detuvo momentáneamente al escuchar el sonido procedente del Pip Boy, y aunque toqueteó el susodicho comprobando su funcionamiento no llegó a interaccionar en la conversación por radio.

—Hay más de lo que esperaba. Ni siquiera están demasiado escondidas estas cosas... —comentó por lo bajo— ¿Creéis que habrá peligro cerca?

No prestó demasiada atención al botín aunque echó un vistazo al corcho con a saber qué idea en mente. Pero no tardaría en unirse a sus compañeros revisando las inmediaciones con la mirada.

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Aunque Michael puso los ojos en blanco al escuchar la identificación introducida por Maddy, no se quejó. Tardasteis unos segundos, pero pronto empezasteis a escuchar chirridos metálicos y un ligero corrimiento de tierras en uno de los rincones del sótano. Aquello os llamó la atención, y, tras un estudio más cercano, pudisteis ver los restos de una estación de mantenimiento de Protectrón soterrada por los cascotes, justo debajo de ellos hallasteis a vuestro improvisado.. ¿aliado?

—Activación del Modo Patrulla.. Activación del Modo Patrulla.. Impedimientos para el funcionamiento correcto de los protocolos de esta unidad —al parecer, el Protectron estaba inmovilizado bajo los restos y se agitaba inútilmente. Quizá con un poco de ayuda podríais sacarlo de ahí. Michael miró a Kath y se encogió de hombros dirigiéndose al lugar donde el robot estaba inmovilizado.

—¿Me echáis una mano? —os preguntó mientras se acuclillaba dispuesto a apartar los restos, parecían pesados, pero quizá entre todos pudierais dar la fuerza suplementaria para liberar al patrullero cibernético. 

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Kath asintió y acompañó a Michael hasta el lugar, echándole una mano, literalmente, con aquellos cascotes. Después de todo su brazo mecánico no le permitía ejercer mayor fuerza y debía llevar cuidado de que éste no se estropease con aquellas labores.

- Venga, saquemos a esa chatarra de ahí... Podremos usarlo de señuelo o como fuego de cobertura si nos viéramos atacados o sorprendidos por algo o alguien. 

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Desde la altura de la azotea de la comisaria teníais una vista privilegiada, el Yermo del Colorado era bastante llano, salvo por las Rocosas al oeste, por lo que os permitía tener una visión periférica bastante amplia. Aunque la luz crepuscular impedía mayor claridad, pudisteis identificar, a lo lejos, el hospital al que os dirigíais al este y, algo más al norte de esa ubicación, la hilera de grandes antenas de comunicación anteriores a la Gran Guerra, las Torres Wardenclyffe. No apreciabais ninguna actividad cercana, pero la sombra que proyectaban los edificios en las calles circundantes no ayudaban tampoco.

Maddy también acudió a ayudar.

-Ya vamos Agente ClankClank. Recordad la frase Soy Davo y me gusta el mambo, para cuando active el protocolo, que será nada más salir de la estación de mantenimiento.- Dijo eso antes de agacharse y dejarse las fuerzas tratando de sacar a su nuevo mejor aliado; su subalterno, su sidekick, su…

-Mmmpppfffff…

Asomada en la azotea, ya que se había quedado fuera, observó el paisaje urbano mientras Torx rastreaba alrededor.

- Creo que deberíamos darnos prisa, antes de que la noche llegue.

Comentó en tono alto aunque no estaba muy segura de que le oyeran. Siguió rondando la zona de la azotea, con sus ojos puestos en cada detalle y mazo sobre el hombro, preparada para cualquiera asalto cual perro guardián.