Partida Rol por web

Guerra de sucesión en Poniente

6. La vida en las montañas

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18/03/2013, 23:05
Jano

Sin duda la fiebre y la rigidez son los síntomas más urgentes, por lo que es lo primero a tratar.

-Que pongan a este hombre en agua fría para controlar su temperatura -digo a un hombre.

Inmediatamente comienzo a buscar entre mis libros hierbas y remedios contra la fiebre y la rigidez. Lo primero es controlar esos síntomas.

-A decir verdad no lo tengo claro -respondo al hombre que pregunta levantando la vista de mis libros-. Pero la fiebre no avanza tan deprisa, por lo que la enfermedad parece estancarse. Eso es buena noticia, nos da más tiempo para actuar. ¿Cómo están vuestras heridas? ¿Con quién hubisteis de luchar?

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21/03/2013, 18:26
Director

Tus conciudadanos traen un barreño y lo llenan de agua fría, siguiendo tus órdenes.

El caballero vendado no puede responder a tu pregunta pues su compañero se adelanta -Luchamos contra dragones y gigantes, todos ellos comandados por el Rey Aegon. ¿Contento? Guarda silencio y trabaja o tendré que silenciarte si sabes más de la cuenta.

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22/03/2013, 19:59
Jano

Eso lo hace todo mucho más sencillo, pues vuestro señor padece la maldición de los siete gnomos del bosque... Eso le debería haber respondido, pero contra hombres coléricos hay que se prudentes o acaban cometiendo dolorosas estupideces. En vez de ello me limito a sonreír con resignación.

-Por silenciarme supongo que queréis decir matarme -le digo con serenidad. De momento ya sé a quiénes servís-. Si tal cosa llega a suceder os recomiendo que acudáis a Falthir; es un cabrero que vive no lejos de aquí, es mayor y casi no ve, pero no hace ni dos semanas que asistió dos partos de sus cabras. Seguro que podría ocuparse de vuestro señor en caso de que yo faltara -no es orgullo En realidad sí, simplemente una constatación objetiva de la situación de estos hombres que quizás el soldado colérico no recuerde-. Y en cuanto a saber "demasiado" permitidme una reflexión -digo apoyando mis palabras con ligereza en los gestos de mis manos-: para salvar a vuestro señor ¿cuánto saber es demasiado?

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25/03/2013, 22:54
Director

El hombre de la capa roja te lanza una mirada llena de una fría furia, una tempestad de nieve y granizo capaz de destruir todo aquello que encuentre.

Sin embargo antes de que pueda ocurrir nada más el hombre vendado se interpone entre vosotros -Huss, será mejor que salgas fuera y busques una zona en la que se puedan cobijar nuestros hermanos.

El guerrero os mira a ambos durante unos segundos, con una ira calculada. Finalmente sale sin dirigiros palabra.

Te quedas a solas con el tal Darius, el hombre de las vendas -Siento las palabras de mi compañero, nunca ha sido muy sociable y ha perdido mucho en estos días. Solo deciros que nadie puede saber donde estamos ni lo que nos ha ocurrido. Luchamos contra guerreros y conseguimos huir, sacándole de unas mazmorras en las que lo tenían preso -dice señalando al enfermo -durante la primera parte del viaje hasta aquí estuvo bien pero, pasados un par de días, comenzó a empeorar poco a poco hasta que finalmente llegó hasta este estado. Necesitamos ayuda. Si lo curáis haremos lo que sea necesario para vos, lo que deseéis.

- Tiradas (1)

Motivo: Intimidar

Dificultad: 0

Tirada (3): 1, 4, 6

Guardados (3): 6, 4, 1

Total: 11, Éxito increible

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27/03/2013, 10:58
Jano

Sonrío con amargura; Darius me inspira cierta compasión y respeto a partes iguales: preocupado por su señor y aún así lo bastante sereno como para conducir la situación.

-Quizás debí medir mis palabras. Imagino que vuestro camino habrá sido duro y que más castigo habréis sufrido de lo que podemos ver -desvío mis ojos hacia el enfermo-. No os lo negaré, sufre una enfermedad extraña, repleta de síntomas que me sorprende que se den al tiempo... De momento me concentro en controlar la fiebre y la rigidez, que parecen estancarse -vuelvo a mirar al tal Darius-. Por eso os pregunto, porque necesito cualquier detalle para poder saber de dónde procede este mal que aqueja a vuestro señor... Dijisteis que estaba preso, por respeto no os preguntaré nada sobre eso, únicamente quisiera saber dónde. La razón es que quizás en la zona en que estuvieran las mazmorras crecieran hierbas que quizás sus captores echaran a su comida y que le envenenaron... 

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29/03/2013, 12:36
Director

Darius rechaza tus insinuaciones con un gesto de la mano -No, eso es imposible. Me crié en esas tierras y se exáctamente los cultivos y plantas que crecían alrededor, no existe ninguna capaz de envenenar a un hombre.

El hombre tendido comienza a murmurar algo. Cuando te acercas a él puedes escuchar como dice -El fuego de R´hollor, me quema, me quema la sangre.

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01/04/2013, 14:48
Jano

Arqueo una ceja cuando escucho las palabras del enfermo. ¿R´hollor? Vaya, esto se pone más interesante... o preocupante.  No sé qué es peor, si el dios del fuego o su piara de fanáticos seguidores. Persiguen con tal fervor a los que no piensan como ellos que creen que su dios tiene poder sólo por el miedo que ellos infunden.

-¿Habéis tenido contacto con gentes de R´Hollor? -pregunto a Darius intrigado.

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02/04/2013, 23:23
Director

Dario parece que se lo piensa antes de contestar -Si, digamos que no somos demasiado devotos. Pero es mejor no hablar demasiado del tema ¿como es que sabes tanto de medicina?

Notas de juego

Contesta a esta pregunta y damos por hecho que pasas algunas jornadas tratando del enfermo.

Haz tres tiradas de curación :)

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03/04/2013, 09:43
Jano

Agudizo los ojos atento a la reacción de Dario a mi pregunta, pues sin duda está claro que hay algo más detrás. Sin embargo dejo a un lado la cuestión sonriendo por el comentario de Darío, pues a mucha gente le puede sorprender que alguien tan joven pueda saber siquiera algo de medicina.

-Bueno, puede parecer sorprendente -digo observando con ojo atento al enfermo-, pero en realidad no lo es tanto. Vivo en el campo, en medio de la naturaleza, y no tengo más que observar. El hombre, en lo que al cuerpo se refiere, no es muy distinto a un animal, sensible a los mismos males y medicinas. Aunque le mente lo cambia todo claro, por eso querer sanar es fundamental para sanar -vuelvo a tomar la temperatura al enfermo con el dorso de la mano.

Intento ocultar mi preocupación a Darío. No creo que R´Hollor sea más que un nombre fantasioso que envuelve explicaciones perfectamente razonables, pero topar con aquel nombre no dejaba de ser algo preocupante.

- Tiradas (3)

Motivo: curación 1

Dificultad: 0

Tirada (4): 6, 3, 2, 4

Guardados (3): 6, 4, 3

Total: 13, Éxito increible

Motivo: curación 2

Dificultad: 0

Tirada (3): 2, 5, 1

Guardados (3): 5, 2, 1

Total: 8, Éxito considerable

Motivo: curación 3

Dificultad: 0

Tirada (3): 1, 4, 1

Guardados (3): 4, 1, 1

Total: 6, Éxito considerable

Notas de juego

Hago las tres tiradas de curación.

Gasto 1 pto destino en la primera tirada.

 

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03/04/2013, 16:09
Director

Darius te mira asintiendo, aunque no parece demasiado convencido con tus palabras. La conversación llega a un punto en el que se estanca y el joven sale de la tienda a tratar las necesidades de sus compañeros, dejando a dos guardias contigo.

Las horas transcurren, dando paso a los días. El joven enfermo parece mejorarse los primeros dos días, gracias a tus curas, cada vez más diversas por la gran cantidad de síntomas que presenta cada vez que su salud se recrudece. Sin embargo, llegado el tercer día, su estado, grave pero estable, comienza a perjudicarse y la fiebre vuelve con fuerzas renovadas. Gracias a tu habilidad aguanta un día más, aunque preveés que la muerte llegará el cuarto o, siendo muy optimistas, el quinto día. Aún no sabes que dolencia lo está matando.

Mientras tanto más hombres han llegado al pueblo, que está ya colapsado. Por suerte para los ciudadanos los hombres parecen ser nobles y pagan con creces cada uno de los gastos que ocasionan. Pocos altercados se han sucedido, salvo un par con los miembros más conservadores del pueblo que se han quedado en nada.

Notas de juego

Es Darius, ayer estaba dormido y metí la pata hasta el fondo.

Puedes contarle al Ser la situación del señor, cuando lo hagas te paso a otra escena. Por cierto, ya te has enterado de algunas de las noticias de la escena "Alas negras".

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04/04/2013, 11:10
Jano

¿Qué está pasando en Poniente? Me pregunto apesadumbrado limpiándome las manos, reflexionando sobre las últimas noticias que los buhoneros y montaraces traen de más allá de estas sierras. Guerra, simplemente guerra. Me vuelvo hacia el hombre moribundo.

En estos días las dependencias del templo se han convertido casi en mi casa, y el hombre al que vanamente he intentado sanar mi única compañía en casi una semana. Echo un vistazo a mis libros, que no me han servido para nada. ¿De qué sirve la palabra escrita si luego las manos no son capaces de obrar? Miro al hombre, pálido y sudoroso; él también debe de saber que se acerca el final. Siento un pinchazo de rabia, ya no hay nada más que pueda hacer por él por mucho que quiera. Tan sólo escucharle.

Entre el caos de estos días me acerco un día a Darius y me lo llevo aparte para poder hablar con tranquilidad.

-Escuchad, Darius: mucho me temo que vuestro señor morirá en uno o dos días. He hecho cuanto he podido, pero ya está todo decidido. Os lo transmito para que toméis las disposiciones que creáis oportunas -le miro un instante con sinceridad-. Si me lo permitís me gustaría hablar con él para explicarle la situación y escuchar cuanto quiera decir.

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04/04/2013, 19:07
Director

Darius te mira, su rostro serio y melancólico -Lo se, lo he visto en sus ojos. Se que has hecho todo lo que has podido, te lo agradeceré eternamente. He mandado llamar a maestros de los señoríos y castillos cercanos pero, visto como está Poniente y la destrucción de Antigua, no creo que tengamos posibilidades de ello. Vamos ambos y hablamos con él -concluye Darius dirigiéndose al templo.

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05/04/2013, 20:43
Jano

Guio a Darius de regreso a la estancia donde está acomodado el señor. Le miro a los ojos y trago saliva; no hay ya nada que pueda hacer por él, únicamente escucharle.

-Mi señor, he hecho cuanto he podido, pero lamentablemente mi sabiduría no alcanza para libraros de los embrujos de R´Hollor; ojalá fuera de otro modo -le miro con cierta serenidad-. Mucho me temo que estáis viviendo vuestros últimos días con nosotros, lo lamento. Si hay algo que pueda hacer por vos para que estéis más cómodo decídmelo, si os puedo asistir en estos días de alguna forma os escucho, y si simplemente queréis conversar sobre alguna cosa mis oídos están a vuestra disposición -le digo sin reprimir una sonrisa cálida. La muerte es tan importante como la vida, merece el mismo respeto y atención.

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08/04/2013, 00:21
Director

Antes de que el enfermo pueda responder varios hombres entran en la sala. Ser Huss acompaña a una joven atractiva y a dos hombres más, uno de ellos algo mayor aunque aún mantiene su vitalidad.

Notas de juego

Cambio de escena.