Partida Rol por web

Hogwarts: Alianzas 2.0

Invitación sorpresa

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17/04/2016, 12:07
Narradora

El sonido de la puerta principal al cerrarse despertó a Eileen. Eran las once de la mañana del sábado 14 de mayo. La noche anterior se había ido a la cama junto a Stan, pues Zoey avisó de que se quedaría trabajando en la oficina. Tenía un juicio a las ocho de la mañana de aquel sábado - ¡Ya podía ser importante para que lo hicieran en fin de semana!- pero Eileen apenas había recibido información sobre aquello. Lo único que sabía era que estaban incluídos vampiros y humanos.

Aún con los ojos cerrados y estado semiinconsciente, logró escuchar tres pasos de tacón antes del silencio posterior. Stan continuaba durmiendo en el lado de la cama de Zoey. Segundos más tarde, la rubia entró descalza con los zapatos de tacón en las manos, procurando no hacer ruido. A pesar de la semioscuridad que habitaba en la estancia, no tropezó con nada, ni siquiera con el hueso que el perro siempre llevaba consigo. Se quitó la chaqueta con la máxima delicadeza posible para no hacer ruido. Como los trajes de los tribunales eran tan caros, siempre se molestaba en colgar la chaqueta en cuanto se la quitaba. 

Acababa de hacerlo cuando Stan despertó y le dio con una pata para llamarle la atención; eso sí, siempre desde la cama. Zoey se giró y se puso en cuclillas lo máximo que la ajutada falda del traje le permitía. Le empezó a acariciar detrás de las orejas, donde sabía que le encantaba, al mismo tiempo que le susurraba:

Ya te vale. Antes corrías a la puerta para recibirme- Eileen pudo adivinar la sonrisa que asomaba en la cara de Zoey con solo escuchar su tono de voz- Pero te lo perdono. Yo también habría querido estar donde estás tú.

Y aunque estaba cansada, lo mejor de estar en el lugar de Stan en esos momentos no era poder dormir. Miró el bulto que en esos momentos le daba la espalda y su sonrisa menguó ligeramente. Eileen. Se levantó, notando las rodillas entumecidas, y aún descalza rodeó la cama con la mirada fija en la chica que creía que aún dormía. Encontró un pequeño hueco en ese borde de la cama y se sentó de manera que Eileen pudo notar el peso adicional a su lado. Su pierna doblada chocó con el cuerpo de Zoey. La pudo escuchar suspirar. 

Por Merlín... la belleza de Eileen Morgan siempre la dejaba sin respiración. En los tres años que llevaban juntas aquella sensación de parálisis y ese cosquilleo en el estómago no habían menguado ni un ápice. Incluso en esos momentos en que la morena tenía los ojos cerrados, Zoey quedaba absorta. La amaba. ¡Vaya si lo hacía! Y sin embargo, la sonrisa - o amago de ésta- que solía formarse en su rostro cuando observaba a Eileen dormir no apareció en ese momento. Llevaba semanas sin hacerlo.

Alargó su brazo hasta llegar a acariciar la cabeza de Eileen con ternura y lentitud, seria en ese momento y sintiendo un molesto nudo en la garganta. Hacía días que las cosas no iban bien entre ellas. Hacía días que el miedo, la ansiedad y la impotencia la acompañaban. Había escuchado a Eileen en sueños. Hablaba de una mujer...la llamaba. Lea. Ese nombre se clavó en la memoria de Zoey desde aquella madrugada. Recordó que no pudo más que levantarse, se preparó una infusión y se sentó en el sofá con la taza entre las manos, soplando el líquido y con claros signos de preocupación. Eileen se estaba alejando de ella y nombraba a otra mujer. ¿La habría engañado? ¿Haría Eileen tal cosa? Por supuesto, nunca comentó aquel episodio; quizás porque era demasiado doloroso como para afrontarlo. Continuó acariciando la piel y el cabello de su novia sin notar cambio alguno en su respiración que le indicara que podía escucharla. Y volvió a suspirar.

- Buenos días, cielo.- dijo en un pequeño susurro, creyendo que no la escuchaba- Te quiero.

Hacía días que no se lo decía con tanta sinceridad y necesidad. Aquel "te quiero" no iba dirigido como un simple comentario rutinario. Era una llamada de socorro. En verdad, a Zoey le había extrañado ganar aquel difícil caso porque su concentración había estado todo el tiempo en Eileen y su problema de pareja.

Tomó aire para decir algo más pero el timbre de la puerta resonó con fuerza en la casa. Stan se levantó de la cama y Zoey terminó por hacer lo mismo, alejándose de Eileen que pudo escuchar cómo su novia abría momentos después la puerta y saludaba:

Zoey:- Oh, hola.

?:- Hola- dijo una voz femenina desconocida- Perdona que te moleste, pero estoy cocinando y me he quedado sin azúcar. ¿Podrías dejarmen una poca?

Zoey:- ¡Claro! Pasa- inmediatamente el sonido en la cocina alcanzó los oídos de Eileen.

?:- Bonita casa. A la mía aún tengo que darle unos buenos retoques.

Zoey:- Con eso hay que tener paciencia- respondía Zoey.- Ten. ¿Tendrás suficiente?

?:- Sí. Creo que sí. Gracias. Estoy en medio de una receta de dulces y la necesitaba ya. Cuando la termine, en compensación, te taeré uno para que lo pruebes. Si quieres, claro.

Zoey:- ¡Vaya! Gracias. ¿A quién no le gustan los dulces?

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18/04/2016, 10:40
Narradora

Hawai. 14 de Mayo, 11:00 de la noche. Tabatha acababa de acabar su turno de trabajo en el hotel. Había sido un día intenso, casi sin descanso, con muchísimos nuevos huéspedes y algún que otro pequeño problema bien resuelto. ¡Pero ya había terminado su jornada! Y al día siguiente era domingo por lo que tanto ella como Lucas, que entraría a trabajar en media hora, tendrían el día libre. Y hablando del rey de Roma...

Justo iba hacia las cocinas para comer cuando se encontró de frente a Lucas, sosteniendo la mano de su hijo. Dean, al ver a su madre, sonrió y su mirada se iluminó. 

Dean:- ¡Mami!

Soltó la mano de su padre y corrió para alcanzarla con los brazos extendidos y una felicidad inusitada. En realidad a aquellas horas debería de estar en la cama, dormido y abrazado a su peluche favorito. Pero Lucas lo había llevado con él.

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18/04/2016, 10:47
Eileen Morgan

Tres años habían pasado desde que se había mudado al piso de Zoey de modo que a aquellas alturas se lo sentía tan suyo como de su novia y lo mismo le sucedía con Stan. Tal era así que ya no le importaba dormir sola y el perro le ayudaba a no sentir la soledad que producía el hueco vacío que dejaba su novia cuando no estaba en la cama con ella.

Aquel día no era distinto. Sábado por la mañana. Hacía un tiempo no tan lejano habían aprovechado aquellas mañanas para remolonear juntas en la cama, compartiendo anécdotas y risas a la par que caricias, hasta que Eileen se decidía a levantarse para preparar tortitas para ambas y así empezaba el día de la semana que era exclusivo para ellas. Pero desde hacía un tiempo que esa costumbre pasó a formar parte de los recuerdos. Unos que echaba de menos.

Zoey no había dormido en casa. Según decía, por un caso, pero normalmente trataba de llevarse el trabajo a casa. Últimamente, cuando eso sucedía, sospechaba que se quedaba a dormir en la oficina por no tener que compartir cama con ella. ¿Cuánto hacía que no la tocaba? Sus roces se habían limitado a un desapasionado beso de saludo cuando llegaban a casa y a veces ni eso.

A veces sentía que necesitaba poner las cartas sobre la mesa. Hablarlo abiertamente con ella, decirle que no podía más con esa distancia que se había formado entre ellas, con los secretos que se interponían y que parecían ser una persona más en la habitación. Cada una con sus secretos. ¿Qué pasaba con Zoey? ¿Cuándo había decidido que su relación no valía tanto la pena? Antes parecía dispuesta a dejarlo todo de lado por Eileen pero a aquellas alturas ya no sabía si alguna vez había sido así o sólo había sido parte de la persistencia de la rubia por lograr lo que ansiaba.

Sin embargo, no había hablado. Ninguna de las dos lo había hecho. Ella estaba cansada y dolida, sí, pero también muy acobardada porque en su fuero interno creía que aquello era insalvable. Zoey se había cansado de ella y nunca la iba a sacar del anonimato, nunca dejaría de ser "mi amiga y compañero de piso, Eileen" para todos los demás. A pesar de no poder más con aquella situación, tenía tanto miedo de que aquello se acabara.

Escuchó la puerta de la casa abrirse mientras todas esas sensaciones seguían flotando y sumergiéndose alternativamente en las brumas de su consciencia adormilada. La escuchó hablar con Stan con la normalidad y alegría de siempre, como si nada pasara. Quizás porque realmente, para ella nada importante pasaba. Se preguntó vagamente cuánto tardaría Zoey en dar el paso si no lo daba ella primera.

Aquel pensamiento se congeló cuando sintió el peso a su lado y el roce de su rodilla contra su cuerpo esbelto. Tuvo que forzarse a respirar normal para alargar aquel preciado contacto. ¿Iba a despertarla? Casi se encogió cuando notó su mano acariciando su pelo en un tierno gesto, sintiendo como el corazón le latía desbocado a causa de los nervios. Pronto se daría cuenta de que estaba despierta...

Y entonces aquellas palabras. Eileen creyó que se había dado cuenta de que había despertado y por eso le decía aquello. Sintió cómo los ojos se le llenaban de lágrimas tras sus párpados cerrados pero no pudo decir nada antes de que Zoey se levantara, alertada por el timbre de la puerta.

Se sentó en la cama de golpe, secándose con el dorso del pulgar las lágrimas antes de que empezaran a caer. ¿Por qué? ¿Por qué le decía que la quería? ¿Porque creía que la había cogido in fraganti? ¿Porque pensaba que era lo que Eileen quería escuchar? Apenas si se planteó la posibilidad de que realmente Zoey siguiera queriéndola. Se quedó ahí, sentada, escuchando sin demasiado interés la conversación que sucedía en la puerta de su casa, de aquel hogar roto que últimamente apenas compartían.

Al final, terminó por levantarse en silencio e ir hasta su "despacho": una habitación que consistía en un laboratorio de pociones a pequeña escala, una mesa con un pensadero y una gran moqueta en la que se estiraba cuando necesitaba pensar. Esta vez no necesitaba pensar, necesitaba lo contrario. Era una de las grandes virtudes de su despacho, que podía hacer ambas cosas, así que se acercó al pensadero y, llevándose la varita a la sien, depositó en él el recuerdo de Zoey diciendo que la quería que había tenido lugar hacía unos minutos, que permaneció flotando unos momentos junto a su último recuerdo de Lea antes de perderse en una bruma blanquecina. Suspiró. No quería pensar en más mentiras dolorosas, ya tenía bastantes carcomiendo su consciencia.

Evitando la entrada de su piso acabó por ir a la ducha con la intención de ducharse antes de tener el segundo encuentro con Zoey, repitiéndose una y otra vez las palabras que le diría con el fin de que salieran naturales.

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18/04/2016, 11:16
Narradora

Música

Sábado, 14 de mayo. 11:00 AM. A estas horas de un sábado por la mañana, la mayoría de personas en Reino Unido estaría disfrutando de un relajante sueño o tomando un buen y energético desayuno para afrontar el fin de semana. Pero aquel no era el caso de Emily Van Dyck, porque un auror siempre tiene que estar preparado y disponible. La auror estaba bastante alejada de las comodidades de su casa y una cama. De hecho estaba muy alejada de cualquier tipo de comodidad.

Los rayos rojos chocaban contra la furgoneta blanca con violencia. Detrás de ella, Emily aguantaba el chaparrón. Había tenido que formar equipo con Kennen Kroos e infiltrarse en una fábrica  donde se traficaba con pociones ilegales y llevarse con ellos al líder sin levantar sospechas. Todo había ido bien al principio, pero cuando tuvieron que deshacer el camino, el compañero de Emily se confundió de dirección y acabaron en la zona interior de carga y descarga de material, detrás de una furgoneta blanca a medio cargar y con más de veinte enemigos. En todas las misiones anteriores, siempre había formado equipo con Sean y ciertamente su comprensión verbal y no verbal les había ayudado a cumplir sin ningún tipo de problema. Lástima que el jefe de aurores hubiera tomado aquella decisión de separarles, al menos, en aquel momento.

Los refuerzos no llegaban y el compañero de Emily no hacía más que quejarse de su mala fortuna, sin querer dañar a nadie. Tenían al líder de aquel grupo atado de manos e inconsciente, pues había recibido un desmaius durante el camino a ocultarse tras la furgoneta. El número de enemigos, gracias a las acciones valientes de la chica, fue disminuyendo hasta que de veinte quedaban la mitad.

Estaba cansada, sudorosa, con un compañero casi inútil y un grave problema delante de sus narices. Pero era Emily Van Dyck. Había salido de cosas peores en el pasado. ¡Saldría también de aquella y cumpliría su misión!

Notas de juego

 

¡Y empezamos a lo grande! XDDD

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18/04/2016, 11:21
Narradora

11:00 AM. Sábado, 14 de mayo. Vilma dormía felizmente en su mullida cama, arropada hasta arriba y babeando de forma inconsciente. Habían tenido un concierto la noche anterior. ¡Todo un éxito! La gente se sabía sus canciones, gritaba que quería hijos de ella y que por favor se lanzara al público. Eran el grupo de moda y, como bien decía su manager, debían aprovechar la ocasión. Y hablando de la manager, en esos momentos, Jess estaba inclinada sobre la cama de Vilma, dentro de la caravana donde viajaban, haciéndole cosquillas en la nariz con una pluma sacada de a saberse donde.

Jess:- Vilma... levanta... tenemos una entrevista en un programa de radio a las doce y media y a la tarde hay que ir a grabar el nuevo single. No seas remolona. Vamos... el concierto de ayer fue absolutamente genial. El público, el dinero, vosotros... sois fantásticos. Hiciste que todos bailaran sin parar. Hasta yo.

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18/04/2016, 11:32
Narradora

Música

Sábado, 11.00 AM, 14 de mayo. La cortina de agua que descendía desde las nubes de un oscurísimo y tormentoso día apenas dejaba ver en medio de aquel partido de quidditch. Llevaban una hora agónixa y estresante de partido  los dos equipos iban muy igualados a puntos. 

El partido estaba considerado de alto riesgo pues las bludgers surcaban el cielo y no solo impactaban contra jugadores sino también con los propios espectadores. Kegan no veía absolutamente nada y tampoco escuchaba más allá que su respiración y los ensordecedores truenos. Estaba empapado. Sus ropas pesaban como nunca, las gafas que le protegían del agua y del fuerte viento le hacían daño en la cara y hacía un frío ahí arriba terrible. Pero sabía una cosa: por mucho terror que tuviera a aquel desastre meteorológico, debía dar con esa snitch como fue. Aquel partido podría ponerles los primeros en la liga y visto lo visto, una vez más dependían de él.

Notas de juego

advertir: 15

Tira autocontrol a dificultad 9. Si la superas, la dificultad de advertir disminuye en dos ^^

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18/04/2016, 11:50
Zoey Whitewood

Música

La conversación con Irene Chambers, la nueva vecina, terminó bastante pronto. Y Zoey arrugó el rostro al escuchar la ducha funcionar una vez cerró la puerta. Eileen se había levantado y ni siquiera había pasado a saludarla. La rubia suspiró nuevamente y fue a terminar de cambiarse a la habitación, esta vez hasta dejando la cara falda del traje en el suelo. Le daba igual. 

Se fue al salón y se tiró en el sofá. Stan llegó y le lamió la mano tratando de apoyarla. Suspiró de nuevo, con la otra mano sobre sus ojos, tapándole de la luz.

Joder. ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Por qué, Eileen? ¿Por qué me haces esto?

Cuando Eileen salió de la ducha pudo encontrar la falda mal tirada en el suelo y a Zoey estirada boca arriba en el sofá verde del salón. Stan se había tumbado a los pies del mueble. Aunque tenía su brazo sobre los ojos tapándole la mitad de la cara, los labios de Zoey mostraban seriedad. 

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18/04/2016, 12:07
Eileen Morgan

Salió de la ducha con una toalla sobre los hombros, llevando unos tejanos y una camiseta de manga corta. La ducha no le había ayudado a afrontar la situación con mayor facilidad. Pero lo haría. Por eso fue a la habitación, pensando que la encontraría allí, pero en su lugar sólo había una de sus faldas ajustadas tirada por el suelo. Arrugó la nariz con desconcierto, pues no era propio de Zoey dejar su ropa buena por ahí tirada, de modo que la recogió de su sitio para dejarla bien doblada sobre la cama deshecha.

Tardó un par de segundos en tomar nuevamente la decisión de ir a buscarla, imaginando que estaría desayunando algo pero en su lugar se la encontró tirada en el sofá con mal aspecto. Se le encogió el corazón y toda su determinación de hablar como si nada se tambaleó hasta casi desmoronarse.

- Ei...¿cómo fue el caso? - se quedó de pie, incómoda en su propia casa, mientras se esforzaba en no cruzarse de brazos como siempre que estaba incómoda o a la defensiva. En su lugar, apoyó las manos en el respaldo del sofá.

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18/04/2016, 13:49
Zoey Whitewood

Se había quedado ligeramente traspuesta entre pensamientos y reflexiones que le preocupaban. Por ello la voz de Eileen por encima de ella la sacó de su estado semiinconsciente. El primer amago habría sido el de apartar su brazo de los ojos para poder mirarla, pero le dolía demasiado enfrentarla después de todo lo que había estado pasando por su cabeza. Por tanto, respondió pero sin moverse.

- Ganado.- respondió, dándose cuenta de que quizás había sido demasiado hosca usando un monosilábico. Terminó por apartar un poco el brazo, asomando sus ojos abiertos en busca de Eileen hasta que la encontró- Ha sido difícil pero encontré una laguna. Supe apretar las tuercas necesarias y el culpable cantó en pleno estrado.- se levantó, quedándose sentada en el sofá, estirándose ligeramente, dando la espalda a Eileen. No podía mirarla. Le daba la sensación de que hablaban como rutina.- Ha sido bastante impresionante.- Y a pesar de que en otras circunstancias esa frase habría sonado realmente animada en boca de Zoey, ahora su tono continuaba con la misma monotonía que con la primera respuesta. Suspiró, mirando a sus pies, sin saber muy bien qué hacer o decir.- ¿Tú qué tal? ¿Has... has dormido bien?

Brillante. Zoey. Brillante.

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18/04/2016, 13:56
Eileen Morgan

El estómago le dio un vuelco cuando le respondió con aquel seco ganado. La verdad era que al verla así había creído que el resultado había sido negativo pero al parecer no. Entonces, ¿por qué aquella respuesta? Daba la sensación de que la animara a meterse en sus propios asuntos. Déjame en plan, pesada, escuchó que le decía su subconsciente con la voz de Zoey.

Hizo un amago de marcharse cuando ella volvió a hablar, dando vagos detalles de cómo había ganado. Otras veces la había felicitado y halagado pero su tono de voz no la animaba a ello de modo que se calló, observando cómo se giraba para ni siquiera tener que mirarla a los ojos. Bajó la mirada un momento antes de volverla a alzar.

- Bien - bien. No sabía qué más decirle, se sentía incapaz de forzar un tono animado -. No te preocupes por Stan, iba a sacarlo a pasear, puedes dormir un rato - comentó en lo que esperaba que fuera un tono suave y conciliador, aunque tensa a la espera de alguna respuesta seca por su parte -. ¿Quieres que te prepare algo para desayunar?

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18/04/2016, 15:37
Kegan Porcher

Aquella situación era la peor que se podía imaginar… volar en una tormenta. Era cierto que le gustaba volar, le encantaba, pero el sentimiento hacia las tormentas era el opuesto y mucho más fuerte. Y si volar con miedo, mojado, sin apenas ver lo que tenía delante y pendiente de que no le cayese un rayo encima podría ser de esas cosas que pondría en una lista de "cosas que no quiero hacer nunca".

Pero no le afectaba solo a él el resultado de ese partido, aquello afecta a su equipo entero, por lo que respiró hondo, se concentró y buscó la snitch… y la vio… allí estaba, volando entre toda aquella agua sin si quiera perder un poco de su movilidad, pero el llegaría hasta ella y la cogería, cuanto antes la agarrase, antes se iría de allí, y con eso en mente se esforzaría al ciento diez por ciento para alcanzarla.

- Tiradas (2)
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18/04/2016, 15:39
Zoey Whitewood

Se levantó entonces. Lo cierto es que estaba agotada aunque no esperaba poder dormir mucho. Ante el tono conciliador de Eileen, se giró para afrontarla, dedicándole una leve sonrisa de agradecimiento.

- No te preocupes. Me tomé un croissant de camino a casa- Qué guapa estaba aquella mañana... le gustaría besarla, pero ni siquiera sabía cómo reaccionaría. De hecho el solo pensarlo le llevó a imaginar lo que Eileen vería. Y no la vería a ella, sino a esa tal Lea al cerrar los ojos- Gracias. Voy a dormir. La correa de Stan está colgada en la puerta.- señaló.

Menuda barrera invisible que tenían frente a ellas. No sabía en qué podía estar pensando Eileen, ni en qué quería... era la primera vez en que se sentía perdida y con poca confianza.

- Buenas noches.

Comentó con tono también conciliador antes de darse la vuelta, quitando nuevamente la sonrisa de su cara ahora que Eileen no la veía, dispuesta a tirarse en la cama, en el lado de Eileen para apreciar su aroma.

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18/04/2016, 15:47
Eileen Morgan

Por un momento tuvo la sensación de que iban a decirse algo más pero volvió a quedar en nada. La sonrisa de Zoey era más cordial que sincera y ella no fue capaz de hacer que la suya acudiera a sus labios, tan sólo curvo un poco las comisuras de su boca hacia arriba.

- Claro, no te preocupes - dio un silbido ante el que Stan acudió en seguida -. Quizás luego me voy un rato a ver a Bella pero estaré aquí para comer, ¿vale?

La vio darse la vuelta y sus cejas se contrajeron. ¿Cuánto llevaban así? ¿Cuánto duraría? ¿Realmente había algo que pudieran hacer? ¿Algo que ella pudiera hacer? Alargó la mano, dudando, hasta que al final tocó la cabeza de su novia, depositando una suave caricia en su pelo.

- Descansa, Zoey - se quedó un instante así, con el corazón en un puño antes de apartar la mano y dirigirse hacia la salida -. Te lo has ganado.

¿Cuál de las dos era la más cobarde?

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18/04/2016, 20:23
Narradora

Ajeno a los sentimientos y al malestar de las dos chicas, Stan corrió, deslizándose en los metros finales del pasillo hasta la puerta principal. Había oído la palabra mágica y ya nada más importaba para él. 

Ya en la calle, hacía un nublado día londinense, pero la temperatura resultaba agradable. La gente disfrutaba de un paseo matutino, charlando de forma animada, caminando sin prisas y sin destinos prefijados. 

Para variar, Stan tiraba con fuerza de la correa. Siempre se emocionaba mucho cuando salía a la calle, marcando territorio hasta en el más pequeño de los maceteros, saludando a amigos caninos y disfrutando de esos momentos de absoluta libertad. Se habían alejado bastante del portal donde vivía Eileen cuando vio acercarse a Angelina, hermana de Zoey. Siempre arreglada de manera casual con su gorro en la cabeza y esos caminares seguros que tanto recordaban a su hermana. Al verla le sonrió y saludó con la mano hasta alcanzarlos. Stan se le subió, contento de reconocerla.

Angelina:- ¡Hey, Eileen! ¿Qué tal? ¿Está mi hermana en casa?

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18/04/2016, 20:30
Narradora

Y allí estaba. Aquel punto dorado en medio de tanta oscuridad. Hasta a la propia snitch le costaba mantener el vuelo. Parecía tan perdida en aquel océano como el resto de jugadores. Casi no parecía predecir los movimientos felinos y ágiles de Kegan Porcher que ahora se dirigía a toda velocidad hacia ella.

Continuaba sin escuchar nada. ¿El comentarista se habría callado? Ni siquiera se oía los ánimos del público. ¿Se habrían ido todos los espectadores?

- Tiradas (2)

Notas de juego

1d10 + esquiva física para esquivar la bludger que se te viene encima ^^ Si consigues esquivarla, tira: 1d10 + acrobacias para acercarte a la snitch a dificultad 12

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18/04/2016, 21:04
Eileen Morgan

Zoey no dijo nada y ella, por ende, tampoco. Si aquello se iba a solucionar o a acabar de estropear, estaba visto que aquel no iba a ser el momento. De modo que salió, dejándose guiar por Stan en un paseo sin prisas mientras procuraba que su cabeza se vaciara de pensamientos respecto a su rubia novia, lo cuál era difícil puesto que ambas habían hecho aquel paseo cientos de veces. Eso sí, por supuesto, sin tomarse de las manos.

No fuera a ser que sucediera algo como ahora: que Eileen iba caminando y algún conocido de la joven abogada, en este caso su hermana, apareciera de golpe. ¿Zoey lo sabía? Seguramente no, puesto que siempre se lo anunciaba, seguramente agradeciendo que Eileen desapareciera. Aquello era exactamente lo que quería hacer en aquel momento pero teniendo en cuenta que Zoey debía dormir, era difícil que le abriera.

- Ah, sí, aunque debe dormir aún, tenía un caso importante. Creo - añadió a tiempo, encogiéndose de hombros para aparentar desinterés -. ¿Quieres que te acompañe? ¿Habías quedado o algo y se olvidó de comentártelo?

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18/04/2016, 21:46
Angelina Whitewood

No pareció extrañarse para nada de que su hermana hubiera trabajado en sábado.

- Así es mi hermana. Incansable.- Dijo con tono tranquilo y amistoso. 

Le hizo una señal para que la acompañara, deshaciendo el camino. Los pasos de Angelina eran bastante más rápidos que los de Eileen. Era una chica muy activa y parecía ir siempre con prisas a los sitios.

- No habíamos quedado. Voy como "recadera" de mi madre. Es para decirle que esta noche hay cena en el Alyn Williams.- El Alyn era uno de los restaurantes más lujosos y caros de Londres. Contaba con estrellas michelín entre los muggles. No cualquiera podía permitirse ir a un lugar así. Miró a Eileen unos segundos, sopesando una idea que pronto exclamó en alto.- Y tú también te vienes. A las 21.00. No puedes decir que no. Te estoy invitando yo.- dijo con absoluta naturalidad. 

Cuantos más mejor se pasará el trago.

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18/04/2016, 21:54
Tabatha Smith
Sólo para el director

Ha sido un día agotador. Siente los hombros cargados, pero también sabe que ha hecho un buen trabajo y parece que todos los clientes están satisfechos. Ahora solo queda comer algo antes de ir a casa y dormir un poco. Lucas está a punto de entrar a trabajar y Dean estará durmiendo... o eso es lo que cree porque se encuentra a los dos caminando por la zona de las cocinas.

Sonríe al ver a su pequeñín y se medio arrodilla en el suelo.

-Mi pequeñín... ¿Cuánto hace que no nos vemos? Te he echado de menos.

Lo coge en brazos y le da un beso de esquimal y luego otro en la frente. Le achucha un poco mientras se acerca a Lucas.

-Hola, cariño... - le da un beso - ¿Ha pasado algo? No suele estar despierto a estas horas.

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18/04/2016, 21:57
Eileen Morgan

Así era su hermana. Sí, ella también podía decir muchas cosas de su hermana con una certeza absoluta pero ya no estaba segura de algunas otras. Se encogió de hombros, ocultando su desgana mientras iba a la zaga de Angelina, desandando el camino mientras Stan tiraba de ella, incansable.

Es tan parecida a Zoey. Guapa a rabiar. Segura de sí misma. Enérgica. Pero la falta ese aire tan suyo...

Tan parecida. Tan diferente. Mientras miraba la silueta de Angelina volvía a pensar, una vez más, que a pesar de las similitudes las diferencias eran tan notorias que jamás hubiera podido sentir algo por ella a no ser que fuera el fantasma de su amor por Zoey haciendo eco en ella. Pero la miraba y no sentía nada más que la pena y la rabia de no poder tratarla como a su propia hermana. 

- Eh...suena interesante y tal, fijo, pero tendría que currar - se excusó, sin dejarse afectar por el "no puedes decir que no". No era Zoey. Lo último que le apetecía era ir a una cena pija como "amiga y compañero de piso". Era más de lo que podía aguantar, por lo menos si tenía que hacerlo de buen humor -. Además, que ni siquiera tendría nada que ponerme así que nada.

Mierda. No tendría que haber añadido eso.

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18/04/2016, 22:15
Kegan Porcher

Logró esquivar la bludger sin problemas, pero mientras se acercaba a la snitch…

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pifia T_________T