Partida Rol por web

Tan cansado como el resto pero no había tiempo de descansar, déjame el cuerpo de Thomas lo llevare al cementerio y lo enterrare como era debido, si alguno me acompaña tardare menos en enterrarlo y darle su funeral, el resto se puede quedar y ver de acomodar a la chica y buscar al otro clérigo.

-Yo iré contigo, Wiberg. Vosotros intentad convencer al tabernero de que encuentre habitaciones libres, necesitamos descansar; usad a la muchacha, puede que sea del pueblo y alguien la conozca.- Saca su petaca y le da un largo trago, mientras espera por si alguien más quiere ir con ellos, y después carga con el cadáver y se dispone a acompañar a Wiberg a enterrarle.

Por el camino habla con el clérigo.

-¿Recuerdas que antes de morir la clérigo conjuró algo sobre mí? Aún siento algo raro, como si lo que quiera que fuese siguiese activo, ¿se te ocurre qué puede ser?

Pues... dijo el tabernero una vez que os dejó entrar aún con mirada suspicaz. Ese hombre del que habláis, el de azul, el clérigo de Mystra... ¡Ahora os recuerdo! Sois los que le alborotasteis en dos segundos. Pues no, tras marcharos vosotros hacia el templo, se fue diciendo algo de que tenía que encontrar el templo de Mystra más cercano añadió.

Os cedió unas habitaciones y os dijo que ya haríais cuentas por la mañana.

Tras una pequeña espera, aparecen Adam y Wiberg por la puerta, sucios después de enterrar a Thomas.

Enterráis a Thomas en el cementerio. Excaváis un rato hasta hacer un agujero lo suficientemente profundo para dejar el cadáver. Rezáis unas plegarias por su alma y os volvéis a la taberna. En la puerta no están vuestros compañeros, así que entráis directamente y los veis sentados en una mesa.

Yandrak entregó unas monedas al taberner y se marchó para acostarse y descansar. Mañana sería otro día y lo mejor sería visitar el Templo de Mystra real. Allí se había marchado el hombre de azul y lo más lógico sería ir a buscarle allí.

Tras apurar los restos de lo que estaba tomando, saludó con la mano a los recién llegados y se marchó a su habitación para descansar.

Adam, pueden ser muchas cosas pero déjame revisarte antes de acostarnos y tratare de decirte bien cuál es el problema, mira al resto, chicos no creo que frenar aquí sea lo mejor, es muy probable que vengan a buscarnos y gente inocente resulte herida y lo otro es que si no nos apuramos a encontrarnos con el clérigo esta gente podrá eliminar toda evidencia de maldad en ese lugar, por eso creo que deberíamos continuar hasta encontrar al clérigo.

-De acuerdo, "revísame" cuando quieras.- Pronuncia con sorna el revísame, aunque se abstiene de hacer ninguna broma para no molestar al clérigo.

-Deberíamos coger los objetos útiles que tenga Thomas, a él no le van a servir.

-Creo que Wiberg tiene razón. El problema es qué hacer con la chica. ¿Habéis preguntado al tabernero? Si es del pueblo posiblemente hayan corrido rumores cuando decidiese entrar al templo.

Una vez se tomó algo para reponer fuerzas, fue con Yandrak para sanar heridas y posteriormente a su habitación para descansar...El día había ido largo, muy largo, pero esto parecía no acabar...

Daos una ducha amigos - dije en tono de humor a Adam y Wiberg mientras subía al dormitorio.

Estoy de acuerdo con eso, uno no se lleva sus objetos al mas allá, es una pena que perdiéramos a alguien, pero al menos salvamos la vida de esa chica, espero que podamos salvar aún más gente de esos lobos que se hacen pasar por Ovejas.

-Me viene tan bien una ducha como a ti un lavado de orejas.- Contesta Adam a Askabal devolviéndole la sonrisa, cuando éste se levanta para dirigirse a las habitaciones.- Wiberg y yo decimos que deberíamos alejarnos de esta posada. No pasa nada si ya habéis pagado, seguro que nuestro benefactor de azul puede hacerse cargo de los gastos de la operación. El problema es qué hacer con ella.- Señala a la mujer que salvaron del templo.

Dejando que Wiberg y Askabal discutan si quedarse o avanzar, el guerrero se acerca a la barra de la taberna y apoya ruidosamente las manos en ella, esperando a que el tabernero se dé por aludido.

-¿Te suena de algo la muchacha que traemos con nosotros? Verás, lo parezcamos o no somos de esa clase de héroes salvadores de damas en apuros de los que hablan las leyendas y que beben cerveza gratis en todas las tabernas. Ella está herida, pero viva, y tenemos razones para pensar que podría haber sido dada por desaparecida en el pueblo, o bien haberse unido voluntariamente al nuevo "templo de Mystra".

Deberíamos llevarla al templo de Mystra donde ha ido nuestro amigo. Posadero ¿dónde podemos encontrar el templo de Mystra más cercano? A parte del templo de aquí

Ganzúa se apuró en degustar su cerveza.

No creo que pase nada por permanecer aquí. No nos busca la guardia y dudo que los del falso templo nos denuncien por robarles a una cautiva.

¡Adam! No seas paranoico. ¿Acaso crees que ese culto oscuro de Mystra vaya a venir a buscarnos aquí? Sería demasiado arriesgado y lo mejor será que lo dejemos todo para mañana. Ahora estamos cansados, agotados y heridos. Lo mejor será que os sane vuestras heridas y después descansemos.

Mañana será otro día, y además Bahy está hecho polvo.

Yo me quedo. Vosotros veréis.

El tabernero miró con cara de pocos amigos a Adam.

Demasiado que os haya dejado entrar para que me hables así. No, no conozco de nada a esa chica. Esta ciudad no es un pueblo, así que si es de aquí jamás la he visto dijo con un tono enfadado.

Bueno, llevémosla a algún templo de la ciudad. Que allí traten de curarla, después nosotros descansamos. Yo descanso y recupero mi magia que anda un poco agotada y mañana nos damos un buen atracón y después salimos de nuevo hacia el otro templo de Mystra. ¿Os parece bien la idea?

Creo que la chica debería quedarse con nosotros y venir al templo de Mystra. Después iremos a ver lo del mapa.

Ganzúa se recostó con una sonrisa.

¿Y vos, mi señora, qué opináis?

Es mejor que descansemos, pues es posible que luego no tengamos esa oportunidad.

¿Nos podrá resultar útil llevárnosla con nosotros?, eso es algo que mi mente no logra discernir...

-¿Ciudad este villorrio? Deberías ver Aguas Profundas, amigo.- Adam le guiña un ojo al tabernero y vuelve con sus compañeros. Se encoje de hombros y mira con resignación a Wiberg, viendo que el resto no parecen preocupados porque alguien del templo pueda ir tras ellos.

-Separarnos sería peor idea. Que ella duerma con nosotros. Me pido la cama que esté más lejos de la puerta en la habitación que esté más lejos de la entrada. Si tienen que cortarnos la garganta mientras dormimos por lo menos que no sea el primero. ¿Habéis cogido habitaciones para todos?