Partida Rol por web

La petición de Artemis me pilló completamente por sorpresa. Había olvidado lo del baile. Es cierto que mamá me ayudó a comprar algún vestido de gala, pero muy a disgusto mío porque no era mi estilo arreglarme tan formal.. Y sospecho que mi mente lo borró tras meterlo en el baúl del equipaje de Howgarts. Ahora la realidad del baile se me hacía presente de nuevo, y un leve rubor cubrió mis mejillas.

Troy se adelantó a mi respuesta, dejándome aún más confusa momentáneamente, y con un poco de miedo de hacer daño a alguien.

-Estooo.. No recordaba que había baile, Artemis. Pero.. sí, bailaré contigo alguna vez, supongo.. Troy.. Ya hablaremos -le dije en voz alta, mirando a mi compañero Gryffindor. A veces me sorprendía con arranques así, y otras me desconcertaba con sus galanteos a otras chicas.. Era un poco difícil seguirle la pista. Le contesté a sus susurros -.. Me encantará saludar a Pynn.. contigo.

Curso nuevo, aventura nueva.

El verano había sido bastante ajetreado. Había viajado con mi familia por Asia: China, Taiwán, Corea del sur y Japón. A mis padres no les había hecho mucha gracia lo sucedido el año pasado en Hogwarts y no podía culparles, aunque siempre me escudaba en que, al menos, parecía tener suerte. Sin embargo, con la llegada de la lechuza a nuestra residencia en Japón, mi madre pudo convencer a mi padre de la importancia de estudiar la magia correctamente. Me alegré mucho por ello, ya que era el único lugar donde podría conocer a gente durante más de un mes seguido. Con algo de suerte, hasta podría hacer amigos. Volví entonces con mi madre al callejón Diagón para comprar todo lo necesario y, usando los polvos flu cuando llegó la hora, aparecí de vuelta en el colegio.

-Buenas a todos -saludé en general. Fuí acercándome al grupo de ravenclaw, aunque por el camino escuché a Anne hablar con Tim. Me acerqué a él y le puse una mano en el hombro- Vaya, parece que has perdido algo de timidez. Buen trabajo -le dije en voz baja. Alcé la mano a modo de despedida mientras le daba la espalda y avanzaba hasta los de mi grupo, que parecían estar acompañados por serpientes y leones- ¿Debería traer las palomitas? -comento mientras les doy unas palmadas amistosas en la espalda a Kerry y Marcus. Pude ver por el rabillo del ojo a otros "cazafantasmas" del año pasado, junto a un león al que no conocía. 

Una vez que ya estábamos casi todos en el vestíbulo comenzaron a hablar sobre diversos temas, pero el tema estrella era sin duda el baile, yo no sabía bailar, a mis padres no les pareció importante que aprendiera tal cosa y a mí como que tan poco. Eso si, si había que mover el esqueleto yo me quedaría mirando como lo hacían mis compañeros. 

Entonces llego uno de mis mejores amigos, Austin, se le veía contento de volver, eso estaba bien después de todo por lo que paso. Después de saludarnos me dirigí hacía las escaleras donde estaba el hermano mayor de Adrien y de camino estaba Artemis. Le puse la mano en el hombro y le dije. No mal gastes palabras con él, le encanta intentar sacarnos de nuestras casillas, pero ya conoces el refrán perro mordedor.... Seguí mis pasos no sin antes hacerle un comentario a Nathan ¿Qué? ¿Haciendo nuevos amigos?.

Al llegar a las escaleras me senté junto a Robert, y con cierta camaradería de los Raven le pregunte a cerca de su Hermano ¿Y Adrien? ¿Porqué no ha venido aún?.

Vaya... había aceptado la oferta del nuevo. Aunque intentó disimular su decepción con una sonrisa, ésta salió quizás algo más forzada que otras veces. Aquel varapalo era nuevo. Troy era buen actor y con mucho carisma - por eso se había librado de más de un castigo- pero que Marty decidiera irse con Artemis... bueno, era una sensación de desazón nueva para él. Se rascó la nuca, algo incómodo por la situación:

- Vale...- le contestó a Marty.- Cuando quieras, ahí estaré.- dijo sin saber muy bien qué decir- ¡Añadiendo azúcar a la bebida!

Jo. Más solo que la una. 

Aunque no le guardaba rencor a Artemis - para Troy esa palabra no formaba parte de él a decir verdad- la verdad es que estaba algo suspicaz con él, por eso no ayudó a presentarle a los demás. Ya se estaba presentando él solo y la verdad es que no estaba empezando con muy buen pie; sobretodo con los Slytherin. 

Saludó a Austin, el recién llegado. ¡El más hablador de todos! Aún recordaba todos sus discursos en plena investigación. La verdad es que era de admirar. Después miró a Violet y Lavinia. ¡Fijo que se reirían de él!

- Ni una palabra al respecto.- les amenazó. Pero más que fuerte sonó a súplica. Troy no era de los que amedrentaban a nadie y le encantaba llevarse bien con todos. Por eso, aconsejó a Nathan que no entrara al trapo con su nuevo compañero de cuarto ni con Kerry.- Va, chicos. ¡Es el primer día! ¡Divirtámonos y ya está!

Mirando a Troy, supo que aceptar el baile con Artemis le había dañado.. Eso también era nuevo. ¿Era posible que Troy realmente sintiese algo por mí? 

No quería pensarlo ahora, que estábamos aún reencontrándonos con los amigos que iban llegando.. Ya habría tiempo al acceder al colegio.

-Troy.. Es solo un baile con él, ¿vale? Ya hablaremos -le repetí, sonrojada. El intentar ser amable con todo el mundo a veces no era fácil.

-¡Bienvenido también, Austin!

Sí ya lo note. Soy Artemis por cierto. Un gusto conocerte.  - digo tendiéndole la mano a Kerry con una sonrisa.

Y allí estaba en medio de un remolino de ironías y veneno de serpiente, rodeada con los Slytherin me daban muchas ganas de ponerme la túnica de mi casa para arremeter contra ellos, pero al fin de cuentas uno era mi amigo y el otro mi novio. Por esa razón, suspiro y dejo pasar cada uno de los comentarios mordiéndome la lengua, dado que soy muy impulsiva y no controlo lo que puedo decir. 

Hasta que Nathan me dio pie, justo lo que esperaba. - ¡Ja! "Tú y Maren, Lavinia y yo"... que romántico, no te dije... Vas a terminar gustando de ella. Organiza mi querida amiga y recuérdame llevar grajeas al cine o compramos palomitas allí. - suelto entre risas a modo de burlas, haciendo un gesto de vómito a Lavinia para que sonría un poco. Sabía que con él podía meterme ya que tenía cierta licencia, sólo que no podía excederme. 

Luego de soltar apenas un rugido, observo a Troy invitando a Marty porque Artemis se le adelantó. No pude evitar reírme y tener que tapar mi rostro con el hombro de Ladien, ya que estaba a mi lado. Esto era demasiado para mi, no sólo eso, luego Marcus también desesperado invitando a Lavinia. ¿Qué les sucede a los chicos? - me preguntaba sin poder contener la risa que nacía desde lo más profundo de mi ser. 

-Veo que has sembrado el caos, Ladien... - susurro al alejar mi rostro de su brazo mientras le indico con la mirada, la pequeña escena montada entre Troy, Artemis y Marty. Era la primera vez que veía a mi amigo tan preocupado por un baile, si no era nada especial y sólo se trataba de bailar un rato. No me hacía mucho problema mientras pueda divertirme. 

Al margen de los comentarios del león nuevo que me hacían reír, todo parecía haber vuelto a la normalidad. Sin embargo, cuando la chimenea hizo un ruido, mis ojos rápidamente se dirigieron allí con la esperanza de que Adrien apareciera y al ver que se trataba de otro Ravenclaw, bajo la mirada preocupada. No quería mostrar esto que sentía, Marcus era quien estaba al tanto sobre mis pensamientos con respecto a Adrien, incluso me había ayudado en más de una vez a infiltrarme en el despacho de mi padre para encontrar información sobre él, pero no podía hablar de ello con Ladien, se enojaría y pensaría mal de mi. Cuando sólo me preocupaba por mi mejor amigo y no existía otro sentimiento más que ese. 

Y con ese halo de desazón, le dedico una mirada a Marcus indicando la chimenea, tal vez él podía comprender que los minutos transcurrían y no aparecía por aquí. Lo bueno es que el dilema Marty/Troy y Artemis me distrajo lo suficiente, ayudándome a recuperar la alegría reinante mientras Ladien quería ir a cambiarse. 

- No tardes mucho, estaré esperándote. - le digo al Slytherin con una sonrisa, esperando que en algún momento vaya por su ropa de gala, para mi se veía perfecto así pero al parecer quería estar a tono. 

Ahora en puntillas, le paso un brazo a Troy por el hombro y revuelvo su cabello para susurrar. - Ánimo... Aquí estoy y soy tu amiga... Es un simple baile y suelen ser aburridos, además tenemos que colocar las grajeas en el zumo. - comento entre risas, a sabiendas que eso lo alegraría y ya se pondría a planear conmigo alguna trastada para divertirnos. 

Las palabras de Nathan hicieron que una cabeza cabizbaja en las escaleras se alzara como en un estallido, y en su mirada había demasiada rabia como para contenerlo. Violet iba a decir algo como aviso, pero lo repentino de la acción solo le dejó escapar un.- Ohhh.... Dios....

Aquellas palabras fueron cortadas, por la ráfaga en la que, el Bateador de Ravenclaw, se había transformado, para llegar con rapidez junto a Nathan Greengrass, lo agarró por la junta de su camisa y lo alzó sin esfuerzo del suelo, mientras las venas se engurjitaban en su cuello y apretaba los dientes. Robert Hudson bufaba como un toro y se acercó la cara de Nathan hasta casi rozarse para decir enseñando los dientes.- No empieces... lo que no eres capaz de acabar.... pedazo de mierda...

Cualquiera diría que después de aquello hubiera venido un golpe, pero no fue así... la mano de Robert se mantenía temblorosa en el aire, mientras una bruja pelirroja con gesto algo serio se acercaba lentamente y con voz calmada y serena decía a la vez que apoyaba la mano con suavidad sobre la espalda de Robert a la vez que mantenía su varita en la contraria.- No vale la pena Robert...

Era Lindey Vulliamy, la hermana de James, y Cazadora de Hufflepuff, normalmente se le veía luciendo una loca sonrisa, pero ahora su tono y rostro estaban calmados, como el agua de un estanque.

Soltó la varita, el brazo de Robert cayó. Soltó con el otro a Nathan y sin mirar a nadie solo al suelo volvió hacía las escalera y se sentó con furía en el mismo sitio que antes, volvió a trastabillar sus nudillos, mientras esperaba calmarse concentrando la respiración.

Lindey fue hasta Nathan Greengrass e hizo un gesto con la mano como indicando que dejara el tema... la próxima vez no lo pararía.

Se volvió hacía el sitio desde donde había aparecido con los polvos Flu, y recogió su violín. Miró al resto y como cambiando de tema sin más dijo dirigiéndose a los compañeros de su hermano.- ¿James aún no ha llegado...? 

Veo que Nathan se arregla las pintas que lleva y me echo a reír...seguro que su madre ha estado encima de él todo el día para que se vistiera como un pringado - No por favor... - respondo ante el comentario de Nathan sobre el "cine" - Puedes hacerlo mejor Nathan, no te conformes con tan poco - ¿Nathan y Lavinia? Dios...me pego un tiro si algún día llegase a ver a esos dos juntos, son taaan diferentes...

Escucho la manera en la que el nuevo le habla al Slytherin y no me hace ni pizca de gracia, ¿quién se cree que es el capullo este para venir hablando así a gente como Nathan? Se llevará más de una sorpresa como siga con esas actitudes...pero en fin, Nathan sabrá arreglárselas solito así que decido hacer caso omiso y seguir a lo mío. Por otro lado, estaba Lavinia con su comentario del día. Se cree que alguien como ella puede ir diciéndome a mí cómo me debo de aparecer en el castillo...- Tranquila "Lavi" - la llamo algo despreciativo con lo que otros utilizan para ser cariñosos - Tengo el traje en la habitación. No soy un muerto de hambre, así que puedo permitirme tener más de dos prendas de ropa, quizá otros no...- le digo haciendo alusión a nuestra diferencia de estatus - Además, ya veo que a ti no te importa tu apariencia - le suelto mirándola de arriba a abajo con algo de asco - Pero a mí me gustaría estar perfecto en una ocasión como esta, ya que es algo que no hacen todos los años - acabo guiñándole un ojo. Probablemente Maren me mate después por todo esto, pero no puedo evitarlo...

Todo el mundo se había vuelto loco con lo del baile - ¡¡¿Parejas?!! ¡NO POR FAVOR! - Solo lo preguntaba por estar seguro, si ni siquiera tengo la más remota idea de cómo bailar, voy a quedar como un patán con Maren cuando vea que se me da fatal. Además, que vergüenza - ¿bailar agarrados? Ughhh...que asco - pienso, encima delante de todo el colegio. Me puedo morir como haya que hacerlo, pero bueno, en todo caso no habría más que resignarse...

- Ya - digo soltando una débil risa - no sé para que abro mi enorme bocaza - le admito a Maren - Yo solo preguntaba...- Todos están como locos buscando a alguien con quien bailar, yo supongo que si hay que tener pareja, Maren querrá ir conmigo imagino - Mira a Troy que gracioso jajaja - le suelto a Maren - _{^{por cierto, si habría que llevar pareja, tú irías conmigo, ¿verdad?}} - le susurro a Maren algo preocupado. No me gustaría tener que bailar, pero tampoco quiero ser el pringado que aparezca solísimo en el salón - Oye Troy, tranquilo - intento animar al Gryffindor - No estaremos bailando toda la noche, así que tampoco te quedarás solo - La verdad es que no tenía relación con Knight, pero me había dado incuso lástima ver como Marty prefería al nuevo antes que a él y en el fondo me cae bien y todo el chaval - Podemos bailar en corro todos juntos. Haré el esfuerzo de aguantarme las náuseas con tanto Gryf...- añadí, estaba siendo demasiado majo y no me gustaba...pero cuando me di cuenta de lo que iba a decir y de quién tenía a mi lado, paré antes de terminar por si luego tendría demasiadas represalias. 

- En fin, sí, vamos - le respondo a Marcus con una sonrisa - Que ya casi estamos todos, esto estará a punto de empezar - digo avanzando en dirección a mi sala común esperando a que Marcus me siguiera.

Una vez había avanzado un poco me volví a dirigir a Marcus - ¿Vamos cada uno a su sala común o nos acompañamos? - le pregunto a al Raven dando la vista atrás. Entonces observé a mis compañeros detrás de Marcus y cómo seguía llegando gente, además de recordar la escena que el hermano de Adrien acababa de montarle a Nathan...- es verdad, Adrien... - pienso - Oye Marcus, ¿y Adrien? - le pregunto al chaval, quizá el supiera algo más - Mira cómo se ha puesto su hermano cuando Nathan habló de él. ¿Si él ya llegó por qué no está aquí Adrien? - No podía evitar fijarme en cómo Maren miraba ansiosa las chimeneas cada vez que se escuchaba el ruido de una nueva llegada, seguro que está esperando desesperada la llegada de su grandísimo amigo Adrien...No entiendo por qué tantas ganas si ya me tiene a mí aquí...

Artemis de nuevo arremetió contra mí, esta vez intentando ser "gracioso". La verdad es que estaba demostrando valentía, tenía que hacerse un hueco en el grupo y dejarse intimidar parecía que no estaba en sus planes. Sin duda es algo respetable... Por alguien que respete las cosas, claro, pero yo no soy ese alguien. Me disponía a contestarle, aún después de que Troy dejase claro que no le hacía mucha gracia y que Kerry se metiese conmigo, pero para cuando iba a abrir la boca tenía a uno de los mayores encima. Era... ¿el hermano de Adrien?... Sí, era él. Parecía que mi comentario no le había hecho ninguna gracia. ¡Pero si ni siquiera lo había terminado! Para una vez que intento mostrar respeto y me intentan pegar igual, si es que ser bueno no sirve de nada. Por suerte la hermana de James apareció para frenarlo. -¿Dónde está el capullo de mi hermano? -No pude evitar pensar, pues la verdad es que que tuviera que venir a sacarme de aquello la hermana de Vulliamy no me hacía ninguna gracia. 

Cuando el hermano de Adrien me soltó y se fue, me mordí la lengua para no hacer otro comentario, pues sabía que la hermana de James tenía razón, no saldría nada bueno de aquello, y tampoco soy tonto. Eso sí, no pude evitar contestarle a ella, mi enfado tenía que salir por algún lado.

-No, el rarito aún no llegó. Seguramente si estuviese aquí no hubiese tenido que meterme con el nuevo y nada de esto hubiese pasado. Tanto reloj para llegar tarde... -Dije con un tono despreciativo, mientras me arreglaba la camisa. Sabía que no iba a salir de aquella sin alguna represalia por parte de ella, así que reflexionando mejor añadí. -Tiene suerte de tener una hermana tan guapa... ¿verdad? -Me rasqué la nuca con una sonrisa de disculpa mientras la miraba rezando porque no explotase.

Si ya estaba conteniendo mis impulsos para no saltar a la yugular con Nathan, alguien que mereció su premio por meterse con Adrien y lamentaba no haberle dado yo una buena patada también por decir aquello, pero debía comportarme y no meterme con quien he prometido no hacerlo. - Merlín... ¿Por qué me lo haces tan difícil? -  me pregunto aumentando el nivel de irritabilidad por los comentarios cargados de sarcasmos. 

Sólo que para completarla, justo cuando estaba bromeando con Troy, es Ladien quién destila su veneno contra mi amiga. Podía soportar un poco, pero aquello era demasiado, le había dedicado una mirada de desaprobación antes y la seguía. -Ladien voy a matarte. - pensaba mientras apretaba mis dientes para no hacerle un escándalo delante de todos. 

- Deberías cerrar tu bocaza si quieres que te hable.- suelto visiblemente ofendida, no tenía la fuerza de Robert pero si las agallas. Encima me propone que sea su pareja, después de soltar la puya. -Arggggghh ¡Ladien! ¡Qué te mato! - continuo rugiendo entre dientes, sabía que esas cosas me fastidiaban y no hacía siquiera una hora que estábamos en Hogwarts, que ya se ponía a soltar ironías a mi amiga. 

Ya cabreada, suelto a Troy y me voy a la escalera e intento controlar mis impulsos. - _{Si tanto vómito te genera estar con los Gryffindor... no sé que haces de novio con una de esa casa...-} digo por lo bajo, no podía con mi enojo. 

El alboroto parecía haberse calmado con la pronta intervención de Lindsey, que en vez de quedarse a escuchar a Nathan cuando este empezó a soltar amarres por la boca, hizo un mohín con una de sus manos y se alejó dejándolo estar.

Un conjunto de pasos se escuchaban en lo alto de las escaleras, y tras unos minutos llegaron alineados, los cuatro nuevos Prefectos recién nombrados, luciendo sus galas para la fiesta, y aquel blasón de sus casas oculto por una "P".

El primero, Aaron Patchner, de Griffindor, lucía ropa sencilla pero elegante, un discreto pantalón mate y una camisa roja que traslucía bajo la capa negra de Hogwarts con ribete rojo. A su lado, con andares descuidados y rascando su nuca por estar agobiado ya por los pocos minutos de cargo y responsabilidades iba Marc Evans, un moreno con camisa sin planchar y pantalones vaqueros y encima la túnica Hogwarts con ribete amarillo.

La siguiente era Vissel LeGrand, una delicada belleza repleta de sabiduría que demostraba en la arrogancia de su mirar. Que llevaba un clásico vestido negro ceñido a medio muslo y escote con cuello de camisa, con zapatos elegantes de tacón que se fundían con la negra túnica luciendo solo los ribetes en color azul de Ravenclaw. Y para terminar, el hermano de Nathan, Samuel Greengrass, con el pelo ensortijado y natural, con una camisa blanca abotonada en verde, y un pantalón gris, dando algo más de color con la túnica negra con el ribete en verde.

Bajaron la escalinata, y se separaron para ver si estaban todos allí. Se miraron tras hacer el conteo y dijo Vissel.- Buenas a noches a todos, pónganse detrás del Prefecto de su Casa... Los Gryffindors con Aaron, los Hufflepuff con Marc, los Slytherin con Samuel y los Ravenclaws conmigo... En cuanto llegué James Vulliamy, estaremos listos para ir al gran salón donde acaba de realizarse la selección de los alumnos de primero, y esperan conocer a sus compañeros de casa así como la inauguración del año escolar por parte del profesorado.

La Prefecta terminó su primera orden con una sonrisa y calmada, se le notaba que el puesto le iba bien.

Cada vez iba llegando más gente, y no solo de nuestro curso. Las genialidades de Nathan habían atraído al hermano de Ladien, y este a su vez había traído consigo a Lindey, la hermana de James. Sabía quién era ella, la había visto muy de vez en cuando por la sala común de Hufflepuff, en algún partido de Quidditch o hablando con un avergonzado James. Lo cierto es que la admiraba: era guapa, carismática, jugaba bien al Quidditch, y seguro que también era una gran maga. 

-Aún no ha llegado, Lindsey -contesté- seguro que está al caer. -Le dediqué una amplia sonrisa. Seguramente ella ni sabría cómo me llamo, pero no me costaba nada contestarle, además, era de mi propia casa (o yo de la suya, mejor dicho).

Se estaba formando un remolino de tensiones y mal rollo entre Slytherins y Gryffindors que no me apetecían nada, por lo que decidí pasar de ello y alejarme, si me era posible. Lo primero que hice fue presentarme a Artemis. -¡Encantada, Artemis! Soy Anne -le tendí la mano para estrecharla- y él es Tim. Incluí al tímido Tim a la conversación. Desde el año pasado se le notaba un poquíto más seguro de sí mismo, ya apenas tartamudeaba.

Un rápido vistazo a la habitación me permitió ver que también había llegado Austin, el detective de Ravenclaw y otro de mis compañeros fugaces de enfermería. -Aaaaustiiiin -canturreé acercándome a él para saludarle y, de paso, apartarme de la guerra de casa, casi arrastrando a Tim conmigo. -Vaya un verano habéis tenido -comenté, refiriéndome a Austin y a Kerry. -Os lo cambio para el año que viene. Hacedme caso, los pasteles de mi madre son increíbles.

Justo entonces aparecieron los prefectos, que nos mandan a cada uno a formar filas ordeanados por casa. Vaya, ahora que empezaba a socializar. -Bueno, luego nos vemos -me despedí alzando una mano y dedicando un guiño de ojo a los dos Ravenclaw.

En su cuarto James miraba el reloj, se miró al espejo y alisó los pliegues de su túnica, se peinó el flequillo y se echó algo de colonia... ¡Listo! Sacó los polvos y.... mecachis

El caldero de peltre, los libros, la varita... de nuevo se puso a revisar toda su mochila y la bolsa bandolera que lo llevara todo. Uno por uno, se entretuvo deshaciendo una arruga del libro-vale ahora sí- Sacó los polvos de Flu y escuchó a su hermana hacer un gritito musical antes de marcharse desde el cuarto de al lado.

Volvió a mirarse al espejo y volvió a peinarse. Tanto revisar y los nervios le habían cambiado el pelo de nuevo. Se encogió de hombros, nadie iba a fijarse igualmente que se había cambiado el flequillo de derecha a izquierda. Sacó de nuevo los polvos Flu y se sentó con ellos en el cuarto de su dormitorio. Miró las agujas del reloj de bolsillo quienes parecieron avanzar más despacito, dandole unos segundos de tregua.

Quiso decirse unas palabras a sí mismo, pero no se sintió digno de sus propios ánimos así que se echó los polvos Flu cabizbajo  - CHAKAFLÚS -

James se materializó a espaldas de Anne. La reconoció por su melena y su estatura, aparte de su voz ya que estaba hablando de no se qué pasteles. James se puso tan colorado como el precioso pelo de la Hufflepuff y se escabulló por un lado hasta una columna del lado junto a la que colocarse.

Pero para colmo los prefectos estaban esperándole, y todas las miradas se clavaron sobre él quien deseó poseer un aura de sombra en la que ocultarse, colocarse tras la columna quedaría demasiado ridículo, así que se quedó en una extraña posición dubitativa acerca de si deslizarse tras la columna o quedar a un lado de ésta, mientras su hermana fruncía despacio una sonrisa al verle

Se sintió algo reconfortado por el brazo de Maren y su comentario. Al menos siempre estaría ella para hacerle sentir mejor. Incluso Ladien intentó ayudar y la verdad es que Troy asintió con agradecimiento. Aunque tampoco es que fuera a estar solo. Simplemente quería pasar un rato divertido con su amiga Marty. Pero vamos, que se uniría a Marcus y se lo pasarían genial. De eso no cabía duda.

- Gracias.- Entonces Marty volvió a acercársele. Solo esperaba que no le diera lástima su decisión. Si realmente quería estar con Artemis... pero no quiere. Lo está haciendo por educación. Pensó convencido. Sonrió de nuevo, sin mostrar los dientes, y le tocó de nuevo las trenzas, en señal amistosa- No te preocupes, trencitas. Además, yo no sé bailar.- y se encogió de hombros. 

¡Cachis! Seguro que el nuevo bailaba fenomenal y quedaba como un tonto. Aunque por otro lado... ¿no era de ser muy tonto el pedir bailar de manera tan formal siendo aún niños de doce años? Troy estaba confuso. Era como si la mayoría de sus amigos hubieran crecido mentalmente más que él durante aquel verano*.

Y Nathan volvió a meterse en problemas. Ahora con los mayores jugadores de quidditch. No dudó en acercarse hasta su amigo, en señal conciliadora.

- Tranquilo, tío.-le dijo al jugador de quidditch.- No es para ponerse así. No es como si solo él hubiera insultado u ofendido...

Pero lo que realmente funcionó fue la aparición de la otra chica y Troy, aún al lado de Nathan, se quedó callado viendo cómo los aires se calmaban de nuevo. 

- Vamos, tío.- le dijo a Nathan.- ¡Vente con Marcus, Maren y conmigo a liarla un poco luego! Ya verás como no te arrepientes.- le animó. Qué manía con meterse con Nathan... Después de todo lo que había ayudado el año pasado...

Con el anuncio se fue a colocar detrás de Aaron, el prefecto de Gryffindor. Se aseguró de que tenía las pastillas de nuevo en el bolsillo y les guiñó un ojo cómplice a Marcus y Maren. Mejor entrar cuanto antes porque los ánimos estaban bastante caldeados ahí fuera.

Cuando veo como un estudiante de cursos superiores levanta a Nathan del suelo, no puedo evitar sentir ira. El hecho de que Nathan fuera algo grosero, no justificaba que alguien mucho más fuerte que él lo golpeara si previo aviso.

Eh. Tío ¿Te encuentras bien? - pregunto algo preocupado mientras le tiendo la mano. - No se a qué vino todo eso, pero en verdad deberías tener cuidado con ese bravucón. - digo lanzando una mirada feroz a Robert.

Luego me retiro y tras ssludar Anne y Tim me reunó con el resto de mi casa bsstante furioso con el chico Hudson.

La Prefecta miró con cierto aire de fastidio a James, y luego acomodó una pulsera en su muñeca, mientras mordía sus labios... Seguro que si las puntuaciones hubieran empezado aquel hecho le hubiera sido de gusto para estrenar delante de los demás.

Se giró y miró a Samuel, para luego mirar al frente y sonreir.

El joven Downsend siguió a su compañera por toda la sala, estaba siendo arrastrado inevitablemente, pero no le importaba. Al finalizar el curso anterior se sentía cómodo con sus compañeros de casa, incluso había trabado amistad con Willy. Aunque le seguía poniendo nervioso estar rodeado de tanta gente, no tenía tanto miedo como el año anterior.

Saludo con una sonrisa tímida a Artemis, el nuevo Gryffindor que había llegado este año y estuvo a punto de preguntarle como era que no había venido el año anterior. Sin embargo, las palabras se le quedaron en la garganta cuando casi hubo una pelea. Observó con cuidado todo lo que sucedía y se mantuvo preparado para lo que pudiera ocurrir y por si se necesitaba de su ayuda. Al final todo quedo en nada y suspiró aliviado, esperaba que las cosas no se pusieran tensas ese año, su abuelo no le permitiría volver a Hogwarts si se enteraba de que había problemas y podía ser peligroso.

Cuando los prefectos se presentaron se coloco en la fila, justo detrás de Anne y esperó a que les guiaran.

La mirada de Vissel le fastidió, pero debía de actuar. Aclaró su voz con pequeños tosidos mientras se acercaba a James. Al situarse a su lado, plisó la capa del alumno de segundo como acomodándola y dijo con una sonrisa.- No quisiera que Slytherin destaque por ser irrespetuosa e impuntual... tenlo en cuenta Vulliamy.

Ajustó la capa a los hombros del muchacho y dijo como terminando de acicalarlo.- Perfecto... Ahora sí... vamos... el Comedor y el resto nos esperan...