Partida Rol por web

Firefly: El Vuelo del Orfeo

La Negrura Creativa

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22/10/2010, 23:50
Director

Zona de fics y desvarios creativos varios.

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22/10/2010, 23:54
Ivy LeFay

Un fic sobre cómo se conocieron Ian e Ivy.

Sucede como un par de años antes de que comience la historia.

Ivy: Y es ahora cuando teníamos que echar por patas. Ya me sabía el proceso de memoria, llegaríamos a una zona abarrotada en la que poder mezclarnos con la muchedumbre, en el caso de Persephone, el mercado, y sería allí cuando nos separaríamos para confundir a los guardias.

Miré hacia Dariel y sonriendo, afirmé con la cabeza, fue entonces cuando giré en la primera bocacalle a la izquierda. Todo iba genial, como siempre, hasta que escuché algo que no cuadraba. Pasos, pasos detrás de los míos y a un buen ritmo, también. Giré la cabeza. Jing Chai. Parecía que esta vez la estrategia no había servido, pero bueno, ya era hora de que la acción me persiguiera a mí y no a mi hermano, como siempre.
Sonreí al guardia y aumenté el ritmo, esquivé gente, puestos callejeros, animales, más guardias, pero lo que no me di cuenta de esquivar fue una maldita naranja.
La puta naranja que pisé y me hizo caer de forma estrambótica y aparatosa. Me levanté tan rápido como pude y cuando me dispuse a correr de nuevo, sentí un gran dolor en la rodilla, miré hacia ella y fue cuando reparé en que poco más y mi hueso sale a relucir. Estaba claro que no era el mejor suelo donde caerse.

Andando torpemente, traté de ir hacia los puestos para esconderme, el guardia me pisaba los talones.

Ian: Aaaaaah, qué bien. Es un alivio el despertarte en un planeta que no es el tuyo, descubrirte en mitad de Persephone y poder decir "Bah, no importa". Es realmente cierto que soy afortunado de que El Sargento tenga tanto dinero. Sino, ya se me habría acabado la juerga. Doy la última calada a ese porro que me he encontrado en un bolsillo y sigo caminando, adentrándome en el mercado. Igual me miro algo que diga algo parecido a "Sí, yo he estado en Persephone de resaca" y me vuelvo a Londinum con la primera nave que salga para allí.
Estoy en mi mundo cuando, alzando la cabeza, veo a una chica cojeando por entre los puestos del mercado. Unos guardias la persiguen, algo más atrás. Con decisión, me dirijo hacia ella y la cojo por los hombros, volteándola hacia mí y dándole un profundo abrazo, para que su cara quede tapada. Con suerte, los guardias pasarán de largo, ya que hay bastante gente a nuestro alrededor y le estoy tapando el rostro.

- Mantente en silencio, no te muevas –Le susurro, con voz tranquila-.

Ivy: Mi Tian Gohn. Miré a mi alrededor tratando de buscar algún sitio bueno donde esconderme, pero todo lo que veía estaba bastante lejos como para ser capaz de llegar antes de que me pescaran. Puta naranja.
Es entonces cuando noto que me cogen por los hombros y cuando estoy a punto de pegarle un puñetazo a quien quiera que fuese, el puño se me cae solo. Me estaban abrazando…

- Eh, Wong Ba Duhn, espero que no trates de hacerme nada malo, porque entonces mi hermano te cortará los huevos –susurro dulcemente, mientras mi mano se desliza por su pecho hasta llegar a la cintura del pantalón, donde se detiene y tras cogerla la retuerce

Ian: Esbozo una sonrisa, aún abrazado a ella. No, no tengo ninguna intención rara, aunque no por eso evito olerle el pelo disimuladamente. Joder, huele bien pese a que la chica tiene toda la pinta de ser una delincuente en potencia. Aunque también podría ser una independentista perseguida por esos bastardos. Quién sabe.

- Tranquila, no suele ser mi hobby. Aunque tampoco lo es ayudar a delincuentes -La suelto cuando los guardias pasan de largo. Esbozo una nueva sonrisa, semi-ausente. Miro hacia su rodilla-. Hmmmm... Ven -Comienzo a caminar hasta llegar a un puesto donde venden lo suficiente como para hacerle una primera cura. Lo compro y me llevo a la chica a un lugar tranquilo. Allí, la obligo a sentarse y, mientras me enciendo el último porro disponible, comienzo a preparar todo lo necesario para curarla-. Me llamo Ian Green y, aunque no suelo salvar a chicas, no he podido resistirme a dejar que una chica tan mona como tú sea encarcelada. ¿Por qué te perseguían? -La miro mientras, con una gasa, comienzo a quitarle la sangre seca de su rodilla.

Ivy: Cuando me suelta veo como los guardias acaban desapareciendo entre la multitud. Suspiro aliviada. Cuando paga las vendas y otras cosas que no logro saber que son, veo que lo hace con un billete, incómoda, trago saliva y le acompaño a regañadientes hacia donde me dice. Tras forcejear un poco, logra que me siente.
- ¿Por qué me perseguían? ¿Si te lo explico crees que lo entenderás? Puedo probar, aunque posiblemente no… -le miro de arriba a abajo, vigilando cada movimiento que hace.- En esta vida o eres un ricachón que está de lado de La Alianza o eres alguien que no tiene casi ni para comer. Como verás, no formo parte del primer grupo, aunque puedo adivinar de otros que si… -Le miro a la cara- ¿Qué quieres de mí? Nadie hace algo por nadie gratis, a menos que se sea familia y este no es el caso.

Ian: Sigo curándola sin responderla, aunque con una divertida sonrisa en la cara. Durante un rato me limito a curarla, mientras el porro ya se ha apagado, a un lado de ambos. Cuando acabo, le vendo la pierna y me siento a su lado, volviéndome a encender el porro. Dejo pasar unos segundos más, expulsando el humo, volviendo a dar una calada, expulsándolo de nuevo. Le ofrezco el porro y, por fin, respondo:

- Digamos que sí, que soy de la Alianza. ¿Por qué diablos iba a ayudarte a escapar de dos guardias que te entregarían al ejército? ¿Por qué te iba a curar? -Sonrío divertido y me tumbo en el suelo, usando los brazos como almohada-. ¿Por qué lo he hecho? Pues porque me ha apetecido. No hay razón alguna. Imagino que porque eres bonita. Siempre he tenido debilidad por las chicas guapas. Y sobre el dinero... Algunos no somos lo que hacemos, sino lo que nuestros padres han hecho.

    Dejo al aire la posibilidad de ser de la Alianza. Jamás diré claramente si lo soy o no, ya que más vale ser precavido... Nunca se sabe.

Ivy: Hago un gesto con la mano para rechazar el porro.
- No puedo fumar eso, limita la capacidad de concentración y te deja ido, no puedo permitirme algo así. –Al darme cuenta de que está demasiado cerca de mi, me levanto- Parece que no sabes como funcionan las cosas… por una pequeñez como un robo de este tipo no te entregan al ejército, los guardias te entregan al propietario de los bienes que robaste y no se responsabilizan de lo que luego este pueda hacerte… -Frunzo el ceño, imaginando las diversas posibilidades, pero su ultima respuesta hace que vuelva a estar atenta- Así que Papi y Mami eh… no es excusa del todo, ¿sabes? Siempre puedes rebelarte, aunque claro, hay gente que viendo los contras que eso conlleva, ni lo piensa.

Ian: Esbozo una gran sonrisa.

- ¿Quién dice que no lo he hecho ya? -Suelto una ligera carcajada-. Ayudándote, lo he hecho -Me levanto y me desesperezo. Acabo el porro y lo tiro al suelo-. Ah, los porros no te limitan la capacidad de concentración. Son las personas, quienes no saben hacer dos cosas a la vez -Hago una ligera reverencia como despedida-. Y que sepas que es de mala educación no presentarse cuando alguien sí lo ha hecho. Seas de la Alianza... o Rebelde.

 

 Ivy: - Ah, ¿así que ahora soy tu… excusa para rebelarte? –Sonrío- No es mala educación, es ser precavida. Ni siquiera se si Ian es tu auténtico nombre, tampoco se de donde eres, ni si de verdad me has salvado por las buenas o soy tu futuro entretenimiento al que joder –hago una pequeña pausa- Es triste, pero es así, no puedes fiarte de nadie. Y menos aún si este paga con billetes… -Sonrío irónicamente- Aunque he de decirte que me has caído bien, es algo bastante contradictorio, pero es cierto –Le vuelvo a mirar de arriba abajo- Y te follaría. Si hubiese más confianza y eso.

Ian: Me quedo callado, pensando.

- ¿Tan mal está la vida fuera del Núcleo? -La verdad, sabía que la vida fuera de los planetas del Núcleo era dura. Mi padre siempre me lo decía, que estaba lleno de bandidos y que lo único que te puedes encontrar es delincuencia. Imagino que la desconfianza es la única manera de sobrevivir...- Bueno, la verdad es que me cuesta desconfiar de la gente, desde siempre. Todo el mundo merece una segunda oportunidad, o eso creo. Aunque, obviamente, tampoco soy tonto. Yo tampoco he confiado en ti -Me llevo las manos a los bolsillos para comprobar que, efectivamente, sigo teniendo el dinero suficiente como para volar a casa-, al fin y al cabo, eres una ladrona, tú misma me lo has reconocido.
Me quedo en silencio cuando me dice que me follaba. Jo, si es que en Londinum no encuentras a ninguna belleza como ésta que te diga eso. Voy a tener que salir a ver mundo.

- Oh... Yo dejaba que me follaras -Murmuro, encogiéndome de hombros-. Te diría qué hago aquí, pero... No lo recuerdo. Lo último que recuerdo antes de despertarme es que estaba de fiesta con unos amigos en Londinum. No sé cómo diablos he llegado aquí, pero te he visto y no he podido evitar ayudarte. No es que seas mi excusa para rebelarme, o sí, no lo sé. Lo he hecho y punto. Y sí, me llamo Ian.

 

Ivy: Me río al verle meter las manos en los bolsillos.
- Me has curado, te debo una, no iba a robarte. Nosotros también tenemos corazoncito y sentimientos, por mucho que los del Núcleo no lo vean así. –Suspiro- Es curioso, tu padre ve delincuencia en aquellos que roban para mantenerse con vida, pero no en los que se aprovechan de los demás. –Contesto algo asqueada- Qué típico.  
- Está bien saber que te dejarías, lo tendré en cuenta –vuelvo a reírme, aunque pronto la sonrisa se desvanece- Londinum… vamos de mal en peor, eh… ¿Qué eres de ahí?

Ian: Río.

- No es ser desconfiado, sino ser precavido -Sonrío, devolviéndole lo que ella me había dicho antes-. Oh, es que para mi padre la delincuencia es robar sin "civilización". Si robas, pero de manera civilizada, o al menos con la excusa de que se hace de tal forma, no es delincuencia -Me encojo de hombros-. Como te he dicho, esa es la filosofía de mi padre, no la mía. Realmente, a mi me da igual todo el tema de Alianza y Rebeldes. Si alguien de la Alianza necesita ayuda médica, se la proporcionaré. Si alguien de los Rebeldes necesita ayuda, también se la proporcionaré. Siempre y cuando, mis intereses no se vean afectados, obviamente.

Me rasco la cabeza. Mi padre me mataría por ello, ya que es un signo de falta de educación. Y más delante de una mujer. Pero... jo, he dormido en el suelo, me pica la cabeza.

- Nací y vivo allí. Actualmente estoy tomándome un año sabático, después de sacarme la carrera de Medicina. No sabrás de alguien que necesite mis servicios, ¿no? Y que pueda pagarlo, claro. No me iría mal, aunque... paso de hospitales o trabajar en sitios que me impidan moverme de aquí para allí.

Ivy: Sonrío.
- Lo cierto es que ahora mismo no sé de nadie que requiera tus servicios, pero si se de un proyecto que posiblemente te necesite, aún no se ha llevado a cabo, pero tampoco se tardará mucho. Quizás un par de años. Si de aquí a entonces aún sigues en contacto conmigo y considero que aún eres de confianza, te diré todo lo que necesitas saber.
- Aprovechando que eres de otro planeta y tu padre no está aquí… podríamos vernos más veces, lógicamente conociéndote de un solo día no te voy a meter en ese proyecto… -Le sonrío y me acerco- Soy Ivy LeFay –Acerco mi mano para estrecharla con la suya, y cuando lo hace tiro ligeramente de él hacia mi hasta posar mis labios en los suyos- Encantada.

Ian: Hmmmm...

- Bueno, no importa. Comenzaré a hacer trabajos aquí y allá, por los planetas del Núcleo. Cuando ese proyecto secreto y ultra-malvado esté en pie, comunícamelo y me pensaré si ingresar o no. ¿Cómo no voy a mantenerme en contacto con una dama tan hermosa? -Hago un gesto con la mano, recorriéndola de arriba abajo-. Para comenzar... Qué te parece si nos vemos en 15 días, a las 6 PM en... ¿Por dónde puedes moverte? Yo no salgo de los planetas del Núcleo, ya que no me apetece contratar guardaespaldas y yo no soy muy de pelear, sino de curar.

Ivy: - Bien, entonces nos veremos justamente aquí, ¿te parece? –Le guiño un ojo y salgo de allí. Dariel estaría de los nervios.

Ian: Me quedo observando cómo se va. Cuando ya ha desaparecido de mi vista, me llevo dos dedos a los labios. Uf, es como si aún notase su olor y su textura. He de buscar una nave, antes de que pierda la cabeza y cometa locuras.

 

 

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26/10/2010, 00:54
Julian Crautchin

|La incoporación de 'la Embajadora'|

Cassia: Mis cosas todavía siguen en la "Rosemary"; la nave no irá al desguace hasta que toda la tripulación esté situada de nuevo y se hayan sacado todas las cosas. La capitana había propuesto venderlo todo para poder comprar otra, pero no era una idea que me atrayera, y tampoco al segundo de a bordo, quién había perdido las ganas de surcar la negrura además del brazo durante el aterrizaje forzoso en Beaumond.

Había dado un paseo por el puerto hasta el bar en el que he entrado, fijándome en las naves atracadas para tener una idea de cuales podrían interesarme para viajar en ellas. Había de todo, pero ya tenía el ojo echado a unas cuantas. Pero antes de hacerlo, opté por tomar un par de vasitos de sake mientras ponía en orden mis planes y me recuperaba del traqueteo del aterrizaje.

Me he quedado sentada en la barra, girada en el taburete hacia el resto del local. El ambiente está cargado de una mezcla de olor a sudor y a humo aromático, probablemente de algunas hierbas mezcladas con tabaco de pipa, y se oyen las noticias de la noche por encima del murmullo de la gente de lo bajo que hablan. Es un bar de puerto como otro cualquiera, donde se hacen tratos en rincones, más o menos legales.

Julian: Cierro el trato brindando con el cliente, chocando ambos vasitos de sake y bebiendo antes de que él se retire.
Yo miro alrededor recostándome en mi silla y llamo a un camarero para que sirva algo mas de sake.
Por el momento, tengo a la tripulación trabajando en captar clientes y organizándolo mas o menos todo para partir a la mañana siguiente así que podré relajarme un rato mas.

Es un hombre en la barra el que empieza a llamar mi atención. Parece bastante bebido y comienza a decir estupideces.
Si es que no se puede beber sin control...
No obstante, no me meto. Es problema de los dueños de la taberna, no mío.

Cassia: Olisqueo el sake intentando no ser exagerada con mi mueca. Es intenso, y desde luego no huele para nada como el sake de Sihnon, pero no voy a ponerme exigente. Me lo bebo de un trago justo cuando siento cerca de mí el poderoso olor del alcohol ingerido junto al aliento caliente de un hombre que ha ido directamente a invadir mi espacio vital.
Le miro por el rabillo del ojo, sin girarme del todo hacia él, pero eso no le impide pasear su mirada por mi cuello y mi pecho. Mi tian gohn; tal vez debí ponerme algo menos escotado.
Es un hombre mayor, de al menos cuarenta años, con barba descuidada de cuatro días y el rostro brillante de sudor.

-¿Cuánto cobras?-pregunta en un murmullo que pretende ser íntimo y sugerente, pero solo consigue que quede rudo y desagradable.

-¿Shuh Muh?-frunzo el cejo, ofendida. No voy vestida de oficio, así que seguro que solo me está tomando por una doxy.

-Me has oído bien.-bruscamente, el me toma de la cintura y me atrae hacia él, haciéndome bajar del taburete y tirar el vasito al suelo, rompiéndose. No quiero pegarle, así que solo le empujo para apartarle. Solo consigo que de un paso hacia atrás.

Julian: Me levanto de la mesa con mi vaso y me apoyo en la barra para pedir que me lo llenen de nuevo. Me sitúo cerca del tipo y me bebo el sake de un trago antes de picarle en el hombro para llamar su atención.
- Antes de nada... - comienzo - Tengo que asegurarme - miro a la mujer - ¿Eres prostituta?

Cassia: -Ta ma duh...¿Acaso lo parezco?-suspiro profundamente ante la pregunta del otro hombre que interviene. Aunque sigo bastante ofendida por el trato de ambos, me alivia que al menos pregunte.-Claro que no.-remarco, dirigiéndole una mirada intensa al que me había insultado en primer lugar.

Julian: Bufo. ¡Encima se ofende! Si lo llego a saber se hubiera metido su padre. Tsé.
- Ya... Eso me parecía - murmuro antes de enganchar al hombre por la chaqueta, a la altura de sus hombros, y tirar de él para separarle de ella. Le miro con tranquilidad - Mire, si quiere empezaremos un intercambio de puñetazos que le llevará a romper esa mesa - señalo la que tiene detrás - con la espalda. Algo que no es agradable. Por otra parte, si colabora... Puedo invitarle a una copa - me encojo de hombros - Usted decide, a mi me da igual - apoyo los codos en la barra.

Cassia: El borracho de la barba arruga la nariz en una mueca de desagrado cuando el otro hombre le coge de la chaqueta, y le dedica la misma expresión de asco mientras habla. Tengo la impresión de que realmente no le está escuchando; solo procesa (lento, eso sí) el momento y la forma de clavarle un puñetazo. Lo veo en cómo aprieta el puño izquierdo, aunque parezca desorientado por la cantidad malsana de alcohol que corre por sus venas.

Justo cuando el otro hombre se apoya en la barra, el borracho alza el brazo para pegarle, demasiado lento y centrado como para ver venir mi propio puño contra su mejilla, impidiendo así que llegue a golpear al otro. Su falta de equilibrio le acaba llevando al suelo por el golpe.
Frotándome el puño, bufo y sonrío a mi "salvador" a modo de disculpa.
-Perdone mis modales; tenía que hacerlo.

Justo cuando creía que el borracho había perdido el conocimiento siento que algo me engancha de la bota y me tira al suelo, cayendo de espaldas. Parece que no le he dado tan fuerte como pretendía.

Julian: Pongo los ojos en blanco antes de agacharme para volver a coger al tipo de la chaqueta, levantarle y enfocar mi puñetazo directo a su nariz, haciéndole retroceder y, efectivamente, caer sobre la mesa de la taberna partiéndola con su espalda.
- Ya le avisé - chasqueo la lengua y luego le tiendo una mano a la mujer para levantarla del suelo - ¿Está bien?

Cassia: -Si, no se preocupe...-le contesto, tomando su mano para incorporarme mientras con la libre me sacudo los pantalones. El borracho todavía intenta procesar cómo ha acabado entre los restos de una mesa y por qué los que estaban en ella se han escandalizado.-No es la primera vez que tengo que pegar a alguien por lo mismo...-sonrío de lado, mirándole.

-A la puta calle.-oigo que dice una voz ronca tras la barra. Es el camarero, mellado y canoso, que limpia una jarra con un trapo marrón (que probablemente fue blanco en un tiempo mejor) mirándonos con los ojos entrecerrados, como si nos acabase de profesar odio profundo.

Yo parpadeo al mirarle, desconcertada. Iba a decirle algo, hasta que saca una recortada completamente serio y nos apunta a ambos con ella.
-Largo. Y lleváos a ese chwen joo, ya que salís.

Julian: - Eh... Eh... - le paro alzando las manos - Relájese. De todas maneras, ya nos íbamos... Esta taberna tiene demasiada gente indeseable como para seguir queriendo estar aquí - agrego cogiendo por el pie al tio al que había pegado y empezar a tirar de él para sacarle fuera, arrastrándole.

Cassia: Alzo ambas cejas, observando curiosa cómo ese indeseable borracho es arrastrado del pie y es incapaz de levantarse, como una tortuga tumbada sobre su caparazón. Qué absurdo se acaba de poner todo...
Cuando puedo reaccionar, sacudo la cabeza, dejo unas monedas en la barra "por lo de la mesa" y salgo también de ahí.
-Da igual; no estaba cargada...-pude oír decir al camarero mientras guardaba la recortada bajo la barra de nuevo.

Para cuando llego fuera, ambos ya estaban también en la entrada del bar. El borracho se intentaba aún levantar sujeto a la pared, y parece ver conveniente irse.
-Sheh sheh.-le agradezco al otro hombre, sonriéndole e inclinándome.-Siento que haya tenido que verse envuelto en este asunto.

Julian: - No se preocupe - le digo - Me gustan las peleas; usted ha sido solo la excusa - río un poco y miro como el tipo se va ayudado por la pared, aún dolorido por el golpe contra la mesa - Además, nadie allí parecía tener la intención de meterse y yo no soy de esos que miran como un hombre pega a una mujer - me encojo de hombros.

Cassia: -Es agradable ver a un nuhn tze huhn de vez en cuando; un auténtico alivio.-río suavemente.-¿Cree que me permitiría invitarle a una copa en compensación?-miro alrededor un instante, abrazándome.-No será por tabernas por aquí...

Julian: - Permítame decirle que 'nuhn tze huhn' es una descripción que se me queda grande pero la aceptaré, no obstante - sonrío - Pueeees... Debería ir a ver qué hacen mis chicos, no me fío de ellos para captar clientes; si les conociera lo entendería. Pero supongo que no pasará nada por tomar una copa antes de ir - le hago un gesto con la mano para entrar en otra taberna esperando que no nos echen de esa también.

Cassia: La siguiente taberna que pisamos es un poco más pequeña, pero tiene más o menos el mismo ambiente viciado de humo "aromático", con menores dosis de sudor. La luz solo proviene de pequeñas lámparas de papel cuadradas sobre las mesas y en fila sobre la barra del fondo; una mujer mayor toca una guitarra sobre una pequeña tarima en el centro.
-¿A qué se dedica, señor...?-pregunto con curiosidad mientras bajamos las escaleras, percatándome de golpe que no le he preguntado el nombre.

Julian: - Crautchin - contesto con rapidez - Julian Crautchin - nos llevo hasta una de las mesas vacías para sentarnos. Seguro que allí se nos molestaba menos que si nos quedábamos en la barra - Soy el Capitán de una encantadora nave de transporte - le digo con una sonrisa - ¿Y usted? ¿Señorita...? - alzo las cejas ladeando mi sonrisa.

Cassia: -Ren-Shen. Cassia Ren-Shen.-sonrío ligeramente divertida, imitando su presentación mientras tomo asiento frente a él en la mesa. Le analizo un poco con la mirada antes de seguir; es demasiada casualidad.-Precisamente...Bueno...-dudo. Justo a tiempo llega una camarera para tomarnos nota.-Dos vasitos de sake, por favor.-le pido, volviendo luego la mirada a Julian.
-Digamos que estoy buscando precisamente una nave de transporte; ¿no le parece una interesante coincidencia?-entrelazo mis manos bajo mi mentón.

Julian: - ¡Vaya! - exclamo - Pues sí, es una muy interesante coincidencia - la miro - ¿Qué sabe hacer? ¿Por qué quiere entrar en una nave de transporte? - le pregunto.

Cassia: Contengo mi risa dentro de mi boca, agachando mi mirada un momento a la lámpara de papel que hay entre nosotros.
-En realidad, busco alquilar una habitación en una nave que viaje constantemente por el verso.-vuelvo la mirada a él, cuidando bien las palabras que elijo.-La nave en la que viajaba hasta ahora está siendo en estos mismos instantes vaciada para mandarla a desguace. Iba con ellos allá a donde les llevara el trabajo, y desempeñaba mi trabajo de forma independiente. Soy acompañante registrada.

Julian: Amplío mi sonrisa. Así que aquel tipo tampoco andaba tan desencaminado preguntándole que cuánto cobraba... Aunque supongo que una doxy no tiene nada que ver con una acompañante registrada y, de hecho, seguramente nos venga muy bien llevarla con nosotros.
- Ya veo... - murmuro - Aunque quizás prefiera uno de los transbordadores... Es mas fácil que mis chicos no la molesten ahí. No sé cómo llevarían el hecho de portar a una acompañante pero, tranquila, si hacemos negocio les amenazaré. Casi siempre funciona - digo divertido.

Cassia: La misma camarera de antes se acerca con los vasitos y la botella de sake en una bandeja de madera para servirnos. Solo le sonrío cuando llega, dejándola hacer; igual la casualidad no ha sido tanta, y ésto es destino. No esperaba encontrar nave tan pronto.
-Con lo que ha dicho de su tripulación hasta el momento, no sé yo si fiarme...-murmuro, haciéndome la pensativa mientras me echo hacia atrás.

Julian: - Oh, no... No. Son una buena tripulación - la tranquilizo - Le caerían bien, seguro. Con decirles que no la molesten, estará todo arreglado, no se preocupe - le sonrío y me tomo el vaso de sake, haciendo una mueca - Además, nos vendrá bien. Siempre viene bien llevar a alguien con nombre que puede acceder a zonas que nosotros no - "aunque sea una acompañante", pienso para mi.

Cassia: -Espero que no haya problema, ya sabe...-muevo el vasito un poco, agitando el sake como si eso lo hiciera más potable.-Con mi profesión. Ya he pasado por lo de compartir techo con una persona a la que no le hacía mucha gracia...-encojo los hombros y bebo de un trago el sake, apretando después los labios.

Julian: - Cassia, por suerte ha ido a dar con un hombre al que las profesiones le importan mas bien poco. Y, encima, ese hombre es el Capitán de la nave - alzo una ceja mirándola - Dudo que ninguno de mis tripulantes tenga algo en contra de su profesión y, si lo tuviera, no dude en que no lo notaría porque ya les habría dado la charla respecto a eso - sonrío - Siempre puede venirse un tiempo con nosotros y cambiar de nave si no está contenta.

Cassia: -Es otra opción, claro.-afirmo lentamente, jugando con el vasito entre mis manos. Solo lo pienso un poco más antes de sonreírle con un toque de cabeza.-Está bien; ¿cree que podría ver el transbordador antes de que cerremos el trato? Así podremos hablar mejor de lo que le pagaré por el alquiler, y podremos hablar de un par de asuntos que quiero dejar claros desde el principio.

Julian: - Claro, podemos ir ahora mismo si quiere - le digo asintiendo con la cabeza - Podemos cerrar el trato en el mismo transbordador - sonrío y llamo de nuevo a la camarera - Sírvanos otro vaso antes de cobrarnos - le pido.

[...]

Cassia: La nave del Capitán Crautchin resultó ser una vieja Firefly, un modelo que tiene la mayoría del verso pero que es uno de los más bonitos que he visto en la vida, y eso que he viajado en un crucero de lujo. Las Firefly no solo tienen encanto para mí, sino que además es una nave muy común. Es perfecta. De hecho se lo comenté al capitán al verla; me gusta la nave.

Julian abre las puertas del transbordador y me deja pasar primera; directamente doy una vuelta por el espacio, vacío.
-Hmmmm...-murmuro, calculando de cabeza lo que ocupan mis muebles y cómo encajarían aquí.-Tendré que deshacerme de algunos de mis muebles; aquí no me cabría todo...-observo para mí.

Julian: - Bueno, no es muy grande... Pero tampoco estará usted apretada aquí - le digo rascándome un momento la nuca con un dedo - Si me permite decirlo, antes he dado una vuelta por aquí y no he visto una sola nave con la mitad de encanto que tiene la Orpheus - sonrío - En serio. No es solo la nave en sí, claro; es... - dejo un silencio que me sirve para pensar - Todo. ¿No lo siente? El compañerismo, los buenos momentos, los juegos en la zona de carga... - río un poco - Estará muy cómoda aquí.

Cassia: -La Orpheus es encantadora; se lo concedo. Más allá de mi propio gusto por la clase Firefly, y más allá de que me guste su nombre.-río musicalmente con los ojos cerrados, siguiendo con mi análisis exhaustivo del espacio vacío del transbordador.-La energía de la nave es muy positiva; es más de lo que puedo decir de otras naves, pero no está equilibrada. Pero como éste sería mi espacio, creo que puedo pasarlo por alto.-me giro hacia el capitán.-¿Cuánto pide por el transbordador?

Julian: Sonrío cuando alaba mi nave. Ya está bien que yo la tenga como la mejor del universo pero que alguien la alabe me gusta así que mi sonrisa es bastante amplía y sincera.
- Y yo creo que voy a pasar por alto eso de que no está equilibrada - río - Ciento cincuenta créditos al mes - respondo después a lo del alquiler - La comida y demás iría aparte.

Cassia: -No puede pedirme ciento cincuenta gastos a parte por la lanzadera de una Firefly. No tienen buena autonomía, y sigue siendo un espacio pequeño.-declaro cruzando los brazos.-Cien.-alzo una ceja.-La comida y el agua extra siguen corriendo de mi cuenta, y estaría dispuesta a compartirlo, pero no por ciento cincuenta.

Julian: - Ah, así que vamos a negociar - alzo una ceja como ella, imitándola - Ciento veinte - digo - Los veinte por el encanto añadido de mi Orpheus, Cassia - ladeo mi sonrisa - Entiéndalo. La nave requiere mucho gastos, y mi tripulación también. Si no tenemos trabajos llegamos a estar realmente jodidos de dinero. Además ¡la he rescatado de un hombre baboso! - me cruzo de brazos - Creo que eso se merecen veinte de propina ¿no?

Cassia: -Estoy segura de que puedo compensarle de otra manera el altercado con ese chwen joo, capitán. Ignoraré que tuve que clavarle un puñetazo antes de que él se lo clavase a usted porque yo también tenía necesidad de pegarle.-remarco mi expresión alzando también la otra ceja.-Piénselo; mi presencia le garantiza acceso a muchos puertos que podrán proporcionarle trabajos muy bien pagados; no debe preocuparse por el mantenimiento de su querida nave. Cien.

Julian: Ladeo la cabeza mirándola y me inclino un poco hacia adelante bajando mi voz.
- Espero que esa otra manera no tenga nada que ver con su profesión, Cassia - sonrío divertido - Es broma - alzo las manos antes de que se lo tome en serio, o mal - Tengo que decir que hubiera estado rápido para esquivarle porque él se movía ralentizado así que su puñetazo era completamente innecesario, pero - alargo la primera sílaba de la palabra - Aceptaré los cien créditos a pesar de que considero que habitar en mi firefly debería ser cosa de ricos - bromeo riendo - Bienvenida a Orpheus, 'señorita acompañante registrada' - extiendo mi mano hacia ella.

Cassia: -Oh, perfecto. Muchas gracias.-sonrío ampliamente, alargando mi mano hacia él para estrechársela con suavidad. Empezaba a temer que ésto se convirtiera en un largo tira y afloja por el precio del arrendamiento.-En ese caso, me gustaría dejar claro que quiero que éste sea mi espacio privado, y no solo para cuando trabaje en él. Mi privacidad es importante, y ya que pago por él, necesitarán de mi invitación para entrar.

Julian: - Bien; su espacio privado y no entrar sin invitación - asiento firmemente - Captado. Toda la tripulación será consciente, se lo aseguro. Tendrá permiso para gritar y/o pegar a quién rompa la norma. O también puede chivarse a mi para que les eche yo la bronca pertinente - encojo los hombros - Ahí ya lo dejo a su elección.

Cassia: -No pienso olvidarlo.-le aseguro con convicción, diciéndoselo también con la mirada.-Bien; cerrado el trato, iré a traer mis cosas. Voy a tener trabajo con ésto.-echo un último vistazo con expresión ligeramente entusiasmada por la idea. Al pasar al lado del capitán para salir de la lanzadera le sonrío e inclino la cabeza.
 

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15/11/2010, 20:51
Cassia Ren-Shen

 

Notas de juego

Bien, hoy no tenía absolutamente NADA mejor que hacer (si, tenía que recoger la habitación, pro...¿quién hace eso sin ganas? Es tontería), así que de repente me sentí niña y pensé: Oye, vamos a hacer el canelo para pasar el rato con muñecajos!

Hacía mil que no me metía en un dollmaker, y confieso haberlo disfrutado!

En fin...ahora es cuando vosotros jugáis a quién es quién =DD Los dollmakers son limitados para estas cosas, así que pido disculpas para el que haya salido feo/a

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15/11/2010, 21:54
Ian Green

La del sillón es Cassia. xDDD

La de Negro... Ivy? XD

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15/11/2010, 23:03
Ivy LeFay

Uhmmm yo diría que son en este orden:
Steve, Jules, Natalie, Ivy, Kratos?, Cassia, Dariel e Ian.

pd. Ivy sigue siendo pelirroja, aunque no lo parezca T^T

Cargando editor
15/11/2010, 23:18
Cassia Ren-Shen

LOL! Se me olvida; SIEMPRE se me olvida! >.< Utilicemos la imaginación e Ivy será pelirroja D:

Veo que va a hacer falta chuleta, pero ha sido divertido solo para mindfuckearos :D

Primera fila, de izq a der: Natalie, Ivy, Jules, Cassia, Dariel

Abajo: Steve, Ian y Kratos e_ê

No había caras ni ropas guayses suficientes para todos xD

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16/11/2010, 16:07
Dariel M. Lefay

que monosos q son *__* muchas gracias Aurita, me gusta mucho la interpretación libre de todos ^^ la de Dariel es muy apropiada aunque le falta el cuchillo de combate :P

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16/11/2010, 17:42
Ivy LeFay

Eh, que yo solo fallé en Kratos, que antes estaban colocados de una forma, abajo solo estaba Ian D:

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16/11/2010, 19:14
Cassia Ren-Shen

A todo el mundo le faltan cosas; es lo que tiene que sean cuerpos pregenerados, además de ser la mayoría muy...homosexuales en lo que respecta a los Candy machos xD A causa de eso también faltan barbitas, que hubieran hecho mucha falta u_u

En fin ^^ Me alegro q al menos hayan resultado curiosos xDD Sé que hubieran quedado mejor si los dibujara; prometo hacerlo si recupero práctica xD

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16/11/2010, 21:12
Ian Green

Ian queda bien xD Para ser el más homosexual de todos, es el que menos pinta de gay tiene. Porque Dariel y Jules... *tos*

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19/12/2010, 21:18
Cassia Ren-Shen

Muy en mi línea rancia, voy a seguir monopolizando esta sección para mí solita...¡Now with dibujitos! :DD De momento os dejo la preview de lo que viene siendo el dibujín de Ian y su bonita escena jugando con soldaditos to drogao ^^ Seguramente lo acabe en un rato, pq solo hay q sombrear y poner un fondo que masomenoscuele :p

 

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19/12/2010, 22:07
Cassia Ren-Shen

Vale, como no puedo editar para quitar la preview, os vais a fastidiar y ver el antes y el después, porque...¡He terminado el primer dibujo! =DD 

Próximamente...No lo sé...lo que sea más fácil de dibujar e.ê

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19/12/2010, 23:22
Natalie Hong

Hey!!! como mola el dibujico!! está genial!! :) 

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20/12/2010, 16:33
Director

xDDD que grande! Sigo reclamando mi dibujo de Dariel o Cassia morirá de forma cruel y lenta >_<

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20/12/2010, 20:04
Cassia Ren-Shen

Venga, venga! Otro más! Este para Black, que me de mucho amor en la partida y me cuide mucho :3 Soy consciente de que ha quedado rarucho, pero lo dicho...me falta mucha práctica xD

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20/12/2010, 20:24
Director

Como ya te he dicho por msn, I love it!! *__* Es taaaaan Dariel y el vaso es taaan cutie. Me encanta, muchas gracias, me siento recompensada como master :P

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22/12/2010, 01:41
Cassia Ren-Shen

Hoy toca Ivy ^^ Quería hacerla con la camiseta de Blue Sun, y al final ha quedado cuca y todo :p

Mañana...Jules, que Prue ya me ha amenazado duramente para q me haga un dibu. Q dura es mi vida...

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22/12/2010, 03:06
Ivy LeFay

Awwwwwwww que cosa más mona ahí arremangándose la camiseta XDDDDDDDDD
Jo, es una pasada!!! >< Gracias <3