Partida Rol por web

La inquietud de Falken hace salir a Alice de su estado de sopor. ¿Qué sería? Realmente parecía importante si era capaz de alterarle de esa forma. Confiaba en él y ahora le estaba demostrando que él también confiaba en ella. Asiente tras un instante de perplejidad - Te lo prometo.

Baja la cabeza, cerrando los ojos. Parece avergonzado...

- Alice... Los reclutadores... Están aquí desde el principio... Forma parte de demostrar que somos "los mejores" para poder acceder a la cura... Teníamos que reuniros en éste lugar sin que sospechárais de nosotros... Era la última prueba: "Infiltración"... Pero... No puedo seguir ocultándotelo... Me duele mentir al resto pero... A tí... Mentir a alguien como tú me mata más que la enfermedad...

El cristal se rompe ante mi, atravesando con sus pequeños y grandes fragmentos el cuerpo de María... mis ojos se quedan petrificados mi respiración congelada... Como a cientos de metros escucho la voz de Donovan, es mas un susurro que se lleva el viento.

De pronto todo el lugar y su blanca pulcritud se empieza a tornar de un color rojizo, ante mis solo puedo ver el color rojo que poco a poco va manchando el suelo y ahora mis manos, pues me acerco a María, mirándola a los ojos... ¿Ma... mama? la miro incesante, su rostro comienza a desenfocarse debido a mis lágrimas...

¿Que te pasa mama, porque sangras... que te ocurre? Muévete, di algo, por favor... le agarro de la mano arrodillándome junto a ella y olvidándome de todo lo demás, apoyo mi frente sobre su rostro y rompo en lágrimas...

- La has matado, Marcos... Como a mí - la voz de tu verdadera madre suena detrás tuya. Al volverte la ves: Pálida, mortecina, desnuda y con los brazos llenos de sangre... - ¿A cuántas más les harás lo mismo...? Ésta chica era tan joven...

Victoria observa desde un segundo plano toda la escena... Traga saliva, bastante impactada por la visión del cadáver andante y el entorno infinitamente rojo...

Alice no puede creerlo. - ¿QUE E...- De la impresión alza la voz pero rápidamente la baja - ...res un reclutador? - Está muy sorprendida....MUY SORPRENDIDA - vaya...lo has hecho muy bien la verdad - Se mueve de un lado para otro, sonriendo nerviosamente, hasta que por fín parece calmarse - Puedes estar tranquilo, no voy a decir nada, tienes mi palabra - Le sonrie sincera - Pero... - Se muerde el labio como si le costara decir lo que va a seguir - Entonces....¿La cura...es real? - Si tuvieran la cura....no sería lógico que no estuviera en semejante estado...

Tras un largo rato entro de nuevo en la cabaña junto a María, visiblemente más animado. Nada más hacerlo me dirijo al baño en el que se había encerrado Jolene junto a Renka con decisión y aplomo. Llamo un par de veces a la puerta.

Al escuchar esa voz me giro, ¿Q..q... que? No... no puede ser... Suelto a María y me arrastro hacia atrás alejándome de ese cuerpo, de ese cadáver andante que es mi madre, no puedo evitar rasgarme los brazos con los cristales del suelo, y un poco las piernas, pero el dolor es insignificante ahora...

Mi corazón palpita como si de un tren se tratara, mi respiración se acelera por momentos... Mi cabeza !!

Llevo mis manos a la cabeza, todo esto me supera... No... ma...mama yo no... tu no, que... que te ha... niego con la cabeza, mientras a la dos únicas mujeres que he tenido como madres en la vida, parecen estar muertas... Aparto la mirada cerrando los ojos con fuerza y los vuelvo a abrir... mi espalda está pegada a la pared, y la sangre comienza a empapar mi blanca sudadera...

Cada vez la respiración es mas y mas fuerte, mas y más rápida, parece que en cualquier momento pudiera darme un ataque... Yo... yo no... no... yo no quería yo no... yo no hice nada... NOOOOOOOOOOOOOO !!!! grito desesperado intentado no creer y hacer desaparecer lo que mis ojos contemplan

- No es una cura, es... Un lugar. En él se detiene todo el proceso mutante, incluída la enfermedad... Es decir... Eso en sí es una cura, pues su... Permanencia prolongada acaba haciendo que el virus llegue a morir... Pero ha de pasar mucho tiempo, muchísimo... Lo que ellas quieren es reunir gente capaz para dar con algo o alguien que pueda componer una cura más rápida... Ya... Ya lo verás. Es un lugar hermoso pero... - cierra los ojos y suspira - Inclemente. Y aunque estar ahí reporta beneficios inmensos, no es... "Gratis". Dabemos demostrar nuestra valía... Las anfitrionas son... Increíblemente estrictas.

Discusiones y más discusiones, ¿que importaba quien lo hiciera?, ya conocia esa historia, lo que me extrañaba es no ser el protagonista, tal vez la herida o la certeza de un complicado final ha calmado mi temperamento un poco, el cansancio empieza a hacer mella, si no fuera por el jet-lag me habría dormido hace un rato, pero aún me siento algo confuso por el horario.

A punto de cerrar los ojos cuando el beso de la joven Jolene provoca un gesto de asombro muy infrecuente en mi rostro, ligeramente azorado, carraspeo y bajo la cabeza, puta mierda, esa niña es diabolicamente encantadora, nos va a dar problemas, lo sé, la observo mientras desaparece en el dormitorio permitiendome volver al mundo real.

Un mundo que no me termina de convencer cuando Falken le pide a Alice que la acompañe, miro a Sven mientras me incorporo un poco intentando que el sopor desaparezca, ¿Qué coño quiere Falken de ella?, me remuevo nervioso, ella es la única que ha sido realmente amable con todos, si le pasa algo la vamos a tener nuevamente.

Falken, ten cuidado con lo que haces le advierto sin dejar de mirarlo, no creo que vaya a hacerle nada malo, pero el hastío de Sven me inquieta.

Jolene se detiene justo antes de entrar en la salita que precede al dormitorio. Mira a su hermano mayor.

- ¿Pero qué haces, tonto del culo? - pregunta, casi riéndose.

Al ver a María le sonríe y la abraza, pese a que ésta está sucia y no huele de maravilla.

- Grasias, uapa - le dice en un español terrible, empujándola hacia el baño. María, sorprendida, se deja empujar, coge su maleta y entra en el baño para ducharse...

Bueno...mejor soportar unas anfitrionas estrictas que los efectos de el virus - Suspira intentando restarle importancia. - Solo con que se pueda detener su avance ya es suficiente recompensa - Su tono de voz es algo entristecido debido a las imágenes que bombardean su mente sobre los efectos en el cuerpo de Ignea, pero en sus ojos se ve que está realmente esperanzada. Vueve a sonreir, esta vez hablando más animada - Con inclemente es frío ¿verdad?

Miro la puerta del baño. Pensaba que estaba ahí, aunque no era así... Claro, llevo un rato fuera con María. Bueno, esto en parte soluciona las cosas... La miro desde arriba, dada mi altura.
-Gracias por el cumplido, Jolene... Me gustaría hablar contigo a solas. Es importante...

Una vez se han marchado todos, Sven ve aparecer a Rewell y suspira de nuevo, mirando a Art.

- ¿Sabes quién era Falken antes de convertirse en... "eso"? - alza un poco las cejas, enfatizando el momento de la "intriga" - El maldito Casanova británico, o eso dicen... Y algo me dice que por una cara bonita es capaz de meter la pata hasta el mismísimo fondo... Incluso ahora que ni el espejo puede mirarle...

Antti no puede evitar reírse un poco en su duermevela.

- Ja, ja - le entra la risa floja - ... Y pretenderás que salga ahí fuera contigo, ahora que estoy limpia, seca y deseando acostarme... Como no pienses en un sitio cálido que esté ahí fuera y en cómo llevarme hasta él sin que una gota de lluvia o suciedad me roce, lo llevas claro, vaquero...

Renka ha perdido el hilo de la conversación. No ha podido evitar escuchar oir lo que Sven comenta de Falken, escuchando con incredulidad.

Abre los ojos con asombro al cambiar de escenario. Budapest... La echaba tanto de menos...

Ya estaba claro que aquella muchacha podía colarse en el subconsciente de cualquier individuo, y poco sentido tendría contarle nada cuando seguro que ella misma podría enterarse sin necesitad de cruzar palabra... Pero espera. Quizás Victoria era una persona simpática, amable y sociable... virtudes en peligro de extinción bajo aquel techo:

- Encantada, Victoria... - le sonríe igualmente. Después apoya las manos en el suelo - ¿Conflictivos, dices? Muchos... Pero claro, esos muchos también te dirán lo mismo de los demás... - se ríe por no llorar, cansada. Ya se lo tomaba con humor - Somos muy diferentes, y ha sido un día muy muy duro, ni te lo imaginas... Hemos sufrido un accidente de tráfico, en el que por poco se muere mi colega finlandés... más confrontaciones de las que hubiésemos preferido y algún que otro poder descontrolado... - se señala la pierna dañada mirando de reojo a la (aparentemente) joven, alzando ambas cejas - ¿Razones? Muy variadas: Por celos, por orgullo, porque simplemente la gente se mola a sí misma... Hay pocos que me hayan parecido dignos de confianza...: Koivusaari, Falken, Lockhart, Doyle... "Los españoles", por supuesto, sobretodo María y Hugo - ríe, ya que era algo obvio - ...Ese tal Arthur y su primo también parecen buena gente... Un poco raros, eso sí... Los franceses... Uuffff, los franceses... No los trago. No ha habido manera, hay algunos que van tan a lo suyo que... Pppfff... Me hierve la sangre el pasotismo. Sobretodo cuando las cosas andan tan mal ahí fuera, deberíamos de estar todos codo con codo, pero en fin... Supongo que estamos asustados. Con los Dryden tampoco puedo, es algo visceral, detesto la manera de actuar de cualquiera de los dos y tampoco me hacen gracia sus dones... Exceptuando al bebé, claro, y a Rewell... - se inclina hacia ésta, confidente... - Éste es un poco bruto, al igual que Art, pero creo que domesticándolos no dan ningún problema - bromea, volviendo a su posición - Taylor es... Taylor. Tiene pinta de drogadicto y es... muy desagradable... muy asqueroso... No pidas detalles... Balaguer en cambio me da un pánico horrible. Aborrece a la gente con una facilidad asombrosa y es demasiado... No sé, no me inspira nada bueno... Y tiene gracia, porque él puede curarnos - asiente, sonriendo con ironía - Renka... Al igual que Jolene, es sólo una niña... ¿Y quién más me queda? Creo que los he nombrado a tod... Oh, bueno, de Reisel no puedo hablarte mal... - sonríe bobalicona, con la mirada perdida en las aguas del río... - Es mejor persona de lo que los demás creen, solo que lo ha pasado bastante mal... - enarca ligeramente las cejas...

Suspiro, contrariado. Mi hermana, no cabe duda, se ha convertido en una niña malcriada... Es... Es una lástima, supongo. Aunque todo se debe, diría yo, a la ruptura de nuestra relación filial. Quizá pueda arreglarse... no lo sé, la verdad. -Podemos ir al porche... Está nada más salir... Y me echo a un lado, para que pueda pasar primero. Yo la seguiré una vez se haya dirigido a la salida. Me quito la cazadora de cuero, bastante grande para ella, pero servirá. Antes de que pase se la tiendo. -Ten... Esto te mantendrá en calor, aunque el frío ahora te vendrá bien...

- No quieras que me meta dentro de... "Eso". Voy a pasar frío sólo para asegurarme de que sea breve, así, si se alarga, me moriré, lo cual prefiero - sale al porche, andando de puntillas...

Miró por un momento a Renka, pero ésta le guiñó un ojo, y la joven Dryden finalmente salió de la casa, con los brazos cruzados y gesto enfurruñado, no sin antes maldecir una última vez por lo bajo...

Sonría al dar con el rápido acceso de confianza de Alexandra. Escucha con suma atención todo cuanto le dice... Se nota que es de las que analizan bien lo que se les cuenta y explica, que sabe escuchar...

- Vaya... ¿Porqué te hierve la sangre el "pasotismo"? - pregunta, interesada - Pareces una chica que le gusta tenerlo todo controlado... Me refiero a que eres alguien que desarroya rápidamente un instinto de manada o algo así, ¿puede ser? Es raro en una persona tan joven.

Miro mi chaqueta. Realmente no está tan mal... Joder... Esto va a ser complicado... Qué carácter gasta la niña... Aunque es normal, supongo. Salgo, finalmente, detrás de ella, dejando la chaqueta dentro. Una vez fuera, me quedo en cuclillas, para acercarme más a su altura, aunque ahora mi cara quedará por debajo de la suya. Apoyo los codos sobre las piernas y me quedo un momento pensativo. Por fin lo he conseguido... Un momento de tranquilidad para poder hablar con mi hermana. Ya era hora... Me tomo mi tiempo antes de empezar a hablar, hasta que finalmente lo hago.
-Bien... Lo primero: lo siento. Siento haber confiado en ese... violador de mierda... Lo siento mucho. No volverá a pasar, te lo aseguro. Me dejé llevar, parecía muy asustado y desesperado... Lo siento de nuevo. Vale, primera parte completada, ahora continúa. -Jolene... Mira... Está claro que no te caigo bien... No creo que ahora mismo sientas ningún tipo de aprecio por mí... Y en parte lo comprendo... Pero lo más importante que quería decirte es que... La miro a los ojos, con sinceridad, afectuosamente. Siempre... Y te repito... Siempre... Desde que me sacaron de casa y me llevaron al internado... He pensado en vosotros. En Donovan y tú. Sois lo que más quiero y he querido nunca... Me dan igual vuestros defectos y virtudes... Os quiero. Sois mis hermanos. Os vi nacer a los dos. Cuidé de vosotros. Sois lo más importante de este mundo para mí, y Amber también... Quería que lo supieras. Y sé que ahora mismo no sé mucho de vosotros... Pero no he podido hacer otra cosa... No podía existir... No debía existir... Bajo la cabeza. Y no me importa que me odies, si me odias... No me importa que me insultes... Te lo digo en serio... Porque... Vuelvo a mirarla. Te vi nacer... Te vi antes de que... Te convirtieses en la mujer más hermosa del mundo, que seguro que lo eres... Te vi antes que nadie... Vi tus ojos y... Sonrío, rememorando aquél momento. -Bufff... Fue el momento más feliz de mi vida... Eras un diamante... Lo eres. Tenías una mirada que... No sé... Hacía sentir bien... Y lo sigue haciendo. Siempre supe que eras especial... No porque fueras guapa, sino por todo lo demás... Y... Je... No sé qué decir... Llevo catorce años esperando este momento y ahora me bloqueo... Vaya inútil... -Sonrío, llevándome la mano a la frente.

Salgo de la cabaña detrás de Jolene, dejando la cazadora sobre un sofá, suspirando contrariado.