Partida Rol por web

Aun nervioso por lo sucedido me dejo llevar por la curiosidad y me aproximo a Marvin.

No se si alguien o alguna alimaña habrá pasado por aquí.

- Dios Santo, que es ese olor.

Digo tapándome la nariz con el dorso de la mano. Puedo sentir unas arcadas, y la bilis pugnando por salir.

Habrá algún animal muerto allí abajo, o alguien.

Este último pensamiento ya resulta demasiado para mi, y me hago a un lado para vomitar de nuevo, para disculparme después cuando termino.

- Disculpenme.

Por todos los santos, qué lugar más tétrico, piensa Marvin tras un primer vistazo. Cuando el sonido vuelve, esta vez acompañado de una fétida brisa.

—Puaj... ¡Vaya olor! —protesta, hundiendo la nariz en el pliegue del codo.

No has llegado hasta aquí para que un poco de podredumbre te detenga, ¿no? No quiere ni pensar en la posibilidad de que sea Richards quien esté en el origen de esos efluvios. Decidido a entrar, Marvin aparta las primeras telarañas con su rifle y comienza a internarse en el corredor.

—Aclaremos de una vez qué demonios está haciendo ese ruido.

Enciendo un par de antorchas con mi cigarrillo y le paso una al señor Sands.

- Es mejor que usted agarre bien el rifle - Le digo a Marvin.

- Adelante, caballeros.

- Gracias.

Digo tomando la antorcha que me tienden y sujetándola con mas fuerza de la necesaria, hasta que mis nudillos se quedan blancos, como si aferrarme a la antorcha con mas fuerza me mantuviese a salvo.

- De todas formas debemos ser cuidadosos, ese camino parece adentrarse hasta las profundidades de la tierra, y es habitual encontrar gases tóxicos o inflamables en las cavernas.

Descienden con cuidado por el penumbroso pasillo mientras con su antorcha queman las telarañas para abrirse paso. Los arácnidos saltan hacia las paredes y trepan hasta desaparecer por grietas en el techo para huir de la llama que destruye su hogar. A medida que avanzan, el olor se hace más fuerte. Parece huevo podrido o algún animal en descomposición.

El pasillo desciende cada vez más hasta que por fin se quiebra en una esquina y, manteniendo el mismo nivel, los lleva por otro catacumboso camino hasta que llegan a una habitación vacía con tres puertas: Una a la derecha, otra a la izquierda y la última al frente. La de la derecha está abierta (sólo distinguen el arco, no se ve puerta alguna) y en las otras notan que construyeron una especie de lámina de madera con detalles aborígenes. Quizás puedan empujarlas, piensan todos, ya que no parecen ser muy pesadas.

-ehmm...no tengo mucha experiencia en estas cosas, pero no deberiamos avisar a alguien de que estamos aqui abajo? 

Al llegar a la habitación de las tres puertas, Marvin deja que sus compañeros pasen delante: de nada le servirá su flamante arma si no puede ver a tres palmos. Además, ha tenido que sacar uno de sus pañuelos y llevárselo a los morros: el pestazo empieza a ser insoportable. Cuando Whitmore plantea sus dudas, Marvin no tarda en darle la razón.

—Tiene razón, Whitmore —secunda—. ¡Usted! —añade de pronto, girándose y señalando a uno de los hombres que han bajado con ellos—. ¿Podría volver donde los demás* e informarles de dónde estamos?

Lariviere se ha internado en la selva, recuerda Marvin, pero seguramente haya dejado a alguien al mando en el lugar donde bajaron de los camiones. A continuación, el veterano aventurero se gira hacia los grabados indígenas e intenta discernir algún motivo. ¿Un caballito, quizás?, piensa mientras trata de ver las marcas a la luz de las antorchas. Inconscientemente, hace todo lo posible por de no acercarse a ese vano oscuro, abierto a la nada, que es la puerta de la derecha.

—Profesor... —murmura sin sacarse el pañuelo de la boca—. ¿Qué significan estos signos**? ... ¿Lo sabe?

Asiento pensativo ante la pregunta de Alexander.

Y observo como Marvin "toma el mando" organizándonos sin perder un instante.

Se nota que está acostumbrado a tener hombres bajo su mando.

Imito a Marvin sosteniendo un pañuelo sobre la boca y la nariz cuando me llama causándome cierto sobresalto.

- ¿Si?

Estoy demasiado tenso, espero que no ceda el techo.

- Voy.

Digo acercándome y sosteniendo la fuente de luz cerca de los detalles.

- A ver que nos desvelan...

Tiendo la luz hacia Marvin

- ¿Le importa sostenerla cerca?, necesito limpiar esto.

La pregunta es retorica pues con mi movimiento no le dejo otra alternativa.

Saco un pequeño pincel de la bolsa y lo paso con delicadeza retirando algunas telarañas y polvo acumulado.

- Caballos? No diga tonterias, eso sería muy extraño, jajajaja - rio como si tuviera gracia.

El explorador que escucha la orden de Marvin asiente con la cabeza y sube rápidamente a avisarle a los demás. Mientras tanto, Howard se acerca y hecha un vistazo a las paredes. Los símbolos no representan gran cosa, sólo reflejan la vida diaria de la civilización a la que pertenecía ese templo y los rituales de adoración que realizaban cada día hacia animales y plantas de la zona.

Marvin tiene que guardarse el pañuelo para coger la antorcha del profesor, pero lo hace sin mostrar disconformidad (aunque arruga visiblemente la nariz y bufa brevemente). Cuando Whitmore hace su comentario, Marvin no puede evitar sorprenderse. ¡Clavos de Cristo...! ¿Lo habré pensado en voz alta? Probablemente lo ha musitado sin darse cuenta. De repente se siente algo abochornado. Improvisa una respuesta.

—¡Ah! Es que... ¡Es que me gustan los caballos! Una vieja afición... —dice mientras sonríe nervioso—. Pero sí, fue un pensamiento absurdo... ejem...

Mientras trata de deducir algo de las imágenes, se dirige al investigador que les acompaña.

—¿Y usted, amigo? ¿Entiende algo de esto? —Al momento se gira hacia el fulano—. Por cierto, no nos conocemos, ¿no? Marvin McKenzie —dice sin poder ofrecerle mano alguna.

Tras mirarlos detenidamente durante unos instantes.

- Son muy interesantes estos símbolos, reflejan la vida diaria de la civilización que habitó estas ruinas...podemos conocer mucho acerca de ellos observando tan solo esto.

Señalo unos símbolos.

- Ven estos símbolos de aquí, es un poco atrevido asegurar cualquier cosa con apenas un vistazo preliminar, claro está, pero todo parece indicar que era una civilización animista. Seguro que representan distintos rituales de adoración hacia animales y plantas de la zona. Muchas culturas primitivas tenían la creencia de que los animales, las plantas, otros elementos del mundo natural...

Alzo el dedo indice de la mano izquierda tratando de dar mayor énfasis a mis siguientes palabras.

- ... e incluso algunos objetos de uso cotidiano, estaban dotados de alma. El animismo, posiblemente sea la forma mas antigua de religión caballeros.

- uhmmm, ya... entonces nada revelador en esos dibujos?  - Digo algo decepcionado y dejando ver mi visión infantil de la arqueologia - Bueno, aún queda mucho por explorar. 

Miro hacia la oscuridad del pasadizo y digo:

- Es decir...tiene que haber algo aquí si alguien esta tan interesado. Y no se olviden del incidente del muelle y lo que todos vimos en alta mar.

¿Nada revelador, no ha escuchado lo que acabo de decir?

Me giro rápidamente hacia Alexander sorprendido.

- Si, queda mucho sin duda. Si solo en la entrada ya hemos visto esto, ¿qué secretos nos desvelaran las profundidades?, querrán compartir sus recuerdos con nosotros, o por el contrario, preferirán que permanezcan en el olvido.

Las siguientes palabras de Alexander me resultan inquietantes.

Sin duda tiene que haber algo ahí abajo, algo tan valioso como para costarle la vida a Richards, espero que no nos cueste también la nuestra.

Solo atino a responder brevemente.

- Cierto.

Da...Daniel Lewatski - Responde el joven, un poco dudoso. Al tenderte la mano sientes que su pulso tiembla ligeramente. Si necesitan que traiga algo o llame a los demás no duden en decírmelo. Creo...creo que es mejor que no avencemos mucho si los demás no saben que estamos por aquí. El joven mira curioso hacia el techo y las paredes y luego sigue hablando, ahora con un tono un poco más estable. Aquí la estructura parece estable pero si seguimos bajando, luego de ver tantos insectos en la entrada y tanta vegetación, nada nos asegura que no podamos ser víctimas de un accidente natural como un derrumbe o una caída.

Mal que le pesara, Marvin está de acuerdo con Whitmore y se lo hace saber con una sonrisa cómplice (aunque tratando de que no pareciera que se mofaba del profesor): si eso es todo lo que puede sacar Sands de las inscripciones, entonces no hay nada en esa cámara que les pueda interesar. ¿Estaremos en el lugar incorrecto?, piensa. Richards estaba investigando estas ruinas, pero quizás haya otras construcciones donde buscarle o buscar pistas de su suerte... Cuando Whitmore menciona los hechos del barco y del muelle, Marvin le lanza una mirada a medio camino entre el reproche y la extrañeza. ¿Qué pretende? ¿No se da cuenta de la presencia del chico?

-No se preocupe, señor Lewatski: su colega fue a avisar a los directores de la expedición de nuestros avances, sabrán donde estamos -interviene Marvin. Parece que no hace caso a lo que ha dicho Whitorme... Mejor: sigamos por ahí.- ¿Qué dicen, señores? ¿Seguimos adelante o esperamos a que algún ingeniero nos dé el visto bueno antes? Yo lo cierto es que empiezo a tener hambre...

No reparo en la inconveniencia de las palabras de Alexander ni en la sonrisa de Marvin, estoy demasiado absorto con el descubrimiento realizado, sacando un bloc de notas y tomando algún apunte.

Estoy terminando de realizar un pequeño croquis cuando habla Marvin de nuevo.

- Seguimos, seguimos... siempre que usted señor Lewatski considere que es seguro y todos ustedes esten de acuerdo, claro está.

Estoy demasiado entusiasmado con las expectativas.

¿Hambre, como puede pensar en comer en este momento?

- Por mi adelante, hoy tome un buen desayuno.

Compruebo que mi arma tiene el cargador lleno.

- Chaval, sabes sujetar una antorcha? - Le digo pasandole la mia al Daniel