Partida Rol por web

Mientras los mayores hablan Renato va rodeando la casa. Aquello no es tan simple. Una casa arde, claro que sí, y más si es de madera. Pero ¿arder de aquella forma? Imposible. Está ardiendo como si el infierno estuviera justo debajo alentando aquellas llamas. Un incendio así sólo se consigue usando mucho líquido inflamable. Muchísimo dado el tamaño de la casa. Queda desde luego descartado que aquello lo hubiera provocado una llama que se hubieran dejado encendida en el interior.

De pronto se detiene al otro lado. Había un cuerpo en el suelo. Más sorprendido que otra cosa se aproxima a los cadaver. Otra nueva sorpresa: era el chino. ¿Qué demonios hacía el cuerpo del chino allí? Si el que hizo aquello lo hizo para deshacerse de pruebas aquello era absurdo.

Con sus guantes puestos, examina el cuerpo registrandolo, cosa sencilla ya que lo que le quedaba de cabeza al chino habia desaparecido.Mira en los bolsillos intentando encontrar algo que le saque de incógnitas.

-no entiendo nada- decia en un tono bajo Renato, sorprendido ante todo lo que podian analizar sus ojos.

Después de registrar pruebas intentando que ello aportara algo a la investigación en particular que tenia, decide seguir rodeando la casa, lastima que la casa ardiera de esa manera , un sotano fijo le habria dado alguna pista de los que demonios estaba pasando.

Al registrar al chino todavía se abren nuevos misterios: el tipo tiene las manos manchadas con gasolina y barro en los zapatos. Se ha chamuscado parte de su ropa como si lo hubieran alcanzado las llamas. Pero lo peor de todo, lo más raro hasta resultar demencial, es que ¡hay huellas de pasos desde la casa hasta donde cayó el chino como si hubiera llegado andando hasta aquí!

Jan no sabía (o no quería saber) si su tío realmente lo estaba elogiando o solo le estaba rompiendo las pelotas*. Sin embargo le contestó mas o menos como correspondía.

- Sola no puede prenderse ni aunque quisiera Zio, ni aunque hubiera un escape de gas. Si no hay nadie para enceder la chispa que inicie el incendio entonces no puede haber semejante cosa. Tuvo que haber sido alguién de lo contrario... un momento - dice - Parece que Renato encontro algo - y sale del coche para poder ver mejor.

Era complicado pero lo que el veia era un cuerpo. Tenía que ser un cuerpo.

¿Tal vez el chino?

Sea como sea volvió a entrar al auto.

- Zio, Mamma... al parecer Renato dio con un fiambre...

Jan se aproximó al cuerpo. Renato lo examinaba. El asesino parecía algo más nervioso de lo que era común en él por un cadaver.

Renato intenta descartar lo que está viendo. No tiene sentido... ¿Acaso podría haber caminado el cadáver y quemado la casa? ¿Qué tipo de broma macabra es ésta? Pero... por otro lado, después de ver la monstruosidad alada...

El asesino palidece aún más si cabe y tiene que apoyarse en el suelo para recuperar el sentido de la realidad...

- Pero que mierda... masculla Jack mientras sigue los pasos de Jan.

- Mamma, quédese ahí por favor. Es obvio que no se prendió sola, solo quería tu opi--

El hombre se frena en seco al ver a Renato agachado ante un cuerpo; el cuerpo del chino a quien habían matado. Lo que es peor... parecía haber llegado allí por sus propios medios! Pero si le habían dado duro, cómo era posible?

- Vamos, Renato - dice Jan mientras se le acerca - ¿Qué pasó? ¿Quién es? - Aún no podía verlo bien (suponia que era el chino pero...) y le parecía raro que Renato se viniera abajo solo por un cadaver pero...

Finalmente lo ve. Era el chino.

- ¡La puta madre! ¡Es el chino! ¿Cómo llegó hasta aca? - se da vuelta y puede ver a Jack detras de el con la misma impresión de incredulidad que el, seguramente, también tenía en el rostro.

- Zio, ¿Cómo carajo es posible esto? ¿¡Eh!?

-¡¡ es...es...imposible, los muertos no se mueven, los muertos estan tiesos !! , no...no..puede ser, el cadaver no puede haber prendido fuego la casa y haber llegado hasta aqui, es...es..imposible, los muertos no pueden levantarse -

La verdad que dado que su trabajo es matar personas, le ha afectado bastante suponer que un cuerpo muerto se haya movido y haya prendido fuego la casa, Renato esta anodado...¿qué pasaría ahora si todas las personas que ha matado se volvieran a levantar?, el propio pensamiento lo aterra.

Jack levantó al azorado Renato del suelo con violencia. Lo sacudió para que despertara, lo misma que propinó un manotazo a Jan.

- A ver, creced un par, ustedes dos! Es un puto muerto y solo eso! Si llegó aquí, alguien lo trajo, o alguna explicación tiene. Tal vez no lo matamos bien la primera vez...

Saca su pistola del saco y descarga un tiro en el cráneo del chino.

- Listo! Ah! Ahí se queda!

Tal vez había sido lo seguro de la acción de su tío, o tal vez era el balazo por si mismo pero, fuera lo que fuese, algo se tranquilizó. Las cosas tal cual la esplicaba Jack tenía sentido y, si, tenía razón... había reaccionado como un pazzo.

- Tiene razón - le dice a Jack - Perdoneme. No va a volver a pasar.

Maldita sea - piensa - ¡Qué momento para actuar como un maricón!

Reaccionando a las artes de disuasión del veterano Jack...

- explicame entonces, como el maldito chino, tiene la lata de gasolina, esta manchado de humo como si hubiese estado dentro de la casa y hay huella desde la casa hasta donde esta este Chino.... -

En un brote ya de realidad....

- Maldita sea, habéis dejado a la Mamma a solas -

Rápidamente se acerca a donde esta la Mamma, no podía apellidarse Terrasini si no defendiera y protegiera a la Mamma.

Las palabras de Renato no la sacan del estupor de pensar que a su servicio hay una marimacho. Estaban degradando la familia.

Los hombres se habían adelantado y escuchaba las imprecaciones de unos y de otros. ¿El chino? ¿Como había ido a parar el chino hasta afuera? 

En ese momento es cuando la Mamma reacciona y se acerca. Pensaba que el trabajo sucio ya estaba hecho por los jóvenes. A ella se le da bien la extorsión y el chantaje. Limpiar cadáveres es algo que pasó hace mucho tiempo, junto a su juventud. Beneficios de la edad.

- Beato amore mio Dio! Che diavolo è successo qui? L'uomo cinese era morto - como siempre que los nervios la alteraban o la situación era demasiado para ella, su mente volvía a pensar en su italiano natal.

Escucha el disparo de Jack. Algo gordo debía pasar para que Jack sacase su preciada munición y la gastara en tonterías. Se ha vuelto conservador con la edad, antes tenía el gatillo más flojo pero los tiempos de crisis han hecho que cuide sus armas y sus tiros.

A mitad de camino se encuentra con Renato.

- ¿No habías mandado a tus muchachos a limpiar? - le pregunta extrañada.

El voluminoso cuerpo de Jack se coloca para impedir la visión de la Mamma. Rápidamente se agacha junto al cuerpo y lo revisa, por si les quedó algo por encontrar. Observa los pasos marcados, el olor a gasolina que lo envuelve...

- Renato, lleva a la Mamma al auto. No creo que haya mucho acá que nos quede por ver. Jan, revisémoslo y a la pira se va el cuerpo. Y luego, nos marchamos.

En su voz hay firmeza y decisión. Pobre del que discuta con el viejo Jack... 

Al girar el cuerpo para revisarlo y cachearlo se abre el cuello del camisote que viste el individuo. Jack se sorprende cuando ve el pecho del chino: alguien le ha grabado con un cuchillo un extraño símbolo del tamaño de un puño. Parece una cruz que a su vez está dentro de una estrella de cinco puntas. El viejo Jack enarca una ceja sorprendido mientras toca la herida: es reciente y no tiene sangre... Lo que quiere decir que alguien se lo hizo al cuerpo después de encontrarlo muerto... como lo dejaron ellos. ¿O no? Esto es cada vez más extraño.

Sin añadir nada más el grupo regresa al coche. Allí no hay nada que ver salvo una pira de fuego monumental... y un cadáver en posición extraña.

Un extraño silencio se planta en el vehículo e incluso la habladora Mamma guarda silencio hasta que llegan a la ciudad. Allí se despiden unos de otros sin comentar nada más. Demasiadas cosas extrañas en muy poco tiempo.