Baños del Segundo Piso

Una punzada en la mente... y de repente... un sonido que aunque helado... no llegarías a descifrar... cada vez más profundo pero más difícil de escuchar y de interpretar...

La conversación seguía cuando de repente Maren tuvo que detenerse apoyarse contra la pared, para acompasar tras el miedo aquella sensación que aumentaba el ritmo de su respiración...

Bajo la mirada un tanto pensativa, Marcus es mi amigo desde que somos pequeños y nadie me conocía tan bien como él, tal vez Troy que sabía comprenderme pero no tanto como el Ravenclaw. - ¿Blanda? - pregunto sorprendida, en verdad le había dicho de todo al Slytherin cuando estuvimos solos, aunque era cierto que nos reconciliamos en cuestión de minutos. - No soy blanda, le dije lo que me molestó... Es que... - explico hasta tironear de su camisa para acercarlo y hablarle al oído entre susurros, no quería que se enteren de lo que decía el resto, en especial Adrien. 

- Es que siempre me gustó Adrien y compartía mucho tiempo con él, Ladien se dio cuenta de ello enseguida y no tardó en meterse en medio. Luego nos pusimos de novios y le quedó esa espinilla de que tanto el Ravenclaw como yo nos gustamos. Algo que dejó de ser así cuando descubrí que estaba con los mortífagos, lo perdoné y lo quiero pero... estoy con Ladien y a él lo considero mi amigo. Por eso la tirria que le tiene y ya le he explicado que nada pasa entre él y yo... -  suspiro ya resignada, no quería imaginar lo que Marcus podía pensar con tanto enredo entre dos chicos. No quería que fuera así, yo era feliz sin chicos a mi alrededor con otras intenciones, menos dolores de cabeza y me divertía mucho más. 

Y cuando estaba por decir algo más, una fuerte punzada en mi mente me empuja hacia atrás, generando en mi, un terror que jamás sentí en mi vida. Algo que me helaba la piel, deseando no escucharlo más por la sensación escalofriante que producía. -¿Que quieres? - expreso sin comprender lo que me quería decir aquella voz. Dejando una huella en mi mente, acelerando los latidos de mi corazón mientras buscaba con la mirada a Marcus, visiblemente aterrada. 

Sólo que no renunciaría ante ello, podía estar agobiada por el miedo pero en mi yace la valentía de un Gryffindor que ahora se encontraba mermada por aquello. Consciente era de que este baño traía sus historias, una de ellas marcó a Hogwarts para siempre. ¿De nuevo se repite la misma historia? - me pregunto un tanto preocupada. 

Y mientras tanto... despacio y mirando a los lados, llegaron lentos y ocultos, Austin y Kerry...

Finalmente había alcanzado los baños del segundo piso. No sabía exactamente que pasaba, pero algo no pintaba del todo bien. No me había gustado la actitud de Adrien. No por él, no le guardaba rencor, pero algo parecía ir mal. Parecía que tanto él como Kerry habían llegado algo tarde.

-¿Y bien, que me he perdido? ¿Va todo bien? -pregunté, aunque ya me esperaba la respuesta.

La respuesta de Maren me deja bastante sorprendido, mi amiga no perdía el tiempo la verdad. Problemas de amores con dos chicos y yo apenas podía decir dos palabras delante de una chica que me gustase. Oigo pasos cerca de los baños así que me aproximo al oido de mi amiga, no creo que quiera que esto salga de aquí.

-Por mucho que sepa que antes te interesaba Adrien no puede molestarse de esa manera. Elegiste a Ladien, ¿no? Debería tener algo de confianza en tí. No pienso retirar mis palabras, no sabía que pensar de él antes pero ahora se que clase de persona es. Es tu vida y tu decides pero no pienso juntarme con él más de lo necesario.- con estas palabras dejo el tema zanjado, se que Maren es más que capaz de resolver estos problemas sola pero no por ello la voy a dejar así como así.

Me separo de Maren y miro hacía la puerta por la que acaban de entrar Austin y Kerry. Los saludo con un gesto mientras me dirijo a ellos.

-Hola, sí todo perfecto. Aun esperamos a Adrien así que seguimos como en el Comedor. ¿Como habeis tardado tanto en llegar?-

Como preveía Marcus y Maren ya estaban en los baños, tanto Austin como yo llegamos allí en cuanto pudimos, Debíamos seguir a los prefectos hasta la sala común sino sospecharían que pasa algo. Le conteste a Marcus.

Que Maren estuviera allí me hacia sentir algo incomodo, ella no era de nuestra casa, y sabía que aun estaba rencorosa por lo que paso el año anterior. Mire a Austin, Bien hemos llegado a tiempo. Le dije a mi compañero después de la preocupación que teníamos de no llegar a los baños a tiempo.

Salí de dentro de unos servicios con los brazos cruzados y la varita en la mano, miré de medio lado a Kerry y le dije.- Espero que con los años aprendas a diferenciar una imagen falsa de una real...

Entreabrió la puerta mirando con un solo ojo y luego volvió a cerrar la puerta para decir.- ¿Dónde se mete esa chica...?

Ya deberían estar aquí...

Miró a Maren con gesto medio raro, y luego miró al fondo del lavabo y dijo.- Ya puedes salir... si el resto no ha venido... es porque no habrán podido llegar...

La puerta del último baño se abría lentamente... y tras ella con paso compungido salió Adrien. Mirando y observando a los demás, en sus manos aún la copa del comedor, de la que tomaba pequeños sorbos.

Su mirada era distinta a la última que os dirigió en medio de la mesa. Ahora si os miraba, y había culpa en su mirada. Dejó la copa en el quicio del lavabo y avanzó hasta vosotros. Aún estaba mojado... ni siquiera había pasado por la sala común para cambiarse de ropa.

Su mirada triste se hizo media sonrisa y os miró poco a poco a cada uno y dijo con aliento sincero.- Os echaba de menos...

Estaba agazapada contra una pared observando todo,  permitiendo en silencio forzarme a comprender lo que había sucedido en mi mente. De momento Marcus no lo había notado,  incluso estando blanca como un papel. 

La voz de aquella mujer logra que enarque una ceja y responda reflejando seriedad. - No pienso retirarme, tengo una razón válida para estar aquí. - no sabia si se dirigía a mi, sin embargo,  respondo de forma rápida y decidida. En parte porque era de palabra y también quería ver a Adrien,  eso tenía más peso que cualquier persona dentro del colegio. 

Y justo cuando estaba en mis pensamientos, allí estaba cruzando el umbral de la puerta en penumbras. Esta vez, contuve mis ganas de correr a sus brazos, más que todo por miedo a que me rechace.  Simplemente sonreí y me quedé junto a Marcus, la única persona salvo Adrien, en quien confiaba ciegamente. 

- Hola Adrien... - pronuncio mordiendo mi labio de nuevo, solo que esta vez, esperaba no lastimarme.  Era un tic nervioso que tenía cuando el se encontraba delante mío. 

Luego de aquel saludo,  permanezco en silencio a la espera de sus reacciones y respuestas porque al fin de cuentas, la única razón que me mantenía allí exponiéndome era por su mera presencia. Ahora comprendía cuanto lo echaba de menos,  la distancia y los infortunios del año pasado hicieron mella en mi. 

Había pasado el tiempo... Adrien podría decir que incluso demasiado lento para él. Pero ni un segundo había olvidado lo que había hecho y lo que ocultó durante aquella semana en el curso anterior.- Entenderé que os vayáis... es más yo insistí en reuniros a vosotros para que antes de nada me pudiera disculpar.

Bueno... nunca tendré disculpa, ni perdón pero al menos que sepáis que aunque aquel era yo... no hubiera sido nunca mi opción... no hay día que me acuerde de los tres que cayeron... Malcom... - De nuevo la voz de aquel chico cayendo por los balcones de la torre de astronomía le hacía frenarse y tomar aire antes de seguir...- Jamie... Kiwi...

El nudo en la garganta era muy tenso, incluso apretaba los dientes como si algo lo forzase desde dentro, como si una punzada intensa atravesase su cabeza, que lo obligó a agarrar su sienes con ambas manos mientras se oblgaba a decir mientras apretaba la mándibula.- Lo... siento...

La chica no entendió la frase que Maren le dirigió pero no tuvo tiempo de preguntarle, para cuando estaba centrándose, Adrien ya estaba fuera de su escondite y empezó a hablar... hasta que de nuevo aquellos dolores lo limitaban una vez más. Con el genio que demostraba a cada paso, pasó rauda y con figura recta entre todos mientras decía a Adrien.- ¿Por que no me dejas el discurso a mí... y tu te limitas a estar callado y escuchar...?

Era dura, recta y directa... Cogió el vaso de Adrien del lavabo y fue junto a él y con gesto algo más suave, incluso su voz dijo.- Anda bebe...

Adrien de nuevo rompía su silencio y a traves de él mi interior se hacía añicos porque cuando creí tener todo claro con él, ahora mismo la confusión me reinaba.  

Escuché cada una de sus palabras mientras caminaba como leona enjaulada,  no lo hacia por incomodidad,  en realidad estaba lidiando con mis impulsos,  que osados me jugaban una mala pasada. 

Hasta que de repente me detuve justo delante suyo,  recordando a Malcom, sus palabras en aquellos días cuando me mentía en la cara y me protegía a la vez de quienes lo manipulaban. 

Mis ojos se tornaron vidriosos pero ni una lágrima surgió, solo unas pocas palabras. - Luego... - haciendo alusión al término de aquella reunión. -Necesito hablar a solas contigo Adrien...- había cosas que quería decir pero no aquí, no delante de ellos. Esto era entre él y yo,  nadie más. 

Y tras expresar mi propuesta,  regreso junto a Marcus esperando un si de su parte y también, dejando al resto que ofreciera su opinión. 

Me mantuve en silencio mientras hasta que Adrien terminó de hablar, la verdad es que tenía razón. Por mucho que estuviesen siendo controlados no era facil olvidar todo lo que hicieron, las petrificaciones tienen facil solución pero las muertes...

No le guardaba especial rencor pero algo de desconfianza quedaba, había oido muchas veces en casa sobre magos oscuros que luego afirmaban estar bajo la maldición imperius para salir impunes. Pero sus palabras eliminaron toda duda, al menos de momento, se notaba que estaba mal, casi "roto" por dentro, no podía enfadarme con él, al menos no en ese momento.

No era el único que estaba así, Maren tambien parecía al borde del colapso, seguramente creia que no me había dado cuenta pero la conozco desde hace mucho y se lo que pasa con Adrien. Cuando se aproxima a mi la rodeo un poco con el brazo intentando confortarla antes de hablar con Adrien.

-Como has dicho, lo que pasó el curso pasado fue terrible. Pero nada es imperdonable, si estamos aquí es porque aun creemos en ti y queremos saber que te pasa. Tomate tu tiempo.-

Intento parecer firme, pero yo tambien estoy nervioso. Todo el tema de maldiciones y demás parece un tema serio así que aprovecho que rodeo a Maren con el brazo para ocultar que estoy temblando. No podíamos seguir derrumbandonos o no ibamos a llegar a ninguna parte.

La salida de uno de los baños de Vissel me pilló de sorpresa, ya que estaba centrado en Marcus y Maren, ¿A que te refieres? le pregunte Vissel sobre lo que me dijo de no diferenciar lo real de lo falso.

Enseguida apareció Adrien, aunque estaba mojado y se denotaba que no había pasado por la sala común había algo distinto en él, su rostro me decía algo pero no sabía el que, aun sufría por los acontecimientos pasados, Pero Adrien tu no fuiste el único que hiciste cosas malas, déjalo ya, nadie nos va a devolver a nuestros compañeros.

La gryffindor parecía sufrir mucho por la situación de nuestro compañero, y al parecer Marcus trataba de consolar su dolor, no entendía nada sobre sus comportamientos, bueno en fin Marcus sabrá lo que hace.

Vissel daba la impresión que sabía perfectamente por lo que estaba pasando Adrien, pero estaba seguro que tenía que contarnos algo más, me cruce de brazos y espere a que hablara. 

-¿Eso es todo, Adrien? -pregunto negando lentamente con la cabeza a la vez que me encojo de hombros- Pedir perdón sirve de poco, y lamentarse de nada. En lugar de pedir perdón, trata de explicar que ha pasado y, sobretodo, si crees que algo va a volver a ocurrir -le sonrío amablemente- Somos compañeros. Puedes contar con nosotros.