Partida Rol por web

Tras cenar y comer tranquilos... Los luchadores se dan cuenta de algo. Sí, son llamados mientras están cenando y avisados de que la quinta preliminar será directamente por la noche. Uah, qué nervios y tensión. Y por si fuera poco parece que la velada va a ser un evento por parte de la organización. Esto es... Que después de los combates a las 23:00 de la noche, habrá alguna especie de ceremonia y de puesta en escena para aquellos que hayan pasado las preliminares. ¡Vamos Equipo Unión, son los últimos rivales y hay que dar lo máximo posible!

¡Equipo Unión Vs Equipo As!

¡Soldado Elisabeth contra Estratega Az!

¡Estratega Argenta contra Ciudadano Charlie!

¡Ciudadana B08 contra Ciudadana Iz!

¡Entrenador Aaron contra Entrenador Milo!

¡Cazadaas Cassey contra Estratega Oz!

¡Ciudadano Samuel contra Cazadaas Ugo!

Tras su transcurso por la Enfermería, dónde hizo las paces con su pequeño amigo por su apresurada decisión en el combate por la tarde, Casey se dispuso a buscar al resto para cenar juntos. Lo cierto es que los ánimos del dúo dinámico estaban por los suelos ya que no habían apoyado al equipo con ningún mísero punto, no contando con el primer combate en el que su enemigo implosionó empatando con esa estrategia.

Cenando medio pensativa sobre todas las cosas que habían pasado esos dos días, se dio un par de golpes en la cara tratando de animarse y posteriormente se los dio a Startie... Algo extraña la Inder. Pero eso al menos calmó sus dudas y los trajo de nuevo a la realidad, y esa realidad es que no había terminado la competición y en breves momentos tenían que volver al gimnasio a competir contra el equipo actualmente ganador.

Una vez llegando al gimnasio y repitiendo sus paulatinas presentaciones hacia los contrincantes, la Índer sacó un dulce salado de su bolsillo como postre y comenzó la pelea. Hasta ahora había tomado siempre la iniciativa en todos los combates pero en este iba a esperar a ver que hacía el rival y reaccionar ante ello. - Encantada, soy Casey y este pequeño amigo es Startie YEY! Dijo subiéndose los ánimos y el tono. 

- Y no te lo pondremos nada fácil... Por cierto, tu Daas es increíblemente adorable... ¿Luego me dejas acariciarlo? Te daré un dulce. Dijo esperando la señal del árbitro y enseñando otro chupa chups.

Cuando esta sóno Casey miró a su amigo y asintió. - Sigamos el plan, esta vez seamos pacientes. Señaló al adorable Daas y volvió a asentir.

Ese asentimiento era una orden que ambos sabían muy bien, "Márcalo cuando se acerque con tu golpe más certero". El combate empezó y los dos parecían más concentrados que nunca. El Daas puso cara de poker para que el enemigo no supiera que iban a hacer, era de lo más cómico.

Argenta entra en el gimnasio acompañada de sus compañeros. Con una mano se aparta el pelo a la vez que pronuncia unas solemnes palabras para todos. -Equipo Unión. Esta es nuestra última batalla en las preliminares, y desde luego la más decisiva. O ellos o nosotros pasaremos a la siguiente fase.- Toma uno de sus caramelos de chupar y retira el envoltorio guardándoselo en el bolsillo. -Así que ya sabéis que hacer.- Deja escapar una sonrisa ancha y confiada entre labios y avanza hacia su zona de combate.

-Que sea un combate justo y espectacular.- Le dice a su oponente al ver a su Daas, a la vez que se lleva una mano a su mochila. -Quiero advertirte algo. Ni yo ni Quark vamos a rendirnos a la mínima y tenemos mucho que dar.- Se lleva el caramelo a la boca y lanza... ¡un nuevo objeto al aire! ¿En qué estará pensando Argenta esta vez? Ella abre su cápsula y el objeto baja a toda velocidad volviéndose de un color anaranjado.

¡Es una máquina eléctrica para cortar el pelo! Parece bastante resistente...

Quark empieza a ondear por el aire a la vez que deja escapar varias risillas de las suyas. Está animado, lleva una buena racha y se nota fuerte por el objeto más pesado que está poseyendo. No parece ser la primera vez que lo hace... ¿habrá estado Argenta haciéndole entrenar con esa forma?  O quizá lo utilizó para mejorar su agilidad...

Su enemigo parece fiero, pero Quark se encuentra más confiado que nunca. Se encara a su rival y ensombrece la mirada, riendo más fuerte a la vez que enciende el mecanismo de su cuchilla. Oh, no... una maquinilla de afeitar no hace ese sonido de desintegración de enemigos...

... O al menos así funciona en su cabeza. Ni de broma es tan exagerado, pero sonar, suena intimidante.

¡En cuanto el árbitro da la señal, Argenta levanta el brazo para empezar a ordenar el asalto de su pequeño compañero! El sonido de la cuchilla se intensifica al ver a su entrenadora dispuesta a luchar... ¿quizás estén empezando a compenetrarse en condiciones?

-Muy bien, Quark. Vamos a empezar fuerte. Lánzate a por una de sus patas delanteras, intentemos que no se mueva mucho.- Señala hacia una de las patas del Daas del oponente con ese gesto serio suyo tan cargado de determinación. Quark tiene la ventaja de que es un objeto pequeño, resistente y volador, por lo cual podrá asaltar varias veces a un enemigo impedido por heridas certeras en las patas.

La maquinilla se lanza con un grito de batalla similar a una especie de "¡WIIIIIII!" casi indistinguible del ruido que hace su encendido. Quark es un Daas muy ágil y se mueve muy deprisa alrededor del enemigo, decidiendo finalmente impactarle con fuerza en su pata delantera derecha. Uao, sin duda lo que sí va a pasar en el combate es que el Daas enemigo va a sufrir de dolorosos golpes...

Después del último combate Elisabeth y Kessel se habían quedado con el sabor de otra victoria más en sus bocas, pero eso no les ahorró un buen viaje a la enfermería, el cual no fue tan placentero para Kessel debido a los distintos tratamientos que recibió para sus heridas. Un rato después, tras descansar durante unos minutos se dirigieron a cenar, un buen y merecido banquete tras aquella ardua batalla era todo lo que tanto entrenadora como daas esperaban, pero para su desgracia fueron interrumpidos en medio de tal manjar. ¿Una batalla? ¿Ahora? A decir verdad el pobre cerdete estaba exhausto y la entrenadora no estaba mucho mejor, poco a poco se acerca el momento de su siguiente "medicina" lo cual nunca había terminado de convencerla.

Una vez se encontraron en frente de aquel entrenador el mal humor de Elisabeth no pudo evitar el aparecer;-No creas que te lo pondremos fácil, han interrumpido nuestra cena y estamos de muy mal humor. Así que tú y tu daas nos serviréis de calentamiento.- La muchacha no estaba del mejor humor posible y tampoco su pequeño compañero, después de todo se había quedado sin probar apenas la deliciosa comida que con tanto esfuerzo se había ganado.

Nada más empezar el combate, el pequeño cerdete, antes si quiera de que Elisabeth pudiera decirle nada, ya había estallado en llamas, unas llamas un tanto finas recubrían su cuerpo de pezuñas a cabeza pero era más que suficiente para lo que pretendía hacer.-¡Has elegido un mal momento para enfrentarnos!-

Samuel estaba compartiendo la comida con Liliria que estaba encima de él ¿Acaso nunca entraba en su capsula? Sin importar la respuesta a tal retorica pregunta, Liliria estaba apasionada durante su alimentación. Samuel había terminado hace un rato, pero Liliria comía como sino hubiera mañana, posiblemente por el gasto de energía que tenia que hacer para usar sus poderosos ataques mentales. Mientras ella estaba ensimismada con su alimentación les llamaron por el megáfono, al parecer tocaba un turno especial de los preliminares contra el equipo As. El veterinario dejo de darle de comer a la pequeña y cuando Samuel la cogió y la alejo de la comida, esta la miro con los ojos repletas de lagrimas de cocodrilo.

- Ya comerás luego cuando terminemos Liliria -la intentaba calmar Samuel.

Este suceso hizo que la pequeña Raltia se cabreara de sobremanera, pero bastante, ya que dejar comida era un hecho que la hacia enfadar y como encima había hecho las paces con Samuel, podía usar ese cabreo en combate.

Le tocaba contra un cazador de Daas, un tal Ugo. Tenia un Daas bastante peculiar que Samuel nunca había visto, por lo cual tenia que probarlo antes de seguir con el combate, principalmente por el hecho de que no sabia por donde podía salir.

- Saludos Ugo, mi nombre es Samuel Blake y ella es Liliria, es un placer -dice con una sonrisa y una pequeña reverencia de Liliria y él en perfecta sincronía- Que gane el mejor.

Liliria, aunque parecía estar tranquila y sosegada no lo estaba, era la reverencia con más rencor había hecho desde hace mucho tiempo y como aun era pequeña para comprender que la culpa no era del Daas rival iba a desatar toda su ira, cuando se lo dijera Samuel, contra aquel pequeño, mono y cuidado Daas.

- ¡Liliria, prueba a tu enemigo, se calmada! -dijo señalando al Daas enemigo sin pensarselo mucho.

Liliria inspiro hondo, pareciendo que cada vez dominaba mejor su técnica, y empezó a concentrarse controlad amente para provocarle una ligera migraña al Meowstic.

¡Y la última ronda de combates empiezan con un duelo de Daas mentales! Liliria para variar lo que hace es intentar freír la cabeza de su rival. No obstante, le ha tocado un oponente algo más duro de lo normal. Mientras está haciendo su ataque... nota como empieza a levitar en contra de su voluntad, como si algo le hubiera agarrado pese a haberlo intentado evitar.

El combate de Kessel contra Gloom es algo más... estúpido. El cerdo se pone en modo super saiyan rojo mientras que el Gloom simplemente se queda babeando ahí. Da un par de pasos hacia Kessel... y de repente empieza a oler muy mal. Se ha tirado un buen pedo apestoso de estos que son calientes.

Quark tiene claro su objetivo y lo que quiere hacer, ganar. Cual maquinilla de afeitar eléctrica y voladora... se lanza hacia la pierna de Nidorino con una velocidad bastante alta y ya características del Daas. Pese a que el Nidorino intenta apartarse no lo consigue, y tampoco consigue aplastarlo a la vuelta con su pata trasera. No al menos de lleno, solo arañándole un poco con la zarpa.

El plan de Startie y Cassey también surten efecto. En parte. Pues el CIncinno bajo la orden de su entrenador se lanza hacia el Daas enemigo rápidamente. Startie cuando lo tiene lo suficientemente cerca logra golpearle directamente en el pecho con uno de sus bulto/manos que tiene... Lo que no se esperaba es que esa cosa tan linda fuera una máquina de matar tan asesina. Con sus mútiples fluffy tails le empieza a dar una serie de rápidos coletazos que pican y rasgan la piel como si de látigos se tratasen. Remember, touch the fluffy tail.

Ante la peste que asolaba el campo de batalla Elisabeth no pudo evitar tener que taparse la nariz, aunque los pocos instantes que pudo oler aquella fragancia despertaron en ella un sentimiento de inseguridad y desconcierto que no desaparecía con nada. Algo iba mal...

-A..Ataca ahora, no dejes que algo de mal olor te detengan.-Kessel por su parte parecía haberse enfadado bastante ante aquel acto de burla por parte de su enemigo, el cerdito tenía su propio orgullo, igual que su entrenadora. Con las llamas aún rodeando su cuerpo, formando una leve capa que le cubría totalmente, cargó con violenciá catalana contra su daas enemigo. Puede que en un primer momento no lo notase, pero el cerdito comenzaba a notarse extrañamente cansado, pero nada que no pudiera aguantar en medio del combate.

La muchacha se subía el cuello de su camisa hasta su nariz, tratando de escapar del hedor que emanaba aquel pequeño monstruito y con el ansia de dar una bocanada de aire limpio, después de todo sí que estaba podrido por dentro. Por su parte, Elisabeth también comenzaba a notarse un tanto cansada, aunque no sabía si se debía al olor de la sala, o a que solo hacía unas pocas horas que había tomado su dosis.

La Inder mordisquea su caramelo bastante tensa. El adorable Daas enemigo acababa de realizar un destructivo ataque sobre su compañero. Se quedó un rato pensativa... Era su último combate y por su cabeza volvió a ocurrir la idea de abandonar, pero esta vez no era una opción. Quería dejar a Startie sacar todo su potencial y que en este combate se luciera. 

- Startie, aguanta, tu también le has hecho daño. Ahora... Es el momento Cruza los brazos como para lanzar un super rayo, la Índer claro... 

- Utiliza tu ataque especial e inmoviliza sus poderosas y adorable y suaves y... Sus colas! Del Daas caía una gotita de sudor confuso por su orden, aun así empezó a brillar como otras veces había mostrado y se concentró teniendo como objetivo las colas del rival. Cuando el brillo se apagó, Casey señaló con el dedo a su cuerpo. 

- Ahora, plácale para alejarla de ti! Con todas tus fuerzas pequeño amigo! Y el Daas parecía que aun no había terminado de canalizar bien su efecto, tratando de apresurarse, también placó en dirección al enemigo torpemente. Daas e Inder habían solucionado sus problemas pero parece que su trabajo en equipo aun deja mucho que desear. 

La estratega del grupo ahora no tiene nada más que mirar; su Daas está peleando y por si fuera poco lo está haciendo bien. Eso la mantiene tranquila y centrada en las acciones de Quark, compenetrados ambos en ganar la pelea contra su rival. Al ver que el primer golpe impacta ella hace un gesto rápido con la cabeza para asentir satisfecha.

Rápido y preciso, ese había sido el ataque ensayado de Quark. Tras atacar una de las patas y atravesar parte de su escamada cobertura ahora solo quedaba dañarla para incapacitar a su enemigo y dejarlo a su merced. La competición -y pelear contra la fiera maquinilla eléctrica- le parecía hasta algo cruel a Argenta, pero el ganar tiene un precio; utilizar todos los factores a favor.

-Está bien, Quark. ¡Ataca al mismo punto! Es tuyo.- Solo necesita otro ataque bien dirigido... ¡y el pequeño Daas tiene las mismas intenciones! Lanzándose raudo y con la cuchilla encendida vuelve a hacer otro de sus "gritos de batalla" para intimidar al enemigo mientras se lanza al ataque. Debe de estar entendiendo que está funcionando y que, bueno, mejor seguir con ello o algo...

Liliria empezó a flotar, cosa que no le hizo mucha gracia. Evidentemente se trataba de un momento incomodo, principalmente por que ella no era un Daas que supiera volar y esas dudas existenciales de lo que pasara si se eleva mucho, pasaron por la cabeza de la pequeña e inocente Daas. Mientras se elevaba y pensaba no podía evitar abrir mucho los ojos mientras no sabia si se alejaba del suelo y se acercaba al techo o si simplemente el "cielo se vuelve tierra".

- ¡Liliria, no te confundas, sigue con tu objetivo y utiliza todo tu potencial antes de que vueles demasiado! -decía Samuel bastante confundido también por la extraña situacion.

La situacion de la pequeña Ratlia era complicada. Entre un situacional miedo al porrazo y un la ligera situacion de no sentir los pies sobre la tierra hicieron que se replanteara o no darlo todo en este momento. Claramente no tenia ninguna duda, si fallaba igual podría romperse algo. Por lo tanto la joven Liliria se empezó a concentrar de sobremanera para impedir convertirse en un objeto volar no identificado y durante la concentración se podía sentir un aura de desesperación e impotencia que hizo que sobrepasara tales limites establecidos. 

El ataque de Quark es implacable e inesquivable para un herido Nidorino. Su golpe metálico y cortante vuelve a dar en la misma herida que ha abierto segundos atrás, haciendo la herida más profunda y molesta para el Daas enemigo. Sus movimientos son bastante más lentos y poco ágiles que antes. Sin embargo, la retribución por los dos golpes anteriores es más dura que antes. Estaba preparado y se lo vino venir de forma más clara que la última vez, propinándole una buena cornada al cacharro volador.

Los golpes del Cinncino a la cara de Startie finalmente lo echan hacia atrás. No consigue concentrar lo suficiente su poder como para malearlo a su voluntad. Y si fuera poco... tanto coletazo en la cara acaban dejándolo para el arrastre. Startie cae respirando agitadamente al suelo sin ganas de luchar más tras tantos golpes en el mismo día. ¿Resolución del árbitro? DERROTA.

La cara del Gloom que se ha tirado un peo es un poema. Y más aún es la cara de Kessel cuando le huele esa flatulencia asquerosa. Sin embargo, el cerdo en llamas carga en placaje hacia un estúpido Gloom que levanta muy lentamente su puño hacia Kessel. Ambos chocan en el golpe, saliendo volando Kessel hacia atrás por la fuerza del golpe, mientras que el Gloom sale casi ardiendo por el aura de fuego. Aunque su cara siga igual y Kessel haya volado más... Eso le ha dolido más al Daas rival. Eso si, la fuerza de este bicho es increíble. Lento, pero pega fuerte la puta seta.

El choque había sido algo violento, pero por suerte el poder de Kessel resultaba ser bastante útil contra aquel rival, pero sin duda el golpe que el Bloom había asestado fue sin duda alguna abrumador ¿Qué tanta fuerza podía tener algo que a simple vista parecía tan inofensivo? Fuera como fuera tenían que terminar con ese combate cuanto antes el olor del Bloom seguía flotando en el aire, y cada vez le daba peor espina a Elisabeth.

-¡Tenemos que terminar con esto rápido Kessel! ¡Vuelve a usar tus llamas, rápido!- La orden de la muchacha había sido directa y rotunda, justo como le gustaba al cerdete el cual no tardó demasiado en cubrirse de una cantidad considerable de llamas nuevamente, estaba dispuesto a hacer arder a su enemigo a cualquier costo, y así parecía que su entrenadora también tenía la misma intención.

-Sea lo que sea que pretenda hacer, seguro no es bueno. ¡Mantente alerta!- A decir verdad a Elisabeth se la veía bastante preocupada por el futuro del combate, probablemente no temiera porque Kessel no pudiera ganar, si no porque el Daas enemigo cada vez le inspiraba más inseguridad, la falta de expresión en su rostro lograba sacar de quicio a la joven, sin duda alguna nunca tendría un daas como ese, ni en mil años.

Al oir el castañazo que pega Startie en el suelo, Argenta cierra un momento los ojos y suspira. Cassey ha vuelto a perder, y sabe que eso afectará a su autoestima. Luego necesitará unos cuantos consejos y sobretodo un buen abrazo fraternal para levantarle los ánimos, quizá también unas piruletas asquerosas de las suyas...

Pero por otro lado Liliria ha ganado, demostrando su verdadero potencial. Argenta decide dejar de mirar a sus aliados para concentrarse en el combate. Asiente al ver a Quark disminuir el movimiento de su objetivo de forma eficiente; un paso más hacia la victoria que se están planteando. El duro golpe que recibe la maquinilla hace fruncir el ceño de Argenta para luego esbozar una leve sonrisa de lado al ver a su Daas casi como nuevo ante el mismo. No será fácil para el Daas enemigo acertar más golpes así...

-Muy bien, Quark. Lo tenemos donde queríamos. Rodéalo y ataca a sus costados, aprovecha que no puede girarse rápidamente para contraatacar.- Hace un par de gestos con la mano al señalar para transmitir a su pequeño compañero los lugares donde debe de atacar. Quark está cada vez más confiado, esta vez aligerándose para atacar desde dos flancos distintos para confundir a su morado enemigo. La maquinilla hace saltar sangre entre tanta herida por distintas partes del cuerpo de su rival.

-Tu nombre es Charlie, ¿verdad?- Argenta se cruza de brazos solo observando cómo Quark vuelve a impactar y encima dos veces, mirándole en una mezcla de seriedad y profesionalidad competitiva. -Escúchame bien, Charlie. Ha sido un buen golpe por parte de tu Daas, pero Quark es bastante resistente. La tipología no está ayudando a tu compañero, y cada vez está siendo más herido. A mi no me agrada el sufrimiento gratuito, pero lucharé hasta el final por la victoria de mi equipo. Tuya es la decisión de acabar esto ya o no.- Por el gesto que lleva no podría decirse que esté siendo chula o esté provocando a su rival; más bien al contrario. La victoria está a favor de Quark por mucho, y no quiere que envíe a su rival a la enfermería todo ensangrentado con cortes dolorosos por todo el cuerpo. Es una competidora empática en ese sentido.

Facepalm fuerte y duro en la cara de la novicia Inder. Habían acabado la preliminar sin ganar ni un solo combate y aunque su confianza en su Daas era plena, los resultados eran los resultados. Corrió nada más ver que Startie no podía continuar y felicitó al rival. Sin duda, eran fuertes... 

Startie aguantó como pudo el asalto pero los tremendos ataques del enemigo fueron demasiado devastadores. Salió corriendo con una cara depresiva hacia la enfermería y ni siquiera se quedó a ver el resto de los combates. Sabía que después de esto, había un tiempo de descanso y quizás dejaban de competir incluso por falta de puntuación, pero lo único que recorría la mente cabeza de la gemela era curar a Startie y que los daños no fueran irreversibles.

Apenas pudo contener algunas lágrimas que brillaban al cruzar la puerta del gimnasio, había perdido y esta derrota era incluso más dura que las anteriores cargadas... El problema es que en el conjunto hacía que Casey se encontrase incluso peor consigo misma. Esperemos que la semana/s que haya de descanso a partir de ahora haga que la efusiva rubia se replantee muchas cosas... Quizás incluso adquirir un amigo para que Startie no cargue con todo solo en los próximos encuentros... Si los hubiera.

Samuel vio como su pequeña Liliria seguía levitando y a su vez pudo observar como el Daas enemigo se planchaba contra el suelo, igual que todos los que luchaban contra ella. No obstante, la pequeña Raltia, parecía mareada y una vez que el Daas enemigo estuviera derrotado, caería al suelo, y viendo cual era quien había tocado antes el suelo, Samuel se lanzo corriendo hacia su Daas para recogerla lo más rápido posible y que no sufriera daños.

Liliria, después de semejante ataque esta realmente cansada, llevaba todo el día usando sus poderes mentales y sobre todo sobrexplotandolos, así que ella misma tenia una pequeña migraña devorándole la materia gris. Sufriendo tal dolor acabo en los brazos de Samuel antes de caer al suelo y recibir un ligero castañazo. Al sentir los normales y simplones brazos de Samuel, la joven Daas se agarro a su bata de laboratorio y cerro los ojos buscando consuelo y... Un intento de cama.

- Has hecho un buen trabajo, Liliria -le susurra con voz dulce y amable.

Ciertamente, el joven veterinario se sentía mal por lo que había pasado con el Daas enemigo, pero en cierta forma, esta vez el remedio fue mejor que la enfermedad. De esa migraña se podría salvar rápidamente, no obstante, de una caida de mucha altura podría ocasionarle daños graves, como ya le había ocasionado su primer combate donde acabo casi estallada contra la pared. Samuel hizo una reverencia ante su rival y miro al resto de su equipo.

Todos estaban muy concentrados y ciertamente a un nivel competitivo bastante alto, pero a pesar de eso, en el momento de su victoria, también tenían una derrota. Samuel vio como Casey, o eso observaba él teniendo en cuenta que una maquinilla con sonidos de motosierra luchaba contra un pobre Daas morado, salia por la muerta disparada. No pudo atender a más detalles, pero esta era la segunda vez que lo hacia y en cierta forma era preocupante que un miembro de su equipo actuara así, sobre todo habiendo asistido a las peleas entre los dos.

Samuel en respuesta a eso, se fue el lugar con Liliria en brazos y siguio a Casey, que dedujo, que había ido a la enfermería. Ciertamente, el estudiante de veterinaria, no fue con mucha prisa, nadie quería ver a una Liliria cabreada.

Kessel retrocede al igual que al principio del combate para encenderse cual super saiyan dios de color rojo. Las llamas en este momento son bastante intensas y pasionales, fruto de sus ganas por ganar la batalla. No obstante, estar totalmente quieto le hace un blanco fácil para la gigahostia del Gloom que lo manda hacia atrás otra vez. Otro más como ese y no lo cuenta...

Los ataques de Quark golpean y hacen sangrar al Nidorino, que lastimeramente lo único que puede hacer es encogerse sobre sí mismo para no recibir heridas peores. La verdad es que parece estar pasándolo mal y sin ninguna oportunidad de ganar, cosa que su entrenador entiende rápidamente.- Tienes razón. Árbitro, me rindo. Este combate ya está perdido, no puedo hacer nada. Ha sido muy amable de su parte señorita.- Dice su rival haciendo un gesto con la cabeza. ¿Resolución del árbitro? VICTORIA.

Otro mega hostión, el combate había llegado a su climax, Kessel estaba en el limite mientras que el Bloom...el Bloom seguía igual de indiferente que durante todo el enfrentamiento. Las heridas del cerdito eran bastante notorias y sin duda alguna no aguantaría otro asalto más. Pero sin duda alguna quería ganar, tanto él como su entrenadora.

-¡Resiste Kessel! ¡Un último ataque, seguro que debe estar en las últimas! ¡Ataca con todo lo que llevas dentro!- Y tras aquellas últimas palabras, Kessel corrió hacia el Bloom, casi seguro de que recibiría un golpe falta, pero con la firme intención de conseguir noquear a su enemigo. Lo que cubría a Kessel no eran llamas...ERA PASIÓN EN ESTADO PURO.

¡Y cual pelea de anime los dos chocan! Uno dando una carga con toda su pasión y fuerza... mientras que el otro tiene cara de ¿Por qué hago esto? Odio mi bida. La cosa es que a diferencia de los animes cuando se dan el golpe los dos caen al suelo y no tienen más ganas de levantarse. La épica y todo eso se lo dejaron en otro lado o algo. ¿Resolución del árbitro? EMPATE.

Os van dirigiendo a los que termináis a una sala enorme de conferencias, obviamente tras dejar los Daas en la enfermería para descansar. Como ya se mencionó, ahora se verán los equipos que han pasado en una velada tras las peleas. ¡Qué nervios!