Partida Rol por web

Into Darkness

2-B. Beast

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01/04/2014, 22:17
Kate Evans

Desde la apertura del portal Kate se mantuvo en un segundo plano. Pensativa y callada, dedicándose a observar y procesar la información que como podían recogían sus oídos. Ella no quería estar allí. La presión de su pecho lo demostraba. Una sensación que no mejoraba la rígida estructura que la rodeaba. Los espasmos no tardaron en llegar. El traje le resultaba tan incómodo que tuvo que hacer esfuerzos para no arrancárselo hasta quedarse desnuda. Se sentía prisionera. En el traje y en el edificio. Incluso en el Coven. Lo había sentido desde la llegada de Arual, y el sentimiento le avergonzaba. Pasó la vista por sus compañeros con miedo, como si fuesen capaces de entenderla con un simple intercambio de miradas. Pero nadie le prestó atención. Estaban ocupados, interactuando entre ellos intentando buscar la mejor de las opciones.

Los enemigos les superaban. Eso era lo único que necesitaba saber. Más espasmos y ganas de marchar. Cerró los ojos y se mandó 'callar'. Tenía que dejar de ser una cobarde. El sonido de los disparos fueron la clave. Lejos de amedrentarla, se convirtieron en música para sus oídos. Las vistas a través de las cristaleras del ascensor eran abrumadoras. Incluso en esa situación encontró un momento para obligarse a recordarlas. En el momento preciso, un segundo antes de que el aparato empezara a elevarse, para acabar cayendo sin control. Una situación que quedó en un vergonzoso segundo plano tras el aparente intento suicida del más que famoso S.T.A.R.K., y las palabras de Danielle. Lo había sabido desde el principio. Las cosas no iban a salir bien y, por supuesto, no lo hicieron.

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02/04/2014, 23:36
Aaron Wake

Por un lado, Wake se sintió aliviado. Todos estaban de acuerdo en el cambio de objetivo y dejar al Luz Negra y al que llamaban como Mordisquitos (más amiga) a su suerte. Ellos no podían hacer nada. No tenían la fuerza suficiente para enfrentarse a tal despliegue de fuerzas. Y no es que le preocupara la diablilla de Light y sus travesuras. No. Peor era Ella. Una soldado capacitada para reducir un pelotón de hombre sin ni siquiera pestañear. Una guerrera felina que le gustaba jugar con sus presas hasta conseguir su objetivo. La muerte era un regalo en comparación con lo que ella podía hacer. Y lo peor de todo, es que él la conocía a la perfección.

Irónico fue, no cabe duda, de que el mismo rostro preguntase por la identidad del otro miembro que estaba en la guardia. Sheryl no lo hizo sin ninguna mala intención, pues ella no lo sabía. Pero quizá si fue una propuesta un tanto arriesgada de "asumir" la identidad de esa soldado. De Ella: la Viuda Negra. Su ex.

- No, no es Light.- dijo soltando una risita leve.- Eres tú. La viuda negra. Y será mejor que tengas cuidado a partir de ahora, no te interesa que Ella sepa que alguien ha estado usando su identidad. De lo contrario, te cazaría. Iría a por ti. Y te convertirías en su… juguete.- no pretendía asustar a nadie, pero ya que estaban allí, debían saberlo. Luego prosiguió con una sencilla orden.- En marcha!

Los disparos fueron el inicio del fin. Sólo un adivino podría saber qué le ocurriría a ese tal Mordisquitos. ¿Quién saldría lastimado antes?

El único camino (o eso creía) hacia su contacto era un maldito ascensor de cristal. No le gustaba, pero era eso o nada. El grupo entró a toda prisa. Global se encargó de que el ascensor subiese a donde tuviese que subir. "Más rápido… más rápido" imploraba en su interior. Deseo cumplido, cortesía del señor STARK.

- No…- es lo que pudo decir Aaron, al comprender lo que acababa de pasar. STARK, sinónimo de problemas. Aunque él también tenía los suyos propios. Le estaba bien empleado. Hombre y maquina caían a una velocidad desenfrenada. Directos al vacío. Intentó a la desesperada usar su otra magia, para telentrasportarse fuera del ascensor y probar algo arriesgado. Nunca sabremos lo que hubiese pasado, de no haber fallado. Los sensores anti-magia también le afectaban a él.

Entonces, ¿qué?, ¿ qué podía hacer?, ¿Qué podían hacer? A lo mejor si usaba su arma…

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04/04/2014, 18:22
Sheryl Anderson

Sheryl estaba nerviosa. ¿Cómo no estarlo? Se había estado paseando, o más bien intentando pasearse, por el ascensor. Afortunadamente no había música de ascensor, a lo mejor le hubiera pegado un tiro al altavoz. Sentía la tensión acumularse y un vacío en el estómago. Era algo que le pasaba también antes de las exhibiciones acrobáticas de animación a las que tan acostumbrada se supone que tenía que estar, pero que siempre le causaban esa desagradable sensación, aunque sólo cuando había público. Esto distaba mucho de un entrenamiento y la joven se temía encontrarse con algo que les estuviera esperando.

Irónicamente no tuvo que esperar nada, ni sufrir el lento abrirse de la puerta del ascensor, no. Les sorprendió nada menos que el propio capitoste S.T.A.R.K. Y comenzó la caída libre. En algún momento de sus estudios se la habían hecho aprender. Sheryl, que no era la más lista de la clase, había tenido que recurrir a la pura memorización y la verdad es que la experiencia le había parecido agotadora, pero al final había logrado unos resultados decentes. Tras el examen, como solía suceder en estos casos, casi todo había desaparecido de su mente. Quedaban sólo ciertas nociones y algunos datos anecdóticos de los que posiblemente se acordase toda su (potencialmente extremadamente breve) vida: hay una ecuación simplificada (o eso dicen los profesores) que define la posición a lo largo de uno de esos recorridos verticales en función de la gravedad y el tiempo transcurrido. Uno sustituye las variables y le sale dónde está para un tiempo determinado. Si la animadora hubiera hecho los cálculos y si los pisos fueran de unos 3 metros de altura, partiendo de un 24º piso, supondrían unos 72 metros y el impacto contra la planta cero sería en menos de 4 segundos. La velocidad podía calcularse con otra fórmula todavía más liosa, pero recordaba que el máximo de velocidad en caída libre, la velocidad terminal, para un paracaidista en la Tierra era de unos 200km/h. No le hubiera hecho gracia saberlo. De todas maneras nunca hubiera podido calcular todo eso de cabeza y en sólo ese tiempo. Tampoco es que su estado mental se lo hubiera permitido intentar.

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah –chilló histéricamente Sheryl, cubriéndose la cara con los brazos, encogiéndose sobre sí misma, sintiendo el vacío en el estómago y no reconociendo su propio grito gracias a que lo estaba emitiendo con una voz que no era la suya.

Entonces sucedió algo extraño: la magia fluyó a través de ella, a pesar de los inhibidores del edificio y por un instante fue como si su figura se aplanara infinitamente a modo de juego de espejos...

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05/04/2014, 15:39
- Narrador K -

Todo sucedió bastante rápido. Demasiado rápido para que apenas pudiesen darse cuenta de lo que estaba pasando. Por un lado, Dani, mientras chillaba desesperadamente como una posesa puesta de Monster — es decir, como lo que era — Saphiro desapareció. El abogado se esfumó del ascensor con un literal abrir y cerrar de ojos, para reaparecer en el aire y al otro lado del cristal, junto a S.T.A.R.K. convertido en un Icarus malogrado.

Ambos hombres comenzaron a caer juntitos y revueltos, aunque S.T.A.R.K. lo hacía un tanto más rápido. No en vano, pesaba más. No sólo porque hacía más gimnasio, sino porque tenía aquel armazón de metal.

Por otro lado, Dani y su caos hicieron algo, aunque a juzgar por lo que salía de su garganta, no exactamente lo que esperaba. Algo chirrió en los costados del ascensor, como el metal haciendo saltar chispas de una forma horrible, y el contador de pisos, que había comenzado a descender de forma exponencial, comenzó a hacerlo con algo más de cuidado.

17-16-15 14, 13... 12.

Pero vamos, que el golpe contra el suelo iba a ser igualmente una prueba concluyente en el juicio.

Si es que llegaban. Ahí estaba la clave.

Aaron y Sheryl, sin éxito, intentaron emular al abogado. Se quedaron dentro del ascensor, mirando las vistas. Vistas que, por cierto, ya no incluían a Saphiro y el S.T.A.R.S. Por aquel entonces ambos dos, que eran pesos pluma al lado del ascensor, se perdieron en las alturas en relación a la caída libre del elevador — nombre anticuado en aquel momento donde los haya —.

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05/04/2014, 16:05
S.T.A.R.K.

Mientras tanto, Saphiro y S.T.A.R.K. siguieron a su marcha. El abogado pudo apreciar el sensible descenso en la velocidad de caída del ascensor, pero que, aún así, él y aquella mole de metal racista no podían seguirle el ritmo — por suerte, eso significaba más tiempo de vida —. El limpiador paranormal caía un poco más rápido, debido a la armadura, pero aún así, luchaba por no perder velocidad. Si Saphiro luchaba por ganarla usando el aerodinamismo de su cuerpo, podía evitar quedarse demasiado rezagado.

Si vienes a que te mate me pillas un poco ocupado. Dame unos segundos— pidió el playboy componiendo, pese a todo, una malograda sonrisa tensa—. Tú espera, espera ahí. En seguida lo tengo.

Tras ello, sus botas soltaron una pequeña llamarada azul, impulsándolo ligeramente hacia un lateral. Por donde antes estaba pasó una pequeña lanza de fuego, que siguió su curso hacia abajo hasta extinguirse. Era obvio que alguien más estaba atacando al cabeza de la organización, aunque al mirar arriba Saphiro no vio a nadie.

¿No tendrás un destornillador por casualidad, verdad?— preguntó el hombre.

Abajo, mientras Saphiro y S.T.A.R.K. "discutían" un hombre castaño embutido en un abrigo gris apareció entre orbes azules, a la altura del ascensor. Pegó algo con la mano al cristal mientras se elevaba — fruto de una caída con menos peso —, y el cristal del elevador estalló en una nube de humo y cristales. El hombre volvió a orbitar, y a Saphiro le pareció distinguir los orbes a la altura del humo, como si volviese a aparecerse al lado del ascensor. Y entonces, nada más.

El resumen era que alguien — por sus poderes, un Ángel, un Luz Blanca, o un Warlock que hubiese matado a un miembro de las razas anteriores — había detonado con un explosivo el cristal del ascensor para, quizás, después, volver a situarse a esa altura.

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05/04/2014, 16:11
Jack

Al lado del ascensor flotaron pequeñas esferas de color azulado. Orbitar. Alguien estaba apareciéndose ahí. El resultado fue una figura envuelta en un abrigo gris. Era un hombre. Cabello castaño, aspecto de estar bastante concentrado. Kate lo supo reconocer al instante. Jack. Lo cual significaba que podía ponerse a pegar saltitos de alegría — aunque eso no iba mucho con ella — mientras rezaba todo lo que pudiese. Por desgracia, su sonrisa se borró cuando el hombre miró al interior del ascensor, y por tanto al Coven, durante unos instantes.

Te odio— fue lo único que dijo el hombre con voz de "¿Porqué a mí, hija mía, qué he hecho mal?".

Le dio el tiempo justo a pegar con una mano, sobre el cristal que hacía de pared, un pequeño objeto circular y bastante plano — que Aaron y Dani reconocieron como un explosivo adhesivo — antes de comenzar a ascender fruto de la caída y desaparecer a la vista. Y entonces, el búm.

La pared del ascensor explotó con una nube de humo y un sonido ronco.

Las esferas volvieron a aparecer, y una mano de aspecto curtido — seguida por una manga de aquel abrigo gris — se internó en el ascensor para aferrar a Kate por el cuello de su ropa. Entonces, Kate y la mano se disolvieron entre las esferas que aparecieron por tercera y última vez.

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05/04/2014, 16:58
Michael Saphiro

No podía creerlo. Sólo ahora que estaba cayendo a velocidad vertiginosa podía comprender la gravedad de lo que había hecho. Había sido un inconsciente. No recordaba tener vértigo pero estar a esa altura del suelo y verlo acercarse con esa aceleración era algo que impactaba.

El abogado pegó los brazos al cuerpo y estiró las piernas. Todo su cuerpo quedó recto, en vertical y hacia abajo. Consiguió así coger velocidad y procuró mantener al hombre-lata cerca. Le sorprendió que el millonario que tanto odiaba la magia conservara su sentido del humor aun en esa situación. Negó con la cabeza. Evidentemente no tenía un destornillador.

- No, pero puedo salvarte. - dijo con el rostro lo más serio que pudo. - ¡Para el ascensor - pidió casi a gritos indicando con la cabeza el cubículo de metal donde estaban atrapados sus amigos - y te salvaré! -

No tenía tiempo para darle a S.T.A.R.K. para que se lo pensara. - También trabajaré para ti. Seré tu perro de presa. - añadió con un brillo malicioso en los ojos. Estaba claro, se estaba ofreciendo a él a cambio de su Coven. Se entregaría a S.T.A.R.K. para que le pusieran un collar y le usaran para cazar a otros seres mágicos. Y además salvaría la vida del playboy en caída libre. Después de todo desde el punto de vista del líder de los S.T.A.R.S. no eran tan mal trato.

Aunque Saphiro mentía. Se lo estaba jugando todo a una carta. No se entregaría. No trabajaría para S.T.A.R.K. nunca. Pero debía prometerlo, jurarlo si hacía falta. Debía convencer a su enemigo de que decía la verdad. Sí, había mentido en muchos juicios y estaba habituado a ello. Se le daba muy bien. La mentira estaba en la propia naturaleza de Saphiro y vivía con él desde que era pequeño. Pero S.T.A.R.K. era perro viejo. Michael no estaba seguro de si lograría engañarlo pero al menos esperaba que la oferta de salvarlo fuera suficiente para que frenara el ascensor.

La cosa era si S.T.A.R.K. mordería el anzuelo.

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05/04/2014, 18:04
Kate Evans

Y se hizo la luz. Jack. Siempre Jack.La alegría que sentía solo se comparaba con el enfado que le producía verle allí. Ella no le había llamado. No tenía que haberse metido en esto. 

Se quedó mirándole durante unas francciones de segundo. Suficiente para captar su atención, y registrar en su cerebro esas palabras. Te odio. Las palabras cayeron sobre Kate como un jarro de agua helada, pero no le impidieron permanecer atenta a las acciones de su luz blanca. Cerró los ojos pro culpa de la explosión, abriéndolos justo a tiempo para ver la mano de Jack acercarse hacia ella. No veía su cara, pero no lo necesitaba. La fuerza con la que rodeó su camiseta le daba la respuesta.

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06/04/2014, 13:10
Dani Jenkins

El ascensor no se detuvo sin embargo si que, tras una lluvia de chispas, comenzó a perder velocidad progresivamente de tal forma que aunque no dejaras de precipitarte a un vacío horriblemente mortal, sí que te permitía disfrutar de las vistas y ya de paso, apreciar como el pedestal de hormigón de la estatua se iba haciendo cada vez más y más grande. 

Dos cosas sucedieron entonces, la primera, que Michael logró pestañear fuera del ascensor y la segunda, que el capullo del luz blanca de Kate, apareció milagrosamente en el último momento para sacarla del embrollo. De repente, y por las propiedades elásticas de los segundos, el tiempo se detuvo convenientemente para que pudiera apreciar en todo su esplendor lo ruin y despreciable que podía llegar a ser la gente a la hora de salvar su propio culo. Si, definitivamente el destino tenía un sentido del humor de lo más fino y oportuno. 

Tranquilos... no os molesteis por nosotros, los demás estamos bien...-¡Panda de capullos hijos de puta!-espeté de pura rabia pateando aquella caja de cristal, y entonces, el ascensor se paró.

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06/04/2014, 21:33
Jack

Cuando los orbes de luz blanco-azulados volvieron a materializar a Kate, la dejaron de pie. Jack, en cambio, lo hizo cayendo un par de palmos delante de ella, fruto de la inercia. Sí, definitivamente, era su Luz Blanca. A eso se dedicaba. A estar allí donde ella le necesitaba. Al fin y al cabo, era su protegida, y había un vínculo que le permitía sentirla cuando estaba en peligro. No obstante, eso no le impedía recriminarle a la chica las cosas que, a sus ojos, hacía mal. O fatal.

La sala a la que te llevó no era Ahí Arriba. En absoluto. Hacía ya muchos años que el hogar de los Ancianos y los Luces Blancas había sido conquistado por las fuerzas paramilitares del gobierno humano. Fuerzas que usaban, literalmente, a los Luces Blancas que capturaban con vida como si fuesen meros ascensores para entrar y salir de aquella dimensión. Agentes.

Así que debían de estar en el nuevo cuartel general de los Luces Blancas. Al menos, eso parecía. Un refugio subterráneo cavado en la segunda guerra mundial y lleno de trastos que iban consiguiendo. Frío, con iluminación caótica, y con una estética todavía más inconexa.

Pero era su base.

Jack se limitó a ajustarse el abrigo, mirarla severamente y exalar por la nariz. Tras ello, el hombre caminó por su lado hasta pasar su altura y llegar a una mesa. Al fondo habían un par de peceras. Se podía distinguir una mezcla de luces blancas, azules, rojas y moradas que se mezclaban de forma hasta agradable a la vista.

Se abrió los laterales del abrigo y comenzó a dejar objetos sobre la mesa. Una pistola. Una pistolera axilar. Otra pistola a la altura de la cintura. Un par de granadas. Cinco pequeños frascos de distintos colores, osease, pociones. Y finalmente, un teléfono móvil. Tras ello, se apoyó de espaldas en la mesa, mirando a Kate.

— ¿Es que te has vuelto loca?— preguntó sin más, claramente molesto.

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06/04/2014, 23:27
Aaron Wake

Oh, genial. Simplemente genial. Las cosas no hacían nada más que complicarse. ¿Cuando se suponía que el plan peliculero iba a tener éxito? No, en ningún momento. Eso sólo podía pasar en películas de Michael Bay con sus explosiones y fantasías. ¿Cómo hubiese solucionado esta escena? Seguramente con una explosión. Las cosas empezaron a torcerse cuando decidieron entrar en el ascensor, el peor enemigo público. Ni STARK ni S.T.A.R.S. Qué lastima no tener uno de esos escudos de vibranio y adamantium, totalmente indestructibles, aunque cayeses más de 90 pisos.

Los problemas seguían y seguían. Y la situación se retorció aún más cuando Saphiro apareció fuera del ascensor para charlar con Stark y poder contemplar, así, las preciosas imágenes que se podrían ver desde la estatua. Pero eso no fue todo. Kate fue arrastrada por un ente luminoso, dejando a tres personas en el ascensor. Simplemente perfecto.

Pero no todo fue mala suerte. Gracias a la pataleta de Dani y sus insultos, el ascensor paró en seco. Y los tres volvimos a tocar el suelo del ascensor. Aaron se puso en pie y como acto reflejo se encaró a la puerta de metal. Unas manos humanas no podría abrir semejante mecanismo, salvo que fueses el mismísimo Hombre de Acero. Pero Wake tuvo una idea. Una palanca que se materializó en segundos. Después intentó abrir la puerta, sin demasiado éxito, puesto que la palanca se rompió. Ya no hace palancas como las de antes.

Miró a sus dos compañeras y levantó las manos. Lo había intentado, pero él no estaba especializado en abrir puertas de ascensor. Y de nuevo, se le volvió a iluminar la cabeza. ¿Cómo no había pensado en ella?

- ¿Puedes abrir la puerta?- se dirigió a su contacto invisible, el sujeto que había que rescatar y que cada vez más parecía una misión imposible.

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07/04/2014, 11:50
Dani Jenkins

Acto seguido, y tras el golpe seco, el chisporroteo y el terrible chirrido propio de estos casos, la gravedad hizo su efecto provocando que me precipitara contra el suelo. Sin embargo, esta vez sí la probabilidad y la suerte parecían estar de mi parte haciendo que Aaron, mucho más grande, terminara por amortiguar mi caída.

No pareció importarle mucho, así que yo tampoco dije nada. Mientras él desechaba la palanca, me puse de pie de un salto e ignorando los futuros moratones me dirigí de forma precipitada y automática a asomar la cabeza a través del boquete de cristal que había dejado el luz blanca en busca de alguna señal de Michael. -Idiota... -murmuré cabreada, preocupada, frustrada y horriblemente decepcionada al mismo tiempo antes de desviar la mirada nuevamente hacia la puerta del ascensor con tal intensidad, que de haber tenido consciencia se habría abierto de pura verguenza y habría pedido perdón.

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07/04/2014, 14:57
Kate Evans

Sin duda, sentir el suelo bajo sus pies era lo mejor que le había pasado en las últimas horas, e incluso días. A decir verdad, estaba siendo una época digna de estudio.

Le costó reaccionar ante la caída de Jack. Sí, ella se mantenía erguida, pero su interior no había corrido la misma suerte. Por mucho que orbitase, sería incapaz de acostumbrarse a la vertiginosa sensación. Estaba segura. Aun así, la curiosidad que le produjo el extraño lugar al que la había llevado su luz blanca permitieron que los mareos quedasen relegados a un tercer plano.

Se trataba de su cuartel, estaba segura. Los extraños artilugios repartidos por todo el espacio desprendían una sensación de caos y desequilibrio que reconfortaba a la recién llegada. Nunca le habían gustado los lugares impolutos, blancos y extremadamente silenciosos. Tal y como siempre se había imaginado la base.

- ¿Desde cuando los luces blanca sois tan guarros y desordenados? - Como siempre, Kate había ignorado la actitud de Jack. No le gustaba que la cuestionara, le hacía sentir la niña que hacía demasiado tiempo que había dejado de ser. Y, aunque todavía no lo había hecho, sabía que el reproche estaba a punto de llegar. Siguió sus movimientos con la mirada, prestando atención de todas y cada una de las armas que salían de su atuendo. Lo había visto cientos de veces. 

- Joder Jack, ¿de verdad crees que esto es cosa mía? - la pregunta fue acompañada de un leve espasmo en sus brazos. No, ella nunca hubiese liderado un ataque directo al cuartel general de los S.T.A.R.S. En realidad, nunca hubiese liderado nada en absoluto. - Se supone que estábamos intentando salvar nuestras vidas.... o salvar el mundo. ¡Menuda gilipollez! - estaba al límite. Le delataba el temblor de sus manos, los vertiginosos movimientos de sus ojos y la rapidez de su pecho. No solo era por el incidente del ascensor. Desde su reunión con Christian sabía que había abierto una puerta que iba a ser incapaz de cerrar. Algo que, además, no había servido para nada.

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09/04/2014, 15:40
Sheryl Anderson

El agudo chillido de histerismo que Sheryl profería durante la caída desapareció cuando alguien irrumpió en el ascensor a través del cristal y se llevó a Kate. Parecía un milagro, pero eso no detuvo la caída. A continuación, eso sí, el ascensor primero perdió velocidad y luego se detuvo en seco. Sheryl no tuvo tanta suerte como Dani y se dio un buen golpe contra el suelo, aunque tuvo la decencia de no quejarse en voz alta. Alzó la vista mientras se reincorporaba y vio a Dani y a Aaron, una sobre el otro. Genial. Simplemente genial.

Como buena chica, Sheryl consiguió estar cabreada y colaborativa de forma simultánea, así que dirigió una mirada de odio frío a Dani, pero se mostró receptiva a colaborar con ambos, ella incluida. No era una situación agradable, pero no habían venido a la estatua a ligar. Tenían una tarea que llevar a cabo. Y ahora una estúpida puerta se les interponía en el camino. Rápidamente se añadió al infructuoso esfuerzo del hombre del grupo para forzar la puerta con la palanca.

Y la palanca se rompió. La idea de la palanca había sido buena, pero no lo suficiente. Esa puerta parecía muy resistente.

-Supongo que trepar al techo del ascensor y abrir la puerta superior está descartado, ¿verdad? –preguntó inocentemente.

Lo peor, pensó ella, era que el ascensor estaba roto, así que era poco probable que el contacto de Aaron fuera a poder accionarlo a distancia, lo que significaba que si tenían que subir, iban a subir una considerable cantidad de pisos a pie. La parte positiva es que no iban a encontrarse con mucha gente y que sería un excelente ejercicio. Aunque Dani iba a tardar algo así como nanosegundos en quejarse por tener que hacerlo. A lo mejor le servía de incentivo para dejar de fumar...

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13/04/2014, 18:25
Jack

Jack permaneció apoyado en el borde de la mesa, sin inmutarse. Se limitó a esbozar una pequeña sonrisa satírica ante la pregunta burlona de Kate, pero conforme la joven volvió a los asuntos más serios él endureció el semblante. No respondió a la parte trivial sobre el cómodo y familiar pero poco optimizado "caos ordenado" de la base. Quien la lleva la entiende.

Como te digo siempre, me espero cualquier cosa de ti— apuntó el Luz Blanca—. Te conozco como si te hubiera parido— alzó una ceja ante esa frase, desechando las bromas o críticas al respecto. Podía sentir cuando Kate estaba en peligro. Le faltaba saber cuando iba al baño—. Aunque debo decir que en esto me superas. Has hecho muchas cosas en esta vida, pero, ¿meterte en una base paramilitar racista del gobierno con armamento especializado?— terminó escupiendo las palabras para negar con la cabeza—. Alexandra te enseñó mucho más que eso.

Su yo del pasado y sus lecciones de moralina para no repetir viejos errores.

No puedo protegerte siempre— concluyó de forma reprobatoria.

En el fondo, Kate sabía que Jack estaba siendo deliberadamente severo. Le conocía lo suficiente. El Luz Blanca era, en el fondo, una bellísima persona. O se convertiría en un humano corriente si no lo era. Que llevase armas revelaba que estaba dispuesto a correr el riesgo si con ello hacía su trabajo. Dimitir por recurrir a según qué métodos para un mismo fin. Según cómo se mirase, era loable o despreciable. Pero es que los Luces Blancas en general eran demasiado moralistas. La vida era mucho más fácil para la gente como Dani, que sólo tenía que preocuparse por lo que les diese la gana sin cláusulas divinas que dijesen "si haces actos malvados, te quito tus poderes". Kate sabía también de eso por el códico de la Wicca.

En cualquier caso, la cuestión era que el Luz Blanca estaba apretando las tuercas. Podría haberla consolado, pero Kate estaba lo bastante curtida psicológicmente. Aprendía mejor a base de roer huesos que de verlos envueltos en lazos de regalo.

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13/04/2014, 18:48
S.T.A.R.K.

Unos segundos más y S.T.A.R.K. sería metal contra el suelo. ¿Cuanto podía llegar a absorber el impacto una armadura? Ni siquiera tenía fundas de plástico como un móvil de última generación o una tablet. Era armazón puro y pesado. Saphiro sería carne contra el hueso tras él, aunque el Warlock podía tratar de pestañear en el último momento y, qué sé yo, pestañear a la piscina personal de algún cliente importante. Con suerte no estaría en casa y, con suerte, caería bien.

Pero no hizo falta ponerse tan radicales. Ya lo hizo S.T.A.R.K.

Pasaron por el lado del ascensor, cayendo más abajo que él, y el soldado recogió al abogado en plena caída, por la ropa usando una de sus manos, y siguió trasteando con su traje. A tiempo, consiguió que los pies le impulsasen hacia un lado y hacia arriba, frenando la caída para salir despedido por los aires otra vez, ascendiendo de nuevo por encima del ascensor y alejándoos de la estatua rumbo al mar.

Espera... ¿el ascensor? Habías caído por debajo y luego vuelto a subir. Y seguía sin estrellarse.

Llegamos tarde— se limitó a responder S.T.A.R.K.

Alguien había parado el ascensor. Personalmente, Saphiro apostaría por Dani. Era ella quien conseguía que salvar el culo en semejantes locuras. Porque era quien las cometía normalmente y tenía experiencia gradual...

S.T.A.R.K. colocó una mano, aquella con que no le aferraba, a centímetros del rostro del abogado. Al instante comenzó a sonar un escáner y verse su luz durante unos instantes, antes de que una voz mecánica dijese "Warlock identificado".

. Por ahora, ¿qué te parece si hacemos primero lo del perro y luego discutimos lo demás?— contraofertó al Warlock. Aunque parecía dispuesto a seguir escuchándole, o ya le hubiera noqueado o matado. Era un hueso duro de roer, —. Vas a necesitar algo mejor que esa mierda. La oigo todos los días.

Pero no todos la decían como Saphiro, y eso S.T.A.R.K. lo escuchaba pero no pensaba más allá.

En cualquier caso, S.T.A.R.K. pasó volando delante de uno de los dedos de la estatua, recogió algo con su mano libre, y un instante después, cuando le miraste a la cara, viste que ahora ya llevaba también su casco. No tenía que ver cuando el casco le tapaba por entero salvando dos pequeños cristales a la altura de los ojos...

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13/04/2014, 18:48
- Narrador K -

Dani, y cualquiera que mirase al otro lado del ascensor, podría ver a Saphiro y S.T.A.R.K. cayendo nuevamente, adelantándoles en su carrera hacia tierra firme. Con el parón del ascensor, el trío del Coven se había detenido, pero el dúo dinámico, no. Por suerte, unos instantes más tarde volvían a ascender, con las botas del cazador paranormal despidiendo energía y el abogado bien sujeto por una mano de metal. Más le valía que su protesta fuese admitida por el juez, o al picapleitos le esperaría la pena de muerte. Al final, se perdieron de la vista, volando cerca de la estatua.

Por otro lado, el ascensor tenía un techo de cristal reforzado — como prácticamente todos los límites del ascensor —, y había una notable cantidad de espacios contiguos. Toda la columna vertebral de la estatua era un pequeño y compacto entramado de ascensores. Aún así, cogerlos, visto no visto, no parecía la mejor de las opciones. Subir al techo del ascensor implicaba, o bien trepar por el hueco de la explosión que había dejado Jack, el Luz Blanca de Kate — que de su protegida bien que se acordaba pero no había vuelto —, o reventar el techo.

Finalmente, un berrido en el oído de Aaron Wake indicó que su contacto invisible no estaba muy por la labor de abrir la puerta. Algo así como "tu amiguita ha atascado todo" sonó a través el auricular.

Bien, opciones. Salir del ascensor. Michael había conseguido Pestañear. Salir de una caja de cristal no podía ser tan difícil, ¿no? De lugares más extraños habrían salido esos tres... fuese por trabajo, por placer, o por mala suerte. Y en esa enumeración hay que fijarse respectivamente en Wake, Jenkins y Anderson.

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14/04/2014, 20:47
Sheryl Anderson

-Vale, ese psicópata enlatado tiene a Saphiro y nosotros estamos a un montón de plantas de distancia del contacto. Si este ascensor está escacharrado, vamos a otro. Supongo que con los inhibidores del edificio el radio de acción de la catástrofe tecnológica no debe ser muy grande. Aaron, tú sales primero. Yo te izo y luego nos ayudas a nosotras –Sheryl, al parecer, aunque le había costado un poco, había recobrado su capacidad de reacción y tenía algo metido entre ceja y ceja. Y paso a paso la princesita era más bien difícil de parar.

Sheryl aseguró su pistola en la funda y buscó una posición segura en la que poder hacer fuerza al borde del ascensor, junto al agujero en el cristal. Normalmente parecería más bien poca cosa y normalmente se le presuponía poca fuerza, pero la gente se olvidaba del detalle de que las animadoras acostumbran a alzarse entre sí en todos los entrenamientos para hacer pirámides, torres y cabriolas diversas. Puede que no sea más que durante unos segundos, pero durante esos cortos intervalos de tiempo son capaces de sostener cantidades sorprendentes de peso... Además, ahora no tenía el aspecto “frágil” acostumbrado. Ahora iba vestida y con la apariencia de una especialista en combate. Y, para rematarlo todo un poco, su tono había sido firme, seguro, inevitable como el rumbo de un transatlántico.

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15/04/2014, 19:02
Dani Jenkins

Eché la cabeza hacía atrás de golpe en cuanto Michael pasó volando colgado de S.T.A.R.K, inclinandome seguidamente hacia un lado para poder ver como se perdían nuevamente en las alturas de la estatua. -Mierda...mierda, mierda, mierda... -murmuré cabreada y asustada, una combinación desconcertante que solo podría comparar con mezclar anfetas con alcohol. ¡¿Porqué tenía que haberlo hecho?!

Giré frenética hacia el interior del ascensor mirando con ansiedad tanto a Aaron como a Sheryl alternativamente, cuya apariencia no ayudaba precisamente a calmar mis temores. Tenía la certeza de que Michael no tenía tiempo para ninguno de aquellos planes y eso dolía más que el peor de los puñetazos. 

Tragué saliva, cosa que con el nudo en la garganta que tenía costaba horrores. -Con S.T.A.R.K ahí arriba no creo que sea buena idea coger ningún otro ascensor, pero si podemos trepar hasta la puerta del piso superior debe de tener un cierre manual de seguridad para poder salir a las escaleras -Repuse de forma automática en un tono carente por completo de entusiasmo, obligándome a razonar en un intento por no derrumbarme y admitir que Michael estaba muerto. -Además, ahí fuera los inhibidores no funcionan-

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16/04/2014, 03:03
Aaron Wake

Era cuestión de tiempo que Stark encontrase el modo de salir de su aprieto. Qué diablillo. Quizá había fingido el descenso en picado para ver cómo reaccionábamos o quizá su aparato se le había estropeado. Nunca te puedes fiar de un ingeniero. Y ahora el Jefe alzaba el vuelo con un nuevo trofeo. Un nuevo contratiempo.  Aaron, sin entender cómo, mantuvo la calma, ante los evidente síntomas de desesperación de Dani. La situación se les estaba yendo de las manos.

Pero paso a paso. Roma no se construyó en un día. El primer objetivo era salir de ese ascensor de cristal reforzado. La palanca no había funcionado. ¿En qué estaría pensando? Él no era Gordon Freeman. ¿Utilizar su arma? Era una opción, pero eso implicaba gastar balas, que seguramente necesitaría más adelante. Oficialmente estaban en guerra. Y por desgracia no contaban con el apoyo de ninguna organización. Estaban solos. Tres individuos y mucha leña que cortar.

Sheryl, con la apariencia nada halagadora, al menos para Aaron, de la Viuda negra, dio el pistoletazo de salida y le ordenó al exSOLDADO que tomase la delantera para salir por fuera del ascensor y trepara al techo. Qué irónico resultaba aquello. El viento golpeó a la cara enmascarada de Aaron, al mismo tiempo que se aferraba al techo y con la ayuda de las chicas facilitó el ascenso. Notó su cuerpo más ligero, ¿quizá fruto de estar lejos de los inhibidores? Luego ayudó a Dani, primero y luego a Sheryl, la viuda negra, a subir hasta el techo.

- Elijamos lo que elijamos, hay que hacerlo ya. Stark no espera que escapemos de esa jaula y creerá tenernos atrapados.- miró a Sheryl con el inconfundible rostro de la Viuda- No soy partidario de coger otro ascensor, ya has visto lo que nos ha pasado. Podemos o bien trepar, como ha dicho Dani, o…- miró hacia arriba- teletransportarnos a la cabeza de la estatua. Ahora que estamos lejos de los anti-campos mágicos tenemos alguna ventaja. Hay que aprovecharla y permanecer juntos.