Partida Rol por web

Renê se acercó a Anne como una hermana mayor, ya fuera por el pelo pelirrojo por la unión de la casa común y dijo, apoyándose en ella.- No hubiera estado nada mal, algo de diversión... pero creo que este año nos toca demostrar que los pequeños también somos de valor.

Cuando Vissel avisó de que nadie más debería saber de aquella reunión, cerró un puño y lo puso en medio de todos y mirando fijamente a la Ravenclaw dijo abriendo su palma boca arriba.- Ni una palabra saldrá...

Me encontraba al lado de Adrien escuchando las opiniones del resto, aguardando silencio mientras pensaba al respecto. Sólo que la expresión de mi rostro cambió cuando Vissel respondió a mis compañeros, no estaba para nada de acuerdo con ello, incluso le dedico una mirada a Marcus porque ya sabía lo que iba a venir ahora. 

- Un momento... ¿Nos pides que dejemos a Slytherin afuera? No puedo creerlo, considerando que Kerry me petrificó y a él si le damos una oportunidad para redimirse. A mi ninguno de los presentes, salvo Tim o Marcus que es mi mejor amigo, hizo algo por mi... Tal vez Adrien, pero el resto dudó hasta el cansancio y cuando se comprobó mi inocencia vinieron a pedirme perdón cuando el daño estaba hecho. - expreso cargada de enojo, era impulsiva y se estaban metiendo con mis amigos, como así también mi novio, ellos todos eran Slytherin. 

- Lavinia ha salvado mi vida el año pasado y si no fuera por ella, hubiera sido petrificada mucho antes. Se sacrificó por mi, yo lo haría por ella. Nathan estuvo en la Sala Común de Gryffindor y ayudó mucho, pudimos detectar a los compañeros que estaban inducidos... Aunque de Adrien supe mucho antes pero siempre creí en él y lo sigo haciendo... - le dedico una mirada al Ravenclaw y prosigo. - James, otro chico que nos ayudó en la enfermería trayendo información, algo que se había frenado por mi petrificación y Ladien, en quien confío sin miramientos. - no iba a explicar porqué, esos eran asuntos míos. 

- Me parece injusto dejar personas afuera que realmente hicieron algo más que juzgar y petrificar, como algunos de los presentes. Austin en verdad ayudó con su intelecto, no puedo decir lo mismo de Kerry y saben porqué. - termino por decir molesta por aquello, parecía que la Prefecta no había asistido a Hogwarts el año pasado porque se olvida de todo el trabajo que hicimos en equipo para revertir la situación. - Todos de alguna forma u otra nos expusimos, arriesgando nuestras vidas y no quiero dejar a mis amigos afuera. No es justo, ni leal, considerando que en Ravenclaw estaba el peligro... ¿Por qué juzgar a los Slytherin? Son capullos algunos pero cuando se necesitó de ellos, allí estuvieron. - finalizo ya colocándome junto a Marcus y pese a que tiritaba por el frío al tener la ropa mojada, la misma furia hizo que ya no lo padeciera tanto. 

Ante las alusiones de Maren hacia mi persona solo podía decirle una cosa, Oye, oye, ya os pedí perdón a todos, pero no fue cosa mía, un espíritu oscuro entro dentro de mi y me hizo actuar así, yo estaba con vuestro bando y si no que os lo confirme Anne que uso el Verisaterum conmigo justo antes de que diera con Malcom y me poseyera lo que estaba dentro de él.

De nuevo volvíamos a recordar lo sucedido el año pasado, era una carga que no podía quitarme de encima, sabía que había hecho mucho daño con el basilisco pero no era yo, no era yo.

El joven Downsend escuchó pensativo como la prefecta negaba la inclusión de los Slytherin en el plan. No le gustaba la idea de dejar a ninguno de los compañeros del año anterior fuera de este plan, pero cumpliría con lo decidido en ese extraño concilio.

Cuando empezaron las discusiones se arrepintió de haber realizado la pregunta. Su abuelo le había dicho alguna vez que es mejor pedir perdón que permiso, pero nunca había entendido bien la referencia hasta ese momento.

Aunque lo peor de todo era que Adrien estaba sufriendo. Tenía que probar algo, aunque no sabía como funcionaría.

- Déjame ver - le dijo Tim, esperando poder aliviar un poco su dolor. Cuando examino las laceraciones suspiró y, señalándolas con su varita, pronunció el hechizo - ¡Emendo! -

Esperaba que funcionará o, por lo menos, que acallará el dolor.

-No recuerdo haberte pedido perdón en ningún momento -dije mirando a Maren- Tu actitud el año pasado fue muy sospechosa, lo que en esa situación era razón más que de sobra para desconfiar, como también les pasó a Ladien, Kenma y Gala -me encogí de hombros- Podemos pasarnos todo el tiempo hablando de los errores que cometimos, como tu cruzada inquebrantable a favor de Valeria, o tratar de ayudar a Adrien -suspiré. Ahora bien, creo que en algo tienes razón: no considero una buena idea dejar fuera a los Slytherin solo por ser serpientes. Confío en, al menos, Lavinia y James.

Dicho esto, me acerqué a Tim y le puse una mano en el hombro a modo de apoyo. Miré entonces a las prefectas. ¿Alguna idea de por dónde podríamos empezar?

Entrecerré los ojos, mirando a Maren. En mi cara podía leerse una expresión de desconcierto. -De verdad que no me puedo creer que esté Adrien, uno de tus mejores amigos, descomponiéndose de dolor y presa de una maldición, y tú estés refunfuñando porque tu novio no está aquí. -Negué con la cabeza. La situación se iba poniendo cada vez más y más tensa. Austin ya se había encargado de expresar lo que pensaba (el chico Ravenclaw tenía una buena cabeza, pero el filtro le funciona regulín), así que decidí no añadir más. Ya había bastante leña en el fuego. Aunque también coincidía en que Lavinia y James podrían sernos de mucha ayuda.  

Tim intervino con un hechizo, para tratar de apaciguar el dolor de Adrien, aunque fuera por unos instantes. Sonreí. Independientemente de su enorme habilidad mágica, Tim era necesario para evitar que las rencillas o las discusiones nos descentraran de lo que era realmente importante. Me giré hacia Renê y agarré su mano despacio. Quería sentirme segura en estos momentos, y las dos magas más poderosas de la sala eran ella y Vissel. Y algo me decía que si trataba de tocar a Vissel no iba a salir bien parada. 

-Bueno, y ¿qué se supone que tenemos que hacer ahora? ¿Tenéis algún plan? -dije, mirando a Vissel y a Renê. -¿Vais a darnos una misión súper secreta a cada uno o algo así? ¿O simplemente nos habéis llamado para ponernos al corriente?

- Justamente si se te da una oportunidad Kerry porque negarsela a los Slytherin que no estuvieron implicados con ningún espíritu o nada. - expreso seria, sin importarme el enfrentamiento. Claro que tenía en cuenta el sufrimiento de Adrien, solo que yo era de actos no de palabras. 

- Austin, no la sigas como el año pasado. Contigo no me estoy metiendo y si te haces cargo es porque te agrada escudarte de algo para atacarme.  No te metas. - sentencio, con él no hablaba y encima halague su inteligencia. 

Y por último me paro frente a Anne para fulminarla con la mirada. - ¿Así que por mi novio?  ¿Eh?  Nada que ver, estas sorda por lo que parece...  He hablado de Lavinia, James, Nathan principalmente porque ayudaron, no como tu que tenía el veritaserum y se le cayó justo en la comida de kerry. Ni siquiera lo investigaste de forma intencional. No me vengas con que no me importa Adrien y quiero que mi novio esté. Simplemente me parece algo clasista y discriminatorio, dejar a los slytherin por ser de esa casa cuando fueron útiles el año pasado. No como tu. - no era una niña que se callaba,  en mi lideraba la lealtad e intentaba ser justa. No iba a soportar que dejen afuera a una persona que se sacrificó por mi,  sabiendo que puede ayudar. 

Las palabras de Maren hicieron que abriera los ojos como platos. -¿No fui útil? Gracias a mi veritasérum habríamos descartado a un inocente, si el espíritu de Malcom no se hubiera metido en el cuerpo de Kerry cuando lo encontró muerto. ¿Qué hiciste tú? ¿Defender incansablemente a Valeria porque era tu amiga? ¿A Malcom porque "los Gryffindor somos una piña chachiguay"? Marty encontró a Aslan, Austin a Malcom, Aslan y Adrien, y Valeria se petrificó sola con el protego de Liam. Tú creaste confusión, y de ti llegamos a sospechar Austin, Tim, Willy, y yo entre otros. Deja de escudarte en tu corazón de leona o como quieras llamarlo. Puede que lleves siendo la líder en tu casa toda la vida, pero aquí no eres más que una niña de segundo, como cualquiera de nosotros. Así que creo que habrá que hacer caso a gente que lleva en este colegio 5 años más y sabe más que nosotros durmiendo.  

Me crucé de brazos, desviando la mirada. No tenía intención de seguir discutiendo con Maren, pero acababa hirviéndome la sangre. 

- Un inocente que te petrificó y luego lo hizo conmigo... Además no quita que vuelva ese espíritu en él, es decir, la probabilidad está Anne. Yo no generé confusión, uds se confundían solos que es diferente. Si Marty descubrió a Aslan fue porque en Gryffindor trabajamos siempre unidos y todos decidimos ir por él, gracias a su habilidad descubrimos lo que había detrás. No es corazón de leona, es unidad, tal vez algo que tú jamás entiendas. Lo de Adrien lo descubrí sola porque fui juntando pruebas y al conocerlo mucho por ser mi mejor amigo, sus actitudes no me cerraban. Algo que Austin también notó, por eso dudaba de él bajo sus argumentos. - replico con pruebas, algo que la hufflepuff carecía. 

- Esto no es contra ti, es que me parece injusto dejar a personas afuera cuando hicieron mucho y arriesgaron su vida para salir de aquello. - expreso directamente a Anne mirándola a los ojos, en teoría me había perdido perdón pero se nota que se olvida rápido de lo que hace. -Igual yo no soy líder en ningún lado, ellas deciden no yo pero creo que tengo derecho a ofrecer mi opinión. - termino por decir señalando a la Prefecta y René, luego, ya con los brazos cruzados me quedo al lado de Marcus. No quería hablar más, esto había sido demasiado. 

La situación se nos estaba yendo de las manos, estaba a punto de decirle a Vissel que por muy bien que lo hiciesemos el año pasado no dejabamos de ser chicos de 12 años. No me dio tiempo a opinar ya que cuando me quiero dar cuenta Maren y Anne se estan tirando los trastos a la cabeza...

Aunque opino que ambas tienen parte de razon prefiero mantenerme en silencio, Maren es mi mejor amiga y no quiero enfadarme con ella y aunque a Anne la conozco menos seguramente tengamos que colaborar todos para solucionar todo este embrollo de maldiciones. Respiro hondo y elijo mis palabras intentando hacer de mediador.

-A ver, no vamos a conseguir nada discutiendo sobre el curso pasado. Vissel tengo que decir que no estoy muy seguro de vuestra estrategia, reclutar a chicos de segundo de Ravenclaw y Hufflepuff (Maren estaba de casualidad en nuestra mesa cuando habló Adrien) para que se enfrenten a magos oscuros que manejan maldiciones tan poderosas. ¿No os iría mejor con gente de sexto o septimo? No me malinterpreteis, a todos nos cae bien Adrien y queremos ayudarle pero apenas tenemos 12 años, ni siquiera nos han quitado el Detector aún.

Además si dejamos fuera a otras casas seguramente lo lamentemos en el futuro, Slytherin produce exclusivamente magos oscuros, soy el primero que no se fía pero si los dejamos de lado ahora, ¿no corremos el riesgo de enemistarnos con ellos en el futuro si se enteran de que no contamos con ellos para un asunto tan importante?-

Me paseo un poco por la habitación mientras miro a mis compañeros, ¿estamos preparados para esto? No estoy seguro, pero me mantengo firme para que vean que me mueve el sentido común y no el miedo. 

La discursión parecía subir de tono, incluso los enfrentamientos se embelesaban entre las dos chicas presentes. Cuando en medio del embrollo sin dejarse seducir por el alboroto, Tim se acercó y apuntando con su varita a Adrien pronunció aquel hechizo sin más...

Un momento seco antes de que un brillo hilado corriese desde la varita hasta el cuerpo de Adrien, que poco a poco se extendía de forma suave, por cada una de las marcas que demostraba su piel... y tras un haz pequeño de luz... las lineas parecían adherirse con el mismo brilo a su piel, y luego en cuestión de segundos, como quien borra el lápiz del papel... poco a poco las líneas más finas o más débiles se disipaban, y las más oscuras parecían palidecer un poco más...

El pecho de Adrien pareció descansar por un momento... exhalando con alivio, mientras miraba incrédulo a Tim, y titubeaba mirando las lineas que ya no estaban en su piel.- Gra... gracias, de verdad...

La mano de Adrien agarró el brazo de Tim, y lo apretó con una sonrisa sincera, con aquel brillo que vivía siempre en vuestro recuerdo. Parecía descansado... a pesar de que la delgadez, y algunas marcas aún no se eliminaban, liberar el peso de algunas lo hacía volver a respirar.

Vissel miraba con los brazos cruzados como reprochaban aquel desplante a Slytherin, cuando un pequeño de mofletes pícaros se acerca sin previo aviso a Adrien, y manifiesta un hechizo que parece renovar o sanar algunos de los daños que presentaba el chico maldito. La mirada de Vissel se acercó a Tim y asintió mientras decía.- Tenían razón cuando decían que no sois niños de talla normal..

Se dio la vuelta y fue hasta Maren y dijo luego posando su mirada en los demás.- Sé que la unión nos hace fuertes ante los demás... pero yo por mucho que os parezca, no mando en ningún sitio... soy solo el tablón que os transmite una orden superior... y un alfil que os enseñará a andar...

Y hablando de ajedrez... - Se giró hacía Marcus y dijo.- Ellos creen demasiado en vosotros, piensan que en esta partida los peones serán un día reinas... y la mesa del juego será fácil al llegar... pero antes de eso, no sé porqué no han querido que Slytherin y Griffindor se mezclen... al menos aún. Parece que hay ciertos temas que inquietan a los de la Órden...

Sé que entre los profesores hay alguien de la misma, pero por mucho que intento investigar, no sé quien puede llegar a ser...

Todo debería ser más fácil... pero eso no es cosa mía...

Tim alivia temporalmente el sufrimiento de Adrien y mis ojos brillan por el asombro de aquel hechizo. En parte contenta de que el Ravenclaw no padecerá tanto la maldición y curiosa ya que moría de ganas por aprenderlo. Sin embargo, las palabras de Marcus continuaban rondando en mi cabeza, no me gustó su forma de pensar acerca de los Slytherin ya que mis padres pertenecieron a esa casa, al igual que mis abuelos y tatarabuelos. Sentía que menospreciaba a mi familia en parte, lo conocía desde muy pequeña y no podía creer que fuera capaz de manifestar un pensamiento tan discriminatorio. 

Y con esa espina en mi corazón, escucho atentamente las palabras de Vissel. Esta vez no dije nada, no tenía ganas de hablar porque sería iniciar otra guerra como la anterior. Más dividida en estas circunstancias no podía estar, de por si, mis Padres odiaban que no fuera una Slytherin y ahora estas personas intentan reclutarnos con el fin de acentuar las diferencias entre esas casas, por lo tanto hundiéndome aún más en todo aquello hasta el ahogo. 

Claro está que deseaba participar y ayudar a Adrien, eso era una decisión tomada. Sólo que no compartía lo otro, por eso elegí el silencio como compañía, evitando la mirada a Marcus ya que estaba molesta con él. 

Al acabar de conjurar el hechizo Tim sonrió satisfecho. Había conseguido mantener la concentración a pesar de las discusiones que había a su alrededor y, lo más importante, había aliviado el dolor de Adrian. Su abuelo estaría orgulloso. Aceptó el agradecimiento de su compañero con un asentimiento y decidió volver a esconderse entre sus compañeros de Hufflepuff. Sin embargo, cuando Vissel se le acerco no pudo evitar sonrojarse.

Escuchó con atención, deseando no tener que intervenir, pero una pregunta reconcomía su cabeza. Si hubieran sido otras circunstancias quizá no la hubiera hecho, temía quedar en evidencia, pero en esos momentos parecía una información importante y, si se le escapaba, no podría estar tranquilo con la duda.

- ¿Qué or-orden? - preguntó a la prefecta.

Vissel iba a contestas a Tim, cuando de repente se puso nerviosa... Cogió a Maren y la lanzó contra Adrien al fondo del Baño, donde estaban los lavabos en la zona central...

Luego desplegó ambas manos, y un tintineo fue cayendo desde el techo hasta el suelo, y mientras lo hacía la esencia de Maren y Adrien se dejaba de ver al fondo... pero el resto seguía siendo visible... todo igual.

Rápidamente se giró y con cara de angustia tragó saliva para luego poner las manos en sus caderas, y alzar una mano al frente y gritar.- La orden de que todos vuelvan a sus Salas si no quieren que avise a un superior... ¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡¿¿¿A qué esperan???!!!

Tengan presente que mañanas los responsables de cada casa sabrán de esto... Vamos... - Y con la cabeza elevada y sin mirar atrás fue hacía la puerta del Baño, como dispuesta a salir.

Maren es lanzada por Vissel junto a Adrien al final del Baño, y en el transcurso de la caída un destello de luz azul se interpone entre ellos y los demás....

Al tiempo la voz desde fuera se hace cada vez más opaca, y hasta que no escuchan nada más que el goteo de un grifo a su lado y nada más.

La puerta se abre y segundo más tarde, todos están fuera... dejando a solas en medio de aquella zona encanta a los dos...

Estaba aguardando silencio mientras esperaba que los demás digan algo al respecto ya que al parecer estaban inundados por la situación del momento,  al igual que yo.

Y mientras permanecía allí, pensando en mi familia, siendo ellos muy cerrados en su forma de ser conmigo,  lograba que la idea de alejar a los Slytherin abriera esa herida que existía en mi.

Siempre existió la diferencia de casas pero no quería ser partícipe de algo similar. Sería ir contra mi familia y ya demasiado lo estaba desde que el sombrero me puso en Gryffindor.

Claro que al estar perdida entre tanta nebulosa existencial, no me di cuenta del movimiento por parte de Vissel, siendo lanzada encima de Adrien para quedar junto a él en uno de los baños.

Lo que por defecto, tras el impulso, quedé en sus brazos aferrada para no caer, encerrandolo entre mi cuerpo y la pared. Una cercanía que jamás imaginé tener con Adrien, algo que me ruborizó igual que un tomate.

Quizás fueron segundos los que tardé  en hasta reaccionar, eso si, no pude evitar perderme en su mirada y rememorar el motivo por el cual siempre quería estar a su lado,  de forma incondicional.

Solo que la realidad vuelve a mi, soltándome abrazada a un halo de vergüenza y timidez. -Lo siento… Vaya forma de juntarnos para hablar. -intento quitarle el hierro al asunto y en parte sacar de mi mente aquellos pensamientos que ahora mismo volaban como mariposas.

Ahora ya un poco más separada, sujeto su mano y reflejando un halo de preocupación que allí fuera no tenía continuo. -¿Estás bien?¿ Te hice daño? -pregunto de inmediato mientras mantengo centrada la mirada en la suya.

-Yo…  hace rato que quiero hablar contigo a solas… luego del incidente del año pasado… anhelaba esto. Tener la posibilidad de decirte todo lo que pienso y siento…  solo a tí. - agrego ahora bajando la mirada, podría ser impulsiva pero ciertos temas lograban un balbuceo en mi incontrolable.

-Yo tmb estoy maldita…  según mi abuela… Bueno…  mi madre opina igual… no eres el único, solo que no lo padezco como tu,  no duele pero si vuelvo a hacer algo con ello. Las represalias serán severas. Al margen de ello quiero decirte que estoy para tí, como siempre y haré lo que sea para que no sufras más. Me importas Adrien. - termino por decir ya con mis mejillas ardiendo, aunque reflejaba sinceridad en mis palabras. 

Sin previo aviso, soy lanzado contra la pared por el impulso de Maren. Mis ojos se abren con fuerza al impacto contra la pared... estaba demasiado débil, y la respiración se corta por un momento, y es entonces que descubro que ella me mira y no me importa no respirar.

Ella se escusa, mientras mis labios dibuja una línea parecida a una sonrisa que olvida el dolor de mi cuerpo, y sonríe como mi corazón y le digo.- El que hizo daño fui yo...

Miró y busco la copa, pero esta está desparramada por el suelo con su contenido y mientras Maren empezó a hablar. La miraba callado bajo la luz que entraba por la ventana y mis ojos se abrieron cuando habló de otra maldición. La pregunta fue rápida y sincera, tenía miedo y no la pude obviar.- ¿Te mueres...?.- El miedo se pasó a mis manos que la aferré por los brazos mientras mis ojos buscaban la respuesta deseando un no...

El cruce de miradas resultó ser especial, algo que  escapaba a mi entendimiento pero me hacía sentir bien. Era lo que siempre me generaba el estar cerca de Adrien y lo que me impulsaba a compartir tanto tiempo a su lado el año pasado. 

- Ya está eso. - respondo escueta acerca del daño que hizo,  en mi sin dudas fue un golpe fuerte pero es lo que tiene querer a alguien tanto,  puedes perdonarle todo. Salvo que aún desde mi corta edad,  no sabía discernir aquellos sentimientos de una forma más madura. 

Extraña sensación que me supera... 

Y si antes me había inquietado su mirada,  ni imaginar cuando me sujeto de mis brazos preguntando con una desesperación que movilizó mi corazón. 

- No me mata a mi. Hablo parsel desde muy pequeña y tu sabes perfectamente lo que hacen los magos que poseen ese don. Estoy maldita lo sé, igual he pagado por ello. - respondo reflejando un halo de oscuridad entremezclado con la inocencia y lealtad que siempre manifesté. 

Solo que al girar, le pido a Adrien que desabroche mi vestido en la espalda y pueda ver unas finas líneas transparentes. Eran cicatrices de golpes con vara sobre mi espalda,  algo que mi abuela materna impartió como castigo al enterarse cuando hablaba con Milo la serpiente de mi padre.