Partida Rol por web

Into Darkness

1-B. Make Your Own Kind of Magic

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16/10/2013, 09:49
Dani Jenkins

O bien el movil era demasiado grande, o mis braguitas demasiado pequeñas. Lo más probable es que fuera lo segundo pero en cualquier caso, el teléfono sobresalía de la goma de mi ropa interior. Bien pensado, no lo perdería, aunque si nadie llamaba no tenía ni la mitad de gracia.

Sonreí de forma traviesa al sentir su pequeño mordisco y me incliné sobre él casi hasta rozar sus labios, casi. Sin embargo, en lugar de hacerlo alargué un dedo para darle unos golpecitos suaves en la nariz. -Mentiroso... - repuse incorporándome en un ronroneo cuando pornunció su nombre. No necesitaba saber nada sobre el cuerpo del pobre infeliz que estaba ocupando. A decir verdad, todos eran iguales, vampiros, demonios, incluso esos pretenciosos luces blancas. Puede que sus voces sonaran como las de los cuerpos que estaba ocupando, puede que se movieran como ellos, que pensaran como ellos, incluso puede que su propia mentira les devorara y realmente pensaran que "son" ellos, pero no lo eran, en el momento en que un vampiro, un demonio o un luz blanca ponían sus zarpas sobre tu alma, de una manera u otra, dejabas de existir y "otra cosa" ocupaba ese vacío. 

Al menos en el caso del demonio que nos ocupaba no tenía reparos en admitirlo, lo que era de agradecer. 

Su dedo se acercó hasta mi ombligo, y mi mano se deslizó con suavidad sobre la suya para guiarla alrededor de mi cintura y tras escuchar lo que tenía que decir volví a inclinarme sobre él para, esta vez sí, regalarle un tierno beso en los labios.

- Todo eso está muy bien pero sin "nombre" no hay trato. -Terminé guiñándole un ojo juguetona antes de volver a incorporarme desviando la mirada ligeramente hacia Kate para después dejar caer la espalda cómodamente sobre las rodillas del demonio. -Llevamos viviendo en este mundo más o menos... "toda la vida", puede que tengas razón, puede que sea una mierda, pero no se puede echar de menos algo que no se ha tenido - Hice una pequeña pausa para mirarle - En tu caso las cosas cambian ¿verdad?. Puede que yo no me porte todo lo bien que debería -añadí utilizando sus propias palabras - pero tú tampoco eres una hermanita de la caridad, así que no intentes hacernos creer que si estás aquí es por "el bien de todos", sin embargo eso no significa que no estemos dispuestas a hacer un trato. -Sonreí tentadora. - Pero has sido tú quien ha acudido a nosotras y bien sabes que, por lo menos en este mundo, todo tiene un precio. - Terminé encogiéndome de hombros con expresión inocente.

-Vamos, solo es una garantía, guardaremos tu secreto. -Prometí dejando caer un brazo a un lado, acariciando deliveradamente su pierna.

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16/10/2013, 13:44
Sheryl Anderson

Sheryl, al subir al coche, parecía ansiosa por poder hablar con sus compañeros de Coven. Claramente venía de fiesta, por la ropa que llevaba, suficiente para no poder ser acusada legalmente por la calle de no ir suficientemente vestida, demasiado poca para no llamar la atención como si se tratara de una luciérnaga contra fondo negro.

-Ey, hola, guapos... Tengo algo que contaros y me va de perlas que se haya llamado a reunión general, porque se está cociendo una cosa muy importante y se va a armar la de Dios. Bueno, ya se ha liado. Seguro que habéis escuchado la noticia del asalto a la casa, con la luz azul y todo eso, ¿no? Pues he conocido al autor de la luz. Es un Demonio de Luz o algo así, un tipo la mar de interesante y que además tiene un cul... -miró entonces hacia Wake y se mordió la lengua- lo que sea, es igual. Además, su forma de demonio da escalofríos. La cosa está en que tienen una cosa muy gorda entre manos y he quedado con él y los suyos en una hora en Brooklyn Bridge Park, el parque que hay cerca de Brooklyn Heighs... Y, o sea, que es muy gordo...

Resultaba curioso la increíble velocidad a la que había logrado decir todo eso. Cualquiera diría que no había ni respirado, seguramente una cualidad imprescindible para sobrevivir en el social y competitivo mundo de las animadoras.

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16/10/2013, 17:46
Jane Simons

Ducharme, vestirme y montarme en el coche solamente me llevó unos escasos 10 minutos, y gracias a dios, Sheryl estaba esperando ya cuando pasamos a buscarla... y no nos tuvo esperando la media hora acostumbrada.

-Hola Sher...

Nada más montarse, comenzó a hablar a esa velocidad que le caracteriza, haciendo difícil incluso entender todo lo que estaba diciendo. Escucho atentamente lo que dice, cortando incluso mi saludo inicial, y esperando a que termine para poder asegurarme que he entendido todo lo que nos ha contado.

-¿Has quedado con un demonio de culo prieto en el Brooklyn Bridge Park dentro de una hora? ¿Tú sabías algo?- Pregunto girándome hacia Aaron que conduce como si le persiguieran todos los demonios del infierno a la vez.

-En cualquier caso, debemos encontrar al resto. - Digo mientras comienzo a marcar el número de Dani en el móvil. Ya pasaron las lecheras, querida mía... y por lo visto también los lecheros.

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16/10/2013, 19:13
Kate Evans

Observaba cada movimiento del falso Adrien con una atención y dedicación desmedida. Tal, que estaba segura que vista desde fuera parecía una boba encandilada por su atractivo y sus encantos. Pero nada más lejos de la realidad. Era sus cambiantes gestos, su animgático rostro y sus incoherentes movimientos los que me tenían atrapada. Eso y la lucha interna por decidirme entre levantarme, vestirme y salir de ese estúpido local en busca de algo más importante (como Aaron) o lanzarme sobre él y atraparle su cuello entre mis manos hasta que prometiese que iba a dejarse de tanta gilipollez. Por desgracia, de tanto emditar se me acaba pasando el arroz y, cuando quise darme cuenta, yo era el foco de su mirada.

- Me relajaré cuando me de la gana - solté molesta, y al ver como seguía tocando a Dani como si de una muñeca de trapo se tratara, me levanté de inmediato intentando poner distancia entre nosotros. Esta vez no se trataba de Dani. Era él. Su actitud, sus acciones y su constantes y vacías adulaciones. Me daban ganas de vomitar.

De repente, todo pareció quedarse en silencio y mi mente se quedó en blanco. Solo por unos segundos. Vidente. Había dicho vidente. No me gustaban las videntes. Ni cualquier otro ser mágico con poderes o dones similares a los míos. Se metían en mi territorio. Eran una amenaza.

Entonces, otra noticia. Podía ser un gilipollas, pero el tal Adrien era una mina de oro. Al menos, informativamente hablando. - Ayudando a escapar, ¿a dónde? - pregunté, mostrándome mucho más interesada de lo que en realidad me hubiese gustado, obviando, por supuesto, su estúpido calificativo de 'chica buena'.  - Y como dice Dani - continúé señalando a mi amiga con un gesto de cabeza seco - No te confundas con nosotras. Estamos todos en busca y captura, pero no somos del mismo bando. Dinos lo que quieres y lo que nos ofreces, y veremos la decisión que tomamos.

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16/10/2013, 18:46
Aaron Wake

Ya en el coche, Aaron condució por el largo trayecto para recoger a las chicas del Coven, tal y como se lo había pedido Michael. Durante el trayecto, Aaron estuvo pensando en las últimas palabras que le había dicho Kate y en su actitud divertida al ver que su hombretón no veía lo evidente. Soltó una risita. Al fin y al cabo, ella era la experta y él era un hombre de acción, que obedecía órdenes.

Wake recogió en primer lugar a Jane, en la sede del Coven, y, a continuación, fueron en busca de Sheryl. Aaron le contó el motivo de por qué las estaba recogiendo, dado que Michael no quería que, en caso de que lo atrapasen, rastrearan al resto del grupo. Llegaron al 1020 de Park Avenue, donde encontrarían a Sheryl. Una vez a bordo, empezó a hablar aceleradamente sobre el caos que se produjó el día anterior y de haber conocido al responsable de la luz azul. Y todo ello, casi sin respirar.

-No, no sabía nada de esta quedada. Lo poco que se, es lo que contaron las noticias, aunque hay algo más- se calló unos instantes- Sheryl, ¿es de fiar? No quisiera caer en algún tipo de trampa...- cuando se disponía a responder, el teléfono sonó con su melodía de mensaje, era de Saphiro. Ya no corría peligro, pero quería que conociesemos a alguien en el Coven- Mensaje de Michael, está fuera de peligro, de momento. Quiere que reúna a todos y que nos veamos en el coven, hay alguien a quien nos quiere presentar. El caso es que Kate me ha enviado antes un mensaje diciendo que estaba en el Colossus, aunque no era un buen momento. De Dani, no sé nada. De todas formas, iremos al Colossus, a ver qué encontramos. Voy a avisarla de que vamos para allá.

Mientras el semáforo estaba en rojo, Wake aprovechó y le envió un mensaje a Kate.

Lo es. M quiere presentarnos a alguien y me ha pedido que os reúna. ¿Está Dani contigo? Llegaré en unos minutos.

Una vez se puso en verde, Aaron puso rumbo al Colossus.

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16/10/2013, 21:06
Sheryl Anderson

-Hombre, de fiar, de fiar, lo que se dice de fiar... Es más bien rarito, o sea, está como un queso -al menos su forma humana, o la que lleva ahora, porque me da que puede cambiarla, como yo- pero aunque yo iba a ligar, me ligó él a mi y luego me llevó a su casa y pasamos horas hablando. En todo ese tiempo ni intentó meterme mano "accidentalmente" -lo que en el mundo de Sheryl al parecer resultaba apenas concebible- Y bueno, luego me explicó ese rollo de que habían encontrado a alguien a quien no pueden detectar y que tenían que protegerlo, así que lo pasaron a otra dimensión, pero que ahora tienen que llegar hasta él y no pueden... Ostras, y si un Dotado capaz de hacer cualquier cosa indetectable, hasta la naturaleza mágica... ¿Os imagináis? ¡Podría volver al insti!

El pensamiento, que inicialmente era de lo más alegre, se torció de alguna manera en su cabeza y su expresión jovial se truncó, mirando de nuevo al cogote de Aaron, casi lo único que podía ver de él desde la parte de atrás del coche.

- Bueno, pues lo han enviado a otra dimensión, pero les ha traicionado su contacto allí y quieren recuperar al Dotado y dice que no pueden hacerlo solos. Son un Coven y se ve que sabían cosas de nosotros. De mi, de ti, Aaron y piensan que somos 4, al menos. Y eso, que, ¡ah, ah, se me olvidaba!, ¡tienen a los Ancianos de su parte!, o eso ha dicho. Suena muy místico e importante, pero la verdad es que no tengo ni idea de qué tan trascendental sea eso. Así que están buscando la manera de ir al otro lado y esperan que nosotros seamos la clave para eso. Y eso es todo. ¿Podemos? O sea, ir a la reunión, que es a las 9:20h..., al menos creo que yo debería ir. Lo del portal ¿creéis que podríamos abrirlo y tal? ¿A otra dimensión? ¿Acertaríamos y no iríamos a otro lado? ¿Cómo se acierta con una de esas cosas? ¿No hay como chiquicientasmil?

Nuevamente sus palabras habían salido atropelladamente, en tropel, en una exhibición de verborrea un tanto mareante, formando un entramado denso duro de digerir. ¿Habría alguna manera de que esa chica resumiera un poco y no se andara por las ramas?

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16/10/2013, 21:50
Aaron Wake

Wake frenó en otro semáforo en rojo, al mismo tiempo que escuchaba las palabras de Sheryl. Estaba sorprendido por dentro, las piezas del pequeño puzzle estaban empezando a encajar: la operación de su antigua unidad, el enorme halo azul protegiendo una casa, la información sobre el niño que podía evitar cualquier detector de magia y su extraña desaparición... aún así todavía quedaban algunas incógnitas, ¿quién era ese Demonio de luz?, ¿cómo sabía tanto sobre W?, ¿de qué conocía a Aaron?, y ¿quién demonios eran Los Ancianos? Sin duda, no era una coincidencia que ese "demonio" conociese a Sheryl la noche anterior. Habría que ir con cuidado.

- Ese chaval, por el que tanto empeño tienen en proteger, se llama Josh Keller- empezó a decir Aaron- Como has dicho, lo que sucedió ayer tiene que ver con ese Dotado, que escapó de la garra de los S.T.A.R.S., y de la propia Unidad Estigia y sé perfectamente que S.T.A.R.K., ahora mismo estará maldiciendo por todo lo alto su fracaso y al mismo tiempo preparando algo más terrible que el espectáculo que montó ayer- soltó un suspiro- Si lo que se dice de el chico es cierto, podemos cambiarlo todo.

- Aún así, sigo sin ver claro cuáles son sus verdaderas intenciones. ¿Nos quieren para abrir un portal para ir al mundo al que han enviado al chaval? Lo veo muy descabellado. Además de que tampoco sabemos nada de ellos ni de "Los Ancianos" y tampoco me gusta que sepan algo de nosotros- el semáforo se volvió a poner en verde y el coche avanzó- Y por otro lado tenemos la figura misteriosa que Michael nos tiene que presentar... Tendremos que darnos prisa y reunirnos todos y, así, decidir qué hacer. Lo que tengo claro es que no voy a dejar que vaya alguien sólo al encuentro del demonio blanco y su coven.


Klay Dixit: Inteligencia + Ocultismo en Notas de Juego para el Conocimiento de Aaron sobre Los Ancianos.

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16/10/2013, 23:27
Jane Simons

Escucho en silencio a mis compañeros de viaje intentando cuadrar las piezas de un puzzle que, aunque nuevo para mí, parece conocido para el resto del mundo. Las noticias que habían dado por la televisión se quedaban muy cortas en relación con lo que los chicos parecían saber... pero eso no era lo extraño, al fin y al cabo, en eso consiste nuestro trabajo.

Me remuevo incómoda en el asiento y termino por apagar una radio cuyo volumen no podría haber molestado a absolutamente nadie, pero ahora mismo, todo me sobra.

-Un coven que no conocemos, con su propio demonio buenorro, al que traicionan, que piden ayuda a otro coven que no les conoce para recuperar a un tío que busca un montón de gente y nos citan en un sitio que no controlamos. - Miro alternativamente a Aaron y a Sheryl. - Lo cierto es que suena bastante mal tirando a espantoso, ¿no? Desde luego que nadie va a ir solo a tal encerrona.

Me estiro en mi asiento, bajo el espejito del copiloto y me miro el maquillaje intentando observar si en aguna zona necesita un retoque mientras sigo comentando las palabra de Aaron.

- Michael siempre quiere hacerse el misterioso... A saber lo que será esta vez.

Saco la barra de labios, puesto que el inferior no ha pasado el examen con éxito y comienzo a retocar el maquillaje. Cuando termino, miro por el espejo a Sheryl y le ofrezco la barra por encima del hombro.

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17/10/2013, 11:16
Sheryl Anderson

-Si, William, o sea, el Demonio de Luz ese, también dijo que Stark estaba implicado y que estaría furioso. Y dijo "dimensión", no "mundo", pero vamos, es la misma idea. O no, que todavía soy novata con esto de la magia, no sé si habrá diferencia entre lo uno y lo otro... Para mi tanto da, seguro que yo no puedo -dijo Sheryl, terminando la frase con un lenguaje no verbal que decía "¿verdad?" y clamaba por que le dijeran "si, tranquila". Suficientes cosas raras le habían pasado últimamente.

Sheryl alargó la mano para coger la barra de labios de Jane. Lo de maquillarse era una especie de flotador emocional barato, o no tanto... La ex-animadora instintivamente miró la marca y arqueó una ceja, desaprobadora, pero prefirió no abrir la boca y protestar ya que fin y al cabo se la estaban ofreciendo amablemente y sería de mala educación devolver la barra ahora o hacer una mal comentario. Torció un poco el gesto, se encogió de hombros y se aplicó el pintalabios con maestría y cuidado, extendiendo el color con los propios labios y echando en falta un espejito con el que poder mejorar el efecto. Dócilmente y mostrando agradecimiento sin pronunciar una sola palabra, Sheryl devolvió la barra a su propietaria.

-Y bueno, no es por llevaros la contraria, pero no me pareció precisamente que fuera uno de los STARS. Si ayudarle supone aunque sea putear a Stark y los suyos, ya valdría la pena, ¿no? Pero me pidió que fuera todo el Coven y eso no sé si es muy razonable...

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17/10/2013, 13:34
Adrien Irons

La forma en que Adrien recibió el beso de Dani fue bastante despagado. Se dejó hacer, pero cruzó los brazos tras el cráneo, despreocupado, y no dio muestra alguna de sentirse afectado de ningún modo. Como si se hubiese besado el aire o Dani se hubiese besado a si mismo. Sin Conciencia, probablemente Andrei no sintiese tampoco amor, ni afecto, y por ello, nada ante un beso tierno. De un modo similar a como los psicópatas carecen de empatía.

Pasó lo mismo con su entrepierna.

- Pues no hay trato- se limitó a decir con toda la seguridad y tranquilidad del multiverso-. ¿Quieres también una gota de mi sangre?- añadió en tono sarcástico llevándose un dedo al canino, como si fuese a hacerlo crecer otra vez, pero no. Reculó y volvió a su posición inicial-. Decir mi nombre real está feo- se salió por la tangente-, y no es forma de comenzar una relación, querida- terminó en tono de novio dolido, sobradamente exagerado y paródico.

El hombre pestañeó y se convirtió en una voluta de humo, dejando caer a Dani sobre la cama bajo sus muslos, apoyada directamente contra las sábanas tras el descenso de centímetros. Adrien apareció al lado, de pie, y sacó su móvil del cajón. Vibraba. Abrió la pantalla, asintió de forma indescifrable y descolgó la llamada entrante.

- Adrien Irons- se limitó a responder. Silencio de segundos-. Me pillas ocupado, tengo a un par de camorristas entre manos- dijo al cabo como respuesta, dejando otra larga pausa-. Cortarrollos. La próxima vez que te lleves un ligue a casa te voy a joder yo a ti- más pesado silencio. Adrien bufó-. Que sí, que voy en seguida.

Y colgó. Se guardó el móvil en un bolsillo de los vaqueros, ignorando el cajón, pues ya no tenía tiempo. Abrió el armario a su espalda y eligió una camisa blanca con tribales negros. Una cazadora blanca con un escorpión dorada a la espalda. Cogió a Dani, la levantó de la cama y la sacó su móvil de la ropa interior usando los dedos como pinzas. La miró al hacerlo con una mueca despegada pero divertida, como si la estuviese retando de algún modo.

- Vuestro Coven os llama- dijo sin más tras la llamada-. Cuidad bien de nuestra vidente- sonrió ampliamente, enseñando una hilera de dientes blancos como cubertería de marfil-, o se cuidará solita- aferró a Dani por un hombro, a Kate por el otro, y simplemente, ahumó. La sala se llenó de nadie y tres volutas de humo.

Aparecieron en el rellano de un tejado, bajo techo, pero a gran altura. No había ni un alma. Estaba claro que Adrien, como la mayoría de saltadores en el espacio, tenía una serie de lugares memorizados y neutrales a los que poder saltar sin comprometerse. Tanto por los S.T.A.R.S., como por ese tipo de encuentros con otros sobrenaturales.

- Aquí estamos todos en el mismo bando- se limitó a decir mucho más serio de lo anterior, habiendo cortado cualquier máscara anterior. Ahora no parecía un hombre que se divirtiese con nada-. Y si no lo estáis, seréis un problema- negó con la cabeza, y aunque no parecía amenazante, tampoco parecía concesivo-. Tal y como están las cosas, es cosa vuestra ver en qué esquina del tablero de juego os ponéis. Lo que ha pasado va a movilizar el mundo entero- señaló la calle con un gesto rápido de la mano-. Ya habéis visto a los S.T.A.R.S., y han sido los primeros en en enterarse. Esperad a que se enteren los Covens del mundo entero.

Sacó unos guantes del abrigo y comenzó a ponérselos. Por cómo miraba a Kate y Dani, ahora sí parecía un Demonio. Uno que estaba trabajando y que, más allá de "divertirse" con veinteañeras y sembrar el caos, tenía objetivos más trascendentales que todo eso, como la mayoría de las entidades viejas o ambiciosas del mundo.

- Josh Keller se encuentra en otra dimensión- explicó a Kate de forma parca, aunque a sabiendas de un porqué que ella pronto vería al encontrarse con los otros-. Al otro lado ya lo han capturado, y va a liarse la de Dios es Cristo- negó con la cabeza y pareció mostrarse ligeramente agobiado-. No tengo tiempo para explicaros todo lo que sé ahora, me llama mi Coven- señaló el móvil, en el bolsillo delantero del pantalón, aunque parecía una erección-. El resumen es que sois el arma más cercana, y que tenéis utilidad por cuatro razones. Concretamente.

Y comenzó a enumerar con los dedos al decirlaas una a una.

- El Abogado- Saphiro, que de algún modo resultaba útil en si mismo-, el S.T.A.R.S.- que un S.T.A.R.S. con poderes sobrenaturales era útil lo mirases por donde lo mirases-, los Macnamara- la mafia sobrenatural vinculada a Dani-, y el Luz Blanca- Kate Evans, protegida de algún Guía Blanco. Obvió el resto de cosas, como si fuesen la cosa más prescindible por existir-. A partir de aquí, vosotros elegís. No echáis de menos lo que tenéis, pero sí lo que perderéis si os quedáis quietos. La guerra se acerca, y si algo he aprendido es que nunca tiene piedad.

Y ahumó. Una voluta de humo dejó en aquel tejado a medio vestir a las chicas. Qué cabrón. Kate Evans seguía en ropa interior. Como para que saliese un vecino de su casa. Así pues, Dani puso una mano sobre el hombro de Kate y, simplemente, pestañeó. Cuando abrieron los ojos estaban en, Brooklyn Heights en el refugio.

Móvil: Dani Jenkins.
Llamada Entrante: Jane Simons.

Móvil: Kate Evans.
Mensaje Entrante: Aaron Wake.

Lo es. M quiere presentarnos a alguien y me ha pedido que os reúna. ¿Está Dani contigo? Llegaré en unos minutos.

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17/10/2013, 23:40
Aaron Wake

De tanto en tanto, Aaron controlaba la ruta que seguía del coche. Siempre escogía los caminos que estuviesen menos transitados, aunque eso significase dar más rodeos y hacer más largo de lo innecesario el viaje. Así eran las cosas. Con tanta vigilancia, ir con cautela era la mejor solución para no ser descubiertos. Muchas veces el viaje podia hacerse pesado, pero no aquella vez. La conversación que estaba teniendo lugar en el coche de segunda mano era bastante interesante, Demonios de Luz, Ancianos "místicos", la posibilidad de viajar a otra "dimensión". El cocktail perfecto para hacer un drama mágico. Jane resumió la situación de la mejor manera, "espantosa".

- Otra dimensión, otro mundo... si hay alguna diferencia, yo no la veo. Ambas me parecen igual- dijo Wake refiriéndose a la intervención de su compañera Sheryl- Y aunque ese tal William sea o no de fiar, tampoco me arriesgaría mucho en llevar a todo el coven a su encuentro. Podríamos acordar entre todos ir unos pocos para ver sus intenciones y, a partir de ahí, actuar como mejor nos convenga. Recordad que somos un equipo y todas las decisiones que tomemos nos afectarán por un u otro lado- Aaron había sacado a relucir su orgullo como antiguo Soldado, con unas palabras que hacían referencia a otra época que ya no estaba viviendo- Y por otro lado, está Michael y su "amigo", que espera a que lleguemos todos al Coven- volvió a hacer referencia a Saphiro- Pero si, por falta de tiempo, tenemos que hacer una cosa primero y es ir a ver al tal Williams, yo iré contigo Sheryl. Admito que tengo curiosidad por saber quién es.

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18/10/2013, 00:11
Jane Simons

Miro por la ventana del coche viendo los escasos peatones y coches que nos rodean pasar, siempre sin dejar de prestar atención a las palabras de mis amigos. Pero todo aquello continúa sin sonarme bien. Termino de escuchar hablar a Aaron y dejo pasar unos segundos en silencio, aprovechando la pausa para guardar la barra de labios en mi pequeño bolso de mano negro. 

-Sea o no de fiar en un futuro, de momento no lo es. Intentaré averiguar algo más sobre él, y cuando nos reunamos podremos comentar qué hacer al respecto. He de decir que a mi tampoco me gusta la idea de ir todos juntos.

Dicho esto, meto de nuevo la mano en el bolso y saco un móvil de última generación. ¿A quién podría llamar que me supiera localizar algo de este demonio? Sin poder evitarlo, un nombre suena en mi cabeza. Jhon. Me pongo a escribir un mensaje.

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19/10/2013, 13:26
Dani Jenkins

Adrien, ese demonio, o como quiera que se llamase no había entendido nada. Pedía muchas cosas y daba migajas a cambio. Era una cuestión de confianza, un acto de fe. Nosotras lo habíamos hecho, es más, ¡yo lo había hecho!. Habríamos podido largarnos de esa habitación en cualquier momento y sin embargo nos habíamos quedado, habría podido pestañear y llevarnos directamente a nuestro terreno en cuanto nos puso una mano encima, y tampoco lo había hecho aun a sabiendas de que podría hebernos roto el cuello con la facilidad de quien estrangula un pollo. Una alianza se basaba en la confianza y él no estaba dispuesto a saltar al vacío así pues no veía porqué teníamos que hacerlo los demás por él.

No, si decía la verdad y estábamos apunto de entrar en una condenada guerra por el futuro de la magia, lo primero que teníamos que hacer era elegir con cuidado quien nos guardaría las espaldas. Algo demasiado trascendental como para decidirlo una mañana de resaca y encima sin desayunar.

Definitivamente si algo tenía claro en todo este embrollo es que sin nombre verdadero no habría trato. No estaba dispuesta a trabajar con nadie que constantemente esperara una puñalada trapera de mi parte o viceversa. 

Me volví hacia Kate. -¿Quieres un café?. -Pregunté encaminándome aun descalza y ataviada únicamente con mis braguitas y la camisa de ese tío hacia la cocina. 

Con cuidado, llené el cacito de la cafetera express hasta arriba y alzandome de puntillas abrí la puerta de uno de los armarios hasta alcanzar dos tazas que habíamos ganado en alguna promoción de cereales. Una vez hecho, las dejé en el hueco reservado por la máquina a la espera de que el elixir negro comenzar a borbotear.

-¿que piensas? -Me volví hacia mi amiga y compañera de fatigas, quien aun permanecía en el pasillo, acercándome hasta apoyarme sobre el marco de la puerta. -Sobre toda esta mierda de la alianza y ese chico, Keller. -Aclaré más concretamente, cruzándome de brazos pensativa. Fue entonces cuando el movil que aun no había soltado de la mano empezó a vibrar otra vez. 

-¿Tia Jane? -Respondí apretando el botón para descolgar.

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19/10/2013, 15:42
- Narrador K -

Finalmente, Dani coge la llamada de teléfono de Jane. Por su parte, a Kate no le queda más remedio que contestar. Ya no tiene un torso depilado con el que evadirse de ese deber para con el Coven. Según las nuevas dichas, ya no están en Colossus, sino en casa, en Brooklyn Heights. Eso significaba que Dani probablemente hubiese pestañeado con Kate para volver, cruzando la ciudad con un abrir y cerrar de ojos. De un sitio seguro a otro sitio seguro, claro.

En realidad, era probable que ni siquiera hubiesen estado en el Colossus, sino en algo relacionado con el lugar en cuestión, pues el local no dejaba de ser una discoteca sin camas, y de sábanas al despertar iba aquel breve pestañeo. Así pues, Aaron giró el volante del coche y pegó medio vuelta con sus pasajeras, volviendo sobre sus pasos hasta el refugio del Coven. Aparcó el coche, con cuidado de ningún coche de policía derrapase a su lado, y entraron.

Dani y Kate, a medio vestir, tomaban café en la cocina. La cafetera aún estaba caliente y Dani, aferrando la taza con ambas manos, parecía el vivo reflejo de una joven adulta que probaba por primera vez el sexo anal. No parecía precisamente agradecida y satisfecha por el desarrollo de los acontecimientos, y teniendo en cuenta que el móvil le había vibrado en la mano y no bajo la ropa interior, no era para menos.

Por su parte, Kate estaba bastante peor, pero no en vano había sido ella quien había sacado fauces y dientes contra el averno, en un sentido metafórico, pero no tanto como pudiera parecer. Por la boca muere el pez, pero si bien ninguna de las dos parecía sentirse incómoda con la otra, aquella forma de, ejem, consumar, había sido bastante poco romántica. Y encima, acompañada.

Aaron entró con urgencia en la casa, como si tuviese algo bastante importante entre manos. No tanto como Saphiro, al parecer, que seguía en la oficina con una cliente. Tras Aaron llegaron Sheryl y Jane, y la tercera no pudo sino aplaudir por dentro al pensar que había salido de casa solo para volver a entrar. Definitivamente, el transporte mágico entre puntos dejaba al transporte convencional en muy malas posiciones, sobretodo en ese tipo de situaciones.

Así pues, Aaron envió un mensaje a Saphiro diciéndole que ya estaban preparados.

La respuesta no se hizo esperar.

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19/10/2013, 15:59
Arual

Arual parecía dispuesta. Dispuesta y satisfecha. No contenta. Quizás lo parecía a raíz de una sonrisilla incipiente en sus comisuras, marcando los hoyuelos en sus pecosas mejillas, pero lo cierto es que todo contento que pudiera tener Arual se fundía con esa pasiva melancolía que la envolvía como el sudario de la noche. Era siempre una alegría gris, mortecina y moribunda, sin posibilidades de triunfar más allá de unos efímeros instantes.

Naturalmente, a Arual la gustaba que la cuidasen, mimasen agasajasen y premiasen. Como a cualquier otro ser vivo. Como un cachorro herido. Las palabras "Es un placer conocerte, Arual. Es un nombre bonito, me gusta" eran música de campanas de iglesia en sus oídos. A la mujer se le erizó ligeramente el vello.

- Sin Magia- se dijo para si la joven por lo bajo, concediendo crédito al deseo de Michael-. Hasta el refugio- añadió tras lo que pareció un punto y a parte por la separación. Sí, Arual sabía sumar dos y dos-. Sí, te ayudo- concedió de seguido a su siguiente petición. Por el modo de hacerlo, sentía que ya lo estaba haciendo, pero era un modo de decirle que no tendría problemas en hacerle caso por norma general.

Se quedó así, dejando con la cabeza gacha que Saphiro la cogiese las manos sin oponer resistencia. Al contrario. A Arual le gustaba que la quisiesen, y más todavía que se lo demostrasen. Dado su carácter, cualquier muestra de afecto era bienvenida, y la cercanía y la simbología de cogerla las manos no iba a ser menos.

- Sobre el encuentro...- musitó en voz baja, extinguiendo la voz paulatinamente con cierta vergüenza-, William. Se habrá hecho cargo. Creo. Espero- rectificó a marchas forzadas según pensaba-. Es mi amigo- aclaró en tono revelador, poniendo nombre al Demonio de Luz y relacionándolo con el Coven de Arual-. Sobre mí...- la mujer parecía darse prisa, como hubiese acelerado, pero seguía siendo ella en su esencia. Su discurso era más conciso, más breve, más directo, más fluido-. No lo sé. No sé qué soy. No sé si quiero. Ignorarlo no duele. Saberlo igual sí- negó con la cabeza y sufrió un escalofrío, como si algo al respecto la atormentase-. Sé algo, pero- miró a Saphiro brevemente y frunció los labios, componiendo una mueca de disgusto-, preferiría no decirlo. Por favor- añadió rápidamente.

El tono de eso último, más allá de súplica, recordaba al tono en que un soldado le dice a su compañero moribundo que no se siente capaz de apretar el gatillo. El tono de un padre que daría todo lo que tiene menos a su hija. El tono de una enfermera ante un paciente terminal con dolor y una dosis letal en la jeringuilla. El tono de alguien que, en definitiva, tenía un gran poder y una devastadora consecuencia, temiendo lo que podía pasar si lo decía. Sea como fuere, estaba claro que Arual, fuese lo que fuese, era algo que podía abrumar. Tenía poderes divinos, eminentemente lumínicos, y tenía un carácter absolutamente inocente, pero temeroso de si misma, como si se creyese capaz de lo peor.

- Mis padres eran normales- explicó. Algo que sí podía decir. El matiz de sus palabras indicaba que ya no eran nada, que llevaban años en el cementerio, y que la normalidad era algo valioso y extraño, al menos para Arual. Claro quedaba que Arual consideraba a sus padres adoptivos, sus padres, y que había aparcado su verdadero origen.

Con el cariño de una hija, la chica soltó una de sus manos aferradas a Saphiro y apagó la televisión. Hecho ello, volvió a tomarle la mano, como si, efectivamente, hubiese sido solo un gesto temporal para poder hacer algo con una mano. Se sentía cómoda así, en contacto con alguien, probablemente podría tirarse todo el día acurrucada sobre el pecho de quien fuese con los ojos cerrados, cual feto escuchando el latir de un corazón materno.

- Nos vamos- dijo Arual en un tono preclaro, como si acabase de recibir algún tipo de señal-. Piensa en el Coven- añadió mientras estrechaba todavía más, apretando ligeramente, pero incapaz de hacer daño a una mosca.

La mujer cerró los ojos y comenzó a concentrarse, buscando una forma de llegar al Coven. Un mensaje de Aaron Wake interrumpió a Saphiro, que soltó una mano y revisó el contenido pidiendo disculpas. Arual se interrumpió y sólo dijo un tierno "No pasa nada. Atiende", excusando de forma comprensiva la situación. El mensaje era sencillo, e indicaba que ya estaban todos en el refugio. Naturalmente, Saphiro se planteó hasta qué punto, efectivamente, Arual había recibido algún tipo de señal para saber cuando tenían que moverse. Volvió a juntar las manos con ella.

- Piensa- repitió la chica volviendo a cerrar los ojos. Mientras Saphiro se concentraba, ella siguió explicándose-. Era un ritual difícil. El de Josh. Para enviarlo lejos. Muy lejos. A otra dimensión- soltó aire de forma pesada, dejando que arrugas se marcasen en su ceño de forma apesadumbrada-. Nos traicionaron. Tienen al chico. No nos lo devolverán. No por las buenas- apretó ligeramente más las manos de Saphiro, pero brevemente, lo que le duró un gruñido gutural bastante impropio de ella-. No me gusta eso- dijo sin más, comediéndose y volviendo a su lacrimosa templanza-. Yo puedo abrir la puerta. Otra vez. Para ir al otro lado. A la otra dimensión.

Y simplemente, de forma absolutamente inocente y bienintencionada, tomando invitación las palabras "Me encantaría que conocieras a mi Coven en persona… y que les explicaras con mi ayuda lo que ocurre. Estoy seguro de que estarán encantados de ayudarte", orbitó, llevándose a Saphiro con ella. Asumía que, ya que iban al sitio donde podrían hacer magia, podía hacer magia, y más siendo para abandonar definitivamente aquel despacho.

Una sensación cálida envolvió a Saphiro mientras se fundía con la luz, con Arual, y desaparecía.

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19/10/2013, 15:59
Arual

El sonido de orbes de luz blancoazulada recomponiéndose sacudió el salón de Vim & Virtus.

Saphiro apareció vestido con su traje negro y su camisa blanca, con aspecto cansado, pues había dormido en una silla, y a todas luces con aspecto de haber venido directamente desde la oficina. Sin embargo, lo que más llamaba la atención no era Saphiro, sino el modo en que apareció. Orbitar, un método propio sólo de una Luz Blanca o de un Ángel. Y es que a su lado, lo que había debía de ser un Ángel o una Luz Blanca. Concretamente, una joven.

Era pequeña. Al menos, parecía pequeña. Era bajita, entre el metro cincuenta y el metro sesenta, a caballo entre ambos. Su cabello castaño se tornaba dorado al sol que se filtraba por la ventana. Su rostro, adulto, seguía guardando el cáliz de la juventud, dándole el aspecto de una adulta. Bien podía tener sólo un par de años menos que Saphiro, pero no era mujer grande y fuerte, ni en físico ni en carácter. Todo lo contrario.

Se sentía cohibida. Vestía con extrema sencillez, de forma humilde, sin grandes ambages. No parecía sentirse cómoda, ni con la situación ni consigo misma. Era bella, no cabía duda, pero no se sentía como tal. Se antojaba una personalidad triste y taciturna, insomne, deprimida. A todas luces aquella joven parecía una muñeca de ballet que podía romperse en cualquier momento. Algo así no podía fingirse.

- Ho-hola- se limitó a decir con voz entrecortada, dulce, suave, musical, tímida. Un cóctel.

La mujer esbozó una tímida sonrisa, tensa y circunstancial, y miró a los miembros del Coven. Inmediatamente, sin hacerse de esperar o de rogar, se escudó tras Saphiro, retrocediendo literalmente un paso hasta quedar tras de él. Le soltó la mano y se quedó así, al amparo de la sombra del abogado.

- Vim & Virtus- dijo sin más de forma un tanto errática, como si eso bastase-. Yo, bueno, esto- levantó la mirada hasta Saphiro y se sonrojó. Clavó la mirada en el suelo y soltó lo que parecía un hilo de voz entrecortado, como una tos, un suspiro o un hilo de garganta-. No puedo hacerlo- susurró de forma audible, levantado de lado el rostro para mirar a Saphiro-. ¡Son muchos!

Se sentía cohibida. Excesivamente cortada y tímida, antisocial e introvertida. Patológicamente.

Lo que sí pudo hacer es cogerse ambas manos, apretarlas, y comenzar a recitar. Aquello era Conjuración, un ritual normalmente realizado delante un Libro mágico, sólo que aquella chica se sabía lo que tenía que decir y hacer de memoria. Era una habilidad básica de la magia, así que, asumiendo que dado su Orbitar no era una Bruja ni un Warlock, debía de ser, al menos en apariencia un Ángel. Eran los únicos que tenían acceso a aquello, y sólo a aquello, sin pertenecer a una de las razas sobrenaturales mentadas.

Hilos blancos de magia comenzaron a fugar conforme hablaba, dejando manar un torrente de potencial sobrenatural que quedaba absorbido por la casa, fundiéndose con en el ambiente. Las manos de la chica vibraron levemente, conteniendo la energía, hasta que finalmente, al terminar de hablar, las separó, dejando que fugase definitivamente.

Sella el eco en esta estancia. Cierra el paso al indeseado. Ofusca y no dejes constancia. Pues solo la verdad ha hablado. Aquel bajo tu vigilancia- recitó en voz mística, ritual, fruto de trance y concentración.

Separó las manos y volvió a tomar la de Saphiro, encogiéndose bajo su brazo de forma tímida.

- Mejor. Mucho mejor- se limitó a explicar la chica-. Más seguro. Más productivo. Para todos.

Meció con su manita la de Saphiro, animándole a que él rompiese el hielo. Ella no se veía capaz.

Pese a todo, cualquier con un mínimo de instinto parental o familiar querría abrazar a esa joven. Simplemente, aun sin haber dicho su nombre, evocaba en oleadas inocencia, ternura, pureza y calidez en oleadas abrumadas.


Klay Dixit: El Ritual de Arual ha sido realizado a través de Magia + Conjuración.

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19/10/2013, 17:39
Dani Jenkins

Dejé el teléfono sobre la mesa y mire a Kate que aun no había dicho nada, estaba enfadada, sabía que estaba enfadada. Me mordí el labio indecisa y vacié mi taza de café de un trago para volver a levantarme en dirección a la encimera, coger la cafetera y rellenar nuevamente la taza. 

La miré dándome la espalda desde su silla, cogí aire y volví a dejar caer la cabeza hacia atrás. Genial Dani, lo has vuelto a hacer, ¿como se te puede dar tan bien estropear cosas?

- Oye, yo... - Empecé no muy segura de lo que quería decir. Tampoco es como si recordara mucho. En cualquier caso, era la ex de mi hermano y aunque él no lo admitiera sabía que aun sentía algo por ella. Billy iba a cabrearse y mucho. Mierda, ¡no iba a volver a pasarme maría en un mes!. Además, se suponía que eramos amigas y no quería que las cosas cambiaran. No me gustaban los cambios. 

Vale Dani, deja de dramatizar... Tampoco tenía tanta importancia, ¿no?, es decir, se supone que la universidad está para hacer este tipo de cosas. Experimentar, o como decía la abuela que en paz descanse "folla, miente, engaña a los hombres, ¡que estás en la edad!. Sonreí para mi misma, ¿un trío con tu mejor amiga y un completo desconocido que además resulta ser un condenado demonio?, sí, la abuela habría estado orgullosa. 

En esas estaba cuando el resto del coven hizo acto de presencia y no solo el coven, al parecer Michael taía compañía...

Me escudé tras mi taza de café dándole un nuevo trago. -Buenos días a vosotros también -Saludé con cierta reticencia ante la presencia de la intrusa -¿quien es Campanilla? -

Me daba igual lo que opinara el resto, a mi modo de ver los luces blancas eran tan poco de fiar como los demonios. Aunque tenía que admitir que el conjuro había estado bien...

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20/10/2013, 00:10
Jane Simons

En casa otra vez.

Me había pasado cerca de tres cuartos sentada en el asiento de un coche en compañía de Aaron y la deslenguada Sheryl, por lo que cuando entré de nuevo en el refugio, lo hice con una sensación de cansancio que nada tenía que ver con mi estado físico, sino más bien con el anímico. Sentadas en la mesa, Dani y Kate permanecían extrañamente calladas y distantes, y como tal nos recibieron.

- Buenos días chiquitinas. ¿Hay café hecho? -Digo mostrando de nuevo mi sonrisa deslumbrante mientras paso por detrás de sus sillas y golpeo amistosamente la de Dani de camino a la cafetera tras ver la taza llena. - ¿Alguno quiere? - pregunto abriendo el armario blanco y sacando la taza con dibujos de pintalabios en la que siempre tomo el desayuno.

Nada más decir esto, comienzan a aparecer unas lucecitas blancas que me ponen en alerta. Pero Michael aparece entre ellas. En principio no debería de haber problemas, hasta que veo una tímida figura al lado de él. No parece especialmente agresiva, pero después de mucho tiempo metido en esto desconfías hasta de tu sombra. 

La chica comienza a hacer un conjuro y presto rápidos oídos para ver que no sea nada peligroso contra nosotros, pero aparentemente es sólo un hechizo de aislamiento, para que nadie pueda escuchar lo que diremos a partir de ahora. Extrañamente, después de eso me sentía con mejor disposición frente a esa chica. 

- No sé quién será, pero viene con Michael, eso seguro - Digo devolviéndole una sonrisa dulce y cariñosa - ¿quieres un café tú también, querida? - Le pregunto como si de un habitual se tratara, dándole la bienvenida.

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20/10/2013, 04:06
Arual

- No tomo café- respondió la chica a Jane. Agradecida. Aliviada-. Pero gracias- añadió presta.

Resultaba cortés. Educada. Miró a la cafetera. Parapadeó y negó tímidamente. No bebía. No fumaba. No tomaba cafeína. No se saltaba un semáforo. Ayudaba a cruzar a las ancianitas. La nieta perfecta.

Y Jane la había llamado querida.

Sim embargo, esbozó una sonrisa divertida ante Dani. Bueno, fue una sonrisa extraña. Decepcionada y mustia ante la actitud de la joven. Alegre ante la comparación. Comenzó como una mueca de preocupación, frustración y desamparo. Terminó en una radiante sonrisa de oreja a oreja que sólo duró unos segundos. Fue extinguiéndose lentamente hasta volver a su actitud habitual de introversión y vulnerabilidad total. Resultaba cuanto menos extraño.

Y sin embargo, como Campanilla, parecía incapaz de mostrar más de un sentimiento al mismo tiempo. Lo hacía, pero había que fijarse para verlo. Sino, era como un cachorro. Las cosas de una en una. Parecía tener una mentalidad sencilla. Encontrada pero sencilla. Saphiro había visto que nada más lejos de la realidad, pero daba a todas luces esa impresión, y Dani no era la única en planteárselo. Ni era precisamente la primera ni sería la última.

La joven permaneció callada unos instantes. Casi podía oírse su cerebro chispando, pensando algo ingenioso. Lo encontró, pero al despegar los labios, simplemente respondió con algo bastante redundante.

- No soy un hada- respondió como si no hubiese sido una metáfora-, pero gracias. Ojalá.

Bueno, era agradecida. Muy agradecida. Que prefiriese ser un Hada a un Ángel o una Luz Blanca, que era lo que parecía, sí que era para pensar que, tal y como marcaba su apariencia, se sentía profundamente desdichada. Había visto que era una comparación, pero aún así lo había aclarado. La ironía o la metáfora no eran su especialidad. Las entendía, pero ese componente de "no hace falta que respondas" no lo terminaba de procesar correctamente.

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20/10/2013, 08:38
Michael Saphiro

- Buenos días a todos. - saludó Michael con la mano y con la cabeza. Se fijó en que Dani llevaba una taza de café y se lanzó rapidamente a prepararse otra taza para él. Lo necesitaba, estaba siendo una mañana demasiado dura.

- Tranquilos. - dijo para comenzar las presentaciones. - Ella es Arual. - indicó a la recién llegada que le había traído hasta ahí.

- Su Coven ha tenido... problemas - comentó acerca del Coven de la chica tímida y menuda, pensando en qué palabras sería más apropiada usar. - Tiene algo que contaros... tal y como me lo contó a mí. Os suscitará más preguntas, pero os ayudará a decidir si creéis que debemos echarles una mano o no. Yo soy partidario de que sí. -

- Puede que algunas cosas os parezcan increíbles... pero ¿qué diablos? Ya sabéis en qué mundo nos movemos, ¿no? - Michael miró por el rabillo del ojo a Aaron y le hizo un gesto casi imperceptible para todos. Quería que supiera que estaba bien, que Arual no era un peligro para ninguno de ellos... conociendo al ex S.T.A.R. seguramente estaba ahora mismo preparando algún tipo de ataque, y Michael prefería dejar las cosas claras antes de que dos posibles amigos se hirieran por una estupidez.

Vació su taza de café de un trago, y se percató de que Arual prefería otra cosa... le llenó un vaso de agua y se lo tendió. - Toma. - añadió con una sonrisa... No sabía si la chica tendría sed pero era mejor prevenir.

La mirada de Saphiro pasó por todos los presentes... - Sí que os habéis dado prisa. - se paró un instante en Aaron. - Gracias. -

- ¿Visteis las noticias? - preguntó Michael repentinamente. - El asalto de los S.T.A.R., la luz azulada que protegía la casa y el tipo que atraparon... - enumeró el abogado.

- Digamos que ella puede explicarlo mejor. - sentenció señalando a Aural con la palma de la mano extendida. Se acercó a la joven, le apretó suavemente el hombro y le pidió : - Por favor, muéstraselo y cuéntales lo mismo que a mí. -

Miró a sus compañeros, a sus amigos, a su Coven, - Creo que deberíamos ayudar a esta chica y los suyos... pero prefiero que veáis por vosotros mismos antes de decidir. -

Sin más esperó que Arual reprodujera la luz azul y con ello pudiera mostrar a sus amigos lo que había ocurrido, y que pudieran entender de verdad la situación. Más o menos, pues ni el mismo Saphiro estaba totalmente seguro de todas las implicaciones de lo que le había contado Arual.