Partida Rol por web

¡Combates a tutiplen! Es la mañana siguiente al último combate. Recordad que son tres días de preliminares con dos peleas por día. Es la tercera pelea, y habéis ganado 8 de 12 combates. Por ahora váis por encima de la media, pero hay que darle más puto duro señores. Sin más dilación el siguiente combate...

¡Equipo Unión contra Ninjas en Tutús!

¡Violet contra VEGETA!

¡Aaron contra Numel!

¡Liliria contra Cacnea!

¡Popplio contra Absoluto!

¡Jekyll contra Groooovy!

¡Cassey contra Vientogul!

Y un combate más que está por desarrollarse. Argenta ya está como que un poco preocupada por Casey y su constante perder de combates. Es decir, ¿no ha ganado literalmente ninguno en lo que lleva compitiendo con ellos? Pero a ver, tiene que ser mala suerte o algo similar... ¿no? ¿NO?

Lo cierto es que el torneo está viniendo muy bien para entrenar a sus Daas más jóvenes. Tanto Medea como el paquidermo Freud lo han hecho bastante bien en sus combates... ¡así que es la hora de sacar a la verdadera estrella! En su cápsula Quark se retuerce al no resultar el elegido como 'verdadera estrella'. 

En cuanto Argenta abre la cápsula, dice en voz alta un DOS. La figura que sale de la cápsula apenas se puede ver como una masa extraña hasta que grita con sus nuevos órganos articuladores de sonido.

...

Definitivamente a Jekyll NO le sale nada bien esa transformación. Al menos en apariencia, que no en efectividad. Le ha quedado como un poco churretoso, un poco feo... pero al menos es estable. Si el enemigo no se ha lanzado a vomitar por la escena, Argenta ya está preparada para dar las primeras instrucciones. 

-Soy Argenta. Tengamos una buena pelea. Hora de empezar.- Simple y concisa, la estratega señala directamente al objetivo y chasquea los dedos para que Jekyll ponga bien los sentidos a las instrucciones que está por dar. -Entra con todas tus fuerzas, Jekyll. Corte en X, torso.

Y mantén el juego de pies.

El extraño bicho en el que se ha convertido Jekyll empieza a aletear al tiempo que se levanta un poco del suelo. Quizás no lo parece al principio debido a su tamaño, pero rápidamente se desplaza a toda velocidad hacia su objetivo haciendo así como fintas y efectos fancys que no hay muchas ganas de explicar. Muy rollo teleportarse de un lado para otro para luego aparecer por delante -o por detrás a depender del nivel de flipaera' del entorno- y hacer un sajaraja curioso con sus scythers. 

Despues del ultimo combate real de Liliria, donde se sacrifico heroicamente para que Jekyll no recibiera daño, volvió a salir para continuar su maravilloso festival de migrañas. La presentación más sobria la tenia con Liliria e incluso Samuel estaba más exigente y serio en esta situacion. Quizás estaba esperando mucho de Liliria esta vez.

- Saludos, mi nombre es Samuel Blake y ella es Liliria, es un placer -dice con una sonrisa y una pequeña reverencia de Liliria y él en perfecta sincronía- Que gane el mejor. -dijo mientras dejaba que Liliria se luciera un poco alzando sus brazos con alegría.

Si, el combate estaba servido y tenia que actuar rápidamente. Liliria tenia un poco de presión encima y su entrenador quería y se encontraba altamente orgulloso de ella. También quería revisar cuando le había afectado ser la onne-sama hermana mayor de sus compañeros. Habían demasiados cambios en su vida y encima tenia que estar pendiente de los nuevos cambios en su cuerpo. Aunque no fuera ya una cría como lo era antes... Progreso con rapidez en su crecimiento y queria saber cuanto le afectaría eso, inclusive en el humor.

Sin más dilación decidió aplaudir dos veces y observar el resultado de su acción. Era importante saber cuan fuerte era su rival antes de lanzarse de lleno a sobrecargar a Liliria. Sabia que como se pasase usándolo podía provocar el efecto inverso y cualquiera aguantaba a la pequeña con dolor de cabeza...

Liliria por su parte se concentro, pero esa seriedad y presión de Samuel también le jugo una mala pasada. Maldita empatia... Se puso un poco nerviosa al lanzar su habilidad, pero algo tenia que hacer. Solo esperaba no liarla mucho y no fastidiarla, aunque en el fondo sabia perfectamente que la que mandaba en la relación ella era ¿Quien se creía Samuel para darle ordenes? Ella solo las aceptaba, pero en cuanto ella quisiera podría ser libre de su mandato.

Lo cierto era que en el combate anterior había sentido bastante lástima por su pequeño compañero, fue sin duda una sucesión de pifias una tras otra que no llevaron a ningún lado. Por suerte, aquello había sido pasajero, y tanto Argenta como Samuel y el resto se las habían apañado para ganar, algo era algo.

Se avecinaba un nuevo combate, y con ello una nueva posibilidad de mejorar su habilidad como entrenadora. Esta vez el elegido fue el pequeño Poplio, que a decir verdad, poco había visto la luz desde que lo recogiese en la tienda. Cosas de la vida que todo lo que habían enfrentado anteriormente tuviese una pinta bastante más fuerte que la de su daas, y lo cierto era que aquello no era una excepción, el oponente que le había tocado tenía sin duda alguna, un aspecto bastante superior al del pequeño poplio, pobrecito.

Sin desanimarse demasiado, Elisabeh abrió la capsula y dejó que el pequeño saliese por primera vez a un campo de batalla.- No te preocupes, es tu primer combate, simplemente intenta hacerte al ritmo del mismo, no pienses en nada más.- Las palabras de apoyo hacia su pequeño Daas eran bastante más tiernas de lo que cabía esperar de la loli nazi.-¡Golpeale con un chorro de agua a toda presión!- A decir verdad no esperaba mucho de esa orden, después de todo sabía que cuando su daas alcanzase su límite de disparos todo habría terminado.

Por otra parte, el pequeño Poplio parecía bastante entusiasmado, no parecía estar asustado en lo más mínimo por enfrentarse a un oponente como aquel, algo que agradecía bastante Elisabeth, pues el miedo incontrolado es siempre de lo peor que puede llegar a pasar en una batalla, ya sea entre humanos o entre Daas. Así pues, Poplio inhaló bastante aire hinchando su pecho, solo para soltar un disparo de agua a toda presión contra su enemigo.

Absol tampoco va a darle cuartel a Poplio. Se lanza hacia él como el Absol de Samuel para atacar rápidamente con sus garras. En el camino-carrera hacia él un chorro de agua le da en toda la cabeza y parte del cuerpo, pero eso no le impide lanzarse hacia el pequeño e inexperienciado Poplio y darle dos dañinos garrazos. Pobre pequeñete. Al menos no es Liliria.

Groovy estaba todo Groovy. Estaba tan Groovy que Groovy-lanzó dos groovy-semillas a la cabezota de Jekyll. Jekyll no se lo tomó bien. Jekyll groovy-cortó muy bestiamente a Groovy-groovy. El entrenador de Groovy se groovy-preocupó tanto al ver eso que se Groovy-retiró antes de que le hiciera eso de nuevo a su groovy-daas. ¡Groovy-Victoria!

El golpe del rival le ha resultado muy poderoso y a Liliria realmente le ha dolido. Samuel pone una mueca de dolor al ver como recibe el golpe. Sabe perfectamente que este es el momento en el que tiene que rendirse, sin embargo no puede permitirse rendirse sin dar todo de si. Lo lamenta por Liliria, pero no quiere dejar que el esfuerzo de sus compañeros caiga por la borda.

- ¡Liliria! ¡Un ultimo esfuerzo! -dice tras dar una palmada y cuatro chasquido seguido de otra palmada y otros ocho chasquidos.

Tenia que darlo todo en este combate e intentar llegar al empate o como mucho a una lucha no ridícula. Respecto a Liliria, no estaba contenta por el golpe y esa maldita y siniestra planta le hizo enfadar. Estaba preparada para desatar todo su poder y en cuanto Samuel le dio permiso a hacerlo no se lo pensó dos veces. A pesar de ese enfado, no resulto todo como quería. El nerviosismo, el dolor del golpe y sobre todo estar muy molesta hizo que no pudiera concentrarse al máximo ¿Le pasara factura esa falta?

A Argenta le daba para decir una frase cool como 'ya has perdido y aún no lo sabes' o 'no puedes rivalizar contra su velocidad', pero en lugar de eso en cuanto su oponente retira a su daas se acerca a él y le tiende simplemente la mano. Tras dedicarle un 'buen combate' y quizás darle algún consejo o decirle alguna particularidad de su tipo de Daas para que mejore, se pone a ver los combates de los demás.

...Mientras tanto Jekyll hace poses. Si, literalmente hace poses buscando impresionar a quien le está viendo, pero su mirada está enfocada claramente en dirección a Liliria. Realmente no se ha dado cuenta de que su situación es terrible; no puede impresionar a la Daas de Samuel si tiene una forma totalmente distinta a la de aquellos intensos cuartos de final. Además rápidamente se da cuenta de que su aliada está en problemas, por lo que intenta animarla. Haciendo más poses.

Argenta frunce de hecho el ceño al ver ese combate. Le preocupan los daños que está recibiendo Liliria después de todo, y otra cosa ronda por su cabeza. Quizás Jekyll está ahora demasiado fuerte como para llevarlo a esos torneos... aunque quiere entrenarlo bien desde el principio. No ha recibido tanto entrenamiento como Quark desde luego, pero sí nota una diferencia sustancial con respecto a Medea y a Freud.

El pequeño Poplio había recibido un buen par de garrazos, tales fueron que hasta Elisabeth cerró los ojos tratando de mitigar un poco el dolor en la medida que fuera posible. Ver aquello había sido doloroso cuanto menos, ya ni hablemos de lo que el pequeño Daas había tenido que sufrir en su primer combate. Claramente estaba en desventaja, su oponente tenía bastante más experiencia, fuerza y determinación que él.

Pese a todo, el pequeño Poplio no parecía demasiado afectada, es decir, obviamente estaba claro que le había dolido aquella sucesión de golpes, pero nada más lejos de estar asustado o amedrentado en su mirada se podía percibir...enfado. ¿Se habría encabronado por recibir aquellas hostia? Si se parecía en algo a su entrenadora aquello no quería exento de castigo.

-¡Devuelve el golpe! ¡No dejes que se vaya de rositas!- La orden de Elisabeth era clara y concisa.

Como impulsado por el resentimiento, los ojos del daas reflejaban un odio insano hacia su contrincante. Hinchó su pecho todo lo que le permitía (que era bastante) y disparó con toda la fuerza que tenía. El chorro de agua salió a tal potencia que puede que incluso fuera capaz de perforar la piedra (?) Hasta la propia Elisabeth se sorprendió de la fuerza repentina que había demostrado su diminuto compañero.

Cacnea aprovecha su situación para atizarle el último golpe a Liliria. Sin embargo, su mente colapsa casi que totalmente justo en el momento del golpe, haciendo que caiga encima de una Lilira que con ese roce ya se ha ido también al carajísimo. Si es que... un poco más y ganan totalmente. Sin embargo, ¡Es un EMPATE!

¿Qué está pasando en esta ronda? Absoluto tenía casi que todo para ganar, pero en el momento que le da los dos nuevos garrazos a Poplio... parece que se enfada mucho con él o algo, por que lo hace puto volar de un disparo a presión que lo tira hasta fuera de la arena totalmente KO. Ha sido como en una de esas películas. ¿Lo mejor? Poplio no sabe cómo ha conseguido aguantar a tan poca vitalidad. Pero bueno, una victoria es una... ¡VICTORIA!

La cara de Samuel es un poema en el ultimo momento. Ese ultimo golpe ha sido tenso y directo. Ha conseguido un Empate, uno de los mejores resultados. No quería perder en este combate con su pequeña estrella, y no se refería a Blesse. Aunque se palpe el mejor resultado posible, también lo había pagado algo caro... Liliria se quedo inconsciente al final. Samuel corrió hacia ella y la cogió en brazos con cariño.

- Has hecho un buen trabajo, Liliria -le dijo mientras le acaricaba la cabeza antes de meterla en la capsula.

Ya no quedaba nada más, así que simplemente se despidió de su rival y se reunió con Argenta. Tenían que descansar para la siguiente ronda.

Hasta para Elisabeth lo que acababa de pasar era un misterio. ¿Habían ganado? ¿Pero como? Al ver volar al Absol fuera del campo se quedó con la boca abierta, en una mezcla de asombro, ignorancia y desconcierto.

-Pe-Pero...¿Y esto?-Pestañeo varias veces para comprobar que lo que estaba viendo era cierto. ¿Desde cuando ese pequeño tenía tanta potencia de fuego? Había sido una sorpresa bastante grata, pero desde luego una sorpresa al fin y al cabo. Alzando su mirada hacia el rival, apenas pudo responder.-Buen combate...supongo.- Y tras eso, cogió al pequeño poplio en brazos y lo llevó a la enfermería rápidamente, algo preocupada por su estado.