Partida Rol por web

Veis que toda la guarnición está fuera, distinguis la tienda del capitán de la guardia de Ciudad Libre entre todas las tiendas. Los soldados no parecen haberse dado cuenta de vuestra presencia aún.

Viendo la tienda me encamino hacia allí, volviendome hacia el resto
Al capitán le gustará saber que hemos conseguido rescatar a sus hombres y poner paz en la zona

Mientras ibais de camino, uno de los soldados os cuenta avergonzado el secreto que ocultaban
Supongo que ya sabreis que enviamos a Agrabar, el mago del torreón a dialogar con la tribu más estaba atacando las caravanas comerciales.
Al tiempo de enviarle regresó muy enfermo, hablando tonterías acerca de gusanos y de un tal Caius o algo así y diciendo que estábamos todos condenados, para saltar sobre el cuello de Bertrand. Así que decidimos encerrarle. Cuando, ese mismo día fuimos a ver que le pasaba, ya no quedaba rastro de nuestro antiguo mago. Estaba recubierto de gusanos. No nos atrevíamos a entrar, porque parecía peligroso y además era nuestro amigo. ¿Como puedes clavar tu espada contra tu propio compañero?. Así que lo encerramos bajo llave, con la esperanza que se consumiera él solo allí. Al principio aporreaba al puerta, pero con el tiempo dejó de hacerlo, así que asumimos que había muerto o se lo habrían comido los gusanos. Decidimos olvidarnos de él. Cuando vino Marzena, no le contamos nada, no era de fiar al ser nueva.

No volvéis a hablar del tema durante el camino. Os cuenta que es un torreón apartado de los caminos comerciales. De vez en cuando llegan refuerzos y provisiones de la avanzada de Lago Diamante. Que no es un destino muy deseado. Que son unos 40 cuando todo va bien...

Esto no me gusta nada de nada. Dice el gnomo con mirada hosca, al ver ondear el emblema de la guardia de Ciudad Libre. Pueden haber pasado dos cosas, o quizás las dos. Si nuestros nuevos amigos dicen que el mago estaba cubierto de gusanos, es posible que se extendieran y ahora tendremos 40 infectados dentro del torreón.

La guardia de Ciudad Libre habrá venido a luchar contra los hombres lagarto, debemos convencerles de que ya no son un problema, si no una posible ayuda contra el problema de los gusanos.

Lo que más me preocupa es que, si la infección se ha apoderado del torreón, quizás también haya acabado por afectar a toda esa compañía de Ciudad Libre.

Deberíamos mandar una avanzadilla a investigarlo, es demasiado peligroso, entrar en ese sitio sin tener una idea de lo que encontraremos. Podría ser Dysh, con su murciélago, aunque eso probablemente delataría nuestra posición. Otra opción es que yo lance un conjuro sobre Nita para volverla invisible.

¿Que pensais? Desde aquí no los vemos muy bien, pero los no muertos suelen ser lentos. ¿Podeis distinguir algo?

Al rato se dan cuenta de vuestra llegada. Los soldados, estallan en júbilo abrazan a sus compañeros perdidos. El estandarte de Ciudad Libre corresponde al de la avanzadilla de Lago Diamante, que vino cuando Allustan alertó sobre el asedio.
Entre las muestras de alegría aparece ante vosotros el capitán de los refuerzos. Un hombre alto, con barba morena, llamado Tagar Staff y que Akka conoce del cuartél de Lago Diamante.
Saludos. Mucho me temo que no puedo daros la bienvenida como os mereceis, pero un terrible problema nos ha obligado a plantar el campamento aquí fuera. Cuando nosotros llegamos vimos a los soldados del fuerte tratando de cerrar la escalera del sótano con una barricada de maderos, sacados de los camastros. Al parecer tenían encerrado abajo a un engendro agusanado que se liberó gracias a que en el asedio, los lagartos habían dañado su prisión.
Mandé a tres de mis mejores hombres a terminar con la criatura, pero no han regresado. No sé qué más hacer, ahora escuchamos más pasos que antes, lo que me hace pensar que la situación ha empeorado al enviar a mis hombres a un destino tan funesto, el capitán os mira con el rostro preocupado como pidiendo ayuda.

Entonces, ahora debe haber cuatro engendros, ¿o había más personas al alcance de los gusanos? Pregunta Namarth al captán. Dysh, quizás alguno aún esté incubando la enfermedad, si vamos rápido podrás salvarlo ¿verdad?

Espero mientras Námarth habla con el capitán, tiempo que permanezco mirando su cara. Al finalizar, le pongo una mano en el hombro
no te tortures, no sabíais a qué os enfrentabais.
Por desgracia nosotros ya nos hemos cruzado con los emisarios de Kyuss un par de veces y creemos saber algo con lo que luchar.
Luego me giro hacia Dys
Quizás entre los dos podamos salvar a alguno ¿no te parece?

Nita escucha preocupada al capitán y los ánimos de sus compañeros no le ayudan.

- Lo que vimos en la cueva de los hombres-lagarto son larvas. Si el mago se infectó puede que haya desarrollado un gusano normal que atacan a sus víctimas devorándoles el cerebro.

Además su tiempo de incubación es inferior al de los pequeños.

Tras dar gracias a Olidammara señala a sus compañeros.

- Puedo hacer indetectables a 5 personas, habrá que decidir quién no

No te preocupes, yo haré invisible al que quede.

- Pues entonces tendrá que ser a mí porque soy la única capaz de no hacer ruido. Vosotros sois una cacharrería, jijijiji- dice mientras mira a los guerreros

Tuerzo la cabeza un poco mientras, me señalo con cara de ofendido pero y media sonrisa
No lo dices por mi ¿no? será por Erth, que con tanto metal no deja hormiga viva a su paso

Cuando se acercan al torreón, Dyshire escucha con atención la historia del soldado, asintiendo mientras la cuenta. Luego escucha la intervención del capitán y el comentario de Akka, y responde:

-Sí, creo que si no se encuentran en un estado muy avanzado, podré hacer algo por ellos... pero si no regresaron, bueno... El remedio podría ser más complicado.- dice con cierta frialdad la druida, mientras avanza un par de pasos, estudiando el lugar con aprensión.

Entonces oye el comentario de Nita y se gira hacia ella, ojoplática:

-¿Y dónde has aprendido tú todo eso?- pregunta sorprendida.

Nita mira divertida a la druida.

- Vaya, parece que no es Namarth el único que no me ha hecho caso.

Se pone los brazos en jarras y mira a sus compañeros de uno en uno.

- Para que os enteréis esto que me he colgado, dice señalando al símbolo sagrado de Olidammara, no es solo un recuerdo. La noche después de la fiesta en la cueva tuve un sueño muy extraño donde una máscara me decía que los buscara en Ciudad Libre.

Cuando examinábamos las pociones deseé que Redgard siguiera con nosotros para ayudarnos y eso hizo que una voz en mi mente recitara las palabras del conjuro que las purificó. Estos días, al despertar, he hablado con Olidammara para pedirle ayuda y parece que me ha dado parte de su poder.

No sé como es, yo le hablo y le cuento los peligros que corremos y la misión que llevamos y parece que me bendice con ciertos conjuros, entre ellos hoy puedo hacer indetectable a gente ante los muertos vivientes pero algo me dice que no podré con los seis.

¿Entonces os haréis cargo del problema? Os estoy muy agradecido. os dice aliviado Tagar Staff

Nita se vuelve al capitán y le dedica una gran sonrisa.

- Tranquilo, somos amigos de Allustan y ya nos hemos enfrentado a estos gusanos, jijijiji

Luego habla hacia los demás:

- Calculo que la indetectabilidad durará algo menos de una hora podemos intentar colarnos o hablar antes con los guardias por si todavía hay alguno no infectado.

Entonces parece que el capitán se va a separar del grupo viéndose libre de problemas.

- Perdone, quédese con nosotros seguro que tiene un informe de situación o algo así. ¿Cuándo llegaron ustedes? ¿Sabe si queda alguien sin infectar? ¿Ha intentado escapar alguien? ¿Cuánto hace que no se comunican con nadie de dentro?....Todo eso que planean los guerreros........

Cuando llegamos habían hecho una barricada en las escaleras. Uno de mis hombres defendió la entrada de la barrica mientras los tres entraron corriendo. Habíamos convenido una clave de toques para cuando quisieran regresar, pero ha pasado mucho tiempo y no tenemos noticias de ellos. Nadie más ha estado en contacto con esa criatura y sus ponzoñosos gusanos.