Partida Rol por web

Os encontráis en la fortaleza de Sir Héctor de Disirous, lugar en el que se va a celebrar el primer torneo de la Casa Espada del Amanecer.

Sir Héctor sale a caballos a recibir a algunos de los nobles, caballeros, soldados y mercenarios que comienzan a llegar al lugar, acompañado de algunos de sus hombres de confianza, entre ellos Jean Buridan.

Buenos días a todos, me alegro de que hayáis recibido nuestras misivas y os presentéis ante nosotros en este día de leyenda -saluda Sir Héctor a todos los presentes, incluido Sir Symon.

El viaje habia sido corto o al menos habia parecido asi cuando llegamos a la fortaleza. Dentro y fuera de esta parecían hacerse los preparativos para el torneo, se notaba la mayor importancia que tendria comparado con los otros torneos locales que se habían presentado en el pasado.

Mientras se concentraba en los preparativos, Sir Hector de Disirous se apareció junto a su comitiva para dar la bienvenida.

Es un gran honor que nos haya invitado a este torneo. Dijo inclinándose respetuosamente desde su caballo.

Monto sin demasiados vaivenes sobre el curtido rocín que me han proporcionado, antes de salir a saludar a la comitiva, "Debeís salir a caballo como los demás, si no sabeís montar, haz que lo parezca." Había dicho Sir Hector cortés pero tajante al intentar escaquearme de subir en la bestia, la túnica se me había metido en el estribo y era incomodo, pero algún amable escudero en algún momento me la había sacado amablemente "gracias a los dioses" pienso al notar el incipiente alivio de no notar la túnica tirando hacia abajo. Finalmente tras los consejos de un caballero que se encontraba cerca "espalda recta, no así no, mejor, saca pecho, vas a caballo no en una mula", había conseguido parecer un jinete. 

Espero junto con la comitiva a que Hector... Sir Hector dirija unas palabras a los nobles que están llegando. Con cortesía y gesto serio saludo con la cabeza a los pocos que conozco, la mayoría por haber sido atendidos por mí personalmente, aunque ya no recuerde muchos de los nombres, "ciertamente están llegando más de los que creía, tal vez Hector... tenga razón al fin y al cabo" pienso ceñudo sobre mi montura, mientras intento mantener la compostura y mantenerme ligeramente al margen bajo mi capucha. 

El honor es nuestro Sir -el anciano caballero reflexiona, pensativo, hasta que su joven escudero le dice un nombre al oído -Sir Symon Watcher -exclama soltando una breve carcajada ante lo brusco de la situación -siento el desconocimiento pero este es un buen aliciente. Están llegando tantos caballeros y señores que no logro recordar todos sus nombres. Ya están acogidos en mi humilde morada casi cien hombres. ¿Partimos hacia allí? -comenta señalando su pequeño hogar, más castillo que mansión.

Sonrio, una sonrisa de agradecimiento dirigida mas al escudero que al propio Hector. No es ningún inconveniente Sir Hector. Es un gran evento…y yo debi presentarme como es debido. dijo sincero inclinando la cabeza de nuevo en forma de disculpa.

Como guste Sir Hector. asintio y luego miro a sus espaldas al grupo pequeño que habia venido junto a él desde sus tierras. Me gustaria pedir algún lugar para que mis acompañantes puedan descansar y comer.

Mientras comenzaba a dirigirse hacia la fortaleza saludo amablemente a todos los que se presentaron a su llegada, sin olvidar a nadie.

Me mantengo en un silencioso segundo plano, mientras hablan los caballeros. Y cuando llega el momento de volver hacia el castillo es el peor momento, "rienda izquierda, pierna derecha... no era al revés, no está bien, no..." me fijo en el caballero de al lado realmente no lo puedo ver muy bien enfundado en esa maldita armadura así que tampoco me queda muy claro. Finalmente el noble animal sigue el culo de sus compañeros importándole bien poco las "ordenes" que estaba dándole, "bueno al menos ahora mis pies están en su sitio" pienso mirando a un lado y al otro, viendo que la túnica no está metido en uno de ellos. 

Cuando estamos de nuevo en la pequeña fortaleza quito los pies de los estribos y me lanzo del caballo con soltura pasando mi pierna por encima de la cabeza del inmutable animal mientras recuesto la espalda en la silla y giro hacia mi izquierda en un salto bástante grácil - Muy bien, muy bien- felicito al animal y lo palmeo suavemente, mientras los demás caballeros enfundados en sus gruesas armaduras todavía pugnan por descabalgar del animal, aunque a pesar de todo hasta el anciano Sir Hector bajan sin ningún contratiempo.

Tras esto unos escuderos jóvenes se llevan a los animales, entonces sigo al séquito de Hector, como acostumbro, en silencio, siempre atento a cada palabra...  

Entráis en el patio del castillo. En él se han dispuesto varias filas de tablones que dividen el lugar, al igual que varios palcos, ocupando de esta manera la totalidad del espacio disponible.

Como veis ya hemos dividido el patio para el torneo. Aquí haremos las justas, el tiro con arco y el combate cuerpo a cuerpo -señala Sir Hector de una en una cada sección.

Observo impresionado al ver que el castillo tiene suficiente tamaño para tener estas contiendas en su interior, la torre de donde venia no se podia comparar en nada a este castillo.Se enfoco en el campo de justas y en el de combate cuerpo a cuerpo, no poseia suficiente talento con el arco como para intentarlo.

Se ven bien Lord Hector. dijo mientras pasaban.

Me llevo la mano a la boca para ocultar un pequeño bostezo, "ya es la tercera vez que hacemos esto esta mañana, sí la primera vez puede impresionar y todo eso... pero... bueno al menos en breves comenzara el verdadero torneo y habrá algo entretenido que hacer". 

"Se vé bien Lord Hector, ¡pues claro que se ve bien! Si no fuera así lo dirías... a ver quien tiene cojones a decirle algo al viejo..." pienso finalmente al volver a mirar a Ser Hector más erguido que de costumbre, de echo su avanzada edad le hace parece más imponente en lugar de menos "ojala yo envejeciese así de bien..." suspiro profundamente, mientras analizo a todos los caballeros que hay a mi alrededor. 

Jugueteo con los objetos de mi bolsa rectangular de cuero que cuelga del cinturón, compruebo que todos los utensilios estén y no solo eso si no que estén en su sitio adecuado. Hasta a oscuras podría identificarlos todos y cada uno de ellos.  

Un hombre musculoso a más no poder, con apenas protección encima y una mirada de fuego en los ojos, se acerca al grupo -Sir Héctor, veo que has traído a más contrincantes para mí ¿quién de los presentes participará en el torneo? ¿quién se atreverá a enfrentarse a mí?

Sir Hector sonríe ante la llegada del guerrero -Este pequeño hombretón es Kordur, un mercenario al que pagaron por las tierras de los hombres a los que mató por orden de algún rey, no se exáctamente cual, tal vez Cersei, tal vez su padre o, incluso, puede que la difunta Reina. Es uno mejores guerreros, aunque como veis no es muy ducho con las palabras, a él le gusta hablar con el entrechocar de las armas.

Uno de los miembros de la comitiva, un hombre que por su piel no debe proceder de Poniente, contesta -Yo he trabajado durante años para Sir Matius Trant y, como él, me presento a los torneos de esta casa, preparado para dar honor a la ceremonia y venceros.

Miro con emoción al gigante y contesto Participare en la justa y el cuerpo a cuerpo, aceptare su desafio si nos encontramos en alguno de los dos eventos. le respondió con confianza, aunque no podia evitar agarrar con fuerza las riendas de su caballo.

Del costado de Symon salio otro caballero, igual de joven, que con total confianza ponía la mano en el hombro del joven caballero. Participare en los mismo eventos...  antes de seguir empieza a mirar a Symon con una mirada cómplice Veremos quien vence primero al grandote. Comenta con una sonrisa.

Ya veremos Konrad. dijo sonriente, no habia ignorado la presencia del otro hombre pero no le daba una impresión de peligro como lo hacia el sujeto musculoso.

como?

Yo solo lo ponia para que este presente, por lo que entiendo vos lo tendrias que manejar al tipo.

Se presenta el siempre tan amigable Kordur, lo había visto algunas veces junto a Ser Héctor, aunque de aspecto imponente siempre que lo miraba exhibiendo su expendida complexión pienso "si quieres también puede poner un cartel de asaeteamé aquí, no es un mal hombre pero hace años que había aprendido que una palabra bien colocada puede otorgar más victorias que una espada bien empuñada" aunque algo me decía que íbamos a necesitar mucho de las dos... Aún así el poderoso mercenario me recordaba a otro que había conocido hace ya muchos años... Muy lejos de aquí, nunca olvidaré esas palabras "I  practique with swords not works" pero incluso yo apenas un crío por aquel entonces había comprendido el significado de esa frase, cada vez que veía a Merronen me venían a la cabeza, con un sutil toque amargo de nostalgía. 

El nuevo bronceado no lo había visto nunca, pero recordaba algunas anécdotas que se comentaban sobre él. 

Ciertamente estoy algo ansioso por ver el torneo, hace mucho que no veo un espectáculo similar, y posiblemente este vaya a ser uno digno de ver.

Pacientemente observo a los caballeros lanzarse bravuconadas entre ellos, sacando pecho, por suerte podremos ver en breve si todas esas palabras pueden ser respaldadas con hechos...

Meto las manos en la túnica y me las masajeo disimuladamente, últimamente había estado algo perezoso y esos calambres venian para recordarme...