Partida Rol por web

Acababa de meterse dos muslos de pollo en la boca cuando Adrien apareció y desde luego no con el mejor de los aspectos. Troy dejó de masticar, con la mirada fija en él y sin percatarse de que en algún momento tendría que tragar toda la comida que se acababa de meter en la boca, llevado por el ansia de ganar a Maren en la que era una de sus competiciones favoritas.

Al parecer no era el único que se había fijado en la cara de Adrien. De hecho... todo el mundo le estaba mirando. 

- Nfo-fé...- comentó- ¿Ferá pof lo delf abo pafafo?

Si era por eso desde luego que se habían pasado muchísimo. Había quedado claro que los que habían actuado de aquella manera tan deshonrosa lo habían hecho influidos por algún tipo de magia. También le habría gustado acercarse, pero demasiada gente le podría agobiar.

- ¿Me contfais luego? Nfo quiero agofiafle. Además... crfeo que defería ver si me thago efto...- empezaba a juntársele con la saliva y fijo que había algún hueso que tenía que escupir.- Pefo eh, he gafafo. Me deféis un premio.

Pobre... estoy convencido de que no tuvo la culpa. ¿Cómo se puede ser tan desalmado y hacerle eso?

Pensaba según volvía a masticar, aún con la mirada algo disimulada en Adrien. Se percató entonces de que Artemis, el nuevo, se había ido a un rincón. Estaba algo solo... ¿Debería acercarse para hablar con él? Estar solo era un rollazo y personalmente Troy pensaba que tener amigos era muy importante tanto en Hogwarts como fuera. Pero no quería levantarse de ahí... así que le hizo una señal y le dijo:

- ¡Eh! Artemis...¿vienes?

La competencia de comida se tornaba muy difícil, Troy era un troll en toda su esencia y a pesar de comer como una verdadera leona, todo lo que estaba haciendo, hablando o pensando se detuvo cuando apareció Adrien. 

Podían empujarme, gritar o tal vez dedicarme una mirada especial, pero estaba ajena de todo, menos de él. Incluso mi corazón latía con fuerza desgarrandose interiormente, al seguirlo con la mirada. Su apariencia y aquella mirada que una vez brilló, ahora estaba apagada, vacía.

¿Qué te pasó Adrien? - me pregunté mordiéndome el labio con fuerza hasta que una gota de un rojo carmesí, surgió de ellos. No sentía dolor,  no sentía absolutamente nada. 

Dejé el plato, apreté mis puños y tras dedicarle una mirada a Ladien diciendo: "Luego hablamos y te explico". Me incorporo no sin antes decirle algo a mis amigos. -Necesito hacerlo... Ya regreso. - Marty y Troy me conocían, incluso Marcus ya sabría lo que estaba por hacer. No podía postergar el tiempo, si lo estaba esperando y allí se encontraba de nuevo en Hogwarts.

Ya de pie, di un largo suspiro y corrí delante de todo el comedor hacia donde se encontraba el Ravenclaw. Una vez allí, frene bruscamente agitada por los nervios y el trabajo físico. Lo miraba con los ojos llorosos,  en una mezcla clara de alegría y tristeza porque estaba allí pero a su vez, se veía fatal. 

No lo pensé y allí mismo me acerqué para abrazarlo, al sentarme a su lado (pasando por alto a su primo y a todo aquel que estuviera a su lado). Se notaba su delgadez, no me importaba. 

- Volviste... Hola. - apenas alcancé a decir en su oído. Poco a poco lo fui soltando y bajé la mirada observando que aquella gota roja caía en mi vestido blanco,  tenía un poco de vergüenza por el show que hice, aunque bueno, así era yo. 

Claro. - respondo con calma mientras cierro mi libro y me acerco al grupo.

Al parecer las cosas estaban por ponerse interesantes. 

Tengo algunas Ranas de chocolate si os apetece, logré colarlas en este bolsillo. - digo mientras meto la mano en el bolsillo izquierdo de la túnica.

- Sí, supongo que ya vendrá...- dije con un tono algo dejado denotando que no me importaba mucho realmente - Bueno, sí que será mejor que nos separemos. Nos vemos aquí enseguida - le solté a Marcus sonriente antes de salir corriendo hacia la Sala de Slytherin para ponerme mi traje.

Al llegar de las mazmorras ya con el traje puesto, los prefectos de las 4 casas nos separan en filas - Justo a tiempo... - pensé mientras me colocaba junto con los Slytherin.

Una vez colocado junto a mi casa, busco a Maren. Parecía enfada cuando me fui, así que busco su mirada y le sonrío cuando la veo. Cuando los prefectos alzaron sus varitas me quedé embobado mirando los colores que se habían formado - ¡Qué guay! - entonces empezamos a subir las escaleras y las puertas del Gran Comedor se abren ante nosotros. Yo busco de nuevo la mirada de Maren y le hago un gesto de broma con la cara justo antes de entrar a donde nos esperaban todos los alumnos de primero.

Cada grupo de alumnos se sentó en la mesa de su correspondiente casa para escuchar un largo discurso de la directora - Que pesados con todo eso...ni que hubiese sido para tanto... - Cuando la directora terminó de hablar, un montón de comida empezó a aparecer en la mesa - Esto me va interesando más - dije en alto entre risas. Por lo visto no hay baile, por lo menos por ahora, ¡toma! No tendré que hacer el panoli delante de todo Hogwarts bailando como un pato mareado.

Cuando levanté la vista de todos aquellos platos, vi que Maren estaba mirando perdida hacia donde yo estaba, así que no pude evitar soltar una leve carcajada y sonreírle al final. Estaba pasando un buen rato con todo aquello - Lavinia, ten cuidado no te manches el vestido - bromeo riéndome más que nunca, hasta que empiezo a ver movimiento de algunos profesores en la puerta y veo quien está, que me cambia la cara totalmente.

- ¿Qué hace este aquí ahora? Ya tiene que estar haciendo su entradita triunfal para dárselas de imporante...Que asco me da este chaval, siempre yendo de guay - digo para mis adentros con retintín - Ahora todos a alabar al gran Adrien...¡siii! - pienso a la vez que pongo cara de asco - _{^{¿Qué le habrá pasado en la cara? Está más feo que de costumbre}} - se me escapa en un tono muy bajo acompañado de una pequeña risa - Seguro que ahora todo el mundo va a ir detrás de él para ver lo que le ha pasado, puaj.

Entonces vuelvo a la mirada a Maren de nuevo y veo que sus ojos están clavados en el Raven que acababa de llegar, cuando de repente, me mira y se levanta corriendo de su asiento para ir hasta él. Me quedo boquiabierto mientras veo cómo se acerca a Adrien para abrazarle y hablar con él - Vaya prisas... - pensé - y qué entusiasmo. Indignado pasé del tema y agarré un trozo de pastel que tenía cerca para seguir comiendo, me importaba un bledo lo que le pasara a ese chaval.

Estando con mis amigas Slytherin no podía parar de darle vueltas a lo que acababa de pasar. Tan sumida y cabreada estaba en mis pensamientos y rencores que no me percaté de la presencia de James sentado unos asientos más allá. Su hermana lo había estado buscando y con razón, llegó muy tarde a pesar ser un obseso del tiempo. Lo busqué con la mirada y alcé la mano para saludarlo. No sé si me vio a través de su tupido flequillo pero por si acaso para que luego no pensara que lo habia ignorado. James no era mi mejor amigo pero siempre me iba bien estudiar con él y hablar de temas relacionados con las clases. Se podría decir que era una amistad por conveniencia pero el chico no me caía mal. Recordaba lo bien que se portó una vez defendiéndome en la sala común.

Entonces Violet me dio un codazo y me dijo: -Mira quien viene por ahí. Me giré y no pude dar crédito. ¿Adrien?. El ex- mortífago venía como de la guerra. ¿Qué le había pasado?. Todavía guardaba un rencor terrible por haberse reído de todos nosotros, especialmente de mi diciéndome que protegiera a Maren, haciéndome creer que estaba de nuestra parte. No me alegraba de verlo así pero no lo lamentaba. Más sufrí yo petrificada en la enfermería sin poder abrir los ojos ni moverme, estando todo oscuro atrapada como dentro de un ataúd. Tu vigilaste para que Aslan me hiciera eso, te mereces todo lo malo que te pase. Pensaba apretando con fuerza los cubiertos que tenía en la mano.

Pero si mi rabia ya era evidente por volverlo a ver y recordar cosas que prefería tener enterradas, no fue nada comparable a lo que sentí cuando vi que Maren se acercaba a la mesa de Ravenclaw para saludarlo con un abrazo. No lo pude soportar y dejé caer los cubiertos al suelo con ira. Violet y Amelia me miraron confusas y sorprendidas. Era indignante. Yo estaba dispuesta a dar la vida por ella y así me lo pagaba? abrazando al traidor de Adrien?.

Tim permaneció en silencio después de acabar su exigua comida. Pensaba en el baile, pero parecía que no llegaba y no sabía si debía alegrarse o preocuparse de que un hecho como ese no sucediera. Sujetó un zumo de naranja y empezó a tomarlo sin mucho interés cuando, en ese instante, apareció Adrien bastante magullado.

A pesar del rencor que todavía tenía en su interior se sintió fatal al verlo así. "¿No es suficiente el mal que ya se causo el año pasado?" meditó mientras daba vueltas al zumo. Empezaba a temer que las cosas se pusieran feas y las peleas con los que habían sido mortifagos fueran continuas. Si estaba en su mano, no permitiría que esto siguiera ocurriendo. Ya habían sufrido bastante el año pasado. Ya habían perdido a bastante gente por el camino.

Maren pudo sentir en su oído como la respiración de Adrien se coartaba en aquel abrazo, en una exhalación de dolor controlada, mientras permanecía si moverse.

Una sensación que dejo de notar al soltarlo.

Adrien permaneció quieto ante el abrazo de Maren y al soltarlo, la miro en media sonrisa y dijo como si fuera un día después de todo... como si el verano no hubiera pasado, pasando su dedo por sus labios entornando al mirada.- ¿Estás sangrando...?

Se dio la vuelta y cogió una servilleta y se la acercó.- Toma o te mancharás aún más... - Iba a empezar a hablar, pero una sombra salió de su lado, una figura que vigilaba entre los dos.

El Señor Collins estaba un segundo antes en la mesa de profesores, y en un pestañeo estaba junto a Maren y Adrien. Parado, serio como visualizando cada ápice de la situación.

Después de unos segundos de silencio incomodo el profesor carraspeó y dijo.- Debería tener más cuidado con sus emociones Señorita Knights, sé que es incontrolable, pero al menos no salte las alarmas dejando la sangre caer... 

El profesor traía una copa en sus manos, la miró de medio lado y dijo.- Tome Señor Hudson, no me gusta el jugo de mantequilla y hierbabuena... seguro que le sentará bien. Por cierto, sus cosas se han llevado a la Sala de Meditación. Será mejor para todos que tras lo sucedido, se tome un tiempo de meditación y consuelo por las noches. Así no molestará a nadie y todo ira mucho mejor.

Su voz era seca, fría hasta déspota. Luego miro con una sonrisa a Maren y andó despacio sin más hacía su asiento de profesor.

La Profesora Joice se acercó a la mesa de Hufflepuff y empezó a hablar con Lindsey Vulliamy, esta asintió... y tras unos segundos, la gran mayoría de Hufflepuff hacía un corro dando ritmo con pisadas en el suelo y golpes en sus muslos, un compás a tres tiempos, que pronto despertaba, con el silbido de un violín.

En medio de aquel corro Lindsey tocaba el violín danzando a la vez... empezando la fiesta sin anunciar... llevando el ritmo y algarabia... que poco a poco demostraban que no importaban el color de cada casa que era tiempo de disfrutar...

Adrien asintió a las palabras del Profesor un poco avergonzado, bajando la mirada. Tomo la copa, y dio un sorbo aceptando la orden, y luego asintió a lo referente a su pernocta en Hogwarts.

Dio otro sorbo, mientras el profesor se alejaba y la música empezaba a sonar, y dijo con media sonrisa.- Al menos me libraré del olor de pies de Robert.

El primo reaccionó al instante y dijo explotando sus colores, por ser delatado delante de los demás.- No me huelen los pies... son los zapatos, que no aguantan mi sudor... 

La música empezó a danzar y con ella el ruido y la algarabía hacían posible la asistencia de Pynn, sin que el resto se fijara en la figura de alguien más.

Se acercó hasta el corro donde Troy estaba y dijo.- Me alegra verlo de nuevo, Señorito Troy... Pynn esperaba volverlo a ver.

El elfo se metió las manos en trapo que lo hacía libre y dijo.- Pynn se ha acordado de usted todo este tiempo, y ha estado cazando para usted.

Saco un pequeño tarro de cristal aparentemente vacío. Lo tendió y dijo.- Chinches de Veltem... invisibles al ojo, tenga cuidado... si no quiere sufrir su picadura.

El elfo disfrutaba con aquellas gamberradas, y tras entregar el tarro se despidió con una mano y con la otra chasqueó los dedos para desaparecer...

Una guapa pelirroja de 6º curso, empezó a llevar el ritmo mientras animaba a los demás como si conociera aquella música y supiera cuando dar con el tacón y cuando palmear.

Miró al grupo de segundo de su casa que parecían algo más callados y sin preguntarles los alzo de sus asientos, y comenzó con ellos a bailar... Anne y Tim, danzaban con la muchacha en medio de aquel corro, mientras ella les enseñaba cuando lanzar la punta del pie o cuando girar al compás... Era como una danza irlandesa, que Renê Collins, disfrutaba de enseñar, mientras en el baile, giraba y observaba al resto animando a animarse a bailar, sin dejar a Tim y a Anne... un trio curioso en el centro de los demás...

Al ritmo de la música una chica Pelirroja de 6º Curso, Renê Collins cogió de la mano a Tim y Anne, y los llevó al centro para que la acompañaran en una especie de danza irlandesa, donde lanzaba puntas el frente, para luego girar... cogidos en corro para volver a empezar, de un lado al otro... un baile que incitaba a la risa y a seguir el compás...

La chica animaba al resto, mientras Lindsey seguía tocando el violín entre los demás... la fiesta estaba servida y Hufflepuff no la iba a desperdiciar...

La fiesta parecía haber comenzado, y con ella los bailes y euforias de los demás... una chica pelirroja salía al centro cogiendo a dos alumnos más. Y sin poder remediarlo, Agnes se echó hacía atrás en la silla y cruzó los brazos mientras su cara de mofa hablaba sin más y dijo.- ¿Por qué será que la pelirroja siempre se tiene que hacer notar...?

La muchacha miro su escote y tras evaluar su diámetro dio un pequeño tirón para abrirlo un dedo más. Sonrió y acomodó su pelo, y dijo mirando a su hermana y a los de su curso.- Así mejor... ¿no?.

El hermano de Nathan no podía apartar los ojos de Agnes Knigts y asintió al verla ordenar su ropa un poco más.- Mucho mejor, rubia... mucho mejor...

Se apoyó en la mesa con gesto importante y le dijo.- Sabes que soy el Prefecto... ¿no?... - El mismo hizo un gesto en la cara de asombro y dijo.- Si necesitas ayuda... tu hombre soy yo...

Violets miró a su hermana mientras rompía de nuevo su vestido y cuando iba a hablar miró al Prefecto ligar con descaro entre los demás. Sin poder remediarlo se giró hacia los de su curso, y apuntó con un dedo dentro de su boca, mientras simulaba una nausea, para luego reir a carcajadas, antes de beber un poco más de zumo de ciruela...

Por lo que estaba pasando me dio la sensación que Adrien estaba siendo castigado, pero en mi opinión no había sido culpa suya, actuaron a su costa, el señor oscuro fue el que propició las petrificaciones.

Maren se acerco a la mesa y como era típico de ella, realizo un especie de "Drama", ¿Tanto le importaba mi compañero?, mire a la mesa de los Slytherin sabía que a Ladien no le haría gracia, Que se fastidie.