Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[KIRUNA] - Milo

Cargando editor
10/02/2009, 01:26
[Dorian A.]

- Estoy tranquilo -se limitó a decir Dorian escuchando al extraño que tenía frente a él.

Toda aquella información era nueva, y el joven se dedicaba a asimilarla intentando dar explicación a cada una de ellas. ¿Futuro? ¿Su tío y su madre? ¿Realmente había cambiado tanto de tiempo y de espacio? ¿Y todo por Amber o por el tal Herkus?

Carraspeó una vez para a continuación paladear. Abrió un poco la boca y pasó la lengua por su labio inferior, casi queriendo saborear todo lo que ocurría.  Se apartó de Rewell para mirar más fijamente a Jolene. ¿De verdad se trataba de su madre? ¿Aquella que Amber tanto echaba en falta pero que ni él mismo era capaz de recordar, y mucho menos reconocer? Se acercó a ella lentamente. Cuando estuvo a un par de pasos se detuvo y la miró detenidamente, cada uno de sus detalles. Se parecía a Amber, e incluso a él mismo. Su belleza no tenía igual aún cuando se encontraba inconsciente, y eso pareció agradar a Dorian. Con la punta de sus dedos tocó su piel y en silencio continuó mirándola. Instintivamente llevó sus ojos hacia el vientre de ésta, pues podía ser que Dorian aún no hubiese sido concebido, o quizá sí y ahora mismo se encontraba ahí, frente a él.

- ¿Qué le ha pasado? -preguntó girando la cabeza, aunque pronto recuperó la indiferencia de momentos anteriores-. ¿De qué conocéis a Herkus? ¿Quién es y qué es lo que busca? Me trajo para hacer algo, y luego me devolverá lo que busco. A ella -dijo mirando a la niña pequeña, a la inocente Amber.

Cargando editor
10/02/2009, 17:32
[Emma Kastehelmi]

Al llegar a Kiruna, Emma soltó a los perros, que se dirigieron a sus correspondientes casetas (los que no se quedaban a juguetear unos con otros). Pero cuando de nuevo cogió la mano de Taylor para llevarle hasta su puerta, al girar el picaporte Emma pareció cabrearse de forma pasiva, pero repentina. Al parecer Kiruna era como Canadá: Todo el mundo tenía la puerta abierta. Tocó un par de veces. Luego otra vez. Y sin respuesta.

- Mi hermana ha serrado el puerta... -masculló- Tiene que estando con Jolene en casa de Milo... Vamos a por llaves, y tu ves tu niña, ¿si?

No dio muchas opciones, pues inmediatamente, aquella valkiria tiró del californiano y lo dirigió a la casa de Notara...
Al abrir la puerta del mismo, una serie de caras hicieron que Taylor reaccionara inmediatamente: Victoria se escondía tras la pierna de Rewell, que junto a un pálido Milo observaba como un muchacho se arrodillaba ante un sofá en que Jolene yacía inconsciente. A su lado, Amber. Taylor conocía perfectamente el rostro de aquel joven desconocido que tanto se parecía a su padre... Le había visto. Pero algo hizo que su anterior se agitara y turbara enormemente: Dorian, el hijo de Jolene y Balaguer, no tendría que estar ahí. No era lógico, y seguramente, tampoco era bueno...

Cargando editor
10/02/2009, 17:40
Director

Sin que Jolene llegara a reaccionar y mientras Amber miraba extrañada al que era ni más ni menos que su hermano pequeño, la puerta se abrió. Lo malo de la confianza kirunesa: Nadie cierra la puerta. Entraron cogidos de la mano Emma Kastehelmi y Taylor Hawkins. Al ver a éste último, su hija Victoria (que repentinamente parecía haber mejorado mucho, teniendo incluso algo de color en los labios) se apartó del "tío Rewell" y fue hacia Hawkins, cogiéndole la mano y señalando a Dorian. La pequeña, a causa de su mal, no era muy expresiva... Pero su padre fue capaz de captar cierta fascinación, incluso en su silencio.

Emma tragó saliva e, ignorando lo surrealista de la presencia de Dorian (a quien confundió inmediatamente con Alejandro) se dirigió directamente a Milo:

- ¿Hermana es aquí?

Milo, desconcertado por lo simple de la pregunta (lo sencillo no abundaba en esos días) negó con la cabeza cariacontecido.

- Salió a comprar la comida...

Cargando editor
11/02/2009, 16:34
John R. Dryden

-Ella... no lo sé, joder. Tuvo un presentimiento y se desvaneció... Herkus es... -y me vi de pronto interrumpido al abrirse la puerta. Mi poca costumbre a este hecho me hizo girarme violentamente hacia ella, para encontrarme con la tranquilizadora presencia de Taylor cogido de la mano de... ¿Emma Kastehelmi, se llamaba? Creo que sí... ¡Qué cabrón, no me había dicho nada de eso! De cualquier manera, tendría tiempo para alegrarme después. Pudo ver mi mejor amigo que mi estado de nerviosismo en aquél momento era avanzado. El rostro presentaba su antes habitual ceño y cierto enrojecimiento debido a los nervios del momento, aún sin soltar la mano de mi hermana desfallecida.

-Taylor... Me alegro de verte, macho... No tienes idea de lo que... -me giro de nuevo hacia Dorian-. Ahm... Dorian, chico, él es Taylor Hawkings. Es el padre de Victoria, la niña que está con él ahora, ya sabes... Y además es un gran amigo. Ella es.. ¿Emma Kastehelmi, verdad? -pregunté, ahora mirando a la aludida-. Son de confianza, no te preocupes... -aunque realmente el que debiera estar preocupado era yo mismo, porque aunque ellos sí eran de confianza, aún no sabía hasta qué punto lo era Dorian. ¿Porque, pues, me veía de pronto impelido a asegurar cierta comodidad para él? Pues por algo muy sencillo que siempre he tenido: sentido familiar. Y si aquél chico era de mi familia, como desde luego parecía, tendría mi protección y apoyo.

Tiempos extraños los que nos tocaba vivir y ver...

Cargando editor
12/02/2009, 01:10
[Dorian A.]

- Hola.

Una simple palabra, pero una enorme conversación para Dorian. Un nuevo objeto de estudio. Un nuevo animal en aquel zoo que se presentaba frente a sus ojos. Y sin embargo, de todos los que allí estaban la niña que parecía ser la hija del recién llegado era la que menos le llamaba la atención pues no la consideraba una persona del todo. Al fin y al cabo había tenido poco contacto con otros como él, y eso parecía más una creación artificial que natural.

Se irguió junto a Jolene, a la que miró un par de veces más antes de recuperar la compostura. Movió sus hombros y pasó la lengua por sus labios saboreando el sabor de su propia boca. La indiferencia y distancia de aquel joven era evidente, pero no resultaba agresiva, si no más desconcertante que otra cosa.

- Son de confianza para ti. No os conozco a ninguno. Tan solo busco a Amber -se limitó a decir sin modular el tono de su voz.

Cargando editor
12/02/2009, 11:09
Taylor Hawkins

Ni por un par de entradas en primera fila para el Ali Vs Foreman de Kinshasa en el 74. Ni por eso cambiaba Taylor el contacto con la manita de su hija. No dijo nada porque observar aquella mejoría evidente le robaba las palabras, dibujando una sonrisa abierta y limpia en la cara. Su hija, su mejor amigo y una mujer hermosa: desde luego, eran los mejoros momentos de Hawkins en semanas.

Abandonó el contacto con Emma acariciando antes la palma con el pulgar y tomó a Victoria en brazos. La abrazó y la besó, pegajoso. La notaba distinta, con buen aspecto, incluso parecía haber ganado algo de peso. El caso es que, al hacerse la primera composición de lugar tras el encuentro...

Me cago en...Pero, qué coño...¿Es él?...No debería...A menos qué...Pero, ¿cómo pudo...Aunque bien pesado...En ese caso...Lo que nos lleva a...

No. No, qué vá. Es imposible. ¿Imposible?. Tu mejor amigo es una jodida bombona de gas con forma de calavera, vaquero. Nunca olvides ese puto detalle. Todo es posible.

Taylor puso la mano libre en la espalda del Big Dryden. Lo de Jolene era, hasta cierto punto y dadas las circunstancias, lógico. Mejor dejarla ahí tranquila: aquel pequeño angelito endemoniado sería difícil de contener cuando despertase. Taylor se centró en el "nuevo" - obviando entre la animadversión y la vergüenza la presencia de Milo - y observó su rostro con detenimiento: en su cabeza, tenía las sensación de que sólo el puto H.G Wells podía responder a la gran pregunta.

-Así, en persona, te pareces aún más a tu padre.- le dijo finalmente a Dorian. No sólo se trataba de las facciones, si no de la pose, la actitud y el discurso. Clavados como dos gotas de agua. Fascinante. Inexplicable. Aterrador.

-Nos van a hacer falta cuatro o cinco botellas de ese Vodka tan cojonudo. Aquí hay mucho de qué hablar.

Cargando editor
12/02/2009, 11:55
John R. Dryden

-Con cuatro no tengo ni para empezar, colega... -mascullé, entre dientes, tras la intervención de mi amigo, quien había deducido lo que aquí estaba ocurriendo. Mira que era listo, el cabrón... Todo lo que yo no era. Pero no sentía ningún tipo de envidia por ello, hasta ahí podíamos llegar. Cada uno tenía sus habilidades y aspectos positivos. Taylor era mucho cerebro y, como a él le habría gustado decir, también todo polla (llevándose al mismo tiempo la mano al paquete, eso que no faltara). Casi me dieron ganas de empezar a descojonarme imaginándolo una vez más, pero aquello no iba con la situación.

-Escucha, chico... -comencé a decir a Dorian, tranquilizador y conciliador-. Amber está aquí mismo, con su madre. Por aquí no hay otra, y creo que deberías empezar a hacerte a la idea... Como Taylor ha dicho, tenemos mucho de que hablar, hijo (y ya sé que no eres mi hijo, es sólo una expresión) -aquél apunte era importante, porque mi crecido sobrino parecía padecer algún tipo de extraño síndrome mediante el cuál buscaba la concreción en cada frase o intervención. Empezaba a hacerme cargo por pura necesidad y por puro instinto familiar-. Así que... ¿Por qué no charlamos un rato y te ponemos en antecedentes, como tú a nosotros?

A decir verdad no tenía muchas esperanzas puestas en que aquello fuera a suceder. Dorian resultaba increíblemente distante, dando incluso la sensación de que la función del habla sólo la utilizaba por falta de otros recursos. Quería saber el motivo de ese comportamiento suyo, como quería terminar cuanto antes con el mismo, para que el joven se adaptara a la nueva situación que estaba viviendo. Esperaba que fuera rápida, no violenta y duradera. Pero claro, siempre me han tachado de ser muy soñador. Y es algo que nunca he negado.

Cargando editor
12/02/2009, 12:41
Victoria Hawkins

Victoria, vestida incluso con ropa nueva y algo maquillada para que no se notasen demasiado las venas azuladas en la cara, sonrió a su padre con -aparentemente- menos dificultad de la que solía tener. Para la niña, que era un experimento directo del "jefazo" de todo aquel pandemonium, lo surrealista era lo cotidiano. Ella había sido la primera en decir quién era Dorian, y sentía cierto orgullo de ello... Además de que al mirar al muchacho en cuestión se le despertaba un brillito pícaro en los ojos y se escondía tras el cuello de Taylor.

Amber por su parte, cada vez que oía su nombre reaccionaba, y al ver que la cosa no iba con ella, miraba a Rewell con creciente agobio y el ceño fruncido, levantando las manitas, casi se podía oír a Jolene tras ese gesto con uno de sus típicos: "¿Pero ésto de qué coño va?". Victoria, desde el hombro de su padre, le dijo señalando a Dorian.

- Es... Tu... Hermanito... Pequeño... -empezaba a parecer más una asmática en plena crisis en lugar de una moribunda.

Cargando editor
12/02/2009, 12:48
[Milo Notara]

Emma frunció el ceño mirando a Dorian al hablar la "niña" de Taylor, a la que prefería no mirar por miedo a hacer un feo. Pasaban cosas curiosas en aquel hotel, desde luego, pero el "hermanito pequeño" estaba mejor hecho que Taylor e incluso que Rewell, y Kastehelmi no pudo evitar dedicarle media sonrisa y un:

- Bienvenido a Kiruna...

- Dios, Emma... -Milo se llevó una mano a la cara, colorado y escandalizado. El señor Dryden había sido muy claro respecto a cómo cuidar de su hija y atender su embarazo, y de forma algo atropellada el griego se sentía responsable de aquel bebé, el cual estaba ahí mismo, aunque algo crecidito. Le expuso la situación a la kirunesa en lapón, ya que ella se defendía en inglés, pero no lo bastante. A Emma parecían divertirle los "rollos raros" de los mutantes... Se rió bastante y, contoneándose exageradamente para regalar los ojos de los presentes (y apartarlos de Jolene, de paso, aunque lo tenía difícil) y se marchó. Milo miró con disculpa a Taylor y le dijo:- Va a casa de Valdemar, a por vodka...

Cargando editor
15/02/2009, 19:04
[Dorian A.]

Uno, otro, y otro más. Muchos eran los que pasaban por aquel lugar que momentos antes había encontrado a Dorian solo y desconcertado. Sin embargo, la confusión iba en aumento. El joven se sentía como si hubiese metido la cabeza dentro de un saco y le hubiesen golpeado hasta la extenuación para luego quitárselo y observar de nuevo con los ojos hinchados. Seguía sin entender nada. Ahora parecía como si hubiese viajado en el tiempo de algún modo. Eso no lo decían las películas, ni las clases de combate, ni tampoco Isenhall. Y lo que era peor, Amber tampoco se lo había dicho.

Sin saber muy bien cómo comportarse pues su trato con otras personas era más bien nulo, se movió basculando el peso de su cuerpo de un pie a otro. Movió el cuello y pasó una mano por este para acariciarlo. Mucha tensión en poco tiempo, una sorpresa más y seguro que se rompería como un palo seco. Paladeó dos veces y los miró uno por uno intentando quedarse con los detalles. "Así en persona te pareces aún más a tu padre..." ¿En persona? ¿Acaso lo había visto de algún otro modo? Inquietante, tanto esa frase como la niña cadáver que abrazaba con sus enjutos dedos a su posible padre.

- Explícame entonces qué es lo que ocurre. Me has dicho que esa es mi madre, y que tú eres mi tío. No tengo modo alguno de creeros, nunca os había visto antes. Ni siquiera a mi padre, del cual no sé nada salvo su nombre -recitó Dorian de manera sistemática-. Tan solo sé que vengo de otro lugar, de unos pasillos helados, con salas igualmente congeladas. Todo estaba gobernado por Isenhall.

Si sabía más era difícil de averiguar pues lo que dijo y cómo lo hizo apenas dio pista alguna de ello.

- ¿Eres mi hermana? -preguntó a Amber inclinándose hacia ella para estudiar sus facciones-. Te pareces a ella, sí. Te encontraré, eres lo único que tengo.

Pasó la lengua por su encía superior y esperó algún tipo de respuesta para proseguir, si es que debía hacerlo.

Cargando editor
16/02/2009, 11:54
Taylor Hawkins

-¿Quién quiere ir al cine?.

Taylor levantó la mano que no sostenía a Victoria y la agitó en el aire, como un alumno aplicado que se sabe la lección. Dorian le cayó bien de inmediato: aquel primer contacto con él poco tenía que ver con las "presentaciones" que una vez le brindaron Lior, la niñata Fameite, Balaguer, Michael,..o incluso Arty (persecución de coche y codazo en cara incluídos) y, sonríe al recordarlo, Johnny Boy en aquel aeropuerto. Qué tiempos.

Aquel chaval, Dorian, parecía tan perdido y acojonado como los demás,...pero tenía un punto de serenidad que ayudaba a mantener las cosas en calma. Su desorientación no se canalizaba en violencia, al menos no de momento, aunque ya se sabe...: los genes son muy hijos de puta, y no hay muchas probabilidades de que salga un palo al fundirse dos cuchillos. Aún así, Taylor quiere darle un voto de confianza y, con ello, todas las explicaciones que él nunca tuvo.

-Esto va a ser divertido.- miró a todos con excitación, sin fingirla, y se acercó a las ventanas para cerrar persianas y correr cortinas. El espectáculo estaba a punto de comenzar.-Muy bien, damas y caballeros. Tomen sus asientos y miren atentamente al poster hortera del tipo esquiando. Vamos a poner unas cuantas diapositivas.

Con Vic en su regazo, Taylor busca un lugar cómodo para iniciar la proyección. Coloca una una silla a unos metros del poster, justo enfrente, y se sienta con su hija sobre las rodillas. Menea el cuello, ojos cerrados, haciéndose crujir las cervicales. Respira.

-Muy bien Rew. Haz los honores: responde al chico.

Cargando editor
16/02/2009, 12:25
Taylor Hawkins

Notas de juego

La idea es ilustrar la explicación de John con imágenes. Cada persona que nombre será representada en la pared con la proyección de un recuerdo que Taylor conserve de ella en forma de "fotograma".

Luego, como plato fuerte, se reserva la opción de poner "algún video" dentro de aquellas cabezas. ¡Qué grande es el cine!.

Cargando editor
16/02/2009, 12:55
John R. Dryden

-¿Uh? -mascullé tras la intervención de Taylor, y tardé unos segundos en saber qué era lo que pretendía, aunque no era especialmente complicado llegar a aquella conclusión. Con sus poderes sería capaz de reproducir con imágenes lo que yo dijera, haciendo esto mucho más sencillo para todo-. Ah, vale. Bueno, Dorian... Taylor es capaz de crear ilusiones, por lo que sé, así que lo que vas a ver ahora es eso, no temas -previne, por si las moscas, tomando asiento junto a Jolene, cuya mano aún no había soltado.

-Bueno... Para empezar, tu padre es Alejandro Balaguer -la imagen del joven apareció en la pared, de acuerdo con uno de los recuerdos que Taylor tenía del español*-. Ahora mismo está en una misión, y Jolene, mi hermana aquí presente es... En fin, son novios. Y ahora mismo ella está embarazada de ti. Ese lugar de pasillos helados gobernado por Isenhall del que hablas es probablemente el Ice Hotel -y asimismo apareció en la pared un fotograma del lugar, seguido de algunos otros del interior-. ¿Te suena? -pregunté, girándome hacia él.

-Todos nosotros hemos estado viviendo en él en algún momento... Estamos ahí como "invitados" de La Dama Isenhall y como sus... Bueno, ¿recaderos? No sé, realizamos misiones para ella a cambio de la protección del Ice Hotel y un remedio para el virus Ígnea, que está corriendo por las venas de muchos de nosotros. Ese virus... En fin, no se sabe mucho de él. Sólo que comienza a deshidratar poco a poco al portador, le hace sentir un calor terrible y acaba quemándole por dentro. Es algo horrible, por lo que he visto, porque yo mismo soy inmune gracias a un fármaco que me inoculó mi padre: Arthur Dryden.

Y, en la pared, apareció una imagen de ese regio hombre de modales exquisitos. -Tu tío. Está en el Ice Hotel también, y supongo que estará trabajando en el desarrollo de ese mismo fármaco que me dio a mí para el resto. Básicamente nos dedicamos a sobrevivir como podemos, saboreando los momentos buenos que hay entre todo este jodido caos... Al resto del equipo y de amigos (los que lo son), no tardarás en conocerlos. Ah, y luego está Herkus Reisel, el cabrón por el que creemos estás tú aquí ahora mismo con no sé qué coño de propósito...

-En inicio era uno de nosotros. Parecía un buen tipo... Novio de Lex Czigany, por cierto, a quien ya conocerás también... Pero no sé qué coño pasó. Le transformaron en vampiro y se ha vuelto un auténtico hijo de puta. Al parecer es capaz de viajar en el tiempo, lo que explicaría que estés aquí -miré entonces a Milo y a Taylor, dubitativo-. ¿Me dejo algo?

Notas de juego

*Asumo, según lo acordado, xDDDD.

Cargando editor
16/02/2009, 19:28
[Dorian A.]

Quizá la información de Dryden debía significar para Dorian algo. Sí, así debía ser. Despertar por la mañana y abrir el periódico con una noticia sorprente, o incluso con el noticiario diario anunciando algo inesperado. Así era como antes se enteraban de las cosas según las cosas aprendidas por Dorian. Toda la información que a él le había llegado hasta ese momento había sido por medio de Amber e Isenhall, nada más. Por eso cuando escuchó todo se limitó a ladear la cabeza y acariciar el labio inferior con su lengua.

- Cebrián de Balaguer -corrigió a Dryden al escuchar cómo se refería a su supuesto padre.

Nombres y más nombres. Datos, direcciones, referencias y personas aparecidas de la nada para transportarle como en aquella serie casposa que vio junto a su hermana tantas veces. "Teletranspórtame Scotty". Solo eso hizo que desviase su atención un momento levantando las pupilas para recordarlo más claramente.

Una vez hubo escuchado todo se agachó colocándose en cuclillas y llevando el dedo pulgar de la mano derecha a la boca para mordisquear la llema. No parecía un acto reflejo o nervioso, si no más natural. Los pequeños desgarros en la piel era el único dolor que había sentido físicamente en su vida además de los golpes de Isenhall. ¿Y si todo fuese por ella? ¿Una nueva prueba? Apoyó nuevamente las manos en el suelo y se impulsó para levantarse nuevamente.

- He oído hablar de la enfermedad. No me preocupa -murmuró dando un paso hacia un lado, casi como un niño pequeño. Luego mete las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros vuelve a mirarlos indiferente-. Me habéis dicho muchas cosas, pero yo poco puedo contaros. Tengo 19 años, pocos menos que Amber. Ambos crecimos solos, acompañados por Isenhall y Sanuye. Nos dieron de comer, nos educaron y nos adiestraron. Nunca supimos para qué. Un día desperté y Amber había desaparecido. Entonces él llegó, buscaba a una mujer. Me trajo aquí sin más. Sois las primeras personas que veo en mi vida además de los ya mencionados... Bueno, también había una anciana mujer que nos traía la comida, pero nunca nos miró a los ojos por miedo. No nos importó, era horrenda.

Ante el último comentario miró a Victoria casi de forma instintiva. Acto seguido a su padre, no por preocupación, si no por curiosidad, y nuevamente a la niña. Por último carraspeó y sacudió su testa hacia los lados para despejarse un poco.

- Quiero recuperar a Amber y matar a Herkus. O solo lo primero, me da igual.

Cargando editor
16/02/2009, 19:48
Taylor Hawkins

-Agua.

Taylor negó con la cabeza y chasqueo varias veces la lengua. Acariciaba el pelo de Victoria y escrutaba los ojos de aquella especie de autista. Como el viejo Dustin en "Rainman", parecía un tipo de ideas fijas. Besó a su hija en la mejilla, aún demasiado fría, sin apartar la vista del muchacho: el comentario de la vieja horrenda era un torpedo perdido en el "Hundir la Puta Flota".

-A ver cómo te digo yo esto...¿Eres...eres consciente de que has viajado en el tiempo?. Joder, me resulta increíble.- arrugó la nariz mirando al techo. Aquello era como tratar de explicarle a Tarzán que en realidad era marqués de Greystoke: había que escoger bien las palabras.- Verás. Lo que Rew...,errr..., tu tío John trata de decirte es que...¡coño!. ¡Esto es complicado!.

La incipiente barba pica y Taylor se rasca. Ceño fruncido, impotente. Segundo round.

-¿Qué crees que pasaría si cogiese un machete y le abriese la barriga a esa que está sobando?.- señala a Jolene con la barbilla. Quizá el supuesto no era ejemplo de delicadeza, pero -piensa Hawkins- seguramente resultaría aún más ilustrativo que las diapositivas.- Se te vé un chaval espabilado. Ahora piensa en todo lo que te ha contado John y responde.

Cargando editor
16/02/2009, 22:25
John R. Dryden

-Ehm... Sí, exacto, Cebrián de Balaguer... -asentí a la correción del muchacho. Nervioso, mi pierna derecha se agitaba sin cesar desde que tomé asiento. No era para menos... La situación no podía ser más extraña. Ciertamente no era de extrañar la actitud de mi sobrino habida cuenta de lo que había sido, al parecer, su infancia. Entrenado por Sanuye y Isenhall no podía ser más que un guerrero nato y bien dispuesto. Pero aquella inquietud por encontrar a su hermana no llevaría a buen puerto al chico. Sobre todo porque en este tiempo no encontraría a otra Amber que a nuestra pequeña estrella... Quien ya debía estar por lo menos mosqueada.

La explicación de Taylor, una vez más, podía despertar cierta inquietud en él, cosa que asumo buscaba, aunque de nuevo demostró tener el mismo tacto que el napalm. Ante aquél comentario llevé una mano a la frente.
-Joder, cómo te pasas, colega... -inquirí-. Aunque no deja de tener razón. No soy precisamente un experto en mierdas temporales, pero supongo que cualquier cosa que pudiera pasarte ahora, a día de hoy, sin nacer todavía, podría tener sus consecuencias en... Tu yo futuro... Que eres tú mismo... -aquello empezaba a salírseme de madre. No entendía una mierda de lo que yo mismo decía.

Cargando editor
18/02/2009, 01:47
[Dorian A.]

Atropellado, golepado y hundido. Así es como podía sentirse Dorian. Le preguntaban una y otra vez, y sin embargo no parecía darse cuenta. Tocó su nariz frotándola por su lado izquierdo. Comenzaba a ponerse nervioso con tanta insistencia. Querían respuestas que ni él mismo tenía, y aún era joven, y sobre todo, inexperto. No había vivido nada en lo que podía llamarse "vida".

- No sé si eso repercutiría en mí, la verdad. Tampoco voy a comprobarlo. Ni tú lo harás -se limitó a responder a Tyler-. ¿Qué queréis que os diga? No tengo respuestas para todo eso ni para muchas otras cosas. El efecto mariposa lo llaman, ¿no? He visto documentales y películas, si tocas algo luego repercute en otro lugar. Solo sé que si eso de verdad es así, debo evitar que esa niña sufra ningún daño, porque si de verdad es Amber, quiero que siga con vida.

Su indiferencia parecía menguar, dando paso a una timidez y confusión mayor. Se rascó la nuca y parpardeó varias veces antes de volver a hablar. Parecía estar siendo interrogado.

- Sé lo de la enfermedad, me dijeron que no puedo caer enfermo por ella. Así que un problema menos, ¿no? Y quiero ver a Isenhall si es que aún estáis en contacto con ella, quizá tenga algún tipo de respuesta. Ya me preocuparé de Herkus. Si Amber está con vida no será aquí, si no en el tiempo, o en el lugar del que vengo.

De pronto su gesto cambia y sus párpados se entrecierran un poco más recuperando la apatía anterior.

- ¿Es todo eso lo que queréis? Que haga preguntas y afirmaciones unas tras otras... Estoy tan confuso como vosotros.

 

Cargando editor
19/02/2009, 15:36
Taylor Hawkins

Taylor se mojó los labios con la lengua y, pensativo, desenfocó la mirada. Alzó las cejas tras la pausa y respiró hondo. A fin de cuentas, el chaval no era tonto: Tarzán había sido instruído, y eso es algo que sorprende.

- A primera hora, clase de "Técnicas Chulescas". Luego vendrían "Métodos de Tortura", "Educación para la Demonología" y "Generación de Estalagmitas Perforantes". Descanso para el sandwich y tutoría con Sanuye.- divaga, creyéndoselo a medias.-Fué algo así, ¿no?.

Sin tele, vaquero. Sabe hablar y sabe pensar. Seguro que sabe leer: no se explica de otro modo...

- En fin, creo que lo mejor es que tratemos esto sin rodeos: el simple hecho de que estés aquí implica nuestro fracaso, ¿me explico?.- de forma casi imperceptible, atrae el cuerpecito de Victoria para sí. Aquel torpedo en el "Hundir la Flota" probablemente no había hecho agua: con casi toda seguridad se trataba de un tocado...y hundido.- Amber y tú, solos...creciendo junto a La Puta y el Arapahoe. No sé tú, Rew, pero a mí me parece un cuadro imposible. A no ser que...

Hawkins mira a su amigo y se encoge de hombros. Aquel adolescente tardío provenía del peor de los futuros posibles.

- A no ser que doblásemos el gorro. Ya sabes, caput. Fiambres. Tú, yo,...Donovan, Jolene. ¿Abandonarías a tu sobrina y a una hermana preñada?.- pregunta retórica, obviamente.- Balaguer tampoco. Y eso es lo peor.

Taylor habla con naturalidad. A pesar de la gravedad de todo aquello, se le vé relajado...casi divertido: en ralidad, intuye, la presencia de Dorian era una bendición en forma de aviso.

-Lo que va a pasar aquí es...es como el puto Santa Claus: gordo y malo. ¿Cuando y cómo?. Ni idea. El caso es que TIENE remedio.

Gira la cabeza para mirar de nuevo al muchacho. Una media sonrisa.

- Acércate y dame la mano.

Cargando editor
20/02/2009, 16:43
John R. Dryden

Claro que estaba confuso... Con toda la razón del mundo. Era una más de todas las personas que habíamos sido arrancadas repentinamente de nuestros respectivos mundos e introducidos por la fuerza de las circunstancias en otro que, fuera como fuere, no era el nuestro, pero al que teníamos que adaptarnos o dejar que acabara matándonos. La diferencia entre Dorian y otros de nuestros compañeros de fatigas radicaba en que, básicamente, se trataba de mi sobrino. Y no podía dejarle sin más que se hiciera cargo de todo como si nada. Por suerte, de momento estaba recibiendo una acogida mucho más cálida de la que pudieron gozar muchos otros... Y si podía hacer algo porque aquella calidez aumentara, iba a intentarlo.

Me puse en pie, suspirando, y me acerqué hasta él. Lentamente, sin realizar gestos rápidos o violentos para que no me malinterpretara, y cuando estuve junto a él alcé el brazo y, algo tímidamente en inicio, lo pasé tras sus hombros y terminé estrechándole contra mí, mirándole desde arriba.
-Claro que estás confuso, sobrino... Nosotros no queremos que hagas preguntas o afirmaciones sin más... Como ves, también estamos confusos. Lo único que queremos es que seas consciente de que, de pronto, las cosas han cambiado para ti como lo hicieron para nosotros. Pero confíes en mí o no sólo te digo que estoy aquí para evitar que te ocurra nada malo. De hecho estoy aquí para evitar que nadie de esta habitación sufra ningún daño...

Era otro momento de sincerarse. Comenzaban a ser habituales... Quizá el hotel empezaba a hacer mella en mí. En realidad no me cabía duda de esto último. Mi voz sonaba tal y como pretendía desde lo más profundo de mi ser: tranquilizadora, cercana e increíblemente familiar. Miré seguidamente a Taylor. Un cuadro imposible... Sí, teníamos que conseguir que lo fuera... Que nunca llegara a ocurrir algo como lo que el futuro en el que vivía Dorian supusiera.
-Bueno, Tay... Estamos aquí para impedir que esos futuros horribles que eres capaz de ver se hagan realidad. Así que... Sí, es un cuadro imposible porque no podemos permitir que sea posible. Y estoy de acuerdo contigo: tiene remedio, maldita sea.

-Dale la mano a Taylor, Dorian. No te hará daño... Tay es capaz de ver el futuro, ¿sabes? Y también es capaz de hacérselo ver a la gente. Creo que pretende enseñarte algo que te pueda ayudar a entender todo esto. Sé que no tienes motivos para confiar en nosotros, pero sólo quiero repetirte que aquí estás entre amigos y que nadie va a intentar hacerte ningún daño, ¿comprendes? Te pido que confíes en mí, Dorian, muchacho. Inténtalo, al menos... -y miré a los ojos de mi sobrino del futuro, para que viera que en ellos no había ni rastro de malas intenciones.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Influencia
Dificultad: 83-
Resultado: 28 (Exito)

Notas de juego

NDM: Te toca, Dorian :D

Cargando editor
12/03/2009, 01:03
[Dorian A.]

Confusión, desconcierto e intromisión en su propia mente. Las palabras de aquellas dos personas golpeaban la conciencia de Dorian. Intentaban confundirle, hablarle de confianza, de sinceridad, pero ni él sabía lo que significaba. Tan solo se había relacionado con su hermana. Quizá solo había aprendido a confiar en ella, en el sentido más amplio de la palabra, pero eso le impedía abrirse con otras personas.

- Acabamos de conocernos, te lo recuerdo. No puedo confiar en ti sin más, al igual que tú no lo harás en mí. Queréis mis manos, y os las daré -mientras se erguía y se acercaba a ellos-. ¿Harás que vea cosas o las verás tú y luego me contarás? Esto segundo no me ayudará, si no que te dirá cosas que quizá ni yo mismo conozca. ¿Cómo piensas ayudarme así?

Extrañamente Dorian comenzó a sentir algo de prisa, impaciencia. Se rascó el gemelo izquierdo con el empeine de su pie derecho y carraspeó un par de veces. Abrió sus palmas y las tendió hacia Tylor dispuesto a dejarse hacer.

- No sé lo que es posible y lo que no. Tú tampoco lo sabes, así que no lo menciones si no quieres confundirnos a todos.

Notas de juego

Ahú... Sigo sin subir de nivel, te lo recuerdo :P