Partida Rol por web

Hace tiempo que Krusk no tiene nada con lo que traficar. Sólo le llegan rumores de vez en cuando de las fechorías y asaltos esporádicos de un pirata que está reclamando los mares y la tierra adyacente. Su poder es tal que pocos mercaderes se escapan a su control. Más de uno amenazó a Krusk con que le darían una buena paliza un pirata si no devolvía los robos. El semiorco sólo río, pero la actividad de estos piratas le enfurecía, pues perjudicaba su negocio. Decides ir a tierras más cálidas dónde sabes que hay una tribu orca, tu madre pertenecía al clan y más o menos te orientas.

Escupo al suelo, este año no fue un año bueno, una nueva competencia había surcado los mares dejándonos ineficaces en tales territorios para chantajear a los comerciantes . Poco menos podía hacer en estas tierras, así que cuando la mar no está de nuestra parte hay que ir a nuevas tierras. Teniendo bien claro lo que tenía que hacer pensé en varias zonas donde ir llegando al final a decantarme por la tribu orca a la que perteneció mi madre, el camino era como siempre ocultándome de día y viajando por la noche. Aprovechando mi visión en la oscuridad para poder viajar sin contratiempos, cuando los humanos dormían en sus casas pensando que la noche no traía nada bueno, en eso estaba conforme con ellos la noche traía a Krusk...

Ya había pasado más de un año y el intrépido Nox no había vuelto a surcar los mares, poco quedaba de aquel pirata ágil y aventurero. Su anterior barco la "Vespertina" había encallado tras un brutal combate contra otro barco corsario, poco sabía de aquellos piratas. El primer fogonazo expulsó a Nox de la cubierta arrojándolo al mar. Al día siguiente amaneció en la orilla, varado, desde donde vio mitad de la Vespertina entre las rocas, ardiendo. Algo de oro se dejaron los piratas, lo suficiente para una vida larga y próspera, pero no para Nox que se lo gastó vílmente en beber... Nada se supo de sus compañeros, pero le dolía más todo el oro que llevaban. 

Hoy en día pasa sus días en un pueblo de mala muerte en el que sólo hay una taberna. En donde nunca le dio por preguntar nada, sólo bebía... y olvidaba.

Nox entra en el mismo bar que suele entrar a diario. Ve a un tabernero y un par de muchachos jugando a un juego mezcla entre dados y ajedrez que tu desconoces. Dentro de la cocina vez a una joven llamada Leira, la misma que siempre cocina. Ragalth está limpiando un vaso escupe en él te mira
-Mierda Nox! Tu otra vez... Joder! No sé si eres mi mejor cliente o el peor JUAJAJA! dice con un tono de voz grave y sonoro EH CHICOS? los muchachos asienten y sigue limpiando un vaso Bueno que? Quieres un ron? te dice inclinándose un poco

Krusk llega sin problemas al pueblo. Él camino era tal y como recordaba en su infancia, incluso encontró manzanas. Cogió agua en abundancia de un río cercano y la caza no se le dio nada mal. Cerca del pueblo Krusk empezó a estar más alerta, no habría humanos ni ningún enemigo, pero al ser semiorco y la historia de su madre con aquel humano... Aún levantaban ampollas... Estaba Krusk desprevenido cuando dos orcos se le acercaron.

Dos orcos se te acercan. No los conoces, pero te suenan. Igual era alguno de esos que te insultaba por ser humano ahora más crecido y entrado en carnes.

Eh... dice un portentoso orco RoGhar mira quien ser. Hijo de humano Ja JAA! Al jefe no gustar y lo sabes!

El más escuálido te mira y se ríe

JAAAAaaa! El bebé humano. ¿Qué haces aquí, bebé humano? ¿Te has perdido? en su voz notas como un tono burlón. y sus ojos son desafiantes. Te vigila de arriba abajo...

-Creí que era el único que tenías.-Digo sonriendo.-Pero no, hoy me interesan más otras cosas. ¿Sabes dónde puede uno enrolarse en una tripulación por aquí? El oro nunca viene mal y empieza a escasearme.

Mientras espero a que me responda, hago un gesto de saludo con mi sombrero a la cocinera.

¿Perdido? digo con una sonrisa maliciosa no... he venido para saber quien se tiró a mi madre antes del humano, quiero saber si hay más bastardos a los que zurrar , ¿qué os parece ?

Los padre de Leira siempre tuvieron una taberna la mar de próspera, en una de las islas esqueleto. Leira siempre echó una mano y entre libro y libro encontró uno de magia, a escondidas aprendió numerosos encantamientos apoyada por su abuela. Aunque su pasión era la cocina no podía evitar haber encontrado una faceta oscura que le fascinaba. Nunca lo compartió con sus padres. Los continuos saqueos de la zona hicieron que la taberna de Leira cayese en desgracia, los comerciantes ya no pasaban. Las deudas crecían y el dinero no entraba. Un tal Ragalth se ofreció a pagar a la taberna, sus deudas a cambio de que la gran cocinera trabajara para él hasta que pagara la deuda... ya faltaba poco, pero siempre la encarecía con sucias artimañanas. Los pocos clientes que había en el bar se pasaban el día borrachos. Tres desgraciados que eran pescadores... La insatisfacción de Leira crecía pues no cocinaba apenas, pues no tenía un gran número de comandas y para colmo sus padres seguían con su deuda, cada día más arruinado. La cosa exigía cambios drásticos...
El último año lo había pasado trabajando duramente para pagar la deuda y allí conoció un pirata. Cada día le sonería o le decía algo.
Leira se encuentra en la cocina del "Hogar de Ragalth". Se encuentra trabajando de cocinera. Te das la vuelta y ves como el pirata te hace un saludo con el sombrero como esperando que respondas. Ragalth se encuentra sirviendo el barra.

¡Maldito Ragalth! - refunfuñaba Leira en sus tareas cotidianas. La deuda que debía que pagar poco a poco con su trabajo no estaba ni cerca de cumplirse. Había caído en las manos de una rata y temía que sus movimientos cada vez fueran más atrevidos.

Cuando abuela me mandó a caminar mundo o creo que esto fuera lo que tenía en mente. SI al menos supiera un hechizo que redujera esta cocina a escombros. Bueno, quizás algún día llegaría tan lejos, pero ahora sus hechizos no pasaban de meros encantamientos y trucos.

Levantó la vista un momento y vio a aquel hombre que venía todos los días. ¿Estaría enamorado? Al menos era la único gesto agradable del día. Esta vez sostuvo su mirada y le devolvió la sonrisa.

La cocinera te sostiene la mirada y luego sonríe acto seguido sigue con su comanda.

El único dice JA! Ragalth ve tu saludo a la cocinera, se vuelve y dice MIERDA! Atiende a las comandas! O friega así no conseguirás pagar lo que me debes... se vuelve de nuevo y continúa Enrolarte? Mierda! Sabes lo que estás diciendo? Ragalth se acerca a ti Será mejor que beba solo ron. Hágame caso!

-Vaya, esperaba que un hombre tan bien relacionado como tu, que regenta un negocio de tal envergadura, sabría indicarme dónde encontrar un barco en el que ganar un puñado de monedas.-Respondo tratando de convencerle.-Venga, seguro que me escondes algo, ¿eh?

Por cierto, ¿qué deuda tiene contigo esta buena mujer?

El único dice JA! contesta Ragalth. Ve como el pirata te saludó se vuelve y te dice MIERDA! Atiende a las comandas! O friega así no conseguirás pagar lo que me debes... se vuelve de nuevo y continua su conversación poco escuchas aunque si hicieras un esfuerzo podrías escuchar parte de la conversación ya que la voz de Ragalth aunque intente hablar bajo es demasiado grave.
Mientras decides el pirata grita "Un ron entonces" sonriendo...no sabes si a ti.

Pero hable más bajo!! dice asustado el tabernero Mire esta cicatriz... hace tiempo que me la hicieron. Yo les hice frente y ya ve usted... esos tres venían conmigo y ¿porqué cree que se pasan el día ahí? el tabernero negaba con la cabeza Mire! Es mejor que no sepa nada, pero casi todos los barcos piratas están siendo destruidos o desaparecen en alta mar. Antes esto estaba lleno de piratas, era una alegría. Las peleas, el ron... oh! El dinero. Hay una gran pena en el camarero. Ya no es como antes, pero hay un barco que aún resiste. Se dedica al contrabando y evita mucho el mar. Se ocultan en una bahía por aquí cerca. Te mira fijamente y continúa. Yo no sé nada de esa bahía, ni diga que le envío. Ves que a la pregunta de la mujer sólo frunce el ceño y saca un trapo para limpiar la mesa. Si quiere morir lo mejor es que vaya a esa bahía...

Jaaaa! Oíste RoGhar. Bebé humano tiene agallas. dice dándote un pequeño empujoncito. Bebé humano quiere ir a pueblo... eso es imposible RoGhar, sabes las reglas!

Sé las normas! cabeza de chorlito! Un pequeño erupto sale de su boca Ten cuidado con tu lenguita o habrá que cortarla para comerla. RoGhar te observa y ve algo que le gusta. Bien, bebe humano. Hagamos una cosa. Una pelea! JAAAAA! Veremos si eres digno... si ganas te llevaremos a ese maldito pueblo, si no los bastardos se quedan con tu espada (bastarda) ¿Qué te parece bebé humano?

-RoGhar, no podemos llevar a bebé humano! dice DurKar
-¿Insinúas que perderé?? EH??? dice RoGhar
-No...es bebé humano, pero... duda DurKar
-Chi, chi , chi, chi! CÁLLATE! Quiero su espada.

-Un ron entonces.-Digo sonriendo en voz alta para que todo el mundo se entere.-¿Y quién o qué anda tras esos ataques?-Susurro.-Y ya puestos, ¿Quien es el capitán que atraca en esa bahía y por qué me matará si voy?

Ragalth más que un empleador o un acreedor se le antojaba un carcelero. Reprimió rápidamente un sentimiento de ira. Ya tendría oportunidad de desquitarse más adelante, este no era el momento. Se concentró en su trabajo, fregando los pocos vasos sucios que podían acumularse en aquel lugar.

Sin embargo no podía evitar levantar la cabeza. Su patrón estaba hablando y aunque trataba de ser discreto no se percataba que ella estaba a buena distancia. Prestó atención por unos instantes. ¿Qué estará tramando esta vez la basura de Ragalth?