Partida Rol por web

Into Darkness

2-B. Beast

Cargando editor
25/02/2014, 06:35
Tona

Jane fumaba en la calle. El trasero apoyado contra los escalones que conducían al Coven, las piernas un par de niveles por debajo. Los codos sobre los muslos y un cigarro entre dos dedos, sobre los labios. En la otra mano, la pitillera, casi aplastándola entre los dedos. Estaba molesta, claro. Naturalmente. No era para menos.

El humo y el cilindro consumiéndose eran su única compañía junto a sus pensamientos.

Hasta que comenzó a relajarse. A vaciarse. Nicotina y silencio. No le hacía falta más.

Poco a poco comenzó a respirar de forma más pausada, hasta que vio a una mujer apoyada sobre una farola que la miraba fijamente. Era una mujer de aspecto pobre, con una cazadora de cuero bastante vieja y algo rota, muy desgastada, negra pero ya casi gris en algunos puntos, con alguna mancha de tiza. Con un hombro sobre la farola, fumaba con la mano contraria un cigarrillo de liar. Tenía algo de suciedad bajo las uñas, pero aún así parecía adecentada y limpia.

Tenía una melena de color paja algo rizada cayendo a su alrededor, y un par de pequeños aros en las orejas como pendientes. Algunas pecas y una mirada profunda, relajada, con un porte de lo más sereno. A su lado había un perro grande, cuya correa se asía con una cadena a la cadera de la muchacha, que no debía tener muchos más años que veinte.

Cuando la mujer se dio cuenta de que Jane había reparado en ella, se separó de la farola con un empujón del hombro y tiró brevemente de la cadena de su perro, animándole con algunas palabras en voz baja mientras echaba a andar hacia Jane. Se paró frente a ella, en el porche de la casa, sin llegar a entrar ni alcanzar las escaleras. Cerca pero lejos.

- Arual me manda a que os pida perdón en su nombre- dijo sin más, dando una calada en medio-. Está loca, no se lo tengáis en cuenta. Su altergo se merece una patada en los dientes- se permitió sonreír. No tenía los dientes totalmente blancos, pero estaban rectos y limpios, aunque alguno tuviese un poco de sarro, nada molesto a la vista-. Para el caso, la cuestión es que, aunque no sea la más indicada y no tenga el derecho a decir una mierda- suspiró pesadamente, como si ella estuviese igual de pringada sin tener ni putas ganas-, vosotros al menos podéis hacer algo. Algunas somos sólo humanas corrientes y molientes.

Metió una mano en el bolsillo y lanzó al escalón, al lado de Jane, una bolsa llena de tabaco.

- Hay disturbios en el Bronx- informó-. Los S.T.A.R.S. del portaaviones están allí. Si vais a moveros, ir YA. Sino- se encogió de hombro- avísame cuando los Demonios tengan al Luz Negra. Soy Tona.

Tona. La chica que Arual había dicho que fuesen a ver al restaurante japonés si necesitaban algo.

- Suerte- se despidió. Dejó caer el cigarillo y lo pisó, apagándolo-. Necesitarás la nicotina.

Y espoleó a su perrazo, echando a andar para dirigirse rumbo calle abajo. El canino miró a Jane con un brilo de inteligencia y, cuadrúpedo, echó a andar junto a su dueña.

Cargando editor
25/02/2014, 06:59
- Narrador K -

Una visión preciosa, dónde iba a parar. Dani, con el cabello coagulado tras uno de sus encantadores y clásicos alardes de locura. ¿Siempre metía la cabeza bajo el grifo en esas situaciones o sólo después de hackear bebiendo Monster como si no hubiese mañana? Con el cuerpo lleno de adrenalina y el cerebro frito y chispeando por el agua fría y la glucosa, la enjuta monstruita mascaba pizza con consistencia de chicle mientras veía la caja tonta y cuadrada.

El problema era que Purity Watcher, los dueños de un cubículo de la ciudad consagrado como el "Comunication Center" controlaban la mayoría de las cadenas de televisión, telecomunicación, y demás medios de información a la sumisa, estúpida y adoctrinada población, que claramente veía esos canales por afilación política y racismo paranormal.

Aún así, había cadenas minoritarias, extranjeras, de pago o independientes, que sí hablaban abiertamente de toda la mierda que a Dani le interesaba. Había incluso quienes se atrevían a decir en voz alta y escribir en la pantalla con un rotulito la dirección donde vivía Rinko Asauchi. Claro, que ahí no la encontraría ni Dios, por mucho que buscasen en el armario o el cesto de los trapos sucios. Y sí, había quienes mencionaban el Portaaviones Intrepid. A Dani le extrañaría si no se encontraba a manifestantes en el puerto dentro de un rato.

Lo interesante era que, de hecho, el Portaaviones Intrepid estaba desplegando efectivos. Disturbios en el Bronx, ni más ni menos, provocados por bandas callejeras organizadas, de esas supeditadas a una cabeza mayor escondida entre las sombras que orquestaba todo el tinglado. Alguien se estaba tomando algunas molestias por mantener ocupados a los S.T.A.R.S., lo cual significaba que Dani y su Coven no iban a tener una oportunidad mejor para mover el culo.

Nada parecía pasar en la Estatua de la Pureza, por fuera totalmente quieta y con cara de no haber roto un plato. Alguien también se estaba tomando todavía más molestias por que no supiese nada de lo que se cocía ahí dentro. Algo que, todo fuese dicho, no iba a durar eternamente. ¿Cuantas horas podían tardar en sanear o destruir la torre?

No mucho más tiempo...

Dani siguió así, viendo la caja tonta un rato más, sin ver muchos más resultados. Resopló escurriéndose en el sofá y notó una vibración intempestiva en su cadera. Su móvil, justo antes de ponerse a gritar con la canción de turno.

Mensaje Entrante: Desconocido.

Soy el polvo de la noche pasada. Necesito tu caos otra vez. Yo y una amiga vamos a entrar donde Laura no quiere que meta los tatuajes. Viendo que no has movido tu precioso culo de casa, ¿te vienes de fiesta?

Irons. Un Irons que iba a saltarse las órdenes de la jefa de su Coven...


Purity Watcher.

Cargando editor
25/02/2014, 07:14
- Narrador K -

Bueno, Aaron Wake sin camiseta parecía que se había quedado solo. ¿No?

Recapitulemos. Saphiro se había pirado con el rabo entre las piernas desde el segundo cero de encontrarse a Aaron semidesnudo con Dani interrumpiendo nada que "les distrajese" de lo que estaban haciendo. Sheryl no había aparecido por ningún lado. Jane se había ido con el humo a otra parte. Dani se había ido cabreadísima con Kate, pero habiendo llegado a algo parecido a un pacto, roto, con Aaron. Al menos no estaba cabreada con él. De hecho, había arreglado las cosas con Kate, y ya la tenía "moviéndose" para hacer algo útil. Lo cual Dani, conociéndola, estaría haciendo por su lado.

Pero, ¿y ahora, qué?

Tic, tac, Aaron. Tic, tac. S.T.A.R.K. no espera eternamente. De hecho... debía de quedarle muy poquito tiempo. Quizás, si se movía relativamente pronto, llegase para el colofón final y sacar al Luz Negra antes de que el mensaje se autodestruyese en cinco segundos. ¿Qué iba a ser? Y mejor aún, ¿cómo?

Cargando editor
25/02/2014, 08:54
Michael Saphiro

Inmediatamente el joven abogado interrumpió el conjuro. Había visto más que de sobra. Suficiente para saber que los ánimos no estaban muy bien. Suficiente para incluso llegar a preocuparse por el futuro del Coven.

Sheryl necesitaba desahogarse y hablar con alguien. Y Dani había desaparecido. La chica furiosa tenía más peligro que mil demonios juntos. No sabía muy bien qué debía hacer a continuación. Probablemente ambas le necesitaran.

Pero la velocidad a la que avanzaba el plan de Aaron y Kate impelían a Saphiro a hablar con Sheryl cuanto antes, quizá debiera aclarar algunas cosas y decirle que era mejor que finalmente fuera el verdadero Saphiro el que realizara la misión.

Cerró los ojos y pestañeó hasta la puerta del dormitorio de Sheryl. Miró a ambos lados para ver si había alguien y aguzó el oído. Sabía que estaría llorando.

Con suavidad pero asegurándose de que oyera los golpes, aporreó un par de veces la puerta. Nada salvaje, un par de golpes rítmicos a modo de llamada.

- Sheryl, soy yo. Ábreme por favor. -

En la mente del abogado revoloteaban las palabras de Kate a Aaron: Quiero a Dani fuera. Sheryl tampoco debería acompañarnos.

¿Acaso Kate estaba ayudándoles a encubrir su plan a ojos de Aaron? ¿O no quería de verdad que una Sheryl transformada en Saphiro se infiltrara junto a ellos en la Estatua? ¿Le diría a Aaron lo que habían planeado? La mente de Saphiro comenzó a trabajar a toda velocidad urdiendo un plan de contingencia por si acaso.

Cargando editor
25/02/2014, 11:44
Sheryl Anderson

Sheryl apenas oyó los golpes en la puerta, pero la voz de Saphiro hizo que cortara sus sollozos. Parecía que la chica había hecho un buen trabajo en acallarlos gracias a estar enterrada bajo la almohada. Salió de allí sorbiendo por la nariz cual niña pequeña, tratando de recomponerse cuanto antes, buscando algo con qué sonarse sin encontrarlo. En otras circunstancias se le hubiera corrido todo el maquillaje, pero por suerte eso no le había pasado en esta ocasión.

Se incorporó en la cama y dijo un “pasa” un tanto entrecortado pero en voz lo suficientemente alta como para que la persona al otro lado de la puerta pudiera intuir al menos que habían concedido paso. La voz de Saphiro era fácilmente reconocible, así que no tendría que dar explicaciones sobre la ropa que todavía llevaba puesta. Bueno, más o menos: la ropa que llevaba era de hombre, diseñada para alguien de hombros algo más anchos, caderas más estrechas... un pecho configurado de una forma considerablemente diferente... El resultado era una camisa que hacía las veces de poncho, que dejaba al aire su ombligo y se apretaba contra los senos de Sheryl de manera acusadora. Los pantalones no se quedaban a la zaga, apretándose contra el culo y caderas de la joven de una manera que no debería, dejando parte del mismo sin cubrir adecuadamente y provocando que apenas si llegara hasta sus tobillos. Semi-consciente de todo ello la ex-animadora cogió la almohada y la usó como escudo de miradas y honra.

Sensible, sólo protegida por una almohada y a punto de echarse de nuevo a llorar, Sheryl recibió a Saphiro con ojos vidriosos, enmudecida por la congoja y claramente falta de un hombro en el que llorar...

Cargando editor
25/02/2014, 13:25
Michael Saphiro

Apenas escuchó la invitación, Saphiro abrió lentamente la puerta y con cuidado se introdujo en el dormitorio cerrando tras de sí. El día se había convertido en tan sólo unos minutos en un completo caos que amenazaba con destruir todo lo que el abogado apreciaba.

El panorama en la habitación de Sheryl no era muy alentador. La joven había recuperado su verdadero aspecto y la ropa del propio Michael hacía lo posible por cubrir a Sheryl dando resultados diversos dependiendo del lugar de su anatomía.

Michael no tuvo que esforzarse mucho en desviar la mirada de zonas poco decorosas, a pesar de que la joven se cubría con la almohada como podía. Los ojos de Sheryl lo decían todo.

Avanzó con cuidado, temeroso de que Sheryl pudiera dar un salto y escapar en cualquier momento, como si estuviera a punto de cazar una presa asustadiza, pero sin ser esa la intención. Al llegar junto a ella, apoyó una mano en el mentón de Sheryl y usó la otra para enjugarle las lágrimas como pudo. Sacó luego un pañuelo de tela del bolsillo interior de su chaqueta y se lo ofreció.

Sin decir nada más se quitó la chaqueta y se la pasó por los hombros para ayudarla a cubrirse y que no tuviera que preocuparse tanto por su aspecto. Hecho aquello, Saphiro se sentó junto a ella.

El abogado no sabía muy bien por dónde comenzar, después de todo Sheryl seguía siendo una adolescente de dieciséis años. Y el desamor... el desamor era algo doloroso pero Saphiro a sus veintiocho primaveras ya lo había experimentado y sabía lo que era.

- Llora si lo necesitas. - ofreció el joven. - En estos casos no viene bien estar sólo. - añadió comprensivo. - Esperaré a que quieras hablar, si es que quieres. O estaré en silencio si es lo que necesitas. -

Esperó un par de segundos a que sus palabras calaran en Sheryl. - Cuando estés mejor, y sólo cuando estés mejor y tú quieras, me iré. - Sonrió. Evidentemente los males de Sheryl no iban a desaparecer así como así, pero Saphiro le estaba ofreciendo no dejarla sóla en esos momentos. Ya le expondría su opinión si es que ella lo necesitaba, o consejos si eran necesarios, o nada de aquello si ella no quería.

Sólo le mostraba su apoyo y que podía contar con él. Simple y francamente.

Ni mencionó la próxima misión, ni planteó las opciones acerca de que Sheryl fuera transformada en el propio Michael, ni nada de nada. Sheryl debía desahogarse, llorar lo que fuera necesario y liberar esa tensión.

- A veces las apariencias engañan. - musitó cual diablo que sabe más por viejo que por diablo. - Tú mejor que nadie deberías saberlo. - añadió con un guiño.

Cargando editor
26/02/2014, 17:45
Dani Jenkins

Pasé la mirada de la pantalla del móvil a la tele. Móvil, tele, móvil, tele... Me tragué el último trozo de pizza, arrugué la nariz concentrada y me puse a teclear. 

Lo primero que hice fue responder al mensaje de mordisquitos con otro en el que únicamente figuraba un hipervinculo:

"Ábreme"

Tan solo tenía que hacer un clic para que se iniciara la descarga del troyano de moda que hacía las delicias de los acosadores más pervertidos. Un programa la mar de entretenido al alcance de cualquiera que sepa lo que está buscando y que permite no solo acceder a los contenidos del teléfono si no que incluso te da la opción de controlarlo en remoto pudiendo activar, entre otras cosas, el localizador gps para obtener su posición.

Sonreí de medio lado. Aunque supiese de que iba todo esto si Irons quería mi ayuda tendría que aceptar, además, en el fondo le estaba haciendo un favor, dar direcciones vía telefónica podía ser cualquier cosa menos seguro y el péndulo... el péndulo estaba bien, pero esto era mucho más divertido, ¡donde iba a parar!.

Tras ello y mientras echaba un vistazo a los diferentes flames que había soltado por las redes sociales me levanté del sofá. No había visto a Jane volver a entrar en casa así que ni corta ni perezosa, me dirigí hasta la puerta de la calle en primer lugar.

Estaba enfadada y fumaba como si no hubiera mañana. Me encogí de hombros, ¿y qué?, yo también lo estaba.

- Tengo algo que contaros. -Me limité a decir escuetamente antes de volver a entrar en casa dejando la puerta abierta tras de mí. Acto seguido me dirigí hacia las escaleras, pasé por la habitación de Michael por si acaso seguía ahí escondido y seguí hasta la de Aaron, donde suponía que estarían el resto que no había visto bajar. 

- Se nos ha acabado el tiempo, si quereis que saquemos de la estatua a ese tío tenemos que hacerlo ya, además, hay algo que teneis que saber. - Empecé de carrerilla dando por hecho que todos estarían allí y evitando, ya de paso, que me echaran a los leones nada más poner un pie en la habitación.


Klay Dixit: Dani lleva el pelo mojado. Escurrido y al aire un rato, pero húmedo cuanto menos.
Mordisquitos pincha en el enlace.

Cargando editor
02/03/2014, 08:52
Sheryl Anderson

Llorar a moco tendido es una actividad extenuante, aunque dure sólo unos instantes. Sheryl no llevaba apenas nada así, pero le había bastado para sumirse en un estado de profunda amalgama de pensamientos, esperanzas truncadas y frustraciones.

Cuando Saphiro se mostró tan amable con ella, la ex–animadora no se molestó en contestar lo que había dicho el "abogado", pues en realidad ni siquiera entendió más que el tono y poco más. Simplemente no pudo sino abrazarse a él con fuerza, dejando caer la almohada-coraza en el movimiento, aplastándose contra él, agarrándose a él como si su vida dependiera de ello.

Pero el intenso abrazo no duró mucho, sólo hasta que escucharon... a ¿Dani? La desaparecida había vuelto a aparecer y era el tipo de persona que abría y cerraba puertas, metafóricamente hablando, con gran fuerza, a la que había que hacer caso o sufrir las consecuencias. Aunque Sheryl estuviese sumida en la miseria anímicamente, aún tenían cosas urgentes y muy importantes de las que ocuparse.

¿Cómo había podido ser tan egoísta, tan egocéntrica? El deber les llamaba, así que el duelo por un amor perdido (que es lo que era Aaron en esos momentos para Sheryl dentro de su cabecita) tendría que esperar.

–Esa era Dani Creo que deberíamos volver con los demás. Tú adelántate, ¿quieres? Yo me volveré a vestir de mi misma –dijo sonrojándose un poco al evidenciarse nuevamente que estaba vestida de hombre, con su voluptuoso cuerpo haciendo todo lo posible por gritar al mundo que estaba luchando por destruir a toda costa aquellas prendas– y en seguida te alcanzo. Y, Michael... gracias, de verdad –añadió estampándole un beso de agradecimiento en la mejilla a Saphiro.

Cargando editor
02/03/2014, 16:02
Michael Saphiro

Michael no supo muy bien cómo reaccionar al final. El abrazo de Sheryl unido al beso en la mejilla dejaron un poco sin palabras al abogado que no esperaba una reacción tan efusiva, pero le costaba entender a las mujeres así que terminó por sonreír.

Lávate un poco la cara antes de salir. - añadió con un guiño. - Te espero con los demás y ya hablaremos cuando esto acabe si quieres. -

Se levantó con su habitual elegancia de la cama y se abrochó en el proceso el botón de la chaqueta. Dirigió sus pasos hacia la puerta del dormitorio y escuchando brevemente antes de salir para que nadie le viera, abrió la puerta con cuidado, giró el rostro y se despidió de Sheryl antes de salir.

- Nos vemos pronto. -

Cargando editor
02/03/2014, 16:05
Michael Saphiro

Saphiro encaminó sus pasos hasta la habitación de Aaron. Había escuchado claramente las palabras de Dani y sentía cuando menos curiosidad por su significado. Claro que la situación era apremiante, y además el Coven había demostrado muy poca organización. Si el destino de la magia o del mundo dependía de ellos seguramente fracasarían.

Debían mejorar pero el abogado no sabía cómo hacerlo. Golpeó un par de veces la puerta de Aaron entrando tras Dani.

- ¡Toc, toc! - dijo a modo de saludo observando a todos los presentes. La ropa del abogado, aunque parecida, no era la misma con la que había estado anteriormente en la misma habitación.

- ¿Qué es lo que sabes? - preguntó Michael a Dani. Estaba de acuerdo con ella en que tenían que ir a la estatua ya, o liberar al prisionero iba a ser sencillamente imposible. - Démonos prisa. Hasta ahora hemos estado muy desorganizados pero esto tiene que cambiar. -

Cargando editor
02/03/2014, 16:53
- Narrador K -

Aunque fuese un detalle nimio, Saphiro volvía a llevar su colgante.


Sí, tenía que poner el post sólo para decir eso.

Cargando editor
02/03/2014, 20:47
Kate Evans

La repentina llegada de Dani y su barahúnda de palabras solo recibieron como respuesta una descolocada mirada. La confusión de sus ojos y su ligera palidez eran más que palpables. Su cerebro, bloqueado, parecía estar apretandose las tuercas para asimilar toda la información que había recibido en apenas un par de segundos. Un choque contra la cruda realidad y una jarra de agua helada. Eso es lo que había sido para ella el mensaje que todavía brillaba en la pantalla de su móvil.

- Dispara, Jenkins - consiguió decir, tras tragar la saliva que obstruía su esófago. Con movimientos algo dubitativos y patosos consiguió guardarse el teléfono en el bolsillo trasero del pantalón, acción que concluyó cruzándose de brazos. Seguía molesta con Dani, y no pensaba olvidarlo. Al menos por el momento.

Cargando editor
02/03/2014, 21:36
Dani Jenkins

Nadie dijo nada, a excepción Michael que acababa de llegar. Me hice a un lado para dejarle paso e intercambié una mirada con el abogado antes de continuar.

- Para empezar creo que deberíamos dejarnos de gilipolleces e ir todos a la estatua de una puñetera vez, podemos entrar a través de un portal, volando la maldita puerta con un jodido misil o echándola abajo con un puto tanque, me da igual. Primero, como coven nuestra magia es más fuerte cuando estamos juntos y segundo, deberíamos suponer que saben lo que vamos a hacer así que a mi modo de ver lo que necesitamos es ser rápidos, no discretos. -hice una pequeña pausa para mirarles pasando olimpicamente de la mueca de cabreo de Kate -Además no he sido la única en pensar en atraer su atención fuera de la estatua para tener una oportunidad, alguien más se está moviendo y creo que Irons también se ha dado cuenta porque quiere que vaya con él. -mis dedos se deslizaron por la pantalla táctil activando el gps de Mordisquitos. -Es un demonio así que tan probable es que sea una trampa como que quiera pegársela a Campanilla, en cualquier caso tengo acceso a su teléfono y no hay razón para no usarlo en desviar la atención sobre nosotros. -llegados a este punto me volví hacia Aaron, después de todo había sido él quien nos había delatado, aunque no fuera de forma consciente. -Podemos utilizarlo para mandar un mensaje anónimo a la policía avisando de que hemos sido vistos en cualquier otra parte, no espero que se lo traguen pero como mínimo es de suponer que tratarán de localizar el telefono y por defecto a Irons y a quien quiera que esté con él. -Sonreí con malicia, lo realmente maravilloso de todo esto era que si había algún ser capaz de apreciar un gesto así sin duda era un demonio. No era nada personal, o que coño, sí que lo era. Se había aprovechado de nosotras y aunque no le culpaba pues estaba en su naturaleza (nadie en su sano juicio esperaría que Mordisquitos fuera de fiar), no podía esperar que no aprovechara una oportunidad como esta. Además, tampoco era tan cruel como para enviarle a una estúpida y prematura muerte, pensaba avisarle en algún momento... -En cualquier caso, hagamos lo que hagamos tenemos que hacerlo ya, lo que sea que esté pasando dentro de la estatua no tardará mucho en resolverse para bien o para mal.-

Cargando editor
04/03/2014, 23:05
Kate Evans

- ¿Quién se está moviendo? - la revelación de Dani le cogió tanto por sorpresa que de golpe y porrazo se olvidó de todo el resquemor acumulado hasta el momento. Pero no obtuvo respuesta, y se limitó a esperar que su amiga acabara el discurso. - Hagámoslo entonces. Si queréis a las bravas, que sea a las bravas. - Se encogió de hombros, mirando a los presentes. Estaba cansada de tanta tontería.- Haré lo que digáis.

Cargando editor
05/03/2014, 11:42
Sheryl Anderson

-Sí, hagámoslo a las bravas, como dice Dani. *Juntos* no nos va a poder parar nadie. Portal al corazón de la estatua, una persona invisible, yo me cambio la cara a la de su jefe, y cada cual contribuye como pueda. Entramos, salimos y se acabó. Se puede hacer. Se *debe* hacer –dijo Sheryl desde atrás, haciéndose notar repentinamente con un tono firme y claro.

La chica, a pesar de su juventud, poseía una capacidad de resolución envidiable y estaba claro que no soportaba nada bien las esperas, así que para ella el tema había que resolverlo cuanto antes. Y no sería ella la que titubeara.

-Nadie se queda atrás. Y, Aaron, quiero un arma –aseveró finalmente. Era un punto y final sin posibilidad de apelación o corrección. Al parecer la ex-animadora se había cansado de ser una chiquilla indefensa...

Cargando editor
05/03/2014, 13:25
Aaron Wake

Y otra vez sólo.  Pobre iluso.

La paz reinó de nuevo en los aposentos de sir Wake el ex-SOLDADO durante un buen rato. Espacio de tiempo suficiente que le sirvió a Aaron para reflexionar sobre todo lo acaecido. Broncas, planes cambiantes sin tener clara la idea (Ay, si Global hubiese observado toda la escena… no sólo un plan B sino miles de planes B hubiese sacado en apenas un corto intervalo de tiempo), más broncas, un aparente primer equipo de tierra que se adentraría en la cueva del lobo. En resumen: un drama.

Pero todavía había tiempo (si es que no se había agotado ya entre tanto espectáculo) de enderezar un poco la situación. Aaron cogió su teléfono, no el que había inutilizado Dani con suma gracia, sino el tercer teléfono con el que mantenía linea directa con su ángel salvador (¿cuántos ángeles le habrán salvado la vida más de una vez?). Con una simple llamadita, averiguaría la situación actual de la estatua y cuando supiese el plan del portal, le indicaría el camino más fácil para llegar al Luz negra y sacarlo de allí.

Y bien fácil que era marcar el maldito teléfono!

Cuando estaba a punto de hacerlo, la calma se vio interrumpida por otra comitiva que entró de sopetón en su cuarto. Y una vez más Wake se encontraba sin camiseta. ¿Acaso sus pectorales eran lo suficientemente atractivos como atraer a cada uno de los miembros del coven? No, nada de eso. Dani tenía algo que contar. Y no era de extrañar, desde principio de mañana había actuado de una forma un tanto rara y muy extraño le había parecido su peculiar petición. ¿Qué estaría tramando la pequeña Dani? Pero Aaron necesitaba hablar con La Mujer y su escapatoria parecía evidente: ir al baño a simular una evacuación.

No tardó ni tres segundos en alejar ese pensamiento. Si llegase a hacerlo, las consecuencias podrían ser estrepitosas. Por tanto, ya hablaría con su ángel, cuando terminase Dani. La joven fue directa al grano, ni sutilezas ni estrategia. A por todas, ya que como grupo la magia sería más poderosa. ¿Pero sería suficiente para enfrentarse a toda una legión? A Aaron volvía a no gustarle esa opción, por mucha magia poderosa que tuviesen… pero si se negaba se arriesgaba a abrir otro conflicto.

- Supongo que si me niego, abriremos otra guerra interna y empezaremos a ponernos más tensos- dijo más para si mismo que como contestación- Está bien- decía mientas hacía gestos afirmativos con la cabeza- hagámoslo a tu manera. Vayamos todos a luchar- "seamos insensatos"- Os proporcionaré todas las armas y chalecos que pueda, os lo prometo.-miró a Dani- Usemos el teléfono para mandar ese mensaje anónimo. Si funciona, pues eso que nos hemos ganado. Así pues, movámonos ya y actuemos!-"Y si alguien recibe un tiro en la cabeza, que no se diga que no lo advertí".

Cargando editor
10/03/2014, 00:27
Michael Saphiro

Saphiro no tenía mucho que añadir. Por fin después de tantas discusiones y tantas vueltas se habían decidido.

Sólo quedaba esperar a que Aaron les proporcionara el equipo necesario y entonces actuarían en equipo, como uno sólo. Todo el Coven a la batalla. Sería su primera vez y el abogado esperaba que estuvieran preparados.

Temía por la seguridad de todos y cada uno de los miembros de su Coven, pero sabía que no podían hacer mucho más. Debían intervenir y debían hacerlo ya, y no se le ocurría un método que resultase seguro en alguna manera.

Tragó saliva y esperó firme junto a la puerta. No diría nada. Estaba listo. Se ajustó la corbata del traje y esperó a que el resto estuvieran preparados.

Cargando editor
10/03/2014, 16:35
Dani Jenkins

Miré a Kate. -No lo se, pero alguien la está liando en el bronx -más de lo normal, se entiende. -Están obligando a los S.T.A.R.S a movilizarse fuera del portaaviones. -Aclaré mientras mis dedos se deslizaban por la pantalla del i-phone aprovechando para cotillear algunos mensajes y activar, ya de paso, el gps de mordisquitos.

-puede que tenga algo que ver el que halla quien crea que Rinko Asauchi se esconde en el propio portaaviones -comenté encogiéndome inocentemente de hombros -aunque supongo que también es posible que los rumores sobre su supuesta captura hallan llegado a sus oídos y sea ella misma quien halla venido en busca de respuestas. -Sonreí con malicia -En cualquier caso, sea quien sea se está tomando muchas molestias en mantener entretenidos a nuestros amigos de uniforme y no deberíamos desaprovechar la oportunidad. -

-Con respecto al disfraz, creo que con una simple transmutación de nuestra propia ropa debería servir -Añadí pensativa a propósito de las inquietudes de Aaron. -Teniendo en cuenta la que deben tener montada dentro de la estatua es posible que incluso una ilusión sea suficiente. Abriremos el portal desde el sótano, entramos, localizamos al luz negra y salimos. -hice una pequeña pausa -Si están protegidos para abrir una salida desde dentro uno de nosotros puede hacerlo desde aquí, una vez encontremos a ese tío creo puedo localizar a Michael, Aaron o Sheryl en cualquier parte. 

Nadie más dijo nada así que supuse que por fín habíamos llegado a alguna clase de acuerdo. -Acabemos con esto, pillad todo lo que creáis que vayamos a necesitar y nos vemos en el sótano. - 

Cargando editor
14/03/2014, 22:23
- Narrador K -

Tras unos cuantos minutos más de organización, a falta de que Jane apareciese, comenzaron a moverse. Con en cabeza a una Dani que consultaba a su pequeño Harvey, como solía llamar al libro mágico del aquelarre, mientras apremiaba descaradamente al resto. Kate se encargaba de disponer las runas y el pentagrama en el suelo, creando la pequeña zona donde plegar el espacio en un futuro inminente. Por su parte, Sheryl ayudaba a ambas, trayendo los materiales, echando una mano a una Kate que no daba a basto, recitando junto a Dani, y asegurándose que todo iba tal y como el libro mandaba.

Por su parte Saphiro se había escondido en una esquinita alquímica, intentando improvisar una poción de invisibilidad. Su caldero iba echando humo conforme vertía de memoria ingredientes de los frasquitos almacenados en la pared de la esquina. Dani acaparaba el libro. Y, bueno, algo sacó. No es que fuese ni de lejos su mejor poción de invisibilidad. Nada más verla supo al instante que no le haría invisible del todo ni por asomo, pero algo haría, ni que fuese para que le resultase más fácil esconderse en las sombras. Era mejor que nada, aunque no fuese un "trabajo bien hecho".

Y Aaron terminó en un rato largo convertido en el nuevo vendedor de armas de la esquina del Bronx. Había dejado un par de pistolas con silenciador para Dani, un revólver para Sheryl, una ballesta con un virote de luz negra y tres virotes de punta hueca para Kate, y finalmente una escopeta semiautomática para Saphiro. Cuatro cargadores adicionales para Dani, uno para Sheryl y dos para Saphiro. Había un peto de Kevlar para cada uno, aunque el de Sheryl era de polímero reducido pero elástico. Abultaba menos y daba más, evitando que la limitase a la hora cambiar de forma, a costa de una pérdida funcional frente a munición perforante. O algo así dijo Wake.

Él ex S.T.A.R.S., por su parte, iba bien surtido. Quien parte y reparte se lleva la mejor parte. Una ametralladora de treinta balas a la espalda, un subfusil en cada muslo y un par de machetes en cada antebrazo. Un cinturón sembrado de cargadores, tres de dagas de lanzamiento y dos granadas. Una tercera granada de color rojo bautizada por S.T.A.R.K. como "Calor de Ahí Abajo". Un mar de llamas en miniatura, sin el clásico CA-BUM. Además, uno de los cargadores para la ametralladora era verde, con las balas rellenas de Esencia de Luz Negra y, por tanto, más letales que el veneno de serpiente.

Por supuesto, todo el armamento de Wake, como el revólver de Sheryl, tenía una pequeña estrellita en miniatura, logo de la organización militar. Y finalmente, Wake tenía su blindaje corporal, su casco y su máscara. Hasta llevaba gafas tintadas de negro. No se le veía ni hablar, sólo una calavera blanca dibujada sobre la máscara que asomaba del casco.

Aaron llamó a su contacto, que comenzó a encargarse de apagar discretamente los inhibidores mágicos en la sala de interrogatorios, en aquel momento, naturalmente, más desierta que los alrededores del Área 21. Para cuando el contacto, o más bien, la contacto, realizó una llamada perdida al ex-soldado, Dani terminó su último toque de batuta como directora de orquesta y Kate prendió fuego a la tiza amarilla del suelo.

Un agujero del tamaño de un armario ropero, traslúcido, dejó ver al otro lado una sala de interrogatorios azul, con un cristal tintado y reforzado al fondo, pero visiblemente agrietado, una cámara de seguridad colgando de sus cables, muerta, y una silla completamente despedazada, pese a ser de metal. No había el menor atisbo de actividad, sólo una luz roja intermitente que parpadeaba cada dos por tres. La alarma, claro, que llevaría horas dando por saco.

Así que Aaron pasó el primero. Tan pronto pasó, cayó doblado de rodillas, apoyando una en el suelo mientras conseguía mantener el otro pie firme. Se levantó poco a poco, con visible gesto de dolor, poco a poco se fue recuperando. Unos segundos después parecía estar bien. Algo más débil de lo normal, pero bien.


Klay Dixit (Resumen): Portal abierto. Armados y protegidos. Sheryl decide su nueva apariencia. Saphiro con una poción débil de transparencia óptica. Dentro de la estatua se pierden, por el momento, dos dados en las tiradas mágicas y uno en el resto (siempre y cuando seas una entidad mágica). Fundo en negro la conversación donde Wake lo explica para no poner palabras en la boca de nadie. Forma parte de un mecanismo general de seguridad que tiene la estatua siempre encendido y que, por ahora, no se sabe ni de dónde sale.

- Tiradas (1)
Cargando editor
15/03/2014, 11:49
Michael Saphiro

Si tiene que doler, mejor que sea cuanto antes - pensó Saphiro. Dio un par de pasos al frente, cerró los ojos y atravesó el portal cruzando hasta el otro lado para situarse junto a Aaron.

Esperaba recibir algún tipo de descarga o similar, cualquier sensación de dolor, tal y como había experimentado Aaron. Pero realmente no estaba seguro de qué ocurriría. Con la escopeta en las manos, y todavía vistiendo uno de sus trajes, el abogado no parecía el mismo.

Portar un arma cargada no le hacía sentirse más seguro. Estaba mucho más cómodo usando su magia para defenderse pero entendía que dada la situación cualquier armamento extra era algo extremadamente útil.

Abrió de nuevo los ojos, examinó la cámara de seguridad y aferrándose al arma con ambas manos como si fuera un salvavidas se dirigió hacia Aaron: - Tú guías. ¿Por dónde?

Suponía que tendrían que esperar a que el resto del grupo cruzara el portal, pero no venía mal que al menos uno estuviera vigilando mientras tanto así que Michael empuñó la escopeta y apuntó en dirección a la puerta de la sala. Si aparecía algún S.T.A.R.S. con el que no contaran sería mejor que lo neutralizaran cuanto antes.